Ago 23, 2017 | Vidas políticas
La Confederación General del Trabajo (CGT) marchó esta tarde a Plaza de Mayo, junto a las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA), agrupaciones sociales y piqueteras y los partidos de izquierda. En el acto se anunció que el 25 de septiembre se llamará al Comité Central Confederal para iniciar un plan de lucha y analizar la posibilidad de un paro general. Sólo habló uno de los tres secretarios generales de la CGT, Juan Carlos Schmid, titular del gremio de Dragado y Balizamiento. Carlos Acuña, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos, el SOESGyPE, lo acompañó en silencio en el escenario, mientras que Héctor Daer, titular de Sanidad y diputado nacional, se mantuvo debajo del estrado. Las dos CTA estuvieron encolumnadas en el acto, pero sus dirigentes tampoco subieron al escenario.
Schmid dijo que la CGT asume un compromiso de fuego con los sindicatos confederados, y que se movilizan por la agenda social, en la que enumeraron el aumento de emergencia para jubilados, el fin de las intervenciones en los sindicatos, el rechazo a la reforma laboral o previsional, plena vigencia de los convenios colectivos, defensa de nuestras obras sociales y de los fueros laborales, y la emergencia social alimentaria, para los sectores populares desprotegidos. Además agregó: «Venimos a esta Plaza no porque tengamos el oído puesto en el proceso electoral. Venimos a buscar la respuesta a esta plaza porque la respuesta es política».
El acto, exprés, duró alrededor de 15 minutos, y se realizó antes de la hora que se había previsto. La columna del sindicato de camioneros, una de las más nutridas, rodeó desde temprano el escenario. Algunos enfrentamientos entre facciones del mismo gremio llevaron a que el acto se adelantara, teniendo en cuenta que la mayoría de los convocados ya había arribado a la histórica Plaza.

Algunos enfrentamientos entre facciones del mismo gremio llevaron a que el acto se adelantara, teniendo en cuenta que la mayoría de los convocados ya había arribado a Plaza de Mayo.
Uno de los presentes en el escenario, Gustavo Vera, titular de La Alameda dijo a ANCCOM: «La CGT dio un plazo prudencial para que el gobierno entienda, que con independencia del calendario electoral, tiene que llamar a una mesa de diálogo». Además agregó: «Todo lo que signifique mantener al movimiento obrero unido me parece que es prudente. Hoy se ha manifestado el movimiento obrero en conjunto».
La izquierda marchó en una columna independiente, junto al sindicalismo combativo y los trabajadores de Pepsico. La candidata a diputada por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman dijo a ANCCOM: «A la CGT todo le sirve para patear la pelota para adelante. Ya pasó mucho tiempo del gobierno de (Mauricio) Macri y son muchos ataques los que están sufriendo los trabajadores».
Actualizado 23/08/2017.
Ago 8, 2017 | Comunidad
En el día de San Cayetano, por segundo año consecutivo, organizaciones sociales y sindicales marcharon, desde el santuario del patrono del trabajo en Liniers hasta Plaza de Mayo, para reclamar por la sanción de la Ley de Emergencia Alimenticia y el cumplimiento de la ya vigente Ley de Emergencia Social. “Nosotros no solamente vinimos a rezar, también venimos acá a pelear”, advirtió el secretario general de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Esteban Castro, en el cierre del acto.
En el contexto actual, donde el desempleo -según datos oficiales- alcanzó el 9.2% en el primer trimestre del 2017, miles de fieles aguardaban que se abrieran las puertas de la parroquia de San Cayetano para hacerle su petición al santo. A los creyentes, se le sumaron alrededor de las ocho de la mañana los manifestantes convocados por las tres organizaciones sociales que se encargaron de anunciar la movilización: Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la CTEP.
