Una familia de antes pero como las de hoy

Una familia de antes pero como las de hoy

«El zoo de cristal», el clásico de Tennesee Williams volvió a escena con Ingrid Pellicori como protagonista, dirigida por Gustavo Pardi, en una adaptación realizada por Mauricio Kartún.

“No quiero vivir toda mi vida bajo tubos fluorescentes”, fue el pedido sofocante de Tom, el hijo y el único hombre de la familia Wingfield. Estrenada en 1945, El zoo de cristal de Tennessee Williams se mantiene como una obra de relevancia, abordando temas como los sueños rotos y las frustraciones diarias con una profundidad que resuena en la actualidad. Dirigida por Gustavo Pardi y con una adaptación de Mauricio Kartún, la obra revive en el teatro Hasta Trilce del barrio de Almagro.

La familia Wingfield recurre al pasado y al futuro como mecanismos para evadir la realidad. Esta visión contemporánea de la clásica obra revela las luchas internas de los personajes y su constante búsqueda de refugio en un mundo que pareciera acabar pronto con ellos.

La obra retrata a una familia sureña estadounidense en medio de la Gran Depresión, aunque sus conflictos y dinámicas resuenan con las problemáticas actuales. Las actuaciones son el corazón de la historia. Los personajes no son unidimensionales; no hay héroes ni villanos; buenos ni malos. A lo largo de la obra, abundan las emociones —desde enojos y disculpas hasta chistes y abrazos— que reflejan la complejidad de las relaciones humanas. Aunque en la trama todo parece imposible, subyace un profundo y persistente deseo de cambio, una carga y anhelo intenso que se mantiene de principio a fin.

Tom, el hijo de la familia y alter ego de Tennessee Williams, es interpretado por Agustín Rittano, y representa el punto de vista de la historia. Se trata de un empleado de una zapatería que en realidad quiere ser escritor. Su deseo de escapar de la rutina diaria para perseguir sus sueños entra en conflicto con su responsabilidad de mantener a su familia, lo que le provoca una gran culpa. Por su parte, Malena Figó interpreta a la hija de la familia, Laura, que denota soledad y eso fastidia al resto. Su soltería es vista como una carga, y su madre intenta encontrarle un pretendiente para que pueda casarse y formar una familia. Con gran destreza, Ingrid Pelicori interpreta a Amanda, la madre. Su actuación transforma las preocupaciones sociales en algo natural, convirtiendo el deseo de encontrar un novio para su hija y éxito profesional para su hijo en tareas habituales.

El gran trabajo de escenografía y vestuario recuerda que estamos viendo una obra de teatro, aunque constantemente se toquen temas que nos interpelan como sociedad, ya sea el rol de la mujer o la figura de jefe de hogar. Los diferentes objetos utilizados durante la obra armonizan con la estética del teatro y son, a su vez, el reflejo perfecto del mundo claustrofóbico de los Wingfield. El uso de muebles de época y un cuadro del padre subrayan la fragilidad y el desencanto que dominan la vida de los personajes. Este cuadro, iluminado y sonriente durante toda la obra, representa la presencia constante de un padre abandónico que, aunque físicamente ausente, sigue influyendo en la dinámica familiar.

Ningún personaje actúa de manera caprichosa: todos están atrapados en roles sociales que se espera que ocupen. Todos sobreviven en su agonía y eso los mantiene molestos, frágiles e inquietos. Amanda, la madre, no es viuda ni tampoco casada, sino una mujer que fue abandonada por su esposo alcohólico. Su hija padece una discapacidad que le genera dificultades al caminar: esto la mantuvo siempre inmóvil ante el mundo y encontró en su casa un refugio. Laura simplemente sobrevive y eso molesta e incomoda a sus parientes, ya que solo se ocupa de cuidar su colección de piezas de cristal. Tom, por su parte, recurre a bares nocturnos para sostener su agobiante rutina, evocando de alguna manera el pasado de su padre. Jim O’Connor, interpretado por Martín Urbaneja, es el amigo de Tom y un posible pretendiente de Laura. Es un hombre optimista que busca el éxito profesional.

