Jun 10, 2021 | Novedades, Vidas políticas

Alberto Samid en su casa en Ramos Mejía, Provincia de Buenos Aires.
A través de la Resolución 75/2021, publicada en el Boletín Oficial del 20 de mayo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca decidió la suspensión de las exportaciones de carne bovina por 30 días. Allí se aclara que la medida podrá darse por concluida una vez que se verifique el normal abastecimiento de la carne en el mercado interno, a “precios justos” y que esté amparada en los acuerdos alcanzados.
En relación con esto, ANCCOM se comunicó con Alberto Samid, reconocido empresario del sector frigorífico, ex vicepresidente del Mercado Central de Buenos Aires entre 2014 y 2016 y autodenominado como el “Rey de la carne”, para analizar las medidas tomadas por el gobierno nacional.
“Está muy bien lo que hizo el gobierno. Había que cerrar y había que investigar todas las irregularidades que han hecho. Exportamos cuatro veces más y recibimos la misma cantidad de guita que cuando exportamos una sola vez”, explica Samid.
Entre los argumentos esgrimidos, el gobierno entiende que en las actuales condiciones hay un mercado con muchas distorsiones y una crítica situación social, que puede llevar a impedir el acceso de este producto esencial para la alimentación a un sector mayoritario de la población.
Además, otro factor que llevó a esta decisión es la continuidad de la pandemia, que ha profundizado la crisis económica y, particularmente, la inflación. Esta situación no permite garantizar el derecho a una alimentación con nutrientes importantes. Respecto a estos argumentos, Samid añade con su estilo característico que “para que cuatro vivos se llenaran las arcas en Suiza, el pueblo argentino no puede comprar carne y los que pueden lo tienen que pagar mil mangos”.
Los reyes de la carne
Esta medida trajo como consecuencia un nuevo conflicto del gobierno nacional con el sector del campo, que hizo un paro por 13 días, bloqueando la comercialización del ganado. Esto adquiere importancia dado que afecta el circuito de producción de la carne que, según explica Samid, inicia con “el ganadero que manda la hacienda al Mercado de Liniers, del Mercado de Liniers la recibe el consignatario, la vende al frigorífico, del frigorífico la mitad exporta y la otra mitad lo vende para consumo interno”. Por lo tanto, si se rompe la actividad de comercialización de hacienda, podía haber riesgos de desabastecimiento. Finalmente, el 2 de junio se levantó el lock-out patronal.
¿En dónde está el problema del aumento de la carne? Según Samid: “la responsable de que aumenten los precios es la demanda. El problema está en que hay mucha demanda de carne vacuna y por eso pagamos mil pesos un kilo. Cada vez consumimos menos carne. Todos los meses baja. Ya estamos en 40 kilos anuales por persona, que es algo que nunca pasó en la historia argentina. Entonces, cuando menos se consume algo, baja el precio. Acá es al revés. Nosotros cada vez consumimos menos y cada vez la carne vale más. Eso es por la presión que ejercen los chinos, que se quieren llevar todo. Todo lo que les das es poco para ellos. Les decis tengo diez contenedores y te dicen no, quiero ochenta contenedores”.
Argentina fue el cuarto exportador mundial de carne vacuna en 2020, con 819 mil toneladas. El lugar de China es muy relevante: las exportaciones de carne al país asiático representan alrededor del 75% del total. Además es el segundo mayor proveedor de China, detrás de Brasil.
Samid insiste en que “China se lleva todo, tiene un poder de compra extraordinario, un consumo fabuloso. Les ha ido muy bien desde la pandemia, venden de todo, laburan como una locomotora. Incorporan todos los años cinco millones de habitantes a la clase media. Es bueno tener un cliente así, pero vos le tenés que vender lo que te sobra, no le podés vender lo tuyo también. Hoy el mundo primero son ellos, y después están los demás”.
La expansión de la la frontera agrícola
Otro tema que surge es el debate sobre la importancia de este mercado para la gestión comercial argentina. Samid asegura que “es insignificante la guita de la carne. Son 2.500 millones de dólares por año. Le tenemos que vender la mitad. Si solamente con la soja nosotros, si la controlamos, 4 mil millones de dólares podemos juntar. Y con la soja solamente, después tenemos el maíz, el trigo, el sorgo, y muchos más productos. No hay guita, es insignificante lo que son los dólares de la carne. Es poco para sacar la carne de la mesa de los argentinos”, según las cuentas del empresario.
La problemática que agrega Samid hace hincapié sobre el precio internacional que tiene la carne. “En el mundo, e vale tres veces más que acá. Vale 3000 pesos un kilo de carne afuera. Entonces, tiene margen para seguir subiendo. Si sigue subiendo acá antes de fin de año, estamos en problemas”, explica.
El matarife retirado nos recibió en Zoom desde su casa en Ramos Mejía, La Matanza, lugar del no puede salir por orden de la Justicia que dictó su arresto domiciliario en un proceso que aún no cuenta con sentencia firme por evasión fiscal y asociación ilícita. Antes de eso llegó a tener 400 carnicerías abiertas al público.
Olor a podrido
El 31 de mayo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca suspendió y dió de baja la operación de 12 empresas exportadoras de carne por no liquidar divisas o consignar domicilios falsos, entre otras cuestiones que se les imputan, y también procedió a interdictar más de 220.000 kilos de carne vacuna.
Por su parte, la Dirección General de Aduanas (DGA), dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), denunció a 19 frigoríficos que realizaron supuestas operaciones fraudulentas de exportación de carne, declarando mercadería en forma incorrecta con el objetivo de reducir la carga tributaria y subfacturar ventas.
Samid le da mucha importancia a estas imputaciones: “Algunos frigoríficos inventaron matrículas truchas que no ingresaron absolutamente un mango, dibujaron todo. Y hay otros que exportaban a 3 mil dólares pero las vendían a 7 mil. Se llevaron 4 mil dólares afuera”.
¿Qué va a pasar cuando termine la medida? Para Samid, “si el gobierno a los 30 días pone cupo de exportación, y reparte el 7% con los frigoríficos que hicieron las cosas bien, no hay problema. Ahora, si se terminan los 30 días y se llevan todo de vuelta, no sirvió para nada”.
