Por Valentina Bucca
Fotografía: Azul Andrade, Clara Pérez Colman

Organizaciones sociales, partidos de izquierda y personas autoconvocadas permanecen en una vigilia frente al Congreso para rechazar la normativa que el Gobierno de Javier Milei quiere votar junto a las bancadas aliadas. Una reforma laboral regresiva, la caída de la moratoria jubilatoria, facultades delegadas al Ejecutivo y un paquete fiscal que favorece al empresariado propone el proyecto que se votaría en la madrugada del miércoles.

La Ley de Bases volvió a entrar al Congreso, tras algunas modificaciones consensuadas con aliados del Gobierno para intentar que avance su tratamiento en Diputados. Implica otorgarle facultades delegadas al presidente Javier Milei durante un año, una reforma laboral regresiva que prorroga el período de prueba y despenaliza a los empresarios que tengan empleados en negro; también elimina la moratoria jubilatoria, permite la privatización de una decena de empresas estatales, entre otros aspectos. Además, llega atada a un paquete fiscal que habilita el blanqueo de capitales, el ingreso de grandes inversores con capitales de dudoso origen mientras que los trabajadores volverán a pagar el Impuesto a las Ganancias a la vez que disminuye la alícuota de Bienes Personales. 

Por la mañana ya se podían ver en Avenida Entre Ríos banderas, pecheras y distintas agrupaciones. «Ni una sola propuesta para combatir la pobreza. No hay libertad cuando no hay nada en la mesa», explicaba una bandera de La Garganta Poderosa. «Aerolíneas no se vende”, “¿Urgente y necesaria? La emergencia alimentaria», eran algunas de las consignas que se leían desde temprano.  

En sintonía con el clima que transita entre las nubes y el sol, la atmósfera de la calle oscila entre la preocupación y el optimismo. «Cuando tenés fechas de lucha siempre sos optimista», cuenta a ANCCOM Mónica Schlotthauer, delegada del ferrocarril Sarmiento. Y agrega: «Después de la marcha universitaria me parece que tenemos que estar todos optimistas».

Poco antes del mediodía, los diputados comenzaron a llegar al Congreso. Varios radicales e integrantes del bloque Hacemos Coalición Federal no la tuvieron fácil. Ingresaron mientras los manifestantes les gritaban traidores y bajo una lluvia de insultos.

Lo que dejó la marcha universitaria

Varias agrupaciones, destacan el valor que tuvo la marcha en defensa de la educación pública del pasado martes 23 de abril. En este mismo sentido, Ernesto, jubilado del hospital Garrahan, sostiene: «Por algo vino tanta gente y va a seguir viniendo, porque el reclamo es lo que nos queda. Como los universitarios. Tenemos que estar, porque nosotros también estudiamos y queremos que nuestros nietos también estudien».

Un trabajador de Barricada TV coincidía: «La marcha estudiantil fue muy importante para entender que sectores que han votado a este proyecto empiezan a estar un poco en línea con quienes venimos advirtiendo que este proyecto es de entrega, que está hecho para las empresas y no para los trabajadores. Eso va a dañar a la gran mayoría mientras se benefician unos pocos».

«La motosierra, si esto sale, va a tener un camino de vía libre», afirma Ileana Celotto, Secretaria General del Sindicato Docente Universitario y Preuniversitario de la UBA. «Lo que se está discutiendo en este momento en el Congreso es un ataque a los trabajadores con aspectos que tienen que ver con reforma laboral, pero también es un ataque al jubilado de hoy y también al jubilado de mañana».

A medida que transcurre la tarde, se van sumando más agrupaciones y sindicatos. Al llenarse las calles frente al Congreso se empiezan a ocupar los costados de la plaza. Siguen llegando banderas y bombos. Aunque los cánticos no están alineados, siempre se escucha algún redoblante y la charla es constante. Los policías emprenden su desfile y se instalan alrededor de los manifestantes sobre la Avenida Callao.

