Jul 10, 2018 | Culturas, Novedades, Te puede interesar

Febrero de 2017. Al estudio de FM Ocupas 88.3, ubicado en el Barrio Cuatro Vientos, de Moreno, llegan miembros del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) informando que deben cerrar la transmisión en tres días si no encuentran una solución a una interferencia que, según las autoridades, mantiene con la señal establecida para el aeródromo de Moreno. La organización que lleva adelante el proyecto presenta un informe técnico y puede retomar su actividad. Febrero de 2018. Aquel organismo del Estado nacional vuelve a la carga, señala que la radio no dispone de ningún papel que avale su condición de medio comunitario y así llega el cierre de las emisiones radiofónicas.
Mariano Sánchez, 34 años y director de la radio dice: “El reclamo del Enacom no tiene justificación porque nosotros disponemos de papeles que confirman lo contrario y salimos sobreseídos de la causa”. Por su parte, Susana Rubino, de 57 años y coordinadora de la radio declara: “Nos hicieron cerrar sin darnos explicación, sin ningún motivo, sólo nos advirtieron que si no cumplíamos con sus condiciones desmantelarían el equipamiento de la radio”.
FM Ocupas, una radio integrada por personas con discapacidad, se había presentado al empadronamiento realizado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) durante el gobierno anterior, como gesto para mostrar su voluntad de ser reconocida.
Actualmente, FM Ocupas ofrece una transmisión de radio desde su página web (www.fmocupas.com.ar). Sin embargo, como señala su administradora Marta Rombola muchas personas que antes podían tener una comunicación directa con ellos, con la clausura, se encuentran excluidas a causa de no tener internet. Ismael Vera, miembro y cocinero de la organización, comenta: “Intentamos solventar los gastos de la radio, haciendo actividades como rifas entre los vecinos, y también animamos a los chicos para que no se preocupen por la situación y seguimos adelante”.
Mariano Sánchez aclara que la lucha que enfrenta a la radio con ENACOM, ha impedido que pudieran soportar los gastos de manera regular, y que como el equipo de FM Ocupas siempre ha tenido un perfil comunitario, nunca han emprendido sus actividades para generar dinero. Diego Tassi, colaborador en el área de prensa, cuenta que “no estar en el aire repercute en un montón de cuestiones, por lo que tenemos que planear ciertas estrategias para poder seguir creciendo”.
En relación a estas estrategias, los miembros de la radio disponen de abogados para establecer sus asuntos legales, y visualizar el caso para que ninguna otra radio de Argentina tenga que pasar por ésta situación. También cuentan con el apoyo de la Federación Argentina de Radios Comunitarias (FARCO) , entidad que ayuda a emprender nuevas estrategias para seguir adelante con la reapertura de la emisora. Suárez explica otros métodos para impulsar el reclamo: “Fuimos a ENACOM a hacer una radio abierta, establecimos una asamblea en la locación de la radio, y fuimos a la Legislatura”.
Los integrantes comprometidos con el restablecimiento de la radio expresan que las problemáticas que enfrentan no sólo implican al cierre injusto de su transmisión, sino que además afectan derechos de los chicos con discapacidad. La problemática de la radio por la clausura ha tenido el apoyo de medios comunitarios de la provincia y del país. También, muchas instituciones públicas, como escuelas y universidades, han expuesto en sus propios medios, el reclamo por el restablecimiento de la transmisión de FM Ocupas. Una radio que sólo busca ayudar a la comunidad y brinda apoyo a los chicos que concurren con entusiasmo, todos los días para expresarse libremente. Y que desde hace meses lucha para recuperar su aire.
May 31, 2018 | Comunidad, Novedades, Te puede interesar

«Hoy estoy acá para que se restituyan las pensiones que dejaron de cobrar alrededor de 18.000 personas. Se de primera mano lo que es luchar con las obras sociales, en mi caso PAMI, ya sea por asistencia o por implementos. Siempre hay un abogado de por medio que hay que poner, porque nunca hacen valer nuestros derechos», dijo Marcelo Roldán, uno de los protagonistas de esta problemática. Marcelo es discapacitado motriz, padece una distrofia muscular mitocondrial hace unos 30 años y trabaja en el programa radial Rodantes Rebeldes, en el que comunican y visibilizan lo que conlleva vivir con una distrofia muscular.
La Plaza de los dos Congresos y las inmediaciones se inundaron alrededor de las 18 de personas con diferentes reclamos. Banderas, pancartas y carteles llenaron de color las grises calles de la Ciudad, los sonidos de tambores, silbatos y algunos petardos se hicieron resonar en esta fría tarde de mayo. La marcha #ConLosDiscapacitadosNo, autoconvocada por los familiares de personas con distintas discapacidades para reclamar la violación de sus derechos contó con la participación de organizaciones sociales como ATE, Asociación Para Espina Bífida e Hidrocefalia, Asociación de Familias Personas con Discapacidad y Prestadores por la Inclusión, Asociación Argentina de Electrodependientes, Padres Auto Convocados con Hijos con Autismo, entre otras.

