Nov 21, 2018 | Comunidad, Novedades
Si hay un rasgo que caracteriza al referente de la revista La garganta poderosa y militante de la organización La Poderosa, Nacho Levy, es su afán por ser un orador vivaz e interpelador. Y son esos mismos rasgos, los que se vieron ayer en el Club Ferrocarril Oeste frente a cientos de personas, al momento de encabezar la charla titulada “Derecho a la información, medios de comunicación y democracia”, en el Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Levy participó de la charla junto a Felipe Silva, integrante de Mídia Ninja, una organización brasileña de periodistas, una red de comunicación libre y popular. En principio, el encuentro tenía como invitados al periodista y fundador de Le monde diplomatique, Ignacio Ramonet, y a la directora del canal de televisión Telesur, Patricia Villegas. Sin embargo, Ramonet, finalmente no asistió al foro a causa de haber perdido el vuelo en avión para llegar al país –personalidad a la que, de todas formas, Levy le dedicó unas palabras de aprecio al recordar su libro sobre la biografía de Fidel Castro.
Pero más allá de los infortunios, a Levy le bastó con menos de veinte minutos para dejar en claro para qué estaba presente en CLACSO, y soslayar así las irregularidades que acontecieron a la charla. “Para nosotros hablar de comunicación no es hablar de periodistas –afirmó-, hablar de comunicación es hablar, y el periodismo no se dice, se hace. Por eso este espacio lo aprovechamos para contar qué nos está pasando”.

«Si vos le tenés miedo al pueblo, no podés ser periodista», dijo Nacho Levy.
El discurso de Levy comprendió aspectos que rondaron fuertemente la crítica a la manipulación mediática sobre la imagen de los pobres, y su construcción de trasfondo. Pero además habló de una contraposición entre “sentimientos de pertenencia”, y una oposición crítica frente a la ideología derechista y su relación con los medios de comunicación hegemónicos. Rescató fervientemente rasgos auténticos del discurso de la comunicación popular, desde su posición como editor de La garganta poderosa: “Si vos, en tu legítimo derecho individual, le tenés miedo a la sangre, no podés ser cirujano. Y si vos le tenés miedo al pueblo, no podés ser periodista”, sostuvo Levy en la mitad de su oratoria.
El encuentro con Levy y Silva fue de gran asistencia, ya que se agendó en medio de una entrevista previa a la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff y a la presentación de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por la cual se esperaba una masiva convocatoria. Debido a esa razón, académicos y políticos estuvieron presentes en el recinto a la espera de CFK.
En diálogo con ANCCOM, el diputado nacional del Frente Para la Victoria, Agustín Rossi, quien presenció el encuentro Derecho a la información, medios de comunicación y democracia, valoró “la importante interpelación del lugar desde el cual se quiere comunicar”, haciendo mención a los dichos de Levy. “Es importante escuchar a quienes están autorizados para hablar sobre la pobreza -agregó Rossi-, ya que sus mecanismos y plataformas de comunicación conviven con eso”.

«Basta de que nos quieran explicar el mundo desde adentro de un hotel, o desde adentro de un avión: hay que romper el aislamiento, porque el terror se basa en la incomunicación”, dijo Nacho Levy.
No obstante, la charla sostenida casi en su totalidad por el propio Levy, logró ser constructiva, pertinente, crítica, y concisa, en virtud de argumentos. En ese sentido resaltó la importancia que la comunicación popular comparta un escenario disruptivo con los academicistas en CLACSO. En esa línea, sostuvo Levy: “No nos trajeron para lucirse, nos trajeron a un foro de pensamiento crítico, y a veces la academia también necesita que la ayuden a deconstruirse. Entonces nosotros venimos por ese camino”.
Como cierre, Levy resaltó el valor de poder entender desde una posición disidente y de tener un pensamiento crítico, y enfocó en la construcción desacertada que se manifiesta en los medios de comunicación al referirse a los pobres: “Pobres sí faltan, en la política y en estos paneles. Basta de mirar por TV a quienes solo conocen la pobreza por TV; basta de leer en los libros a los que sólo conocen a la pobreza en los libros; y basta de que nos quieran explicar el mundo desde adentro de un hotel, o desde adentro de un avión: hay que romper el aislamiento, porque el terror se basa en la incomunicación”.