El empresario matancero dice que “no tenemos más carne para exportar, sino vamos a seguir teniendo el mismo problema”, ya que “tenemos el mismo rodeo de hace veinte años, la población aumentó, y siempre exportamos al 7%. Después, de repente, con la llegada de Macri, exportamos al 30%. Por eso pasa lo que está pasando. Si exportamos más, vamos a tener problemas en las mesas de los argentinos. Más del 7% no se puede. Si queremos exportar más, hay que producir más, tenemos un país para producir diez veces más”, concluye Samid.
Habrá que esperar al 20 de junio, cuando se cumplan los 30 días del cierre, para saber si esta medida forma parte de una política continua de ordenamiento y control del mercado de exportación de carnes o si, por el contrario, pasa a ser una decisión aislada y sin perspectiva hacia el futuro.
Jun 10, 2021 | Novedades, Trabajo
Juan Manuel Insfran, presidente de la Cámara Argentina de Cerveceros Artesanales (CCAA), cuenta que “aproximadamente el 95% del producto producido por las cervecerías artesanales del país es consumido en bares, restaurantes, cervecerías; es decir: necesitamos a los gastronómicos para nuestro sector”. Las medidas de restricción por la emergencia sanitaria a causa del covid-19 han perjudicado, entonces, al sector durante 2020 y ahora nuevamente, con el confinamiento total de los últimos fines de semana y con la reducción horaria de 10 a 19 durante los días de semana. “La pandemia afectó fuerte y negativamente a las cervecerías artesanales, porque una buena proporción tiene enfocado el negocio a bares y restaurantes”, señala Leonardo Ferrari, uno de los socios fundadores de la cerveza artesanal Antares. A la vez, Mariano Prieto, cofundador de la cervecería Sandoval en la Ciudad de Buenos Aires, explica que “lo que más complica de las medidas del gobierno es no trabajar con un turno de cena”. Las estadísticas de las cervecerías artesanales son preocupantes: “Un 60% tiene deudas con proveedores, más del 40% tiene deudas de más de un mes de alquiler, y un 70% debe más de un servicio” comenta el presidente de la CCAA y confiesa: «Estamos en un momento crítico, y no creemos que se vuelva a reactivar en los próximos meses”. Incluso, hay lugares de la Argentina, como Villa General Belgrano, que vive exclusivamente del turismo en fechas festivas, como la Fiesta de la Cerveza, conocida como October Fest. “El mes pasado, sólo un 10% de las empresas cocinó cerveza. Jamás en toda nuestra historia había pasado eso, están sufriendo mucho”, resume Insfran.

“En la provincia de Buenos Aires el consumo de cerveza artesanal durante la pandemia bajó un 80%”, dice Pepe.
Martín Pepe, presidente de la Cámara Bonaerense de Cerveceros Artesanales comenta que “en la provincia de Buenos Aires el consumo de cerveza artesanal durante la pandemia bajó un 80%”, y completa: “Un 35% de locales de cervecería artesanal tuvo que cerrar. Vemos que se cierran y quedan los locales armados, pero con las persianas bajas, porque no pueden pagar el alquiler”. Pepe confiesa que en su cervecería hoy factura un 20% de lo que vendía antes: “Hubo recortes de personal, gastos, impuestos”, y también admite que “hace más de un año estamos viviendo de ahorros o moratorias a pagar”. ¿Delivery y take away? El sector de cerveza artesanal tuvo que buscar alternativas para seguir subsistiendo, los gastronómicos se vieron obligados a pasar su negocio a delivery o take away. Sin embargo, “nadie pide una cerveza artesanal en el delivery, lo que se está haciendo es asociarse con cadenas de comidas para incluir la cerveza artesanal, porque el delivery de la comida sí funciona más”, confiesa Pepe. Prieto, quien en su cervecería distribuyen dos marcas de cerveza artesanal y una industrial, declara: “De cada cien pedidos, uno sólo pide cerveza por delivery, la mayoría quiere comidas, y sólo algunos incluyen la cerveza. La situación influye tanto en los bolsillos de las cervecerías como en los de los proveedores: a nosotros, antes, un barril nos duraba cuatro días como mucho, hoy nos dura entre uno y dos meses”. 
“Las comisiones que cobran las plataformas de delivery son increíbles, van desde un 25% al 30% más IVA», dice Sandoval.
Otra de las trabas que atraviesan las cervecerías para la distribución de comida a domicilio, son las aplicaciones de comidas. “Son un mal necesario”, resume el dueño de Sandoval y explica las razones: “Las comisiones que cobran son increíbles, van desde un 25% al 30% más IVA, de cada cien pedidos que entran tengo que darle 25% a la aplicación, pero hay que estar sí o sí porque si no las ventas bajan y se pierden clientes”. Con respecto a los productores de cerveza artesanal, el presidente de la CCAA explica que ellos están intentando vender directamente el producto al cliente de manera online. “Funciona, pero no sirve, muchas productoras están invirtiendo en botellas, pero tienen que sacar grandes volúmenes para lograr un bajo costo y ser competitivo; y las máquinas de embotellado y etiquetado valen fortunas en dólares”. La lucha por las góndolas Desde hace dos años, el sector cervecero artesanal intenta dar pelea en las góndolas de los supermercados y comercios de cercanía. Algunas batallas fueron ganadas, pero sólo con aquellas marcas que están posicionadas en el mercado. Un ejemplo es Antares, su dueño explica que hoy la ganancia de la cerveza está enfocada en ese negocio: “A nosotros la pandemia nos afectó negativamente, pero un poco menos que otros cerveceros artesanales, por la venta de latas y botellas en los comercios y supermercados. Intentamos hacer crecer eso, para tratar de compensar la caída de los bares y gastronomía”. Pepe cuenta la situación y dice que “las grandes marcas de cervezas industriales impiden que haya competencia en los comercios y supermercados, hay una competencia desleal”. En este sentido, La Ley de Góndolas era una posibilidad para entrar a competir en ese mercado. Sin embargo, Insfran cuenta que uno de los problemas es “que estamos unificados en la categoría con los aperitivos y cervezas, donde quienes ocupan los lugares son las empresas industriales, no hay lugar para el cervecero artesanal, pedimos que haya una separación en la nomenclatura”. 
“A fin del 2019, cuando nos anunciaron la Ley de Góndolas, muchos salieron a endeudarse en dólares para comprar maquinaria, pero tras la pandemia no creo que muchos resistan”, dice Insfrán.