Alrededor de las 9:30 la columna de manifestantes partió de Cuzco y Rivadavia para transitar doce kilómetros y llegar a las 15:30 a Plaza de Mayo. Emilio Pérsico, dirigente del Movimiento Evita, encabezó el tramo final de la marcha y en diálogo con ANCCOM habló sobre la situación en los barrios populares: “Hoy tenemos mil comedores y cada día estamos peor, cada día le tenemos que echar un litro de agua a la olla para que coma más gente». Por su parte, el senador nacional por el Frente para la Victoria, Juan Manuel Abal Medina, afirmó:» Estamos planteando algo obvio, Argentina es uno de los mayores productores de alimentos y hay más de seis millones de personas que todos los días no tienen para comer”.

Alrededor de las 9:30 la columna de manifestantes partió de Cuzco y Rivadavia para transitar doce kilómetros y llegar a Plaza de Mayo.
Desde la organización Barrios de Pie, este año se hizo un relevamiento de talla y peso sobre 50 mil chicos de todo el país que arrojó como resultado que un 43% de ellos padecen de desnutrición. “A raíz de estos datos realizamos este Proyecto de Ley de Emergencia Alimenticia para que el Estado se haga cargo de la alimentación de esos chicos en los comedores escolares”, señaló Celeste Ortiz, integrante de Barrios de Pie y trabajadora de un comedor comunitario.
En tanto, Trinidad González, integrante del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE), destacó la importancia de la movilización para el sector informal de la economía: “San Cayetano significa mucho para los sectores populares. Marchamos por el reconocimiento de laburar en condiciones dignas, el reconocimiento de los trabajadores que no estamos en la economía formal”.
La protesta contó con el apoyo de distintos dirigentes de las organizaciones obreras más importantes: Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo –CGT- y Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado –ATE- acompañaron con su presencia, mientras que las dos Centrales de los Trabajadores de la Argentina (CTA), presididas por Hugo Yasky y Pablo Micheli respectivamente, también adhirieron a la convocatoria.

En un escenario montado sobre la Plaza de Mayo hablaron los voceros del acto: Daniel Menéndez de Barrios de Pie, Juan Carlos Alderete por CCC y Esteban “Gringo” Castro de la CTEP.
Alrededor de las 16, en un escenario montado sobre la Plaza de Mayo comenzaron a hablar los voceros del acto: Daniel Menéndez de Barrios de Pie, Juan Carlos Alderete por CCC y Esteban “Gringo” Castro de la CTEP. Menéndez comenzó pidiendo por la aparición con vida de Santiago Maldonado, un joven militante que se encuentra desaparecido hace seis días luego de que lo detuviera Gendarmería en Chubut. Luego acusó al gobierno de Cambiemos de destruir los puestos de trabajo, al mismo tiempo que solicitó el aumento del presupuesto para comedores a los que cada vez concurren más chicos. “Nuestro sueño no es vivir reclamando emergencias, nuestro sueño es tener trabajo para llevar el pan a nuestro hogar y alimentar a nuestros hijos”, exclamó.
Alderete continuó criticando al oficialismo por favorecer a los sectores que concentran la riqueza en el país y después recordó que desde el Gobierno Nacional sólo ejecutaron, en lo que va del año, el 30% del presupuesto correspondiente a la Ley de Emergencia Social: “A este Gobierno que dice que esperemos a después de las elecciones para aplicar la Ley de Emergencia Social, le decimos el hambre y la desocupación no esperan. Las próximas horas nos vamos a reunir con otras organizaciones para profundizar las medidas de lucha, no vamos a dejar la calle.”
Por último, el secretario general de la CTEP desarrolló las consignas del encuentro “Pan, paz, techo, tierra y trabajo” y responsabilizó al Estado por desentenderse de su deber de garantizar la paz social mientras criticó las intenciones de bajar la edad de imputabilidad. Al final remarcó la importancia de la unidad: “Nosotros le garantizamos a nuestro pueblo, que además de hoy, el 22 de agosto reventamos la Plaza junto a la CGT, junto a la CTA y junto con todos aquellos que quieran pelear contra este modelo de ajuste, de represión y de hambre”.
