“Esto sucede todo el tiempo, las 24 horas, todo el año”

“Esto sucede todo el tiempo, las 24 horas, todo el año”

Primer plano de perfil de Roque Azcurraire, fotógrafo de La Garganta Poderosa, señalando con el dedo hacia arriba. De fondo se observa una bandera de La Poderosa y parte del pbelico.

Roque Azcurraire, fotógrafo de La Garganta Poderosa.

Tras dos noches de detención ilegal en la Comisaría 30, Roque Azcurraire, fotógrafo de La Garganta Poderosa, y Pablo Mónaco, activista y cuñado del reportero, fueron liberados por la jueza Carina Rodríguez y pasaron de ser sospechosos a querellantes en una causa que denuncia las torturas sufridas a manos de la Prefectura en la Villa 21-24, el sábado último. Nelson Santa Cruz, comunicador de La Garganta Poderosa, conversó con ANCCOM sobre la magnitud de este episodio, para nada aislado al que sufrieron Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya en 2016, y en el contexto de un juicio histórico que recién comienza.

“El problema en sí no está en la detención de Roque y Pablo en la Comisaría, sino en el barrio”, alertó Nacho Levy, referente de La Garganta Poderosa. La última  gran persecución, tortura y hostigamiento de la Prefectura Naval Argentina en la Villa 21-24 ocurrió sobre el domicilio de la familia de Iván Navarro de 19 años, quien denunció junto a su amigo  Ezequiel Villanueva Moya, el 24 de septiembre de 2016 hechos de tortura ejercidos por la misma fuerza de seguridad.

La noche del pasado sábado 26 de mayo, dos militantes de La Poderosa fueron detenidos sin prueba de delito alguno, desde adentro de sus domicilios. Antes habían intentado frenar los golpes de la Prefectura a unos adolescentes que venían siendo hostigados por las fuerzas en su viaje en el colectivo 70 – la línea que pasa por la puerta de la casa de Iván y de Roque- y  hasta llegar al  domicilio de la calle Iriarte al 3500. Una vez maniatados, ya en la garita de la esquina Pedro de Luján y Luna, Roque y Pablo fueron torturados con el “levantamuertos” (gas pimienta en los ojos de la persona inmovilizada); mientras que Jessica – hermana de Roque y novia de Pablo- fue secuestrada y  abusada por Prefectura. La “pasearon” en el patrullero por el barrio sin dar información de dónde se encontraba durante 50 minutos.

Prefectos con armas y escudos en cordón en la villa.

Roque Azcurraire y Pablo Mónaco pasaron de ser sospechosos a querellantes en una causa que denuncia las torturas sufridas a manos de la Prefectura en la Villa 21-24.

¿Cómo sucede que en menos de una semana, Roque y Pablo pasan de estar detenidos a ser querellantes?

Nelson Santa Cruz: Roque y Pablo pasaron por situaciones muy similares a las de Iván y Ezequiel en septiembre de 2016. Estuvieron en la comisaría durante dos días sin ninguna causa, sin ningún proceso legal, y previamente habían sido secuestrados, torturados, golpeados, verdugueados, no solamente física, sino también psicológicamente. Entonces, qué mejor que ellos, vecinos de los barrios para poder dar cuenta de la situación de violencia que atravesaron este fin de semana, pero también por la que atravesaron toda la vida en el territorio. Roque y Pablo pueden encarnar esta querella y denunciar qué es lo que sucede desde el punto de vista de un vecino de la 21-24. Esto implica aportar desde el sufrimiento cotidiano y desde la experiencia personal de los militantes de La Poderosa. Implica decirle a la justicia que esto sucede todo el tiempo, las 24 horas, todo el año en todos los rincones del país, en toda Latinoamérica. Entonces, es en este sentido que pasan a hacer de encarcelados a ser querellantes.

¿Cómo sigue la situación de cara a la declaración del padre de Iván Navarro el próximo viernes, luego de lo ocurrido esta semana?

Iván y su papá son compañeros a los que estamos tratando de cuidar mucho de manera colectiva. No están solos. Hay una contención de todas las asambleas de Capital Federal. Por supuesto, estamos en estado de alerta para que la represión no vuelva a suceder. Estamos cuidando mucho a las familias de Iván, de Ezequiel; a los de Roque: Pablo, Jessica y Silvia. Nos encontramos en contacto directo porque entendemos que puede suceder cualquier cosa. Ya no podemos esperar nada diferente de las fuerzas de seguridad. La situación es esa, en estado de alerta pero con mucha fuerza para poder afrontar lo que se viene el día viernes.

¿Por qué consideran que el juicio oral iniciado hace dos semanas es histórico?

El juicio oral arrancó hace dos viernes. Iván y Ezequiel ya declararon pero también hay muchos testigos que están en el proceso de declarar: padres, familiares y demás. Es un juicio oral e histórico porque esta vez los villeros pobres, no solo son querellantes en nombre de otros vecinos, sino también por la experiencia terrible que debieron pasar –  en este caso son Pablo y Roque -. Esta vez, los villeros, los negros, los siempre discriminados, estigmatizados y marginados, junto a la Unidad Vecinal, y un movimiento territorial están procesando a seis prefectos. Este poder popular va a seguir luchando hasta que estén detrás de las rejas.

