Verdurazo para enfrentar el ajustazo

Verdurazo para enfrentar el ajustazo

La Unión de Trabajadores de la Tierra entregó 30.000 raciones de verdura gratis frente al Congreso de la Nación. Jubilados, despedidos y estudiantes hicieron fila para llevar comida a sus casas.

“Esto es libertad. Comer es libertad”, vociferó Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), desde arriba de un camión repleto de cajones de verduras para dar inicio al primer “Verdurazo” de este 2024. El encuentro fue organizado por la Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA), que se compone de pequeños y medianos productores agrícolas de todo el país, y consistió en la entrega de 30.000 raciones de verduras gratuitas a quienes se acercaban a conseguir las verduras que ya no pueden comprar. “Esta es la flor de la libertad”, dijo Levaggi al tiempo que repartía flores a quienes estaban presentes en la Plaza del Congreso, lugar donde sucedió el evento, que tuvo su inicio pasadas las 11 de la mañana de este miércoles.

En diálogo con ANCCOM, Zulma Molloja, vocera nacional de la UTT, aseguró: “Estamos donando más de 30.000 kilos de raciones de verduras, hay flores también para que se lleven nuestros jubilados o esas familias que no están pudiendo llegar a fin de mes. También estamos solidarizándonos con los despedidos -este Gobierno es lamentable-, con Télam, con ANSES, con el INAFCI, de agricultura familiar, que lo quieren cerrar. Es lamentable lo que viene pasando con la inflación, venimos también de cuatro temporales muy fuertes, por los que se inundó y perdimos la producción. Hoy nos hemos solidarizado con lo poco que nos quedaba, dijimos: ‘donemos lo que se pueda’”.

Si bien este Verdurazo es el primero del año que corre, en pandemia también lo habían organizado. “Hemos donado a comedores populares, a La Poderosa y otras organizaciones que llevaban un plato de verduras a esas familias que estaban muy complicadas por el Covid. Hoy también estamos haciendo eso, porque es preocupante la situación, porque los que no producen no tienen para comer. Nuestra lucha también es por el acceso a la tierra: en vez de pagar el alquiler, queremos tomar un crédito blando y poder pagar la tierra. Y que vea este Gobierno de qué forma trabajamos y quiénes somos los que realmente alimentamos al pueblo”, agregó Molloja.

Levaggi por su parte, sostuvo: “Es un Verdurazo más de los que hemos hecho durante tantos años y donde planteamos la necesidad de visibilizar la situación del sector y, por otro lado, que nuestra forma de lucha sea en solidaridad con el pueblo, por eso estamos compartiendo nuestro fruto de trabajo como es la verdura con todos los vecinos, vecinas, comedores y trabajadores despedidos, y donde nosotros planteamos nuestra realidad, de tarifazos, devaluación, que aumentó los costos de producción un 300 por ciento. Porque los costos están dolarizados, la situación de emergencia climática tampoco fue atendida por parte del Gobierno, el desguace de las instituciones nacionales que atienden al sector. Ante eso, nosotros planteamos que el alimento es un derecho y si ese derecho no se garantiza, planteamos la solidaridad”.

A su vez, Pedro Poslaba, delegado de la UTT cuya base funciona en la Escuela N° 49, aseguró: “Somos trabajadores de la tierra, producimos las verduras que entregamos. La decisión surge por la organización que tenemos, de cada base, y cubrimos los gastos entre todos”.

Poco antes de las 11 de la mañana, mientras los organizadores del encuentro bajaban de los camiones los cajones de verduras y los acomodaban en hilera en la vereda de la plaza, iban llegando cada vez más personas, que enseguida formaron una fila larguísima. “Me trae la necesidad, porque soy jubilada con la mínima y realmente no nos alcanza. Es la primera vez que vengo. No hay derecho a que los chicos pasen hambre, porque están en una etapa de crecimiento”, comentó a ANCCOM Graciela Margini, quien asistió a la Plaza del Congreso para llevarse una ración de verdura.