Actualizado 07/08/2017.
Ago 2, 2017 | Comunidad
Inflación, despidos y “tarifazos” parecen ser los rivales más duros, en materia económica, que deben enfrentar las organizaciones deportivas del oeste del Gran Buenos Aires (GBA). En el distrito de Merlo, el quinto de mayor población del Gran Buenos Aires, con 584.267 habitantes, la problemática impacta de lleno. De acuerdo a un relevamiento de la Subsecretaría de Entidades Intermedias del Municipio de Merlo, en la región se asientan 105 entidades deportivas registradas, pero existen muchas más que funcionan por fuera del reconocimiento del Estado. Sin embargo, todas tienen una característica en común: son espacios de contención, participación y empoderamiento social, cultural y deportivo para buena parte de la población del oeste bonaerense.
“Los que más sufren el aumento de tarifas son las entidades más grandes, las que tienen mayor consumo”, explica Cecilia Argüello, subsecretaria de Entidades Intermedias del municipio, ente encargado de reglamentar, controlar y fomentar el desarrollo de organizaciones intermedias, “Muchos clubes de barrio -agrega- no tienen problema con la luz, porque están enganchados. A ellos la economía los afecta en la alimentación e indumentaria”.
Una de las instituciones deportivas de Merlo más damnificadas por el contexto nacional es el Club Recreativo Español. Localizado en el barrio de Pompeya, alberga a cerca de 400 socios. El club, entre otras penurias, carece de gas natural y agua corriente. Alejandro Guilliar, su secretario, describe cómo vive la organización el momento actual: “Esto nos pega de lleno. No hay plata”. A lo que, Gustavo Mena, presidente y profesor de chaiu do kwan de la institución, añade: “Tenemos un déficit muy grande que por ahí nos salva el alquiler del salón”. Asimismo, la entidad recibe chicos con graves inconvenientes económicos:“Tenemos pibes con falta de alimentación”, sentencia Guilliar.
Por su parte, el Club Social y Deportivo Parque San Martín se encuentra en una mejor posición financiera, aunque no escapa de la problemática. “Bajó bastante el margen del club, porque subieron mucho los costos”, esgrime Laura Sosa, presidenta de la organización. Además, comenta cómo a raíz de la falta de empleo subió la cantidad de jóvenes becados:“Hay chicos que dejan, porque no pueden pagar. En algunos casos, el papá se quedó sin trabajo. Por eso, nosotros tenemos varios jóvenes becados o con media beca”.

Una de las instituciones deportivas de Merlo más damnificadas por el contexto nacional es el Club Recreativo Español.
Números que asustan
“Estamos pagando casi 900% más en relación a lo que abonábamos de luz antes del primer aumento del año pasado. Con el agua y el gas es más o menos lo mismo”, enfatiza Pablo Etchepare, presidente de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Merlo. Fundada en 1899, la institución a partir de la década de 1950 pasó a cumplir funciones deportivas. Hoy, la entidad, conocida como Club Unión de Merlo, brinda actividades para aproximadamente mil personas, a pesar del descenso del 30% de socios el año pasado producto de la coyuntura económica. Con tarifas que superan los cinco dígitos, el dirigente narra cómo fueron los aumentos: “El año 2015 pagábamos 1.500 pesos de luz por mes y ahora estamos cerca de 9.000. De gas, lo máximo que pagamos fue 4.000 pesos mensuales y la última boleta que vino fue de 18.000”. En circunstancias similares, el Club Social y Deportivo Laureles Argentinos, dedicado a las actividades de patín artístico, fútbol, básquet, taekwondo, entre otras, recibió incrementos que pasaron de 900 pesos a 6.000 en el servicio de luz y de 200 pesos a 1.200 en el gas. Apropósito, Pablo Lanze, vicepresidente de la organización, menciona: “Hasta la última asamblea no entramos en déficit, pero sí tenemos mucho gasto y no nos sobra nada para invertir”.
