Cromañón no se olvida
Familiares, amigos y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón homenajearon, como cada 30 de diciembre, a las 194 víctimas del incendio de 2004. Se realizó una misa en la Catedral Metropolitana, seguida de un acto en la Plaza de Mayo en el que se recordaron los nombres de las víctimas. Luego, una vez más, marcharon hacia el santuario en el barrio de Once.
Viyurca resiste
“Vamos a intentar conseguir una prórroga para seguir la lucha desde acá. Si no podemos,
seguiremos desde donde sea”, dice Javi, integrante de la Asamblea de Villa Urquiza. La
amenaza de desalojo prevista para este miércoles finalmente no se cumplió, pero sigue
latente. Y los vecinos están decididos a resistirla con la misma fuerza comunitaria que
ayer volvió a reunirlos en la calle.
Ubicada en la ex pizzería La Ideal, la Asamblea acumula una historia de largos 16 años y
ya evitó un intento de desalojo anterior. El 2 de octubre se presentaron funcionarios de la
Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y de la Administración de
Infraestructuras Ferroviarias (ADIF-SE) junto con la Policía Federal para intentar cerrar el
centro comunitario. Pero no lo consiguieron.
El anunciado desalojo se enmarca en un juicio que la AABE le inició a la Asamblea de Villa Urquiza a finales del año pasado. El objetivo detrás del operativo, denuncian los vecinos, es la venta de tierras públicas que se encuentran al costado del ramal Retiro-José León Suárez de la línea del tren Mitre, a la altura de la estación General Urquiza.
El local de la Asamblea no es el único afectado. Según el pliego de licitación, son 2.774
metros cuadrados comprendidos entre las calles Bucarelli, Roosevelt, Triunvirato y el sendero peatonal de la estación Urquiza. En esa estratégica franja barrial también hay locales comerciales, canchas de fútbol y hasta viviendas.
La AABE convocó a una fallida mesa de diálogo el pasado 23 de octubre y los asambleístas asistieron “con la voz y reclamos de los vecinos”, explicó a esta agencia Valeria, otra integrante del colectivo. La intención de esa instancia era conseguir la tenencia del espacio o una prórroga frente al inminente desalojo. Ni la AABE ni la ADIF-SE, ambos organismos nacionales, pudieron garantizarlo. Con la subasta de la manzana, programada para el 8 de noviembre, el local de la asamblea quedaría en la órbita de la Ciudad de Buenos Aires.
La Asamblea de Villa Urquiza se formó en 2002, al calor del movimiento vecinal que
generó el estallido de diciembre de 2001, con la impronta del “que se vayan todos”. Los
slogans contra la deuda externa, el Fondo Monetario Internacional y el Área de Libre Comercio de las Américas se hicieron propios. Entre sus banderas también se sumó la defensa de la recuperación de los recursos naturales y de las empresas privatizadas. “La
Asamblea de Villa Urquiza es la defensa de una forma de vida, de nuestra libertad, de nuestro ser en un barrio”, cuenta Lili, que da clases de tango a la gorra.
“Para legitimar la venta de los playones ferroviarios de tierra pública se determinó que el
35 por ciento del terreno se dedique a negocios inmobiliarios y el 65 por ciento a espacios
públicos”, explicó a ANCCOM Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad. El 35 por ciento tiene capacidad para tres torres. La asamblea quedaría por fuera, pero el gobierno de la Ciudad exige la entrega de tierras sin ocupantes.
Para Baldiviezo, que el local no esté dentro de la parte reservada para negocios inmobiliarios supone una doble oportunidad de frenar el desalojo. “Por una parte, sabemos que va a quedar a manos de Ciudad, si es que ya no lo está. Nos da la posibilidad de ir al juzgado y buscar al futuro dueño. Quizás no tenga problema con que la asamblea siga con sus actividades. Por otro lado, vamos a presentar un proyecto de Ley de Código Urbanístico en la Legislatura para que se permita que la asamblea continúe en este predio”, aclaró.
Sin embargo, que el local de la asamblea quede en el 65 por ciento perteneciente a la
Ciudad, y que sea destinado a espacio público, no deja más tranquilos a sus integrantes.
“Hay que reflexionar qué significa espacio público para el Gobierno de la Ciudad. Significa
una plaza con grandes porcentajes de cemento, con rejas y que tenga cámaras para ver
qué hacés. Para mí eso no es espacio público”, comenta Valeria.
“Sabemos que ir a negociar con la Ciudad implica que esto mañana tenga un cartel
amarillo y alguien que te diga cómo tenés que manejarte en un lugar comunitario o
público. Quizás queden las torres y este centro comunitario, pero se va a manejar con las
lógicas del Estado y no nos va a representar. Nos va a quitar la identidad y la memoria”,
dice Andrés, que participa hace más de cinco años de la asamblea.
Para visibilizar la situación, el sábado pasado se realizó el Festival Viyurca en Lucha. Fue
en la plaza Jorge Casal, frente a la ex pizzería La Ideal, bajo la consigna “La Asamblea de
Villa Urquiza no se gentrifica”. Como explica Lili, el objetivo de ese encuentro fue
“convocar a todo el barrio a apoyar y resistir”.
Andrés también remarca la importancia de resistir, y dice: “Tenemos el afán de que la
Asamblea quede como está porque es nuestra identidad, nuestra lucha. Llamamos a que
habiten este espacio del barrio que nació de la impronta del ‘que se vayan todos’. Fue
autogestionado 16 años por los vecinos y queremos que siga de la misma forma”.