Un relato similar realizó Gustavo Lama, un señor que también acudió al lugar y contó: “Vine por la situación en la que estamos. Es la primera vez que participo en esto. No damos abasto. Soy jubilado, gano $170.000, pago hotel donde vivo, me sale $100.000, me quedan $70.000”. Por su parte, Camila, una joven que también fue en busca de una ración de verduras, aseguró: “Vine para apoyar a la Unión de Trabajadores de la Tierra y a buscar alimentos gratis, que hoy en día es muy difícil pagarlos. Yo igual estoy en una situación de privilegio, tengo techo y comida, pero lo único que estoy comprando es comida, así que vine a apoyar y a recibir lo que es justo para todes”.

También estuvo presente Marcela Galeano, referente de La poderosa, quien afirmó: “Somos varias vecinas de todos los barrios tratando de recibir verduras porque estamos en una situación bastante difícil. También estamos recibiendo para nuestros comedores, que se están sosteniendo solamente con donaciones de buenas personas, porque no tenemos nada. En distintos comedores se dan muchas raciones por día y cada día están aumentando más porque cada día hay más gente que se queda sin trabajo y hay muchos que directamente están en situación de calle. Esto nos viene rebien para cocinar a todos nuestros compañeros, compañeras, y aparte para los vecinos y los que vienen a buscar la comida al comedor”.

Cerca del mediodía, la fila humana ya se había desarmado. Ahora había personas por doquier yendo de un lado a otro con bolsas cargadas de comida. Por esa hora, la UTT improvisó un escenario arriba de uno de los camiones con verduras. Allí se subieron Levaggi, Molloja, una referente de La poderosa y también Valeria Taramasco, secretaria de Derechos Humanos de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quien, con micrófono en mano, aseguró: “Venimos no sólo a solidarizarnos, sino a compartir la lucha, porque es la misma lucha, primero porque estamos siendo víctimas de las políticas de este Gobierno, pero además los trabajadores y trabajadoras de la agricultura familiar compartimos la misma lucha con las organizaciones, están desmantelando las políticas para el sector. A nosotros nos están despidiendo, sin anunciarnos el despido, sino directamente no renovándonos los contratos, además estamos sin cobrar el mes de marzo. Es un Gobierno al que poco le importa la producción, la soberanía y menos que menos las políticas territoriales”.

Aunque no subieron al “escenario”, también estuvieron en el “Verdurazo” algunos trabajadaores de “Somos Télam” y del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA). Tampoco faltó la presencia policial, un clásico de este Gobierno para desplegar el protocolo represivo caprichosamente e intentar, de manera infructuosa, abortar la actividad.

«Verdura va»

«Verdura va»

El acampe es frente al Congreso. Dos días de actividades  por la Ley de Acceso a la Tierra, llevado a cabo por  la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) junto a otras organizaciones que apoyan el reclamo. El verdurazo está en el centro y es una de las acciones más sorprendentes para los vecinos. 

A las 12 del mediodía, en la Plaza del Congreso se podían encontrar los distintos puestos de la feria que se había montado, la mayoría con banderas wiphala, y carteles que reclamaban «Por una política agropecuaria que alimente’’ o “Ley de Acceso a la Tierra”, enarboladas por las organizaciones que habían ido a vender sus productos alimenticios como quesos, leches, yerbas y bandejas de comida a precios populares y que se iban a mantener durante toda la jornada.

A esa hora la llegada de un camión dio lugar a que dos chicas rompieran el silencio al grito de azo, azo, se viene el verdurazo”. Y ahí nomás, dos trabajadores empezaron a bajar los primeros cajones y comenzó la repartija de verduras a la cuadra y media de personas que habían armado una fila en no más de 10 minutos. Primero un trabajador  llenaba las bolsas de las señoras mientras gritaba los nombres de las verduras, y del otro lado del camión se repetía la misma situación. 

Los productores de la UTT obsequiaron 5.000 kilos de verduras.