Nov 19, 2018 | Novedades, Vidas políticas
Con las disertaciones de las expresidentas Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff, se inauguró el Foro Mundial de Pensamiento Crítico, organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Mientras que la brasileña denunció a un Poder Judicial que criminaliza a los movimientos sociales, la exmandataria argentina sentenció que “la igualdad es una construcción política” y llamó a edificarla mediante un gran frente que reúna a todos aquellos que sufren las consecuencias del neoliberalismo.
A días de la blindada llegada del G-20, la primera jornada del Foro contó con la participación de líderes políticos, sociales y culturales de diversas partes del mundo, congregó a miles y miles de personas que ocuparon las calles de Caballito e hicieron horas de cola para obtener un lugar y ser partícipes de este encuentro realizado en el Club Ferrocarril Oeste.
Con más de 350 invitados internacionales, 1.100 paneles y 7.000 ponencias (de las cuales un 70% fueron presentadas por jóvenes de menos de treinta años de toda América Latina), el Foro Mundial del Pensamiento Crítico convulsionó al centro geográfico de la Ciudad de Buenos Aires en pleno día feriado.

“Llegamos a las 4.30 y ya habían un grupo de personas que acamparon toda la noche”, dijo Arian Picco.
Durante más de una hora, Dilma Rousseff dialogó con Nicolás Trotta, rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), sobre el eje “Democracia, Ciudadanía y estado de excepción”, para luego dar paso al discurso de Cristina Fernández de Kirchner -presentada por Pablo Gentili, secretario Ejecutivo de CLACSO- bajo el título “Capitalismo, neoliberalismo y la crisis de la democracia”.
Desde temprano gran parte de los más de cincuenta mil inscriptos comenzaron a hacer fila sobre la avenida Avellaneda, la cual llegó a extenderse por más de cinco cuadras, bordeando las vías del tren, para lograr acceder al estadio de Ferro. “Llegamos a las 4.30 y ya habían un grupo de personas que acamparon toda la noche”, relata Arian Picco, estudiante de Tandil que junto a un contingente de jóvenes de la Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires viajaron exclusivamente para presenciar esta primera jornada del foro. En el cruce de la avenida Avellaneda y General Martín de Gainza podían vislumbrarse múltiples pasacalles con frases como “Contra la doctrina Bolsonaro, Cuba como Faro” o “Lula livre”, entre los cánticos de miles de personas que vinieron desde distintos puntos del país y del continente, impacientes por la apertura de las puertas.
Luego de la inauguración oficial del foro a cargo de Pablo Gentili, disertó la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, quien expuso los múltiples desafíos que tuvo que enfrentar durante su mandato, el proceso de impeachment que sufrió a mediados de 2016 y la actualidad crítica que vive su país a días de la elección del ultraderechista Jair Bolsonaro como nuevo presidente.

«No había ninguna razón para el juicio político. Se trató de un intento de volver a encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo», dijo Dilma Rousseff
“Brasil entró en una ruta muy trágica. Corremos el riesgo de salir de la democracia, con un estado de excepción que la corroe, y entrar en un estado de neofascismo”, fueron las palabras iniciales de la exmandataria. Según Rousseff, el golpe que llevó a su destitución instauró un régimen de excepción que fue socavando libertades y derechos de los ciudadanos brasileños, usando la propia ley como excusa para ejecutar una serie de medidas ilegales. “Todos sabían, hasta las piedras de Brasilia, que no había ninguna razón para el juicio político. Se trató de un intento de volver a encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo”, agregó.
