Otra televisión es posible

Otra televisión es posible

Al oeste del centro de Luján, en el barrio La Palomita, las casonas aledañas a tranquilas calles de tierra se interrumpen escasas veces por esporádicos autos. En medio del silencio, un antiguo caserón remodelado es el camuflaje del estudio de televisión del canal Pares TV, cuyo distintivo es una antena que se divisa a la lejanía. “Por fuera parece un búnker”, señala risueña la joven Romina Fernández, quien junto a Alejandro Schiaffino –además secretario de la cooperativa, y relator en la transmisión de partidos de fútbol- es conductora del noticiero Pares Noticias. Sin embargo, a pesar del bajo perfil geográfico del canal, hoy es un medio comunitario clave tanto para los lujanenses, como para la disputa por la transmisión gratuita de la información. En un momento coyuntural donde las privatizaciones mediáticas se encuentran en alza –tal es el caso de los derechos en la televisación del fútbol-, la idea de conformar una televisión sin fines de lucro, es una apuesta de pocos para el servicio de muchos.

Un operador de televisión está trabajando frente a tres pantallas.

Los fundadores de Pares TV pasaron de no tener aire para un magazine a formar un canal de televisión autogestionado.

Una señal a pulmón

Desde sus inicios en 2008, la Cooperativa de Trabajadores Pares Limitada, emitía sólo cuatro horas diarias y salía por la señal local de Tele Red, un cable operador regional. Comenzó con la idea de ser un magazine diario de dos horas propuesto por el productor de televisión Rubén Silver, llamado “De par en Par”, y a los pocos meses sumaron “El ojo”, un ciclo de documentales nacionales y latinoamericanos.

Tras la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) en 2009, la cooperativa realizó su seguimiento al considerarla relevante para el proyecto, incluyendo la cobertura de los debates sobre su constitucionalidad. Esta decisión causó inconvenientes con la cablera Tele Red, quien modificó paulatinamente los contenidos, no los puso al aire o cambió horarios y la ubicación del canal en la grilla de programación. Como consecuencia, el acuerdo con la cablera culminó y Pares dejó de tener su espacio en el aire. “Teníamos la opción de seguir cada uno por su lado, repartir las pocas ganancias, o continuar con la compra de un transmisor y la instalación de una antena para seguir al aire”, cuenta Diego Gusmerini, uno de los fundadores de Pares TV.

Las luces iluminan el estudio de Pares TV. Hacia el fondo se puede ver la puerta que da a la calle.

En un antiguo caserón en el barrio lujanense de La Palomita funciona el canal Pares TV.

Luego de decidir la continuación del proyecto, en enero de 2010 Pares TV volvió a tener emisión en el canal 3 de aire, cubriendo todo el partido de Luján. Sumó mayor contenido cultural, contenido noticioso y cobertura de los partidos de los clubes regionales (Flandria y el Club Luján), junto con la retransmisión de la Copa Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Para ese entonces, los televidentes contaban con la novedosa posibilidad de poder acceder de forma gratuita a contenidos que antes no les eran frecuentes.

Tal fue la respuesta en la calidad del servicio, tanto del municipio como de sus habitantes, que en 2013 la señal fue declarada de Interés Cultural por el trabajo en la comunidad y por su distintiva difusión gratuita. Ese mismo año, la Cooperativa Pares TV fue reconocida de forma precaria por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) –hoy conocida como Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM)- como una señal dentro de un marco legal para su emisión.

Parados frente al escritorio donde funciona el noticiero, los cuatro responsables de la cooperativa de Trabajadores Pares Limitada miran a cámara.

Los responsables de Pares TV luchan por el otorgamiento definitivo de la licencia TDA.

En paralelo, el AFSCA había puesto en marcha el artículo 97 de la ley, el Fondo de Fomento Concursable Para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA). Se trataba de una herramienta para destinar el 10% de lo recaudado por gravámenes y multas a grandes medios, con el fin de destinarlo a la mejora tecnológica y la producción de contenidos en medios sin fines de lucro. Pares TV ganó el concurso por esos fondos, destinados a mejorar la calidad y el equipamiento necesario. “Los FOMECA han sido una herramienta fundamental para nuestro crecimiento, vital, no sólo para los canales, sino también para todos los medios comunitarios –agrega Diego Gusmerini- Durante todo el 2016 el actual gobierno realizó una ‘búsqueda de mal gasto’, como para encontrar irregularidades. Esto generó atrasos en los concursos, además de no obtener resultados negativos como para una regulación más entre tantas otras”.