El Club Ferrocarril Oeste de Merlo, ubicado en la parte norte del partido, tampoco puede escapar del tarifazo. “De luz pagábamos alrededor de 1.500 pesos por bimestre y ahora estamos pagando, mensualmente 7.000. En cuanto al gas, pagábamos 300 y hoy el monto ascendió a 800 pesos por mes”, describe Carlos “Bocha” Godoy, presidente y fundador de la institución.
Ante esta realidad, los clubes deben agudizar el ingenio para sobrevivir.“Hay que usar la creatividad, pero cada vez cuesta más”, comenta Alejandro Guilliar, del Recreativo. Por cierto, Etchepare, de la Sociedad Española, ilustra las tácticas que se implementa en su entidad: “Tratamos de buscar más actividades. También buscamos cambiar la luminaria poniendo luces LED y lograr acuerdos con el municipio para realizar obras”. No obstante, parece que frente a esta marea económica todo accionar es escaso. Pero las instituciones no pueden bajar la guardia, porque como declara Laura Sosa:“El club es el lugar de contención. Y para muchos chicos es el espacio donde son ellos, donde son libres”.
Actualizada 01/08/2017
Jul 26, 2017 | Trabajo
El ajuste que aplica el gobierno afecta también a los medios de comunicación. En los casos del diario Página 12 y de Radio Del Plata lejos de caer sobre los dueños, perjudica a sus trabajadores. Pago de salario en cuotas y con demora, adeudamiento de aguinaldos y retraso en el pago de haberes previsionales son los mayores problemas con los que deben lidiar, por lo que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) exige una solución inmediata.
Tanto Página 12 como Del Plata tenían afinidad editorial con el kirchnerismo, que distribuía la pauta oficial de manera diferente a la que lo hace el gobierno encabezado por Mauricio Macri y permitía que hubiese medios que se sostuvieran con ese ingreso primario. Fernando Dondero, secretario general de Sipreba, destacó esto como uno de los disparadores de la crisis y dijo: “Se da un quiebre con la gestión de Cambiemos y cómo manejan la pauta oficial”. Además, en el caso de Del Plata agregó: “La radio recibía bastante dinero porque tuvo un uso político”.
Aparte de secretario general, Dondero es delegado de Sipreba en Página 12 y en ese rol expresó que, si bien tienen trato con los directivos del Grupo Octubre, de Víctor Santa María (titular del sindicato de porteros y del Partido Justicialista porteño), no responde a sus demandas. “La patronal está abierta al diálogo, pero no se soluciona el problema. Con quién más nos reunimos es con el director ejecutivo del grupo, Francisco Meritello”, afirmó.

Reclamo salarial de los trabajadores de Radio Del Plata.
Ana Paoletti, otra delegada de Sipreba en Página 12, contó que hace dos semanas se canceló el aguinaldo pagado en cuatro cuotas y también se solucionó la falta de viáticos para los fotógrafos que los llevó a hacer un paro el 7 de julio. Sin embargo, aún tienen reclamos sin respuesta y destacó: “Deben pagar un 12% de aumento correspondiente al insuficiente acuerdo que hicieron con la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires) del 20% firmado en mayo (se dará en tres cuotas) y es retroactivo desde ese mes hasta hoy, pero no lo han hecho. Además, se comprometieron a blanquear a los compañeros del portal digital Diario Z y que dependan de Página/12 desde agosto”.
Paoletti dijo que los problemas se desataron el año pasado a partir del pago diferido de sueldos y aguinaldo en cuotas y relató que el Ministerio de Trabajo los convocó varias veces, pero no les ofrecen soluciones concretas. Debido al conflicto, han tomado distintas medidas de fuerza. “Hemos hecho paros, ediciones con retiro de firmas, una mateada en la puerta y hay asambleas constantes”, expresó. Además, marcó que la primera semana de agosto deben pagarles los sueldos y saldarles lo adeudado, “si no cumplen, vamos a seguir con los reclamos hasta que brinden una solución real”, añadió.