También destacó la existencia en su país de una gran falta de respeto por la democracia, la cual conlleva a la fragilidad de sus instituciones. “La prisión de Lula es la manifestación más clara del autoritarismo despótico. No bastó con apresarlo, debían correrlo del proceso electoral. En una causa llevada adelante por una denuncia frágil y sin pruebas por un juez que hoy es nombrado ministro de Justicia de Brasil”, denunció Rousseff, apuntando a un sistema judicial corroído que criminaliza y persigue a los movimientos sociales. “Lo que está claro es que no van sólo detrás del Partido de los Trabajadores (PT) sino también de las conquistas de los movimientos sociales como el Movimiento de los Sin Tierra o el de los Trabajadores Sin Techo que trabajan con un problema tan importante en Brasil como es la desigualdad”, argumentó la expresidenta para luego exhortar a la búsqueda de persuadir al sistema judicial para que frene los intentos característicos del neofascismo, que hoy ejercen una extrema violencia contra todos aquellos que considera sus enemigos políticos.

“No gritemos, ni insultemos porque perdemos tiempo para pensar en otras cosas”, exhortó al auditorio.
Minutos pasados de la una de la tarde, fue el turno de Cristina Fernández de Kirchner quien disertó por más de una hora ante un estadio colmado que ovacionó su llegada e interrumpió en numerosas ocasiones su discurso entre aplausos y cánticos contra el actual presidente. “No gritemos, ni insultemos porque perdemos tiempo para pensar en otras cosas”, exhortó al auditorio en una de esas ocasiones. Invitó en primera instancia a comenzar a pensar en un espacio progresista que se presente como un lugar político de ideas, de visión y de pensamiento que exceda la –“ya vetusta”, dijo- división entre izquierda y derecha. “Debemos acuñar una nueva categoría de frente social, cívico y patriótico donde se agrupen todos los agredidos por las medidas del neoliberalismo”, instó la expresidenta argentina. A su vez, desarrolló la idea de que la igualdad es una construcción social que no está implícita en la condición humana y que aquellos espacios populares, progresistas y nacionales que han trabajado por ella se han visto menoscabados por el régimen neoliberal imperante. “El neoliberalismo trabaja para crear nuevas subjetividades y sentidos comunes exacerbando los aspectos negativos de la igualdad. Así es como surge la meritocracia y el individualismo haciéndole creer a la ciudadanía que si uno tiene o no trabajo no es una cuestión del Estado sino del esfuerzo personal. Yo les puedo asegurar que una parte es mérito propio, pero si por otra parte no tenés políticas públicas que acompañen, quedás colgado del pincel”, exclamó con firmeza al llamar la atención sobre la ruptura de lazos de solidaridad en la sociedad que esto trae aparejado. “Hoy algunos Hitlers modernos culpan a los inmigrantes de que no haya trabajo, pero ello en realidad es consecuencia de las malas políticas públicas implementadas”, agregó.

“Debemos acuñar una nueva categoría de frente social, cívico y patriótico donde se agrupen todos los agredidos por las medidas del neoliberalismo”, dijo Cristina Fernández de Kirchner.
Al referirse a la actual gestión de Mauricio Macri, Cristina Kirchner destacó que en los tres años que lleva de mandato con la aplicación de medidas neoliberales estamos frente a un decrecimiento de la economía del 3,5% del PBI, una industria contraída en un 11% con una capacidad ociosa del 60%, un país nuevamente endeudado por 140 mil millones de dólares más allá del préstamo pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) y una desocupación que ya ronda los dos dígitos, con la destrucción de miles de empleos. “Debemos aprender a distinguir entre la legalidad y la legitimidad de un gobierno, porque esto hace al contrato de la sociedad con un partido o un espacio político. Hoy tenemos un gobierno legal, eso nadie puede discutirlo, pero no hay legitimidad en políticas que no fueron convalidadas por el pueblo. Porque no hubo una explicitación sobre el neoliberalismo del presente gobierno durante su campaña. Por el contrario, afirmaron que nadie perdería los derechos adquiridos, que se iba a dejar lo que estaba bien y cambiar lo que no lo estaba”, argumentó tras analizar las contradicciones del discurso de campaña de Cambiemos con la coyuntura actual.
Hacia el final de su discurso puntualizó sobre la necesidad de crear nuevas arquitecturas institucionales que preserven el funcionamiento de la democracia y reflejen las nuevas estructuras de poder, como las empresas trasnacionales o los organismos multinacionales, de manera de poder regularlos y permitir la participación popular.

«Hoy tenemos un gobierno legal, eso nadie puede discutirlo, pero no hay legitimidad en políticas que no fueron convalidadas por el pueblo», dijo Cristina Fernández de Kirchner.