Personas con guardapolvos y remeras de La Poderosa gritando y alzando los brazos en marcha.

“El problema en sí no está en la detención de Roque y Pablo en la Comisaría, sino en el barrio”, alertó Nacho Levy, referente de La Garganta Poderosa.

“Esto marca de alguna forma un precedente”, describe Nelson y asegura que antes que las fuerzas vuelvan a maltratar o a  torturar a otro vecino, pibe o piba, espera que las fuerzas de seguridad “no solamente lo tenga que pensar dos veces, sino tantas veces como sea necesario, porque ante el abandono del Estado siempre desde abajo nos vamos a estar organizando”. Mañana, viernes 1 de junio, continúa el juicio contra los prefectos que torturaron hace dos años a Iván y Ezequiel. La Garganta Poderosa convoca junto a organizaciones de derechos humanos “con Nora Cortiñas a la cabeza- agradece Nelson- curas, maestras y maestros villeros; partidos, sindicatos y vecinos” a marchar y acompañar al papá de Iván Navarro en su primera declaración en el juicio oral e histórico a las 8 de la mañana en Iriarte al 3500, frente a La Casa de la Cultura, en la Villa 21 24.

Con los discapacitados no

Con los discapacitados no

«Hoy estoy acá para que se restituyan las pensiones que dejaron de cobrar  alrededor de 18.000 personas. Se de primera mano lo que es luchar con las obras sociales, en mi caso PAMI, ya sea por asistencia o por implementos. Siempre hay un abogado de por medio que hay que poner, porque nunca hacen valer nuestros derechos», dijo Marcelo Roldán, uno de los protagonistas de esta problemática. Marcelo es discapacitado motriz, padece una distrofia muscular mitocondrial hace unos 30 años y trabaja en el programa radial Rodantes Rebeldes, en el que comunican y visibilizan lo que conlleva vivir con una distrofia muscular.

La Plaza de los dos Congresos y las inmediaciones se inundaron alrededor de las 18 de personas con diferentes reclamos. Banderas, pancartas y carteles llenaron de color las grises calles de la Ciudad, los sonidos de tambores, silbatos y algunos petardos se hicieron resonar en esta fría tarde de mayo. La marcha #ConLosDiscapacitadosNo, autoconvocada por los familiares de personas con distintas discapacidades para reclamar la violación de sus derechos contó con la participación de organizaciones sociales como ATE, Asociación Para Espina Bífida e Hidrocefalia, Asociación de Familias Personas con Discapacidad y Prestadores por la Inclusión, Asociación Argentina de Electrodependientes, Padres Auto Convocados con Hijos con Autismo, entre otras.

Personas agrupadas en marcha con banderas.

La marcha fue autoconvocada por los familiares de personas con distintas discapacidades para reclamar por la violación de sus derechos.

Mientras que la Ley 22.431 de Sistema de Protección Integral de los Discapacitados y la Ley 24.901 de Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y Rehabilitación Integral los ampara, el Estado no. Ambas leyes establecen que el Estado tiene el deber de brindarles salud y educación a las personas con discapacidad. Esto quiere decir que lo que reclaman hoy no es más ni menos que un derecho legítimo.

Daniel Salvatierra tiene una discapacidad motriz denominada distrofia muscular de cintura. Detectaron su enfermedad a los 27 años, sin embargo los médicos no pudieron ayudarlo ya que no es curable. «La distrofia es progresiva y hace que pierdas la tonicidad en la musculatura. Yo hace cuatro años caminaba», contó desde su silla de  ruedas. A medida que la enfermedad va mutando él también lo hace, por lo cual va necesitando diversos elementos como sillas bipedestadoras especiales para el baño, sillas de rueda manual, entre otros recursos. «A veces cuando vas a solicitar estas cosas te miran como diciendo ya es mucho. Ahora pedí una silla de ruedas y está tardando. Calculo que esto tiene que ver con que somos un gasto para el Estado», agregó. No obstante, Salvatierra no pierde la voluntad y la fuerza. Trabaja como empleado estatal, es artista plástico, actor teatral y lleva a cabo junto a Roldán el programa Rodantes Rebeldes. «Tratamos de que la vida pase por otro lado, antes la discapacidad cortaba la vida, ahora la acompaña», dijo con una sonrisa en su rostro. Participó de la marcha porque considera que los discapacitados no son vulnerables sino que son vulnerados por el Gobierno: «El Estado no reconoce nuestros derechos, recorta la asistencia, nos niega las pensiones», reclamó. Salvatierra vive solo y necesita un asistente 24 horas al día, parte del sueldo de esa persona lo paga él porque el dinero que recibe no le alcanza.

Hombre en sillas de ruedas.