Media hora después, se hizo un pase de manos entre diez trabajadores de la UTT al grito de «verdura va» para bajar del camión los más de 5.000 kilos de verdura que habían traído y armar altas columnas de cajones en círculo para facilitar la distribución. Mientras tanto, en los parlantes comenzaba a sonar música folclórica que fue recibida con aplausos por las trabajadoras, vestidas con remeras que ostentaban el lema: Ni una menos, ni una más sin acceso a la tierra”. 

Precisamente, el proyecto de ley tiene como finalidad el acceso a créditos blandos para dejar de alquilar las tierras en las que se producen alimentos y poder obtener una vivienda digna.  

Los cajones no paraban de apilarse delante de un tractor verde en el que estaban apoyados decenas de ramos de flores, cuando una trabajadora decidió tomar el micrófono para anunciarles a las familias que esperaban con sus bolsas y changuitos que toda la verdura se iba a donar. Pidió que mantuvieran la fila,  explicó el motivo por el cual se realizaba el acampe, y agradeció que acompañaran en el reclamo. Cuando por fin se terminaron de bajar los cajones, empezaron a aplaudir, mientras se sumaban más trabajadores para ayudar a llenar las bolsas de albahaca, perejil, puerro, rúcula, coliflor y otros alimentos agroecológicos. 

Al rato, los trabajadores comenzaron a cocinar en una olla gigante al grito de ¡Diputados, diputados / no se lo decimos más / ley de acceso a la tierra / y vivienda digna ya!”.

«Los pequeños productores somos responsables del 65% de los alimentos que se consumen en el país», dicen en la UTT.

Somos pequeños productores -explicó a ANCCOM Zulma Molloja, pequeña productora de la UTT-, no terratenientes, producimos más del 65 por ciento de los alimentos. Trabajamos en duras condiciones, en el frío, la lluvia y el barro. Nuestras viviendas son casillas precarias en las que vivimos muy mal, por lo cual suele haber incendios. Tenemos compañeros fallecidos, y dos nenas que murieron calcinadas. No solo estamos garantizando alimentos a precios justos, sino también agroecológicos. Somos más de 20 mil familias organizadas demostrando que es posible y, sin embargo, no hay ni una sola política pública que no sea de la boca para afuera. El proyecto se presenta año tras año y se lo deja de lado.”  

 En los parlantes, otra vez, se escuchaba la voz de una mujer que sostenía que  “bajar el precio de los alimentos es igual a acceso a la tierra” yalimentos a precios justos y sanos es con acceso a la tierra agroecología y cooperativismo”. También comentaba las actividades programadas durante los dos días de acampe: baile; un taller a cargo del área de alimentación de la Red de Comedores; una charla sobre trigo transgénico. Un florazo por la llegada de la primavera, otro verdurazo; una radio abierta; otro taller a cargo de Alimentación y de la red de Comedores. Y como cierre, un festival de música con Eruca Sativa, Susy Shock y Sudor Marica entre otros artistas.

Una hora después de empezado el reparto de verduras, ya no quedaban filas, solo algunas personas que intentaban agarrar verduras al paso, como podían, entre sus manos. Algunos pasaban por un supermercado y compraban bolsas. Una vecina, rápida, bajó de su casa con todas las bolsas que tenía a mano y las ofrecía a precios módicos para quienes evaluaban los beneficios posteriores. No faltó la familia que, a falta de bolsas, usó el cochecito de sus dos bebés como changuito.

El acampe sigue al día siguiente, con flores, el festival y el renovado reclamo de la ley de acceso a la tierra, por un modelo sustentable y la soberanía alimentaria del país. Una manera de asegurarle al pueblo la canasta básica.

#Verdurazo

#Verdurazo

Luego de la represión y los incidentes ocurridos en Constitución, el 15 de febrero, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se movilizó en un nuevo «verdurazo» nacional, junto con organizaciones sociales, políticas y sindicales. También estuvieron presentes los trabajadores de Madygraf, que fueron reprimidos el miércoles pasado durante el “cuadernazo”. La protesta #27F tuvo réplicas en todo el país.