Nuevamente aparece la cuestión del embotellado, enlatado y etiquetado para la cerveza artesanal: “Se requiere de una transformación de estructura, el sector antes funcionaba con barriles y hoy no se lo vende a nadie, por eso necesitamos de máquinas para ayudar a que la cerveza artesanal compita en las góndolas, se avanza en eso, pero a un ritmo lento, no con la velocidad que queremos”, reflexiona Insfran y además cuenta que el aumento del dólar en el 2018 afectó a la compra de maquinarias para embotellamiento: “A fin del 2019, cuando nos anunciaron la Ley de Góndolas, muchos salieron a endeudarse en dólares para comprar maquinaria, pero tras la pandemia no creo que muchos resistan”. En el comunicado oficial de la CCAA piden: “Necesitamos acciones concretas e inmediatas para que las 6.500 familias que dependen de nuestro sector puedan seguir produciendo. Mientras tanto, las grandes corporaciones siguen teniendo canales de venta en los supermercados y nuestro sector sigue paralizado, por lo cual la brecha sigue ensanchándose. Necesitamos que la implementación de la Ley de Góndolas equilibre esa disparidad”. 
“La ayuda que da el gobierno no alcanza”, coinciden tanto la Cámara nacional como la bonaerense.
Otra de las cuestiones es que la producción de cerveza artesanal surge mayoritariamente en grupos familiares: “El problema es que los que producen cerveza lo hacen en familia, y no tienen sueldos, tienen ganancias o no, las ayudas del gobierno no alcanzan”, explica Pepe y cuenta la situación de familias que vivían de este negocio donde hoy el ingreso es cero. “Conozco cervecerías que se transformaron en verdulerías por delivery”, subraya. “La ayuda que da el gobierno no alcanza”, coinciden tanto la Cámara nacional como la bonaerense. “En el primer ASPO del año pasado, se lanzaron los programas del ATP y fue una de las mejores ayudas que nos dio el Estado, nos gustaría volver a tenerlo, hoy tenemos el REPRO 2 pero no es suficiente”, explica Insfran. Desde el sector piden, entre otras cosas, “obtener créditos a tasas subsidiardas con menos requisitos, que no cierren las importaciones al tipo de tecnología que necesitamos, que la Ley de Góndolas se expanda a negocios de cercanía, que se regulen algunos impuestos”, en pos de “comenzar a trabajar en recuperar nuestras PYMES y así seguir trabajando para fortalecer la industria nacional”. La situación actual de emergencia sanitaria a causa del covid-19 está presente en los cerveceros artesanales. Desde la CCAA plantean que “hay muchas cosas que se pueden hacer para ayudar al sector, entendemos la situación y no pedimos una apertura total de los comercios porque sabemos que la gente tiene miedo”. Sin embargo, Prieto plantea que “quedó demostrado que la gastronomía no contagia, es cierto que los bares son puntos de encuentro y de sociabilización, pero no se está actuando de forma lógica con las medidas restrictivas. Eso no quita que la situación sanitaria esté al límite, pero la situación económica también lo está”. “El sector cervecero está muy enojado con el gobierno”, sintetiza Pepe y amplia: “Es muy triste lo que está pasando porque no vemos un horizonte, nos molesta la incertidumbre, no nos dicen medidas a largo plazo con una agenda clara. En los momentos de restricción es donde más nos endeudamos y cuando abrimos podemos saldar las deudas”. 
“El sector cervecero está muy enojado con el gobierno”, sintetiza Pepe
La cerveza artesanal no es un producto de necesidad, entonces “es lo primero que se deja de consumir, notamos que la gente ya no tiene dinero para comprar una cerveza artesanal”, subraya Insfran. Además, tanto Pepe como Ferrari coinciden que es un producto que se consume socialmente para esparcimiento, entonces “al cortar los encuentros sociales, la cerveza se corta”. Ferrari confiesa que “hubo un cambio social que afectó negativamente, el hecho de que haya caído la presencialidad en los trabajos repercute en las cervecerías, quienes muchas veían el aumento de clientes en los happy hour, después de la jornada laboral”.
Jun 10, 2021 | Novedades, Vidas políticas

Perú ha sido sin dudas uno de los países latinoamericanos más convulsionados a nivel político en los últimos años. Desde el gobierno de Alberto Fujimori, electo en 1992, devenido en autogolpe de Estado, y hoy condenado y preso por crímenes de lesa humanidad, pasando por Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski (PPK), las figuras de corrupción y de impeachment -vacancia, como le dicen allá-, imperan con fuerza en el país andino. El pasado 6 de junio los peruanos eligieron a quien será su nuevo presidente a partir del 28 de julio de este año. En medio de un clima de gran apatía política, inmerso en una profunda crisis sanitaria y económica, sumado a importantes tumultos en las calles en noviembre último y a la inestabilidad política que llevó a tener tres presidentes en una semana; el pueblo peruano tuvo que decidir el pasado domingo en un ballotage entre los dos candidatos antagónicos, Keiko Fujimori y Pedro Castillo.
Los menos esperados
El 11 de abril se llamó a elecciones generales, de la que participaron un total de 18 candidatos. Se esperaba que pasaran a segunda vuelta la ya anteriormente candidata Verónika Mendoza del partido de izquierda Juntos por el Perú, el derechista Hernando de Soto y Yohny Lescano, de Acción Popular. Keiko Fujimori se posicionaba en el último lugar junto al único contrincante de Mendoza, Pedro Castillo, con menos de un 8% de intención de voto cada uno. Sin dudas, los resultados que llevaron a un ballotage entre estos dos últimos candidatos fueron una sorpresa para todos, incluso para ellos mismos. Castillo pasó con apenas el 19% de los votos, mientras que la ultraderechista Fujimori llegó a segunda vuelta con tan solo el 13% de los votos.
Keiko Fujimori, de 46 años y miembro del partido Fuerza Popular, no es sólo la hija mayor de Alberto Fujimori y hermana de Kenji, congresista del mismo partido y que detenta gran influencia en el recinto, sino que también fue tres veces candidata a presidenta y tres veces perdedora en el ballotage: en 2011 con Ollanta Humala, en 2016 con PPK, y hoy -con más del 99% de los votos escrutados- con Pedro Castillo, quien sería el nuevo presidente de Perú. Imputada por corrupción en el caso Odebrecht por recibir una importante suma de dinero de parte de la constructora para financiar su campaña en 2011, Fujimori pasó más de un año en prisión preventiva, y más de cinco meses encerrada en 2020 antes de ser liberada a causa de la pandemia. Durante su campaña propuso el reinicio de obras de infraestructura que habían sido interrumpidas, y un modelo neoliberal de libre mercado para el país.
