Los lápices ahora escriben contra la reforma educativa

Los lápices ahora escriben contra la reforma educativa

Esta vez, los conmemoraron con sus propios lápices. Como todos los años, los estudiantes secundarios de la Ciudad marcharon recordando el 16 de septiembre, la fecha en que la última dictadura cívico-militar (1976-1983) secuestró y torturó a diez alumnos militantes que participaban de la campaña por el boleto estudiantil. Los miles que este viernes lo recordaron caminaban con una nueva consigna: rechazar que la reforma escolar denominada Escuela Secundaria del Futuro, además de pedir que se implemente un protocolo por violencia de género, y que se cumpla la Ley de Educación Sexual en las escuelas. Por esta razón, la marcha que empezó en el Palacio Pizzurno terminó en el Ministerio de Educación porteño, donde siguen buscando respuestas. Por estos mismos reclamos, treinta escuelas continúan tomadas como medida de protesta. La marcha estaba encabezada con una gran bandera que preguntaba: ¿Dónde está Santiago Maldonado?

«Tenemos cara de cansados, pero con una fuerza imparable. Hay un estudiantado que se moviliza y tiene conciencia de sus derechos», dijo el primer vocero al llegar al Ministerio. Los estudiantes habían tenido durante la semana una reunión con la ministra de la cartera, Soledad Acuña, en  la cual no se permitió ingresar a los representantes de los colegios que estuvieran en toma. En la reunión de ayer, los alumnos del Colegio Lenguas Vivas presentaron la idea de que haya una prórroga en la reforma hasta 2019, y que durante 2018 se pudieran presentar cambios, propuestas y debates. Hasta el momento esto fue negado por el Ministerio. Los estudiantes consideran que muchos de sus planteos no fueron respondidos hasta el momento.

La marcha empezó en el Palacio Pizzurno y terminó en el Ministerio de Educación porteño.

Los estudiantes que marchaban ayer tenían entre 14 y 18 años, la misma edad de aquellos que desaparecieron en la Noche de los Lápices en 1976. «Es triste pensar que los estudiantes reclamaban por un boleto para quienes no tenían plata y fueron secuestrados por la policía. Si le tenés que tener miedo a quien debería protegerte, ya no podés confiar en nadie», dijo una alumna del Normal 1. Su compañera agregó en este sentido que le preocupaba el protocolo que Gobierno de La Ciudad difundió días atrás para aplicarle a las tomas en los colegios. Este documento fue suspendido el jueves mediante una medida cautelar de la jueza Elena Liberatori, quien ya había anulado uno similar en 2012, dictado por el entonces ministro de Educación, Esteban Bullrich, ante la toma de 60 escuelas por la implementación de la Nueva Escuela Secundaria (NES).

 Una integrante de la conducción del centro de estudiantes del Colegio Juan B. Justo dijo a ANCCOM: «Reflexionar sobre una fecha como la de hoy me da miedo sobre lo que les pasó a chicos como nosotros en la dictadura, y al mismo tiempo me da más fuerza para seguir. No voy a comparar el momento de ahora con aquel, pero si hay una realidad que tenemos que tener cuidado con la policía, e ir y volver juntos de las marchas». La estudiante formó parte de una de las reuniones de esta semana en el Ministerio, y considera que no se agregó mucha información. Además dijo que los asesores de la ministra desconocían que no se estuviera implementando la Ley de Educación Sexual en los colegios.

También participaron de la marcha colegios de provincia, como el Instituto Lomas de Zamora y el colegio municipal de Olivos Paula Albarracin Sarmiento, aunque por el momento, la reforma no les afectaría. Un integrante del centro de Lomas explicó que quieren apoyar a las escuelas de Capital, y mantener unido al estudiantado. Un delegado de curso de la Escuela Paula Albarracin Sarmiento agregó: «Los  estudiantes que lucharon en ese momento por un boleto educativo mostraron que el movimiento estudiantil pudieron organizarse. Participar en el centro de estudiantes a mi me formó mucho como persona y como ciudadano, y ese tipo formación  ciudadana es lo que esta reforma no quiere».

Como todos los años, los estudiantes secundarios de la Ciudad marcharon recordando el 16 de septiembre.