Mientras que la Ley 22.431 de Sistema de Protección Integral de los Discapacitados y la Ley 24.901 de Sistema de Prestaciones Básicas en Habilitación y Rehabilitación Integral los ampara, el Estado no.

En la voz y en la mirada de Paula Abad Crespo se reflejan el cansancio y la tristeza, pero también la fuerza de una mujer que daría su vida por lo que más quiere en el mundo: su hijo, Fernán Abad. Él es un joven de 20 años que sufre una severa discapacidad motriz producto de un mala praxis durante el parto, ocurrida en el Hospital Español. Ocho meses atrás, Fernán era socio de dicho hospital hasta que el PAMI se quedó con sus instalaciones, dejándolo en la calle, como a tantos otros. «El PAMI alega que no se puede hacer cargo. Así que de un día para otro, mi hijo se quedó sin prestaciones médicas. Por eso estamos luchando. Pero la justicia es lenta y las necesidades las tenemos hoy», dijo apesadumbrada. Ella no solo reclama por su hijo, sino también por todos los familiares de personas discapacitadas que necesitan prestaciones y tratamientos. «Estamos pasando momentos difíciles porque los recortes que hace el estado están afectando la salud de todas las personas con discapacidad», concluyó.

Otra semana negra

Otra semana negra

La historia de la crisis en los medios sumó esta semana un nuevo capítulo con el despido de dos trabajadores de la agencia estatal Télam y 30 de Radio Del Plata. Aunque con características diferentes, ambos ajustes retratan la sangría en los medios de comunicación -en especial radiales y gráficos- en los últimos dos años.

El caso de Del Plata tuvo un costado siniestro. Los trabajadores fueron notificados el domingo por la noche y por teléfono que habían sido desvinculados por la empresa Radiodifusora del Plata S.A., parte del grupo Electroingeniería S.A. propiedad de Gerardo y Sebastián Ferreyra y Osvaldo Acosta. Al día siguiente los trabajadores iniciaron un paro de 24 horas con retención de tareas que interrumpió la programación y derivó en la decisión del Ministerio de Trabajo de dictar la conciliación obligatoria. Esa medida implica la reincorporación inmediata de los despedidos y la reanudación de la programación sin interrupciones hasta el 19 de junio. En ese lapso, la empresa deberá dar una respuesta a la crisis que atraviesa la emisora.

Nicolás Trinchero, delegado de la comisión interna del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa), informó a ANCCOM que los telegramas fueron llegando a los domicilios de los trabajadores a destiempo y que mostraban irregularidades en los motivos de despido. “No teníamos certeza concreta de cuántos eran los despedidos, nos fuimos enterando a medida que llegaban los telegramas”, agregó.

Los trabajadores denuncian desde hace varios meses los incumplimientos de la empresa: el atraso en el pago de salarios y su abono en cuotas, la falta de depósito de cargas sociales, el incumplimiento del pago de aguinaldos y el ofrecimiento de retiros voluntarios. El 14 de mayo iniciaron una medida de fuerza como respuesta a la imposición de reducir los salarios de todo el personal un 50% durante 60 días. Durante esa semana, la empresa manifestó a los trabajadores su intención de reducir personal por lo que algunos trabajadores negociaron un acuerdo para que se les abone la correspondiente indemnización en cuotas, mientras que otros accedieron a otra fuente laboral. Ese acuerdo fue incumplido por la empresa que alegó que los trabajadores “habían abandonado su puesto de trabajo”. La maniobra se tradujo en doce despidos de la semana pasada.

Con los 30 despidos de esta semana sumaron 42 los trabajadores que se habían quedado sin su fuente de trabajo. Trinchero informó que la empresa se puso a su disposición para ofrecerles el pago de la correspondiente indemnización, pero que ellos ya “no confían” en sus palabras, por lo que decidieron llevar adelante una asamblea permanente y exigir la inmediata reincorporación de los trabajadores. Finalmente, el martes se llevó adelante una reunión en el Ministerio de Trabajo en la que se dictó la conciliación obligatoria hasta el martes 19 de junio, lapso en el cual la empresa deberá dejar sin efecto las 42 cesantías. Los trabajadores levantaron la medida de fuerza y ya se encuentran en sus puestos de trabajo.

Télam

En Télam, el martes pasado el redactor de Economía Ángel Jozami y una miembro de la mesa de edición, Fernanda Arce, ambos trabajadores que no contaban con ningún tipo de sanción dentro de la empresa, fueron notificados de su desvinculación. Según un comunicado de la agencia del día lunes, la razón de su despido fue el “acto de irresponsabilidad” y la “falta de ética y profesionalismo” que los trabajadores habían tenido en su trabajo en un cable publicado el día 13 de este mes en el que se informaba que los propietarios de las Lebac que vencerían 48 horas después eran en su mayoría extranjeros, cuando en realidad sólo un 5% eran de ese origen, según datos del Banco Central contrastados en el comunicado.

Asamblea de trabajadores de Télam levantan la mano en una votación.