Hoy Pares TV es una de las tres señales sin fines de lucro (junto a Barricada TV y Urbana TeVé), que se encuentran a la espera del otorgamiento definitivo de la licencia TDA para poder expandir la transmisión más allá de Luján, y que se le remunere por su contenido producido. La habilitación del ENACOM será un respaldo determinante para continuar con el proyecto de propuestas alternativas, autogestionadas y de interés relevante para su región.

Sentado en un escritorio y vestido de traje, Alejandro Schiaffino mira a la cámara del noticiero.

Alejandro Schiaffino en plena conducción del noticiero de Pares TV.

La pelota no se privatiza

Haciendo uso de su eslogan -“el canal de Luján”- Pares TV transmite los partidos de fútbol de Flandria, el club de la localidad de Jáuregui que se desempeña en la Primera B Nacional desde el 2017. La señal comunitaria recibió una carta de intimidación de Tele Red Imagen SA (TRISA), del Grupo Clarín y la señal Torneos y Competencias (TyC), alegando ser propietaria de los derechos en la transmisión de los partidos de Flandria en la Primera B Nacional y Primera B Metropolitana. En consecuencia, de no haber cumplimiento con lo pedido por el conglomerado multimediático, Pares TV debería pagar un resarcimiento económico por la transmisión del fútbol de ascenso.

A pesar de la magnitud en la diferencia económica entre esos medios y el canal lujanero – y que de 45 partidos de Flandria en la temporada pasada, TyC sólo transmitió seis de ellos-, una vez más el apoyo en la Ley de Medios generó un respaldo judicial para los derechos del canal lujanense. Y es que para continuar con las transmisiones de fútbol, en Pares TV se basa en el aún vigente artículo 77 de la ley 26522, que sostiene el acceso universal a contenidos de interés relevante. 

Bajo esa premisa, se presentó un amparo ante la justicia para conservar los derechos en la transmisión de los partidos de Flandria. Finalmente, como respuesta a la defensa de  la cooperativa, el grupo TRISA, que controla TyC Sports, reclamó la inconstitucionalidad de la ley y calificó a esos artículos como “inaplicables”. Pero, por si fuera poco, también postuló que sea inconstitucional la retransmisión de los partidos de la Selección Argentina a través de los canales de aire.

No obstante, desde Pares TV apelan a hacer valer sus derechos, junto con el apoyo de la Defensoría del Pueblo, para que no cesen las transmisiones deportivas de Flandria. Para muchos lujanenses, estos eventos resultan indispensables para seguir disfrutando del fútbol, tanto en el aire, como desde su valiosa retransmisión en el portal de internet. Y, tal vez, su reclamo sea el puntapié inicial para enfrentar al entramado de las privatizaciones que avasallan a las apuestas alternativas sin fines de lucro.

Romina Fernández y Alejandro Schiaffino trabajan frente a varias pantallas.

Desde Pares TV intentan transmitir los partidos del equipo de fútbol local.

 

El arte de irrumpir

El arte de irrumpir

Viernes, mediados de diciembre, y no hay sombra de árbol que pueda contra el calor de las cinco de la tarde sobre Plaza de Mayo. A metros de la Pirámide una joven guía turística es rodeada por una veintena de extranjeros que escuchan su limpio inglés bilingüe, a excepción de palabras que menciona en español, lento y fuerte. “Desaparecidos” y “forzada” son algunas de ellas. Frente al Cabildo, un grupo de personas vestidas de negro camina a pasos sincronizados y cruza la calle hacia la Pirámide. Son atraídas por el ruido de tambores hechos con baldes de pintura, golpeados por cuatro personas con gorras. La multitud negra avanza y se detiene frente a los baldes, junto a los que hay cuatro bicicletas al revés. Un tercio de Plaza de Mayo se colma de curiosos y las bicicletas comienzan a sonar como la cadena de una filosa y pesada máquina. Detrás, se aproxima otro grupo de mujeres jóvenes vestidas con remeras rojas y amarillas que contrastan a los presentes. Los colores de ellas, sus corridas, bailes y saltos llaman la atención: la escena altera el orden cotidiano. Un joven con mochila se mueve entre el público y reparte papeles con frases: “Antón Pirulero dice… si usted es ciudadano modelo, paga sus impuestos, cree en los noticieros, vive en barrio céntrico, usa tarjeta de crédito, viste como es correcto, atiende su juego…quédese tranquilo, a usted la máquina no lo desaparecerá”.

