«Sobreviviendo»

«Sobreviviendo»

En 2002, ocho operarios evitaron el vaciamiento y pusieron a funcionar la imprenta. Ahora, cuenta con 10 trabajadores.

El rubro de la gráfica es un sector muy golpeado por la crisis económica que afronta la Argentina en los últimos años. En este panorama, la fábrica recuperada Artes Gráficas Chilavert no es la excepción. Con una deuda con Edesur que ronda los 950 mil pesos y la consecuente amenaza por parte de la empresa de cortar la luz, el futuro de la cooperativa se encuentra en peligro.

El taller situado sobre la calle Chilavert del barrio de Pompeya es inmenso. Presenta una planta baja donde se encuentran las máquinas antiguas de corte e impresión y un piso superior donde se hacen distinto tipo de actividades comunitarias. El ruido de las impresoras es intenso entre las ocho y las cinco de la tarde, horario pautado para la jornada laboral. Los recortes de papel y cartón recubren el espacio, algunos amontonados de forma ordenada, otros en contenedores y también se esparcen sobre el suelo.

Cuando se recuperó la fábrica se hizo con ocho trabajadores, de los cuales continúan trabajando en el taller dos. Sin embargo, el número se extendió a diez personas que se encargan de diversas tareas. De ellas -impresión, corte, encuadernación y administración-dependen sus ingresos. A veces se quedan más tiempo del estipulado y otras, trabajan algún sábado para que todos puedan llegar a fin de mes. Sin embargo, hoy el dinero no alcanza. “Sobrevivimos, la realidad es esa, nuestro retiro es miserable: estamos cobrando entre doce y catorce lucas”, reconoce Martín Cossarini, que lleva diez años trabajando en la empresa recuperada.

Cada mes, llega a Chilavert una factura de 90.000 pesos de luz.

La situación económica actual del país es compleja y afecta enormemente a las cooperativas. Con el incremento de las tarifas de servicios públicos, el mantenimiento de muchas fábricas recuperadas se vuelve insostenible. A eso se suma una tasa de desocupación que escala al 10,1%, según el informe del primer trimestre de 2019 del INDEC, lo que implica  que dos millones de argentinos se encuentran desocupados.

En este marco, el golpe se hace evidente en el rubro de la gráfica. “De la encuadernación no hay laburo –comenta Cossarini- Bajó mucho todo lo que es el mercado editorial. En parte por el desplazamiento digital y en parte por las políticas públicas.” A su vez, Ernesto, encargado del Área de Administración de la fábrica comenta: “Ha bajado el nivel de demanda de lo que nosotros producimos, que son libros y revistas. La gente está preocupada por lo básico: cuando no tiene plata en el bolsillo, primero la gasta en comer, después, en vestirse.”

Cossarini comenzó a trabajar en la gráfica y continúa hasta la fecha por una convicción política. De joven militó en el centro de estudiantes de su secundario y vio nacer al Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas durante la crisis del 2001. Artes Gráficas Chilavert fue una de las fábricas que durante el 2002 tuvo un intento de vaciamiento dado que la firma Gaglianone, antigua propietaria, pensaba retirar la maquinaria y declarar la quiebra. Al enterarse, los trabajadores ocuparon el espacio y aguantaron allí durante siete meses. Finalmente, gracias a la obtención de una ley de expropiación, la fábrica pasó a estar en sus manos.

Sin embargo, la ocupación difícilmente se hubiera llevado adelante sin un hecho que marcó la historia de la fábrica y permitió que el trabajo continúe. Ernesto González, uno de los trabajadores que vivió el pasaje de empresa privada a recuperada, contó que al ocupar la fábrica, el juez a cargo dio la orden de que podían permanecer allí pero que no podían trabajar y una guardia policial escoltaba, entonces, la puerta del taller. Dado que tenían un encargo grande de libros que se debían presentar en la Feria del Libro el 25 de mayo del 2002, un vecino les dio una idea. “Rompimos el huequito que ahora está tapado con ladrillos –cuenta González- y por ahí sacamos los libros con ayuda del vecino del otro lado y después lo volvimos a tapar, lo disimulábamos con el cuadro. Fue la noche del 24 y el 25 a la mañana sacamos los libros y se pudieron presentar. Así comenzó y después empezamos a entrar y sacar trabajo. Duró hasta que logramos la tenencia legal de este lugar.”

«El sábado 13 de julio, a partir de las 13, habrá un festival solidario en la puerta del taller (Chilavert 1136).

