Ago 17, 2017 | Vidas políticas
Una mayor polarización entre Cambiemos y el kirchnerismo. Ese sería el tono general de la campaña para los próximos comicios que plantean, con matices, los distintos analistas consultados por ANCCOM para analizar los resultados de las PASO en clave del escenario futuro.
Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, arriesga posibles resultados en la provincia de Buenos Aires que mantiene la principal disputa electoral y explica: “En la provincia, pese a no haber definido el resultado del escrutinio provisorio, es más probable el triunfo de Cristina, aunque sea por uno o dos puntos, como ya lo anticipó el primer candidato de Cambiemos, (Esteban) Bullrich”.
Por su parte, Ricardo Rouvier, director general de la consultora Ricardo Rouvier y Asociados, analiza la ajustada diferencia de votos entre Cristina Fernández y Bullrich y visualiza en ambos frentes las posibles estrategias de campaña. “En el caso de la provincia de Buenos Aires el oficialismo y el kichnerismo tienen que romper el empate; aunque no sea empate, conceptualmente lo es. El gobierno hará más intensa la polarización y el kichnerismo va a aceptar y va a elevar un poco su agresividad, lo que exige que Cristina camine más la provincia”. afirma Rouvier. Y agrega: “El objetivo es obtener más votos de las terceras fuerzas; en la mira estarán 1País y Cumplir.”
En el mismo sentido, Fraga explica los ejes de campaña que elegirán los principales candidatos y sostiene: “La estrategia política de Cambiemos es clara, tratará de tomarle votos a (Sergio) Massa y fortalecer a (Florencio) Randazzo, para que no se vayan votos hacia Cristina. Ella a su vez, seguramente, hará una campaña más agresiva centrada en lo económico social, tratará de captar votos de origen peronista y también de izquierda. “
Orlando D’Adamo, director de la consultora Communicatio, manifiesta la probabilidad de que el oficialismo continúe en la misma línea de campaña que mantuvo en las PASO. Y en esa dirección afirma: “La mayor contraparte del gobierno seguirá siendo la expresidenta y su línea argumental será, posiblemente, semejante a la que sostuvo María Eugenia Vidal en la última semana y que parece haberle sido exitosa”. En el caso de Unidad Ciudadana, en cambio, considera que se cambiará la estrategia y sostiene: “El kirchnerismo intentará confrontar con el gobierno en las cuestiones económicas y sociales con mayor vehemencia. Intuyo un papel más protagónico de Cristina y posiblemente más fiel a su estilo comunicacional de tono confrontativo”.
Por otra parte, Rouvier define el lugar que ocupan Massa y Randazzo como el más complicado en la contienda electoral bonaerense. “El problema mayor lo tiene el massismo y Randazzo. Ambos lucharán por la sobrevivencia y no quedar diluidos en octubre. Ellos al defender su caudal de votos defienden sus listas de legisladores y de cargos provinciales y locales. En este punto la mayor urgencia es de Massa que pone en juego, por haber ganado en el 2013, mayor número de diputados”, explica.
En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, Rosendo Fraga sostiene que no se esperan importantes cambios. “Tanto la lista que encabeza (Elisa) Carrió, como la de (Daniel) Filmus, repetirán su estrategia. Cada uno a su modo se siente ganador y cuando se gana se tiende a repetir la estrategia”, expresa, y agrega: “Quien tendrá que innovar y tomar riesgo será (Martín) Lousteau, que es quien ha quedado en peor situación para octubre”.
Por su parte, Rouvier coincide en destacar el difícil lugar en que se ubica Lousteau rumbo a la próxima elección y manifiesta: “Tuvo un mal desempeño, cosa que fue previsto al estudiar su perfil, una porción importante de porteños lo veía como opositor y otra porción lo veía como oficialista. Ha dado un paso en falso”.
D’Adamo, al mismo tiempo, plantea que es incierto el rumbo que elegirá seguir Massa para mantener y sumar votos, y dice: “Quizás donde más se esté debatiendo la estrategia hacia octubre sea en el massimo. Es muy arriesgado hacer pronósticos ahí”.
En el caso del Frente de Izquierda, Rouvier considera que no habrá cambios en su estrategia electoral y señala: “La izquierda pondrá el eje en la situación socioeconómica, o sea continuará con el esquema que tuvo en las PASO”. En el mismo sentido, D´Adamo afirma: “Arriesgo a decir que la izquierda seguirá con los mismos temas y tonos empleados hasta ahora en su campaña.”
En el camino que queda por recorrer hacia octubre los distintos candidatos apostarán a probar y profundizar sus estrategias. “Falta un poco más de dos meses para el 22 de octubre y en tiempos electorales es mucho tiempo, muchas cosas pueden suceder y cambiar”, concluye Rosendo Fraga.
Actualizada 17/08/2017
Ago 16, 2017 | Culturas
Los ojos se cierran y se baila con el resto de los sentidos. Con los perfumes de la pista y la pareja, con la interpretación del contacto en el pecho, con la mano en la espalda, con el tiempo marcado en los oídos y en los brazos. Al bailar el tiempo se suspende en un movimiento. Una caricia enérgica en la espalda agradece la pieza. No se dice nada, solo se sintió.
“Tango queer es el estilo que da lugar al intercambio de roles, las reglas de género acá no corren”, explica Mayra Lucio, antropóloga social e investigadora de corporalidad y sexualidad. En la milonga tradicional, el varón saca a bailar, mediante el cabezazo al aire, y marca los pasos. Elige a la mujer por sus cualidades de baile pero también por su belleza. A ella le cabe la posibilidad de rechazar la propuesta, aunque está mal visto negarse. “La mujer es admirada, deseada, pero luego va a casa y sigue haciendo las cosas de su hogar”, sostiene Mayra Lucio, en referencia al machismo característico de la “cultura tanguera”.

En las clases de tango que se dictan en el Club Pemier las reglas de género no corren.