Un integrante de la Comisión Directiva del mismo colegio dijo que ellos usan el centro como una herramienta de lucha, como en esta circunstancia donde va a existir una reforma y que tarde o temprano piensan que pueden llegar a extenderse. Por la zona en la que viven, las cuestiones edilicias están resueltas. No es el caso de la Escuela Técnica Fernando Fader, en la cual actualmente los mismos alumnos están arreglando las paredes y pintando, ya que su escuela es una casona antigua de 110 años que antes era una vivienda. «No es un capricho actual, venimos pidiendo por el edificio hace años. No se puede implementar una reforma si tenés que colocar proyectores y no tenés en el techo» dijo una vocera del secundario. 

Las situaciones particulares difieren entre los colegios, pero el movimiento estudiantil se va conformando, y cada vez se suman más. Los conexión con el pasado y con el presente, la lucha por sus derechos. Y así lo expresó Jorge Falcone el hermano de Maria Claudia Falcone (una de las estudiantes desaparecidas por la dictadura), al cierre de la marcha, a viva voz: «Estamos hartos de que el progreso de este país avance con el sacrificio de los jóvenes, como lo fue el servicio militar obligatorio o que no puedan ver una banda de rock en buenas condiciones. Su lucha está a la altura de la de aquellos jóvenes. ¡Septiembre es y será de ustedes!»

 

Actualizada 16/06/2017

Secundarios en marcha

Secundarios en marcha

Más de dos mil estudiantes de escuelas secundarias marcharon desde el Ministerio de Educación de la Nación hasta la cartera educativa porteña para oponerse a la implementación de la “Secundaria del Futuro”, la que consideran una reforma que promueve el trabajo precario de los jóvenes, flexibiliza la labor docente y atenta contra su calidad educativa.

Los adolescentes fueron acompañados por miembros de la Defensoría del Pueblo, padres y miembros de distintos gremios docentes que buscaron proteger su integridad y su derecho a expresar su protesta. Como se convirtió en costumbre en los últimos tiempos, hubo una importante presencia policial a lo largo de todo el camino. Algunos de los efectivos estaban de civil, otros –también sin uniforme- intentaban filmar a los estudiantes. Los adultos presentes los obligaron a identificarse y apagar sus cámaras.

Mirá la fotogalería acá:

Actualizado 07/09/2017

“La rectora defiende la escuela pública y no se arrodilla”

“La rectora defiende la escuela pública y no se arrodilla”

Dos meses después de las denuncias efectuadas por la rectora Raquel Papalardo tras la irrupción de policías en la escuela Mariano Acosta, fue cesanteada de su cargo. La comunidad educativa organizó el lunes último al mediodía un abrazo a la institución para exigir la reincorporación de su rectora. Papalardo no pudo participar del acto porque, tras recibir la comunicación oficial, sufrió un pico de presión y los médicos le indicaron reposo. Al día siguiente, los estudiantes cortaron las calles Urquiza y Moreno en solidaridad con la histórica rectora y denunciaron que la supervisora los amedrentó cuanto intentaban realizar una asamblea.

El abrazo fue presidido por Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), quien aclaró que a Papalardo no la jubilaron sino que la cesantearon. “Raquel tiene cuarenta años de docencia en esta institución, no había nacido la Ministra que la cesó cuando ella ya estaba dando clases aquí”, dijo indignado López. También, recordó que dos meses atrás la rectora impidió que las fuerzas de seguridad hicieran inteligencia en actividades escolares controlando los centros de estudiantes y afirmó que el motivo de su despido se debe a que la rectora defiende la escuela pública y no se arrodilla.

El próximo paso que dará la comunidad educativa será presentar acciones legales. “Vamos a ir a la Justicia, a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, vamos a pedir una entrevista con Rodríguez Larreta para que se avenga a derecho y garantice no la restitución, sino la continuidad de Raquel Papalardo en el establecimiento”, dijo López.

La comunidad educativa organizó el lunes último al mediodía un abrazo a la institución para exigir la reincorporación de su rectora.