En diálogo con ANCCOM, Cossarini reflexionó sobre las ocupaciones de fábricas: “Ha sido una gran escuela para la clase trabajadora, sirvió para comprobar que tiene la fuerza. En definitiva, lo que genera riqueza es el trabajo propio. El tema es que después se hace muy difícil pero no tiene que ver con la cooperativa. Eso es porque estamos en una sociedad capitalista y no hay manera: la autogestión termina en el portón de la fábrica, vos salís y tenés que comprar papel y no está a precio cooperativo, está a precio dólar.”

La deuda de la gráfica Chilavert alcanza los 950 mil pesos y cada mes, entre factura e intereses, la cuota a pagar ronda los 90 mil pesos. “Hoy estamos remando y cada vez el bote se llena más de agua”, suspira Nelson Darín, otro trabajador de la fábrica. “No es que no queremos pagar, se nos hace imposible”, remata Daniel Suárez, quien trabaja en la imprenta desde 1984. Además, en el espacio funciona también un bachillerato popular y el Teatro Comunitario Pompeya. Ambos, en igual situación de peligro.

Sobre el futuro, las palabras de González son alentadoras: “Tenemos confianza de que vamos a salir adelante porque en una situación incluso más difícil en la que estaba cuestionada la existencia misma del lugar logramos sortearla, entonces por qué no vamos a hacerlo de vuelta. Ahora con más experiencia, más gente y más fuerza.” En este sentido, Martín agrega que “existe un ejemplo concreto de que un grupo de trabajadores pudo salir adelante sin necesidad más que de coordinarse. Y esto desmiente una gran mentira que construye este sistema que es que si no hay un patrón vos no podés trabajar.”

Como plan de acción de resistencia a la amenaza de corte de luz de Edesur, la cooperativa planeó un festival para unir fuerzas con otros actores afectados y dar visibilización a la situación. Será el sábado 13 de julio a partir de las 13 en la puerta del taller (Chilavert 1136, Nueva Pompeya). En la jornada tocarán la Orkesta Popular Sam Bomba y Vértigo López, habrá un buffet económico y también se presentará el teatro comunitario.

 

“El FMI nunca va a aprobar un programa expansivo”

“El FMI nunca va a aprobar un programa expansivo”

“El malo de la película no es el Fondo, la impericia está del lado del Gobierno”, dictamina Emmanuel Álvarez Agis refiriéndose al acuerdo de la Argentina con el FMI. Déficit fiscal, deuda externa, inflación, dólar, tarifazo, ajuste y recesión son términos que suenan y resuenan en los medios y tiñen de incertidumbre el futuro de la población. Economista, docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y director de la consultora PXQ, Álvarez Agis abre las puertas de su amplio pero sencillo departamento en el barrio de Palermo para arrojar luz sobre un debate que algunos prefieren no dar. Mientras pone el agua para el mate dentro del termo, comenta: “Son tiempos de austeridad, no vaya a ser cosa que la dejemos enfriar en la pava y tengamos que volver a prender la hornalla”.

Emmanuel Alvarez Agis, ex viceministro de economía y docente, sentado de frente.

Emmanuel Alvarez Agis, ex viceministro de economía y docente.

¿Era irremediable recurrir al FMI?

A esta crisis la defino como un tropezón que fue caída. Ni de cerca la economía estaba como para terminar con un acuerdo con el Fondo que técnicamente es el prestamista de última instancia. Lo que hicieron fue insólito, una comedia de enredos del actual equipo económico. El Banco Central agravó una corrida cambiaria, mostró debilidad y, al hacerlo, el mercado se puso nervioso.

Si usted fuera el ministro, ¿qué hubiera hecho?

Hubiera puesto una oferta de dólares muy fuerte por parte del Banco Central, con un valor deseable de entre 20,50 y 21 pesos, para estabilizarlo, hubiera subido la tasa de interés en un 40% desde un principio, y hubiera vendido todos los contratos de dólar futuro que pedía el mercado. Brasil lo hizo y la devaluación no fue ni un tercio de lo que fue acá.

Argentina es, históricamente, dependiente del financiamiento externo, ¿por qué?

En primer lugar, tenemos una estructura productiva deficitaria de base en materia de dólares, ya que el 30% de los insumos que necesita son importados. Cuando compramos un sachet de leche, un medicamento o un auto estamos consumiendo dólares, porque el componente importado para su producción es alto. En segundo lugar, está el tema financiero ya que cada ocho o doce años tenemos una devaluación fuerte. Si a esto se suma un régimen de políticas económicas que liberaliza el mercado, lo desregula y abre las importaciones, el problema se agudiza.