Ante la propuesta de un G-20 que se reunirá dentro de diez días a puertas cerradas, en una ciudad blindada y militarizada con una nula visualización de lo que se discute, Pablo Gentili destaca que este encuentro es un contrapunto que abre la invitación a pensar en conjunto nuevas opciones y posibles nuevos horizontes que pasan por el fortalecimiento de la democracia, de la participación popular, de la ampliación de derechos y de la disminución de privilegios.
“Estamos frente a un G-20 que plantea discutir el futuro del trabajo cuando lo que hay que tratar con urgencia es el presente crítico del mundo laboral. La cantidad enorme de precarizados. De cada cinco jóvenes que entran al mercado de trabajo en España, por ejemplo, cuatro lo hacen en empleos precarios. Por no hablar de la nueva reforma laboral en Brasil que pasa por sacar el aguinaldo, reducir la licencia por maternidad casi a la inexistencia, eliminar indemnizaciones y prácticamente legalizar el trabajo esclavo ¿Y el G-20 quiere hablar del futuro del trabajo?”, reflexiona Gentili en diálogo con ANCCOM.
Asimismo, entre las primeras filas podían verse distintos referentes políticos e intelectuales como Juan Carlos Monedero, Manuela D´ Avila , Guilherme Boulos, Adolfo Pérez Esquivel o Atilio Boron que abrazaron la oportunidad de participar de este debate abierto. “El ajuste lejos de ser el único camino, es el peor. Debemos generar políticas inclusivas que desarrollen los mercados internos y que nos protejan de la acción de los mercados globales y sus fugas de capitales”, advierte Carlos Heller, dirigente del Partido Solidario, al tiempo que agrega que la integración regional debe llevar implícito una identificación de ejes comunes que permitan volver a soñar con una Sudamérica unida con un proyecto que vaya en la misma dirección. En este sentido, Itai Hagman, referente de Nueva Mayoría, señaló que la pelea a dar es contra la ofensiva neoliberal que busca apelar a los sentimientos más bajos de los pueblos en su creación de subjetividades individualistas y racistas. “Hay que dar esta batalla porque si bien es una ofensiva de la derecha muy fuerte, esta discusión aún tiene final abierto”, sintetiza Hagman.
Se trata de una disputa a nivel regional contra el racismo y su recrudecimiento a partir del triunfo de gobiernos como el de Trump o Bolsonaro que llevan a la consolidación de la desigualdad y la injusticia entre los sectores más vulnerables de la población. “En un país como Brasil, con un 54% de población negra, ser negro en la coyuntura actual, es ser un cuerpo extraño. Superar el racismo es descolonizar nuestras mentes, adoptar una postura que va contra toda forma de dominación de personas, grupos y subjetividades”, explica Nilma Lino Gomes, primer mujer negra de Brasil en presidir una universidad pública federal y nombrada en 2015 por la expresidenta Dilma Rousseff para ocupar el nuevo Ministerio de las Mujeres, de la Igualdad Racial y de los Derechos Humanos.
Las actividades, paneles y ponencias del foro se llevarán a cabo durante toda la semana en más de 25 sedes distribuidas por la Ciudad de Buenos Aires. Son de entrada libre y gratuita y sólo se requiere de una inscripción online previa.
Nov 15, 2018 | Comunidad, Novedades
El 9 de noviembre se publicaron los resultados de la asignación de vacantes para el ciclo lectivo 2019, donde miles de niños y niñas quedaron expulsados del sistema de educación pública. En base a una proyección de los datos presentados oficialmente por el Gobierno porteño en los últimos años, se estima que son alrededor de 22.000 chicos quienes, principalmente en el nivel inicial, no tendrán su lugar asegurado en las aulas el año próximo.
La asignación se dio en un contexto de incertidumbre, donde el Gobierno de la Ciudad publicó los resultados y después eliminó esa información por varias horas, provocando la angustia de las familias expectantes. “A los que la plataforma nos decía que no teníamos vacantes nos dijo luego que esperemos, y lo mismo a los que ya la tenían asignada”, explica el periodista Werner Pertot, a quien el sistema le denegó el cupo para su hija.