Silvina Hermosa, presidenta de la Asociación Cooperadora del Colegio Mariano Acosta y madre de un alumno, leyó una carta que Raquel escribió para el abrazo. Según las palabras de la rectora, que desea jubilarse en ejercicio, el mismo Ministerio que hoy la deja cesante, es el que este año, mediante una resolución interna, le prorrogó su cargo hasta el 31 de diciembre del 2017, con el incremento de horas a desempeñar en el Mariano Acosta. “Por ello permanecí en la escuela entre 10 y 12 horas diarias, todos saben de mi pertenencia y compromiso con la visión pedagógica y formadora de ésta escuela. Lo público no da lugar a trenzas ni oportunidades fáciles para conseguir cargos, lo público y educativo se construye artesanalmente y día a día, no cumpliendo solo un horario. Todos saben que durante mi gestión se regularizó el funcionamiento administrativo y nunca tuve sumario ni irregularidades en ninguna gestión política. En lo pedagógico se ampliaron los proyectos educativos. Seguramente no todo es elogiable, pero en cada acción que llevo a cabo, sea con el personal docente, no docente, con los estudiantes o con las familias, evalúo las consecuencias humanas e institucionales”, escribió Papalardo. En la carta Raquel señaló que, en dos instancias, y por concurso, tuvo la oportunidad  de desempeñar un cargo como supervisora, pero no lo aceptó porque cree en la valorización de la escuela como instancia pedagógica. “Cuando el viernes 30 de julio llegué a mi casa alrededor de las veinte horas y el portero me hizo entrega de unas fotocopias de cédulas de notificación de carácter no urgente, dejadas en el buzón por alguien, comencé a leerlas y tuve una conmoción, temí por mi salud, experimenté el miedo a perder mi trabajo, circunstancia social extendida que preocupa a todos. Inmediatamente registré la pérdida de remuneración y suspensión de la obra social. El Ministerio de Educación ha decidido comunicar de este modo y hacer uso ciego de un procedimiento administrativo, pero sinceramente creo que me cesan, porque soy referente de la defensa de los estudiantes, de la escuela pública y de la demanda de los docentes”, relató Papalardo. Según la rectora se observan errores en la resolución de la Ministra cuando dice que Papalardo estaba de licencia el 22 de mayo, ya que se reintegró el 17 de abril a sus tareas habituales después de una fractura. Además, Papalardo denunció la forma en que fue notificada y dijo: “Existen medios habituales de comunicación mediados por la secretaría, pero eligieron esta modalidad, un camino de torpeza gerencial, un camino que pone a todos los niveles de decisión humanamente oscuros. Por ello puede ser entendido como persecución personal. Esto se conecta con una política educativa más amplia, hay prácticas de amenaza ante demandas docentes, se los desprestigia, arremetiendo con discursos de ineficiencia para instalar la idea de la educación como un gasto, sustituyen los expertos locales por consultoras externas. En estas circunstancias han decidido unilateralmente que yo no pertenezca más a ninguna escuela de la Ciudad, en términos de cese administrativo, sin siquiera esperar a que se haga la consulta correspondiente a un trámite en curso”.

En la carta Raquel también expresó sus deseos de jubilarse estando en la escuela, esperando su último día de trabajo al frente de ella y por eso solicitó su continuidad. El discurso de la directora finalizó con una dedicatoria: “A los funcionarios que han roto el clima de bienestar que sostiene el normal desarrollo de maestros, profesores, alumnos y de las familias del colegio Mariano Acosta desequilibrando el proceso educativo, mínimo para el derecho a la educación. No vamos a bajar los brazos, haremos todo lo que tengamos que hacer, no se puede destruir lo que se hizo durante toda una  vida”. Silvina Hermosa agregó: “Desde la Asociación Cooperadora y desde nuestro lugar como padres pedimos la continuidad de la rectora, porque trabajamos en conjunto con ella todos los proyectos educativos y las necesidades que tiene esta institución. A veces nos íbamos a las nueve de la noche de las reuniones y Raquel seguía trabajando y atendiendo las necesidades de esta comunidad educativa”.

Los estudiantes cortaron las calles Urquiza y Moreno en solidaridad con la histórica rectora y denunciaron que la supervisora los amedrentó cuanto intentaban realizar una asamblea.

Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes habló con ANCCOM de la reacción de la comunidad educativa al conocer la noticia: » El viernes a la diez de la noche nos enteramos que nuestra rectora de un día para otro había cesado su cargo y todas sus actividades. Fue desconcertante y tan impactante que generó este abrazo con más de doscientas personas, en el que no sólo participó gente de la escuela, sino vecinos del barrio de Balvanera, porque es un emblema del colegio y de toda la comuna tres por participar en los diversos espacios de la comunidad”.  Con respecto a los motivos del despido, Prieto dijo: “Están en contra de la educación pública como herramienta emancipadora, no es casualidad que esto suceda una semana después del anuncio de un paro docente. Tampoco lo es que Raquel, una de las rectoras más importantes de los colegios de la Capital Federal, con una intachable carrera de defensa a la educación pública, haya sido una de las primeras a la que le toca vivir este grado de violencia institucional por parte del Gobierno de la Ciudad y del Ministerio de Educación. Desde principio de año que los docentes vienen sufriendo sin paritarias nacional, se caen los techos de los colegios, no hay viandas ni calefacción. En este contexto no podemos dejar pasar esto, Raquel tiene que volver a ser la rectora del Acosta”.

Néstor Mascaro, profesor y representante de UTE expresó su descontento ante el despido de Papalardo y las razones por las cuales fue tomada esa decisión: “Lo que está ocurriendo es una gran vergüenza, no es una casualidad lo que estamos viendo sino otro amedrentamiento más a la educación pública por parte de este gobierno. Nadie puede creer que a Raquel la separaron del cargo por excederse en sus años para jubilarse. Se la ataca porque el Mariano Acosta levanta la bandera de la educación pública con ella como rectora hace diez años. Una década atrás la escuela se caía a pedazos, fue ella la que nos devolvió al instituto, abrió un aula museo, un archivo histórico, un teatro, una radio, y como si fuera poco también un jardín de infantes. Todo eso en una educación pública que no es la que quiere el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pero el Mariano Acosta es una escuela a la que no se le tuerce el brazo así nomás, acá le vamos a dar pelea porque este es el comienzo de un plan de lucha para que vuelva la rectora Raquel Papalardo. Ella se va a ir por la puerta grande como lo merece una persona de sus características”.

El próximo paso que dará la comunidad educativa será presentar acciones legales. Mientras, las familias se acercaron a la movilización.

Diego Fernández, docente primario de Lengua con más de veinte años de antigüedad, dijo que la idea del abrazo fue demostrar el descontento y que hay una necesidad de movilizarse porque si no se quejan, “ellos” avanzan, refiriéndose a las autoridades del Gobierno de la Ciudad. Por un lado, Fernández repudió la forma en que se dejó cesante a la rectora: “Si los tiempos legales y administrativos para que se jubile ya se cumplieron, tampoco es la manera de que una persona de su calidad humana y con su capacidad de gestión se entere, por medio de una nota que le llegó a su casa advirtiendo que ese mismo día cesaban sus actividades. La tendrían que haber notificado que si no presentaba los papeles en tiempo y forma se le iba a dar curso al cese administrativo. Y si bien puede llegar la notificación al domicilio particular o a la escuela debe ser entregado en mano al interesado”. Por otro lado, Fernández dijo que más allá de que los tiempos legales se hubiesen cumplido resulta contradictorio reubicar a una persona y a los dos meses darle el cese. El docente reivindicó la gestión de Papalardo: “Por primera vez en muchos años los docentes del nivel primario nos hemos sentido representados, escuchados y contenidos”. Para él, esto es una persecución política e ideológica que data desde que Raquel asumió como rectora. “No se le perdona que este colegio sea participativo y abierto, que aquí hayan estado (el ex juez Eugenio) Zaffaroni, (la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo) Estela de Carlotto, (la Madre de Plaza de Mayo) Nora Morales de Cortiñas y que a los familiares de los detenidos desaparecidos de ésta institución se les haya entregado el título, en un acto que se hizo en 2013 en el que participó parte del Gabinete Nacional de ese entonces. La denuncia por el ingreso de los policías a la institución fue sólo la gota que colmó el vaso, la persecución viene de años”, dijo Fernández.