¿Cómo se logra mayor autonomía?

A través de una planificación sostenible, teniendo en cuenta la experiencia de países que ya se han industrializado pero que, aun así, protegen a los eslabones más débiles de sus economías. Francia lo hace con el aceite de soja, Estados Unidos con la producción de limones. Nosotros tenemos la economía invertida, nuestro eslabón débil es la industria y el fuerte es el campo. Deberíamos decir “viva el libre comercio para la soja pero no para las computadoras”, por ejemplo.

¿El gobierno de Cambiemos se apuró al abrir la economía?

El libre comercio es la panacea del funcionario público, cree que una vez ahí se puede echar a descansar. El gobierno pone de modelo a Chile, pero la producción de cobre chilena es estatal. Bolivia nacionalizó los hidrocarburos. En Argentina la soja es privada. Cuando hacés el cambio estructural de base, te podés dar el lujo de implementar políticas de libre mercado, si lo hacés antes de fortalecer los puntos débiles de tu economía, te fundís.

Emmanuel Alvarez Agis sentado de perfil, hablando con su mano levantada y un mate sobre la mesa.

“El malo de la película no es el Fondo, la impericia está del lado del Gobierno”, afirma Emmanuel Álvarez Agis refiriéndose al acuerdo con el FMI.

¿Qué opinás sobre los tarifazos?

El problema de las tarifas es el dogmatismo por parte del Gobierno. Cuando existe faltante de un producto, la solución está dada siempre por la baja de la demanda (consumir menos), o la suba de la oferta (producir más). Cambiemos, en vez de buscar generar más gas y aumentar la oferta, le dice a la gente que apague el piloto del calefón. La cuestión de fondo es para qué hacen los aumentos. La respuesta de Macri es para tener más energía en el futuro y recuperar el autoabastecimiento. Pero si mirás los números de producción de petróleo de gas (fuente de producción de la electricidad) tras un aumento acumulado de tarifas de un 1300%, el nivel de producción ha disminuido.

El Presidente vetó la Ley Antitarifazos porque, dijo, significaría un costo fiscal de 15 mil millones, ¿es así?

Es falso, ya que si bajan las tarifas la plata queda en manos de los consumidores que no evaporan o queman  el dinero, lo gastan, y al hacerlo contribuyen con el 21% de IVA. Y la empresa que les vende lo que compran paga el 35% de ganancias, por ende el fisco recauda igual.

¿Ya no sirve la excusa de “la pesada herencia”?

Cambiemos recibió una economía que tenía problemas complejos, pero la transformó en un tren fantasma. Para resolverlos virtuosa y no tortuosamente, probablemente la relación con Estados Unidos, el mercado y las empresas debía ser más tensa. Sin embargo, Macri configuró la economía para que el mercado haga y deshaga a su antojo.

¿Cuál es el impacto para la Pymes?

En los últimos dos años se han cerrado unas tres mil empresas. La situación cambia según te acerques o alejes de la General Paz. Las Pymes del polo industrial  más orientadas al mercado interno o a la sustitución de importaciones están cayendo a razón de dos dígitos desde 2016. Están al límite, se tienen que achicar a su mínima expresión y tratar de sobrevivir. En cambio, las que exportan pueden compensar la caída del mercado interno con la suba del dólar, no porque estén exportando más sino porque le dan más pesos por el mismo nivel de producción.

Emmanuel Alvarez Agis sentado en un sillón con las piernas cruzadas.

«Cambiemos recibió una economía que tenía problemas complejos, pero la transformó en un tren fantasma».

¿Cuál es la perspectiva para este año y el próximo?

Tenemos un déficit fiscal de 30 mil millones de dólares por año. Hay dos maneras de cerrar este déficit: o importás menos, achicás la economía y por ende te empiezan a sobrar dólares; o exportas más y empezás a generar más dólares por la vía expansiva. Cuando se va al Fondo la señal es “vamos a solucionar el déficit por la vía de la recesión”.

¿Por qué?

Porque el FMI nunca va a aprobar un programa expansivo en el cual la Argentina exporte 30 mil millones de dólares más en contra de EE UU, China o Europa. Argentina no le exporta a Júpiter, le vende a un país del mundo, y entonces, si exportamos más, hay un país que por definición va a producir menos. El mercado es uno y quien vende más gana mercado en detrimento de otro.