En la obra, Williams muestra cómo quienes no se ajustan a las normas sociales son marginados y excluidos. La representación de la fragilidad y la lucha por escapar de una vida opresiva se entrelaza con momentos de humor que alivian la tensión, ofreciendo una visión multifacética de la condición humana.

La ilusión y, sobre todo, los sueños, están más presentes que la realidad. El deseo de cambiar sus condiciones materiales pesa en cada sobremesa que comparten. Y una sutil intención: mostrar lo arduo que son los vínculos familiares.

Ingrid Pelicori, quien lleva el papel de Amanda, supo interpretar también a Laura en 1992. En diálogo con ANCCOM, Ingrid expresa: Volver fue parte de un proyecto de Gustavo Pardi, el director de la obra. Me encantó la idea de ser Amanda. Tengo una un amor particular por esta obra, así que me resultó hermoso poder hacerla otra vez. Por lo general me gusta siempre hacer cosas diferentes.”

 

¿Qué es lo particular de la obra que te atrae?

Laura me parece hermosa, poética, universal. Todos los personajes son muy atractivos y cada uno te permite entrar por otro lado a la obra. Cuando yo interpretaba a Laura, me parecía que la obra hacía hincapié en el diferente. Ahora, haciendo de Amanda, me parece que la obra trata sobre el temor por el futuro de los hijos. Y si lo agarras por el lado de Tom,  seguramente tiene que ver con los deseos y los deberes; cómo hacer para seguir el propio deseo y al mismo tiempo tener que lidiar con responsabilidades. En el caso de Jim, también es aquel que fue una promesa. Cada uno toca problemáticas humanas y además tiene intriga y humor.

 

El zoo de cristal es una obra inspirada por los recuerdos de la crisis económica de 1930, aunque hace eco en las épocas de hoy. En palabras de Ingrid: “Es una obra que siempre resuena. En estos tiempos difíciles que vivimos, solo podemos aferrarnos unos a los otros. Es una obra profunda, universal, que termina tocando la coyuntura”.

 

¿Qué es lo que más te gusta del teatro?

Prorizo lo grupal, el hecho de que es algo colectivo y construir entre todos, ponerse de acuerdo, respetar esos acuerdos cada día. Alan Badiou dice que “el teatro es la forma estética de la fraternidad” y a mí me suena mucho eso. Pero, por supuesto, también es la posibilidad de experimentar muchos aspectos de la condición humana.

El zoo de cristal es una obra que, a casi 80 años de su estreno, sigue adquiriendo nuevos significados y relecturas. Una obra que te hace reír al mismo tiempo que llorar, y que nos recuerda que, a pesar de los intentos por evadirla, la fragilidad es una constante.

El zoo de cristal puede verse los miércoles a las 20:30 en el teatro Hasta Trilce, con entradas disponibles en Alternativa Teatral.

Jugar a volar y a soñar

Jugar a volar y a soñar

«Vigilias», la obra de teatro de Germán CAbanas, transita de manera lúdica los bordes entre ficción y realidad.

Gracias a la magia teatral, cada domingo el Galpón de Guevara, ubicado en el barrio porteño de Chacarita, se convierte en un hábitat natural del aislamiento en el que sueño y realidad se confunden. 

Con dirección general e interpretación de Germán Cabanas, actor, acróbata, docente de artes escénicas y co-creador y director artístico de UOW, Vigilias propone una exploración lúdica y encarnada de la soledad que transita los bordes de la ficción y la realidad. 

Vigilias es una obra de teatro atravesada por la simpleza y la operación artesanal de sistemas de vuelo, que sin necesidad de diálogos pone en juego lo onírico, la ruptura del tiempo cronológico y la entrega del cuerpo. En conversación con Germán Cabanas, exploramos la historia detrás de la puesta en escena.

