May 1, 2019 | Culturas, Novedades

«Evamérica» se estrena el 7 de mayo en el Teatro Empire.
Hace cincuenta años, cuando Cátulo Castillo, poeta y letrista de tango, y Rubén Mazza, compositor musical, se embarcaron en la tarea de componer una obra conjunta, jamás pensaron en Eva Perón como su figura central. Más bien, su elección como personaje llegó como una sugerencia: “Evamérica es una obra que surgió allá por el año 1969 como una idea de la esposa de Rubén Mazza. Un día, Cátulo Castillo fue a cenar a la casa del matrimonio y les comentó: “Tengo ganas de hacer un tema sobre un héroe patrio”, y ella, – paradójicamente simpatizante radical- le dijo: “¿Por qué no de Eva, Cátulo?”. Y ahí, nació la cantata”. Así recuerda la anécdota Guillermo Asencio, director general de la obra que se estrena en el Teatro Empire el próximo 7 de mayo, cuando se conmemore el centenario del nacimiento de la Jefa Espiritual de la Nación.
Pero como la historia misma del peronismo en la Argentina de los años ´60, el destino de Evamérica estaría también marcado por el prohibicionismo y la censura. Es que cuando Castillo y Mazza aceptaron gustosos la propuesta, nunca dimensionaron lo difícil que podría llegar a ser estrenar un espectáculo íntegramente centrado en la figura de Evita, con el gobierno dictatorial de la Revolución Argentina en el poder. “Los avatares de la vida hicieron que nunca se pudiera estrenar. Por cuestiones políticas, entre las dictaduras del `69 al `73 fue imposible; en el `73-`74 había un funcionario que se opuso y después, hubo algunas desavenencias entre los herederos que hizo que tampoco se pueda armar algo en los 12 años de mandato kirchnerista”, explica Asencio y comenta que fue finalmente Carlos Castillo, hijo de Cátulo, quien decidió asumir la producción general y estrenar la obra.
El espectáculo es una cantata lírico-popular que narra la vida de Eva; desde su nacimiento e infancia en Junín y su encuentro con el cantor de tango Agustín Magaldi, quien la introduce en el mundo actoral, hasta el posterior traslado a Buenos Aires donde conoce a Juan Domingo Perón. “Lo que trato de mostrar en esta obra es la relación mítica entre Eva Perón y el pueblo, que no es tanto su parte política sino más bien cómo este personaje, que no fue nunca funcionario de gobierno, que nunca vivió de la política en sí, quedó tan arraigado como la fuerza del amor rebelde, de la lucha”, explica Asencio. “Eva es América. Ella es esa América del Sur que lamentablemente hoy se está perdiendo como región. Es esa idea de la Patria Grande sinónimo de lucha, de rebeldía ante el statu quo, ante la oscuridad”, agrega el director.
Evamérica se presentó por primera vez en el 2015 con dos únicas funciones en el teatro San Martín en oportunidad de cumplirse 63 años del fallecimiento de Eva. Y, si bien en esencia se trata de la misma poesía y música, la puesta en escena se renovó completamente para el que será su reestreno el 7 de mayo: “Me pareció que era una obra maravillosa con la cual había que hacer todo un relato”, cuenta Asencio. “La función del San Martín no tenía puesta en escena, era más bien una especie de oratoria con algunas danzas típicas. Lo que yo intenté ahora es darle un sentido correlativo en el que tres voces -el barítono, la soprano y el relator- narran la historia”, continua el director.
Constanza Leone, soprano, y Juan Feico, barítono, son las voces solistas. Al tratarse de una cantata, Constanza y Juan explican que su rol no es actuar de Juan y Eva, como podría esperarse en un musical tradicional: “Somos relatores que van contando la historia pero nunca realmente interpretamos a los personajes”, explica Feico. “Hay momentos, claro, en los que nos hacemos pasar, por ejemplo, por la madre de Eva o por Eva misma, pero solo somos narradores”, agrega Leone. Por su parte, Osvaldo Malizia, actor, pone su voz como relator principal: “La idea que aparezca como si fuera la imagen de Cátulo Castillo que va creando en escena mientras van pasando cosas, vestido con el sombrero que él usaba siempre, porque era pelado”, explica Malizia sobre su rol en la obra.
Los tres intérpretes son acompañados, además, por ocho coreutas que representan la voz del pueblo. La orquesta, también protagonista central de la obra, está integrada por nueve músicos dirigidos por Constanza Antunica y con arreglos de Federico Guinzburg. María Inés Natalucci, directora musical, fue la encargada de hacer los arreglos generales de la partitura original compuesta por Mazza.
Encontrar el diferencial sin caer en el partidismo político es el horizonte y desafío del director en esta semblanza romántica: “Hace años que trabajo de esto y nunca encontré una poesía tan llena de metáforas como la de esta obra de Cátulo”, afirma Guillermo Asencio: “Es maravilloso porque no sea un panfleto y no hacer un panfleto con la vida de Eva, es de lo más complicado para cualquiera”. Y agrega: “Como el Che, Eva también quedó arraigada como marca de un romanticismo rebelde del siglo XX y eso es lo que me interesa destacar: la rebeldía, no la ideología peronista”.
Por su parte, los artistas creen que la gran apuesta es que Evamérica logré penetrar en un público variado, quizás incluso, poco acostumbrado a este tipo de espectáculos. “Al ser una ópera es atemporal, va a trascender y quién esté viendo va a tener la oportunidad de sacar su propia conclusión. Me parece importante que cualquier público pueda acceder a este tipo de obras”, afirma Juan Feico “Si esto es para un grupo selecto de personas, no sirve de nada”, concuerda Osvaldo Malizia. Sara Melul, asistente de dirección, también ve con entusiasmo el futuro de Evamérica y adelanta que existen posibilidades de que se realice una gira nacional: “Tenemos muchas ganas de llevarla al interior del país; obviamente a Junín y Los Toldos, y a las provincias que tengan un buen teatro y ganas de contar con la obra”.
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Evamérica se estrena el martes 7 de mayo a las 21 con una función especial por el Aniversario nacimiento de Eva Perón, en el Teatro Empire (Hipólito Yrigoyen 1934, CABA). Estará en cartel durante los meses de mayo y junio con funciones regulares los jueves a las 21 y los domingos a las 20.
May 1, 2019 | Novedades, Trabajo

