España debate la Ley Trans

España debate la Ley Trans

Cada 31 de marzo se celebra el Día de la Visibilidad Trans. En los últimos años, la comunidad LGTBIQ+ argentina conquistó un significativo número de derechos; sin embargo, no ocurrió lo mismo en todo el mundo. España, por ejemplo, hoy se encuentra en lucha por la actualización de su Ley de Identidad de Género.

Hace unas semanas, en el país europeo se hizo público un borrador de la nueva Ley Trans, impulsado por Irene Montero, ministra de Igualdad y miembro de Unidas Podemos. El proyecto despertó debate dentro del movimiento feminista español y en el interior de la coalición de gobierno que pusieron en duda su aprobación. El retraso motivó a un conjunto de activistas a iniciar una huelga de hambre exigiendo la aprobación del borrador.

Latinoamérica y Argentina

En Argentina, las personas trans tienen garantizada una serie de derechos en base a convenciones internacionales, normativas nacionales (como la Ley de Identidad de Género y la de Matrimonio Igualitario), legislaciones provinciales y decretos del Poder Ejecutivo relacionados con, por ejemplo, acceso al cambio de nombre en el DNI y partida de nacimiento en la adultez o en la infancia, derecho al respeto de la identidad de género en espacios educativos y, en el sistema de salud, acceso a hormonas y cirugías de modificación corporal entre otros. El año pasado, el decreto 721/2020 garantizó un cupo laboral travesti-trans del 1% para el Sector Público Nacional.

¿Por qué es necesario echar luces sobre la legislación existente en la materia? Según reconoce el Estado argentino, la expectativa de vida de una persona trans oscila entre 35 y 40 años. La legislación argentina, aún con sus falencias en la práctica, lejos está de la realidad que se vive en otros países del mundo. Por ejemplo, en Paraguay y Brasil, no cuentan con leyes de identidad de género.

Europa y España

En Europa, España tiene una legislación de 2007 que, si bien permite el cambio de nombre en el documento, lo avala mediante la patologización de sus solicitantes.

Según explica Rosa María García, activista española transfeminista y doctoranda en Filosofía y Género, la normativa que está en vigencia surgió en respuesta a una problemática urgente: hacia las décadas de 1970 y 1980, las mujeres trans que iban a los juzgados a solicitar el cambio registral se encontraban con jueces que no tenían jurisprudencia sobre la que hacer un fallo claro.

En este contexto, los magistrados exigían un marco legal para saber cómo actuar ante estos reclamos. Así surgió la Ley 3/2007, una regulación que nació con 15 de años de retraso respecto a las demandas de los movimientos sociales, de los Principios de Yogyakarta –que  se publicaron en 2006– y de varias de las legislaciones que ya existían en Europa.

A diferencia de la ley argentina, la normativa española impone dos condiciones fundamentales para responder a la solicitud: por un lado, tener un informe diagnóstico de disforia de género. Esta primera cláusula supone la patologización de las personas trans, ya que entiende que para acceder al pedido se debe estar bajo el diagnóstico de “transexualidad”. En 2012, la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) eliminó de su manual este concepto ya que dejó de considerarlo como una patología. Hacia 2018, también se expidió la Organización Mundial de la Salud (OMS): la disconformidad de género se definió como una condición correspondiente a la salud sexual.

La segunda cláusula exige acreditar al menos dos años bajo tratamiento médico con hormonas. En 2018, una instrucción de la Dirección General del Registro Civil habilitó el cambio de nombre simplemente presentando documento, sin la exigencia de acreditar un informe psicológico. De cualquier manera, la legislación actual no prevé la existencia de personas no binarias ni establece las mismas garantías para todo el territorio: existen normativas específicas de cada comunidad autónoma, pero son muy limitadas porque están acotadas a sus competencias. Según García: “Es problemático, porque quizás a 20km de distancia de donde estás tus derechos son otros”.