A partir de 2001, una oleada feminista irrumpió en las milongas under y aparecieron variaciones. El cambio de roles, una de ellas, comenzó como un ejercicio teórico dentro de las clases de tango y hoy es un símbolo y una práctica. En los últimos años, se ha ido “naturalizando” bailar entre personas del mismo género y se han abierto puertas para la negociación y la improvisación. Dividirse los cuatro tangos dentro de una tanda y hasta guiar tres pasos cada uno dentro de la misma pieza, son dos opciones. “Estos cambios rompen con lo establecido, se desarma el sentido que estaba dado”, señala Mayra Lucio.
Falta de apoyo
En el Club Premier funciona El Amague, “escuela de tango estilo milonguero”. Su director, Manuel González, además bailarín y profesor, afirma: “Ahora en los centros culturales, como antes en los clubes de barrio, el tango logra la unión, la comunicación, el arte, el abrazo, la música, la poesía. Acá la gente siente, piensa, se expresa, canta”.
“El estilo milonguero es el más sentido, genuino y musical, el que es producto de una transformación real y no un invento, como otros. Nació de una necesidad. Cuando no había lugar en las milongas comenzaron a acercarse y se encontraron los pechos. Es una transmisión, musicalidad y sensibilidad diferente. No hubo vuelta atrás”, cuenta González, para quien los estilos visuales, los más comerciales, se banalizan: “Si te estás mostrando, no te estás comunicando ni con los demás ni con tu pareja, sólo te estás luciendo. Este producto se vendió a Europa, a los japoneses y encima nos lo venden a nosotros. En cambio, el milonguero se caga en los demás, lo importante es la pareja”, opina.

“Ahora en los centros culturales, como antes en los clubes de barrio, el tango logra la unión, la comunicación, el arte, el abrazo, la música, la poesía».
La rosa en la boca, las medias de red, los festivales de la Ciudad, eso no es tango para González, que se queja de la falta de apoyo del Gobierno porteño: “Que te ayuden a la difusión, que los músicos tengan una buena remuneración, nada de eso pasa. ¿Habilitaciones de condiciones edilicias, un matafuego, salida de emergencia? ¡Obvio que sí! ¿Pero habilitar como milonga o como práctica? Es como que me pidas que tenga una habilitación para reírme”. Son numerosas las milongas clausuradas en la era PRO en Buenos Aires, por eso unas cuantas funcionan a escondidas.
“El tango te cambia la vida para bien. Dejás de tener esa actitud absorbida por el laburo. El tanguero sabe que va a vivir cosas maravillosas y se permite cambiar los horarios por un momento único. No importa de dónde vengas o qué estudios tengas, acá somos todos milongueros y ahí surge magia”, dice González y se despide para ir a la pista.

Para uno de los organizadores del club, los festivales de la Ciudad no son tango.
“¿Bailás?”
Suena un violín y le da color a las luces apagadas. Se suma un bandoneón, un piano, dos violines, tres bandoneones… Ya suenan todos y la oscuridad se va. Poco a poco van desapareciendo en un tiempo marcado, el sonido se duerme en su silencio… hasta que irrumpe la orquesta, todos juntos, iluminando los oídos de los presentes.
Bandoneonista y director de orquesta, Federico Boffi asevera que “el tango es un lente por donde se ven las relaciones, la belleza de la ciudad, las distintas realidades, las cosas que tenemos los porteños como el café o los modos de hablar”. Para él hay dos caminos posibles, “lo que el mercado te pide o lo que a vos te llena”: “Conozco colegas que tocan y escriben lo que no les gusta porque comen del tango. Yo puedo elegir con quién y dónde toco. Pero eso de ´ser libre y hago lo que me canta´, no es así tampoco. Yo quiero tocar para alguien, eso es un límite, pero no económico”, remarca.
Boffi le resta importancia a la falta de apoyo del Gobierno de la Ciudad porque considera que arte y política van de la mano: “El gran dolor es que la guita no llega, por eso la lucha artística no se puede separar de cuestiones políticas, porque justamente empieza y se forma con actividades de militancia: la cultura viene a romper lo establecido en la sociedad”. Para él, el tango for export es un claro ejemplo de un producto construido para hacer dinero que deja sin lugar a otras expresiones.

El director de la orquesta, Federico Boffi, entiende que lucha artística no se puede separar de cuestiones políticas.
Defensor de la presencia de los músicos en la milonga, Boffi se desanima cuando le preguntan si lo que hace es bailable. “El tema es que no todo se baila igual, ¡Hay un violín, flaco, no podés estar tirando patadas! ¡Sentí la música!”, exclama. Aunque también reconoce que cuando fue director de una orquesta, había cosas que le costaba explicar desde la música pero sí podía desde el baile, con un gesto corporal. “La nota es una sola, pero yo necesitaba que con el violín se haga otra, y ahí tenía que bailar”, recuerda. “El baile es un viaje donde uno debe subirse y dejarse llevar. Es un juego comprometido con la pasión –expresa Boffi con los ojos cerrados–: es un lugar de escape, de resguardo. Uno se pierde en ese abrazo, en ese cariño”, dice abrazando al aire.
Yo no sé si es prohibido / si no tiene perdón / si me lleva al abismo / solo sé que es amor, suena ahora en la pista, y entonces, con “Pecado” de fondo, una chica le pregunta a otra: “¿Bailás?”. La elegida sonríe y responde: “Sí, ¿pero sabés llevar?”

«El tanguero sabe que va a vivir cosas maravillosas y se permite cambiar los horarios por un momento único», dice González.

A partir de 2001, una oleada feminista irrumpió en las milongas under y aparecieron variaciones.