¿El economista olvida que detrás de los índices hay personas?

El economista es como un médico, la diferencia es que en vez de atender un enfermo trata con los habitantes de un país. La ideología entra cuando se piensa en que el paciente la pase mejor. Si hay un paciente con una gangrena, para que viva, el médico le tiene que cortar la pierna. El tema con un gobierno market friendly, como el actual, es que se te encarna la uña gorda del pie y te cortan la pierna por las dudas.

¿La economía maneja a la política o es a la inversa?

La economía le brinda a la política los bordes de la cancha y le indica que puede jugar dos metros a la izquierda o a la derecha. Si la política se va tres metros, queda fuera de juego. Los buenos políticos son los que juegan hasta el 2,10 del margen.

Los senadores votaron y Macri va por el veto

Los senadores votaron y Macri va por el veto

La Cámara de Senadores aprobó esta madrugada, con 37 votos a favor y 30 en contra, la Ley de Emergencia Tarifaria que retrotrae el precio de las tarifas al 1 de noviembre del año pasado y limita la actualización por encima del índice de variación salarial. Sin embargo, el jefe de gabinete Marcos Peña anunció esta mañana que la ley está vetada, con lo cual el aumento llegará de la mano del frío. El senador oficialista formoseño Luis Naidenoff agregó: “el veto en estas condiciones es una necesidad política”.

Después de once horas de sesión, la senadora Cristina Fernández de Kirchner cerró, con 52 legisladores ausentes, las exposiciones de los legisladores del bloque FPV-PJ. En su discurso sostuvo que “la impunidad mediática” es lo que le permite al gobierno implementar políticas económicas de ajuste. “¿Alguien se puso a pensar la angustia de la gente sentada frente a las boletas de luz, gas y agua?”, se preguntó la ex presidenta. “¿Qué inversiones trajeron ustedes si las que están haciendo son en Vaca Muerta?”, cuestionó la senadora antes de recordarle a Gabriela Michetti que ella siendo diputada se opuso a la estatización de YPF.

En su discurso le recordó a la presidenta del Senado que cuando era oposición había tuiteado: “No hay que subir las tarifas, hay que favorecer a la gente más humilde que paga muy caro los servicios”, permitiéndose la ironía que muy poco le gustó a Michetti. En otra comparación entre las obras de su gobierno y las de actual, Cristina dijo: “A nosotros nos gusta la patria, nos gustan los próceres. Ustedes pónganle el puma salvaje o el yaguareté mimoso cuando inauguren alguna”. A las 2.30 #YaguareteMimoso era trending topic en Twitter. 

Cristina Fernández de Kirchner en su banca del Senado de la Nación.

Fernández de Kirchner fue una de los 37 senadores que votaron a favor de la Ley de Emergencia Tarifaria.

La semana arrancó caliente: en un video el Presidente Mauricio Macri le pidió a la oposición que no sigan “las locuras de Cristina Fernández de Kirchner” y recomendó el uso de lamparitas led para ahorrar energía. Se reunió, luego, con senadores de la oposición para tentarlos con la baja de algunos impuestos en las tarifas. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se juntó con distintos gobernadores justicialistas para que sus senadores voten en contra. Nada de eso funcionó, el gobierno no pudo frenar la unión de los bloques opositores en el Congreso. Igualmente, Macri ya había anunciado el veto.

El primer senador oficialista en hablar en el recinto fue Esteban Bullrich que arrancó con una ironía a Cristina. Calificó de “demencial” la política del gobierno anterior y aclaró que no quería “herir susceptibilidades”. El senador retomó así la “discusión virtual” que comenzó el lunes el Presidente cuando llamó “loca” a Cristina y ella tuiteó que “tratar de loca a una mujer es típico de machirulo”.

El senador calificó a la ley de “inconstitucional, demagógica e irresponsable”. También afirmó que la propuesta de la oposición no soluciona la crisis energética.

Otro de los datos salientes de la jornada fue cuando después de 5 horas de sesión, el periodista de El Destape Juan Amorín difundió en Twitter tres fotos que le sacaron a la pantalla del celular del senador Federico Pinedo. Se veía una conversación de WhatsApp en la que el legislador recibía órdenes directas del ministro de Interior, Rogelio Frigerio. “Yo lo mandaría al frente a Pichetto (senador opositor) como autor de nuestra propuesta”, decía el mensaje que Frigerio le mandó a Pinedo a las 15.33, en plena sesión. “Así lo haré”, le respondió el obediente senador. A los pocos minutos el tuit se viralizó.