El proyecto de ley de Montero busca armonizar estas legislaciones y ajustarse a los estándares internacionales. Sin embargo, no trataría problemas de fondo. Un ejemplo son las personas migrantes que no estarían afectadas por esta legislación que contempla solo a españoles: “Muchas mujeres trans migrantes encuentran la prostitución como única salida frente a la falta de derechos”, según indica la doctoranda en Filosofía y Género.

Desde un punto de vista más optimista, la actualización de la ley permitiría ampliar garantías legales de forma integral: ¿Qué pasa con los derechos reproductivos de los varones trans, por ejemplo? En Argentina, gracias a la sanción de la Ley de Identidad de Género en 2012, la lucha por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito –y la posterior sanción de la ley Nº27.610– incluyó como sujeto de derechos a las personas gestantes. De esta forma, no solamente se contemplan los derechos reproductivos de mujeres cisgénero (cuya identidad de género coincide con la asignada al nacer), sino que también se prevé el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo para varones trans y personas no binarias.

La comunidad trans, entre la pandemia y la Ley de Identidad de Género

La comunidad trans, entre la pandemia y la Ley de Identidad de Género

Aime Cardozo, presidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA).

El aislamiento social, preventivo y obligatorio ocasionó cambios en todos los ámbitos de la sociedad y en todos los colectivos sociales, entre ellos la comunidad trans. Su vida cotidiana, la salud, la economía, la educación, el trabajo y, particularmente, el acceso y sostenimiento de los tratamientos hormonales también se vieron alterados.

La Ley 26.743, que establece el derecho de identidad de género a las personas, fue promulgada el 23 de mayo del 2012. Por primera vez, el Estado reconoce a las personas trans como sujetos de derecho, sin patologizarlas ni judicializarlas.

Cabe destacar los puntos de mayor importancia que dispone la Ley: la rectificación registral en el documento de identidad, el derecho al acceso a intervenciones quirúrgicas y a tratamientos de hormonización sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa. 

Cuando hablamos de tratamientos hormonales nos referimos al adecuamiento del cuerpo de una persona a la identidad y género auto percibido. De esta manera, se desarrollan rasgos femeninos o masculinos, según se desee; y se suprimen los del sexo asignado al nacer, mediante la administración de hormonas, a partir de la supervisión y seguimiento de profesionales de la salud.

Los consultorios de hormonización están dispuestos a lo largo de nuestro país, en las provincias de Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Jujuy, Corrientes, entre otras.

Valeria Pavan, Coordinadora de las Políticas de Salud Inclusivas de la Subsecretaría de Políticas de Diversidad y Género del Ministerio de la Mujeres, Género y Diversidad de la Nación, afirma: “Estamos delineando políticas que tienen que ver con el reforzamiento de los consultorios existentes, que son más de 170 en todo el territorio nacional. Queremos hacerlo sobre todo en aquellos que todavía no cuentan con una mirada integral de salud, que no sean sólo lugares donde se expendan tratamientos hormonales, esa es nuestra mirada.”

Ante el contexto del aislamiento, Pavan cuenta: “También estamos atendiendo las situaciones particulares que nos llegan, y además estamos realizando un mapeo nacional para las personas travestis-trans.” Agrega que, desde la Dirección de Diversidad del Ministerio de Salud de la Nación, “el 6 de abril se publicaron una serie de recomendaciones para garantizar el acceso a la salud para las personas trans, travestis y no binarias.”

En la localidad de José C. Paz, el funcionamiento del consultorio no se vio afectado, según Aime Cardozo, directora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA) en José C. Paz. No están recepcionando solicitudes para iniciar tratamiento, pero “el consultorio está asistiendo a 100 personas, las mismas retiran las hormonas todos los meses. Hubo faltantes de la testosterona, pero dentro de todo está funcionando bien.” Y amplía: “Las actividades sólo tuvieron una reducción de días de atención y se trasladaron de espacio físico. Pero el consultorio en el Municipio continuó siendo accesible, ya que somos conscientes que no se puede suspender un tratamiento médico de esta magnitud.”

Aime comenta que en José C. Paz tiene una organización llamada Jóvenes Paceños, y agrega: “Nos encargamos de difundir toda la información pertinente para que la población trans tenga acceso a la salud, educación y el trabajo.”