El grupo multitudinario “Vacantes para tod@s en las escuelas públicas”, es un colectivo conformado por madres, padres y docentes damnificados por esta problemática que fue profundizada con la implementación de la modalidad de inscripción online en 2014. El mismo funciona como una red colaborativa entre familias donde se comparte información sobre el funcionamiento del sistema, formas de reclamo y asesoramiento legal. Patricia Pines, una de las fundadoras, denuncia la ausencia de presupuesto destinado a la construcción de nuevas escuelas: “El gobierno se ampara en la excusa presupuestaria, pero eso es refutable ya que destinan el doble de dinero a publicidad oficial. Por eso asistimos numerosas veces al Ministerio de Educación a denunciar que no se cumple la construcción de los 75 establecimientos prometidos, pero la respuesta es siempre `apagarnos el aire acondicionado` mientras reclamamos con nuestros hijos a upa en pleno diciembre. Nos cierran la puerta en la cara”.
Pines explica que, junto a la comunidad que tiene alrededor de 10.000 miembros, lograron iniciar casi 300 amparos individuales de los cuales el 95% resultó favorable: “Esto significa que las familias a las que el sistema no les asignó vacante, logran obtenerla luego de un tiempo”. Sin embargo, aclara que esto es sólo una solución a corto plazo ya que se trata de una minoría dentro de la multitud de niños y niñas que se quedan afuera y que deben buscar otras opciones: “Esta es una política de privatización de la educación pública. Los que son excluidos, si es que sus familias pueden, se terminan inscribiendo en escuelas privadas”. Como en el caso de Marina Guitelman, mamá de Juana, a quien le negaron la vacante por tercer año consecutivo: “Una vez más quedamos en lista de espera, esta vez en sala de 4 de un jardín que tenemos a dos cuadras. El año pasado presentamos un amparo judicial, pero tuvimos sentencia negativa, por eso tuvimos que inscribir a nuestra hija en un jardín privado que pagamos con esfuerzo y ayuda de nuestros familiares. El sistema está diseñado así, te empuja a contratar niñeras, o a pasar al sector privado”, comenta.
Cuando no existe la posibilidad de contratar un servicio de niñeras o de pagar una institución privada, para Micaela López Rodríguez, de la organización “La Vacante es un derecho”, la falta de vacantes implica un doble juego: “Incide sobre todas las familias, pero también entendemos que hay una mayoría de situaciones en donde es la mujer la que tiene que generar una estrategia de cuidado. No solamente recae sobre las mujeres trabajadoras, sino también sobre aquellas que se dedican al trabajo doméstico que, como todas, tienen derecho a tener tiempo para sí”. En la misma línea, Pines asegura: “Esta problemática atenta con la posibilidad de las mujeres de desarrollarse no sólo en el ámbito laboral, sino que hace incompatible la maternidad con cualquier proyecto de vida, porque si no hay jardines y no se puede pagar una niñera, ninguna madre tiene la posibilidad de hacer otras tareas».

“A los que la plataforma nos decía que no teníamos vacantes nos dijo luego que esperemos, y lo mismo a los que ya la tenían asignada”, explica el periodista Werner Pertot.
Este año la problemática afectó principalmente al nivel inicial, donde la falta de escuelas se combina con la política de cierre de jardines maternales y salas de lactarios. Tal es el caso de la Escuela Infantil 6 del Distrito Escolar 6, más conocido como el jardín del Hospital Ramos Mejía. Luisa Cendoya, quien encabeza la lucha contra el cierre de esta institución, promovido por el Ministerio de Educación, comenta: “Mi hijo hoy está en sala de lactarios y entiendo que será de la última camada. En las inscripciones la sala de lactarios no fue ofertada para 2019. Al publicarse los listados definitivos, nos dimos cuenta que el sistema dejó a muchas familias anotar a sus hijos en otras salas, pero que finalmente no figuran en lista de espera en ninguna institución. La conducción del establecimiento confirmó que son 1652 los niños y niñas afectados”.