El jueves 31 de mayo los trabajadores de Télam harán radio abierta frente a la redacción.

En diálogo con ANCCOM, Esteban Giachero, delegado de la comisión interna del SiPreBa, remarcó que ésta es una maniobra que constituye una “sanción desproporcionada y sin justa causa”. El protocolo para modificar una información errónea ya publicada, explicó a esta agencia, es simplemente “levantar” el cable del acceso a los abonados y publicar la nueva información, cosa que no sucedió durante los quince días que la nota estuvo “al aire” para ser consultada.

Además, advirtió que toda información disponible en Télam pasa por un estricto control llevado adelante por las cúpulas jerárquicas: los gerentes periodísticos Luis Sartori y Daniel Capalbo; y el jefe de la sección de Economía, Ricardo Sarmiento, a quienes señaló como responsables directos de los despidos.

El conflicto de los trabajadores de Télam ya lleva mucho tiempo. En una nota publicada el 18 de mayo por este medio, los trabajadores denunciaron censura, vaciamiento de secciones y agotamiento de contenidos. “Recolectamos más de 50 casos de cables que nunca fueron publicados, en secciones blandas que se supone que no hay demasiados temas conflictivos para la línea editorial del Gobierno”, comentó en ese momento Mariano, un trabajador de la agencia.

Los trabajadores de Télam se encuentran en asamblea permanente en reclamo por la inmediata reincorporación de los despedidos e iniciaron una campaña para defender sus fuentes de trabajo y el derecho a la información. Este jueves a las 13:00 también realizarán una radio abierta frente a la redacción, en Bolívar 531. ANCCOM consultó con el Ministerio de Trabajo si está previsto iniciar algún tipo de negociación, pero no obtuvo respuesta.

“Hoy el Estado mata pibes”

“Hoy el Estado mata pibes”

“Acá en el barrio han pasado miles de cosas y han pasado siempre”, explica Marcos Candelino, docente y militante de Villa Soldati. Vecino de toda la vida, vivió sus primeros años en los monoblocks, la zona en donde un policía de la Federal, Pablo Emiliano Sueldo, mató fuera de servicio, a Dylan Alejandro López de 15 años, mientras manejaba un UBER el 8 de mayo pasado, justo el Día Contra la Violencia Institucional.

Elizabeth Gómez Alcorta, la abogada que comunicó y denunció el hecho, explica en diálogo con ANCCOM que la problemática de la violencia institucional entra en relación con las prácticas deficitarias de la justicia y de los agentes de las fuerzas policiales. Candelino cuenta cómo eso opera en los propios vecinos: “Nosotros que pateamos el barrio todos los días, sabemos poco y nada, incluso no hemos podido contactar a la familia. Habitualmente las familias callan”, aclara.

Tres adolescentes, dos chicos jugando con una pelota y una chica sentada sobre una mesa de cemento. De fondo se observan los monoblocks.

“Acá en el barrio han pasado miles de cosas y han pasado siempre” dice Candelino, docente y militante de Villa Soldati.

Para señalar dónde ocurrió el asesinato de Dylan López un vecino de Soldati señala estratégicamente la Avenida Mariano Acosta el límite que separa “las casas” de “los monoblocks”. El complejo habitacional, hoy pintado y enrejado, es estigmatizado por los propios vecinos de Soldati. Marcos observa: “Hay dos discursos enormes que intentan calar muy profundo en las conciencias de las personas. El primero tiene que ver con esa idea de inseguridad. Hay un grupo de vecinos que participan de las ‘Mesas de Seguridad’ con un discurso hiperfascista en donde todo lo que tenga que ver con los monoblocks tiene que ser exterminado”, sostiene. Allá por el año 2011, llegó Gendarmería al barrio. Candelino recuerda: “Desfilaban por Mariano Acosta con armas de calibre gruesísimo. Iba uno en la camioneta y otro atrás con la ametralladora. Causaba un efecto intimidante.”

Candelino es docente de la sede Fines de Soldati, advierte desde el vamos: “Siempre desde la cuestión intelectual uno tiene que blanquear desde dónde piensa y desde dónde habla”. Comenzó a trabajar los barrios desde joven en el Partido de San Martín, más precisamente en el barrio Martín Fierro, luego de meterse al seminario del Instituto católico Leonardo Murialdo: “Es raro. Yo iba a ser cura. Dentro de mi universo era la opción más radical que había. Me metí porque quería hacer trabajo en villas. Pensá que tenía 18 años y era marzo de 2002. El hambre se sentía y mucho.” Esa fue su primera experiencia de militancia. Cuando salió del seminario, se lanzó a un viaje por Latinoamérica para conocer la “América profunda”, dice. En el 2010, cuando regresó al  país, se abrió un local de La Cámpora al lado de su casa. Entonces comenzó su militancia en ese espacio.

Mural pintado sobre monoblock.

El complejo habitacional, hoy pintado y enrejado, es estigmatizado por los propios vecinos de Soldati.

