Por Laura Scarinci
Fotografía: Camila Alonso Suarez

Algunas fueron organizadas en tribus de crianza. Otras asistieron convocadas a través de las redes sociales. Estaban las que conocieron el relato por amigas. Y las que viajaron desde lejos con su familia. Pero todas decidieron manifestarse en repudio al atropello que sufrió Constanza y participar del piquetetazo, dándoles la teta a sus bebés en el mismo lugar. Junto con sus maridos, familiares y amigos, resignificaron ese acto de amor y demostraron que la unión hace la fuerza.

“Nos tocan a una y nos tocan a todas” dice a ANCCOM Mariela, mamá de dos chicos, una beba de 4 meses y un nene de 12 años, mientras le da la teta a su nena y le cuenta a otra mamá la angustia que le generó haber escuchado la historia de Constanza. “Me parece injusto que se trate a una mujer de esta manera, un hecho así no se puede dejar pasar. Como sociedad tenemos que tomar conciencia sobre la discriminación que sufren las mujeres”, afirma Pablo, su cuñado, que también decidió asistir a la manifestación junto con su esposa, su hija mayor y sus mellizas. “No puede ser que se le den armas a policías locales sin que tengan una mínima formación en derechos civiles”, agrega.

“Nos tocan a una y nos tocan a todas” dice Mariela, mamá de dos chicos.

“Nos tocan a una y nos tocan a todas” dice Mariela, mamá de dos chicos.

El pasado martes 12 por la mañana, Constanza Santos salió del Banco Provincia, y ante el llanto de Dante, su bebé de 9 meses, decidió hacer una pausa y amamantarlo sentada en los renovados bancos de la plaza de San Isidro. Y aunque cueste imaginarlo, una madre alimentado a su hijo se convirtió en delito. Dos oficiales de la policía local se acercaron para impedirle continuar con la alimentación. Estas mujeres obligaron a Constanza a retirarse esgrimiendo que estaba prohibido realizar esa actividad en lugares públicos. El descargo de Constanza en las redes sociales, luego de que varias comisarías le negaran la posibilidad de realizar una denuncia ya que no la habían agredido físicamente, generó tanta indignación que muchas otras mujeres, sin conocerla, decidieron organizarse para repudiar este hecho.

Es el caso de Milena Singer, artista plástica de 30 años que decidió manifestarse haciendo un cuadro, mientras su hijo mayor agrega que la mamá es artista y pinta muchas cosas. Al respecto, la mujer comentó: “Me parece un horror que echen a una persona amamantando, porque está en una situación de vulnerabilidad total. Cada madre tiene el derecho de alimentar a su hijo donde quiere, porque es un acto de amor”.

Constanza Santos llegó más tarde a la manifestación y prefirió no ser fotografiada. Aunque se siente orgullosa por la cantidad de gente que se movilizó para darle su apoyo, cree que es absurdo tener que organizarse de esta manera para darle de comer a un chico en libertad y se mostró incómoda ante la presencia de distintas agrupaciones políticas.

“Me parece un horror que echen a una persona amamantando, porque está en una situación de vulnerabilidad total. Cada madre tiene el derecho de alimentar a su hijo donde quiere, porque es un acto de amor”  Milena Singer.

“Me parece un horror que echen a una persona amamantando, porque está en una situación de vulnerabilidad total. Cada madre tiene el derecho de alimentar a su hijo donde quiere, porque es un acto de amor” Milena Singer.

Pocos días después de la convocatoria, desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires se dio a conocer que las oficiales involucradas fueron sumariadas por la Auditoría de Asuntos Internos. Pero, aunque funcionarios locales han pedido los nombres de las oficiales, éstos  permanecen en reserva. “Me dan una respuesta para que me quede contenta”, dice Constanza.

Jimena forma parte de una “tribu de crianza consciente” y es mamá de una beba de cuatro meses. Entre sus motivos para asistir a la marcha fundamenta: “Yo también estoy en un momento de lactancia y me parece que es lo mejor que puede haber para un bebé como alimento y para nosotras como mujeres a nivel vínculo con los niños”y agrega: “Llegamos a un punto de locura porque todo el tiempo se muestran muchas cosas peores en la televisión y en la vía pública y creo que no se puede dejar pasar silenciosamente esta situación injusta”.