La marcha fue autoconvocada por los familiares de personas con distintas discapacidades para reclamar por la violación de sus derechos.
Mientras que la Ley 22.431 de Sistema de Protección Integral de los Discapacitados y la Ley 24.901 de Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y Rehabilitación Integral los ampara, el Estado no. Ambas leyes establecen que el Estado tiene el deber de brindarles salud y educación a las personas con discapacidad. Esto quiere decir que lo que reclaman hoy no es más ni menos que un derecho legítimo.
Daniel Salvatierra tiene una discapacidad motriz denominada distrofia muscular de cintura. Detectaron su enfermedad a los 27 años, sin embargo los médicos no pudieron ayudarlo ya que no es curable. «La distrofia es progresiva y hace que pierdas la tonicidad en la musculatura. Yo hace cuatro años caminaba», contó desde su silla de ruedas. A medida que la enfermedad va mutando él también lo hace, por lo cual va necesitando diversos elementos como sillas bipedestadoras especiales para el baño, sillas de rueda manual, entre otros recursos. «A veces cuando vas a solicitar estas cosas te miran como diciendo ya es mucho. Ahora pedí una silla de ruedas y está tardando. Calculo que esto tiene que ver con que somos un gasto para el Estado», agregó. No obstante, Salvatierra no pierde la voluntad y la fuerza. Trabaja como empleado estatal, es artista plástico, actor teatral y lleva a cabo junto a Roldán el programa Rodantes Rebeldes. «Tratamos de que la vida pase por otro lado, antes la discapacidad cortaba la vida, ahora la acompaña», dijo con una sonrisa en su rostro. Participó de la marcha porque considera que los discapacitados no son vulnerables sino que son vulnerados por el Gobierno: «El Estado no reconoce nuestros derechos, recorta la asistencia, nos niega las pensiones», reclamó. Salvatierra vive solo y necesita un asistente 24 horas al día, parte del sueldo de esa persona lo paga él porque el dinero que recibe no le alcanza.

Mientras que la Ley 22.431 de Sistema de Protección Integral de los Discapacitados y la Ley 24.901 de Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y Rehabilitación Integral los ampara, el Estado no.
En la voz y en la mirada de Paula Abad Crespo se reflejan el cansancio y la tristeza, pero también la fuerza de una mujer que daría su vida por lo que más quiere en el mundo: su hijo, Fernán Abad. Él es un joven de 20 años que sufre una severa discapacidad motriz producto de un mala praxis durante el parto, ocurrida en el Hospital Español. Ocho meses atrás, Fernán era socio de dicho hospital hasta que el PAMI se quedó con sus instalaciones, dejándolo en la calle, como a tantos otros. «El PAMI alega que no se puede hacer cargo. Así que de un día para otro, mi hijo se quedó sin prestaciones médicas. Por eso estamos luchando. Pero la justicia es lenta y las necesidades las tenemos hoy», dijo apesadumbrada. Ella no solo reclama por su hijo, sino también por todos los familiares de personas discapacitadas que necesitan prestaciones y tratamientos. «Estamos pasando momentos difíciles porque los recortes que hace el estado están afectando la salud de todas las personas con discapacidad», concluyó.
Mar 21, 2018 | Comunidad, Novedades
El sábado pasado se desarrolló la décimo segunda edición de Rallydad, el rally que busca visibilizar las barreras físicas a las que se enfrentan diariamente las personas con movilidad reducida en la Ciudad de Buenos Aires. El evento, organizado por la ONG Acceso Ya, invita a subirse a una silla de ruedas y realizar un breve circuito con el objetivo de ponerse en el lugar del otro. La travesía evidenció tanto los problemas urbanos para quienes tienen una discapacidad motriz como la impaciencia de los automovilistas. Baches, rampas mal hechas y negocios y escuelas que solo tienen escalones como forma de acceso fueron algunos de los hallazgos del recorrido.