En la misma línea, Matías Zalduendo, maestro de cuarto grado de matemáticas del Acosta y secretario de derechos humanos de UTE- CETERA dijo que a Raquel la cesaron del cargo como parte de una persecución política. Zalduendo hace hincapié en que la situación ocurrió después de que la rectora denunció fuertemente el ingreso de la policía a las escuelas. Pero también cree que la represalia se debe a cuestiones anteriores: “No le perdonan que hace más de diez años viene enseñando a generaciones y generaciones que las convicciones no se dejan en la puerta de la escuela, la importancia de que nos organicemos para cambiar la realidad, que luchar tiene sentido y que las mejores clases las damos unidos en defensa de la Educación Pública”. Mariano Mango, en calidad de miembro de la Comisión Directiva del Sindicato UTE, maestro de la escuela, ex alumno del terciario de la escuela y papá de una alumna reclamó: “Nosotros creemos que fue cesada como un modo de disciplinamiento, como consecuencia de la forma en que ha luchado Raquel, sobre todo en estos últimos meses, al haber defendido a los pibes de ese intento de hacer inteligencia por parte de la Policía Federal. Exigimos la continuidad de Papalardo al frente de esta institución como rectora”.

Después de cantar el Himno Nacional argentino, se realizó un abrazo simbólico al colegio por el que alumnos, exalumnos, docentes y no docentes dieron una vuelta a la manzana del colegio con la bandera nacional cantando: “Somos de Plaza Miserere, la escuela normal, Acosta”. Luego tanto alumnos como docentes se retiraron a las aulas, ya que como dijo Eduardo López: “El mejor homenaje que le podemos hacer a Raquel es continuar enseñando”.

 

Actualizada 04/07/2017

Secundarios en guardia

Secundarios en guardia

Al grito de “con un pueblo que camina para adelante y un gobierno que camina para atrás”, estudiantes, docentes y familias reclamaron una respuesta institucional ante el acoso policial a jóvenes secundarios y repudiaron la seguidilla de casos que se intensificaron desde abril de este año con hechos de represión y presencia de fuerzas de seguridad en establecimientos educativos.

“Si no querés que te pasen estas cosas no andes con ese pin”, amenazó un policía de civil a un estudiante de primer año de la Escuela Carlos Pellegrini al que había detenido en Callao y Córdoba para pedir documentos. El pin del chico era un escudo del Partido Comunista. El episodio aceleró los tiempos de la protesta que ayer finalmente protagonizaron los centros de estudiantes secundarios con el respaldo de docentes y madres y padres. Todos repitieron la misma consigna: “No al acoso policial”.

A las 14:30 los secundarios empezaron a amontonarse. Córdoba y Callao. Fue el lugar de encuentro donde alumnos de las escuelas Pellegrini, Antonio Mentruy (ENAM), Esnaola, Mariano Acosta, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Normal 1, Liceo 9, entre otros, eligieron para decirle que no a la represión. Ya son 35 los casos registrados de acoso policial hacia menores de edad de escuelas públicas de la Ciudad y el Conurbano, según el relevamiento de padres y estudiantes.

A las 14:30 los secundarios empezaron a amontonarse en Córdoba y Callao para repudiar el acoso policial.

A las 14:30 los secundarios empezaron a amontonarse en Córdoba y Callao para repudiar el acoso policial.

La mayoría de los estudiantes que ayer cortaron una de las esquinas principales de la Ciudad de Buenos Aires para reclamar por sus derechos no llegan a los 18 años. La movilización callejera también tendrá una secuencia en la Justicia: en los próximos días los centros de estudiantes tienen previsto formalizar una denuncia para que se tomen medidas sobre el tema.

Los casos de mayor violencia se registraron en escuelas de la Provincia. Los estudiantes de la Escuela Media número 1 de Berisso se habían movilizado para reclamar mejoras edilicias, y mientras esperaban afuera de la sede municipal un grupo de policías se les tiró encima con violencia. Varios jóvenes resultaron heridos. La semana pasada la fuerza policial ingresó a la ENAM y realizó disparos de balas de goma luego de perseguir a dos alumnos hasta el interior del establecimento con el argumento de que “tenían un arma”.

La fuerzas policiales de la Ciudad no se quedan atrás. Un alumno del  Liceo 9, de la zona de Belgrano, pasó doce horas dentro del Instituto de Menores “donde lo metieron adentro de una celda, lo hicieron bañarse, sacarse la ropa”, según afirmó Nahuel D’Angelo, presidente del centro de estudiantes de esta institución, en diálogo con ANCCOM.