Apenas pasadas las 16, comenzaron a verse, por avenida de Mayo, las banderas de las diferentes agrupaciones con sus brillantes colores: verde, rojo, azul, con letras en blanco. Familias enteras fueron de la partida, algunos arriba de camiones que se desplazaban lentamente, mientras que otros asistentes iban caminando.

Entre las organizaciones que acompañaron el «verdurazo» y la acción de los trabajadores de Madygraf, se encontraban ATE, la CTEP, el MTE, la Agrupación Barrios de Pie, la Corriente Clasista Combativa (CCC) y el Movimiento de Curas Villeros. Con lechugas en sus manos y carteles en alto, los manifestantes se expresaban. Entre los discursos sostenidos, se leían frases tales como: “Las nutricionistas nos pronunciamos a favor del derecho humano a una alimentación sana, segura, sabrosa, soberana y a precios justos”, “Dios es nuestro guía”, “Producimos alimento para el pueblo”, “Con la comida no se juega”. De esta forma, se dirigían a la Plaza de Mayo como última parada.

Aproximadamente a las 16:40, un par de camiones bordearon la plaza y abrieron sus puertas laterales para disponer de sus cajones y ofrecer su producción a los vecinos que llenaron el lugar con sus bolsas y changuitos en largas filas. Los quintistas de la UTT también armaron diversos focos al interior de la multitud, que colmó la Plaza para entregar bolsas con un surtido de verduras. Morrones verdes, rojos y amarillos, lechugas, acelga, espinaca, zapallitos, pepinos, ajíes y tomates sumaban al colorido, ya presente en las banderas. Una de ellas, atada a los árboles, era azul con una inscripción en aerosol rojo que decía “No a la ley Bayer Monsanto de semillas”.

Apenas comenzó la entrega de verduras, Dina Sánchez, vocera del Frente Popular Darío Santillán y miembro de la Cooperativa del Polo Textil, expresó a ANCCOM: “La situación, desde el 2015 a esta parte es bastante crítica para los cooperativistas. Estamos en un contexto en el que no hay trabajo, donde cierran las empresas, crece la pobreza, crece la indigencia. Tienen la orden de reprimir a los que salimos a la calle, no solo a protestar, sino a llevarnos unos pesos a nuestras casas. En Constitución lo han hecho con los compañeros de la UTT y con los vendedores senegaleses”.

Sánchez prosiguió: “Hace una semana se empezaron a recortar programas, como el Salario Social Complementario y Salud Futuro, con el argumento de la superposición con la terminalidad educativa. Este gobierno tiene mucho cinismo, miente muchísimo. Hace poco la estuvimos luchando en la calle para que no cierren las escuelas”.

Dina Sánchez también se expresó acerca del proyecto de ley que presentaron y quedó detenido: “El 1 de junio del año pasado lo presentamos Congreso, con todas las organizaciones populares. Establecía que el 25 por ciento de las compras que hace el Gobierno se la hagan a los cooperativistas y no a las grandes empresas. Nos vienen recortando derechos, la educación, por ejemplo, todo lo que es para los pobres hoy está afectado. Las escuelas públicas se caen, las cierran para apostar a la educación privada a lo que personas como nosotros no tenemos acceso, sobre todo en los casos de las madres solteras, que tenemos que llevar adelante un hogar y que la tenemos que remar todos los días para salir adelante. Este gobierno hace oídos sordos, si estamos en esta pobreza es por las políticas que llevaron adelante”.