Sillas vacías por los despidos en ANSA.
Sillas vacías, escritorios sin pertenencias, computadoras apagadas. Lo que solía ser una sala de redacción, hoy es un escenario desolador. Figurita repetida para los medios de comunicación argentinos. En la bolsa también cayó ahora la reconocida agencia internacional de noticias, ANSA (Agenzia Nazionale Stampa Associata), donde hoy solo acuden a sus puestos nueve de los 17 empleados que trabajaban hasta que comenzó el último recorte.
Despidos de 74 empleados en la planta gráfica de La Nación y 37 en Editorial Atlántida; el embargo de la cuenta sueldo de los trabajadores de C5N; los salarios impagos de Radio del Plata y los 65 desvinculados en Clarín, la situación más emblemática de los últimos días, con multitudinarias protestas en su puerta. Con mucha menos repercusión, en ANSA también se viven horas de desguace. El 11 de febrero, tras una comunicación telefónica desde Roma, el encargado del sector de Recursos Humanos de la agencia italiana comunicó que debían despedir a la mitad de los trabajadores de la oficina de Buenos Aires, la cual supo ser sede central de las oficinas de Latinoamérica. La decisión se tomó tras la reducción del 20 por ciento del aporte que percibía la agencia del Estado italiano. La propuesta que ofrecieron desde Italia tiró por la borda todos los tableros establecidos en cuanto a leyes laborales: a la decisión de a quién despedir y a quién no, la debían tomar los propios periodistas en el plazo de un mes.
“Nos avisaron que iban a echar a tres trabajadores con nombre y apellido: el telefonista y dos técnicos. Además, debíamos elegir entre nosotros seis redactores de los 12 que éramos en ese entonces. A los técnicos y al telefonista les dieron entre cuatro y cinco días para arreglar sus cosas e irse. Al resto, hasta el 12 de marzo. La decisión del recorte no la tomaron con un sentido periodístico sino, en cambio, con un criterio financiero”, arremete Fernando Lorenzo, periodista y secretario gremial de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