El método de ingreso a las escuelas públicas por parte de las fuerzas policiales es siempre igual: sin orden judicial. Según Carolina, madre de dos estudiantes que ayer se sumó a la marcha, la policía está llevando a cabo “una especie de inteligencia” dado que se han creado sumarios sobre los menores. “Fuimos cinco padres y pedimos los expedientes, algunos chicos estaban marcados con un círculo. Nos preocupamos”, le contó a esta agencia.

“Buscan disciplinar a todo aquel que levanta una voz distinta”, razonó Sebastián, alumno del Pellegrini, en diálogo con ANCCOM. Las columnas de estudiantes comenzaban a dispersarse. Los instructivos contra el abuso policial y con recomendaciones sobre qué hacer en caso de una detención pasaban de mano en mano.

Los estudiantes se proclamaron bajo la consigna "Basta de persecución".

Los estudiantes se proclamaron bajo la consigna «Basta de persecución».

 

Actualizada 25/05/2017

Demoliendo escuelas

Demoliendo escuelas

Docentes y alumnos del Isauro Arancibia, centro educativo al que asisten chicos en situación de calle, reclamaron el martes en la Legislatura porteña frente a una nueva amenaza de demolición del edificio, ubicado en Paseo Colón 1318. Según se enteraron esta semana, la obra que se inició en febrero para reacondicionar la escuela está parada por orden del gobierno local, porque la sede del establecimiento figura en el trazado del Metrobus que está previsto para el año próximo. En 2014, la comunidad educativa había logrado un compromiso de las autoridades para cambiar el recorrido, de manera de salvar al centro educativo. Sin embargo, el Poder Ejecutivo de la Ciudad parece haber desconocido sus promesas. Además, los docentes denuncian que peligra el dictado del plan FINES, destinado a estudiantes que quieren retomar el secundario.

 Según se enteraron esta semana, la obra que se inició en febrero para reacondicionar la escuela está parada por orden del gobierno local

Según se enteraron esta semana, la obra que se inició en febrero para reacondicionar la escuela está parada por orden del gobierno local

La Legislatura porteña aprobó en 2011, a partir de la venta de terrenos en Catalinas, un presupuesto de 14 millones de pesos para refaccionar el lugar en el que se aloja el Isauro Arancibia. Tardaron cinco años en comenzar las obras porque, en el medio, apareció la amenaza de demolición por el futuro Metrobús. “Tan resistido fue que tuvieron que hacer otro trazado, no pudo pasar por acá. Los chicos fueron participes de esa oposición. Realizamos unas siluetas que partían del Atlético, el ex centro clandestino, hasta el Isauro,  abrazándolo para que no lo toquen. Hicimos las pintadas de los murales de afuera con artistas plásticos como  Luis Felipe Noé y Jorge González Perrin. Dimos, también, una clase abierta frente al Ministerio de Educación. Y, finalmente, los chicos construyeron unas estaciones del Metrobus. En el edificio Marconetti, que tenían que tirar abajo, hicieron la ‘estación familias en la calle’, en el Isauro la ‘estación chicos sin escuela’ y en el Atlético la ‘estación de la desmemoria’”, contó a ANCCOM la directora del Isauro Arancibia, Susana Reyes. “No íbamos a dejar que nos tiren abajo, estábamos todos agarrados de uñas y dientes. Este espacio no, es de los pibes”, remarcó.

"En el Isauro la ‘estación chicos sin escuela’ y en el Atlético la ‘estación de la desmemoria’ ”, contó a ANCCOM la directora del Isauro Arancibia, Susana Reyes.

«En el Isauro la ‘estación chicos sin escuela’ y en el Atlético la ‘estación de la desmemoria’ ”, contó a ANCCOM la directora del Isauro Arancibia, Susana Reyes.

El actual Ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich, entonces subsecretario de Transporte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, invitó en ese momento a un estudiante a viajar en el Metrobus, para explicarle la importancia del transporte público. El alumno, devolviéndole la gentileza, le ofreció pasar una noche en la calle. Luego de la resistencia que llevaron a cabo desde el Isauro Arancibia, Dietrich firmó un acta frente a los chicos, en la que se comprometía a no demoler la escuela.