La situación en Radio Del Plata es un poco más compleja. Desde diciembre de 2015 se iniciaron las irregularidades, con el pago en cuotas de los salarios. Al principio, si bien fraccionaban el sueldo, pagaban su totalidad dentro del mes, pero a partir de febrero de este año reina la incertidumbre y los trabajadores no saben cuándo van a cobrar. Se les adeudan tres meses de salario, dos aguinaldos, hay falta de pago de haberes previsionales y de obra social que llegan al año. Este último ítem constituye un delito penal, pero pareciera no ser tomado en cuenta.

“La patronal está abierta al diálogo, pero no se soluciona el problema», dijo el delegado de SipreBa.
El miércoles pasado hubo una audiencia en el Ministerio de Trabajo para exigir que intervengan y les den respuestas a los trabajadores damnificados. En esa reunión, los dueños se comprometieron a pagar algunas deudas, pero no han cumplido. “La patronal alega que busca compradores para la radio y que se hagan cargo de la deuda porque no tienen dinero”, dijo Dondero.
La empresa responsable de Del Plata es Electroingeniería, de Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta. Legalmente, el dueño es el Grupo Empresarial Argentino S.A. que componen Sebastián Ferreyra, Santiago Acosta, hijos de los ya citados, y otros accionistas minoritarios como el Swiss Medical Group, de Claudio Belocopitt, y Marcelo Tinelli.
Los 150 trabajadores de la radio (entre contratados y efectivos) esperan una definición de la situación de una emisora que parece agonizar. Paros rotativos y que no salga la programación completa son algunas de las medidas de fuerza que se han tomado durante el conflicto. “Del Plata llegó a ser cuarta en cantidad de oyentes y esto la afectó. Se le fueron conductores, columnistas y se achicó el personal porque algunos se consideraron despedidos por falta de pago”, expresó Dondero.
El viernes pasado otro conflicto gremial de prensa se hizo público, cuando se viralizaron las imágenes de un ruidazo en la redacción del bisemanario Perfil, la forma que utilizaron los periodistas de reclamar el pago atrasado de su aguinaldo.
El secretario general de Sipreba alertó que hubo 1.400 despidos en el área de prensa en la ciudad y 2.500 en el país durante los últimos dos años. “Hay peligro de que se pierda el pluralismo y se escuchen solo unas pocas voces. Sin trabajo no hay libertad de expresión”, reflexionó.
Actualizada 26/07/2017
Jul 19, 2017 | Trabajo
“Si no luchamos por lo nuestro, nadie nos va a dar nada”. La declaración es de Ana Clara Sarabia, quien en el escenario montado en Callao al 100, expresó sus sensaciones. Es que después de un mes de aquel 20 de junio, en el que los trabajadores de PepsiCo se enteraron de su condición de despedidos de la planta de Florida, la lucha sigue en pie.
Junto con el apoyo y la solidaridad de varias decenas de miles de personas, organizaciones sociales, de derechos humanos y sindicales, los operarios cesanteados se concentraron en el Obelisco desde las 17 para exigir la reincorporación en sus puestos de trabajo. Además, hubo una fuerte presencia de fuerzas de izquierda como el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), con Nicolás del Caño y Myriam Bergman como referentes, el Partido Obrero y el Nuevo Más. La protesta implicó el corte de la 9 de Julio y Corrientes y, por momentos, también del Metrobús. Asimismo, la presencia policial fue mínima: a diferencia del desalojo ocurrido el jueves pasado, los efectivos se limitaron a controlar el tránsito vehicular.
Poco después de las 17.30, comenzó la movilización hacia el Ministerio. La marcha, encabezada por los trabajadores de PepsiCo, se desarrolló por la avenida Roque Sáenz Peña hasta la Casa Rosada, al canto de “Unidad de los trabajadores, al que no le gusta, se jode, se jode”. En un momento de la movilización se hizo presente Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien expresó: “La herramienta que tenemos la demostramos acá, en la calle. Las Madres hace cuarenta años que estamos en la calle. Basta de despidos y sí a la reincorporación absoluta de todos los trabajadores que se quedaron sin trabajo”, al tiempo que enfatizó: “La vergüenza que nos da esta política de destrucción que hay sobre el pueblo”.