Trabajadores de la cultura

«La situación para nosotros, como para muchos de los trabajadores del país, es angustiante”, detalla el trabajador de Barricada TV. “Se recortó la pauta publicitaria a todos los medios y todo tipo de fomento a los medios comunitarios. Muchos de nuestros canales están con pocos meses de recursos para poder seguir existiendo. Nos parece importante no solo por lo que nos atañe a nosotros, sino a la Argentina en general, venir a manifestar nuestro repudio a este proyecto de Javier Milei».  Y agrega: «La comunicación y los medios comunitarios, son importantes en esta gran batalla cultural que tanto le gusta nombrar a Javier Milei. Es importante identificar que otras voces pueden seguir existiendo y están en peligro. Y por qué hay que defenderlas».

Octavio Morelli, delegado gremial de ATE en INCAA, explica: «Nosotros venimos en un plan de lucha bastante largo, desde el mes de marzo, cuando asumió Carlos Pirovano al frente del organismo. Vino a llevar adelante las políticas que ya había anunciado este Gobierno para con el sector, que es básicamente achicar el presupuesto del INCAA. Esta ley, viene a agravar esta situación que nosotros ya la tenemos».

Uno de los primeros discursos que se pronuncian en el escenario que está ubicado en la plaza, es de un integrante de la TV Pública quien explica: «Estamos acá en defensa de los medios públicos. Esta ley no es democrática. Entre otras cosas, está la privatización de nuestro querido Canal 7, que desde 1951 ininterrumpidamente ha sido un lugar de expresión y donde deben estar representadas todas las voces. Entre otras cosas, eso es lo que se perdería: la voz federal «.

«Todos somos jubilados, es cuestión de tiempo»

Ernesto, quien trabajó durante 31 años en terapia intensiva del Hospital Garrahan, cuenta: «Amo al hospital Garrahan. Los que trabajamos ahí dimos mucho para que sea lo que es. Pero es el único hospital en el país especializado en infancias. Debería haber más. Porque la atención de los niños debe ser privilegiada y no lo es hoy. Necesitamos que el pueblo empiece a tener lo que realmente se merece y no lo está teniendo con este gobierno». Ernesto, organizado con jubilados de ATE, asegura: «Queremos que haya medicación gratuita y atención como corresponde para los jubilados. Porque realmente es un costo enorme ante el salario ínfimo que tenemos», y finaliza: «Los jubilados estamos y siempre vamos a estar. Porque es nuestro deber estar. El pueblo necesita que estemos todos juntos».

Nora, es parte del plenario de trabajadores jubilados. Todos los miércoles, se reúnen con otras organizaciones de jubilados. Ni bien se enteraron de que se iba a tratar la Ley Bases, acordaron asistir a la protesta: «Nos incumbe en forma brutal, por eso decidimos volver a poner la carpa«. Afirma: «Queremos la anulación de la Ley de Bases, todo su contenido. Los súperpoderes a Milei, que nos parecen peligrosísimos. La reforma laboral, que tiene su capítulo previsional que anula la moratoria, que es el recurso de millones de trabajadores para jubilarse en un país donde más de la mitad de trabajadores está en negro o precario o le echaron de un trabajo en blanco y tiene que terminar su vida laboral en negro. La anulación de la moratoria es un ataque enorme a las mujeres. Te mandan a la PUAN, eso no es jubilación«.

«No nos pueden decir que los héroes son empresarios fugadores. Los héroes son los que mantienen los hospitales, las escuelas, los que ponemos de pie este país todos los días», sostiene con convicción la delegada del ferrocarril Sarmiento frente al micrófono.

De parte del Plenario de Trabajadores Jubilados afirman: «Se necesita la intervención del conjunto de la población para derrotar una política que nos hace retroceder 100 años. Vos fíjate que la ley jubilatoria se conquistó en 1924. A 100 años de la ley estamos peleando por los mismos puntos. Porque la ley establece un salario diferido y no un bono«.

La manifestación, seguirá frente al congreso lo que dure la tratativa de la ley. «Convocamos a todos a salir a la calle. El 23 demostramos que sí estamos todos podemos», afirma Celotto.