ANSA está desdde 1952 en nuestro país y era la agencia de noticias cabecera en latinoamérica.
Tras negociaciones con la empresa y audiencias en el Ministerio de Trabajo, los empleados han logrado que cada uno de los cuatro compañeros que optaron por finalizar su compromiso con la agencia, firmara en el SECLO (Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria) un retiro voluntario donde se acordó una cifra indemnizatoria superior a la establecida por la ley. Lorenzo, quien asistió a cada una de las reuniones, agregó: “Nosotros plantamos bandera pero no le pusimos palos en la rueda a nadie que decidiera irse; en cambio, tratamos de generar una mejor condición para negociar su salida”.
Desde su establecimiento en el país en 1952, la agencia ha vivido cada uno de los conflictos políticos y económicos que sacudieron a la sociedad argentina. Hoy, sumado a la crisis de la industria periodística y la específica de las agencias de noticias, se encuentra en medio de una crisis que ha dado lugar a la precarización. “Estamos preocupados, no solo por nosotros y nuestro gremio, sino a nivel general. Tratamos de dar resistencia, ver caminos para que no se cierre la fuente de trabajo pero el avance es arrollador. La empresa tiene sus razones, nosotros las nuestras, pero ahora, lamentablemente, estamos en inferioridad de fuerza”, comenta Alejandro Curotto, periodista de ANSA, especialista en política internacional.
La agencia de noticias italiana contaba con 81 oficinas distribuidas en 74 países. El objetivo primordial de la localización de ANSA alrededor del globo puede adjudicarse a una presencia política estratégica en dichos países detrás del sentido más superficial, el informativo. Actualmente, las únicas dos sedes que aún siguen ubicadas en el sur del continente americano son las pertenecientes a Buenos Aires y San Pablo, quedando únicamente corresponsables ubicados en México, Caracas, Cuba y Chile. Los trabajadores de la agencia, en su comunicación telefónica, tuvieron que escuchar otra posible decisión que estaba evaluando la empresa: concentrar la sede porteña en San Pablo, donde las condiciones laborales son mucho más flexibles, para bajar los costos.
Curotto, que tiene 60 años y ha dedicado 36 de su vida a la redacción de artículos para ANSA, explica: “Uno quiere y le tiene cariño a su trabajo porque es su obra, lo que hace, lo que estudió y aprendió. La decisión a tomar no abarca solamente irse o quedarse” .

Los trabajadores de ANSA debieron elegir entre ellos qué periodistas debían ser despedidos.
Ante el panorama desalentador, los trabajadores comenzaron a evaluar estrategias para poder generar un frente sólido sumando apoyos internacionales: “A fines de febrero, intentamos hablar con el canciller italiano, Enzo Moavero Milanesi, pero en ningún momento nos ofreció un espacio para contarle nuestra situación. Eso, para nosotros, fue una respuesta, sabemos que por esa vía no tenemos nada”.
En la última audiencia en el Ministerio de Trabajo a la que asistió el equipo de ANSA, con Fernando Lorenzo a la cabeza, los trabajadores recibieron otro golpe: la agencia solicitó que una persona más abandone su puesto. “Los que quedamos, estamos en el Titanic hundiéndonos. Nuestro servicio ya era precario anteriormente y ahora, por supuesto, empeoró. Los que quedamos nos reunimos y acordamos el trabajo que podemos llegar a brindar y garantizar sin que haya conflicto entre nosotros. Hay demanda corta y un problema estructural. No tenemos claro si esto terminó acá. Las personas que eligieron irse, lo hicieron mediante un consenso. Hoy no hay nadie con ganas de aceptar un retiro. De ninguna manera vamos a pelearnos entre nosotros para decidir quién se va, sino que vamos a defender nuestro puesto de trabajo”.
Para ANSA, la crisis del 2000 fue un quiebre y desde entonces la agencia se achicó continuamente hasta llegar al resultado de hoy. Lorenzo cuenta: “Nos quisieron sacar del convenio colectivo, la idea era realizar contratos individuales. Hubo una pelea muy fuerte, tomamos la sede y sufrimos dos despidos. A partir de ese momento, se negociaron mejores condiciones de trabajo. Estuvimos casi 10 años sin aumento de sueldo por la ausencia de paritarias. Gracias a la resistencia pudimos mantener nuestras condiciones de trabajo y crear un precedente. Hoy la situación les pesa por nuestro historial”.
A la espera de la nueva audiencia del 2 de mayo, Fernando Lorenzo, se animó a proyectar la situación de ANSA a futuro: “La propuesta es llegar con esta balsa, aunque sea destruida, hasta la orilla de octubre. Quizás haya una inyección al sistema productivo, al mercado interno. Aunque no sea laburar de periodista pero tener la posibilidad de insertarse desde otro lugar”.
Abr 30, 2019 | DDHH, Novedades