Lautaro Giménez señala la importancia de la construcción de redes en la comunidad.

Por su parte, Lautaro Giménez, actor y activista trans, relata su experiencia como paciente: “Yo llevo tres años con hormonas y a mí me cambió un montón, es increíble la Nebido.”  La Nebido es una solución que contiene testosterona y se administra con una inyección intramuscular (1 ampolla corresponde a 1.000 mg. de undecanoato de testosterona).

Y continúa: “Fue un proceso lento, costó mucho que la hormona se adapte a mi cuerpo, también demoró en irse mi periodo, que era lo que más me preocupaba en principio. Mi cuerpo de a poco empezó a tomar otra forma, me salieron algunos vellos, comencé a cambiar la voz, entre otras cosas.”

En cuanto al transcurso del tratamiento hormonal, comenta que “hay muchas organizaciones a nuestra disposición, no se trata sólo de ir a buscar mi hormona y ya. También existen espacios en donde encontramos contención o actividades, porque muchos y muchas no tienen la contención familiar, y ahí pueden encontrar el empuje para realizar el tratamiento.”

Con respecto a la pandemia por el Covid-19, Giménez cuenta: “Se generó una red de todo el colectivo de diversidad para ayudarnos entre compañeros. Hay muchas personas en situación de calle que se les lleva mercadería o lo que necesiten para atravesar esta situación que estamos padeciendo.”

La eficacia de las políticas públicas respecto de la salud para la comunidad trans es sumamente importante. Al día de hoy, los lineamientos dirigidos a los equipos de salud intentan favorecer el acceso a todas las personas con una atención integrada e integral de la salud, mediante un trato digno y respetuoso.

Víctor Bracuto, trabajador social, a cargo del área de Diversidad Sexual y Géneros del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, comenta: “El impacto de la salud en los cuerpos travestis-trans es una deuda que el Estado, las instituciones y las organizaciones tenemos con esta población. Porque todavía no hay una respuesta, no solamente en Argentina, sino que en el mundo,  sobre los aceites que se colocan en los cuerpos.”

Asimismo, afirma que “el gran núcleo de la población travesti-trans no pasa por los “consultorios amigables”, es decir, cinco consultorios amigables, o diez, o veinte, si existieran en el país, no cubriría la necesidad de la población trans. Estos consultorios son espacios en hospitales públicos especialmente preparados para atender a la población de la diversidad sexual. Bracuto sostiene que  “las necesidades de esta población pasan principalmente por los hospitales públicos y, en aquellas personas que accedieron al trabajo formal, a través de sus obras sociales.”

Nadir Cardozo, coordinadora de las promotoras pares de Salud Trans de la Fundación Huésped, realiza una aclaración respecto de los “consultorios amigables”: “Pensamos que no tendrían que existir, en realidad: a los hospitales no vamos a hacernos amigos, sino a que nos atiendan.” Y afirma: “Obviamente esta palabra es por el momento, por la coyuntura que nos toca vivir en este proceso de sensibilización a la sociedad. Porque creemos que no haría falta de esos consultorios para que nosotras vayamos a un hospital y nos brinden una atención digna, libre de estigma y discriminación.”

Cardozo, a su vez, es promotora  de salud y de Derechos Humanos de ATTTA, y  cuenta que “durante tantos años ha sido una barrera el acceso a la salud, por eso se daba la auto hormonización, estamos informando y brindando recursos a nuestras compañeras de lo mal que hace.” Explica, además, que desde la Asociación “les informamos que tienen que acceder a un tratamiento hormonal, seguido por un profesional, una médica endocrinóloga y médicos clínicos. Recalcamos la importancia de hacer el tratamiento bajo supervisión médica para que cada une pueda realizarlo de forma segura.”

En cuanto a la situación actual, los consultorios de hormonización se ven afectados por la pandemia. Nadir Cardozo informa que “por el momento, a todas las compañeras que nos llaman para comenzar su tratamiento hormonal, les estamos diciendo que no.”