El Gobierno intentó saldar la falta de cupos en el nivel inicial suplantando la construcción de escuelas por la creación de Centros de Primera Infancia, (CPI). “Son instituciones que dependen del Ministerio de Desarrollo Social, por lo tanto, las personas a cargo de los grupos no necesariamente tienen que tener título docente, y si lo tienen, no están contratadas bajo el convenio de docentes, ni los mismos derechos ni obligaciones, esto significa un gran retroceso pedagógico. En los últimos años han crecido exponencialmente, cuando el PRO empezó a gobernar la Ciudad, se estimaba que había 20 CPI, hoy son 120”, explica Pines.
Myriam Feldfeber, directora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, puntualiza en relación a la proliferación de CPI: “El Estado es responsable de generar las condiciones para garantizar el derecho a la educación desde los 45 días de acuerdo con la Constitución de la Ciudad. Esto significa que existan vacantes para todas las familias y que la propuesta pedagógica se desarrolle en instituciones educativas. En este sentido, es cuestionable la política del gobierno que expande los CPI y no así la construcción de escuelas de nivel inicial”.
Nov 12, 2018 | Comunidad, Novedades
Mañana se celebrará por primera vez el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming, sancionado por el Senado de la Nación el 10 octubre de este año. Las ONG Grooming Argentina y Mamá en línea realizarán encuentros y congresos en todo el país para concientizar a la población.
Ambas organizaciones trabajan por un objetivo común: combatir el grooming entendido como el ciberacoso infantil y educar a padres y niños sobre este delito que crece, como consecuencia del avance de las redes sociales en nuestra sociedad.
El ciberacoso infantil es definido según Grooming Argentina como “el acoso sexual virtual a niños y adolescentes que consiste en acciones deliberadas por parte de un adulto para establecer lazos de amistad con un niño con fines sexuales”. En este sentido, desde ambas asociaciones aseguran que las charlas educativas, las aplicaciones para denunciar el grooming y el apoyo de los padres son importantes para prevenir este delito.
La ONG Mamá en Línea está compuesta por mamás y víctimas del ciberacoso infantil y tiene como objetivo alertar sobre los riesgos que pueden enfrentar los menores de edad en las redes sociales. Su directora Roxana Domínguez, en conversación con ANCCOM afirma que “ante el rol que cumplen hoy las redes sociales en donde la interacción de los niños es con muchísima gente, los padres tienen el derecho y la obligación de conocer este sistema de navegación para entender cómo cuidar a sus hijos. No prohibimos el uso de la tecnología, pero sí exigimos su uso responsable”.
Domínguez relata cómo el día después en que se aprobó el Día Nacional de la Lucha Contra el Grooming, decidieron escribir a todos los municipios de Argentina invitándolos a adherirse y a replicar, de alguna manera, la prevención. En este sentido, junto con la concejal Jimena de Lara de la Municipalidad de Malvinas Argentinas presentaron el proyecto por el cual se declara al grooming de interés municipal. También dieron charlas educativas en distintas escuelas de la zona para niños y padres.
“La devolución de los chicos es excelente. Ellos no saben lo que significa grooming, pero cuando la charla avanza saben de lo que estamos hablando”, dice Domínguez. “Contar en primera persona lo que vivimos hace que muchos se animen a hablar de situaciones que han vivido. Incluso pasa que los mismos chicos piden a los adultos que nos llamen para saber qué hacer, cómo denunciar, dónde hacerlo.”
Por otro lado, Grooming Argentina también fomenta la promoción, prevención y erradicación de este tema. Su presidente, Hernán Navarro, en el 1° Congreso Nacional de Grooming y Ciberbullyng, desarrollado hace una semana en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, planteó que siete de cada diez personas desconocen de qué se trata el grooming y que muchos adultos se encuentran ante una situación totalmente desconocida, que no saben cómo manejar o ante la que creen tener una falsa percepción de control.
A pesar del aumento de episodios de ciberacoso infantil, la mayoría de las denuncias se reciben por reportes de la organización Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) -programa de Estados Unidos que tiene un convenio de coparticipación en las causas- mientras que son muy pocas las que llegan directamente de los padres de los chicos.