Mientras señoras, señores, chicas, chicos y algún oficinista que salía del trabajo o simplemente fue a curiosear en su descanso para llevarse su bolsa de verduras, Vicky Maciel del Movimiento Buen Aire le manifestó a ANCCOM la situación de los pequeños productores en Chaco: “Hace 10 días que llegamos, somos 43 organizaciones entre criollas y aborígenes, del interior de la provincia y de Resistencia, que nos unimos en luchas comunes. Ahora la situación se agravó, vinimos varios dirigentes y decidimos esta medida en Buenos Aires, ya que en la provincia no hay respuesta. Esta es la cuarta vez que venimos. En un viaje anterior, en el 2016, se firmó un acuerdo con el Gobierno Nacional en que el Gobierno se comprometía a bajarnos, para toda la provincia, 10.000 módulos alimentarios, 2.000 planes sociales y 120 viviendas. Nada de eso se cumplió. Hemos decidido volver, hacer una medida de acampe en el Obelisco y desde el primer día que hemos llegado acá, la policía nos acosa, nos persigue, nos amenaza. No nos dejan, siquiera tirar nuestras banderas, cuando vivimos en un país democrático en que la protesta no debería considerarse un crimen. En estos 10 días no tuvimos respuesta. Entendemos que estamos frente a un gobierno neoliberal netamente clasista, que no le interesa el pobre y gobierna para los ricos. Quienes se acercaron y nos dieron una mano con la comida, el agua y nos dieron mantas, fueron las Madres de Plaza de Mayo. Norita Cortiñas estuvo conversando con nosotros”.

Maciel continuó: “Domingo Peppo, gobernador de Chaco, con parte de su gabinete procesado por corrupción, es funcional al gobierno nacional, adopta las mismas políticas de ajuste y represión. Los compañeros productores venían cobrando el plan ‘Haciendo Futuro’, pero con el cambio de Gobierno se lo sacaron a quienes tenían moto. La moto es un vehículo para poder trabajar. Allá obtenemos cítricos, sandías, zapallo y algodón que abastecen el mercado interno. El pequeño productor desapareció, los grandes, siembran soja, que no la consumimos nosotros, se exporta. Es desesperante la situación. Venimos a reclamar proyectos productivos, también la construcción de viviendas, que solucionaría, no solo el problema habitacional, sino también el laboral, porque genera mano de obra”.
Luego, Zulma Molloja miembro de la UTT le explicó a ANCCOM: “Lo que más nos perjudicó fue la suba del dólar porque las semillas cuestan en dólares y los insumos también. Es difícil seguir adelante. Desde el 2015 estamos peleando por la ley de acceso a la tierra, que son créditos blandos, para poder comprar un terreno propio. Se han comprometido en la Cámara de Diputados a trabajarlo, pero no hay respuesta. Vamos a seguir, porque necesitamos ser visibilizados, necesitamos políticas públicas, que vean quien produce, quien alimenta al pueblo entero. Seguimos luchando por nuestros derechos, somos los pequeños productores los que venimos haciendo los feriazos, hoy estamos regalando más de 20.000 kilos de verdura”.

Pasadas las 18:30 sonaba a puro redoble “Sin esclavos Percusión”, que le dio el cierre musical al «Verdurazo». Con los tambores de fondo, Nahuel Levaggi referente de la UTT, reflexionó con ANCCOM acerca de las consecuencias de la represión vivida el 15 de febrero: “Cambió el escenario. El gobierno se tuvo que echar para atrás y hoy hubo una convocatoria multitudinaria. Con la UTT movilizamos 5.000 familias y otros miles de vecinos que se acercaron. Eso da tranquilidad y sobre todo un mensaje: que al hambre se la puede combatir con palos o con lechuga y nosotros elegimos la lechuga. Hoy la lechuga le ganó al palo. No me importan las disculpas del Gobierno, me importa la fortaleza del pueblo y de las organizaciones para marcar el rumbo. Para nosotros lo importante era la acción de hoy, que se entendiera que nunca más puede haber una foto como la de Teresa, agachándose para agarrar una berenjena y eso es lo que logramos hoy”.

Está programado continuar con la modalidad de protesta para seguir dándole visibilidad a los reclamos, pero todavía no hay una fecha establecida.