Qué pasa en el barrio

Candelino lleva puesta una campera de River Plate. Pero el club de fútbol de Soldati es Sacachispas, que el próximo 17 de octubre cumple 70 años. Para septiembre, un mes después, el barrio celebrará 110 años de vida. La charla transcurre en el Instituto Cristo Obrero en la semana de mayo. Actualmente, allí se cede un espacio para que el Fines continúe en Soldati. Hoy, el Plan para terminar el secundario cuenta con al menos 100 estudiantes de entre 18 y 70 años. Dos de ellos explicaron para ANCCOM cómo se vive la violencia institucional en Soldati. “Hoy tiran a matar. No apaciguan las cosas. Si estás de madrugada y te ven en una secuencia rara, o no les paraste o te ven corriendo, te tiran”, describe Santiago Ocampo. Elizabeth Gómez Alcorta, abogada defensora de los derechos humanos, analiza el recrudecimiento de la violencia en los barrios: “Hay ciertos patrones que se vienen repitiendo que por lo general son los usuales: la alta intervención de miembros de las fuerzas de seguridad fuera de servicio, la utilización de las armas reglamentarias y también, recientemente, un aumento de la letalidad”.

En el marco del Día contra la Violencia Institucional, el mismo día en que asesinaron Dylan,  el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) emitió un informe en el que muestra que en el último año no hubo un aumento significativo de hechos de violencia institucional, pero sí la letalidad en las intervenciones policiales. “Eso quiere decir que como primera intervención de las fuerzas de seguridad, en vez de detener o de llevar adelante algún ejercicio de la fuerza que sea proporcional a la situación que suele encontrar a una persona o al propio agente, la primera intervención es utilizar la fuerza de un modo letal”, señala Gómez Alcorta.

Chicas jugando al jockey.

En septiembre el barrio cumplirá 110 años de vida.

Para Santiago, quien se crió en Soldati desde los cuatros años, el barrio “está más calmado en comparación a otros años”, desde que llegó Gendarmería. Según Micaela, su compañera: “Cuando vinieron los gendarmes también estaba movido. Después se calmó, porque si veían a algún pibe consumiendo algo ya se lo hacían tragar, no les importaba nada.” Santiago amplía: “Tenías un cigarrillo de marihuana y te lo hacían comer. Y esa acción es muy agresiva. Es tratar de eliminar lo que está mal lo más rápido posible. Pero no se fijan en los vendedores, se fijan en los consumidores. Hay muchos vendedores”.

Elizabeth Gómez Alcorta sostiene: “La violencia institucional es una práctica estructural en nuestra sociedad, centralmente practicada por miembros de las fuerzas de seguridad. No hay duda que a partir de estos dos años del gobierno de Cambiemos se lleva adelante una clara política discursiva no solo, de no repudiar ni criminalizar este tipo de hechos, sino muy por el contrario, de avalarlos.” En este sentido, Marcos Candelino reflexiona sobre el rol del Estado en relación a la violencia institucional: “El Estado siempre es el Leviatán. El tema es si está ahí para garantizar un derecho o si el Estado está ahí para garantizar los derechos de otros a costa tuya”. En el caso de las fuerzas de seguridad en los barrios, Candelino tiene su punto de vista: “Cuando un gobierno como el macrista pone las fuerzas del Estado en un barrio como Soldati no lo hace para garantizar la seguridad de los vecinos sino para controlarlos, para ejercer la ¿legítima represión del Estado? Lo pregunto porque yo dudo enormemente que sea legítimo. El uso de la fuerza en estas problemáticas, o desde el propio Estado, está ligado a cuestiones socioeconómicas y eso ya de por  sí lo deslegitimiza. En Soldati, la violencia tiene que ver con una cuestión económica. Es directamente proporcional. A menores recursos mayor violencia”.

Imagen de los monoblocks y autos estacionados.

La problemática de la violencia institucional entra en relación directa con las prácticas deficitarias de la justicia y de las fuerzas policiales.

“Lo que me pregunto es por qué estaba manejando un UBER. La policía tiene un montón de adicionales. No sé. Claramente hay toda una idea de profesionalización de las fuerzas de seguridad donde parece que se trata solo de la guita. Siempre me pregunté lo que pasa dentro de la formación de los policías”. En este sentido, Marcos repasa el intento de democratización que se había intentado al interior de las fuerzas: “Se había empezado a democratizar ese tipo de cuestiones. Muchos antropólogos se dedicaron a estudiar el currículo de formación de la policía y se sostiene que eso fue un proceso primero, que llevaba muchísimo tiempo, y segundo que fue un proceso que se detuvo con la llegada del macrismo al poder político. El Estado siempre es el Estado, pero puede desafectar de la fuerza y sancionar, como lo hizo en su momento con el gendarme Carancho (el gendarme que simuló que lo atropellaban en una protesta)”.

Sobre el caso de Dylan Marcos reflexiona: “Yo no sé si este gatillo fácil es resultado de lo que mal llamaron la doctrina Chocobar, pero sí que es un comportamiento alentado desde el gobierno, claramente. Y ese gobierno es el Estado. Hoy el Estado mata pibes”.