Frente a la demora en las obras de refacción y el nuevo rumor de demolición que apareció esta semana, los docentes fueron acompañados por tres estudiantes a la audiencia pública de la Comisión de Educación de la Legislatura, donde además de pedir información sobre su situación, plantearon el problema que atraviesan. Los presentes votaron y aceptaron el pedido de informes. Además, la escuela recibió el apoyo de los legisladores del Frente para la Victoria (FPV) Paula Penacca, Lorena Pokoik y Pablo Ferreyra.

La institución, que surgió en 1998 con apenas diez alumnos, no siempre funcionó en el actual edificio. “Nos iban mudando de un lado al otro. Éramos una escuela en situación de calle, como nuestros pibes. Empezamos a pelear y pedir, y recién en 2011 nos mandaron acá”, explicó la directora Susana Reyes.

Aunque consideran que la calidad de las obras que se estaban realizando no reflejan la suma de dinero asignada por el Gobierno de la Ciudad al proyecto, la comunidad educativa estaba expectante con la construcción, ya que era un importante avance respecto a las condiciones en las que venían dando clases: “Estábamos muy apiñados, nos teníamos que ir turnando para hacer actividades”, describió Reyes. En el primer piso del establecimiento funcionaba primero, segundo y tercer ciclo, un grado de nivelación, una biblioteca, una sala de maestros, el jardín y un aula, dividida en tres, para distintos cursos de formación profesional. En planta baja había un salón de usos múltiples, y el subsuelo estaba inundado.

Frente a la demora en las obras de refacción y el nuevo rumor de demolición que apareció esta semana, los docentes fueron acompañados por tres estudiantes a la audiencia pública de la Comisión de Educación de la Legislatura.

Frente a la demora en las obras de refacción y el nuevo rumor de demolición que apareció esta semana, los docentes fueron acompañados por tres estudiantes a la audiencia pública de la Comisión de Educación de la Legislatura.

Según explicó Reyes a ANCCOM, “La relación con el Gobierno de la Ciudad siempre fue conflictiva. Ellos nunca actuaron por iniciativa propia, sino por órdenes judiciales. A tal punto que, por ejemplo, para subir al primer piso teníamos que usar la escalera, que es de mármol, y no le habían puesto las tiritas antideslizantes (obligatorias para las escaleras). Las alumnas subían y bajaban con sus bebes en brazos y todos temblábamos. Tampoco tenía pasamanos. Para que pongan las tiritas tuvimos que esperar una orden judicial”. Inés García Guerreiro, maestra de primero y segundo ciclo, agregó: “El Gobierno de la Ciudad nos ha hecho ejercitar mucho en lo que es la defensa del proyecto y la resistencia. Muchas de las respuestas que se han obtenido hasta ahora tienen que ver con un enorme trabajo de vinculación con la comunidad, con organismos de derechos humanos, con organismos sociales que siempre han estado cerca, y con espacios de formación, que nos acompañan cada vez más”.

Al centro educativo asisten chicos y chicas que viven en la calle y que toman al Isauro como un lugar de referencia y de contención. García Guerreiro contó que cada año, al inicio de clases, les pregunta por qué vienen a la escuela. La respuesta es casi siempre la misma: “Porque quiero ser alguien”. Es un espacio que les permite no solo terminar la primaria, sino formarse profesionalmente. Durante el turno escolar, los estudiantes aprenden los contenidos curriculares tradicionales y en el contraturno cuentan con talleres optativos de costura, panadería, serigrafía, peluquería, circo y arte, entre otros que les permiten desarrollar habilidades y oficios.

"Al centro educativo asisten chicos y chicas que viven en la calle y que toman al Isauro como un lugar de referencia y de contención".

«Al centro educativo asisten chicos y chicas que viven en la calle y que toman al Isauro como un lugar de referencia y de contención».

Además, los chicos del Isauro escriben una revista que se publica dos veces por año, La realidad sin chamuyo, que luego venden en la calle.  “Uno de nuestros fundamentos más grandes es ofrecerles la oportunidad de que puedan pensar un proyecto para su propia vida”, explica la docente. Por ello, lo que proponen es reorganizar el programa de enseñanza de manera tal que tenga en cuenta las problemáticas que más sufren –la vivienda, la salud y la familia–, y a partir de ahí desarrollar los contenidos. Consideran que no solo debe educarse para el trabajo, sino para la libertad: “Para nosotros es muy importante que los pibes puedan verse a sí mismos como sujetos históricos que tienen un devenir, que pueden construir un futuro. Porque la característica de un chico o chica en situación de calle es la inmediatez, el presente continuo. Que puedan elegir, tener un pensamiento crítico sobre su situación, que puedan construir colectivamente con otros, eso es lo que nos interesa”, reflexionó Reyes.