Pedro Castillo Terrones, de 51 años, es docente y sindicalista. Proveniente del campesinado, lideró la resistencia campesina en los 90 contra Fujimori, y formó parte de la huelga de maestros de 2017. Izquierdista, el candidato de Perú Libre se erige hoy como el nuevo presidente del Perú. Sin embargo, su figura es controvertida en algunos sentidos: si bien aboga por una mayor estatización, por una Asamblea Constituyente que responda a las demandas de una nueva Constitución por parte de la sociedad, como así también por los derechos de los siempre postergados durante los gobiernos derechistas, Castillo es también conservador en cuestiones de índole social como el matrimonio igualitario, la igualdad de género o el aborto. Durante su campaña se lo ha visto dando polémicas declaraciones en torno a estos temas, que los colectivos feministas y LGBTIQ+ no recibieron con agrado. Algunos de sus detractores lo vinculan con el brazo político de Sendero Luminoso, la organización armada de extrema izquierda, a la cual se le atribuyó el pasado 23 de mayo, la masacre y asesinato de 16 personas en la zona del VRAEM (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), y que dejó un supuesto mensaje a la población a votar en blanco o a anularlo en las elecciones de junio. Tiempo antes, Castillo había pedido la liberación de los líderes de Sendero Luminoso. “Yo creí que ese hecho podría haber significado el fin de la candidatura de Castillo”, dice Jois Mantilla, periodista y comunicador peruano y agrega: “Sin embargo, ha habido algún interés, no solamente del sector de la prensa sino de autoridades del gobierno mismo, en tratar de no agitar ese tema y tratar de contenerlo para que no afecte. Incluso la misma presidenta del Consejo de Ministros dijo, a los pocos días de esa masacre, que no tenía que utilizarse con fines políticos”.
Mantilla opina que ambos candidatos no han ganado las elecciones por sus propios méritos o por su popularidad -en lugar de Castillo, de hecho, se veía en primera vuelta a la única candidata con potencial para derrotar a la derecha, a Verónika Mendoza-, sino que llegaron más bien por la polarización y revanchismo extremo que hay en el país, que se tradujo como antivotos en estas elecciones:” Los dos candidatos han recogido antivoto. La propia Fujimori tiene un tremendo antivoto que hasta hace algunos meses llegaba hasta el 70 y tanto por ciento, como consecuencia de los últimos años en que gobernó en el Poder Legislativo a través de 73 congresistas en el parlamento. Nunca en la historia de Perú había tenido ningún político con esa cantidad de representantes”, sigue Mantilla. “Ese poder que tuvo lo despilfarró, lo utilizó pésimamente, para proteger a personajes corruptos, jueces corruptos, magistrados de todo tipo, fiscales, y para protegerse de alguna manera a ella también de las acusaciones que tiene sobre la nuca por lavado de activos, y por lo cual ha sido condenada: Están pidiendo 30 años de prisión para ella”, detalla, y agrega: “Y el señor Castillo, recibió el antivoto también de los sectores de derecha, de los sectores que ven en él la amenaza comunista, muy similar a la que se implantó en Venezuela y en Cuba”.

El sufragio en las regiones rurales y campesinas tuvieron un peso significativo a favor de Castillo.
Esperas, fraude y empate técnico
Con tres candidaturas presidenciales sobre su espalda, Keiko Fujimori se manejó durante esta campaña con mucha más prolijidad y organización que la improvisación vista en los actos y discursos del representante de Perú Libre: “A pesar de esto nadie se esperaba, ni Vladimir Cerrón ni el mismo Castillo, que pudiera llegar a la segunda vuelta y menos aún a la presidencia”, agrega Mantilla. “Es una agrupación inorgánica, que no tiene bases, todo se ha creado en el camino, muy informal. Por eso, hay esos pleitos al interior. Por eso, durante esta segunda vuelta, Castillo ha presentado casi tres equipos técnicos, y varios miembros han desertado”.
La tendencia entre ambos candidatos fue durante casi todas las elecciones tan parejas, que incluso se llegó a hablar de empate técnico. Esto generó grandes incertidumbres en la sociedad, que ya había tenido que esperar cerca de cinco semanas para conocer oficialmente a los candidatos que irían a ballotage. Desde este lunes, se vieron en las calles algunas manifestaciones en pedido por los resultados del escrutinio por parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), en el marco de uno de los comicios más polarizados en décadas. “Las normas electorales dictan que el ONPE solamente pueda contabilizar las actas físicamente. El ONPE tiene que tener el acta física, y se envía desde el extranjero por valija diplomática”, explica Jois Mantilla, como una de las causas de esta espera. “Y a nivel nacional tienen que llegar las actas desde las regiones más lejanas, en algunos casos tiene que recorrer alguna ciudad y llevarla a otra donde haya aeropuerto, y de ahí tienen que llevarla en avión. No basta ya con un escaneo o foto del acta. Lo que tarda más son las actas que se impugnan, que son más o menos 1.100 o 1.200”, explica.
Rondando siempre de uno a dos puntos de diferencia entre ambos candidatos, los votos del extranjero fueron otro factor que lograron acercar cada vez más entre sí a estas fuerzas políticas antagónicas: en el resto del mundo, Fujimori recibió el 66.48% de los votos, y Castillo el 33.51%. Esto hizo que la poca diferencia entre ellos, se achicara aún más. Hoy, con el 99.82% de las actas procesadas, Pedro Castillo recibe el 50.19% de los votos, y Keiko Fujimori, el 49.80%. En las regiones de Lima, Lambayeque, Piura y Tumbes, Fujimori encabezó los resultados, mientras que, en la región del Amazonas, Arequipa, Cusco, Moquegua y Puno, Castillo fue el más votado. El sufragio en las regiones rurales y campesinas tuvieron un peso significativo.