El Covid-19 vino a dejar en evidencia las condiciones del colectivo trans, las barreras de acceso en cuanto a la educación, el trabajo, la vivienda y la salud que esta población debe afrontar diariamente.

La argentina que ganó un Oscar

La argentina que ganó un Oscar

“Es interesante cuando desde la cultura se puede generar algún tipo de cambio en el pensamiento”, expresó en diálogo con ANCCOM Fernanda Del Nido, la argentina coproductora de la película chilena Una mujer fantástica del director Sebastián Lelio y recientemente ganadora de un Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

Del Nido estudió Ciencias de la Comunicación en la UBA y luego realizó un máster de producción cinematográfica en España, donde actualmente vive y dirige Setembro Cine, una productora independiente fundada por ella en 2014 que tiene entre sus trabajos la producción de los largometrajes Princesita (2016) de Marialy Rivas y Neruda (2016) de Pablo Larraín.

Imagen en frimer plano de Fernanda del Nido.

Fernanda Del Nido, coproductora de la película chilena Una mujer fantástica.

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Después de ser vapuleada por la familia de su novio fallecido y por la policía, Marina – una mujer trans representada por la actriz Daniela Vega- va a la casa de su profesor de canto, un anciano dulce pero exigente que pareciera ser el único que la comprende y la quiere tal cual es. Luego de unas caricias recomponedoras le pide que le cante. Marina empieza a cantar lírico y con su intensa y potente voz de fondo aparece una escena en la que ella va caminando por una vereda contra el viento. A medida que avanza el viento es cada vez más denso, hasta que no la deja seguir. No se da por vencida ni retrocede, se sobrepone y no deja de intentarlo. Cuando pareciera que el viento va a arrasar con todo lo que esté en su camino, ella queda suspendida y desafiando las leyes de la gravedad, su torso queda muy cerca del suelo con los pies firmes en la vereda. De fondo sigue el canto lírico cada vez más intenso y la imagen fija de Marina que con las manos se tapa la cara y no deja de brasear nunca entre el polvo y las hojas que el viento levanta. Esta es una de las tantas escenas fantásticas, casi tan fantástica como Daniela Vega, o Marina Vidal –el personaje que ella representa- que hacen de la película una gran obra con un fuerte contenido social que volvió a poner en el centro de la escena en Chile el debate por la Ley de Identidad de Género.

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¿Cómo fue el camino de ser estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UBA a coproductora de una película que ganó un Oscar?

Me gradué en la UBA justo antes de viajar a España. En ese momento fui a hacer un doctorado en Humanidades, una especialización más cercana a la Semiótica. Al poco tiempo de estar cursando el doctorado me invitaron a cursar un máster en producción de cine y de audiovisual que se realizaba en La Coruña. En ese momento -cursé en 2003 y 2004- había muy pocos estudios realizados en producción y la verdad es que si bien había hecho algunas prácticas en medios en Buenos Aires todavía no tenía en claro a qué me quería dedicar. Esos fueron algunos de los motivos por los cuales decidí ir a especializarme afuera. Me terminé quedando en España porque en ese master me di cuenta que era la producción lo que me gustaba y a lo que me quería dedicar. Una vez allá, al entrar en el ámbito universitario en otro país, pude reconocer el buen nivel que tenía de la Universidad de Buenos Aires. No es que me tuve que ir para valorar lo que tenía, pero tener otros referentes me hizo dar cuenta realmente el valor de lo que tenemos en Argentina.

¿Cree que su formación en Ciencias Sociales contribuyó a que tenga una mirada crítica y sensible para tratar temas como el de Una mujer fantástica?

