Por Delfina Abril Trápani
Fotografía: Gentileza Centro de Estudiantes

El incendio intencional en un instituto de formación docente del partido de San Martín se suma a la larga lista de ataques a la educación pública y a los discursos negacionistas que proliferaron en la campaña electoral.

El Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) Nº 113 de San Martín sufrió un incendio intencional el pasado miércoles 13 de septiembre, tras una serie de amenazas de tono negacionista y en contra de la educación pública. “Se trató de un atentado a la vida de personas que estaban estudiando y trabajando en la institución”, afirma la vicepresidenta del centro de estudiantes, Evelyn Palo.
Mensajes similares se encontraron semanas atrás en la Universidad de San Martín y el mes pasado en tres colegios de CABA. Pero en el ISFD 113 las amenazas se concretaron. El hecho ocurrió alrededor de las 19:30 en la sede de Cochabamba. Un estudiante vio el humo, detectó uno de los puntos de incendio, contuvo las llamas y avisó a tiempo para que se pudiera evacuar el edificio sin que nadie resultara herido.
Aunque todavía no se realizaron los peritajes, bomberos y testigos del suceso aseguraron que el fuego fue provocado adrede a partir de tres focos: uno en los tachos de reciclaje al lado de las escaleras, otro en planta baja y el tercero en un aula del primer piso. Evelyn Palo sostiene que los culpables son parte del Instituto: “Es gente de adentro, que conoce los horarios, que sabe cuándo y dónde iniciar el fuego y pegar carteles. Estuvo todo finamente calculado para que no fuera una catástrofe, pero lograron su cometido que era instaurar miedo y cerrar el instituto”. Algunas de las estudiantes que estaban allí no quieren volver a las aulas.

Hace unos tres meses, en el profesorado comenzaron a verse mensajes y pintadas en apoyo a Milei, pero luego del triunfo de La Libertad Avanza en las PASO, esos discursos recrudecieron y se tornaron en intimidaciones. “De `Milei 2023´ se pasó a tachar la cara de una Abuela de Plaza de Mayo y escribirle `Videla vive´ encima. De `Fuera la ideología de género´ se pasó a dibujar un Ford Falcon verde junto a una frase que decía `A la noche se viene. Vas a correr zurdo sorete ́”. Este último lo pegaron en la sala de profesores, según confirma la vocal del centro de estudiantes Micaela Bo, en diálogo con ANCCOM.
En el marco de los 40 años de democracia, directivos, docentes y alumnos del establecimiento, realizaron diversas actividades durante la cursada. Evelyn y Micaela creen que el avance de la derecha a nivel mundial y nacional hace que el compromiso histórico del ISFD 113 en defensa de los derechos humanos despierte la respuesta de estos grupos pro-dictadura, que actúan cada vez con más impunidad: “Es un instituto muy unido y con ideas claras. No podrían haberlo hecho de otra manera que no sea anónima, porque del otro lado iban a encontrarse con alguien que los frene”, remarca Evelyn. “El negacionismo no tiene mucho sustento, por eso la única salida que encuentran es la violencia desde el anonimato”, agrega Micaela.
Para el jueves 14 de septiembre estaba prevista una clase abierta para defender la educación pública, por eso no es casualidad que el día anterior se intentara quemar el edificio, señalan las estudiantes. El encuentro igualmente se llevó a cabo, pero con el objetivo de denunciar el atentado.

“No nos van a callar”
El lunes 18 de septiembre, las secretarías de Derechos Humanos y de Formación Política Sindical del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) realizaron una actividad en la que proyectaron “Argentina 1985” y luego abrieron un debate. El encuentro iba a concretarse en las instalaciones del ISFD 113, con toda su comunidad educativa, pero en vez de suspender –porque el instituto continuaba cerrado–, decidieron cambiar de locación y reunirse en la sede de San Martín del sindicato. “Es necesario que sepan que continuamos de pie y que no nos van a callar por más que nos griten, porque siempre vamos a estar ahí, defendiendo a la escuela pública”, advierte la secretaria general de SUTEBA San Martín, Verónica Luizaga.
Las dirigentes gremiales que participaron de la charla enfatizaron el rol clave de las escuelas y de los trabajadores de la educación en la construcción y transmisión de la memoria. Asimismo, alertaron los discursos de odio y negacionistas de los principales candidatos políticos de la derecha: “La campaña es pasar una motosierra sobre cualquiera, sean personas, sean estamentos del Estado o sea la misma democracia”, denuncia la secretaria de Derechos Humanos de SUTEBA, Analía Meaurio.

Una posible respuesta
Además de visibilizar este tipo de casos de violencia política en nuestro país, es necesario encontrarles una respuesta y una lectura específicas. RADAR (Registro de Ataques de Derechas Argentinas Radicalizadas) es un proyecto colaborativo que lanzó el Equipo de Investigación Política de la Revista Crisis, con el apoyo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), condensa ambos objetivos.
Se trata de una plataforma web que busca mapear distintos ataques protagonizados por derechas radicalizadas a lo largo del territorio. Andrés, uno de los integrantes del proyecto, explica que con el registro y relevamiento de casos se pueden dar a conocer estos hechos, no para “espectacularizarlos”, sino para que luego se realice una lectura política sobre ellos y así construir una red de análisis que permita generar estrategias de autocuidado.
Además, cuenta que desde el proyecto les interesa reservarse el concepto de ultraderecha para una ideología particular y utilizar el de “derechas radicalizadas” para referirse a aquellos sectores que están explorando distintas formas de acciones políticas violentas. “Porque al fin y al cabo sus propuestas jurídicas sí pueden ser debatidas en los márgenes democráticos que tenemos”, subraya.
En la página web de RADAR lo dejan en claro: “No se trata de un calificativo orientado al contenido de sus ideas, sino a las agresiones y ataques desplegados con intención de silenciar, amedrentar, disciplinar o aniquilar reivindicaciones de derechos individuales y/o colectivos, instaurar miedo e influir en la discusión pública”.