El Rallydad tiene el objetivo de visibilizar la problemática del acceso en personas con discapacidad o movilidad reducida.
Rallydad se realiza cada 17 de marzo, día en que se conmemora la promulgación de la Ley Nacional de Accesibilidad N° 24314. La norma, tal como explicó Claudio Waisbord, fundador de Acceso Ya, “establece la obligación de que toda construcción nueva se realice en torno a estándares de accesibilidad”. Para él, usuario de silla de ruedas, “la accesibilidad es un problema específico, que coloca a los discapacitados fuera de la sociedad por razones que se pueden resolver fácilmente”.
Alrededor de las 16:30, sesenta participantes salieron de las inmediaciones de Avenida Córdoba y Uriburu, cruzaron hacia la Facultad de Ciencias Económicas, recorrieron dos cuadras hasta Riobamba y luego cruzaron Córdoba para ir por Ayacucho hasta Paraguay. La vuelta fue por Córdoba hasta el punto de origen en la Plaza Houssay. La elección del recorrido no fue aleatoria: los organizadores de Acceso Ya se encargaron de que en los metros recorridos quedaran plasmados cada uno de los reclamos que vienen sosteniendo hace más de diez años: “Elegimos este lugar porque tocábamos numerosas causas que tenemos con los subtes, con las escuelas públicas, con los locales comerciales…”, dijo Josefina Macías, coordinadora ejecutiva de la ONG.

Claudio Waisbord, presidente de la Fundación Acceso Ya.
En el total del circuito, que representa cuatro cuadras, se identificaron baches, pozos, roturas, y hasta rampas mal hechas, “clásicos” obstáculos para las personas con discapacidad. Los participantes pasaron por cuatro instituciones educativas y sólo una de ellas, la escuela Alicia Moreau de Justo, contaba con rampa. Numerosos comercios, entre ellos un McDonald’s y un Freddo, solo tenían escalones para acceder a su interior.
Las barreras físicas no fueron las únicas a las que se enfrentaron los participantes. En el cruce de calles, tanto automovilistas como colectiveros dispararon bocinazos contra los transeúntes y hasta esgrimieron palabras desafortunadas. Tamara, una estudiante de Terapia Ocupacional que asistió al evento, contó cómo vivió el circuito usando silla de ruedas por primera vez: “Es muy laborioso avanzar debido a que las calles están muy rotas y en mal estado. Si tardás un poco en cruzar el semáforo los autos te tocan bocina”, dijo. La falta de empatía no sólo se evidencia en la impaciencia y el trato de la sociedad civil sino también en la negligencia y desinterés que manifiestan: “Los autos se estacionan delante de las rampas y si pedís que se muevan no tienen consideración”, dijo Tamara.

Acceso Ya busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con movilidad reducida y, a la vez, mejorar la calidad institucional de la sociedad.
Si algo pretendía Acceso Ya con este “rally” era demostrar los peligros diarios a los que se tienen que enfrentar quienes poseen algún tipo de limitación motriz. Eso quedó a la vista cuando una de las participantes estuvo a punto de sufrir un accidente tratando de atravesar un pozo en la esquina de Córdoba y Ayacucho. Mariel Tesler, abogada de Acceso Ya, contó: “La chica se fue para atrás y casi se mata porque la rampa está mal hecha y la calle tiene una pendiente. En general, a esas rampas solo se las pinta de amarillo y no se toman el trabajo de arreglarlas. Eso es disfrazar el mal estado en el que está la ciudad”.
Y aunque la ciudad todavía presenta muchos obstáculos, Waisbord, fue optimista al resaltar que en sus treinta años en silla de ruedas pudo ver “enormes cambios” en materia de accesibilidad y esto lo demostró en la jornada del sábado con la noticia de una nueva lucha conquistada. El 5 de marzo pasado, el juez Roberto Gallardo resolvió una cautelar que obliga a Metrovías y Sbase a garantizar la accesibilidad mínima en un plazo menor a tres meses hasta tanto se hagan las obras definitivas. Según Mariel Tesler, ahora los subtes tendrán que “destinar personal de las empresas para asistir a las personas que requieran asistencia y colocar distintos tipos de dispositivos mecánicos para que puedan acceder a los servicios”. Waisbord, por su parte, cerró la jornada con optimismo: “Estos pequeños logros son justamente el sentido por el cual trabajamos: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con movilidad reducida y a la vez mejorar la calidad institucional de nuestra sociedad al poder involucrar a gente que no es discapacitada en esta defensa de los derechos ciudadanos.”

