Por Carolina Aranda
Fotografía: Ana Laura Martín Rodríguez

Esta vez, los conmemoraron con sus propios lápices. Como todos los años, los estudiantes secundarios de la Ciudad marcharon recordando el 16 de septiembre, la fecha en que la última dictadura cívico-militar (1976-1983) secuestró y torturó a diez alumnos militantes que participaban de la campaña por el boleto estudiantil. Los miles que este viernes lo recordaron caminaban con una nueva consigna: rechazar que la reforma escolar denominada Escuela Secundaria del Futuro, además de pedir que se implemente un protocolo por violencia de género, y que se cumpla la Ley de Educación Sexual en las escuelas. Por esta razón, la marcha que empezó en el Palacio Pizzurno terminó en el Ministerio de Educación porteño, donde siguen buscando respuestas. Por estos mismos reclamos, treinta escuelas continúan tomadas como medida de protesta. La marcha estaba encabezada con una gran bandera que preguntaba: ¿Dónde está Santiago Maldonado?

«Tenemos cara de cansados, pero con una fuerza imparable. Hay un estudiantado que se moviliza y tiene conciencia de sus derechos», dijo el primer vocero al llegar al Ministerio. Los estudiantes habían tenido durante la semana una reunión con la ministra de la cartera, Soledad Acuña, en  la cual no se permitió ingresar a los representantes de los colegios que estuvieran en toma. En la reunión de ayer, los alumnos del Colegio Lenguas Vivas presentaron la idea de que haya una prórroga en la reforma hasta 2019, y que durante 2018 se pudieran presentar cambios, propuestas y debates. Hasta el momento esto fue negado por el Ministerio. Los estudiantes consideran que muchos de sus planteos no fueron respondidos hasta el momento.

La marcha empezó en el Palacio Pizzurno y terminó en el Ministerio de Educación porteño.

Los estudiantes que marchaban ayer tenían entre 14 y 18 años, la misma edad de aquellos que desaparecieron en la Noche de los Lápices en 1976. «Es triste pensar que los estudiantes reclamaban por un boleto para quienes no tenían plata y fueron secuestrados por la policía. Si le tenés que tener miedo a quien debería protegerte, ya no podés confiar en nadie», dijo una alumna del Normal 1. Su compañera agregó en este sentido que le preocupaba el protocolo que Gobierno de La Ciudad difundió días atrás para aplicarle a las tomas en los colegios. Este documento fue suspendido el jueves mediante una medida cautelar de la jueza Elena Liberatori, quien ya había anulado uno similar en 2012, dictado por el entonces ministro de Educación, Esteban Bullrich, ante la toma de 60 escuelas por la implementación de la Nueva Escuela Secundaria (NES).

 Una integrante de la conducción del centro de estudiantes del Colegio Juan B. Justo dijo a ANCCOM: «Reflexionar sobre una fecha como la de hoy me da miedo sobre lo que les pasó a chicos como nosotros en la dictadura, y al mismo tiempo me da más fuerza para seguir. No voy a comparar el momento de ahora con aquel, pero si hay una realidad que tenemos que tener cuidado con la policía, e ir y volver juntos de las marchas». La estudiante formó parte de una de las reuniones de esta semana en el Ministerio, y considera que no se agregó mucha información. Además dijo que los asesores de la ministra desconocían que no se estuviera implementando la Ley de Educación Sexual en los colegios.

También participaron de la marcha colegios de provincia, como el Instituto Lomas de Zamora y el colegio municipal de Olivos Paula Albarracin Sarmiento, aunque por el momento, la reforma no les afectaría. Un integrante del centro de Lomas explicó que quieren apoyar a las escuelas de Capital, y mantener unido al estudiantado. Un delegado de curso de la Escuela Paula Albarracin Sarmiento agregó: «Los  estudiantes que lucharon en ese momento por un boleto educativo mostraron que el movimiento estudiantil pudieron organizarse. Participar en el centro de estudiantes a mi me formó mucho como persona y como ciudadano, y ese tipo formación  ciudadana es lo que esta reforma no quiere».

Como todos los años, los estudiantes secundarios de la Ciudad marcharon recordando el 16 de septiembre.

Un integrante de la Comisión Directiva del mismo colegio dijo que ellos usan el centro como una herramienta de lucha, como en esta circunstancia donde va a existir una reforma y que tarde o temprano piensan que pueden llegar a extenderse. Por la zona en la que viven, las cuestiones edilicias están resueltas. No es el caso de la Escuela Técnica Fernando Fader, en la cual actualmente los mismos alumnos están arreglando las paredes y pintando, ya que su escuela es una casona antigua de 110 años que antes era una vivienda. «No es un capricho actual, venimos pidiendo por el edificio hace años. No se puede implementar una reforma si tenés que colocar proyectores y no tenés en el techo» dijo una vocera del secundario. 

Las situaciones particulares difieren entre los colegios, pero el movimiento estudiantil se va conformando, y cada vez se suman más. Los conexión con el pasado y con el presente, la lucha por sus derechos. Y así lo expresó Jorge Falcone el hermano de Maria Claudia Falcone (una de las estudiantes desaparecidas por la dictadura), al cierre de la marcha, a viva voz: «Estamos hartos de que el progreso de este país avance con el sacrificio de los jóvenes, como lo fue el servicio militar obligatorio o que no puedan ver una banda de rock en buenas condiciones. Su lucha está a la altura de la de aquellos jóvenes. ¡Septiembre es y será de ustedes!»

 

Actualizada 16/06/2017