“Cuando yo era chico, interferir en las comunicaciones o violar la correspondencia era un delito. Ahora no, es una cosa más o menos normal”, aclaró Pinedo antes de obedecer la orden del ministro. “Pichetto es el autor del proyecto de rebaja de IVA, que nosotros impulsamos”, dijo.

Pinedo en su banca del Senado trabaja con su computadora personal y teléfono celular.

La imagen del celular de Federico Pinedo hizo pública una conversación con Rogelio Frigerio.

Frigerio le mandó otro mensaje a Pinedo que decía: “Lucila (Crexell) amenazó con la abstención. Creo que la convencí”. La senadora neuquina Crexell integra el bloque del salteño Juan Carlos Romero. El martes fue recibida por Macri junto con los senadores Cristina Fiore, del Partido Renovador de Salta, Guillermo Pereyra del Movimiento Popular Neuquino (MPN), y Carlos Alberto Reutemann, de Alianza Cambiemos Santa Fe.

La senadora Crexell negoció con el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, y con Frigerio la prórroga de la Ley de Emergencia Frutícola a cambio de su voto en contra de la Ley de Tarifas. La senadora confirmó que Etchevehere ya firmó y Macri, al igual que Frigerio, se comprometió a que se la prorrogue. Así evitaron la abstención de la senadora neuquina, Que igualmente sostuvo que siempre estuvo entre el voto negativo o la abstención.

El senador Carlos Saúl Menem llegó al recinto a las 14 en punto, hora pautada para que empezara la sesión, acompañado por su hija Zulemita. Se sentó en la banca, se paró, cantó el Himno Nacional y se fue. Fue el único senador que no tuvo nada arriba de su escritorio en toda la sesión. El ex presidente tiene 87 años y varias causas en la justicia. Por una de ellas debería pasar 7 años en prisión por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.

Doce horas después de haberse ido del recinto, el ex presidente volvió a entrar, escuchó una parte del discurso de Pichetto y el de Naidenoff, votó a favor y se fue nuevamente. “Si lo trajeron, es porque va a votar”, confirmaron fuentes cercanas al riojano.

A pesar de las reuniones de Macri con senadores, ministros y gobernadores con las que el oficialismo intentó frenar la unidad parlamentaria entre los bloques opositores, no pudo evitar que se votara a favor de la emergencia energética. “A la oposición la une el afán de esmerilar a un gobierno más que construir un proyecto que le sirva a la gente”, expresó a ANCCOM el senador oficialista Luis Naidenoff. Para el diputado Felipe Solá la unidad es “importantísima ante cosas que son indignantes y van en contra de la gente”.

Gabriela Michetti escucha a los oradores desde la presidencia del Senado.

En plena sesión, Cristina Fernández le recordó a Gabriela Michetti su voto en contra de la estatización de YPF.

La senadora de Río Negro del bloque Frente Progresista Magdalena Odarda opinó: “Que se hayan unido bloques que antes no encontraban puntos de acuerdo para frenar el aumento de tarifas en la Cámara de Diputados y Senadores es un buen síntoma. Es bueno que haya unión entre los que pensamos similar”.

La Ley de Emergencia de Tarifas fue una propuesta del bloque Argentina Federal y del Frente Renovador. Obtuvo media sanción el 9 de mayo cuando 133 diputados votaron a favor, 94 en contra y 3 se abstuvieron. Anoche 37 senadores aprobaron el proyecto sin ninguna modificación, tal cual venía de la Cámara Baja. Algunas horas después de aprobado, tal como lo había anunciado el ejecutivo se anunció el veto a la norma.

Un “panazo” contra los aumentos

Un “panazo” contra los aumentos

Con largas filas desde las primeras horas del día, la Plaza Congreso amaneció este miércoles con otro paisaje. El reclamo de los panaderos por los aumentos en insumos y tarifas que en las últimas semanas pusieron en jaque al sector fue multiplicado por las cientos de personas que se acercaron para apoyar la protesta y, además, llevarse una bolsa gratis. El “panazo” frente al Parlamento terminó ayer con la entrega de 7 mil kilos de pan.