Fin de UN mundO (FUNO) es un colectivo artístico autoconvocado que irrumpe de manera esporádica y disruptiva en la vía pública desde hace más de cinco años. Con la intención de hacer arte encarnado en la expresividad de los cuerpos, el lenguaje poético deja de ser abstracto a partir de intervenciones con una mirada crítica sobre los hechos sociopolíticos del país. Quiénes conforman la agrupación es algo cambiante, según la respuesta en la convocatoria de cada intervención. El nombre de esta agrupación está relacionado con que su primera acción fue realizada el 12 de octubre de 2012 en Buenos Aires: se llamó “10/52” (o diez veces 52) debido a los 520 años de la llegada de los españoles a América, con el consecuente fin de un mundo. Pero además, esa primera aparición del colectivo tenía la base en un texto poético de Liliana Bodoc, “La saga de los confines”, inspirado en los tiempos en que América aún no había sido conquistada.

Para esta intervención, llamada “La máquina de desaparecer”, el colectivo precisó de la colaboración de cien personas para lograr una puesta en escena en Plaza de Mayo. “Buscamos dar cuenta de la complejidad de la máquina, de los que cumplen un papel fundamental y de la no implicancia de las personas que a su vez lo sostienen”, aclara Carolina, una de las participantes. Bajo el lema “transformar la ausencia en presencia”, la postura crítica de FUNO se visualiza una vez más, como todos los 24 de marzo desde 2013, en cada marcha por el Día de la Memoria.

Carolina es integrante desde los inicios de FUNO. Forma parte del “círculo de música”, pero además es colaboradora dentro de “Sincro”. “Sincro” es el nombre con el que dentro del colectivo se dialoga y organiza con los demás sectores (círculos) especializados, como los encargados de la  vestimenta, las redes sociales y la producción audiovisual, entre otros. Cada integrante trabaja desde su aporte personal, en cada círculo, pero la labor final de sus numerosos integrantes es mancomunada. “Nosotros damos pinceladas eligiendo lo simbólico –afirma Carolina– porque asumimos que hay otros grupos u organizaciones sociales que desde lo político y lo económico en algunos casos describen y accionan. La particularidad de FUNO es ser un colectivo artístico, pero que además tiene tintes políticos”. Resalta, además, con convicción la convocatoria de personas con diferentes posturas ideológicas, que sin embargo tienen en común un mismo objetivo: la construcción de un nuevo mundo.

Simbólico hasta en los nombres para organizarse, las acciones se apoyan y refuerzan en el cuestionamiento y las preguntas antes que por las respuestas. Las intervenciones callejeras en diferentes espacios públicos de Buenos Aires han caracterizado a Fin de UN mundO desde sus primeros interrogantes, como lo fueron sus anteriores propuestas críticas a la gestión PRO, en base a los “Prombies”. Aquella mezcla de zombis con insignias del PRO resultó muy elocuente en sus apariciones en el subterráneo de Capital Federal, a la vez que logró un vaivén de tensiones con las personas que se cruzaron. Para Carolina, esa ambivalencia en las respuestas es un eje fundamental: “No hay una sola forma de caracterizar el polo de entender y no entender, hay matices. Sin embargo, en esa tensión hay una postura crítica, y el rechazo muchas veces es lo que da más preguntas”.

Josefina, al igual que otros muchos, no puede encasillarse como parte de algún círculo específico dentro de FUNO, a pesar de su larga trayectoria en el colectivo. Si bien se identifica con su labor en “Sincro”, ella acude a la necesidad que surja para cada intervención. Remarca la importancia del nivel de reflexión que genera una intervención artística frente al consumo de los contenidos mediáticos. “Algunos toman lo que consumen como lo que en realidad sucede y los cuestionamientos que buscamos son una manera de construcción que no genere personalismos, verticalidad y liderazgos. Se forma por ensayo y error”.  Josefina no se relaja, y entiende sus actos desde un punto de vista pedagógico y sincero. “Elegimos esto –dice- por pura convicción, sin necesidad de rédito económico. Eso nos da poder y somos sinceros en la búsqueda, a partir de la participación colectiva”.

El 90% de quienes integran Fin de UN mundO son mujeres. Tal es el aumento de la presencia femenina, que ha crecido para denominarse “FUNA” y participar en el Encuentros Nacional de Mujeres realizado en Chaco. La labor femenina incluye una franja etaria extensa. “Después de la participación en Chaco – agrega Josefina – surgió la necesidad del desarrollo de  una parte del colectivo en clave femenina, con acciones específicas creadas desde FUNA”.