La Fiscalía de la Ciudad especializada en Delitos Informáticos es la encargada de recibir las denuncias de esta clase de crímenes y en su último informe, del año 2017, registró un fuerte aumento con respecto al año anterior. El registro de denuncias del NCMEC durante el año pasado en la Argentina es de un total de 19.214, que se convirtieron en casos de pornografía infantil y grooming. En comparación con las 8821 denuncias registradas en 2016.
Ante este escenario y a pesar de que el grooming es considerado en Argentina un delito penal desde 2013, gracias a la ley 26.904 que establece penas desde 6 meses a 4 años de prisión, Mamá en Línea insiste en la necesidad de educar en la temática para evitar que los niños, niñas y adolescentes sufran este tipo de situaciones.
En este sentido el senador nacional Dalmacio Mera y la diputada nacional Gabriela Burgos, con el apoyo del Programa de Modernización Parlamentaria de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y la ONG Mamá en Línea, preparan una jornada de concientización para el martes 13 noviembre bajo el lema de “Hablemos de grooming”. El evento tendrá lugar en el Anexo “A” de la Cámara de Diputados de la Nación ubicado en Avda. Rivadavia al 1841 a partir de las 9:30 hasta las 12.
“Esperamos que en todo nuestro país no queden escuelas sin que toquen el tema, estoy totalmente agradecida a todos aquellos que nos apoyaron”, dice Domínguez. Por otro lado, sumándose a ésta causa Sebastián Bortnik, presidente de Argentina Cibersegura, una organización sin fines de lucro que trabaja para crear un espacio digital protegido, a través de actividades de concientización y educación, informa que los lugares para denunciar los delitos de ciberacoso son la División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina (4800 – 1120/4370 – 5899) o a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (11 5071 – 0040). También puede acudir al Área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana (4309 – 9700) o a la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires (0800 – 33 – 347225).
Oct 27, 2018 | DDHH, Novedades

Los represores Miguel Etchecolatz, Alberto Faustino Bulacio y Guillermo Horacio Ornstein. En la segunda fila, Federico Minicucci tapándose la cara.
El primer juicio a represores por los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar en Puente 12 y Comisaría de Monte Grande, Partido de Esteban Echeverría, concluyó ayer en los tribunales de Comodoro Py. La causa investigó los delitos de lesa humanidad cometidos contra 125 personas entre 1974 y 1977, 64 de las cuales permanecen desaparecidas. Los imputados que llegaron a juicio oral fueron: Miguel Osvaldo Etchecolatz, José Félix Madrid, Guillermo Horacio Ornstein, Ángel Salerno, Carlos Alberto Tarantino, Federico Antonio Minicucci, Nildo Jesús Delgado, Alberto Faustino Bulacio y Daniel Francisco Mancuso. Otros cinco imputados fallecieron durante el proceso judicial y uno fue apartado del juicio por incapacidad.
La sentencia estaba programada para las 12, aunque el tribunal compuesto por Julio Panelo, José Martínez Sobrino y Herminio Canero, hizo su aparición recién a las 13. Acto seguido, desfilaron los imputados hacia sus banquillos. Etchecolatz con el rostro tapado, el resto cabizbajo, todos bajo una catarata de abucheos. Cinco minutos fueron destinados para fotografiar a los acusados por cometer crímenes contra la humanidad, mientras que retratos de sus víctimas inundaban las sillas de la sala AMIA. Luego de las formalidades, el juez comenzó a leer una casi interminable lista de delitos de lesa humanidad cometidos por los nueve imputados. Inimaginables, estremecedores.
Trece horas y doce minutos. “Se condena a Miguel Osvaldo Etchecolatz a la pena de prisión perpetua”. Fue la primera sentencia leída por el tribunal. Erguido, Etchecolatz besaba un crucifijo al escuchar su veredicto. El rostro del genocida mostraba impaciencia por tener que escuchar la interminable enumeración de crímenes que cometió, y que el juez le recordaba: “Homicidios agravados por alevosía y premeditación; violaciones sexuales y abusos deshonestos reiterados; privaciones ilegales de la libertad; torturas, amenazas y tormentos; persecuciones seguidas de muertes”. Todo al por mayor. La extensa cantidad de víctimas y crímenes cometidos por el ex subcomisario de La Bonaerense tomó diez largos minutos para ser recitada. Tras conocerse la sentencia, la sala se fundió en aplausos y abrazos. Familiares, allegados, activistas y hasta periodistas unidos en un grito unísono de alivio y sensación de -siempre insuficiente y tardía- justicia.