Actualizado 16/8/2017
Ago 16, 2017 | Entrevistas
El actor, dramaturgo y director César Brie volvió a instalarse en sus pagos argentinos en abril de este año, luego de haberse exiliado en 1975, tras la irrupción de la Triple A como antesala de la última dictadura militar. Desde que era niño amaba la poesía y en su temprana juventud descubrió su vocación: realizar sus obras teatrales en cualquier parte del mundo. Al regresar, trajo consigo siete puestras bajo la manga: La Mansa, Orfeo y Eurídice, El Paraíso perdido, ¿Te duele?, La voluntad, Fui y el Viejo Príncipe. Ahora, el desafío está en su tierra y presenta, en Timbre 4, La Voluntad, una obra basada en Simone Weil, una intelectual francesa que para él es fuente de inspiración y admiración. Weil fue obrera, profesora, escritora, historiadora, poetisa, dramaturga, combatiente y campesina, y murió –a principios de los años cuarenta- de hambre, en el exilio. Según cuenta Brie, se ocupaba de los seres humanos, pero se olvidó de sí misma.
El multifacético dramaturgo destaca el teatro de América Latina que se ve en Europa. Subraya que a pesar de la pobreza y los bajos recursos, emergen teatristas que se lanzan a la aventura de crear. De esa manera, se abre un campo fértil y un teatro vital. “Yo soy electricista, por el teatro. Me tengo que ocupar de todo”, cuenta Brie, quien en sus obras hace las luces, escribe, dirige, actúa y, como si fuera poco, realiza varios de los trabajos manuales que la escena requiere. Su trayectoria es amplia, ya que trabajó en el grupo Farfa, con Iben Nagel Rasmussen –del Odin Teatret de Dinamarca-, creó en Milán el primer centro social destinado al trabajo artístico, fundó y dirigió durante veinte años el Teatro de los Andes, en Bolivia. Sus obras abordan temáticas diversas, pero en todas se disfruta una mirada particular y sensible respecto al mundo, con polisémicas propuestas.
¿Por qué decidiste dedicarte al teatro?
Yo comencé en el teatro a los 17 años. Mis padres hacían teatro independiente en la ciudad de Dolores. Mi madre era profesora de Literatura y mi padre bibliotecario y librero. Mi hermano es actor, siempre fue mucho más suelto. Pero yo, el más negado para el teatro, fui el que siempre me dediqué. Comencé escribiendo poesía, pero sentía que mi cuerpo no estaba. La poesía era fuego incandescente. Pero yo era un adolescente tímido y asustado. Entonces pensé que el teatro me iba a soltar y al final el teatro me atrapó y se volvió mi modo de hacer poesía a través de los actores, del cuerpo, de los objetos y del texto. Ahora hago poesía de otra forma.
¿Cómo comenzó tu carrera en teatro?
Yo empecé a trabajar con la Comuna Baires. La comuna se autoexilió dos años, antes del golpe militar de 1976, porque uno de nuestros compañeros fue raptado y torturado. Entonces, muchos de sus miembros se fueron a Italia. Yo me fui a vivir a otra ciudad, a Santa Fe, y al cabo de dos meses me llamaron de Italia, me pagaron un pasaje y fui. Por suerte fue así, si me quedaba me hubiera ido muy mal, yo estaba fichado por un poco de actividad política en el peronismo de izquierda de los años 70. En esa década y parte de la posterior, fui un refugiado político en Italia y después en Dinamarca.
¿Te insertaste en el mundo del teatro no bien llegaste a Europa?
Hubo un trayecto, hasta que aprendí a hacer teatro, en el que pasé hambre, porque nadie te paga por ver lo que no sabes hacer. Y yo estaba exiliado. Pero desde los 17 años me dije: “Las mejores horas del día son para el teatro; el resto, veo”. Entonces limpiaba baños a la madrugada y a la noche cargaba camiones, todo trabajo negro. También limpiaba nieve para liberar las líneas férreas, cultivaba tomates y nueces, todos los trabajos estacionales que aparecían. Hasta que un día hice una obra que llamó mucho la atención. Ahí, de golpe, me empezaron a invitar a todos lados. Desde ese momento empecé a vivir sólo del trabajo artístico, a los 24 años. El teatro también te enseña el trabajo manual. Luego pasó el tiempo, y pude regresar a Argentina en 1985.
Una vez que llegaste, ¿te conectaste con la problemática latinoamericana?
En el 91 decidí ir a Bolivia y trabajé 19 años allá. Ahí cree el Teatro de los Andes, muy importante para mí. Hice dos documentales sobre lo que estaba ocurriendo en Bolivia en el 2008; uno sobre un ataque racista a los campesinos en la ciudad de Sucre y el otro sobre la masacre de Pando. Ahí decidí irme porque se volvió muy pesado el clima. Tuve amenazas de muerte. Con el segundo documental descubrí las mentiras de ambos lados, también las del gobierno de Evo Morales. Había un grupo paramilitar que acompañaba a una de las dos columnas campesinas y el gobierno no lo reconocía. El primer muerto es de la derecha. Pero se miente, se dice que lo mataron sus propios compañeros… Esos hechos los terminé trabajando en una obra que todavía no estrené aquí, que se llama Árbol sin sombra.
¿Distinguís el teatro independiente del comercial?
Yo no realizo mucho esa división. Hago teatro independiente, no me negaría a que una obra mía circule en el circuito comercial. Ojalá ganara más dinero. El punto es que yo nunca hago algo para ganar dinero. Sino que lo hago porque quiero decir algo, no haría lo que no creo. Quiero expresar algo, después busco el dinero para eso. Ahora todo se manifiesta como mercadería, todos vendemos nuestro trabajo. Entonces también el teatro independiente se vende, aunque se gane una miseria. Cuando se crea el boca a boca, llegando a más gente, entonces lográs sostenerte económicamente. Yo soy un profesional, pero entiendo el antiguo sentido de la palabra profesional, que es profesar una motivación. Eso es lo que me interesa. Que después profesar una motivación te lleve a ganar dinero es otra cosa. Lo que importa es la motivación que vos tenés para hacer eso, si lo profesas realmente. Dos maestros ganan el mismo salario, sin embargo, uno es un verdadero profesional y el otro es un cretino. Porque uno profesa su profesión y lo hace bien, mientras que el otro lo hace a desgano. Creo que la cosa más triste en el mundo es hacer lo que no se ama. Y el trabajo más difícil, a veces, son los servicios, dejar las cosas listas para otro. ¿Por qué? Porque no es productivo.