Hace más de 10 años, la idea de lo que hoy es Vigilias nació gracias al disfrute, el juego y la exploración de nuevos dispositivos técnicos. “La idea de la obra fue mutando con el tiempo. Se nos ocurrió un sistema de poleas y arrancamos a jugar con eso, cada vez que teníamos un tiempo libre nos poníamos a jugar con esos elementos. Llegado a cierto punto, quisimos mostrar el material y pensé cómo le daba una forma escénica a esto”, comenta Cabanas, haciendo memoria de los primeros encuentros con Santiago Castello, encargado de la dirección técnica y el diseño de sistemas.

¿Cómo se le da forma a una obra de este calibre? Para Cabanas, el proceso de creación fue a la inversa de lo que acostumbramos, buscando la excusa dramática al encantamiento con los elementos: “Me gusta mucho la fisicalidad, me es difícil pensar una dramaturgia desde lo intelectual y muchas veces parto del movimiento. Arrancando desde ahí, desde la improvisación y el juego, termino construyendo más que cuando me siento en el escritorio y trato de tener una idea”.

Entonces, Vigilias nace y crece del juego a la idea, de la idea al papel, del papel a su primer estreno en México, en la apertura del Festival Internacional de Teatro de Nuevo León. “Fue muy loco porque el festival, con compañías de todo el mundo, elige esta obra para la apertura. Fue una experiencia espectacular de lanzamiento, en una sala de 1.500 personas, una presión importante”, recuerda el director e intérprete.

Desde su lanzamiento en México, pasando por dos temporadas consecutivas en 2014 y 2015 en El Galpón de Guevara, hasta la versión que se presenta en la actualidad, Vigilias absorbió lo mejor del paso del tiempo y se transformó.

Con una actuación más naturalista, el despojo de ciertos elementos escenográficos y sin textos de guía, la obra se tornó más neutra, más limpia, más cercana. “Tuve la necesidad de actualizarla y relacionarla con todo lo que pasó en estos años: la salud mental después de la pandemia y cómo nos afectó estar encerrados. En este tiempo cambió la tecnología, la velocidad de las imágenes, la explosión de las redes sociales; cambiaron nuestras formas de pensar y yo mismo cambié mucho. Actualizarla tiene que ver con que sea una obra que hoy me interpele”.

Una cama, un lavatorio, un perchero. Luces azules, oscuridad, luces blancas y Cabanas: un mundo nuevo que despierta los ojos de los espectadores, que siguen atónitos cada salto y cada vuelo. “Cada uno puede tener una interpretación diferente y eso es lo que me gusta. Si logramos que los espectadores entren en lo que están viendo y se dejen llevar, me da mucha satisfacción porque apuntamos a algo profundo, en relación a lo que vivió cada espectador y lo que se va reflejando en cada escena”, reflexiona el autor e intérprete

 

Vigilias se presenta todos los domingos de agosto a las 20 horas en El Galpón de Guevara, ubicado en Guevara 326, Chacarita, Ciudad de Buenos Aires. Las entradas están disponibles por Alternativa Teatral

 

El despertar de la mujer en el tango

El despertar de la mujer en el tango

“In The Bodies”, tercera pieza teatral de la obra Tango Tanz Trilogy, indaga sobre nuevas miradas al universo femenino en la danza del 2×4. La obra -que tuvo sus primeras etapas de manera virtual- es de producción austríaco argentina, y se presenta desde este jueves de manera presencial en el Centro Cultural San Martín.

El jueves 8 de agosto, en el Centro Cultural San Martín, se estrena In The Bodies, la tercera pieza de una trilogía que fusiona el tango con la tecnología. La obra que forma parte del proyecto Tango Tanz Trilogy, de la compañía austriaco-argentina, IN Tango Tanz, conformada por Liliana Tasso, Claudia Grava y Verónica Litvak, realiza esta última pieza donde se pone el foco en la intimidad del universo femenino en el tango.