Minutos más tarde, conocería su porvenir Federico Minicucci, ex jefe de Infantería de La Tablada. Cabizbajo y con aspecto de resignación ante el tribunal, recibió la misma condena que Etchecolatz: “Prisión perpetua”, dijo el juez, abucheos y silbidos le dedicó la sala. En el marco de la causa Puente 12/Comisaría de Monte Grande, Minicucci fue autor del secuestro de catorce personas, un homicidio y reiteradas violaciones.
Luego fue el turno de los oficiales de Monte Grande. Nildo Delgado recibió una condena de siete años y seis meses de reclusión. Le siguió Alberto Bulacio, con ocho años de prisión, e instantes más tarde se supo la pena para Daniel Mancuso, a seis años, así como también se dispuso sus detenciones inmediatas. Los tres represores persiguieron y desaparecieron a trece personas.

Alberto Faustino Bulacio, Guillermo Horacio Ornstein y Carlos Alberto Tarantino.
La injusticia tuvo cita en Comodoro Py hacia las 13:25. Fue entonces cuando el juez decidió comunicar la decisión del tribunal de absolver de todos sus cargos a José Félix Madrid y Guillermo Ornstein, ex subinspectores de la Policía de Buenos Aires, como también a Carlos Alberto Tarantino y Ángel Salerno, agentes de la misma Policía. Los acusados persiguieron, amenazaron y secuestraron personas. Sin embargo, el tribunal les dio el beneficio de la impunidad por considerar prescriptas sus causas.
La incredulidad y desazón cundieron en la sala AMIA. Acababan de dejar libres a cuatro participantes del plan sistemático de amedrentamiento y secuestros. La condena del público también alcanzó al trío de jueces: “¡Qué vergüenza! ¡Cómplices! ¡Corruptos! ¡Inoperantes!”, gritaron los presentes. Los silbidos, en señal de reprobación al veredicto, fueron un trémolo.
“Como a los nazis les va a pasar/ adonde vayan los iremos a buscar”, cantó el salón AMIA entero, menos los jueces y los imputados. La sociedad ya los condenó.
Dos menos cuarto. Terminó el juicio y las cabezas meneaban de un lado a otro, buscando explicación, algunas lágrimas no encontraron resistencia. Los abrazos por doquier eran una demostración de unidad y una promesa de tenacidad frente a lo venidero.
“Una sentencia salomónica. Por un lado, se condenó a Etchecolatz y Minicucci con todo el rigor que corresponde. Y un trato diferenciado para con el resto, cuyos crímenes no son considerados de lesa humanidad”, explicó el abogado querellante, Pablo Llonto.
El sabor fue a medias. Justicia e impunidad en un mismo veredicto.
Para Miguel Santucho, por su madre, Cristina Navajas y su tía Manuela Santucho, desaparecidas en julio de 1976, se consiguió justicia. Los de Cristina y Manuela fueron casos que decantaron en la condena de Etchecolatz. Sin embargo, tanto él como la totalidad de los presentes en Comodoro Py resaltaban en cada diálogo la falta de justicia por las cuatro absoluciones.
“Fue una tomada de pelo. Se trataron de causas con más de cien víctimas y condenaron sólo a dos genocidas. Con otros tres fueron laxos y absolvieron al resto. Pero vamos a seguir, como lo hicimos siempre. Es importante que la sociedad sepa qué hicieron. Que el país sea su cárcel para ellos, ésa es la verdadera condena”, comentó a ANCCOM Miguel Santucho, quien además busca a su hermano nacido en cautiverio. Diez de las 125 víctimas de este juicio se encontraban embarazadas al momento de su secuestro. Los acusados no sólo no se arrepintieron de sus crímenes, sino que tampoco brindaron información sobre el paradero de esos niños y niñas, hoy hombre y mujeres, que sus familias aún continúan buscando.