Los docentes no solo se encuentran preocupados por la amenaza de demolición y la posibilidad de que cierren el secundario, sino también por el cambio de gestión en el Gobierno Nacional.

Los docentes no solo se encuentran preocupados por la amenaza de demolición y la posibilidad de que cierren el secundario, sino también por el cambio de gestión en el Gobierno Nacional.

¿El fin del FINES?

En abril, además de los cursos profesionales, enseñanza primaria para mayores de 14 años, un jardín para que los estudiantes puedan traer a sus niños, y un curso de nivelación para preparar a los menores de 14 para el ingreso a otros primarios, el centro agregó la posibilidad de terminar el secundario. Sin embargo, según contó la maestra Lila Wolman, el FINES también peligra: “Parece que hay una nueva reglamentación que estipula que las comisiones que se abrieron hasta 2015 siguen y las de 2016 cierran. Es terrible, y más con la cantidad de chicos ilusionados que tenemos haciendo la secundaria acá. Estos chicos no pueden ir a estudiar a otro lado”, explicó.

Los docentes no solo se encuentran preocupados por la amenaza de demolición y la posibilidad de que cierren el secundario, sino también por el cambio de gestión en el Gobierno Nacional. “Con el gobierno nacional anterior pudimos hacer muchas articulaciones con los ministerios. Con el de Trabajo teníamos, por ejemplo, un curso de entrenamiento para el empleo. Con el Ministerio de Seguridad, un taller de bicicletas. Con Desarrollo hicimos otros emprendimientos también. Nos daban respuestas. Dentro de lo que se podía, porque esta es una escuela que depende del Gobierno de la Ciudad. Esos programas no están más. Hacer un curso de bicicletas con Patricia Bullrich… no me lo imagino. Igual fuimos a ver si lo podíamos retomar, porque hay 500 bicicletas que tenemos para reciclar. Pero todavía no nos dieron respuesta”, expresó Susana Reyes.

En el primer piso del establecimiento funcionaba primero, segundo y tercer ciclo, un grado de nivelación, una biblioteca, una sala de maestros, el jardín y un aula, dividida en tres, para distintos cursos de formación profesional.

En el primer piso del establecimiento funcionaba primero, segundo y tercer ciclo, un grado de nivelación, una biblioteca, una sala de maestros, el jardín y un aula, dividida en tres, para distintos cursos de formación profesional.

Por otro lado, según contó García Guerreiro, el cambio de rumbo de las políticas públicas no solo afectó a la calidad de educación que pueden ofrecer, sino también a la cotidianidad de los estudiantes: “Cada vez se nos va a hacer más notorio que no está pasando lo mismo. Lo que se ve, tanto a nivel nacional como a nivel ciudad es otra condición de los pibes. Los están reventando afuera. Y esas son decisiones del gobierno. El actuar de la policía es una decisión de gestión del gobierno también”.  El Isauro Arancibia es el centro al que asistía Roberto Autero, el adolescente de 16 años que murió a causa de un disparo efectuado por Sebastián Ezequiel Torres, policía de la Metropolitana. “El tipo todavía está libre. La Metropolitana hasta ahora se la sigue llevando de arriba”, manifestó la directora.

La pesadilla que creían haber superado años atrás, vuelve a amenazar: la desaparición del Isauro. Sin embargo, nuevamente, los docentes, alumnos, y la comunidad se organizarán para que esto no suceda. “Este lugar no es cualquier lugar –concluye Wolman-, no nos pueden dar un edificio en Palermo, por ejemplo. Los chicos duermen cerca de esta escuela. Vienen de Constitución, de Retiro y de las ranchadas de San Telmo. Tenemos que empezar a armar un plan de lucha, con toda la gente que nos acompaña, y hacerle frente a esta situación. Vamos a resistir, como lo venimos haciendo hace años”.

“Para nosotros es muy importante que los pibes puedan verse a sí mismos como sujetos históricos que tienen un devenir, que pueden construir un futuro».

 

Actualizada 21/04/2016