Sería un poco reduccionista, más que nada porque pasaron muchos años, me pasaron muchas cosas en la vida, y porque he seguido estudiando. Después de mucha incertidumbre durante la carrera, con el paso del tiempo descubrí que me gustaba la producción y tuve la suerte de poder estudiarlo en España, a través de distintos programas de la Unión Europea. Pero lo que es seguro es que me ayudó mucho el tener la base académica de la UBA y la formación de una mirada crítica. Siempre tuve una perspectiva diferente del universo en el que estaba; por ser latinoamericana y a la vez por la propia carrera en sí, por el nivel de la formación. Aunque no lo esperé durante la carrera, una vez iniciado mi trabajo profesional agradecí haberla elegido y haberla hecho hasta el final. Siento que la aproveche y la disfruté mucho.

¿Cuáles son los criterios de Setembro Cine a la hora de elegir las películas que producen?

A lo largo de los años me he dado cuenta de que las películas que me interesan siempre tienen una mirada diferente. Siempre está la ambición y la intención de simplemente contar buenas historias. En realidad lo de simplemente es casi una ironía porque lo más difícil es encontrar una buena historia y que se pueda contar bien. Pero bueno, siempre me ha gustado aquello donde aparece una mirada diferente o una mirada propia sobre algún tema, sobre el mundo, o sobre la sociedad. Me interesa cuando aparece reflejado algún contexto histórico o problemática social, algo que en definitiva aporte a nuestra mirada del mundo actual. Aunque no lo he sabido antes de entrar a los proyectos, mirando atrás, todas las películas en las que he participado de alguna manera reúnen eso.

Imagen de Sebastian Lelio - Prensa Una Mujer Fantastica.

Sebastián Lelio, director de la película chilena Una mujer fantástica.

¿Cree que el éxito y la gran repercusión de la película puede estar relacionado con el movimiento feminista que cada vez cobra más relevancia en el mundo?

Sí, creo que el contexto sin duda ha hecho que de alguna manera esta discusión o conversación que trae la película y pone sobre la mesa facilita el terreno para poder hablar del tema y para que se genere ese diálogo. Es importante que el diálogo sea de a dos partes, el espectador tiene que ser una de ellas. Sin dudas, creo que es un momento mundial importante donde, si bien no fue para nada intencional, por algún motivo probablemente no casual, confluyó todo esto.

Por un lado el movimiento feminista crece cada vez más, pero paralelamente en Latinoamérica y en el mundo las elecciones las ganan gobiernos de derecha, como es el caso de Chile en donde ganó Sebastián Piñera ¿Cree que a pesar de eso es posible avanzar con ciertas reivindicaciones como las que reclama la película?

La película en realidad se estrenó en Chile bajo el gobierno de (Michelle) Bachelet y hubo un empujón respecto de la Ley de Identidad de Género. A partir de la película -es en lo que confiamos y es lo que la hace aún más interesante- se ha fomentado el debate. Es interesante cuando desde la cultura se puede general algún tipo de cambio en el pensamiento. En Chile se está dando un cambio de gobierno, pero a pesar de eso la película ha conseguido tener tanta repercusión que hace que no se pueda dejar el tema de lado. Que esta película tenga mayor repercusión, que tenga mayor alcance, promueve una llegada mayor con respecto a lo que se puede hacer o debatir sobre el tema. Es algo que estamos viendo que sucede, que lo venimos viendo a lo largo de la trayectoria de la película y que esperamos verlo mucho más.

En la conferencia de prensa que dio el equipo de Una mujer fantástica después de la visita al Palacio de la Moneda, Daniela Vega cuestionó en su discurso al gobierno chileno por evadir el proyecto de ley de identidad de género. Luego de eso el proyecto avanzó en su tramitación para ser revisado por una comisión mixta ¿Cree que el cine -como todo arte- puede influir en la política para cambiar las cosas?

Esa es la ilusión principal de todos los que hacemos cine o trabajamos en cultura. Lamentablemente no siempre pasa, creo que ésta es una circunstancia particular. Daniela es una excelente embajadora de la película que pudo poner su situación en palabras y desde la ficción pasar a la realidad. El Oscar permite que sucedan estas cosas. Pero bueno, muchas otras veces hemos querido y no se consigue. Creo que la intención está siempre y es lo que más nos interesa. Sabemos que es una gran suerte en nuestro caso.