Veinticuatro horas después de haber pedido prudencia a la población en espera de los resultados, Fujimori organizó una rueda de prensa en la que denunció fraude e irregularidades en el escrutinio. Sin embargo, no presentó prueba alguna para sostener esta teoría. Mientras tanto, pudo conocerse pública y explícitamente la postura de distintos personajes. Los ex presidentes José “Pepe” Mujica y Evo Morales, prestaron inmediato apoyo al candidato de Perú Libre, mientras que el nobel de Literatura Mario Vargas Llosa expresó sus “deseos ardientes de que Keiko Fujimori gane la elección”. La población, por su parte, vivió estas elecciones en muchos casos de una manera mucho más apática. De los 32 millones de peruanos, sólo concurrieron a votar el 52.56%. Los números de la primera vuelta mostraron cifras similares. Esto se traduce en la gran división que sufre el país por parte de una triple crisis: sanitaria, económica y política. “Ha habido mucha apatía en las elecciones pasadas, ha sido muy notoria. Tanto por el tema de la pandemia, y porque la oferta de los 18 candidatos no satisfacía sus expectativas, es que hay muchos que decidieron no ir. Sobre todo los sectores más acomodados del país, preferían pagar su multa que perder el tiempo votando”, continúa el periodista peruano. “Otra razón es que esta campaña ha sido en condiciones de pandemia, donde hay temores de contagio”, señala. Perú es hoy el país del mundo con más muertes por cantidad de habitantes a causa del Covid-19. “En lo económico ya ha habido alzas, problemas, aumento de precios, se ha caído la bolsa -completa-, no sólo por la inestabilidad que genera la elección, sino también por la desidia, por la avaricia y también por la pandemia. La gente está preocupada por conseguir oxígeno, camas y cuidarse de no contagiarse”.

Si no hay contratiempos, la ceremonia de asunción será el 28 de julio.
Hoy la República del Perú tiene un nuevo presidente que reemplazará este 28 de julio al gobierno de transición de Francisco Sagasti. Siempre y cuando no haya ninguna maniobra desestabilizadora de la fuerza de Fujimori. Pedro Castillo tendrá que enfrentarse no sólo a una crisis sanitaria y económica, sumado a una crisis de representatividad y desconfianza por parte de la sociedad, sino también a problemas de fondo que azotan en términos de desigualdad y distribución al país vecino. “Se necesitan mejoras para que los beneficios del crecimiento económico que ha tenido Perú, llegue a más personas que han estado mucho tiempo postergadas y de alguna manera forman el grueso de los votantes de Castillo. Porque desde hace muchos años están postergados, y los beneficios macroeconómicos que recibe el Perú, que es visto desde afuera como una de las joyas de Latinoamérica, por su crecimiento económico, por sus avances, libertades y todo lo demás, a algunas personas no les llega”, continúa Mantilla. “Sin ir muy lejos, avanzas 100 kilómetros y encuentras otro Perú: donde falta agua, donde faltan colegios, donde no hay servicios, donde no hay Internet. A una hora de Lima. Esta población es el grueso que han votado por Castillo, y que están hartos de la desigualdad, de ser postergados, de que siempre son los mismos los que están en las elecciones, siempre los mismos participantes. Y de que siempre hay corrupción. Ellos creen que Castillo borrará estas desigualdades porque es uno de ellos”.
Al interior del Congreso, hay una fragmentación que no garantiza la mayoría efectiva de ninguna bancada, pero que puede derivar en una contienda entre la oposición y el nuevo presidente. Pedro Castillo tendrá que gobernar con sólo 37 diputados en un recinto de 130. “Veo días todavía más complicados. Porque el gobierno de Perú Libre no va a ser sencillo, tiene a la gran mayoría de las otras fuerzas en su contra y la mayoría de los otros sectores del parlamento se van a aliar, como ya lo han expresado durante esta segunda vuelta, a Keiko Fujimori. Y sumados van a tener un número importante. Los aliados de Perú Libre van a ser bancadas pequeñas, de tres, cuatro o cinco, que no van a significar mucho”, analiza el periodista. “Así que veo la revancha de Fujimori. Creo que va a haber bloqueo. La resaca de la campaña electoral se va a llevar durante varios meses, sino años. Con lo polarizado que ha quedado el país desde la vez pasada en las elecciones de 2016, y en estas, yo veo todavía conflictos, rencillas, rivalidades y venganzas. Muy probablemente van a obstaculizar y hacerle difícil al gobierno de Castillo”, finaliza.
A partir de mañana aparecen nuevos desafíos para la sociedad peruana, que lejos está de haber resuelto los problemas que estallaron en noviembre del año pasado como consecuencia de la vacancia de Martín Vizcarra. El nuevo presidente tendrá que hacer frente a todas estas cuestiones para poder garantizar por fin la estabilidad democrática, tanto en el período de transición como en los cinco años de gobierno que tiene por delante.

Jun 9, 2021 | Culturas, Novedades
Las pandemias y epidemias han transformado a la humanidad entera. Las sociedades y las culturas progresaron y trascendieron, aprendieron una de la otra. Hábitos y costumbres se establecieron y evolucionaron. La cuestión de este tipo de enfermedades globales es un tema que poco se aborda en los libros tradicionales de historia. Juan Manuel Carballeda muestra algunas pistas, como la de seguir las rutas marítimas comerciales para casos como la peste negra.
Carballeda se recibió de Biólogo en 2010, hizo un doctorado en esa misma especialidad enfocado sobre virus en aves. Más tarde, realizó un postdoctorado para entender y combatir el dengue. Investiga y ejerce la docencia en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA). Es investigador asociado del CONICET.
En cuanto a sus trabajos, Carballeda explica cómo cambió su dinámica laboral: “Durante la pandemia reconvertimos todo el laboratorio y lo que estamos haciendo en la Universidad de Quilmes es buscar trazas o restos de coronavirus en aguas residuales. Cambiamos de investigación para ponernos con la pandemia”.
Algo poco habitual en el campo científico es su gusto por la divulgación. Carballeda es la excepción que confirma la regla, creciendo cada vez más en el área de la comunicación con la producción de podcast para El Gato y la Caja + Posta. “Siempre me gustó la radio. Empecé con columnas en emisoras chiquitas, ahora tengo varias columnas y un programa de radio los sábados”, agrega Carballeda.
Primeros pasos y avances en la literatura
“Un día, mi amigo Juancho, que es parte de El gato y la Caja, me dijo: ´Vos tenés que escribir un libro`. Y yo le contesté que no. ¿Por qué iba a escribir un libro? Y me retrucó: ´Vos contás muy bien anécdotas. Hagamos un libro de anécdotas de la ciencia´. Ese fue el primero que salió, en 2019, llamado Breve atlas anecdótico de la ciencia. En el 2020 vino la pandemia y empezamos con el podcast. Todos los días una pieza contando lo que pasaba, y así surgió la idea de escribir un libro sobre distintas epidemias y pandemias en la historia de la humanidad. Siempre dije que los patógenos eran los grandes protagonistas de nuestra historia”, cuenta el autor que acaba de lanzar Fiebre.

«Hoy tenemos la capacidad tecnológica para analizar en tiempo real qué variantes están circulando en el mundo»
“El equipo con que hicimos el podcast funcionó espectacular y dijimos: ´Sigamos usando esta capacidad de trabajo para tener un libro´. La idea de Fiebre era tenerlo listo para diciembre. Surgió a finales de julio del 2020 y está íntegramente escrito durante el aislamiento. El Epílogo es sobre el coronavirus. Pensamos qué cosas volvemos a discutir y qué cosas aprendimos en cada una de las epidemias. Fuimos buscando las más famosas, o las que más impacto tuvieron, o las que conocíamos por alguna razón”, explica el autor.
Carballeda o @muycarba para sus casi 13 mil seguidores en Twitter, nos citó en el Parque Carlos Mugica, ubicado en el barrio de Saavedra, con distanciamiento, tapaboca y protocolo. La mañana recién empezaba y nos encontramos bajo un sol de otoño impresionante. En uno de los bancos de esa inmensa plaza recorrimos el lugar de las enfermedades globales que cambiaron la humanidad.
“El cólera fue muy protagonista en la historia argentina. Una de las primeras enfermedades que entendimos se transmitía por agua cuando se empezaba a aceptar que no eran una cosa mágica la circulación de enfermedades. La gripe española, tal vez la pandemia más grande de la historia entre finales del siglo XVII y principios del siglo XIX, tuvo sus ciclos porque es bien estacional. La poliomielitis es interesante. Yo conocía la historia por mi viejo, porque es de la época en donde todavía no había vacunas”, recuerda.
Prohibido matar gatos
“Con la polio recién se comenzó a implementar la vacuna, y me contaba el miedo que le tenían los chicos, una enfermedad que los afectó particularmente. Cuando se globalizó el comercio en el mundo moderno, entre el 1200 y 1300, ahí también empezaron los brotes de peste negra y no se sabía cómo se transmitía. Había toda una persecución con los gatos, porque eran considerados medio diabólicos por la caza de brujas. Fue muy mala idea matar gatos porque justamente la peste negra es una enfermedad que la transmiten parásitos que están en las ratas. Entonces, si vos matas gatos proliferan las ratas, sus parásitos y, por ende, la bacteria que transmiten”, sonríe Carballeda.
“Los mosquitos -agrega- son el animal que más humanos mata porque transmite la malaria. Y es interesante porque fue la primera enfermedad transmitida por esos insectos que se descubrió. Antes de eso, era impensable. Después de eso se empezó a entender que la fiebre amarilla y que otras enfermedades podían ser transmitidas por mosquitos”.
“La historia con la que más aprendimos y nos divertimos fue justamente con el epílogo del coronavirus porque era lo que estábamos viviendo. Volvimos a discutir muchas cosas. Por ejemplo, con la polio se habló mucho de las patentes de las vacunas, cuando apareció la vacuna de Salk. Ahora es un tema que se está hablando otra vez”.
Comunicación, ciencia y tecnología
En su capítulo sobre la gripe española @muycarba cuenta que en realidad comenzó en Estados Unidos y que tuvo tantos nombres como países por las que migró: “Lo que está pasando ahora lo vamos a terminar de entender dentro de diez años. Nos comunicamos mucho, quizás demasiado. Tal vez tenemos demasiada información, eso no pasó nunca. Por ejemplo, con la gripe española se mantenían las escuelas abiertas porque eran los chicos lo que les podían transmitir información a los padres que hablaban en otro idioma. En ese momento no había radio”, explica.
“La comunicación es absolutamente distinta. Tenemos una capacidad tecnológica increíble que nos permitió avanzar muy rápido. Por ejemplo, la peste negra se conoce desde 1200 pero el patógeno se aisló en 1890. Con el coronavirus se registran casos el 30 de diciembre de 2019, y 5 días después el patógeno ya estaba aislado. Pasamos de tardar 400 años a menos de una semana. La comunicación va por ese lado. Antes había diarios o comunicación oral, y ahora tenemos redes que nos permiten acceso a noticias de todo el mundo en tiempo real. Eso muchas veces complica las cosas porque también nos llega información y desinformación”, retoma el biólogo.
“El impacto se vio en distintos momentos. Con la gripe española no se conocía ni siquiera el virus de la gripe. Se pensaba que el patógeno era una bacteria, ahí la tecnología estaba en un lugar equivocado. Se hizo una vacuna contra algo que no protegía, pero si se entendió bien el papel del distanciamiento, de hacer cuarentenas y eso tuvo un impacto impresionante. También con la polio se pudieron hacer vacunas. Hoy en día, tenemos la capacidad tecnológica para analizar en tiempo real qué variantes están circulando en todo el mundo y qué diferencias hay entre unas y otras, y eso también es soñado”, agrega.

«La única cosa que hicimos los humanos que nos permitió erradicar enfermedades fueron las vacunas».
“Cuando la ciencia y la tecnología empiezan a tener impacto, ahí se comienzan a tratar las enfermedades, y llegamos a hoy que, en menos de un año tenemos varias vacunas disponibles para una enfermedad que no conocíamos. Es la mejor cosa que hicimos los humanos, el mejor invento. El mejor adelanto tecnológico fueron las vacunas, y ahora lo estamos viendo. O sea, poco a poco vamos viendo como tienen impacto en países que vacunaron masivamente y ya están volviendo a algún tipo de normalidad con toda la complejidad que hay en el medio”, explica Carballeda.
Y, continúa: “Respecto a la ciencia nunca se pensó, salvo algunos ejemplos muy particulares, pero nunca la estrategia fue combatir una pandemia en curso con vacunas porque nunca se pensó que podíamos tener capacidad tecnológica para hacer vacunas también. Y realmente mucho antes de lo que yo esperaba, tenemos vacunas eficaces para combatir la enfermedad. La única cosa que hicimos los humanos que nos permitió erradicar enfermedades fueron las vacunas. Si ya no existe la viruela en el mundo, fue por la vacunación”.
Estadísticas de las pandemias
Los capítulos del libro empiezan con una ficha técnica. El autor dice que “en muchos casos es muy difícil estimar cómo es el patógeno, qué tipo de patógeno es, dónde causó, sí causó epidemias o pandemias”.
“Por ejemplo, en la malaria hay estimaciones que hablan de que mató a la mitad de las personas que vivieron en la tierra. La malaria nos sigue desde siempre. Hay malaria de aves, no es el mismo patógeno, pero es parecido y se cree que los dinosaurios tenían malaria. Con la gripe española, se habla entre 50 y 200 millones de muertos. La polio no fue tan impactante en muertos, pero sí en cantidad de parálisis. Ahora, si ves cómo va creciendo la población humana crece, crece, crece y en un momento cae y vuelve a crecer, en esa caída se ve el impacto de la peste negra”, añade Carballeda.
“En cada capítulo contamos cuántos fallecidos hubo y durante cuánto tiempo circuló y qué impacto causó, si sólo fueron epidemias o también pandemias. La polio afecta a los niños y sobre todo en verano. Ahí nacen los autocines, porque era peligroso que se juntaran los chicos. La viruela, única enfermedad erradicada por las vacunas que mató 300 millones de personas sólo en el siglo XX, es la primera enfermedad para la que creamos una vacuna”, explica. En el libro, colaboraron una revisora histórica y un revisor biólogo dedicados a chequear los datos.
La respuesta del cuerpo
“De algún modo, la fiebre es el síntoma más común de casi cualquier enfermedad. Fue un proceso largo poder elegir el título. Es una palabra fuerte, común a casi todas las enfermedades. Luego le agregamos la bajada: Breve colección de epidemias. También, siempre jugamos con el breve porque las historias son cortas. El primer libro se llamó Breve atlas anecdótico de la ciencia y el podcast se llamaba Breve podcast de la pandemia, también nos sirve para mantener la marca de algún modo”, cuenta el autor.
“Mostramos todo lo bueno y todo lo malo como en todos los casos. Todo eso es gracias a lo que se va estudiando y cómo se compartió el conocimiento durante este año, eso también lo repasamos en el libro”, dice Carballeda y cuenta una anécdota que su abuelo le relató.
Esa historia tiene que ver con la palabra fiebre: “En el prólogo relato una historia que no tiene nada que ver con el libro. Mi abuelo vendía libros y fue perseguido políticamente toda su vida. Cuando estaba libre, los vendía casa por casa, era una práctica muy habitual en los años 60 y 70. Una vez golpeó la puerta de una quinta muy grande y le abrió Armando Bo, estaba la Coca Sarli ahí cerca. Un tiempo después filmaron Fiebre que no tiene nada que ver obviamente con esto. Aprovechamos todas las oportunidades para contar historias, y hasta en el prólogo contamos una”.
Curiosidades
- Según el autor en el libro “hay un capítulo menos serio en donde hablamos del episodio de 1996 cuando transmitieron un capítulo de Pokémon con mucho cambio de color, con mucho cambio de contraste que causo una “epidemia” de episodios epilépticos, en Japón. Y lo mejor de todo es que después lo repitieron en el noticiero y la repetición volvió a causar epilepsia. Fue como un contagio. Después hablamos de la fiebre del baile en mil quinientos. Una mujer empezó a bailar sin parar y varias personas la acompañaron y no paraban de bailar, son episodios que dicen de histeria colectiva. Y después terminamos con coronavirus”.
- Cada pandemia tiene detrás una historia; por lo que Carballeda y el equipo que lo rodea partieron de anécdotas que conocían o habían leído en algún lado, y así comenzaban la investigación. “Durante la epidemia de peste negra se suspendieron todas las reuniones científicas en el mil seiscientos y pico en la época de Galileo, Kepler todos genios, pero no se podían reunir porque estaban en el medio de una pandemia, y así nacieron las revistas científicas, tenemos que escribir esto, publicarlo y repartirlo”, cuenta Carballeda.
- Y la cosa llega al arte: “Sí vamos a hablar de peste negra, tenemos tal historia y tal historia. Un cuadro de Rembrandt, su amante murió de peste negra y los últimos cuadros son mucho más tristes”, relata.
Epílogo
El libro se puede adquirir en elgatoylacaja.com/tienda y lo distribuye Abre Cultura, o descargar gratis desde el sitio de El gato y la Caja.
Antes de despedirnos, Carballeda muestra su preocupación por la injusticia en el mundo, “por un lado, tenemos eso maravilloso de poder hacer en un año la vacuna o más; y, por otro, lo terrible que somos para repartirlas y lo injusto que es ese reparto”.
“Es la primera vez que estamos ante una situación así, es que es la primera vez que durante una pandemia podemos ver qué tipo de virus están circulando a la vez y eso también causa mucha confusión y mucha alarma. El lavado de manos es la práctica que más vidas salvó en la historia de la humanidad. Si aprendimos el cuidado, hay conductas que capaz no volvamos a repetir como compartir un mate. Creo que algunas cosas las vamos tomando y otras las volvimos a discutir y, tal vez, en una futura epidemia”, concluye.
Jun 9, 2021 | Culturas, Novedades
Las mil y una (2020) es una película dirigida por Clarisa Navas que está catalogada como drama LGTB, pero que cuenta mucho más que un romance lésbico. Sin ir más lejos, durante la grabación ocurrió un homicidio a un mecánico, a punta de cuchillo, en las cercanías al set de rodaje. La historia retrata la vida en los monoblocks de Mil Viviendas, un barrio correntino que se ubica cerca de la capital.
Si bien el largometraje fue premiado internacionalmente en festivales como Mar del Plata, San Sebastián, Lima, Valdivia, Toulouse y Guadalajara, algunos vecinos que accedieron a la cinta a partir de Netflix no comparten opinión. Alberto Rivero, miembro del Partido Liberal de Corrientes y militante contra lo que llama «ideología de género», inició una juntada de firmas en Change.org para exigir el cambio de nombre a la película. En sus palabras: “Deja muy mal visto al barrio Mil Viviendas donde se filmó, los vecinos nos sentimos difamados y discriminados por el contenido de este audiovisual”. La petición alcanzó las 65 firmas y cuenta con comentarios que sugieren la censura del filme y otros que reconocen no haberla terminado de ver.
Frente a este rechazo, el Colectivo de Mujeres Organizadas de Corrientes se proclamó en defensa de la película a través de las palabras de una comunicadora feminista correntina. Milo, un joven trans de Mil Viviendas, expresó en su cuenta de Facebook que se siente representado por lo que cuenta Las mil y una: «Plasma muy bien que te vas al centro y podés ser quien vos quieras, pero volvés al barrio y corrés el riesgo de que te vea el vecino cuando estás draggeado, o maquillado y que le cuente a tus padres, que te caguen a palos”.
Además, Milo detalló el sentido de pertenencia que le generó la posibilidad de consumir un contenido audiovisual producido íntegramente en su provincia: “Con mi novia, frenábamos a cada ratito mientras veíamos la película para ubicar en qué lugar era cada escena, o nos poníamos a debatir qué colectivo habrán tomado en la parada que aparece. Para mí fue muy importante porque estábamos todo el tiempo jugando con esas cosas locales. Conocemos a varios actores y actrices por ser militantes de la comunidad. En la escena de la fiesta, una de nuestras amigas estaba de extra… Ver la película significó estar ahí celebrando todo eso”.
Para Navas, la realización del audiovisual no supuso tanto un diálogo con la comunidad LGTB local sino, más bien, la expresión de sus propias vivencias: “Más que un diálogo, me parece que hay una experiencia propia, y un habitar y existir de cierto modo, que en ese sentido no nos hace falta tanto hablar sino que más bien somos parte. La mayoría de los actores han atravesado vivencias similares, yo también, y muches del equipo técnico. Creo que hablamos y construimos las imágenes desde ese lugar, desde el haber atravesado”.
¿Cuándo comenzaste a pensar en el argumento de la película?
Creo que es una película que, de alguna manera, se fue armando entre muchas otras cosas que fui haciendo. Siempre me rondaba la idea de hacer un audiovisual en mi barrio, que expresara ciertos problemas que había atravesado en la adolescencia y que también habían pasado mis mejores amigues. Con el tiempo fue elaborándose y encontrando su modo y su forma, impregnándose también de ficción.
¿Desde el comienzo tenías en claro que el elenco tenía que ser de la región?
El casting comenzó en la primera escritura, en 2018. Sabía que Sofía Cabrera (Iris) y Ana Carolina García (Renata) tenían que ser las protagonistas, sentía que la película no iba a existir si no estaban ellas dos. Luego hicimos una búsqueda en Corrientes para que aparecieran otros personajes. Con Pilar Rebull Cubells (Romi) nos conocimos de casualidad, y fue muy mágico. Mauricio Vila (Darío) era mi amigo, me encanta su trabajo. Hicimos una pequeña prueba con él, grabándose en un video al ritmo de Sandro, y creo que ahí terminó de conquistar mi corazón. Además, tenía un montón de vivencias en Corrientes, muy parecidas a lo que atraviesa su personaje. Después faltaba el otro hermano, que fue interpretado por Luis Molina (Ale). Lo conocí en la Escuela de Cine de Formosa, donde yo doy clases. Desde el primer momento en el aula sentí una conexión muy grande, hicimos un par de pruebas y quedó seleccionado.
Hay actores que estuvieron en tu película anterior Hoy partido a las 3…
Sí. Con el grupo de amigues con quienes hacemos las cosas (Ana Carolina y Lucas Olivares) tenemos la política de defender y construir una especie de arte que nazca desde la periferia y también esté protagonizado por actores y actrices de la región. Si no, el cine argentino tiende a cerrarse sobre sí mismo, las caras se repiten y actúan los mismos de siempre. Nuestra iniciativa es salir de eso y poder construir desde otro lugar, generando nuevas oportunidades.
¿El guion fue pensado en diálogo con la comunidad LGTB de la provincia? ¿Hubo cambios desde el primer borrador de guion hasta la realización?
El guion sí se fue reconstruyendo y armando porque tenemos un proceso de trabajo que dura muchos meses, donde ensayamos, probamos, nos interrogamos y problematizamos también lo que estamos haciendo. En todos esos meses de encuentro y de construcción de red entre les que actúan se van modificando y apareciendo cosas nuevas. Hasta el último día, antes de filmar, mis guiones se suelen modificar. Cuando pensamos a Las mil y una, creo quehay un sentir muy compartido con cualquiera que haya sido parte de la comunidad LGTBIQ+, o disidente, o un poco corrido de cierta heteronorma correntina, que lógicamente se habrá sentido expulsado. Hasta ahora, muchas cosas no han cambiado y sigue siendo muy difícil, traumático y peligroso existir dependiendo en dónde te muevas.La película es una suerte de abrazo a quienes hemos sido diferentes, o distintos, en Corrientes.
¿Cómo te sentís al saber que Las mil y una es la primera producción correntina en llegar a una plataforma de distribución mundial como Netflix?
Estoy contenta con el debate que la película viene produciendo acá. Siempre es difícil que una película que maneja ciertos códigos, tiempos y ritmos diferentes al cine hegemónico, se vea. Sobre todo que produzca enojo, identificación, gusto, llanto… Todas las emociones posibles, y que haga pensar. Que esté en Netflix posibilitó ese acceso a muchas personas de acá y creo que eso sí me pone muy contenta. La verdad, no esperaba que se viera tanto.
¿Qué opinás sobre la respuesta de los vecinos a la película? ¿Imaginabas que podía tener una repercusión negativa?
Sí, pensaba que podía molestar, en cierto tipo de vecinos. Es un grupo reducido, el barrio es enorme y quienes han vivido ahí saben que está compuesto por muchísima gente que piensa de maneras muy diferentes, entonces creo que ese sector es un claro ejemplo de algo que en cada barrio de Corrientes podés encontrar, incluso en cada sociedad está presente todavía. También produce muchas preguntas, y habilita un montón de matices. A veces pensamos en términos muy polares: «Está la gente retrógrada y conservadora, y por otro lado la gente más progre». Acá creo que se abrieron un montón de grises, de aspectos que van más allá de la identidad sexual o de la diversidad: tienen que ver con cuestiones de clase, edilicias, problemáticas del barrio que están ahí y se quieren negar, o tapar, porque también es doloroso verlas. A veces es mejor olvidarse y acostumbrarse a como están las cosas… En ese sentido, el cine tiene el poder de mostrar y revelar ciertas cuestiones. Mucho de lo que dicen los vecinos también tienen que ver con eso: con algo más grande, con esa idea de qué es el correntino. Corrientes siempre fue identificada como el chamamé, el carnaval, la tierra de los machos y gauchos… Me parece que, de pronto, estar representades de otra manera y que lo que se vea no sean las imágenes bellas del río y la costanera, molesta. Es extraño porque es un lugar que se compone de una diversidad gigante. Tampoco hay que olvidarse de que es una de las provincias más pobres de la Argentina, y que tiene el mayor índice de acoso hacia mujeres y disidencias. Son imágenes incómodas, pero la incomodidad también produce pensamiento, e incluso cambios. Negando no se llega a ningún lugar. La película tiene un poco que ver con todo eso.