¿Qué es lo que Arde?

¿Qué es lo que Arde?

El 16 y 17 de marzo se realizó ArdeEncuentro de Fotografía, Feminismos y Derechos Humanos, organizado por los trabajadores del Espacio de la Memoria y Derechos Humanos de la ExEsma, la agrupación Colectiva Pandilla Feminista y fotógrafos independientes.

“Desde la fotografía necesitábamos pensarnos dentro del feminismo”, cuenta a ANCCOM Gisele Volá, fotógrafa creadora de SubCooperativa de Fotógrafos y parte organizadora de Arde: “El encuentro está pensado desde la mujer, lesbiana, trans, travesti, intersexual, no binarie, en constante debate. Y lo hacemos desde la fotografía porque desde la imagen creamos nuevos discursos, en lo que es la representación de las identidades”.

La actividad comenzó a gestarse en el Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Chaco y se concretó este fin de semana en la ExEsma donde se llevaron a cabo talleres, conversatorios, proyecciones, muestras fotográficas y revisiones de portfolios con perspectiva de género.

La exposición de fotografías de Arde estaba dividida en tres temporalidades: pasado, presente y futuro. El pasado contaba con fotografías de archivos, como el de Memoria Trans; las correspondientes a la sección del presente estaban ligadas a trabajos sobre mujer y territorio realizados en la actualidad; y las incluidas en el apartado futuro reproducían imágenes que circularon por redes sociales.

Analía Cid, fotógrafa e integrante de la colectiva Pandilla Feminista cuenta sobre la curaduría de la muestra: “Hubo un fuerte hincapié en la temporalidad, que no fuese solo lo contemporáneo sino que retomaran distintos tiempos históricos. En la parte de futuro, por ejemplo, aparece la idea de que las nuevas generaciones tienen otras formas de producir y circular imágenes. Casi todo lo que se muestra allí son fotografías hechas en analógico pero que circulan por redes sociales, Instagram, Facebook. La idea de las que se muestran en la sección del presente es el intento de poder salirse de lo que vemos todos los días en Buenos Aires, mostrar qué estaba sucediendo en otros territorios. Es federal”.

Una de las preguntas que hacían las organizadoras a distintas visitantes fue “¿Qué es lo que Arde?”. Luego de estos dos días de jornadas y debates intensos y enriquecedores, no cabe duda que lo que Arde, como dijo Rita Segato, es el mundo. El mundo y  sus viejas formas patriarcales de producir y representar. Arde fue un encuentro que movilizó las  formas de mirar y deja mucho para seguir re-pensando dentro de la fotografía y los feminismos. “Tratamos de no repetir ciertos mecanismos con los que no estamos de acuerdo como la verticalidad, la jerarquía; nos propusimos  pensar formas más afectivas de relacionarnos, desde la sororidad”, explica  Volá.

El marco en el que se montó la muestra tampoco fue inocente. La elección de realizar el Encuentro en la ExEsma, llenar las paredes de imágenes que cuestionan lo establecido, irrumpen en el sentido común y ponen miradas ocultas a la luz, significa reconocer la importancia de la memoria colectiva –en tiempo en los que el Estado la niega- para pensar nuestro presente y proyectar nuestro futuro.

Arde denuncia y disputa sentido, construye desde la premisa que se debe politizar la comunicación y configurar espacios donde se ponga en el centro de la escena voces y miradas que no representen a los sectores hegemónicos. Genera herramientas que permiten entender otras formas de percibir y hacer mundo, denunciando la violencia de políticas que excluyen, censuran y persiguen a los colectivos disidentes, a los sectores más vulnerables de la sociedad.

«El futuro a Kubrick le quedó corto»

«El futuro a Kubrick le quedó corto»

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La Naranja Mecánica alguna vez fue la Gran Bretaña del futuro: la de la delincuencia juvenil, la tortura psicológica, el amor por Beethoven y la jerga adolescente enraizada a ambos lados de la Cortina de Hierro. Pero actualmente, bajo la dirección de Manuel González Gil, la distopía imaginada por el escritor inglés Anthony Burgess podría ser hoy y cualquier lugar. Llevada al cine por el estadounidense Stanley Kubrick en 1971, la violenta historia de Alex aparece este año sobre el escenario del Método Kairós, transformada por Manuel González Gil y su elenco en una obra musical sin tiempo ni lugar definidos. En el teatro, la música, el lenguaje, la brutalidad y el control social integran nuevamente un mundo imaginado que, a los ojos del director, sigue vigente.