Imagen de Daniela Vega, quien interpreta a Marina en Una Mujer Fantastica - Prensa Film.

Daniela Vega, actriz que representa a Marina, una mujer trans, en la pelicula Una mujer fantástica.

¿Cómo fue la elección de Daniela Vega para ser la protagonista de la película?

Ella entró en el equipo como consultora de guión a trabajar con Sebastián Lelio, el director. Inicialmente el contacto no fue pensando para que protagonizara la película, pero en el proceso Sebastián fue teniendo en claro que quería que fuera ella y así fue.

¿Sabe cómo fue la decisión de incorporar ciertas escenas “fantasiosas” o “surrealistas” como la de la protagonista bailando con un gran elenco en medio del boliche o la de ella cantando lírico con el viento en su contra?

Eso es claramente parte de la identidad del director, de su marca, de las huellas que él deja de esa voz tan especial que hace que la película sea Una mujer fantástica. Es una decisión puramente artística que viene de su parte. Podemos pensar que tiene que ver también con esa capacidad de Daniela de poder ver más allá de la realidad o de poder fantasear y vivir más allá de lo que le sucede día a día. Es una parte fundamental de esta mujer tan fuerte y resiliente que sale adelante a pesar de todo.

“El juicio de las travas”

“El juicio de las travas”

El acusado, Gabriel Marino.

“Tenemos que probar que matar a Diana Sacayán además de ser un delito es un travesticidio”, dijo Luciana Sánchez, abogada que representa a la familia de la víctima, quien pidió prisión perpetua para el acusado, Gabriel Marino. Este lunes 14 de mayo, a las 11, inició la instancia de alegatos en el juicio que investiga el asesinato de la activista trans. Es la primera vez que se usa la palabra travesticidio en los Tribunales.

Una sala repleta. La octava audiencia que se realizó en el Tribunal Oral Criminal Nº 4 fue transmitida en vivo en uno de los pasillos del sexto piso de Tribunales. Entre los presentes estuvieron la familia de Diana; su abogada Luciana Sánchez y Juan Carlos Kassargian y Andrea Bruj en representación del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), incorporado también como querella. También presenció la audiencia Marino, junto a su defensor público oficial Lucas Tassara.

Sánchez pronunció un extenso alegato que se extendió durante varias horas. Primero reconstruyó la llegada de Marino al edificio y describió el crimen con mucha precisión. “Para que no haya más que certeza –dijo- respecto a que él fue la persona que asesinó a Diana Sacayán esa madrugada en su departamento. En el debate fue probado que Marino conocía a Diana y sabía dónde vivía”. Y continuó: “Marino llegó en el colectivo 132 hasta Plaza Flores, se bajó y fue caminando hasta la puerta del edificio de Diana. Este relato que hago no es caprichoso, sino porque nosotros sabemos y tenemos toda esta información. Tengo una filmación del local de Grisino de Rivadavia 6757 que filma a Marino cuando baja del colectivo y se va caminando por la misma vereda de la casa de Diana”.

Tribunal donde se presentaron los alegatos. Aparecen los jueces, los abogados de la querella y el acusado.

Diana Sacayán fue asesinada el 13 de octubre de 2015.

“Tengo el informe de SUBE -prosiguió- que certifica que vino en colectivo, tengo la cámara de Grisino que constata que estaba caminando hacia el departamento y se acercó hasta 10 metros del mismo, y después de eso tengo la declaración de Daniel Vázquez que dice que lo vio entrar». A partir de allí, Sánchez se lanzó sobre la idea de travesticidio, su ausencia como figura penal, y la necesidad de que exista.

“Para llegar hasta acá hoy –sostuvo la abogada-, hemos tenido un enorme esfuerzo, que va mucho más allá de sostener la prueba de la acusación, va mucho más allá de desvirtuar el estado de inocencia del imputado. Este esfuerzo consiste en que tenemos que probar, además, la inocencia de la víctima, tenemos que probar el valor que tuvo su vida, la complejidad que tuvo su existencia. Tenemos que probar que haber matado a Diana Sacayán es un delito, que es un hecho que tiene que estar sancionado por matar a una travesti defensora de Derechos Humanos. Tenemos que probar que matar a Diana Sacayán además de ser un delito es un travesticidio. Tenemos que probar que Diana es mujer, por lo que estamos pidiendo que se condene a Gabriel David Marino, o mejor dicho tenemos que probar que Diana no es varón, o mejor dicho, la ley tiene que reconocer que Diana es travesti.”