Brie entiende que a pesar de todo «emergen teatristas que se lanzan a la aventura de crear».
¿Cómo se inscribe el teatro en esta línea de pensamiento?
Cuando se habla de cosas colectivas, el espacio es de todos. Y eso es lo que te enseña el teatro, a que las cosas son de todos. Eso es lo lindo, te enseña a compartir, te enseña la solidaridad. Es un pequeño grupo de gente que hace un trabajo artesanal, manual e intelectual, juntos. Después cada uno tiene sus roles y diferencias. Te enseña a ser persona y eso es muy lindo.
-La voluntad trata sobre la historia de Simone Weil, ¿qué fue lo que más te llamó la atención de su vida y obra?
Hay un antes y un después en mi vida después de haberla leído. Me reconcilió con el cristianismo y yo no soy católico, ni creyente. Me reconcilió con el primer motivo por el cual yo me dediqué a la solidaridad, al trabajo político y después al arte; el interés por los demás. Me interesa esa piedad, ese sentido de solidaridad por los otros que está en la base de lo que Simone habla, se trata de hacer el bien. Ese es uno de los objetivos del ser humano. Si nos ocupáramos un poquito más de eso no tendríamos a quienes nos gobiernan. Tendríamos gente que se ocupa de los demás y no ladrones. Entonces es importante para mí recuperar ese sentido cristiano de la solidaridad. Simone sostenía “no es la fe la que te salva, o creer en algo, es cómo vos te comportás, es la acción la que te salva, eso es lo que te redime como persona”. Es la primera que critica el marxismo y al Stalinismo. Lenin admiraba a Taylor, y Taylor es quien inventa la cadena de montaje. Simone decide trabajar en una fábrica para entender qué es una cadena de montaje. Y al final se da cuenta de que Taylor es un monstruo. La cadena de montaje es la nueva forma de esclavitud. Es una forma de trabajar en la que el ser humano es de nuevo esclavo, humillado, frente, con y por una máquina. Entonces ella propone nuevos sistemas de producción. Y habla con algunos capitalistas iluminados en esto. Además, ella sostenía que, si todos los marxistas, que nunca trabajaron, hablan de la fábrica, la cuestión era ir y trabajar en una fábrica. Entonces ella va y lo hace. Experimenta las cosas, como buena mujer, con el cuerpo. En el cuerpo no hay mentira posible (dice señalando su corazón). Ella tiene un libro extraordinario que se llama Reflexiones sobre las causas de la libertad y la opresión social, escrito hace más de medio siglo. Es difícil pero hay que leerlo, es maravilloso.
Decías que Simone Weil nos interpela en la actualidad, ¿en qué sentido lo hace?
El mundo que yo recibí cuando me volví adolescente era mucho mejor que el mundo que estoy dejando de viejo. Nosotros, mi generación, ha fracasado. Tendríamos que decírnoslo. Sobre todo el mundo opulento, el Primer Mundo, también Argentina. Este país en los años 50 y 60 producía aviones, hoy compramos todo afuera. Somos ensambladores de autopartes que llegan de otro lado, ya no hacemos automóviles como antes. Una sociedad vive por el valor agregado. Aquí se quiere un país lacayo, ciervo. La realidad es que ahora tengo que trabajar mucho más. El teatro sufre porque se está comprimiendo el consumo. Yo el año pasado tenía las salas llenas, hoy las tengo vacías. Y con las obras nuevas también. Eso que estoy pagando más prensa y publicidad. Es mucho más difícil. Si el año pasado el promedio eran 60 espectadores por función, ahora son 25. Y yo soy una persona conocida en el circuito teatral, así y todo me cuesta.
En tus obras trabajás mucho con la sensibilidad, con el registro de la emoción. ¿Qué es lo que buscás generar en el espectador?
Busco la conmoción. Llamo conmoción a ese lugar en donde la cabeza y el cuerpo se unen. Donde lo que sentís y lo que pensás se atan. No inventamos nada, sino que recreamos, cada vez de un modo diferente. Quiero que el público se conmueva, que salga diferente a como entró. Lo mejor es hacerlo reír, ahí se abre, entonces ahí le clavás la estocada. En mis obras tiene que haber humor, emoción y pensamiento. Quiero que el público se inquiete, se estremezca. Que después tenga que elaborar lo que vio y pensar. Por ejemplo, a la salida de la función de niños de El Viejo príncipe, que es la historia de El principito adaptada a un geriátrico y aborda la muerte a través del viaje de un viejo, me vino a hablar un hombre mayor, que me abraza, se pone a llorar y me dice “acaba de morir mi padre”. De golpe la obra lo puede ayudar a elaborar o plantearse lo que va a pasar con más luz y esperanza al respecto. El fin de la vida, en este caso.
¿Trabajás mucho con tu cuerpo?
Trabajé siempre así. Cuando era joven era un acróbata no profesional. Hoy, a mis 63 años, todavía hago muchas cosas, trabajo mucho con el cuerpo. Creo que el actor tiene un cuerpo, una voz, un alma y una cabeza. Tiene que saber hablar y saber moverse. Tiene que sentir y transmitir. Entonces son muchas cosas juntas. Trabajo para que los actores se vuelvan eso, soy muy exigente con ellos. Florencia Michalewicz, ganó el premio como actriz revelación por La voluntad, lo cual es un orgullo.
¿Cómo encarás la puesta en escena?
Trabajo mucho sobre la idea del montaje. Leí a los grandes maestros del cine. Hay manuales aburridísimos de Eisenstein, que te explican muchísimas cosas. Hay unos libros maravillosos de Tarkovsky, de Truffaut, Orson Wells, Hitchcock. Truffaut le hizo una larga entrevista a Hitchcock. Ese libro es maravilloso. De ellos aprendés muchísimo. Y viendo películas hay autores que me enloquecen. Le doy mucha importancia a los objetos, para mí el objeto es otro actor. Trabajo mucho con la metonimia, la parte por el todo. Yo quiero que los objetos con los que trabajo, sugieran. En el Viejo Príncipe había un marco de una puerta, dos telas y cinco vasos. Con eso hacés todo. De repente ese marco de la puerta se vuelve umbral, funciona también como otras cosas. El secreto para mí es crear metáforas visuales profundas. Una acción, un texto y un objeto. Ese es el modo en que yo trabajo. Entonces suplís con la imaginación la carencia de recursos. Podés hacer un teatro muy pobre y nadie se da cuenta que es pobre porque está lleno de posibilidades que creás con la imaginación. Entonces se trata de crear un contexto para luego continuar.
¿Cómo abordas la complejidad de cada personaje?
Considero a cada personaje como un vestido que te colocás, parto siempre de mí. Luego le doy características a esa figura. Pero parte de mí. Creo que es un gran error alejarse demasiado de sí mismo para crear otra cosa. Basta crear un contexto. El actor es menos importante de lo que él cree. Lo que es más importante es el contexto. En una de mis obras, se habla sobre la violencia familiar, mi personaje es temible pero en ningún momento hago violencia, yo no digo muchísimo, no necesito decir. Temés más a aquel que no grita, que al que grita, es mucho más peligroso. Hay una anécdota de Klaus Kinski, actor dirigido por Werner Herzog, que cuando estaban haciendo la película Fitzcarraldo en medio de la jungla, Kinski le dice de todo a Herzog, le grita, lo insulta, a lo cual Herzog no responde. Luego, los indígenas que trabajaban en el rodaje, expresaron que tenían miedo, no al gritón, sino al que no había dicho nada, al director. Entonces de eso se trata, ¿dónde ha ido toda esa violencia, de qué modo va a salir? Es eso que no se dice. Por eso yo digo que una de las grandes virtudes de los actores es saber crear el contexto para que su personaje aparezca y no expresar sentimientos. Hay que crearle al actor una disponibilidad de que eso ocurra, desde la calma, entonces ahí están habitados por todo.
Actualizado 16/08/2017
Ago 15, 2017 | Comunidad
Merlo es uno de los partidos más grandes del conurbano, con una población de 528.494 habitantes, según el censo del 2010. A pesar de su densidad poblacional es calificado de “ciudad dormitorio”: gran parte de sus habitantes se trasladan diariamente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a otras localidades aledañas para trabajar. En este partido hay dos plantas industriales de firmas transnacionales: Pirelli Neumáticos SAIC, de la empresa italiana homónima y la tabacalera Massalin Particulares S.A., filial argentina de Philip Morris Internacional. El resto de la economía merlense se centra en el comercio, una de las fuentes de trabajo más importantes. Por lo tanto, la actual situación de deterioro económico y social golpea especialmente a esta zona. ANCCOM hizo un relevamiento de la microeconomía del partido, golpeado por tarifazos y caída del consumo.
Vale (35), encargada de la zapatería Coimbra, ubicada sobre la céntrica Avenida Libertador, dijo: “El año pasado se vendía más, este año está costando. Redujimos el personal. En la calle no hay plata, las cosas aumentaron un montón y los sueldos siguen siendo los mismos.” Vale agrega que “el movimiento en Merlo está tranquilo, nada que ver a los otros años. A principio de año por el inicio de clases fueron más o menos elevadas, después tuvimos meses tranquilos y el mes pasado repuntó un poco. Después no sé qué vendrá”. Coimbra es una zapatería reconocida del distrito, que cuenta con local propio y una sucursal en Rafael Castillo.
Oscar (54), almacenero de Loma Grande, vende variedad de productos de primera necesidad y carnes. “Yo me salvo con las ofertas: hoy estoy vendiendo un kilo de pan y un litro de leche que tiene como precio real 55 pesos a solo 40”. Esta es una de las estrategias que implementan los comerciantes. Venden productos básicos pero notan un gran cambio en el volumen de ventas, “El que antes llevaba dos litros de leche, hoy lleva uno. La señora que llevaba yogures, hoy no los lleva. La gente se ajusta y uno lo termina sintiendo”, dice.

“Hace un año dejamos el local porque se venció el alquiler y no se podía afrontar los costos de renovación del contrato», dijo Juan Carlos Maza, comerciante del Almacén y Despensa Carlitos.
Juan Carlos Maza, del Almacén y Despensa Carlitos, ubicado en la calle Mario Bravo, dice: “Hace un año dejamos el local porque se venció el alquiler y no se podía afrontar los costos de renovación del contrato. Preferimos sacrificar el garaje y hacer el local acá. No son las mismas reglas del juego para todos. Lo bueno sería que haya un ministro de Comercio del Municipio que se junte con almaceneros laburantes que somos chiquitos pero también aportamos. Sería bueno que nos escuchen.”
“Mayo fue de terror” dice Mariela (36), empleada de un local minorista de indumentaria femenina que tiene su proveedor mayorista en el barrio de Flores. Si bien los niveles de venta no son constantes y “hace varios años que no se puede tener un parámetro”, Mariela cuenta que “de 2016 a este año, se mantuvieron las ventas. De hecho nosotros hicimos una reforma teniendo mayores expectativas.” Su local está en la galería Las Leñas sobre la avenida principal y cuenta con dos empleadas. Ella explica la dinámica del mes: las ventas “se elevan los fines de semana y la primera quincena. La primera quincena va todo bien y después ya se muere.”
El mercado interno del país se encuentra en stand-by y lo mantienen las estrategias de venta de los mismos comerciantes. Los valores de mantenimiento de un comercio son mucho más elevados en relación a años anteriores. Con los aumentos de servicios, alquiler e insumos, sostener un local es un gran desafío.
Silvana (30) tiene a cargo siete locales de indumentaria en la galería La Calesita, ubicada también sobre Avenida Libertador. “Hubo una caída importante en las ventas y la realidad es que se siente”, asegura. El negocio registró una caída del 20%, aunque en locales aledaños fue mayor, entre un 30% y 35%. “Estamos intentando reforzar con todas las herramientas que podemos la venta”, explica. Entre las medidas que toman se pueden contar: agregado de productos de menor valor, capacitación de personal e implementación de premios para los vendedores.

“El año pasado se vendía más, este año está costando», dijo Vale, encargada de la zapatería Coimbra.
Silvana señala que tuvieron que hacer otro tipo de recortes: dejaron de ofrecer módems de wifi y sistemas de alarmas, así como también abandonaron la promoción en radio ante la caída en las ventas. Estas medidas“en vez de hacernos subir las ventas, nos hicieron igualar al año pasado”.
Luis (61), que tiene un local también en Merlo, afirma: “La venta con respecto al año pasado ha bajado relativamente entre un 30 y 40 por ciento. Estamos rozando el rojo constantemente”. Fabricante de ropa para niños, durante la crisis del 2001 pudo subsistir porque tenía una máquina cortadora de telas. En el 2010, empezó a comprar su mercadería a mayoristas del barrio de Once. Esta experiencia como comerciante lo hace pensar en perspectiva: “Todo lo que sea PyMes, mediana industria, comercio, todas esas cosas en las que uno puede llegar a ser independiente económicamente hablando, sufren las consecuencias de un sistema económico como en este caso neoliberal, no popular.”
Actualizada 15/08/2017
Ago 14, 2017 | Vidas políticas
“Tal vez pensaron que nos íbamos a ir a dormir, pero no, no somos vagos, nos gusta trabajar, es lo que mejor hacemos”, dijo Cristina Fernández de Kirchner, la candidata a senadora por Unidad Ciudadana, cuando salió al escenario de Arsenal de Sarandí en el insólito horario de las cuatro de la mañana. “Hemos ganado”, agregó y calificó de “bochorno internacional” la maniobra orquestada por Cambiemos. El gobierno cargó bien temprano en el centro de cómputos los datos de los distritos de la Provincia de Buenos Aires donde triunfó el oficialismo y dilató hasta entrada la madrugada el cómputo de las secciones donde venció Cristina Fernández de Kirchner, con la intención de que los diarios y programas televisivos dieran ganador a su candidato, Esteban Bullrich. No sólo eso, cuando la expresidenta logró empatar en 34 por ciento al exministro de Educación y amenazaba con superarlo, la difusión del conteo de votos se suspendió. Una situación semejante padeció el candidato a diputado santafesino, Agustín Rossi, exfuncionario e identificado con la exmandataria.
Detrás de las dos fuerzas principales se suceden 1Pais de Sergio Massa con el 15,53%, el Frente Justicialista de Florencio Randazzo con un 5,90% y el Frente de Izquierda y los Trabajadores con el 3,38% de los votos.
Al comienzo del escrutinio, a las 21, el gobierno publicó datos que daban a Bullrich con 7 puntos de diferencia sobre Cristina. Esa imagen le permitió a Cambiemos subir al escenario a todo el “equipo” y festejar a todo trapo con la palabra del presidente incluida. Recién a la medianoche, las cifras comenzaron lentamente a revertirse. El candidato a diputado Leopoldo Moreau, desde el búnker de Unidad Ciudadana, había salido a denunciar el ardid: “El gobierno decidió secuestrar el voto de los bonaerenses hasta que terminó su show y ahora ralentizaron el conteo. Exhortamos a que el ministro del Interior libere los resultados. Que pongan a trabajar el 100 por ciento de los trabajadores de Data Enter, porque sólo están trabajando el 20 por ciento. El resultado está siendo demorado intencionalmente. La sociedad va a conocer los resultados más allá de la manipulación”.

“Esto que hemos vivido hoy, de montar un show para que salga en el horario prime time de la televisión como si fuera un timbreo, es una ofensa al elector que depositó su voto que lo que menos se merecía era saber el resultado de sus elecciones” agregó Cristina ya de madrugada.
Igual que como había lanzado la campaña en ese mismo lugar, casi dos meses atrás, compartió el escenario con ciudadanos de pie, perjudicados por las políticas socioeconómicas del gobierno: “Quiero decirles que estas elecciones no las ganó Cristina, sino todos estos hombres y mujeres que nos están acompañando. Ellos ganaron esta elección, nosotros somos sólo su voz. Vamos a pedirle al gobierno que escuche lo que las urnas han expresado, que cambien el rumbo económico. Queremos simplemente que se pare de destruir trabajo, que los que hasta hace un año y medio comían, vuelvan a comer; que los mayores tengan sus medicamentos de vuelta y que revisen las tarifas. Miren que cosas sencillas.”
Por último recordó a la presa política Milagro Sala y al artesano Santiago Maldonado, desaparecido tras una represión de la Gendarmería al pueblo Mapuche: “Este domingo debió haber podido votar. Junto a la solidaridad a la familia queremos expresar al gobierno nuestro reclamo para que Santiago aparezca con vida. Milagro Sala aún está presa sin cumplimentarse lo resuelto por la CIDH. Presos políticos y desaparecidos, eso nunca lo hubiera imaginado, necesitamos que esta democracia no solo garantice la dignidad del trabajo, del plato de comida y de los remedios a los mayores. Porque además de la dignidad económica, no vamos a permitir ni tolerar que nos quieran quitar la libertad.”
Crónica de una larga jornada electoral
A las 8 de la mañana, las escuelas de todo el país abrieron sus puertas para recibir los primeros votos de la jornada que duraría más de 12 horas para los jefes y fiscales de mesa. En la Provincia de Buenos Aires, cada una de las 35.586 mesas vieron identificarse, entrar y salir de las aulas y firmar a unas 300 personas que conformaron el 77% del padrón que participó de los comicios.
En el búnker ubicado en Costa Salguero, que a esta altura ya es cábala para Cambiemos, se recibía a quienes iban llegando temprano con su infaltable catering. Cafés y alfajores de maicena acompañan la expectativa por los resultados. Danilo Nuñez, militante del frente, degusta lo que las mesas y mozos ofrecen y se muestra tranquilo de cara a los resultados: “Hicimos una campaña buena, luchamos por el cambio y estamos convencidos de que se puede más”. A las 18:30, el Jefe de Gabinete Marcos Peña, los jefes de campañas por la Ciudad y la Provincia, Diego Santilli y Federico Salvai, y el jefe de campaña Maximiliano Ferraro, brindaron la primera conferencia de prensa. Salvai anticipaba: “Estamos muy sorprendidos por la elección en Provincia. Es un buen paso para octubre”. Y aseguraba: “Estamos muy confiados”.

Dieciocho kilómetros al sur, en el bunker de Unidad Ciudadana, banderas argentinas envolvían los techos del gimnasio de Arsenal de Sarandí. Allí mismo, hace poco más de un mes y medio, la ex presidenta de la Nación y actual primera candidata a Senadora, Cristina Kirchner, lanzaba su partido ante unas 60 mil personas. El primero en tomar la palabra, pocos minutos después de las 18, fue el segundo candidato a senador, Jorge Taiana, quien se mostraba conforme y optaba por resaltar que “fue una campaña más que dura, agresiva en declaraciones. Tuvimos que luchar contra los medios”. Para ejemplificar y denunciar utilizó el caso de Santiago Maldonado que “no fue publicado por Clarín. Por La Nación sí, pero en un espacio muy chico”.
Geográficamente en el medio de los dos bunkers que concentraron las mayores intenciones de voto, a poco más de siete kilómetros de cada uno, se encontraba la sede del Frente de Izquierda, que eligió esperar los resultados en el Hotel Castelar, a pocas cuadras del Obelisco. Si bien reinó la tranquilidad, la expectativa se vive frente a cuatro pantallas televisivas programadas en distintas señales que siguieron minuto a minuto los datos que iban llegando. En ese contexto, Néstor Pitrola el primer candidato a senador de la provincia se mostraba tranquilo: “Quedaremos en una posición expectante para subir en octubre y lograr llegar al Congreso Nacional y reforzar la presencia del Frente de Izquierda en la Legislatura”.
En otro estadio, pero mucho más alejado de la Capital, se concentra el bunker de 1País. Al norte, en el Estadio Pipa de Tigre, los musicalizadores probaban canciones mientras había pocas señales de que los referentes políticos asistieran temprano al centro de campaña. La primera en llegar fue la diputada y referente del Frente Renovador Graciela Camaño, quien sostuvo ante ANCCOM: «Me pareció un mal uso de la plata pública que pongan vehículos de la provincia de Buenos Aires para el traslado de personas. Eso se tiene que hacer con dinero privado, no con el público. Tanta crítica hubo al uso abusivo de los bienes públicos, la cual comparto, que me parece que se cayó en lo mismo».
Faltaban minutos para la publicación de los primeros datos oficiales y al sur de la Capital se percibía un silencio tenso y expectante a la espera de la mayoría de los militantes que todavía no llegaban porque continúaban trabajando en el cierre de las mesas. De fondo se oía un audio de Cristina: “Siento que la tarea de todos ustedes hoy es fundamental. No solamente por su trabajo para el partido, sino para la democracia argentina. Acá tenemos que tener responsabilidad democrática”. A la vez, Leopoldo Moreau, precandidato a diputado nacional sostenía que el objetivo era “saber cuánto penetró (nuestro mensaje). No hay que olvidarse que Unidad Ciudadana tiene sólo 60 días.”
Mientras tanto, en la costa de Palermo, a medida que se acercaba la hora de conocer los datos oficiales, la expectativa crecía, y el panorama general continuaba de celebración. Con los resultados inminentes, en el escenario se presentó Maricel Etchecoin, de la Coalición Cívica ARI, el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador y la actual Vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, quién aseguró: “Los argentinos queremos un país que permita tener bienestar, seguridad y unidad, y lo estamos logrando”. El público coreó al ritmo de un “sí se puede”, y se despidió con un fuerte “viva la patria, viva los argentinos”.

Bien al norte, en el búnker de 1País, Felipe Solá llega unos minutos antes de las 21 y en la misma línea que sus compañeros de espacio, parece querer evitar las declaraciones: «Las últimas elecciones se definieron en la televisión, a las 12 de la noche. Sentimos que 1País sigue competitivo para la verdadera elección que es en octubre. Nos daban por muertos, y hoy sin tener las definitivas, sentimos que somos tercera fuerza. Somos capaces de cambiar cuestiones frente al resultado que nos exija algo diferente».
Pocos minutos después de las 21, la Dirección Nacional Electoral anunció los primeros números oficiales de una jornada larguísima, en un sospechoso escrutinio por goteo y que quedó inconcluso: Primero Cambiemos con un 36,86% de los votos y segunda, Unidad Ciudadana, con un 30,18%. Detrás se suceden 1Pais con el 15,53%, el frente justicialista con un 5,40% y el Frente de Izquierda con el 3,52% de los votos.
Al igual que en la previa, los primeros candidatos en dialogar con la prensa fueron los del Frente de Izquierda. Pitrola, eligió destacar que “El FIT pasa las PASO en las 22 provincias” y que “en la de Buenos Aires nos acercamos a un porcentaje que supera las elecciones de 2015 y nos pone en la disputa por dos diputados nacionales”. Al igual que Taiana, habló de Santiago Maldonado: “La lucha por Santiago es la lucha contra el reforzamiento del aparato represivo” y cerró remarcando que “el objetivo será irrumpir en la realidad nacional y derrotar el ajuste”.
Por su parte, el candidato a Diputado, Nicolás del Caño, resaltó que “el millón de votos obtenido implica una consolidación de una fuerza socialista y anticapitalista que enfrenta el ajuste de Cambiemos y de Mauricio Macri en las calles” y anticipó “un crecimiento del 20 o un 30% de cara a octubre”. Pidió “destacar a las dirigentes como Myriam Bregman, Romina Del Plá y Laura Marrone que son grandes referentes del movimiento de mujeres” y se sumó a Pitrola y Taiana al llamar a “multiplicar la movilización por la aparición con vida de Santiago Maldonado y castigar a los culpables”.

Cuando el porcentaje de mesas escrutadas alcanzaba apenas el 25,22%, la euforia no se podía ocultar en el bunker de Costa Salguero. Fue entonces que los candidatos hicieron su aparición en el escenario rodeado de una multitud de globos. La primera en tomar la palabra fue la precandidata a diputada, Graciela Ocaña, quien agradeció al electorado por votar en paz, a los fiscales por “cuidar el voto de todos, de quienes nos votaron y quienes no”, y aseguró que “mañana vamos a estar nuevamente trabajando para cada uno de ustedes”. Le siguió la palabra del candidato a senador Esteban Bullrich, quién agregó agradecimientos: al equipo, especialmente a Mauricio Macri, y a “todos los bonaerenses que me abrieron la puerta de su casa, y su corazón”. En un discurso cargado de frases emotivas, Bullrich hizo hincapié en continuar trabajando en un Gobierno para los ciudadanos y que trabaje con la verdad, en todos los aspectos: tanto en los índices, así como en la lucha contra el narcotráfico y la lucha por un bienestar general para la ciudadanía. Al respecto, el ex ministro de educación, encargado del aprendizaje de los pibes, fue rápido en agregar que “la educación es la mejor herramienta que tenemos para mejorar la Provincia. La educación asegura ese bienestar”. Para cerrar las palabras dirigidas al público, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se hizo cargo de asegurar que no “hay que volver atrás”. Se refirió a los “últimos veinticinco años” como los años de la corrupción, años en que el Gobierno miró para el costado en materia de narcotráfico, y años de falta de soluciones, afirmaciones que el público coreó con un enfático “no vuelven más”.

Para finalizar, el Presidente de la Nación, Mauricio Macri hizo acto de presencia en un discurso que estuvo centrado en agradecer a los argentinos. Retomó el concepto de Bullrich de trabajar sobre la verdad e insistió: “Para crecer desde bases sólidas hay que hacer desde la verdad”. Hasta tuvo tiempo de hablar de Maldonado también, pero no del artesano que apoyaba a la comunidad mapuche, desaparecido en democracia tras la represión de Gendarmería, sino del arroyo Maldonado, como ejemplo de obras de su gestión.
Mientras tanto, al sur crecía la ansiedad, la incertidumbre y la esperanza. Una chica, en un video, contaba que los más grandes de su barrio no comen para que ellos, los más chicos, lo hagan. A la vez, los primeros resultados de escrutinio, el movilero de la TV Pública, Fernando Alonso, reflexiona en voz alta: “Estamos hablando de una economía desplomada, de un dólar por las nubes, de la industria cayéndose a pedazos, de la pobreza en alza y ¡de un desaparecido! ¿Cómo se sale de esta?”. A medida que se van conociendo los números, la expectativa de todos es escucharla a Cristina, en un auditorio sin banderas, tal vez diseñado para captar al votante clase media urbana que rehúsa del peronismo explícito, algo que ya se vio en Arsenal y Mar del Plata cuando la ex presidenta pidió que solo lleven banderas argentinas.
Pasadas las 23, las mesas escrutadas alcanzaban el 30,91% y en el norte aparecía Sergio Massa, escoltado por Margarita Stolbizer y el economista Roberto Lavagna para «agradecer a los millones que fueron a cumplir con su sueño y deber democrático. Estamos agradecidos con los casi dos millones de bonaerenses que nos eligieron de camino a octubre». Sin pudor, Massa catalogó como “triunfo” el resultado de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires que hasta ese momento era apenas parcial. Además, llamó a debatir ideas en vez de personas, manteniendo el tono de campaña, menos crítico que el de sus compañeros. «Tenemos que contar no sólo lo peor del otro, sino cómo le vamos a resolver los problemas a la gente», dijo. El referente de 1País cerró la jornada con un «Ni Macri ni Cristina. Argentina”. Mientras la gente se retira, suena la marcha peronista.
Entre la medianoche y las cuatro de la madrugada, el panorama se revirtió con muchísimo suspenso. Los cuatro puntos de ventaja que llevaba Cambiemos se habían achicado a un 0,17 para las 2:40. En el sur, donde quedaba la única candidata por hablar, el festejo alterna entre la cumbia y La Renga. La militancia canta “no me importa lo que digan los gorilas de Clarín, vamos todos con Cristina, a liberar el país”. Todavía faltaba cargar cientos de mesas de La Matanza, de Moreno –estancado en un 30%–, José C. Paz (70%), todos bastiones de Cristina. La evaluación incluía, también, grandes victorias en Quilmes y Lanús, distritos donde Cambiemos triunfó en las últimas elecciones.
Pasadas las 3:40, se rectificó la tendencia y la diferencia llegó un 0,01%, y con el 94% del escrutinio realizado, Cristina sale al escenario junto a todos sus candidatos. En sus primeras palabras se puede oír el enojo: “Tenía pensado hablar a las 10, 11 de la noche, que es cuando siempre se conocen los resultados. Darles las gracias a todos los que fueron a votar, lo que desde las 8 de la mañana estuvieron custodiando el acto electoral, a los trabajadores de prensa que cubrieron el evento. Pero nunca pensé, se los juro, que iba a tener que pedirle perdón a todos los argentinos y argentinas por el bochorno que hemos vivido hoy en nuestro país.”
Recién a las cinco de la mañana los dirigentes y militantes comenzaron la retirada. A muchos les esperaban varias horas para regresar a sus casas. Algunos, decidieron marchar directamente a sus trabajos.
Actualizada 14/08/2017