¿Por qué La Naranja Mecánica?

La Naranja Mecánica nace en la productora de Javier Faroni, en marzo del 2018. Me comentó que había comprado los derechos y que quería dármelos para que yo la dirigiera. A medida que fue transcurriendo el año, fuimos dándonos cuenta de que, sobre todo para los productores, era muy difícil trabajar con una tragedia o con un drama en calle Corrientes. Para noviembre decidimos que aquella obra pensada originalmente para el circuito comercial fuera probada en el off: probar en el circuito alternativo, ver cuál es la respuesta del público y analizar si se quiere dar el salto luego a un circuito con más butacas. Por lo menos se tienen ya datos muy concretos de lo que va pasando con la obra y con la gente. Así la encaramos en cooperativa en el teatro El Método Kairós.

La actuación de Malcolm McDowell en la adaptación de Stanley Kubrick es un ícono en sí mismo. En esta versión le tocó a Franco Masini asumir ese desafío. ¿Qué le aportó al personaje de Alex?

Franco tiene una mezcla muy interesante de ese ángel y de ese demonio que Alex representa; de esa dualidad que es necesaria. Por su apariencia, hace que la otra persona baje la guardia, te acercás confiando y después te encontrás con la persona que es. El protagonista tiene que reunir determinadas condiciones físicas que Franco reunía y, por supuesto, las interpretativas que necesita para transitar por el camino tortuoso que Alex transita.

Manuel González Gil con sus actores.

Alguna vez mencionaste que la escritura de esta adaptación teatral partió fundamentalmente de la novela original de Burgess, y que hubo una voluntad de cuestionar si aquel futuro imaginado por el autor y llevado a la pantalla por Kubrick era ya un presente. ¿Qué papel tuvieron en ese proceso el diseño de producción y la dirección del film de Kubrick?

Burgess y Kubrick, ambos, pensaron en un futuro. Lo que pasa es que, en un tiempo en que todo pasa tan rápido y lo que antes pasaba en cien años ahora pasa en uno, el futuro a Kubrick le quedó corto, porque hasta la ‘estética del futuro’ empezó a pasar de moda a los cinco años. A los seis ya parecía viejo. Lo que hay que rescatar es que lo inquietante es que se realice en un espacio y en un tiempo indefinido. Puede ser el futuro, y creo que es el futuro. También entendí que ese futuro que Kubrick y Burgess pensaron ya había llegado. Los condicionamientos sobre determinadas partes de la población, como en este caso la carcelaria. Pero el gobierno pretendía llevarlo a toda la población y someterla a este lavado cerebral. Tal vez ahora esto se hace de otra manera: el manejo de los medios va provocando determinados resultados generales. Y esto lo vemos claramente en cómo los pueblos votan y cómo llegan determinados presidentes al poder. Entonces claramente ese futuro es hoy. La implantación de chips ahora es una realidad. Por lo tanto, entiendo que jamás podrían pensar en su época, Kubrick y Burgess, otra posibilidad que esta lobotomía que le hacen al personaje de Alex. Sin necesidad tal vez de hacerlo tan cruel, como la experiencia del método Ludovico –en la ficción, es una técnica para la ‘rehabilitación’ de criminales que se basa en someter a los presidiarios a imágenes de extrema violencia bajo los efectos de fármacos que les generan dolores físicos-  ahora se hace con mucha más liviandad y con mejores resultados. Por lo tanto, la estética de la puesta en escena estaba fundamentalmente basada en esas premisas: en no contar ni un espacio determinado, ni un tiempo determinado. También estábamos condicionados al espacio en el que teníamos que jugar: el Teatro Kairós, que es un espacio vacío y que tiene cierta rústica en sus paredes. Partimos de esa posibilidad estética que nos daba la sala y creamos, casi te diría, un ambiente fabril con una excelente propuesta que nos hizo Lula Rojo en la escenografía y Pablo Battaglia en el vestuario. A partir de ahí transitamos esta idea de atemporalidad y de una universalidad espacial.