‘’En un principio, no estaba pensada una obra con tecnología. Estaba pensado que Liliana y Verónica viajarán a Austria, donde yo vivo, para hacer una obra juntas y pasó la pandemia’’ cuenta Claudia Grava, codirectora del proyecto a ANCCOM. ‘’Empezamos a trabajar por zoom, a tirar ideas y se armó un concepto de ensayar por zoom y aprovechar la tecnología’’. La trilogía comenzó en 2021 con una performance virtual, In the room, donde no solo  el público se encontraba disfrutando del espectáculo vía zoom sino que cada integrante de la obra se encontraba en su habitación haciendo su performance. Continuó con In Shared Spaces al año siguiente, donde la obra tenía lugar en dos escenarios diferentes pero conectados; una parte de los intérpretes se encontraba en Argentina y la otra parte en Austria, pero ya contaban con un público físicamente presente. A través de las pantallas, en Argentina se veía lo que sucedía en Austria y al revés. 

‘’Cuando estábamos construyendo la segunda pieza dijimos ‘tenemos que concluir esta trilogía con una pieza que realmente nos encuentre a todos juntos en el escenario’, que había sido el principio del proyecto’’ dice Liliana Tasso, también codirectora de la obra. ‘’Y así surge In the Bodies, que es este momento donde parte del equipo ha viajado para Buenos Aires y luego el resto de nosotros viajará para allá’’.

Liliana Tasso, codirectora del proyecto Tango Tanz Trilogy.

Esta tercera pieza cuenta con ejecución de instrumentos y danzas en vivo y también con imágenes de videos que fueron tomadas de las obras anteriores, ‘’como una especie de mamuschka que se va convirtiendo en otra pieza’’. A través de una cámara web, se amplifican y se pone el foco en detalles y en la sensibilidad de la danza a la vez que se construyen imágenes entre el material de archivo y lo que sucede en el escenario. De esta manera, la cámara va captando lo que sucede en el momento y proyecta de una manera que le da otra mirada, otra significación, a la situación. 

‘’El tango y la tecnología conviven en esta obra. La tecnología le busca a la estética del tango una mirada diferente. Al poder amplificar esos pequeños detalles del universo tanguero  femenino, con los zapatos, los aros, las lentejuelas, la cámara lo estructura y los codifica para transformarlos en objetos enormes’’, explica Tasso. ‘’Al cambiar las proporciones también cambia su significado y su relación con los otros objetos.’’ Así, el tango en esta obra tiene una mirada completamente diferente a lo que son los espectáculos tradicionales del género. 

Además de tener a estos dos conceptos como centrales, la obra sale de la imagen tradicional de la mujer en el tango para ubicarla en un nuevo lugar. ‘’Hace unos años hubo un despertar de la mujer que se replantea su lugar, su rol y el tango es una danza que viene de una tradición bastante masculina. Están cambiando cosas dentro del tango y nosotras, como bailarinas mujeres, nos cuestionamos a nosotras mismas sobre nuestro lugar’,’ continúa Tasso. ‘’Cuando uno cambia las cosas de lugar es como que las ve de nuevo, con nuevos ojos y te cuentan otras cosas.’’

In The Bodies estrena este jueves a las 21 y también se presentará el viernes 9, sábado 10 y domingo 11 a las 19. Las entradas se pueden conseguir online en entradasba.buenosaires.gob.ar o en boleterías del Centro Cultural.

Miles de lectores en busca de su autor

Miles de lectores en busca de su autor

Más de 340 editoriales participaran de una nueva edición de la Feria de Editores que este año se realizará entre el 8 y el 11 de agosto en el Complejo C Art Media.

“Si lees, hay un libro para vos” es el lema de la Feria de Editores (FED), un evento que reunirá a editores, lectores y escritores del 8 al 11 de agosto en el Complejo Art Media, avenida Corrientes 6271, en la CABA. 

Con más de 340 editoriales independientes de habla hispana, la FED abrirá sus puertas desde las 14 hasta las 21 con stands, charlas exclusivas, sorteos y visitas especiales. Este espacio busca que quienes deseen visitarlo puedan relacionarse de primera mano con quienes se encuentran del otro lado de la literatura que consumen.