La marcha continuó por Avenida de Mayo, con cantos contra Rodolfo Daer, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), y el presidente de la Nación Mauricio Macri. “No hay excusas, la planta es una multinacional que no tiene crisis. Necesitamos trabajar, queremos trabajar”, sostuvo Sonia Brizuela en diálogo con ANCCOM. La trabajadora, una más del 70 por ciento de mujeres perjudicadas por la medida de la patronal, dirigió sus declaraciones contra el Jefe de Estado: “Está trayendo hambre y miseria. No lo digo porque no respete el voto democrático sino porque es lo que se está viviendo actualmente y es lo peor que le puede hacer al pueblo, sacarle su sustento, las fuentes de trabajo”. Consultada por la posible reincorporación en la planta de Mar del Plata, la segunda que posee PepsiCo después de la de Vicente López, Sonia negó tal ofrecimiento y en cuanto a las indemnizaciones indicó: “Las sumas millonarias son una patraña y es comprobable en el libro abierto de cuentas”.

Poco después de las 17.30, comenzó la movilización hacia el Ministerio.
La movilización tomó luego la avenida Rivadavia y dobló por Callao, pasando por el Congreso de la Nación. En la manifestación, apoyaron comisiones internas de otras empresas como Mondelez, Felfort, Knorr Unilever, Hellmans Unilever y Lodisser. También se solidarizaron las organizaciones sociales Tupac Amaru y Barrios de Pie y las centrales sindicales CTERA, CTA, ATE, FOETRA (telefónicos) y AGTSYP (Subte). Una vez llegados a la sede del Ministerio de Trabajo, los trabajadores despedidos subieron a un escenario montado entre Bartolomé Mitre y Juan Domingo Perón para expresar sus sensaciones. “La empresa, el gobierno y los medios, y también el traidor de Daer, nos decían que éramos unos pocos que estábamos resistiendo a los despidos. Nos decían que la mayoría había arreglado y que solo quedábamos unos pocos protestando. Acá hay muchos compañeros y compañeras que apoyan nuestra lucha a pesar de que hayan arreglado”, expresó Camilo Mones, delegado de la comisión interna de PepsiCo.
“Ya va a ser un mes de la decisión de la empresa y estamos todos muy mal porque perder tu fuente laboral es realmente feo y más en este momento en que no hay trabajo”, señaló Mariano, operario de la planta de Florida, a ANCCOM. Consultado por los dichos circulados en los grandes medios, sobre las jugosas indemnizaciones y la correcta aplicación del preventivo de crisis, dijo: “El procedimiento preventivo de crisis que se presentó fue una mentira y las indemnización se cumplieron pero te las ofrecían bajo presión” y agregó que “había una oficina abierta que se encargaba de eso y el que quería, podía ir y arreglar, pero como nadie iba, lo que hicieron fue cerrar de golpe la planta”. El viernes último, la Cámara de la justicia laboral falló a favor de los trabajadores cesanteados, ordenando así la reincorporación a sus puestos de trabajo. Los jueces Luis Rafaghelli y Néstor Rodríguez Brunengo fundaron su decisión en el hecho de que la Ley Nacional de Empleo establece que las cesantías no pueden darse antes del procedimiento de crisis, por lo que la empresa violó la reglamentación. Además, los camaristas dispusieron de una multa de cinco mil pesos por cada día en que la empresa no reincorpore a los operarios.
Al tiempo que se desarrollaba la oratoria en el escenario, los trabajadores, con ayuda de otras organizaciones, montaron una carpa frente al Congreso de la Nación. “Es para demostrar a todos que seguimos en la lucha y de pie”, explicó Mones.
Actualizada 19/07/2017