Se observan desde lejos los monoblocks, desde la avenida con autos estacionados.

El CELS muestra que en el último año hubo un aumento significativo de la letalidad en las intervenciones policiales.

De la calle a la pantalla grande

De la calle a la pantalla grande

“Yo soy la creadora de todo el minishow, así que preguntame todo lo que quieras saber”, expresa Marta Buneta casi en forma imperativa, esa que hace que el show lleve su nombre y sea la protagonista. Tiene 74 años, fue bailarina de cabaret en su juventud y hace una década vive en la calle. Casi en forma inmediata comenzó a montar un espectáculo callejero, que resulta disruptivo para los vecinos y transeúntes.Todos son matices de una paleta de colores que hacen que su vida sea digna de transformarse en algo más y llegar a quienes la desconocen. Malena Moffat, quien comparte el show con ella hace cuatro años lo supo y decidió, además, hacer un documental junto a Bruno López, codirector. Y así, como si de una película se tratara su vida, Marta Show -tal es el nombre del documental- llega de Alsina y Pasco al Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, donde se preestrenará su historia que, como aquellos striptease de su juventud, deja a los espectadores todo el tiempo con ganas de más.

Su baile callejero comenzó en soledad. Pero hace cuatro años se transformó en un trío: primero se unió Malena y luego Carolina Gordon, dos amigas que estaban conectadas entre sí por el baile y, desde el momento en que decidieron cruzarse de vereda, también por el compromiso inquebrantable con el espectáculo de Marta.

En el minishow bailan, interpretan canciones a modo de playback, se disfrazan y juegan a ser otros. Generalmente también participan otras personas a las que, en su mayoría, además del arte las une la marginalidad y su necesidad de construir otra realidad más cálida y compartida.

En la esquina de Pasco y Alsina, diferentes personas acompañan a Marta en la performance.

El documental Marta Show se proyectará en la Biblioteca Nacional con entrada libre y gratuita.

La vida de Marta dio un giro cuando Malena Moffat decidió unirse a ella, dando un salto desde la rutina y la cordura a lo que no todos eligen ver: el mundo de los que viven en la calle y buscan allí construir una vida. ”Yo noté que ella era artista, bailarina o algo tenía que ver con la danza. Estaba siempre cantando, recitando y bailando. En un momento la intercepté: me bajé de la bici y con alguna excusa entablé conversación”, recordó Malena. “Y yo le conté que hacía gimnasia y baile para los vecinos, para alegrar al barrio”, aclaró Marta, explicando que como quería ayuda para tener más elasticidad en movimientos tales como «el puente» , se unió con Malena desde esa necesidad. Ese “puente”, no es sólo una pose: perdura hasta hoy entre ellas y se percibe inquebrantable. “Desde entonces ella tuvo la amabilidad de invitarme. Gracias a Marta descubrí lo que es el arte callejero, es algo muy lindo, hacemos un servicio para los vecinos, poniéndole música al barrio”, expresó Malena desde la gratitud que la conecta con su compañera.

Los primeros cuatro meses fueron solo ellas dos.  “Vinieron otras chicas que estuvieron unos días y no reincidieron. También nos acompañó el Hombre Araña un tiempo, pero nadie más se quedaba en forma fija”, contó Marta. Repentinamente todo dio otro giro cuando se sumó Carolina Gordon, amiga de Malena. “Male me dijo: ´Conocí una mujer que baila y me mostró una filmación de un show. Yo no quería sumarme porque estaba desbordada con mis responsabilidades. Pero me terminé acercando un sábado y no dejé de venir más”, recuerda Carolina, y agrega: “Para mí fue un verdadero cable a tierra con la realidad, que me desconectaba del ambiente de oficina donde trabajaba en el que las personas son muy complejas. Acá me sentía en un momento donde no importaba el tiempo”. Ella asume que en el presente perdura esa sensación inigualable, agigantada por la libertad que cree que solo la calle le puede dar: el espacio de todos.

Marta y Malena se miran y bailan en la vereda.

Marta Buneta fue una de las pioneras del striptease en Buenos Aires.

Su vida documentada

Las vueltas de las vidas son muchas, como los pasos de un baile. El primer paso lo dan dos amigas que empezaron a hacer un minishow, con una señora que ya bailaba en la calle, instalada con su carro, rodeando la Plaza Primero de Mayo.

Luego, un gran salto en el aire hace que cuatro años después las tres lleguen a la pantalla grande en un documental sobre todo ese proceso, que de tan simple que puede parecer resulta transversalmente complejo. Un largo trabajo de creación que comenzó en 2015 y se preestrena el martes 29 de mayo en la Biblioteca Nacional. Lo que sí vale aclarar es que no se verá solo un baile amigable, sino también uno duro, tanto como vivir en la calle en invierno.