Una de las dificultades que encontró la querella en este juicio fue la calificación del crimen como un travesticidio. “La norma existe pero es completamente invisibilizada. De hecho, desde que se sancionó en 2012, no hubo una sola condena, ni siquiera un intento que usara esta calificación penal”, subrayó Sánchez.

Familiares y allegados de Diana Sacayán escuchan los alegatos en la sala.

Solo en 2016, hubo al menos 16 travesticidios.

La abogada representante de la familia resaltó que el protocolo o guía de acción para las fuerzas policiales en la investigación de muertes de mujeres o personas con identidad de género femenino fue llevado a cabo de manera idónea al momento de recoger pruebas en la escena del crimen, y concluyó con que Diana fue “masacrada antes de cumplir 40 años y que cada mes hay por lo menos un travesticidio.”

En la audiencia anterior, el imputado había pedido «justicia por Diana Sacayán» y aseguró que él no la había matado.

El Tribunal pasó a cuarto intermedio hasta el próximo lunes 21 de mayo a las 9.30 en el que se reanudará el juicio con el alegato de la otra querella, la que representa al INADILuego, el 24 de mayo será el turno para el fiscal Ariel Yapur y el 7 de junio para la defensa.

“Muchas compañeras le dicen El juicio de las travas, porque hay muchas que mueren y su caso no llega a ningún lado. Las encuentran rotas y partidas en las cunetas y el hecho queda impune. Espero que se pueda caratular como un travesticidio y sea el inicio de una justicia que empiece a mirar y a dar voz a las compañeras travestis que han estado en los márgenes por el estado, por la justicia y por la sociedad”, dijo a ANCCOM María Laura Yacovino, psicóloga de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC), de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM).

“A partir del día que la encontraron muerta  hicimos el acompañamiento a las que después fueron testigos y a la familia. Fue un trabajo largo, intenso y necesario porque la idea de Dirección de Víctimas es generar un puente entre la justicia y las personas que la tienen que atravesar la situación como víctimas. Que las personas puedan estar informadas, acompañadas y que tengan caras de referencias amigables, formadas, humanas y con sensibilidad”, explicó Yacovino junto a Cristina Ochoa, trabajadora social de DOVIC.

Allegados a la víctima escuchan los alegatos en el Tribunal.

Sacayán impulsó las leyes de Matrimonio Igualitario, de Identidad de Género y el cupo laboral trans.

Después de la audiencia, ya por la tarde, en Plaza Lavalle, frente a Tribunales y al son de tambores, la comisión #JusticiaPorDianaSacayán convocó a diferentes agrupaciones sociales a un festival de música para apoyar la causa.

Participaron las agrupaciones Bife, Sudor Marika y la artista travesti Susi Shock. Además de amigos y la familia de Diana Sacayán.

“Poner en valor estas diferencias y estas diversidades es lo que va a hacer que entre todas y todos se dé el resultado histórico que tanto estamos esperando, en nombre de nuestra compañera Diana Sacayán”, dijo en el escenario una de las compañeras travestis.

Antes de cantar, Susy Shock leyó una carta dirigida emotivamente a Diana Sacayán: “Por eso niña no te olvides que siempre tenemos a un opresor que está dispuesto a cagarnos la vida porque se sabe el rey de esta selva y nosotras sólo somos sus cebritas (…) En esta sociedad también hay jerarquías y clases sociales y nosotras somos las sucias, las enojadas, las descarcajadas, las vengativas, las hediondas, las alzadas y por suerte nunca estarás a la bajura nuestra”, decía en parte el texto.

Mirá la fotogalería del festival de música para apoyar la causa: