Postales del Encuentro

Postales del Encuentro

>>>>>En el cierre del Encuentro Nacional de Mujeres, Julieta Leal pidió subir al escenario respetuosamente, sin mucho alarde, y mientras todas nos estábamos yendo dijo: “Quisiera que me escuchen les juro que esto es real. Cuando vaya a Tucumán no sé con qué me voy a encontrar. No quiero ser ‘ni una menos’. Quiero llegar al periodismo de Buenos Aires. Yo estuve encerrada sin derecho a comer. Yo soy de Tucumán. Tengo cinco hijos. Ya hice millones de denuncias, pero tengo que empezar a desnudar esta historia: más de una vez mi ex pareja, policía penitenciario de la Federal, me ha intentado matar. El nombre de él es Martin Miguel Altieri. Yo quiero vivir. El Partido Obrero me trajo al Encuentro. No tengo nada. No tengo un peso. Él y su pareja actual, Graciela Hussein,  me quemaron todo lo que tenía. Gracias por escucharme. ¡Por ser mujer! No una bandera”.

Julieta Leal en la marcha.


>>>>>Mi nombre es Jazmín, vine desde la Avellaneda, soy una mujer trans. Participé del taller ‘Mujeres en situación de prostitución’, ahí todas llegamos a la conclusión de que la prostitución no es un trabajo y estamos a favor del abolicionismo. Este es mi tercer Encuentro. Siempre vengo con la Universidad de Avellaneda. Otros años fui a talleres de mujeres trans pero ya me siento como capaz de poder ir a otros talleres. Yo me prostituí diez años, y fue porque no teníamos los derechos que hoy nos dio la Presidenta, que tanto se la critica y se le falta el respeto.


>>>>>En la Universidad de Avellaneda trabajamos como secretarias. Participamos de temas de género y de paso hago el Plan FINES para terminar la secundaria. Esa es una problemática grave: el cupo laboral trans. Es necesario tener secundario y muchas compañeras trans no lo tienen. Pero se puede. Yo pisé fondo, por eso me moviliza mucho venir acá, reconozco que fui hombre pero yo hoy me siento plenamente mujer, frágil, sensible, una chica como las demás.

Mujeres trans previo a la marcha en plaza Mitre.

Mujeres trans previo a la marcha en plaza Mitre.


>>>>>Mi nombre es Anabella Blanco. También soy una chica trans. Terminé la primaria el año pasado. Trabajo en la Universidad de Avellaneda y si Dios quiere el año que viene me voy a sumar para hacer la secundaria. Gracias a los derechos que nos dieron pude salir de la prostitución. Antes nosotras no éramos conscientes de todos los derechos que teníamos. A nosotras nos matan, nos lastiman y me moviliza reconocer que tengo derechos.

>>>>>Las postulantes a conductoras del tren Sarmiento también participaron en el XXXENM dirigidas por la candidata a Diputada por el Frente de izquierda, Mónica Schlotthauer. Fueron a los talleres “Mujer y trabajo” y “Mujer y organización sindical”. El viernes 16 de octubre a las 11 habrá una audiencia en el INADI en la que participarán las postulantes, la gerencia de recursos humanos de SOFSE y representantes de La Fraternidad por la denuncia sobre discriminación laboral presentada por las ferroviarias.La Fraternidad convocó semanas atrás a la inscripción de “aspirantes/as” a la carrera de conducción. Las ferroviarias fueron al XXXENM para escuchar a compañeras de otros sindicatos pero también para proponerles que las acompañen a la audiencia en señal de apoyo del movimiento de mujeres.

Actualización 14/10/2015

Durax, toda la vida

Durax, toda la vida

“Me parece un caso muy interesante de los trabajadores que se pusieron al hombro la recuperación de la fábrica”, explicó el candidato a Presidente Daniel Scioli a ANCCOM sobre la ex Cristalux.  La experiencia fue elegida por el gobernador bonaerense Daniel Scioli para realizar su tesis de grado de la Licenciatura de Comercialización en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). En la fábrica desconocían que dicha tesis estaba en proceso. Antonio Bucci, gerente general de la cooperativa, se enteró el mismo día de la presentación por un llamado telefónico del propio Scioli: “Me comentó toda la información que tenía, estaba muy bien informado de algunas cuestiones y me preguntó si había algo más que agregar. Le conté del nuevo proyecto que tenemos en marcha, una máquina que vamos a recibir en diciembre, la estamos comprando de Italia para fabricar frascos. Es un producto distinto, con las mismas características de la vajilla, a precio razonable y con la mejor calidad. Seguramente vamos a tener éxito y le vamos a servir al mercado”, detalló Bucci. Scioli, además, visitó la fábrica el pasado 17 de octubre de 2014. “Quizás algo de lo que vio o de lo que le comentaron los funcionaron lo motivaron para desarrollar la tesis”, agregó Bucci.

La vajilla Durax es un ícono de la industria nacional y hoy sigue en pie gracias a los trabajadores que sin certezas de éxito pero tomando como bandera el eslogan de la marca, apostaron con sus cuerpos por la recuperación de una fábrica que había sido saqueada, producto de la decadencia de los años ‘90. En 2002, luego de una vigilia de dos meses en carpa y a partir de la expropiación por parte de la provincia de Buenos Aires, formaron la Cooperativa Cristal Avellaneda, ejemplo de lucha y reconstrucción que hoy continúa viva y en constante crecimiento.

Hace dos años, la cooperativa también había participado de un proyecto de la Gobernación de Buenos Aires que se llamó Experiencia Exportadora. Junto a otras nueve empresas, recibieron ayuda profesional para armar un departamento de exportación: “Le pusimos mucha garra, mucho empuje –enfatizó Bucci–. Aceptamos todas las sugerencias del profesional para hacer las modificaciones aconsejadas. Viajamos, ofrecimos, insistimos. Hoy estamos exportando activamente a Uruguay y Paraguay, y en diálogo con la gente de Bolivia”.

Otro impulso importante para el crecimiento de la fábrica fue la sustitución de importaciones que establece un porcentaje de compra nacional. Empresas grandes se acercaron a Durax para cumplir con esta obligación. “Nos utilizaban, éramos su pasaporte para poder importar. Nosotros que podíamos abusar de esa situación, hicimos todo lo contrario, tratamos de afianzar un vínculo para que les sirva el negocio como negocio. Y hoy siguen con nosotros”, explicó Bucci.

 

Osvaldo Donato, asociado de la  Cooperativa de trabajo.

Osvaldo Donato, asociado de la Cooperativa de trabajo.

Hasta el ruido se habían llevado”

Osvaldo Donato, secretario de la cooperativa, entró a Cristalux en 1979 cuando había 2.200 obreros trabajando, cuatro hornos y una docena de máquinas en funcionamiento. Lejos estaban esas épocas de esplendor cuando, en 1999, se decretó la quiebra y 600 personas quedaron sin trabajo.

Durante los dos años que estuvo abandonada, la fábrica fue completamente saqueada. “Los vecinos nos avisaron de los supuestos saqueos pero nosotros no podíamos saber si era verdad o no”, contó Donato. Los obreros decidieron instalar un campamento en el portón del frente del edificio, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen al 2008 en la ciudad de Avellaneda. En la carpa estuvieron desde el 25 de mayo hasta el 19 de julio de 2002 (“a las cinco menos cuarto”, recordó Donato) cuando se otorgó la tenencia del predio a la Cooperativa Cristal Avellaneda. “Cuando ingresamos, hasta el ruido se habían llevado –graficó Donato casi gritando sobre el ruido actual de la fábrica–. Este ruidaje siempre fue parte nuestro, lo teníamos como camiseta”.

Las imágenes de ese momento, que pueden verse en un DVD editado por la cooperativa en 2010, son desoladoras. Una voz en off, notoriamente dolida, relata los faltantes y los destrozos con los que se va topando mientras recorre el edificio con una cámara en mano. Las máquinas estaban rotas, se habían robado las herramientas, los motores; los bancos de trabajo estaban destruidos. “Los trabajadores pasaron de la alegría de la posibilidad de ingresar a su lugar de trabajo a la desazón de ver en qué condiciones estaba todo. Les habían sacado el estaño, el cobre, el bronce, todo lo valioso que encontraron lo sacaron y lo que no sacaron lo destrozaron. Fueron saqueos dañinos”, resumió Bucci.

 

Fueron 200 los obreros que participaron del primer ingreso pero, luego de ver el estado de destrucción y saqueo, sólo 40 obreros continuaron con el proceso de resistencia. “Acá los inicios fueron muy bravos. Teníamos la fábrica hecha pedazos y un país hecho pedazos”, recordó con tristeza Donato y contó anécdotas propias de cuando salían a “manguear” y no les creían que “semejante fábrica” no estaba funcionado, e historias de compañeros que simulaban ser vendedores ambulantes para viajar en tren sin pagar.

“Mucha gente dice que fue arrancar de cero o de menos diez pero fue mucho más abajo. Las mujeres estaban incansablemente picando porque el vidrio se pega al bloque y lo tenían que dejar liso”, contó Donato. Lo que tenían que dejar en condiciones eran bloques de las paredes del horno para reutilizarlos porque estaba arruinado. “Cerrar los grifos del gas es destruir los hornos. Los hornos funden a 1550 grados de temperatura y tanto el encendido como el apagado tienen que ser muy paulatinos, a través de los días, porque los ladrillos que lo forman no soportan un cambio de temperatura tan brusco. Ellos cerraron el gas con toda la materia prima adentro. Como se dice en la jerga, se congeló el vidrio adentro del horno y quedó inutilizado”, explicó Bucci.

Primero construyeron varios hornos chicos con los materiales reciclables de los hornos viejos, así trabajaron el vidrio de forma artesanal para juntar algo de plata vendiendo adornos. En 2005 consiguieron armar un horno de 32 toneladas y dos líneas de fabricación automática para fabricar platos y vasos. Pero se empezó a deteriorar y tuvieron que volver a los hornos más chicos, mientras acumulaban deudas cada vez más grandes.

El horno es el corazón vital de toda fábrica de vidrio. Los trabajadores pusieron el cuerpo para recuperarlo y defenderlo. En algún caso, incluso, llegaron a amenazar con prenderse fuego. Pero, independientemente de las deudas con Metrogas, la planta era insegura porque la precaria instalación de gas estaba llena de pérdidas y el servicio fue cortado por precaución.

En un acto en el año 2009 y durante un descuido de la custodia, Osvaldo Donato logró acercarse a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner para decirle: “Presidenta, somos la gente de Durax, necesitamos ayuda, se nos cae la fábrica a pedazos”, mientras la tomaba del brazo. “Se me salía el corazón por la boca –recordó el secretario de la cooperativa–. Son palabras que no me voy a olvidar. La presidenta ya nos conocía porque había estado con nosotros en la exposición de Fábricas Recuperadas en 2008. ¡Gracias a Dios se acordó!”. De esta manera, los obreros consiguieron una cita con Guillermo Moreno, el entonces secretario de Comercio Interior. A partir de esa reunión, se organizó un gerenciamiento encabezado por Antonio Bucci. “Lo que noté desde el primer día en que empecé a caminar la fábrica es que había una necesidad y unas ganas de no quedarse sin trabajo. Yo contaba con esa ventaja enorme de las ganas de salir adelante de la gente y nos pusimos a trabajar. Fue fundamental la ayuda de Moreno en ese momento, que nos abrió la puerta para negociar con Metrogas el tema de la deuda”, contó Bucci quien, una vez cumplido el ordenamiento principal, eligió quedarse en la cooperativa al tiempo que se incorporó un equipo de profesionales para fortalecer el área de administración – la licenciada Cora Pena, el contador Jesús Barral Sánchez-. “Se quedaron en una fábrica que todavía estaba hecha pedazos, no es que estaba funcionando. Siempre digo la misma frase: se cargaron una fábrica al hombro”, destacó Donato.

Volver al origen

Cuando el único servicio que tenían era una canilla de agua, Amalia fue una de las cocineras que hacía magia en una olla grande que les habían prestado. Con lo poco que iban consiguiendo, sobrantes de carnes, bolsones de verduras y pan duro que recalentaban, fueron sobrellevando los peores momentos. “Ella era una de las cocineras –contó Donato–, estaba colorada porque se quemaban para que nosotros pudiéramos comer, rescatábamos lo que sea. Nos cagamos de hambre, de frío… Me saco el sombrero varias veces mientras respire y esté de pie por todo lo que se hizo acá”.

Amalia hace 32 años que trabaja en la fábrica: “Me siento orgullosa por lo que hicimos y le agradezco a mi familia que me apoyó muchísimo”, dijo con una sonrisa. Hoy ella arma las cajas que rezan “Hecho en Argentina” mientras de la comida se encarga Lucas, un cocinero que hasta abril estuvo trabajando en España y ahora organiza el menú semanal de la cooperativa: un almuerzo y una cena nutricionalmente equilibrados, que se sirven cada día en platos y vasos Durax.

Un desafío actual de la gerencia es no perder ese espíritu que los caracterizó: “Sobre todo al comienzo, se vivió el verdadero sentido de la palabra cooperativismo. Cuando el hombre se encuentra herido, vulnerable, es cuando más se abraza al resto para hacer un frente común al problema. Hoy en día nuestro principal objetivo es tratar de rescatar esa esencia. Por eso el nombre del comedor: ‘Volver al origen’ –explicó Bucci–. Hoy el comedor tiene dos plasmas, pero me gustaría recuperar la mística de cuando había una olla y lo poquito que había se compartía. El ser humano, a medida que va solucionando los problemas, se torna más individualista y egoísta. Se hace a veces difícil concientizar y no perder de vista cuales son los objetivos”.

Cooperativa de trabajo Cristal Avellaneda (Durax).

Cooperativa de trabajo Cristal Avellaneda (Durax).

En el momento de la quiebra fue difícil reinsertarse, el oficio del trabajador de vidrio es muy específico. Los obreros más calificados tuvieron mayores posibilidades de inserción en otras fábricas. En este sentido, es interesante observar que, en muchos casos, esas personas están volviendo de a poco a Durax. “Reincorporamos a Félix que se había formado en la época de Cristalux. Nunca había participado en la cooperativa pero es una de las personas que más saben de vidrio en Argentina y hoy está feliz de estar con nosotros”, señaló Bucci. O el caso de Daniel Canosa, que trabajó diez años en Cristalux, cuando quebró estuvo trabajando en empresas multinacionales y desde hace tres años volvió para desempeñarse como coordinador de Calidad. “Cuando yo me fui la fábrica estaba caminando bien. Y uno se emociona mucho por lo que era la fábrica y cómo la encontró después. Cuando todavía uno recorre algunos rincones de la fábrica da mucha pena. Cuando llegué, lo que ahora es mi oficina estaba llena de gatos, de mugre, toda derrumbada. Y hoy hay cuatro computadoras, microscopios, sala de ensayos. No había nada y hoy ver todo eso armado da mucha alegría”, detalló Canosa visiblemente emocionado.

Y es que la profesionalización del oficio y el compromiso con un proyecto que fuera más allá de la productividad debieron ir de la mano en este camino de recuperación. Mientras Bucci subrayó el importante crecimiento de la cooperativa, Donato rescató la libertad con la que van a trabajar y el amor por la camiseta: “En un momento donde las empresas crecen poco, nosotros estamos creciendo enormemente, porque no tenemos la especulación que existe en una empresa de capital donde el dueño regula todo”.

Recorrer la planta de la cooperativa Cristal Avellaneda es descubrir una historia de esfuerzo compartido que se esconde detrás de cada vaso y plato de vidrio. La emoción está a flor de piel en las paredes de una fábrica que está viva gracias a los trabajadores que decidieron hacerle frente a las leyes más violentas del mercado neoliberal de los ´90. Allí donde se intentaron saquear capitales y esperanzas y romper los lazos sociales es donde comienza la reconstrucción de un tejido que se apoya en la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad.

Retazos de memoria

Retazos de memoria

La parte por el todo es la última película documental de Andrés Martínez Cantó, Santiago Nacif Cabrera y Roberto Persano, que narra la historia de los espacios que funcionaron como maternidades dentro de los Centros Clandestinos de Detención durante la dictadura cívico militar de 1976. Allí nacieron cientos de niños y niñas que luego  fueron apropiados, 117 ya han sido restituidos por Abuelas de Plaza de Mayo, pero muchos de ellos aún viven bajo una identidad falseada.

Con la presencia de uno de los nietos restituidos y protagonista de la película, Guillermo Pérez Roisinblit, y su abuela, la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit de 96 años, entre otras importantes personalidades, la película se estrenó, el 8 de octubre último en el Cine Gaumont – Espacio INCAA, después de cuatro años de ardua labor.

El documental trata de reconstruir pedazos de la historia reciente, a través de distintos elementos que quedan en el presente: grietas, puertas oxidadas, moho, paredes que se deshacen en el tiempo. Las palabras de los nietos son acompañadas por animaciones en vivo, que tratan de completar los espacios en blanco de sus voces, representando a la dictadura con las garras afiladas de aves rapaces.

Santiago Nacif Cabrera, uno de los directores, contó a ANCCOM cómo nació la idea del documental que hace foco en el tema de las maternidades clandestinas, algo novedoso en películas que abordan la apropiación por parte del terrorismo de Estado: “Surge a partir de una investigación escrita que había hecho la filial de La Plata de Abuelas de Plaza de Mayo, sobre lo que se conoce como el ‘Circuito Camps’ de maternidades clandestinas dentro de la Provincia de Buenos Aires”. Ese trabajo de investigación escrito fue ampliado por los directores a otros Centros Clandestinos de Detención que habían funcionado como maternidades, como la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el Hospital Militar de Campo de Mayo y el Pozo de Banfield. “A partir del testimonio de nietos recuperados por Abuelas, que nacieron en esos centros clandestinos durante el cautiverio de sus madres, vamos construyendo el relato”, explicó Nacif.

Santiago Nacif Cabrera y Guillermo Perez Roisinlbit, presentaron su documental: "La parte por el todo".

Santiago Nacif Cabrera y Roberto Persano, presentaron el documental: «La parte por el todo».

Guillermo Pérez Roisinblit habla en el documental sobre el valor de los relatos formulados por los sobrevivientes, como el de la periodista Miriam Lewin: “Son retazos de memoria de los demás, con los que voy haciendo la propia historia de mis viejos”, sintetiza. Y es a través de esos pedazos que la película trata de reconstruir la historia dispersa del horror, acompañada con la música -compuesta especialmente para la ocasión- de la cantautora de folclore y ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi.

“Me parece que el trabajo está muy bien realizado, les demandó cuatro años desde que arrancaron con las primeras entrevistas. No todos los documentales o no todas las investigaciones plasman específicamente lo que fueron las maternidades clandestinas y, además, sin caer en el simplismo y la morbosidad. Es un producto que está hecho con bastante cuidado, con mucho cariño y respeto”, apuntó Pérez Roisinblit en diálogo con ANCCOM. También subrayó el carácter movilizador de la película: “Me di cuenta que aparecemos conteniendo lágrimas o después de haber largado muchas; no me había detenido a observar que me emociono tanto en distintos pasajes de mi historia. Por eso decía lo cuidada que está la película, no cae en lugares comunes, no apela a que estemos llorando para filmar esa situación. Lo que más me queda es el testimonio de Belén (Altamiranda Taranto) del momento en que es arrancada de su madre y su mamá no tiene ni la posibilidad de saber si era varón o nena”.

Roberto Persano, Guillermo Pérez Roisinblit y Santiago Nacif Cabrera en la Ex Esma.

Roberto Persano, Guillermo Perz Roisinblit y Santiago Nacif Cabrera en la Ex Esma.

Pérez Roisinblit resaltó, además, el trabajo realizado durante estos casi 38 años de lucha de las Abuelas, que llevó a juicio a los responsables del plan sistemático de apropiación de bebés: “La justicia argentina tardó dieciséis años desde que se presenta la denuncia hasta que salió la sentencia. La verdad es que estas ‘viejas’ aprendieron un montón de cosas siendo muy grandes y en la adversidad. Aprendieron de genética, de recursos jurídicos, de leyes, aprendieron a hablar en los organismos internacionales, se construyeron ellas solas y llegaron a todo el mundo”.

El nieto recuperado destacó también las partes del documental en las que se habla de la tercera generación, la de sus propios hijos.“Yo no pude terminar de disfrutar plenamente el nacimiento de mi hija -reconoce- porque estaba lamentando que mi papá no tuvo la oportunidad de disfrutar de mí”.

Los otros dos nietos que le dan vida al documental son Carlos D’Elía Casco, nacido en el Pozo de Banfield y restituido por Abuelas en 1998, y Belén Altamiranda Taranto, nacida en el Hospital Militar de Campo de Mayo y restituida en 2007, ambos ausentes con aviso en el estreno por no encontrarse en la ciudad. Belén desde Córdoba, su lugar de residencia, envió unas palabras que leyó Persano, antes de iniciar la función: “Gracias por hacer visible esta terrorífica etapa de nuestro pasado. Faltan muchos hermanos que buscar, y el apuro que tenemos es que el tiempo pasa y las Abuelas se van sin poder abrazar a sus nietos”, terminó de leer el director, entre aplausos.

Otro personaje central en la historia, también presente en la sala el día del estreno, es la jueza María del Carmen Roqueta, presidenta del tribunal que llevó adelante el proceso popularizado como juicio sobre el “Plan sistemático de apropiación de menores” que tuvo sentencia en 2012 y condenó a Jorge Rafael Videla y a otros genocidas a cincuenta años de prisión. La magistrada comentó a ANCCOM, luego del estreno: “Me gustó mucho porque me parece que es un tema bastante difícil, complejo y triste. Se pueden ver todos los distintos momentos, a las personas, a los nietos restituidos, ver que se hizo un juicio y cómo se llega al momento de memoria, verdad y justicia. La animación, además, le da otro vuelo a la película”.

La particularidad del documental es que está acompañado de animaciones realizadas en tiempo real, en el momento en que se daban los testimonios. Al respecto, el artista responsable de las ilustraciones, Maxi Bearzi contó a ANCCOM: “A medida que iba escuchando la historia de los entrevistados, automáticamente lo iba dibujando. Teníamos muchas ganas de que esto no sea postproducción, que no sea algo que se ponga después, sino de preparar las animaciones y fijar la luz en los lugares donde hubo esta parte de la historia tan oscura”.

Por su parte, Andrés Martínez Cantó, otro de los directores, dijo a ANCCOM: “Estamos muy contentos, porque a mucha gente le llegó la película. Si bien es una temática que fue abordada por diferentes discursos y por diferentes textos, hubo gente muy avezada en la temática de los derechos humanos, de la dictadura, del revisionismo sobre el pasado reciente, que descubrió cosas nuevas y eso es un poquitito lo que nosotros queríamos hacer. De alguna manera avanzar con una mirada más rigurosa sobre lo que fueron las maternidades clandestinas propiamente dichas”.

Con respecto al recorrido que hará la película luego de su estreno, su colega, Roberto Persano adelantó: “Esperamos que siga en cartel un tiempo, que se pueda divulgar en festivales argentinos y del extranjero y que sirva para trabajar la memoria, sobre todo con los pibes más jóvenes, de los secundarios, que quizás no tienen tan fresco el tema del plan sistemático. En nuestra anterior película (Nicaragua, el sueño de una generación) la verdad es que nos fue muy bien, estuvo en más de veinte festivales, así que ahora esperamos repetir. Dictaduras hubo en todo el continente, pero un plan sistemático de apropiación de menores no, está bueno quizás llevar este debate a Latinoamérica”.

Nacif Cabrera también concluyó con sus expectativas: “Esperamos que sea bien recibida por la gente, que mantenga esta lucha que emprende Abuelas de Plaza de Mayo desde hace más de 30 años y siempre con este concepto de memoria, verdad y justicia, hasta que aparezca el último nieto robado por la dictadura. Quedan todavía alrededor de cuatrocientos hombres y mujeres que todavía no conocen su verdadera identidad. Hasta que no aparezca el último seguiremos luchando”.

Actualización 14/10/2015

¿Todo va mejor con  Coca Cola?

¿Todo va mejor con Coca Cola?

A fuerza de costosas campañas de marketing, Coca-Cola ha soñado, desde sus orígenes, en mayo de 1886, que su imagen sea asociada con un mundo colorido, optimista y sin fisuras. Su última campaña publicitaria a nivel global busca convencer de que no hay problemas, por más adversos que estos parezcan, que no puedan resolverse con tan sólo destapar una botella de gaseosa, envase que por estos días se ha convertido en un objeto artístico para la compañía. Y no hay dudas de que la fórmula secreta de Atlanta sigue aumentando la felicidad (al menos la de sus dueños y sus empresas asociadas).

“Primero esperaron unos meses y comenzaron a echar a más de 40 personas, todos con familia, después centralizaron los almacenes en un depósito inteligente en el Mercado Central y sacaron a otras 40. Finalmente, en Pompeya nos echaron a 20 compañeros”, comentó uno de los despedidos.

Como parte de su política para aumentar la rentabilidad, anunciado en octubre del año pasado, la multinacional viene aplicando recortes y precarizando las condiciones laborales en forma gradual, según denuncian los trabajadores de la compañía. Durante el período comprendido desde julio de 2015 hasta la actualidad, la empresa mexicana FEMSA, franquicia distribuidora de los productos de Coca Cola,  ha sumado más de un centenar de despidos, contando los de las centrales de Monte Grande, en la provincia de Buenos Aires, y de Avenida Alcorta, en el barrio porteño de Pompeya. Los empleados que conocen bien el funcionamiento de esta última planta dan cuenta de las políticas de ajuste de la compañía.

Cristian Durán fue despedido de la factoría de Pompeya. De acuerdo con su testimonio, Coca-Cola-FEMSA, que tiene la distribución de los productos de la compañía estadounidense en Buenos Aires y alrededores,  lleva adelante una fuerte campaña de precarización laboral: “Primero esperaron unos meses y comenzaron a echar a más de 40 personas, todos con familia, después centralizaron los almacenes en un depósito inteligente en el Mercado Central y sacaron a otras 40. Finalmente, en Pompeya nos echaron a 20 compañeros”, enumeró.

Dentro de estos despedidos se encuentran trabajadores que estaban organizados sindicalmente, pugnando por evitar ceder derechos laborales y sindicales que habían sido obtenidos en 2005. Antes de esta fecha, especialmente en los noventa, las conquistas gremiales eran nulas. Ni siquiera estaba permitida la sindicalización: “Aquel que entraba debía firmar un consentimiento de desafiliación”, indicó Durán.

Gabriel Zapata también cumplía funciones en Pompeya y fue despedido. “Te echan sin causa. Como no hay motivos -porque no te enfermás, no faltás, no llegás tarde ni nada-, te ensucian el legajo diciendo que no das con el perfil que pretende la empresa a futuro. O te dicen que te ausentaste y no faltaste, o que llegaste tarde y no lo hiciste. Por eso, enseguida nos dimos cuenta de que fue persecutorio y político el asunto. Por defender derechos de la gente de planta y a los contratados”, explicó Zapata.

“Aquel que entraba debía firmar un consentimiento de desafiliación”, indicó Durán.

Gaseosas que bajan turbias

Los trabajadores denuncian que la empresa pretende mayores ritmos de producción con una plantilla en permanente reducción o subcontratada, abaratando así los costos. Durán, quien hace once años trabajaba en la embotelladora, señaló que la empresa busca tener en sus plantas la “mitad del personal contratado y la mitad efectiva”.

Antonio Fernández Carbajal integra la presidencia del consejo de administración de Coca-Cola FEMSA, que tiene a The Coca-Cola Company como uno de sus accionistas principales. En relación con el aprovechamiento que la multinacional procura de los países cuyas monedas se han devaluado (caso Colombia o Brasil), había manifestado que se estaba viviendo “una época con muertos y heridos, pero quienes nos mantengamos vivos vamos a reforzar nuestra presencia en el futuro”. También había declarado tener cierta incertidumbre sobre la rentabilidad de la economía latinoamericana. Sin embargo, de acuerdo con un informe de la Cámara de la Industria de Bebidas Sin Alcohol de la Argentina, el consumo de refrescos se incrementó un 1,6% en el primer semestre del corriente año.

Pablo Silvestri (43), cuyos padres fueron asesinados por la Triple A, fue delegado y actualmente trabaja en la planta de Avenida Alcorta. Su posición es que Coca-Cola está compensando lo que no puede ganar en todos lados con aquellos lugares donde la crisis no ha llegado: “Una multinacional como esta lo que hace es resolver el problema que tiene en una región -por ejemplo, en los países que les aumentan los impuestos- usufructuando en otra región”, detalló.

Coca Cola es una megaempresa que comercializa más de 500 marcas y 3.500 productos a escala planetaria. El operario también coincide en que los despidos responden a una persecución ideológica a integrantes de la Agrupación Marrón, cuyos miembros pertenecen o simpatizan con el Partido de Trabajadores Socialistas y el Frente de Izquierda.

Los trabajadores denuncian que la empresa pretende mayores ritmos de producción con una plantilla en permanente reducción o subcontratada, abaratando así los costos.

Sin embargo, no todos los despedidos son militantes gremiales. Para los empleados consultados, se trató de una medida de disciplinamiento. “Termina flotando la idea que, si a estos, que no se metían en nada y hacían todo sin chistar, también los rajaron, le puede tocar a cualquiera”.

Como cualquier empresa, Coca-Cola desea producir más a un menor costo. Los trabajadores consultados manifestaron que se está imponiendo una estructura de mayor control y aceleración de la producción, que comenzó a implementarse fuertemente a partir del desembarco de una administración mixta mexicana- colombiana. Esta gerencia sustituyó a los directivos locales, quienes habían sido tildados de “blandos” por sus superiores. Por su parte, los jefes argentinos ya fueron reubicados en otras empresas, según informó Zapata.

“Para introducir el llamado ‘6 x 2’ tuvieron que echar a buena cantidad de gente. Este sistema consiste en tener dos fines de semana libres cada 45 días. Ahora se está realizando esto en el sector de Llenado de Bidones de Agua”, afirmó Silvestri. Y añadió: “Han sido despedidos compañeros que justamente se oponían a este trato”. Otro ejemplo de precarización es la introducción de la política productiva a partir de metas, la cual duplicó el stock con apenas la mitad de los trabajadores.

Para los empleados consultados, el caso de los contratados merece mayor atención. En la época de aumento de la actividad, entre octubre y febrero, Coca-Cola FEMSA se ve obligada a tomar personal eventual, asegurándose así un enorme stock en depósito a un costo salarial sustancialmente más bajo. Finalizado el acuerdo (y su posible renovación) cualquier sociedad comercial posee dos alternativas: romper la relación por desvinculación o, en su defecto, efectivizar al contratado e incorporarlo a la planta permanente. No obstante, la multinacional lo que hace es tomar nuevamente a los mismos empleados, a quienes se les paga menos y se le conceden menos derechos. “De este modo, Coca-Cola está haciendo fraude laboral”, denunció Silvestri, quien asegura que lleva 23 años viendo este tipo de prácticas.

Otra de las trampas, según denuncia, reside en que a los contratados, en general jóvenes que están dando sus primeros pasos en el mercado laboral, se les obliga a realizar las mismas tareas que a un operario de planta, no sólo dándoles un salario menor sino también haciéndoles asumir los mismos riesgos. Durán señaló: “Los colocan en sectores donde van los efectivos, donde hay ciertas medidas de seguridad que se deben seguir. Los temporarios usualmente deben ser auxiliares de línea. Pero -para no colocar efectivos y darles la categoría que merecen- ponen personal tercerizado que no conoce el método ni está capacitado”.

Esta situación llegó al extremo ocho años atrás, cuando a un chico de 19 se le ordenó trabajar en una línea mecánica compleja, sin previa capacitación, en un ambiente altamente robotizado, con aparatos automatizados que requieren cierto nivel de conocimiento. De acuerdo al testimonio de los trabajadores, se introdujo en una máquina con el fin de destrabar un palo de madera que había quedado enganchado; por descuido tocó un sensor que activó una torre, y la mole de metal de inmediato bajó y lo aplastó.

Otra de las trampas, según se denuncia, reside en que a los contratados, en general jóvenes que están dando sus primeros pasos en el mercado laboral, se les obliga a realizar las mismas tareas que a un operario de planta, no sólo dándoles un salario menor sino también haciéndoles asumir los mismos riesgos.

Vacas y bebidas

Los trabajadores de Coca Cola han recibido respaldos de distintos frentes: delegaciones de obreros (entre los que se destacan los choferes de la línea 60,  petroleros de Shell, y empleados de Madigraf, entre otros), organismos de derechos humanos y  organizaciones sociales y universitarias. También de legisladores del Frente para la Victoria y del Frente de Izquierda y los Trabajadores.

El lunes 28 de septiembre, tras una manifestación en Callao y Corrientes, el Ministerio de Trabajo de la Nación convocó a una audiencia en la que no se arribó a ningún acuerdo. El martes 13  tuvo lugar una segunda mediación, con un abogado externo de la multinacional, un representante del sindicato y los funcionarios correspondientes del Ministerio. Sin embargo, se pasó a un nuevo cuarto intermedio hasta el 27 de octubre. De acuerdo con Durán, “no es más que una relativa paz en plena época de elecciones, pero no se soluciona la cuestión de fondo. Por eso vamos a seguir divulgando lo que se está haciendo”.

En contraste, del 8 al 12 de este mes, Coca-Cola celebró la creación de su botella curvilínea, con una omnipresente campaña que recorrió más de 140 naciones, iniciada este 2015. La emblemática Sociedad Rural Argentina fue el ámbito que acogió el festejo por el centenario de la contour. Cien años de un producto que día a día se envasa de a miles. Pero, por el momento, fabricada por un plantel integrado por cien operarios menos.

Actualización 14/10/2015

“Ni un pibe Menos”

“Ni un pibe Menos”

Se cumplieron 8 meses del asesinato del adolescente Roberto Autero y el miércoles 7 de octubre,  frente al Palacio de Tribunales, un grupo de personas lo recordó y exigió avances en la causa judicial que al día de hoy está paralizada.

“Robertito”, como le decían sus maestros y compañeros del Instituto Isauro Arancibia, tenía 16 años y vivía en la calle. Fue en marzo, cuando en el colegio se enteraron de la muerte del adolescente, y comenzaron la búsqueda de respuestas. A medida que empezaron a averiguar, se enteraron que un policía de la Metropolitana le había disparado un tiro en la nuca: la muerte había ocurrido el 7 de febrero, y el policía había sido Sebastián Torres. Ante la falta de acción por parte de la Justicia, los maestros y alumnos del Isauro Arancibia se pusieron al frente de la denuncia. En el camino fueron encontrando el apoyo de un gran número de legisladores, instituciones, y  agrupaciones y movimientos sociales.

El miércoles al mediodía, los educadores del Isauro Arancibia, los alumnos, y todos los que adhirieron al pedido de justicia, se agruparon en Plaza Lavalle para hacer oír el reclamo: “Ni un pibe menos”, pintaban -a través de un stencil- en carteles y remeras.

En tribunales, concentraron docentes y compañeros de Roberto Autero, quien estudiaba en el centro Isauro Arancibia y fue asesinado por la policía metropolitana en febrero de este año.

En tribunales, concentraron docentes y compañeros de Roberto Autero, quien estudiaba en el centro Isauro Arancibia y fue asesinado por la policía metropolitana en febrero de este año.

El caso de Autero no es el único. La Coordinadora Independiente Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) publicó en 2014 un informe estadístico sobre los casos de gatillo fácil conocidos públicamente en todo el país y determinó que, a esa fecha, la Policía Metropolitana ya contaba con 14 asesinatos en la Ciudad de Buenos Aires. No es novedoso para los maestros del Isauro, ni para sus compañeros –la mayoría vive en la calle y enfrenta situaciones similares– que suelen pedir que se termine “con los bancos vacíos”. Sólo como muestra, a principio de este año, en el colegio contaban con dos jóvenes internados por heridas de balas policiales. Además, según el último Informe anual sobre Derechos Humanos, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), “los jóvenes que pueblan los barrios pobres y las cárceles, quienes deberían ser los destinatarios privilegiados de un proyecto político-social que procura el crecimiento con inclusión, están sujetos a rutinas de abuso y violencia policial y penitenciaria, que afectan a las políticas inclusivas que se pretenden desarrollar”.

Tampoco resulta sorprendente que el sistema judicial “olvide” los casos de violencia institucional. Ante esa amnesia, la directora del Isauro Arancibia, Susana Reyes, remarcó en el acto frente a Tribunales que los maestros seguirán luchando por sus derechos y los de todos los chicos en situación de calle, porque ellos “para nada son invisibles”, y aseguró que “van a pedir justicia siempre”.  Enseguida, Reyes agregó: “Justamente, lo que venimos a decir a esta jueza (Silvia Ramond) es que Robertito está ocupando un lugar en nuestra escuela y en nuestros corazones”.

Ramond, jueza de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires,  es la encargada de llevar adelante la causa. A ella fueron a reclamar los manifestantes, para que realice el llamado a indagatoria de  Torres.

Silvia Ramond es la jueza de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aire encargada de llevar adelante la causa. A ella fueron a reclamar los manifestantes por la muerte de Roberto Autero de 10 años.

Silvia Ramond, jueza de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires,  es la encargada de llevar adelante la causa. A ella fueron a reclamar los manifestantes, para que realice el llamado a indagatoria de  Torres. En diálogo con ANCCOM, Reyes dijo: “La jueza no activa, no resuelve las cosas, no llamó a declarar al policía, no hizo nada de lo que tenían que hacer”.

Cuando sucedió el crimen, el policía había afirmado que Roberto estaba armado y quiso atacarlo, por lo que él le disparó de frente. Luego se confirmó que el arma de Roberto era de juguete, y la autopsia reveló que la bala había entrado por la nuca. Las coartadas de Torres no cierran, pero la justicia no avanza. O peor, aún la investigación está centrada sobre la víctima, ya que los maestros contaron que la carátula de la investigación se titulaba “Tentativa de robo”.

Durante el acto, varios legisladores enviaron su adhesión y se leyeron algunos mensajes. Alumnos de la escuela Arancibia escribieron y leyeron dedicatorias para Robertito, otros también pintaron “Justicia para Roberto” en sus remeras, y los maestros se sumaron al homenaje para recordarlo. Entre los presentes estuvieron miembros del gremio docente Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE), de ATE Capital (Asociación de Trabajadores del Estado), y algunos legisladores como Paula Penacca (Frente para la Victoria) y Pablo Ferreyra (Seamos Libres), que pronunciaron unas palabras. Ferreyra pidió a la jueza que “por favor llame a indagatoria a Torres, no hay más motivos para poner excusas”, y agregó: “Creemos que está todo a nuestro favor, porque hay algo que es irrefutable en este caso y es que el disparo entró por la nuca. Se fusiló a un pibe, y se lo fusiló por pobre”. Penacca, por su parte, aseguró que seguirá acompañando la lucha de la escuela.  “También -completó- vamos a seguir de cerca los pasos que da la Justicia, porque muchas veces frena este tipo de causas, impide que avancen y es cómplice de estas políticas que lleva adelante el gobierno macrista”.

Alumnos de la escuela Arancibia escribieron y leyeron dedicatorias para Robertito, otros también pintaron “Justicia para Roberto” en sus remeras, y los maestros se sumaron al homenaje para recordarlo.

Alumnos de la escuela Arancibia escribieron y leyeron dedicatorias para Robertito, otros también pintaron “Justicia para Roberto” en sus remeras, y los maestros se sumaron al homenaje para recordarlo.

Las Instituciones que acompañaron enviaron sus mensajes de adhesión: De parte del Programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo dijeron que “lo que necesitamos para que los pibes no delincan, para que los pibes sigan yendo a las escuelas, no es  poner más policías en las calles, no es llevar ejércitos, sino dar más educación. Poner presupuesto en educación y salud, en donde no lo está poniendo el Gobierno de la Ciudad”. Y desde el Observatorio de Derechos Humanos apoyaron la lucha del colegio Arancibia: “Todos estamos involucrados en lo que le pasó a Roberto. Nos sentimos muy inseguros con esta Policía Metropolitana que no sabe ejercer el rol del Estado, que consiste en protegernos, acompañarnos, cuidarnos y, sobre todo, velar por el futuro de nuestros jóvenes. Queremos justicia por Roberto, pero fundamentalmente que estos hechos no se repitan”. Finalmente, Susana Reyes cerró el acto e invitó a todos a sumarse al pedido de los pibes: “Sacarse la gorra y ponerse la visera”.

Actualización 14/10/2015