Vilma, en tanto, viajó desde el barrio porteño de Villa Luro para estar presente, y dice que su objetivo es defender los derechos de los niños a la lactancia materna. Coincide con ella Karen, quien cree que lo sucedido es un atentado a los niños, y comenta: “Me parece totalmente inédito y desubicado lo que le paso a esa mamá, es algo tan natural alimentar a un cachorro, lo vemos en la naturaleza y en el mundo.” Otro matrimonio presente el de Francisco y Noelia, de 32 años, papás de Caín de 9 meses, plantea su preocupación por discursos que relacionan el amamantar con el exhibicionismo y enfatizan en la necesidad de mayor y mejor presencia del estado para educar y capacitar sobre problemáticas de género y de violencia hacia las mujeres.

“Me parece totalmente inédito  y desubicado lo que le paso a esa mamá, es algo tan natural alimentar a un cachorro, lo vemos en  la naturaleza y en el mundo”  afirmaba Karen.

“Me parece totalmente inédito y desubicado lo que le paso a esa mamá, es algo tan natural alimentar a un cachorro, lo vemos en la naturaleza y en el mundo” afirmaba Karen.

En las calles próximas a la plaza algunos oficiales desviaban el tránsito, ya que el centro de San Isidro se transformó por algunas horas en una peatonal. Se estima que más de 500 personas se hicieron presentes, aunque no se han brindado cifras oficiales desde el municipio. También se realizaron protestas similares en Resistencia, Mendoza y Neuquén, entre otras ciudades.

Los comerciantes de los alrededores de la plaza de San Isidro también se sumaron a la protesta y algunos habilitaron sus terrazas a la prensa para que se tomaran fotografías. El grupo de percusión Tumbanda, que promueve el empoderamiento de la mujer a través de la música acompañó la protesta con sus tambores, en un marco de gran compromiso y respeto.

“No hay que olvidar que tiene una trascendencia nacional. Es parte de los reclamos de las mujeres en contra de la violencia institucional y la cosificación”  afirmaba Vilma Ripoll.

“No hay que olvidar que tiene una trascendencia nacional. Es parte de los reclamos de las mujeres en contra de la violencia institucional y la cosificación” afirmaba Vilma Ripoll.

Figuras de distintos sectores políticos estuvieron presentes, como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, el senador provincial Sebastián Galmarini, del Frente Renovador, la diputada por el movimiento Libres del Sur, Victoria Donda, la dirigente del MST Vilma Ripoll, los dirigentes Leandro Santoro y Leopoldo Moreau y el bloque de concejales del PJ-FPV de San  Isidro.

Para Vilma Ripoll es muy saludable el armado espontáneo del reclamo y aclara: “No hay que olvidar que tiene una trascendencia nacional. Es parte de los reclamos de las mujeres en contra de la violencia institucional y la cosificación”. El intendente Gustavo Posse, de Cambiemos, no estuvo
presente, aunque en un comunicado manifestó su solidaridad con la mamá y la reafirmación de una política municipal de promoción de la lactancia.

Por su parte, Juan Ottavis, Concejal del bloque FPV de San Isidro alerta: “Esto se visibiliza porque fue en El Mástil y en el centro de San Isidro, porque si pasa en los barrios ni nos enteramos”. Y aclara que el Concejo Deliberante de su partido aprobó por unanimidad una iniciativa de su bloque que expresaba el repudio hacia la situación de violencia institucional y de género, y reclamaba sanciones hacia las agentes de seguridad.

“Esto se visibiliza porque fue en El Mástil y en el centro de San Isidro, porque si pasa en los barrios ni nos enteramos”  afirmaba Juan Ottavis.

“Esto se visibiliza porque fue en El Mástil y en el centro de San Isidro, porque si pasa en los barrios ni nos enteramos” afirmaba Juan Ottavis.

Para los dirigentes Leandro Santoro y Leopoldo Moreau, este tipo de agresiones está relacionado con un clima de época. “Cuando el aparato represivo siente que le sueltan los controles se va para  cualquier lado. Pasó en la Capital Federal cuando la gendarmería va a reprimir la murga en la villa 1-11- 14, pasó cuando un ciudadano con un cartel que critica al gobierno se tuvo que bajar del tren”, señala Santoro. “Me parece muy sano lo que ha sucedido aquí hoy, es una manifestación que demuestra que la sociedad no está dispuesta a volver para atrás, no está dispuesta a avalar ningún gesto de autoritarismo”, concluye, por su parte, Moreau.

Actualizada 24/07/2016