“Cuando decimos ‘Si lees, hay un libro para vos’, intentamos no ser grandilocuentes ni decirte leer es bueno, sino que si te si te interesa esto, podes encontrarte aca con un montón de gente que le pasa lo mismo”, afirma Víctor Malumián, uno de los organizadores de la feria.

“Es un lugar de encuentro”, comenta Constanza Brunet en diálogo con ANCCOM, periodista y directora de Marea Editorial, y continúa: “Es una feria muy de lectores. A diferencia de la Feria del Libro de Buenos Aires, que además es un paseo, la FED es de lectores que van en busca de sus próximas lecturas y otro tipo de literatura”. 

La ya tradicional FED, que es de entrada libre y gratuita, contará con sellos editoriales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay, y España. Por otro lado, asistirán personalidades como autores y autoras nacionales, entre ellos, Alejandra Kamiya, Luis Gusmán, Federico Falco, Romina Paula y Iosi Havillo. También, harán su aparición escritores internacionales como Marie-Pier Lafontain, de Canadá; el noruego Thomas Reinertsen Berg; la francosenegalesa Seynabou Sonko; la española Luna Miguel y la estadounidense Deborah Eisenberg.

Como es costumbre en la feria, quienes concurran pueden adquirir un libro de regalo, cuya temática cambia año tras año. La del 2022 fue la espera, en referencia a un chiste interno de parte de la organización sobre la fila de gente que se arma para entrar a la FED los sábados y domingos, y en el 2023 se trató la traición. En esta ocasión, el libro de la FED se centrará en la violencia, con capítulos escritos por María Sonia Cristoff, Diego Golombek, Betina González, Juan Mattio, Elena Medel, Luna Miguel, Diego Muzzio, Ricardo Romero y Andrea Toribio. Además, contará con ilustraciones del equipo de Ilus.P, un Programa de Ilustración Profesional Posgrado FADU, de la Universidad de Buenos Aires (UBA). 

Si bien el eje temático del libro es la violencia, cada autor y autora puede responder a la consigna desde el género de su elección, por lo que no se trata de capítulos puramente de ficción o de no ficción. Respecto a la elección de esta temática, Víctor Malumián comentó en diálogo con ANCCOM: “Este año el eje es la violencia, un poco por todo lo que estamos viviendo. Las formas que tienen a veces altos mandatarios para comunicarse con otras personas, este clima de época en donde pareciera que lo astuto es ‘bardear’ al otro en lugar de entenderlo”. Sobre esto, Malumián reflexiona: “Es más importante un latiguillo que el argumento propio o comprender las ideas del otro”.

La literatura como resistencia

Con la inflación, medidas que perjudican a la pequeña y mediana empresa local, como la Ley Bases, los continuos ataques a la industria cultural, y la conversación política que se está dando en detrimento de lo nacional y popular, integrantes de la feria destacan la existencia de estos espacios literarios.

“En este contexto de agobio, sujeción y violencia, la literatura tiene muchísimo para dar, más que nunca”, afirma el editor Maximiliano Papandrea, del sello Sigilo, y continúa: “Puede ser un gran refugio y la oportunidad de cambiar de tema, aparte de darnos herramientas para pensar y buscar formas de vida y de emancipación distintas”. En consonancia con esto, Brunet asegura que “este año, la feria tiene un lugar importante por la crisis profunda que estamos atravesando. Los libros están sufriendo, el sector cultural, las universidades y nuestros lectores. Es un momento crucial para las editoriales independientes desde lo económico y desde el encuentro”.

Papandrea, que este año en la feria tendrá a su cargo un taller de escritura en vivo junto con la escritora Paula Puebla, reflexionó sobre el lugar de las editoriales: “Para nosotros, publicar libros siempre tuvo un profundo sentido político. Algunos títulos lo hacen más explícito que otros, pero lo político está presente en todas las decisiones que tomamos.”

En línea con esto último, y sobre los catálogos que exhibe cada editorial, Brunet comparte: “La feria es el momento de mostrar este trabajo que hacemos todos juntos. Nuestro catálogo editorial es una obra de creación con una lógica, por lo que es muy interesante mostrarlo en su conjunto”.