Más de 750 testigos declararán en el juicio oral y público que investiga los crímenes de lesa humanidad perpetrados en Campo de Mayo.
“Desde que se empezaron a desarrollar estos juicios sentimos una reparación. Más allá de las condenas, desnudan las verdades, y clarificar lo que pasó, Permite dejarle a las futuras generaciones nuestra verdadera historia”, afirmó conmovida María del Carmen Pérez, quien estuvo secuestrada en Campo de Mayo en 1977, tras la finalización de la primera audiencia. Ella, como todo el público que llenó la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de San Martín, permaneció en completo silencio escuchando los requerimientos de elevación a la instancia oral que relataban situaciones aterradoras y escalofriantes.
El tribunal, que deberá presenciar la declaración de unos 750 testigos, está conformado por Daniel Omar Gutiérrez, Silvina Mayorga y Nadia Flores Vega. En la causa se investiga lo acontecido con 323 víctimas de múltiples violaciones a los derechos humanos perpetradas por el Estado Nacional entre 1976 y 1978. Se indagará en las desapariciones de trabajadores ferroviarios de las líneas Mitre y Belgrano; de miembros de las comisiones internas de la automotriz Mercedes Benz; de víctimas provenientes del Colegio Militar, y de agrupaciones como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Todas pasaron la Zona de Defensa IV, ubicada dentro del centro de detención y exterminio más grande del país, Campo de Mayo.

De los 22 imputados, 13 hasta ahora no fueron condenados por su participación en la última dictadura cívico-militar.
Son 22 imputados, todos ex integrantes del Ejército, la Gendarmería Nacional y la Policía Federal, y 13 de ellos no tienen condenas previas por delitos de lesa humanidad. Para que esto sea posible resultaron clave los testimonios de sobrevivientes de Campo de Mayo que recordaban los apodos de sus secuestradores, y luego de un largo trabajo de investigación se pudo identificar a cada uno de ellos.
Un ejemplo es Carlos Villanova, policía retirado que fue detenido en 2014. El alias de Villanova era “Gordo 1”. El de otro acusado, Julio Fusco, detenido en 2015, era “Pajarito”. Benito Omaecheverría, ex jefe del Departamento Personal del Comando de Institutos Militares, Miguel Ángel Conde, Francisco Agostino, Luis Del Valle Arce y Mario Domínguez completan la lista de quienes por primera vez deben comparecer ante la justicia.
Lorena Battistiol, hija de Juana Colayago y el ferroviario Egidio Battistiol, ambos desaparecidos, y que aún busca a un hermano o hermana nacido en cautiverio, sostuvo: “Les vamos a reclamar [a los imputados] que nos digan dónde están y qué hicieron con nuestros familiares para poder seguir con el camino de memoria, verdad y justicia que iniciaron las Madres y las Abuelas”. “Era impensado esperar tantos años para llegar a este juicio”, agregó, en referencia a las sucesivas postergaciones, la última hace seis meses.
Carolina Villella, abogada de Abuelas de Plaza de Mayo –una de las partes querellantes junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), las secretarías de Derechos Humanos de Nación y Provincia y el abogado Pablo Llonto–, argumentó que esta demora se debió a cuestiones de la burocracia judicial: “Este tribunal tuvo dificultades para conformarse porque pasó mucho tiempo sin tener la cantidad de jueces necesarios para un juicio de estas características. Otro factor fue la complejidad de la etapa de investigación. A lo largo de la causa se iban haciendo elevaciones parciales que quedaban en lista de espera, a la expectativa de acumular información hasta que sea factible la celebración de un juicio único”.