En octubre de 2017 Fin de UN mundO cumplió apenas cinco años y sus integrantes expresan su felicidad con más trabajo y propuestas a futuro. Y es que para la concreción, se necesita del acompañamiento y de la convocatoria que siempre ha caracterizado a un colectivo en clave artística, pero no por eso los ensayos dejan de ser estrictos. La organización a partir de redes sociales y una comunicación acotada, han llevado a que la agrupación se encuentre por fuera de lo mediático, entendiéndose como alternativo. De esta forma, el colectivo se ha reforzado así mismo año tras año, generando aún más adeptos y promulgando interrogantes en las calles.

Y en ese sentido, donde la crítica, el arte y la danza son las herramientas de reflexión, la proclamación del fin de un mundo es algo pareciera no tener fin.

En Plaza de Mayo, pleno diciembre, el calor no cesa, y las gotas de sudor sobre las remeras rojas y amarillas de ellas tampoco. Ellas hicieron frente a la fuerza de la máquina, y ahora se retiran lentamente doloridas en dirección al norte. Luego de un breve silencio, una gorra roja en el piso es la última imagen de un joven de baja estatura que desapareció entre el tumulto. La maquinaria de hombres y mujeres de negro se lo llevó.Y con él, los aplausos de un público lleno de incertidumbre que de a poco se diluyó.

 

Actualizado 26/12/2017

Las Abuelas lo hicieron una vez más

Las Abuelas lo hicieron una vez más

La algarabía una vez más en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo. En el barrio de Monserrat, este último martes al mediodía, los aplausos y las lágrimas no se hicieron esperar en un ambiente de respeto y emoción, cuando en el salón de conferencias la presidenta de la entidad, Estela de Carlotto, anunció el encuentro de una nueva nieta, la 126: “Le ponemos un número para que nos llene el corazón de crecimiento –sostuvo sonriente-. Esto es especial. Nos hemos encontrado con una mujer íntegra que recupera toda una historia”.

Adriana, nieta restituida número 126, abrazada a su tía Silvia

“Recibí un llamado de la CONADI y ahí me enteré de la feliz noticia. Se me completó la vida”, declaró Adriana.

La historia reconstruida es la de Adriana, hija de Violeta Graciela Ortolani y Edgardo Roberto Garnier, desaparecidos en la última dictadura cívico-militar. Es abogada, y nació en enero de 1977 durante el cautiverio de su madre. Su abuela, Blanca Díaz de Garnier, es oriunda de Concepción del Uruguay, al igual que su padre. “No esperaba tener esta alegría. Veía recuperar a otros nietos y me decía ‘a mí nunca me toca´. Más gozo no puedo pedir”, declaró Blanca, quien a sus 86 años y a pesar de no haber podido estar presente en la conferencia, sí pudo comunicarse telefónicamente con su nieta restituida.  

Adriana contó que en cuanto se enteró de que no era hija biológica de sus padres, al poco tiempo acudió a Abuelas para saber si su identidad se vinculaba a desaparecidos, debido a su fecha de nacimiento en plena dictadura militar. Desde la entidad fue luego derivada a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), con el fin de poder completar su documentación y realizar el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

Su partida de nacimiento falsa fue firmada por la médica Juana Franevich, quien ya había falsificado las partidas de otros tres nietos recientemente recuperados. “Recibí un llamado de la CONADI este lunes y ahí me enteré de la feliz noticia de la que ya todos saben. Se me completó la vida”, declaró Adriana en rueda de prensa, acompañada por un gran número de familiares de sus padres, además de compañeros de militancia, e integrantes históricas de Abuelas de Plaza de Mayo. “Con 40 años, nunca se me cruzó la posibilidad de volver a decir abuela”, agregó emocionada.

Estela de Carlotto junto a Adriana, nieta recuperada número 126, y familiares durante la conferencia de prensa.

«Nos hemos encontrado con una mujer íntegra que recupera toda una historia”, dijo Estela de Carlotto.

Su padre, Edgardo Roberto Garnier, nació el 7 de agosto de 1955 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Simpatizante de Independiente, inquieto y curioso, fue a la escuela Nº1 Nicolás Avellaneda, y a los 17 años ingresó en la Universidad de la Plata para estudiar Ingeniería Electromecánica. “Ya de niño era muy ingenioso: desarmó y volvió a armar su primera bicicleta”, contó Estela de Carlotto en el comunicado de la conferencia de Abuelas. Edgardo militó en la JP, y conoció a su futura esposa, Violeta, militando en el Fondo de Apoyo de la Educación Pública (FAEP); luego ambos militaron en la agrupación Montoneros. Sus compañeros de militancia llamaban “La Viole”, a Violeta, y “La vieja Bordolino” o “El viejo” a Edgardo.