Entre la turbulencia económica y política del país, la venta de libros registra una caída de alrededor del 40%. Si bien el precio promedio de las grandes editoriales ronda los $30.000, la propuesta de la FED es de alrededor de $19.000.

“Lo importante es que la feria se cristalice como un espacio de encuentro para pensar relaciones más equitativas entre los eslabones de valor de la cadena del libro y para trazar nuevos encuentros con las y los lectores que leen los libros que producen las pequeñas y medianas editoriales”, afirma Malumián. Aún así, el escritor y editor admite que, si bien el mantenimiento de estos vínculos entre editores y lectores es la base de la feria, también se busca poder vender los libros, aunque debido a la crisis no espera que sea “la edición más rutilante en ventas”.

Sobre las ventas, Papandrea comparte: “Es una feria de conversación viva, a la que vamos a vender tanto como a afianzar el lazo con la comunidad que fuimos armando a lo largo de los años. Y también es una gran oportunidad para mostrar nuestro trabajo a los que se acercan por primera vez, que cada vez son más.”

En consonancia con esto último, Malumián agrega: “La feria no solo surge por la necesidad de un espacio donde pequeñas y medianas editoriales se puedan encontrar con su comunidad lectora, sino también para ampliar esa comunidad lectora.”

Podés acceder al cronograma de actividades ACÁ.

Una forma de contar con ojos africanos

Una forma de contar con ojos africanos

Durante agosto se realizará una nueva edición del Festival Internacional de Cine Africano de Argentina. Incluirá películas del cotinente, de la diáspora y de afrodescendientes. Las proyecciones serán en Buenos Aires, Córdoba y Neuquén.

Del 3 al 31 de agosto se llevará a cabo la edición número 17 del Festival Internacional de Cine Africano de Argentina (FICAA), organizado por el Observatorio Sur. Se presentaran 51 películas procedentes de 40 países, entre las cuales no sólo habrá producciones de África, sino también realizaciones de afrodescendientes y de africanos en la diáspora. 

El festival tiene la intención de ser federal y descentralizado para interpelar a un público más amplio. Por ese motivo, además de contar con tres sedes en Buenos Aires -el Centro Cultural Kirchner, la Biblioteca Nacional y la Alianza Francesa-, habrá proyecciones en la Ciudad de Córdoba, en Jesus María, así como también en la ciudad de Neuquén y en Junín de los Andes.

“Estamos acostumbrados a decir cine francés, cine italiano… este festival es como darle lugar a un tipo de narrativa que cuenta con otras visiones de lo que en la vida, de lo que es la historia”, señala Jorgelina Barrera, codirectora del evento. 

El FICAA apuesta a la posibilidad de, a través del cine, derribar fronteras. Los documentales que se proyectarán permitirán explorar el pasado colonial o los conflictos armados contemporáneos, así como también apreciar registros de danzas y música del continente africano. También se podrá disfrutar de ficciones, entre las cuales se proyectarán películas románticas, policíacas, comedias, dramas familiares o sociales. En la selección de clásicos, se realiza un recorrido por la obra de los pioneros: “Esos padres del cine africano que comenzaron a filmar con las independencias de cada país, en los 60 y 70, y su visión ayudó mucho a mostrar y decir que hay una narrativa y una forma de contar con estilo africano”, explica Jorgelina Barrera. 

En la selección de películas se busca captar la expresión de África, así como también la mirada de autores afrodescendientes. “Latinoamérica tiene varios países donde lo afrodescendiente es muy fuerte y es importante también tener esas miradas”, enfatiza Barrera. Se buscó dar espacio a las distintas narrativas y temáticas del continente africano, teniendo en cuenta la calidad artística. La propuesta es generar un espacio donde el público argentino pueda conocer y disfrutar cine africano.