La idea, según Malena, surgió a partir de muchos videos en los que grabó a Marta sin saber bien por qué ni para qué. De todas maneras, inconscientemente, es probable que el fin fuera que todo ese material se transformara en algo concreto que lograra dar a conocer sus experiencias. Es así que por mucho tiempo Malena le pidió a varias personas que las filmaran, para luego terminar acercándose al ambiente del cine, un mundo totalmente nuevo para ella, siendo bailarina y estudiante de psicología. Rápidamente por medio del director Tomás Lipgot, conoció a Bruno López, montajista y guionista, quien aceptó emprender estas funciones en la creación de la película asumiendo el rol de director.

Malena resalta la importancia del acercamiento a Bruno por el desconocimiento del lenguaje cinematográfico de su parte y además por la calidad con la que él podía filmar, a diferencia de sus videos realizados con cámara amateur. Pero, por sobre todo, lo que sucedía era que no había una historia clara para contar, la estructura narrativa estaba ausente.

«La marginalidad tiene un costado jodido, aunque en ella parezca genial», dice Bruno López, director de Marta Show.

Por su parte, López expresó que el material que Malena le había dado eran cientos de horas con “más de veinte personas grabando, pero sin punto de vista, sino desde la idea de grabar un show callejero, sin buscar contar una historia, como idea de video bizarro de Youtube”. Por lo que el plan a seguir fue no intervenir en lo que iba sucediendo entre ellas, sino observar  y después sentarse a ver el material y desentrañarlo. Allí comenzó un arduo trabajo de ir durante un año y medio primero solo los sábados y luego jueves y sábados, con la idea de lograr hacerse invisible ante ellas. “El hecho de invisibilizarme constó en lograr una convivencia y una confianza fuertes, pero a la vez con la posibilidad de dar un paso atrás y distanciarme, para que las situaciones entre ellas se desarrollen con naturalidad y desde la verdad”, reflexiona Bruno.

Aunque la idea inicial de Malena era hacer un documental sobre Marta, al director le pareció esencial la presencia de ella. “Male le da intelegibilidad al discurso de Marta, porque sino solo se ve una loca linda, pero así se ve el costado más oscuro de la marginalidad. La idea es que se entienda que es jodido, que no es genial. Aunque pueda parecerlo”. Y Malena agregó: “Cuidamos mucho la imagen de Marta, le dijimos que se mire y ella elegía: esto sí y esto no, y le gustó verse en una pantalla”.

La película tiene varias conversaciones utilizadas a modo descriptivo entre las dos amigas, pero por sobre todo es la codirectora quien le pone voz y punto de vista a la historia de Marta y al funcionamiento del trío. Así, el protagonismo es de Marta y ella, “Caro no salió tanto, está casi desde los comienzos pero es más perfil bajo. Yo, en cambio, estoy más acostumbrada a mostrarme. Pero ella trajo lo esencial de lo afectuoso, de abrazar mucho, que aportó al vínculo más cariñoso entre las tres y eso se llega a demostrar”, reflexionó Malena.

El relato muestra muchas caras de una misma moneda desde el comienzo, y eso es lo que lo enriquece. Se explaya la alegría del baile, pero también la mirada ajena de los transeúntes que muchas veces eligen no ver y quedarse en la vereda de enfrente. Refleja el amor entre las tres, pero también ciertos destratos y álgidos conflictos. Sin dudas también está la alegría de Marta al ocupar con poder el espacio público, pero también su paranoia y la desconfianza por quienes la rodean, o quienes ella cree que lo hacen.

En el documental la marginalidad no deja de ser marginalidad y el arte es el escape equitativo. Sin duda, hay dos mensajes claros como banda de sonido: no ignores al de al lado y derribá las fronteras imaginarias.

Resistir a Fondo

Resistir a Fondo

Este 25 de Mayo “La patria está en peligro” advierte una de las consignas que más resuena para rechazar las políticas de ajuste del gobierno nacional y  la vuelta al Fondo Monetario Internacional (FMI). Convocaron y asistieron al acto en la avenida 9 de julio figuras del arte y la cultura popular como Gerardo Romano, Teresa Parodi, Lola Berthet, Pablo Echarri, Juan Palomino. También acompañaron periodistas e  intelectuales como Horacio Verbitsky y Horacio González; los referentes gremiales Hugo Yasky (CTA); Sonia Alesso (CTERA); Roberto Baradel (SUTEBA); Pablo Moyano (Camioneros), Sergio Palazzo titular de la Asociación Bancaria y Daniel Catalano de ATE Capital; políticos de la oposición como Máximo Kirchner, Daniel Filmus, Mariano Recalde,  Jorge Taiana y Axel Kicillof; Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, como Taty Almeida, Nora Cortiñas y Rosa Roisinblit; además de otros integrantes organismos de derechos humanos y organizaciones sociales y barriales.