En el juicio se investigarán los crímenes de lesa humanidad cometidos contra 323 víctimas.
En Campo de Mayo funcionaron, entre 1976 y 1983, cuatro centros clandestinos por donde pasaron más de cinco mil detenidos: El Campito, La Casita, el Hospital Militar y la Cárcel. Además, la maternidad clandestina fue central dentro del predio, donde aproximadamente treinta mujeres secuestradas dieron a luz a niños que posteriormente fueron apropiados y que hoy, la mayoría, siguen siendo buscados por sus familias biológicas. Y desde la base frecuentemente despegaban los “vuelos de la muerte”, una de las formas de exterminio practicadas por el terrorismo de Estado.
El 15 de noviembre del 2018, por un decreto presidencial firmado por Mauricio Macri, Campo de Mayo fue declarado “Reserva Natural”. Al respecto, Battistiol opinó: “El Estado Nacional hizo las cosas al revés, sin contemplar que tal vez, debajo de lo que quieren convertir en reserva, puedan estar los cuerpos de nuestros familiares. Varios testimonios hablan que allí hubo enterramientos. Por eso primero queremos que se resuelvan las investigaciones y después pensar qué se puede hacer con este espacio”.
Según Villella, la conversión de Campo de Mayo en un parque ecológico no cambia las investigaciones ya que rige una medida cautelar para la preservación de los sitios de memoria dentro del predio. No obstante, afirmó que hay que estar alerta “para que no haya ninguna modificación que perjudique la búsqueda de la verdad”.
Las audiencias se realizan todos los miércoles a las 9.30 en Pueyrredón 3728, San Martín, provincia de Buenos Aires. Los mayores de 18 años pueden presenciar el juicio presentando el DNI.

Abr 30, 2019 | Culturas, Novedades

En 2017 y 2018, los trabajadores de la TV Pública recibieron solo un 15% de aumento.
“Tenemos una pantalla devaluada, nos redujeron el sueldo, y buscan editores afines para editorializar las noticias”. Agustín Lecchi, delegado de la TV Pública y Secretario de Organización del Sindicato de Prensa de Buenos Aires dio tres conceptos sobre la situación en el canal público en un año con fuerte marcación electoral. Como parte de la política de vaciamiento de los medios estatales que viene desarrollando la gestión actual, por primera vez en la historia del canal fueron desplazados todos los conductores del staff regular del noticiero de la Televisión Pública Argentina.
La estrategia impulsada por el gobierno busca desmantelar a los medios de comunicación públicos. Desde el 1° de abril, las autoridades del canal dispusieron la contratación de presentadores externos y la marginación de los profesionales que venían desplegando este rol en la pantalla. Contratados de manera directa, violan la normativa por la cual es obligación llevar a cabo concursos públicos para la contratación del personal. El argumento del Secretario de Medios Públicos, Hernán Lombardi, y del gerente de noticias, Néstor Sclauzero, es que se trata de una cuestión artística, porque son la cara visible del programa. Sin embargo, no dieron ninguna explicación oficial a los periodistas desplazados.
En diálogo con ANCCOM, Agustín Lecchi, delegado de la TV Pública y Secretario de Organización del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), subrayó tres puntos fundamentales sobre la situación que están atravesando. En un primer aspecto, el ajuste económico sobre los trabajadores: «No solamente nos congelaron el salario, sino que nos lo redujeron, porque comenzaron a violar de un día para el otro artículos del Convenio Colectivo que hacían a la conformación salarial. Todo esto, sumado a una paritaria cero en 2017, en el que hubo 25 % de inflación, y en 2018 que hubo un 47,6 %. Recién ahora se logró un aumento del 15 % sobre los salarios de 2017, pero esto no alcanza».