“El Festival -sostiene Barrera- también ayuda a entender que son países lejanos pero con realidades muy parecidas”. Da el ejemplo de la película Diente por diente, producida en Senegal. Trata sobre una crisis muy grande que hubo en 2021 debido a las políticas establecidas por el FMI. Las universidades y los estudiantes, salieron a protestar por aquella crisis. “Es como un reflejo también de lo que pasa acá, en Latinoamérica. Como esas visiones de la cultura, de la economía y de las crisis políticas que se van reflejando en un país y en otro”, afirma la codirectora.

Este FICCA comenzó como una muestra en el año 2007. Fue creciendo y en pandemia devino en festival, desplegándose en distintas sedes del país. Logró consolidar un público que asiste cada año, aunque la propuesta es llegar a cada vez más gente.

La entrada para el FICAA es libre y gratuita. Se recomienda asistir con puntualidad, ya que es por orden de llegada hasta agotar capacidad. Para acceder a la programación se puede hacer desde la página web del Festival o por su cuenta de instagram.

«Me gusta el teatro que inspira a los espectadores a tomar decisiones»

«Me gusta el teatro que inspira a los espectadores a tomar decisiones»

El actor y director Mauricio Dayub habla sobre las dos obras que presenta en estos días en Buenos Aires: «El equilibrista» y «El amateur».

Mauricio Dayub es dueño de una mirada sencilla y penetrante, de una profunda calma en la prosa de sus palabras y en el ritmo de su discurso. A los veinte años abandonó su Paraná natal para perseguir su sueño “Vine a ofrecer mi corazón y no le importó a nadie”, dice sobre esos primeros años en la Capital Federal. Dayub dejó la carrera universitaria que sus padres le habían encomendado para dedicarse de lleno a lo que desde muy chico le permitía recorrer diversos mundos en el garaje de su casa. Hoy es un actor y escritor consagrado que puede confirmar lo que le decía su abuelo: “El mundo es de los que se animan a perder el equilibrio”.

Actualmente protagoniza dos obras emblemáticas de su carrera, El Equilibrista -que se presenta todos los miércoles a las 20 en el teatro El Nacional Sancor Seguros – y El Amateur, en cartel en el Chacarerean Teatre, ubicado en Nicaragua 5565, todos los jueves, también a las 20.

¿Cómo describirías a El Equilibrista?

El Equilibrista es la historia que todos podríamos contar si pudiéramos volver a ser niños. Es la historia de mi familia y un secreto que se me reveló durante un viaje, pero rápidamente se convierte en la historia de cada uno. Es una historia más sugerida que explícita, donde los personajes de mi familia pueden reflejar los de cualquier espectador. En ese sentido creo que se logró algo que se busca desde la literatura que es el tomar una parte para reflejar el todo.

Llama la atención la cantidad y la diversidad de recursos que utilizás para contar las historias de cada personaje. ¿Por qué es esto?

Eso está relacionado al tipo de teatro más artesanal que es el que a mí me gusta. Una forma de rendir homenaje a figuras admiradas por mí como Buster Keaton y Chaplin. Es un espectáculo que busca inspirar y hacer imaginar al espectador más allá de lo que ve.

¿Cómo fue el proceso de hacer una obra así? ¿Hubo una depuración de qué historias incluir?

Sí, descarté. En principio comenzamos a armar el espectáculo sin saber cómo iba a terminar siendo. Yo sabía lo que quería: yo quería no solo contar mi historia, sino también prestar atención a la forma. Sentía que el teatro se había ido adulterando, que las personas iban a un teatro pero no veían teatro, muchas profesiones se subieron arriba del escenario, el teatro se había ido abriendo en distintas cosas, y yo quería aportar mi granito de arena a lo que a mí me gusta: el teatro que te hace imaginar más allá de lo que ves. En el escenario se presenta una diversidad de elementos que ayudan a contar la historia y la enriquecen. Como la cola de perro, tuvimos que hacer varios modelos para poder llegar al que encajaba justo en el tiempo del desarrollo de la historia. Tengo un depósito lleno de ese tipo de cosas.

 

Presentás historias muy personales. ¿Qué te devuelve el público?