Motorizada por los panaderos de la provincia de Buenos Aires, la acción se originó en el reciente aumento del bolsón de harina -los 50 kilos aumentaron un 50 por ciento entre enero y abril- que complicó la situación de un gremio que registra una caída de ventas cercana al 70 por ciento. El tarifazo en los servicios públicos dispuesto por el gobierno nacional hizo el resto: la luz sumó un aumento del 1.490 por ciento, el gas trepó un 1.297, y el agua el 996, según datos del Centro de Industriales Panaderos del Oeste.

“Queremos que, de una vez por todas, el Gobierno entienda que hay 40 mil panaderías a lo largo y ancho del país. Son 400 mil puestos de trabajo y, si empiezan a retroceder las ventas, no va a quedar otra que dejar gente en la calle”, argumentó Rodolfo Silva, presidente del organismo, en diálogo con ANCCOM.

La elección del lugar de la protesta no fue casual. Además de un llamado de atención al gobierno, los panaderos dirigieron el reclamo al Congreso donde oficialismo y oposición continúan con la pulseada por los alcances y regulación de los aumentos en las tarifas. “Vinimos al Congreso para que el Gobierno y el Estado nos escuchen. Necesitamos que nos brinden tarifas diferenciales para nuestras industrias. Esta situación también va a afectar a la gente. Si mañana aumentamos el kilo de pan a 80 pesos, muchas personas dejarán de consumirlo porque no lo van a poder pagar”, explicó Alejandro Ovando, de la Cámara de Panaderos de Almirante Brown.

En representación del Centro de Panaderos de San Fernando y Tigre, Máximo Zamorano advirtió que “si el aumento salvaje de las tarifas continúa, se deberán trasladar los costos a un precio irreal sobre el pan”. Y sentenció: “Tanto los ciudadanos como los empleados de las panaderías serán los principales afectados”.

Un panadero entrega una bolsa con pan a una señora que se acercó al "panazo".

Las panaderías generan 400 mil puestos de trabajo a lo largo del país.

Apoyo y reclamo ciudadano

El “panazo” quedó amplificado en el testimonio de los vecinos que se acercaron a respaldar el reclamo y llevarse un poco de pan. “No vine hacer la fila sólo para retirar el pan, más bien me acerqué hasta aquí para apoyar la protesta, para que vean que el pueblo está con la lucha de los panaderos”, comentó Rubén, del barrio de Villa Crespo.

Fueron muchos los que aprovecharon el contacto con la prensa para expresar su rechazo al tarifazo. “Yo voté a (Mauricio) Macri más que nada por la inseguridad y aún tengo esperanzas de que la situación del país mejore en los dos años de mandato que le quedan. De todas maneras, me siento engañada por el Gobierno, tengo cargo de conciencia por haberlo votado y estoy angustiada por cómo estamos viviendo”, explicó Claudia, del Bajo Flores. Luego de retirar su bolsa de pan, la mujer también se sumó por un rato a una protesta de los docentes de la Provincia que se realizaba en otro extremo de la Plaza: su hijo se recibirá de maestro el año próximo.

 

Llegado desde La Matanza, José, trabajador de una cooperativa en territorio bonaerense, advirtió que el Gobierno está “matando” a ese sector de la economía. “La guita que nosotros nos ganamos producto de nuestro trabajo, la estamos invirtiendo en los impuestos. Es una vergüenza, pretenden que los ciudadanos nos pongamos contentos con pagar los servicios en tres cuotas”, subrayó.

En la fila también se agruparon trabajadores desempleados. “Sinceramente, vine porque te dan una bolsa de pan gratis. Para los que estamos desocupados y tenemos una familia significa una gran ayuda”, dijo Lorena, de Valentín Alsina.

“En este momento estoy sin trabajo, desde las diez estoy haciendo la fila para retirar pan. Vine también a apoyar a los panaderos; cuantos más ciudadanos seamos más visible será la protesta y el Gobierno tendrá que tomar nota de lo mal que estamos viviendo”, explicó Guillermo, de Flores.

La protesta siguió los pasos de las acciones que en los últimos meses también realizaron productores de fruta y verdura en el centro de la Ciudad, también con una alta adhesión ciudadana.

Facturas que queman

Facturas que queman

El lunes 16 de abril, frente al Congreso Nacional, organizaciones de productores y cooperativas nucleados en la Corriente Clasista Combativa, montaron una feria y realizaron un acto en rechazo al último aumento en las tarifas de luz, gas y agua. Una vez finalizado, quemaron, de manera simbólica, las facturas de servicios a las que calificaron de impagables para miles de personas.