«La pantalla está devaluada, con menos producción, con menos capacidad de seducir a las audiencias», dice Agustín Lecchi.
Un segundo aspecto se da sobre la programación: «Si se observa la pantalla, está devaluada, con menos producción propia, con menos capacidad de seducir a las audiencias. Tenemos en el noticiero, con la excusa de la problemática presupuestaria, la imposibilidad de cubrir un montón de noticias que suceden más allá de la General Paz; ni que hablar en otro país, visitas del Papa Francisco a América Latina, el hallazgo en su momento del Ara San Juan. No hay noticieros informativos los fines de semana. Recién ahora hay algunos flashes en situaciones muy particulares, pero aún así no pudimos cubrir ni las elecciones PASO en San Juan, ni las de Chubut. Tampoco los festejos de Racing, ni las finales de River-Boca en la Copa Libertadores, y así un montón de noticias que día a día el canal no cubre con este pretexto».
Por último, la intensa política de desguace también repercute en el equipamiento, tanto edilicio como material: «No hay un mantenimiento adecuado. No se invierte en tecnología para el sector como se hacía en la gestión previa. No se cuidan correctamente equipos que son costosos ni se mantiene la infraestructura».
Los trabajadores denuncian abiertamente su situación a través de comunicados y videos en su espacio web y por medio de manifestaciones en marchas y huelgas. De la misma manera, y a forma de proyecto alternativo para evitar la censura y lograr ejercer de forma real el derecho a la libertad de expresión y opinión, impulsaron Noti trabajadores, un segmento de noticias producidas por los trabajadores, respaldado por el SIPREBA y con gran acompañamiento de Radio Nacional y Télam. Hasta el día de hoy, se emitieron más de 55 noticieros denunciando el apagón informativo que se da en el canal, así como también evidenciaron lo sucedido en otros medios públicos y privados y en algunos sectores de la sociedad.

Por los recortes, la TV Pública no cubrió los viajes de Francisco por América Latina, las PASO en Chubut y San Juan, la final de la Copa Libertadores ni los festejos de Racing Campeón.
Como representante de los trabajadores de la TV Pública, Lecchi sostuvo: «Este gobierno llegó con un discurso republicano de pluralidad de voces, con lo cual tienen un problema cuando nosotros le planteamos la obligación de cubrir determinadas noticias. A ellos les cuesta decir que no. Las noticias en general se cubren, lo que hay es menos capacidad para hacerlo. Si bien es una decisión económica, también repercute en una decisión política, ya que el presupuesto, en definitiva, depende del Estado, y ellos eligen a qué otorgarlo. Y por otro lado, desplazan a todos los conductores regulares para poner conductores afines y poder editorializar todas las noticias que nosotros cubrimos en la calle». Asimismo aclaró: «La gestión siempre pone algunos conductores y elige a los de planta que más les interesan, pero es la primera vez en la historia que son todos nuevos. No es casual que esto ocurra en un año de elecciones, justo después de un año de mucha conflictividad, vinculado con una fuerte presión política y como parte de la censura que venimos denunciando».
Sin embargo, desde la Secretaría de Prensa de SIPREBA afirmaron que no se han registrado despidos como consecuencia directa de la lucha de las y los trabajadores del canal.
El conflicto aún permanece en pie, planteándose cada vez más restricciones para el ejercicio periodístico profesional. La web del canal quedó fuera del control de los periodistas del noticiero, generando una escisión total entre lo que son las noticias en la pantalla chica y en la web. El canal emite programas enlatados de otros años, un política que termina beneficiando a los canales comerciales.