En principio que era muy necesario hacerlo. Después de casi 20 años en el escenario con un éxito como Toc Toc, con miles de funciones, todos me aconsejaban hacer una comedia para continuar con el éxito, que era lo que al público más le llegaba. Sin embargo, después de cada función de El Equilibrista recibo muchos agradecimientos de los espectadores que me esperan a la salida por la conexión  que tuvieron con la obra y las historias; y por cómo los movilizó.

¿Eso también es parte de tu visión del teatro?

Sí, me gusta el teatro que inspira a los espectadores a tomar decisiones en sus propias vidas. En un mundo donde a menudo seguimos una manada para encajar, el teatro puede fortalecer nuestras convicciones personales y ayudarnos a mantener nuestra identidad.

¿Tenías confianza en que iba a ser bien recibida?

Siempre trato de trabajar pensando que lo que hago va a gustar, pero el éxito es lo que menos ocurre.

Una vez dijiste que cuando eras chico y salías a la vereda no había nada que te permitiera vislumbrar a dónde ibas a llegar, pero sí tenías muy claro que lo tuyo era la actuación…

Sí, me pasaba eso, yo era chico y tenía esa vocación muy clara, yo jugaba en el garage y con lo que encontraba ahí jugaba a ser actor, inventaba cosas y pensaba cómo voy a hacer para vivir de esto, cómo voy a desarrollar esto. Tendría 10 o 12 años, yo habría la puerta y no tenía acceso al teatro. Me acuerdo que llegaba el diario y miraba las carteleras donde estaban los nombres de las obras y títulos de las películas y yo me armaba las historias, eso era lo más cercano que estaba del mundo del espectáculo.

En El Amateur también hay un mensaje de seguir tus propios deseos. ¿Cómo surge esa historia?

La escribí para darle sentido a un momento de mi vida; había dejado a mi familia, a mis amigos, a la ciudad donde nací. Vine a ofrecer mi corazón y no le importaba a nadie, era muy difícil ser percibido por el otro, en un momento me di cuenta que estaba haciendo un esfuerzo descomunal sin saber lo que me esperaba y de tanto volver cansado de tantas puertas que se cierran me acordé de ese tipo que cuando yo era chico batió el record de permanencia en bicicleta, que estuvo 5 días y 5 noches dando vueltas en una plaza para lograr su sueño. Y me pareció que era una analogía de lo que a mí me estaba pasando, del esfuerzo que estaba haciendo tratando de convencer al otro de que yo podía ser actor.

La obra fue estrenada en los noventa, ¿por qué, después de tanto tiempo, decidiste reestrenarla ahora?

Porque habla de superación y unidad en un momento donde las divisiones parecen dominar. Es una historia que muestra cómo el esfuerzo personal puede inspirar a otros y cambiar percepciones. Inspira a lo que la realidad de hoy no, es un espectáculo de la antigrieta, es el logro de uno que te hace vislumbrar la posibilidad del logro de todos.

Parece difícil en estos tiempos perseguir tus propios sueños..
La realidad te lleva para otros lados, que sigas una manada a la cual tenés que pertenecer porque si no te sentís que quedás afuera, en vez de fortalecer tu personalidad tratar de parecerte a los que les va bien para ver si a vos te eligen y te va bien, eso te hace perder identidad, disminuir tus valores, te desdibujas, en ese sentido el ver teatro puede fortalecer esas convicciones personales.
¿Considerás que el teatro tiene la potencia suficiente para influir de esa manera? 
Mirá, en la Argentina el teatro tiene casi la misma afición que el fútbol, somos una de las principales cuatro potencias teatrales del mundo, somos un país fuertemente teatral, la gente tiene adherida su salida al teatro, se relaciona mucho el espectáculo con las vacaciones y durante el año. Tenemos una cultura que se mantiene y eso es difícil de lograr. Por eso hay que cuidarlo y mejorarlo, que el espectador no se decepcione, tenemos que trabajar siendo conscientes de que somos parte de un movimiento muy importante y que si el espectador sale desilusionado estamos afectando a otras salas y a otros productores.