El Rallydad se realiza todos los 17 de marzo, día en que se promulgó la Ley Nacional de Accesibilidad N° 24314.

Los subtes deberán destinar personal para asistir a las personas que requieran asistencia y colocar distintos tipos de dispositivos mecánicos que les permitan acceder a los servicios.
Oct 11, 2017 | destacadas, Trabajo
Un 12, 9 % de la población argentina tiene algún tipo de discapacidad, según datos del Censo 2010. En tanto, de acuerdo al informe del último trimestre de 2016 producido por el Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento, un 34% de la población del Gran Buenos Aires es pobre. ¿Por qué se cruzan las dos variables? La inserción al empleo, se sabe, es muy compleja para este colectivo. Según el último Anuario Estadístico Nacional sobre Discapacidad del año 2015, en la provincia de Buenos Aires, un 85,68 % de personas con diferentes tipos de discapacidad a partir de los 14 años no trabaja. A nivel nacional el porcentaje es similar. Leandro Noir, Director del Departamento de Psicología de la Discapacidad de APBA (Asociación de Psicólogos de Buenos Aires), sostiene: “No hay políticas que estimulen la inserción laboral, en la parte educativa están aumentando las integraciones escolares, muchas más escuelas lo implementan, pero ahí influye el nivel económico porque el Estado no brinda los recursos necesarios.” En ese contexto, los centros de día estatales o asociaciones civiles sin fines de lucro ofrecen herramientas vitales para la autonomía de las personas con capacidades diferentes que no poseen medios económicos.
“Los cuatro fantásticos” se denomina al cuarteto de centros que en Moreno luchan diariamente por aportar a la autonomía de las personas discapacitadas. Ellos son: TADIM, Espejos Cruzados, Centro de Día Crecer y la Asociación Civil Ocupas.

TADIM es un taller protegido para personas adultas, con discapacidad mental leve a moderada, ubicado en la localidad de Moreno con 32 años de vida. La finalidad del taller es capacitar a aquellos para que puedan insertarse en el mundo laboral. La institución cuenta con dos áreas: el taller de carpintería y el sector de tercerizados donde se presta un servicio de armado y empaquetado. El lugar solo tiene treinta vacantes, utilizadas por personas que reciben becas otorgadas por la Provincia de Buenos Aires, mediante un convenio con la Municipalidad de Moreno. Los asistentes, cobran además un peculio integrado por un aporte de la provincia más un plus que proviene de los ingresos obtenidos de las ventas de la producción del taller. Gabriel, uno de los participantes de TADIM, expresa: “En casa no tengo amigos, entonces acá comparto con mis compañeros. Trabajo. Estos son mis compañeros hasta la muerte, hasta el cielo”. María Esther ingresó al centro hace un año: “Es como una segunda familia. Aprendí a hacer cosas que antes no sabía”. Ella conoció a su pareja en el taller, hoy conviven y se mantienen sin ayuda. “Tratamos que aprendan a manejarse en la vida cotidiana, cuando se quedan solos. Poder pagar la luz, hacer las compras, llevar adelante la casa», expresa Virginia Ventriglia, coordinadora.
Otro centro de atención a la discapacidad de Moreno se llama Espejos Cruzados e integra el Área de Salud Mental de la Municipalidad. Está orientado a personas con discapacidad mental y problemas psicológicos. «Se llama Espejos Cruzados porque uno al ver lo que a otro paciente le pasa, se refleja en el otro, porque ya lo vivimos», explica Manuel Medina, uno de los pacientes.
«No solo acompañamos al paciente hasta que le den el alta –señala Ana Garay, directora de Espejo-, lo seguimos una vez fuera del manicomio. Hay personas que salen después de estar 20 años internados a una sociedad que no los espera».