La música es fundamental en la historia de La Naranja Mecánica y para su protagonista. ¿Cómo fue el trabajo en conjunto con Martín Bianchedi para transformar ese texto original, y su relación con la música, en una obra musical?

Creo que la música en esta obra es fundamental ya desde la estructura argumental. El lavado cerebral de Alex fracasa porque es acompañado con la música de Beethoven y esto genera una falla en la metodología. La música es parte fundamental, por lo menos del universo de Alex. Fue fundamental en la película y también la sentimos indispensable para esta adaptación teatral. Con Martín trabajamos juntos desde hace cuarenta años ininterrumpidamente. Casi respiramos, él en la música y yo en el texto, una comunión muy grande. Descubrimos en el trabajo, cuando estábamos haciendo la tercera escena que el código de la obra iba a ser una suerte de ópera. Porque la música marca las acciones, es omnipresente durante toda la obra, los personajes hablan constantemente sobre la música y accionan sobre ella. Porque la música es climática, es protagonista.

Los peligros de la manipulación psicológica como herramienta de control social aparecen en las obras de Burgess y Kubrick en contraposición con el deseo de  rehabilitar y redimir al criminal violento. Analizándolo hoy: ¿en qué punto dirías que esa ciencia ficción ya es ciencia sin ficción?

La escena del debate que tienen el científico, el político y la religión frente a diputados y senadores de la Nación es lo que tiene más actualidad y expone la vigencia de lo que se está contando. Lo llamé a Darío Sztajnszrajber, -él también era fanático de la película- y estuvimos charlando mucho sobre esta escena. Y me tiró varias ideas para poder también llevar mucho más a fondo esta disputa entre el poder, la ciencia y la religión. La verdad, creo que esa escena marca como la bisagra casi conceptual de lo que se está debatiendo, y deja en evidencia la no existencia de buenos. Ni siquiera te diría de malos. Lo que deja traslucir, deja en carne viva, es la presencia fundamental de los intereses personales de cada sector: los comerciales, los del poder, los de la ciencia y los de la religión. Los deja sumamente expuestos. Esto me parece de una vigencia tremenda. Y un poco te apena que después de cincuenta años tenga tanta vigencia una misma situación porque no se ha podido resolver.

Franco Masini en el centro rodeado por Tomás Kirzner, Lionel Arostegui, Enrique Dumont, Francisco González Gil, Stella Maris Faggiano, Tomy Wicz y Fran Ruiz Barlett.

En el último año el teatro argentino sufrió una caída importante en ventas de entradas, junto con problemas presupuestarios en los organismos de fomento y alzas en los costos, sobre todo para el teatro alternativo: ¿cómo ves el futuro del teatro argentino en el corto plazo?

Siento que el teatro comercial está muy condicionado a hacer productos que estén muy ligados al humor. Yo fui también, y soy, parte de eso. Son cosas que los productores van necesitando hacer para poder llenar las salas. Fundamentalmente creo que el año de la crisis fue el 2018. Yo he visto obras dramáticas verdaderamente bellas que, en cualquier otro momento socioeconómico, perfectamente se podían dar en calle Corrientes y que este año no las admitían. Obras que verdaderamente tenían un valor teatral y no fueron acompañadas por el público. Por lo tanto, el teatro alternativo pasó a ser el único refugio en donde estos temas podían contarse. Y aquí estamos. Por eso es que La Naranja Mecánica, de pensarse para un teatro comercial, pasó a estar en el Kairós. ¿Cómo veo el futuro? En estos años de mi vida teatral siempre el teatro estuvo casi en peligro de extinción. Pasó por muchos momentos. Y siempre renace, y siempre encuentra sus formas, y siempre encuentra su salida. Tiene que acompañar, obviamente, un proceso en el  país. Yo tengo la posibilidad y el privilegio de viajar por todo el mundo para dirigir y te aseguro que no tengo la menor duda que el mejor lugar para trabajar el teatro de habla hispana es Buenos Aires, porque reúne a los mejores actores, a un público muy inteligente y exigente de lo teatral. Esto no se encuentra en estos otros países.  Vivo en el mejor país para hacer mi teatro. Y creo que, obviamente, va a volver a salir. Siento que el teatro siempre encuentra sus huecos y sus propuestas. Y son ciclos. En este momento estamos en una crisis, obviamente, y no lo dudo. Pero no es solo un deseo. Sé que vamos a encontrar otra vez una ola enorme que nos vuelva a poner a todos en camino.

El Método Kairos Teatro en El Salvador 4530, Ciudad de Buenos Aires.
Podes vero hasta el 30 de marzo.
Viernes, sábados y domingos. 

 

Un nombre, mil luchas

Un nombre, mil luchas

A un año del asesinato de la activista brasileña Marielle Franco, las calles del centro porteño amanecieron con placas simbólicas con su nombre y más tarde se realizó en el Obelisco un acto homenaje y en reclamo de justicia bajo la consigna “Florecer por Marielle”.

“La recuerdo con su belleza, su sonrisa, su carcajada y sobre todo su fuerza. Siempre fue una mujer que llegaba y resaltaba, transmitía energía. Llamaba la atención su capacidad de articulación y de hacer puentes, era muy firme y activa en sus posiciones, siempre buscando sumar entre la gente. Festejamos juntas en la calle el día que fue electa concejala, estaba plena”, rememoró Andressa Caldas, una amiga de Marielle presente en la convocatoria.

Andressa Caldas, compañera de Marielle Franco.

Militante, socióloga, madre, lesbiana, mujer negra nacida y criada en la favela de Maré en Río de Janeiro, Marielle Franco llegó a ser la quinta parlamentaria más votada en las elecciones de la capital carioca en 2016. Hizo de estas facetas un camino de lucha contra la discriminación, el machismo y la violencia policial e institucional que se dan a diario al interior de las favelas. “En la figura de Marielle se encuentra la síntesis de múltiples reclamos. Imponer la lucha antirracista en la agenda pública y política en Brasil requirió de mucha valentía. Subestimaron su poder y su capacidad para tejer una red de mujeres que pelearon a su lado y que hoy siguen defendiendo la misma lucha que ella inspiró y nos legó”, remarcó la paulista Renata Benítez, una de las organizadoras del acto e integrante del Colectivo Passarinho.

Marielle estaba convencida que las mujeres debían ocupar con sus cuerpos todos los espacios posibles. Puso sus ideas y su tiempo por causas que consideraba justas y urgentes. La noche del 14 de enero de 2018, antes de recibir 13 disparos que terminaron con su vida y la de su chofer, Anderson Gomes, volvía a su casa luego de coordinar un encuentro de mujeres llamado “Jóvenes negras moviendo las estructuras”.

A dos días del aniversario, en la madrugada del martes 12 de marzo, agentes de la División de Homicidios de la Policía Civil de Río de Janeiro realizaron un operativo por orden judicial en el que detuvieron al expolicía Elcio Vieira Queiroz y al sargento retirado Ronnie Lessa, bajo la sospecha de haber sido los autores materiales del doble homicidio calificado de Marielle y Anderson y de la tentativa de homicidio a la asesora de Marielle, Fernanda Chaves, única sobreviviente que viajaba en la parte trasera del auto. Lessa vive en una casa de cuatro millones de reales en Barra da Tijuca, barrio en el que vivió hasta su asunción Jair Bolsonaro. “Queremos que se investiguen a fondo las coincidencias y conexiones de los acusados y sus allegados con el entorno familiar del presidente Bolsonaro. Las investigaciones no pueden parar ahora. Brasil es un país que tiene en los ranking uno de los índices más altos del mundo de violaciones y asesinatos contra defensores de los derechos humanos, donde siempre pasa lo mismo, lo máximo que se logra conseguir es que se condene a los ejecutores, pero nunca se llega a los autores intelectuales que son grupos poderosos. Queremos saber quién dio la orden de matar a Marielle”, dijo Caldas, la amiga de la dirigente asesinada.

“En la figura de Marielle se encuentra la síntesis de múltiples reclamos (…) Subestimaron su poder y su capacidad para tejer una red de mujeres que pelearon a su lado», dijo Renata Benítez, integrante del Colectivo Passarinho.

Según denunciaron las fiscales del Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado, Simone Sibilo y Leticia Emile, el asesinato fue planificado al detalle con unos tres meses de anticipación. Se trató de un hecho llevado a cabo por profesionales dada su búsqueda en servicios informáticos, su destreza para limpiar la zona del atentado desactivando las cámaras de seguridad y operando con armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Además, según arrojó la investigación, las balas que mataron a Marielle y a Anderson fueron municiones originalmente vendidas a la Policía Federal (PF) robadas de la sede de Correos de Paraíba en 2006. Esta es otra problemática de trasfondo: el extravío recurrente de municiones de la PF que luego son halladas en múltiples escenas de crímenes a lo largo y ancho del país.

Una de las principales luchas de Marielle era contra la militarización de las favelas. Fue relatora de la Comisión de la Cámara Municipal creada para fiscalizar las operaciones policiales y todo tipo de abusos por parte de las fuerzas de seguridad en el marco de la intervención en los barrios populares impulsada por el ex presidente Michel Temer. Marielle nació y vivió en las favelas de Río pero nunca naturalizó la violencia represiva dentro de los barrios sino que la transformó en lucha y en la denuncia diaria de las violaciones a los derechos humanos de los sectores más vulnerables. Cuatro días antes de su muerte, había difundido en redes sociales su repudio a los procedimientos ejecutados por el Batallón 41 de la Policía Militar de Río en la favela de Acari. Según consigna el diario Folha, se trata del cuerpo más letal del distrito, el que ostenta el mayor índice de asesinatos.

Homenaje a un año del asesinato de Marielle Franco, Concejala del PSOL, Brasil. Obelisco, Buenos Aires, Argentina. 14 de marzo de 2019

Detrás del asesinato de Marielle existe una compleja trama que involucra el accionar de las llamadas “milicias”, grupos de exterminio conformados por policías civiles y militares, tanto retirados como en servicio, que funcionan como un estado paralelo. Controlan desde las conexiones ilegales a servicios, la construcción, medios de transporte alternativos, el comercio, instituciones comunitarias y hasta las actividades políticas de campaña dentro de las favelas donde se asientan. Negarse a sus disposiciones no es una opción para quienes viven en los barrios populares. Investigar o denunciarlos tampoco. La jueza Patricia Acioli fue asesinada en 2011 por investigar a una milicia en la localidad de San Gonzalo. Sin embargo, el actual presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, ha reivindicado públicamente en reiteradas oportunidades el rol de las milicias. Los detenidos por el caso de Franco están relacionados a la llamada “Oficina del Crimen”, un grupo de sicarios y mercenarios muy bien pagos ligados a una del barrio Río das Piedras, en el oeste de la “cidade maravilhosa”.

Eduardo Soares, antropólogo y politólogo brasileño experto en temas de seguridad pública, aseveró que “la violencia policial sistemática sólo se nutre cuando las capas superiores le ofrecen cobertura, es decir, cuando el comando de la policía, las autoridades políticas y la justicia están en comunión y hacen la vista gorda a la violación de los derechos de la base de la pirámide social. Y cuando este fenómeno se produce de forma continua durante décadas, esta alianza de agentes institucionales estimula la creación de incubadoras de redes criminales asociadas a intereses de todos los niveles de la escala. En mayor o menor grado, son todos cómplices”. Marielle peleó por desenmascarar esta complicidad. Detrás de su asesinato hay responsabilidades, intereses y disputas de poder en razón de los cuales distintas organizaciones de derechos humanos a nivel internacional lo han calificado de crimen político.

“Fue un femicidio político. La mataron por su lucha por la igualdad, en contra de la pobreza, el racismo, la homofobia y la misoginia. Estamos en momentos en América Latina donde la organización colectiva está siendo permanentemente reprimida y criminalizada”, afirmó Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS durante la radio abierta que se desarrolló en el Obelisco. La referente de Juntas y a la Izquierda-MST, Jeanette Cisneros, en diálogo con ANCCOM, sostuvo que “hay que leer el contexto político de prácticas fascistas y de un régimen de crimen organizado al interior de las favelas en el que muere Marielle en Brasil, donde la represión física sobre las compañeras es una manera de amedrentar y evitar que otras sean las que salgan a luchar. Hay una responsabilidad política detrás de este asesinato que buscó desarticular todo un entramado social que al interior de la favela Marielle organizaba y representó desde su banca de concejala”.

Nora Cortiñas en el homenaje de Marielle Franco.

Como mujer negra Marielle también se convirtió en símbolo de la pelea de la comunidad afrodescendiente por el respeto y la legitimación de sus derechos. Miriam Gomes y su sobrina Florencia Gomes, integrantes del área de género de la comisión organizadora del 8 de noviembre (Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro), se refirieron a las problemáticas que atraviesan. “Sufrimos las consecuencias del racismo a diario, con menos posibilidades y menor acceso en el ámbito laboral y mucho más en los lugares de representación y poder, por una estructura que se perpetúa desde el Estado para invisibilizarnos y negarnos como comunidad”, denunció Florencia. Su tía Miriam destacó el compromiso de lucha por la memoria de Marielle: “Ella nos enseñó que no hay que tener miedo. Necesitamos sentirnos dignos de esa lucha y redoblar los esfuerzos para seguir trabajando por la inclusión y la igualdad de derechos, sobre todo de las mujeres negras en este país”, dijo.

Amnistía Internacional ha reiterado la demanda de que un grupo externo e independiente acompañe las investigaciones, como en nuestro país lo solicitó para el caso Maldonado, dada la preocupante demora en el proceso y la falta de respuestas. Mónica Benicio, pareja de Marielle, a horas de hacerse público el arresto de los sospechosos Queiroz y Lessa, había señalado la urgente necesidad de que se conozca la autoría intelectual del crimen, quién mandó a matar a Marielle, pregunta que se hizo hashtag en las redes sociales bajo el hashtag #QuemMandouMatarMarielle.

 

Insta x la identidad: retratar la memoria

Insta x la identidad: retratar la memoria

“La gran virtud del arte es comunicar y llevar al presente aquellos viejos sueños para tenerlos en el reconocimiento y en la memoria”, declaró el martes pasado Juano Villafañe, director artístico del Centro Cultural de la Cooperación. Allí quedó oficialmente inaugurada la muestra Insta x la identidad, una iniciativa de Abuelas de Plaza de Mayo que, con la intención de instalar el tema en su más reciente red social, Instagram, realizó un
concurso entre el 14 y el 17 de septiembre pasado: a través de los hashtags #Identidad, #YoTeBusco y #DóndeEstás, centenares de aficionados, estudiantes y profesionales subieron fotografías tomadas con su celular o cámara fotográfica que invitan a la reflexión sobre la Memoria, Verdad y Justicia.

“Esta exhibición es un regalo muy generoso de quienes la han hecho, los artistas ponen el alma y se desprenden de ella. La fotografía es darle visibilidad a un pensamiento y luego, la generosidad de regarlo”, dijo Estela De Carlotto, presidenta de la agrupación, quien asistió a la presentación junto a las abuelas Delia Giovannella, Clelia Fontana y Aída Kancepolski.

El jurado, integrado por los reconocidos fotógrafos y reporteros gráficos Juan Travnik, Emiliana Miguelez y Gerardo Dell’ Oro, fue el encargado de realizar la selección ganadora del concurso, 20 fotografías premiadas y 22 que recibieron menciones especiales. Entre las seleccionadas hay imágenes de reconocidos fotógrafos, como Paula Teller y Sebastián Miquel, y también de dos fotógrafas que participaron en ANCCOM, Daniela Morán y Daniela Yechúa.

Daniela Yechúa y Daniela Morán, ex practicantes de ANCCOM.

“La fotografía se parece a la memoria, los dos nos traen al pasado –comentó Dell’Oro, quien tomó la palabra en representación de sus colegas-. También se relaciona con la Identidad, un encuentro que ocurre en el presente. En esta campaña, la fotografía aparece de nuevo para visibilizar, ya no las desapariciones, que solo los retrógrados reaccionarios
desconocen, sino el lazo biológico, familiar, amoroso, que es en definitiva de
lo que se trata la lucha de las Abuelas”.

Las Abuelas convocaron además a 20 escritores contemporáneos que, con sus palabras, acompañan las imágenes y generan un trabajo solidario y colectivo. Selva Almada, María Teresa Andruetto, Mariana Enríquez, Martín Kohan, Sergio Olguín, Leonarodo Oyola, Mariano Quirós, Alejadra Zina, entre otros: se trata de un grupo de autores notables de la literatura argentina.

La docente, escritora y licenciada en Comunicación Graciela Bialet, habló en representación de los escritores: “Hacer la relación entre la foto y los textos fue recuperar las metáforas, fue un estado adverbial –dijo-. La mezcla entre el verbo hacer porque seguimos luchando y la cualidad, ese motivo que nos lleva a hacerlo, la pasión. Cada uno de los escritores tenemos una impronta distinta al expresarnos, pero hemos tenido en cuenta el instante en que esa foto registró dicha metáfora, ya sea la vida de nuestros compañeros desaparecidos o de la lucha que sigue siendo”.

Abuelas de Plaza de Mayo ha sido la organización en materia de Derechos Humanos que marcó el sendero político para muchas agrupaciones. Estela de Carlotto, quien se encargó de realizar el cierre de la presentación, anunció: “Las puertas de nuestra casa, siempre están abiertas. Nunca expulsamos. Yo creo que esta conducta debemos adoptarla en el contexto político que nos espera. Juntémonos en lo que estamos de acuerdo, olvidando las diferencias. Debemos tener una gran esperanza en que este país es luchador, que no está resignado y piensa seriamente en lo que le espera: recuperar la economía, la decisión, la educación en las escuelas, la comida, la paz y el respeto”.

*La exhibición permanecerá en el Centro Cultural de la Cooperación
durante todo el mes de marzo y su entrada es libre y gratuita.

“Desdibujada, la mirada penetra y espeja la huella de lo irreparable, del cuerpo que fundido por la fuerza del desgarro se deshace y pierde en cada silencio su voz. El vacío pone en evidencia todo eso que no está y que es: un hombre se sujeta y se aferra a ese cuerpo manoseado, expulsado de sí mismo a fuerza de dolor. No se puede borrar una foto, el gesto vivo de su rostro, la calma apacible de su figura que al contemplar cala hondo. Mucho menos se puede desaparecer la palabra: la lengua no se tiñe ni se desdobla
ni se disuelve. Es eterna”.
Texto: Belén Lopez Peiró
Foto: Maximiliano Salazar“Contamos historias para ordenar el mundo, para apaciguar el desastre. O bien, para arrimarnos a la boca del desastre y volver para cortarlo. Decimos que sí, que lo entendemos, que somos capaces de ofrecer una lectura razonable. Y vivimos más o menos tranquilos. Caminamos la ciudad, las zapatillas planas y con algún agujero. Tenemos onda, tenemos ingenio.
Estamos más allá, incluso nos reímos. Le hacemos frente a lo que venga. Si nos apuran, hasta somos felices. Y hasta somos capaces de sostener la mirada”.
Foto: Sebastián Miquel
Texto: Mariano Quirós

“Aparecen cuando menos se las espera. Atacan por emboscada. Se meten con lo que más cuidamos, con nuestros seres queridos, con la memoria del pueblo. Son las sombras. Oscuras, aterradoras, deformes. Repiten como paradoja lo que fue una tragedia. Sus amenazas son un simulacro inútil.
Porque las sombras no pueden tocarnos, ni tapar el recuerdo, ni acallar las voces, ni la búsqueda de Justicia. Y sin embargo, hay que estar atentos, detrás de cada sombra dañina hay alguien que las proyecta”.
Texto: Sergio Olguín
Foto: Paula Teller

“Tan lejos tan cerca siempre en pie

esta terca íntima constancia del recuerdo en el tiempo la distancia como vuelve el mar contra la piedra o una luz extinta que perdura”.
Foto: Micaela Rosa
Texto: Nicolás Schuff

“Era mi ciudad y era una marcha.
En el cielo, se iba gestando una tormenta.
En la calle, todos: mi madre, mi tía,
Mi prima (con la cara tapada por la pancarta)
y yo ahí, con los rostros de mis abuelos en alto.
Yo con la mirada hacia el futuro y una sonrisa de purrete
Tenía siete años
Cuando me nació la conciencia.”
Foto: Yanina Avila
Texto: María Teresa Andruetto

El poder de la organización 

El poder de la organización 

Vecinos de los barrios más postergados de la ciudad de Buenos Aires -en su mayoría
mujeres e inmigrantes- tomaron la decisión de organizarse. Hace unos meses,
conformaron la Coordinadora por la Urbanización Real de las Villas con el objetivo de
sumar todas las experiencias y elevar una sola voz, un reclamo conjunto, por una
vivienda digna y obras de infraestructura. A la vez, denunciaron “negocios inmobiliarios” a
costa de las viviendas de miles de vecinos.
 
Aunque durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta al frente del Gobierno de la
Ciudad se desarrolló una política de urbanización en villas mediante planes de obras de
infraestructura y procesos de escrituración y relocalización de viviendas, los vecinos
denuncian un paulatino proceso de expulsión en los barrios.
 
Jonathan Baldiviezo -abogado del Observatorio del Derecho a la Ciudad- explicó que las
condiciones de escrituración de las casas en los barrios populares son “expulsivas”. En
diálogo con ANCCOM, señaló: “Al momento de la escrituración las familias van a sufrir un
shock económico, al costo del crédito de la casa se le suman los impuestos inmobiliarios,
expensas y las tarifas cada vez más costosas. Esto implica que una familia, cuyo ingreso
no supera los 10 mil pesos, deba pagar entre 6 y 8 mil pesos más por mes. El Gobierno
debe atender ese shock”.

A fines de 2018, la Legislatura porteña aprobó la Ley 6129 que, según los vecinos, abrió
un flanco específico para los habitantes del barrio Carlos Mujica (exVilla 31). A diferencia
de la ley nacional, argumentaron los vecinos, la nueva normativa no especifica que la
vivienda deba conservar su carácter social y familiar. Es decir, una familia puede venderla
a un emprendimiento inmobiliario. “El Estado debería urbanizar para que el suelo esté
afectado a aquellos sectores que no pueden acceder a la vivienda, no para incorporar el
suelo al mercado y la especulación inmobiliaria”, amplió Baldiviezo.
 
El abogado aseguró que “las familias se terminan yendo por los altos costos, las malas
condiciones de infraestructura, las inundaciones”. Y juzgó: “Se trata del intento de parte
del gobierno de erradicar las villas mediante artilugios legales”.
 
Grecia, vecina de la villa 20, manifestó a ANCCOM: “Vamos por la urbanización real de
todas los barrios, por el derecho a la vivienda digna de propietarios e inquilinos, basta de
hacinamiento, participación y control vecinal en los procesos de urbanización. Por el
derecho a trabajar y vivir en la Ciudad”.
 
Los vecinos también denunciaron ataques de parte de patotas. Nicolás, vecino de la Villa
31, sufrió agresiones por participar de las asambleas y resistir al desalojo: “Fui humillado y
sacado de mi casa. Soy el vivo ejemplo de que el PRO nos quiere callar así”.

Por su parte, Norma, de la Villa 1-11-14, denunció que el Instituto de la Vivienda de la
Ciudad (IVC)  “organiza reuniones con los delegados, sin permitir la participación pública
de los vecinos”. Y amplió: “El lunes pasado organizaron una reunión y no dejaron ingresar
a ninguno. Necesitamos saber lo que se habla en esa reunión”.
 
De la coordinadora participan vecinos de la Villa 31 y 31 Bis, del Playón de Chacarita, de
la Villa 20, de La Carbonilla, de la 1-11-14, Piletones, Fátima, Ramón Carrillo, Ciudad
Oculta, Cildañez, 21-24 y Rodrigo Bueno, entre otros asentamientos. En febrero
organizaron la primera asamblea con más de mil vecinos, frente a la Jefatura de Gobierno
porteño. La masiva participación tuvo, sin embargo, escasa repercusión mediática. Tienen
previsto realizar una reunión en la villa Rodrigo Bueno para fin de mes. Hasta que los
escuchen.