Violeta Graciela Ortolani nació el 11 de octubre de 1953 en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, a los tres años su madre falleció, por lo que fue criada por una tía en Bolívar. La joven, católica practicante, era charlatana y vivaz. Obtuvo una beca y también viajó a La Plata para estudiar Ingeniería Química, mientras paralelamente trabajaba como mucama en el Hospital de Niños. Además de haber militado junto con Edgardo, Violeta también militó en la Juventud Peronista. Años después y embarazada de tres meses, se casó con Edgardo el 7 de agosto de 1976 en una celebración llevada a cabo en Bolívar. Pensaron llamar Vanesa al bebé si llegase a ser nena, y Enrique o Marcos en caso de que fuese varón.

Violeta fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976 en el Barrio La Granja, La Plata. Ella estaba embarazada de ocho meses cuando sucedió. A partir de ese momento, Edgardo emprendió una larga búsqueda y llegada la fecha próxima al parto, culminó despidiéndose y sosteniendo que iba a buscar a su hijo. Finalmente, fue secuestrado el 8 de febrero de 1977 en La Plata. Luego de los sucesos, no se supo más nada de la pareja ni se tuvo alguna prueba fidedigna del bebé que esperaban.

Adriana, junto a su abuela y familiares, sosteniendo imagenes de sus padres Violeta Ortolani y Edgardo Garnier.

«Edgardo y Violeta están acá. Ellos son quienes causaron todas estas lágrimas de enorme alegría”, dijo Silvia Garnier, tía de Adriana.

Empero, la búsqueda de sus familiares nunca cesó y las denuncias fueron rápidamente tomadas en Abuelas de Plaza de Mayo. A ellos se les sumó la valentía de Adriana para buscar respuestas, aún luego de haber vivido casi toda una vida repleta de incógnitas e incertidumbres, sabiendo que podría ser de ayuda para quienes hayan vivido situaciones similares. “Si mi testimonio – comentó Adriana- puede ayudarles a dar algún empujoncito a quienes tienen alguna duda sobre su identidad, bueno, para ellos lo hago. Primero comparto mi felicidad con todos ustedes, y después si puedo ayudar, bienvenido sea”.

La postal en la conferencia en la sede de Virrey Cevallos fue la de Adriana acompañada de numerosas personas. Entre ellas se encontraba su tía Silvia Garnier, quien declaró al borde constante de las lágrimas: “La responsabilidad de todos nosotros es saber que mientras nosotros estemos, ellas -en referencia a Abuelas- van a estar. Y también Edgardo y Violeta están acá. Ellos son quienes causaron todas estas lágrimas de enorme alegría”, agregó la tía de Adriana, a quien abrazó fuertemente.

Además de familiares y compañeros de militancia de los padres, Adriana estuvo acompañada y asesorada por el Secretario Ejecutivo de la CONADI, Manuel Gonçalves Granada. En diálogo con ANCCOM, Gonçalves resaltó: “Estos encuentros no hacen más que demostrar que hay que seguir trabajando con la verdad. Todos los niños robados durante la dictadura, adultos cercanos a los 40 años, tienen derecho a saber su identidad, al igual que las familias que los esperan. A partir de ahí, ambos tendrán un hermoso camino por recorrer, junto a la verdad y en vínculos que no deberían haberse roto nunca”.

Estela de Carlotto junto a Adiana, nieta recuperada, su abuela Blanca Díaz de Garnier y familiares en la conferencia de prensa de Abuelas de Plaza de Mayo. Todos en la foto estan con las manos levantadas.

“Estos encuentros no hacen más que demostrar que hay que seguir trabajando con la verdad», declaró Manuel Gonçalves Granada, Secretario Ejecutivo de la CONADI.

Sobre el final de la jornada los cánticos sobre verdad, memoria y justicia por los desaparecidos en democracia se hicieron eco en todo el recinto, al compás de un respetuoso silencio y aplausos al unísono. Medios avasallantes desmantelaron el lugar haciendo a un lado sus incómodas cámaras, y el barullo periodístico se hizo sonar. Sin embargo, la noticia del encuentro de la nieta 126, condecoró una feliz jornada que concluyó en la quinta nieta recuperada en lo que va del año, y un nuevo desafío para quienes hayan sido interpelados por las transparentes y sentidas palabras de Adriana y sus familiares: su lucha y las de Abuelas en favor de la identidad.

Como dijo Adriana, una prueba más de que el amor vence al odio.

Actualizado 06/12/2017