Súperiguacel
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De la revolución de la alegría al presupuesto de la tristeza
El Presupuesto Nacional es una herramienta de política económica central para la gestión de gobierno, en tanto proyecta la evolución de las principales variables macroeconómicas del país de un año a otro, y permiten leer los planes y las jerarquizaciones que realiza el Ejecutivo. Ahora bien, el problema surge cuando, por un lado, las cifras se maquillan, y por el otro, se elaboran metas imposibles de cumplir. En ese sentido, el actual presupuesto exhibe, según diferentes economistas, una preocupante continuidad con respecto al pobre cumplimiento de las proyecciones de los presupuestos 2017 y 2018 elaborados bajo la gestión de Cambiemos.
Hernán Letcher, además de economista, es concejal por Unidad Ciudadana en San Martín y director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). A la hora de calificar el Presupuesto 2019 no titubea y lo define como una “farsa”. “Un tipo de cambio que no tiene ningún rigor en torno a $40,1, una inflación atada a ese tipo de cambio, y una sobreponderación de las exportaciones que pretende compensar la caída del resto de los componentes de la demanda agregada”; esa es la fórmula errónea en la que cree el Gobierno”, asegura.
Nicolás Zeolla, economista miembro del Departamento de Economía del Centro Cultural de la Cooperación y del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (CESO), prefiere no caer en facilismos a la hora de hablar de “dibujos” en el Presupuesto, aunque coincide con Letcher en que “variadas estimaciones respecto a derechos de exportación que tienen una cuota fija, gastos de pagos en dólares del sector público nacional, y otros elementos que dependen de la inflación y la cotización del dólar, como el crecimiento, no son realistas”.
Los recortes
En relación a las partidas del Presupuesto que se verán más afectadas, para Letcher serán “naturalmente los recortes en subsidios y en obra pública, lo cual ya estaba previsto incluso a partir del memorándum del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, recuerda.
“El Gobierno achica con mayor fuerza las partidas de subsidios al transporte y a la energía, lo cual implica aumentos tarifarios para el año que viene, que ellos dicen van a darse en torno al 30 por ciento”, afirma Zeolla, a lo cual agrega: “La otra partida que se ve muy afectada es la inversión pública. Estas tres partidas caen en términos nominales, con un ajuste real por encima del 40%”.
El informe elaborado por el CEPA hace hincapié, entre otros datos, en la evolución de la Asignación Universal por Hijo, que se incrementa en sólo un 20,4%, es decir por debajo incluso de la inflación proyectada en el presupuesto, pero además lo hace de manera diferente respecto de las jubilaciones, cuando todo debería crecer en relación a la misma fórmula de movilidad.
“¿Están pensando en eliminar la movilidad para la AUH?”, se pregunta ese centro de estudios en el informe. En paralelo, los gastos para planes como Argentina Trabaja, Progresar y otros similares solo crecen 14,6%, es decir, también muy por debajo de la inflación.
Por otro lado, el Gobierno planea profundizar la política de crédito para la vivienda en UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) «para que abarque todo el proceso de construcción, comercialización y financiación», desde la propia letra del presupuesto. También destacan planes como el ProCreAr, Ahorro Joven y Plan Nacional de Vivienda.
Pero para Martín Kalos, economista, docente y director de EPyCA Consultores, esas sanas intenciones esconden lo principal: “La pérdida de salario real y la devaluación acumulada durante 2018 generan que menos hogares accedan a créditos UVA. Además, la política pública de Cambiemos sigue olvidando cualquier política de vivienda social para hogares de menos ingresos, que no acceden ni accederán a créditos”, sostiene.
Kalos se dedicó minuciosamente a analizar distintos puntos del presupuesto. Así, descubre por ejemplo que el presupuesto para universidades nacionales aumentaría un 39,7%: “Se está transfiriendo a universidades para salarios, con lo cual aumentarían en línea con la inflación del año anterior”, aclara.
En consonancia, Ciencia obtiene 27,7% de aumento. Lo cual es menos que la inflación promedio prevista (34,8%). “Cae en el ajuste nuevamente, igual que en años pasados, pese a las promesas y la necesidad de ciencia e innovación para el desarrollo de nuestro país”, recuerda Kalos.
Otro punto importante a analizar dentro del presupuesto tiene que ver con la partida destinada a educación sexual. El plan nacional cubrirá a «doce provincias en las que se trabajará en la educación sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y la articulación entre sistemas de salud y educativo», reza el proyecto. Se plantea además capacitar a 10 mil docentes. Sin considerar valores monetarios, cubrir la mitad de las provincias del país y capacitar a 10 mil docentes tiene sabor a poco ante la creciente demanda de una ESI (educación sexual integral) seria y responsable.
Dólar y deuda
Finalmente, el Presupuesto anuncia un dólar en torno a los $40 para todo 2019. ¿Cómo lograrán estabilizarlo?
“La propia política del Banco Central no garantiza que ese tipo de cambio pueda llevarse adelante: las bandas de flotación no tienen sentido, y no hay mecanismos para garantizar el tope de 44 pesos. El Banco Central no tiene poder de fuego, se ataron las manos con 150 millones de dólares por día para la venta cuando, por ejemplo, el día de corrida hubo 1000 millones de dólares operando en el mercado mayorista”, destaca Zeolla.
El último dato que resalta del nuevo presupuesto ilustra la situación a nivel general: el pago de intereses de deuda se consolida como el segundo mayor gasto de la Administración Pública Nacional, sólo detrás de Seguridad Social. Para eso sí que no hay recortes.
Toma en las universidades
Ante la crisis presupuestaria y los bajos salarios docentes, los alumnos de las universidades de todo el país están en pleno proceso de toma de las instalaciones en apoyo al reclamo masivo que hoy tendrá lugar en el Congreso y Plaza de Mayo.
Algunas imágenes de las asambleas en la Universidad Nacional de Quilmes y la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.