La institución cuenta con dos áreas: el taller de carpintería y el sector de tercerizados donde se presta un servicio de armado y empaquetado.
En tanto, Javier Báez es el coordinador del Centro de Día Crecer, ubicado en la localidad de La Reja, partido de Moreno. La institución, que también depende de la Municipalidad, ofrece sus talleres a personas de bajos recursos que no poseen cobertura médica, las edades comprenden desde los 16 hasta los 70 años, y cuenta con un cupo de 23 personas con discapacidades mentales severas a moderadas. La demanda para ingresar a estos centros es muy grande debido a la escasa oferta de sitios públicos y gratuitos.
No solo las limitaciones económicas o las escasas ofertas estatales de los centros de día inciden en el desarrollo de una persona con discapacidad. Para Jorge Báez la familia juega un rol importante: “Existe una mirada antigua de que un joven discapacitado no puede hacer las cosas, pero sí pueden, a su tiempo. Nosotros invitamos a los padres a que vean los trabajos de sus hijos y nos ha pasado que han dicho que ese trabajo no lo hizo su hijo. La mirada sobre la discapacidad, por suerte, cambió; hoy se les da más herramientas, pero hay que seguir trabajando”.
La Asociación Ocupas, nacida en 2003, también ofrece sus actividades en forma gratuita. Fabián Crazvoff, cofundador, cuenta: «A raíz de unas encuestas, vimos que había gran cantidad de personas con discapacidad, en situación de extrema vulnerabilidad. La necesidad nos llevó a trabajar con ellos». Ocupas opera como centro de día, posee la radio comunitaria FM Ocupas 88.3 pero además funciona como hogar.
La mayoría de los pacientes son mayores de edad, quienes una vez terminado el sistema educativo ya no tienen lugar en la sociedad. «Para nosotros es una decisión recibir a aquellos que viven en extrema pobreza», explica Sara Cravzoff, directora de discapacidad de la Municipalidad de Moreno y cofundadora de Ocupas.
Los lazos que generan estos centros son profundos, brindan la oportunidad a personas de bajos recursos -algunas de los cuales no han podido educarse en una escuela especial- para superar obstáculos y valerse por sí mismos. A la vez, luchan día a día por cambiar la percepción sobre la discapacidad hacia una mirada que los incluya. El contexto, por otro lado, no ayuda: la pobreza impacta especialmente en forma negativa en las personas con esas características. De hecho, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el 87 % de las discapacidades se adquiere durante el desarrollo de la vida y está directamente vinculado con necesidades básicas insatisfechas.

La finalidad del taller es capacitar a aquellos para que puedan insertarse en el mundo laboral.
Actualizado 10/10/2017
Jun 16, 2017 | Trabajo
“Las pensiones no son un premio, son un derecho. Ser discapacitado no es un privilegio”. La consigna resonó en la Plaza de la República, frente al Obelisco, donde cientos de personas afectadas por la quita de más de 80.000 pensiones no contributivas por discapacidad reclamaron al gobierno que revise esa medida. Casi en simultáneo a la movilización, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, anunció que el Poder Ejecutivo daría marcha atrás con la decisión que, en los últimos días, generó el repudio de todos los sectores políticos, sindicales y sociales.
A pesar de las dificultades para llegar en un día jueves con paro de algunas líneas de colectivos y con pronóstico de lluvia, personas con diferentes tipos de discapacidades y familiares se dieron cita a las 18:00 junto a otros tantos que se solidarizaron con el reclamo a partir de una convocatoria en las redes sociales.
Miguel llegó puntual. En silla de ruedas le relató la secuencia que afectó a miles a ANCCOM. “Cuando fui a cobrar me encontré con cero en la cuenta, porque dicen que no me corresponde la pensión de 4.300 pesos por estar casado con mi señora que cobra una jubilación”, explicó. Por su parte, su cónyuge Haydée señaló que es discapacitada visual y también tenía una pensión hasta que pudo entrar en la moratoria para jubilarse con el gobierno anterior.
A las 18:15 tomaron la palabra referentes de algunas asociaciones y personas con discapacidad para dar voz al reclamo. Allí resonó una frase: “La peor discapacidad es no tener corazón”. Y siguieron las críticas a la decisión del gobierno de Mauricio Macri y, en especial, a la figura de la ministra Stanley.
El presidente de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales, Guillermo Badino, también fue blanco de las críticas. Sucede que el funcionario había dicho que se quitaron pensiones a personas que “no son inválidos totales” y por lo tanto “si lo desean, pueden trabajar”. Una de las oradoras, que actualmente trabaja en el Poder Judicial, desarticuló ese argumento oficial y señaló las dificultades para ser aceptada en un empleo, el rechazo sufrido en cada entrevista.
Además de la restitución de las pensiones, las personas allí reunidas pidieron el cumplimiento de los acuerdos internacionales sobre derechos de las personas con discapacidad y la garantía del cupo laboral.
Federico, padre de Floreal, un joven con Síndrome de Down, fue categórico, calificó la medida es “nefasta”. Y advirtió. “Esto le tiene que preocupar porque no se puede jugar con los derechos de las personas”.
Actualizada 16/06/2017