A partir del mediodía cientos de  miles de personas comenzaron a llegar al Obelisco para escuchar el recital por el que pasaron artistas como La Bersuit, Bruno Arias, Dolores Solá con La Chicana, entre otros para repudiar la intervención del FMI en el país. “Esto se pelea desde la alegría. Que comience la fiesta”, anunció Federica Pais.  “Buenas tardes, felicidades”, saludó Francisco Rodríguez y arremetió con una chacarera “para todos y todas”. Con él, Santiago del Estero estuvo presente. Banderas de diversas agrupaciones políticas, sociales y sindicales rodeaban el escenario; una de ellas, sobre Carlos Pellegrini y Sarmiento, descansaba pequeña pero resistente: “C.N.E.A. en lucha por la soberanía energética y la autonomía tecnológica nacional”.  

Muchos de los carteles de los manifestantes eran informativos: “Cierre de 7.500 Pequeñas y Medianas Empresas por políticas de Macri”, se difundía en una pancarta. La cifra es reconocida por el titular de Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme), Eduardo Fernández, presente allí. A su vez, Mabel, trabajadora de 59 años a punto de jubilarse, sentada bajo un árbol explicó a ANCCOM: “Mi familia tiene trabajo pero yo hoy tengo que estar acá porque están echando gente, estamos muy mal, las tarifas vinieron muy altas, a mí me falta poco para jubilarme, y tengo miedo”.  

La ex ministra de Cultura, Teresa Parodi estuvo presente en el acto: “Vine, como vino el pueblo: a decirle no al Fondo. A decir no a las políticas de ajuste y a decir que este no es el camino para salvar a la patria. La patria está en peligro”, aseguró la cantautora.  El actor Juan Palomino, otro de convocantes, afirmó que este 25 de mayo “es un día trascendental más allá de la fecha patria”.  Y desde el colectivo de actores destacó: “Hemos roto una gran barrera, porque de alguna manera la gente de la cultura y del arte se ha corrido de ese lugar individual y meritocrático para entender que si la economía no está en beneficio de los que menos tienen, y si se carece de un ordenamiento económico para una industria nacional, es muy difícil salir para todos”.

Por su parte, el sociólogo Horacio González reflexionó para ANCCOM: “Todos estos años de resistencia acompañaron a estos años de Macri. Son años muy corroídos por una clase política nueva, originada desde un empresariado nacional que acaba firmando un pacto con el Fondo Monetario y que afecta gravemente al conjunto del sector nacional, de los trabajadores, de los estudiantes –en definitiva-  del pueblo argentino, y por lo tanto es necesario seguir resistiendo”.

En el escenario, cuando le tocó el turno a La Chicana, la banda versionó El Tesoro de los Inocentes, de Carlos “Indio” Solari. Al término de la interpretación, Dolores Solá volvió a entonar a capela como para subrayar: “Aunque te sientas mal / Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía. ¡No vas a regatear! /Un hermoso día el de hoy / está para desatar nuestra tormenta”. Ante esa multitud congregada en las calles, la letra cobró otro sentido y finalizó: “Juegan a primero yo y después a también yo / Y  a las migas para mí y cierran el juego porque ya saben que el tonto nunca puede oler al diablo, vida mía”.

Recientemente, el jefe de gabinete Marcos Peña anunció que el Presupuesto para 2019 es el marco para un “gran acuerdo nacional”. La frase llamó la atención porque recuerda al Gran Acuerdo Nacional (GAN), pacto implementado por el presidente de facto, Agustín Lanusse, en 1971 para dar una salida lo más decente a las Fuerzas Armadas. Ante el hecho, Axel Kicillof, diputado nacional por Unidad Ciudadana y ex ministro de Economía, sostuvo en diálogo con ANCCOM: “Básicamente plantean el ajuste. Por eso hablan del presupuesto. Y nosotros creemos que no es esa la salida. Ya ajustaron y estamos así por cómo ajustaron”.  

Pasadas las tres de la tarde, luego del show La Bersuit, desde el escenario la actriz Paola Barrientos y el actor Osmar Nuñez leyeron el documento en rechazo al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y a las políticas de ajuste del gobierno nacional. Advirtieron sobre el discurso negacionista del gobierno de la Alianza Cambiemos y pidieron justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; proclamaron la defensa de la libertad de expresión y de la democracia.

Miles y miles de personas se acercaron al Obelisco a entonar el Himno Nacional. Aplausos, lágrimas, y cánticos invadieron a cada uno de los que se acercó a celebrar el 25 de Mayo en la avenida 9 de Julio. Tampoco faltó el “hit del verano”. Antes del cierre definitivo del acto desde la calle se llamó a un paro nacional y la multitud reunida comenzó a corear: “Paro nacional/paro nacional”. Uno de ellos es Adrián, de Berazategui. Participó del acto junto a su familia y contó: “Los tarifazos nos están sacudiendo a los laburantes, y es inaudito. Sé que también están recortando cualquier cantidad de programas, como Conectar igualdad. Por eso tenemos que ir al paro, la gente tiene que darse cuenta”. Luego opinó sobre la demora de la dirigencia sindical para concretar el paro nacional: “Creo que no convocan porque si no, vuelan carpetazos. Ahora, si no se va a un paro nacional, hoy la CGT no puede decirse peronista”.