Abr 30, 2019 | DDHH, Novedades

La identificación permanente y en tiempo real de cualquier persona que pase delante de una cámara dejó de ser ciencia ficción. El jueves pasado entró en vigencia en la Ciudad de Buenos Aires el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos (SRFP) que procesa las imágenes en forma rotativa de 300 de las 7.000 cámaras que hay en la vía pública y las estaciones de subtes.
El funcionamiento del software de inteligencia artificial consiste en cotejar el rostro filmado con la base de datos a nivel nacional de las personas con pedido de captura. Si hay coincidencia aparece una alerta en el centro de monitoreo y se pone en acción el operativo policial. Para obtener las imágenes de los prófugos se firmó un convenio con el Registro Nacional de las Personas (RENAPER).
Según el vicejefe de Gobierno porteño y ministro de Seguridad, Diego Santilli, en las primeras dos horas y media de implementado el sistema se detuvieron a diez personas y aseguró que «es sólo para aquellas personas que están buscadas por la Justicia. Nadie va a querer que haya 30.000 personas con pedido de captura y no las podamos agarrar. En febrero agarramos a un tipo que tenía 10 años de condena por secuestrar personas. Lo que quiere la sociedad es que los agarremos”.
Sin embargo, el software debe observar a toda la población para detectar a los prófugos. Para la presidenta de la Fundación Vía Libre y especialista en temas de derechos humanos en entornos tecnológicos, Beatriz Busaniche, el sistema avanza directamente sobre la privacidad y la presunción de inocencia de las personas: “Todos estamos siendo monitoreados permanentemente en búsqueda de criminales, pero somos inocentes. Si nos pidieran permanentemente el DNI en la calle lo veríamos con malos ojos, como un estado autoritario. También, entra en riesgo el derecho de reunión y de libre circulación. Todas las acciones del espacio público podrían verse de alguna forma desincentivadas, como la movilización en una protesta callejera”.
Aunque el SRFP comenzó el jueves último, hace cuatro meses que se están realizando pruebas con el objetivo de perfeccionar el software. “Estas tecnologías tienen alto grado de inmadurez y fallan. Cuando se implementó en Gales, en un partido de la Champions League, hubo un 90% de falsos positivos”, explica Busaniche.
Cuando empezaron las primeras pruebas en enero, sin anuncios oficiales, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires inició una actuación administrativa pidiendo informes al Gobierno, a Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). “No tuvimos respuestas más que de SBASE y CNRT. Dijeron que no estaban al tanto de la medida”, contó a ANCCOM María Julia Giorgelli, subcoordinadora del Centro de Protección de Datos Personales de la Defensoría.
“En la última Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Comisionados de Privacidad se alertó que el tratamiento de datos biométricos mediante sistemas de inteligencia artificial tiene que ser permanentemente auditado y se debe informar a todos los sujetos involucrados cómo se realiza. Hay en juego libertades individuales, no puede ser que uno no sepa cómo se manejan esos datos. El derecho a la información es uno de los primeros problemas que tenemos acá”, agregó Giorgelli.
Por otra parte, la Defensoría se pregunta por qué el SRFP no ha pasado por la Legislatura porteña cuando el artículo 80 de la Constitución de la Ciudad dice que le corresponde a ese órgano disponer en materia de seguridad pública. En esta misma línea, el bloque Unidad Ciudadana presentó un pedido de informe al Poder Ejecutivo solicitando detalles sobre la licitación de compra del sistema, las características técnicas, el área del Ministerio de Seguridad que será la encargada del funcionamiento y qué medidas se adoptarán para asegurar el derecho a la privacidad de los ciudadanos. No obstante, en la sesión parlamentaria del 11 de abril la solicitud fue rechazada y regresó a la Comisión de Seguridad. La legisladora de Unión Ciudadana, Victoria Montenegro, expresó que esto es un problema porque “en lo que va del año, la Comisión nunca se reunió”.
“Estamos muy preocupados, parecen temas menores pero estamos hablando de nuestra seguridad. El índice de delitos en la ciudad aumentó y la cuestión no es la fuerza de seguridad, sino la política. Los objetivos no están claros. Hay más policías, más presupuesto y más tecnología, pero también más delitos”, concluyó Montenegro. Habrá que esperar para saber si viviendo permanentemente monitoreados se tiene una ciudad segura.