Por Ernesto Palmeiro
Fotografía: Azul Andrade

El 9 de mayo de 2012 se sancionó la Ley de Identidad de Género. Desde entonces, 16 mil personas rectificaron sus actas de nacimiento. Un documental presentado por ATTTA y Fundación Huésped ejercita la memoria.

El pasado jueves 9 de mayo se cumplieron doce años de la sanción de la

Ley N° 26753 de Identidad de Género. Con motivo del aniversario, la Asociación de Travestis, Transgéneros y Transexuales de Argentina (ATTTA) presentó en el Salón Auditorio del Anexo de la Cámara de Diputados el documental “Nada menos que la igualdad”, un proyecto audiovisual realizado junto a Fundación Huésped. 

Mientras tanto, a metros de allí, en la Plaza del Congreso se llevaba a cabo una movilización para exigir justicia por el triple lesbicidio en Barracas. El día anterior había sido el segundo paro general de la CGT durante el gobierno del presidente Javier Milei. 

Desde su promulgación hasta el año 2023, más de 16 mil personas rectificaron su identidad de acuerdo a un informe realizado por la Dirección Nacional de Población dependiente del Ministerio del Interior; la provincia de Buenos Aires se encuentra en el podio de las rectificaciones con el 36%,  seguido de la CABA con el 12%. El Censo 2022 mostró que son más de 170 mil las personas travestis, trans y no binaries, representando el 0,4% de la población.

“La ley nos costó y nos sigue costando muchas vidas de mujeres trans para acceder a derechos económicos, sociales y culturales”, expresó la actual presidenta de ATTTA, Marcela Romero, antes de ingresar a la proyección del documental. 

“Cada vez que hablo de la Ley de Identidad de Género es ‘democracia’. La ley cubre un 40%, falta un 60%. La democracia no se construye con cupos, se construye con derechos y los derechos están, pero se trata de que se cumplan”, continuó Romero antes de dar comienzo al evento.

Todas y todes estaban esperando para ingresar. “DNI en mano, por favor” pedía el guardia de seguridad, pero esta vez no era para llevar a nadie detenide. Antes de la derogación de los edictos policiales, iba presa la persona que vistiera ropa contraria al sexo asignado en su DNI.

“¿Para qué es esta fila?”, preguntó una señora cuya figura reflejaba el desgaste del vivir en la calle. Otro hombre, otra figura distinta, minutos más tarde, consultó lo mismo.

Adelante de todo se encontraba Patricia Xiomara Emanuele, psicóloga social residente de Rosario. Fue una de las primeras mujeres trans que tramitó su  DNI en la ciudad santafesina gracias a la normativa N° 26753. Ni bien pensó en los doce años de la sanción de la ley dijo: “identidad, identidad  para garantizar derechos, porque sin identidad las personas no existimos”.

Emanuele usó tres palabras para definir la ley: “Expectativa de vida”. 

Al costado de la fila, casi al borde de la vereda, junto a otro grupo de mujeres, se encontraba Silvana Sosa: el lunes 2 de julio de 2012 había recibido su DNI rectificado, de la mano de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el entonces Salón de las Mujeres de la Casa Rosada. El actual gobierno de Milei desmanteló ese salón y pasó a llamarlo “Salón de los Próceres”. 

“Pude lograr hacer mi transición gracias a lo que garantiza el Artículo 11° de la 26753, que es tener acceso a una salud integral; poder ser una mujer transexual con todos los fines y derechos como los necesita cualquier persona. -manifestó Sosa-. Fue un camino largo y es la democracia que queríamos, pero para completar la democracia necesitamos ir por leyes de máxima, entre ellas la Ley Integral Trans”.

Silvana Sosa usó dos palabras para definir la norma: “Derechos humanos”. 

Más atrás aguardaba el ingreso Pamela Poletti. Había venido de Chivilcoy exclusivamente para ver el documental. En una frase (o en dos palabras), celebró lo que significó la ley: “¡Al fin! ¡Al fin podemos ser nosotras!”. 

 “El Estado tiene como deuda el reconocimiento de nosotras, las viejas, por todo lo que pasamos en la dictadura”, apuntó luego Poletti.

Auditorio lleno y Marcela Romero, con micrófono en mano, dio inicio al evento: “Primero pedir un aplauso por Claudia Pía Baudracco. Una compañera que dejó todo por la Ley de Identidad de Genero, que nos dejó un monton de enseñanzas para seguir enfrentando al aparato político, a la discriminación y al machismo”, pronunció mientras sus palabras se superponían con los aplausos.

 

-¡Claudia Pía!- exclamó une tras la apertura de Romero.

-¡Presente!- respondió en coro todo el auditorio. 

-¡Ahora!

-¡Y siempre!

 

Tallado en el primer artículo de la ley, “la identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”. La norma establece también que los tratamientos médicos de adecuación de género  deben ser garantizados tanto por el sistema de salud público como el privado, quienes además están obligados a brindar las prestaciones del Plan Médico Obligatorio.

Claudia Pía Baudracco fue la fundadora de ATTTA y del Archivo de Memoria Trans: una extensa colección de más de 15.000 documentos que abarcan desde principios del siglo XX hasta finales de los años 90. Fotografías, películas, grabaciones de audio, artículos periodísticos, DNI, pasaportes, cartas, notas, registros policiales, artículos de revistas y diarios personales: un conjunto documental que refleja la historia de vida de la comunidad trans en Argentina. 

En diálogo con ANCCOM, para Maria Belén Correa, cofundadora y directora del AMT, la Ley de Identidad de Género representó  “el inicio de la democracia de la población trans, ya que el Estado dejó de tener políticas de persecución para tener políticas de inclusión”.

“Democracia” se repitió en la entrevista con Emiliano Litardo,  corredactor de la normativa vigente: “Se logró resignificar la categoría de género. Cuando vos reformulás ese campo o ese horizonte, estás reformulando otro horizonte que es el democrático. Estás permitiendo que otros cuerpos con otras expresiones de género, que durante años no tuvieron inteligibilidad, no tuvieron reconocimiento, lo puedan tener. El desafío es cada vez ir corriendo más los límites de lo inteligible”.

También se repitió “Derechos humanos” en el testimonio de Litardo: “La ley tiene cuatro aspectos que expresan un enfoque de derechos humanos: la despatologización, la desjudicialización, la descriminalización y la desestigmatización. Un marco por fuera de los cánones médicos, psiquiátricos y psicológicos, que era lo habitual hasta ese momento”.

El corredactor hizo memoria: “Existía la necesidad de defender dos aspectos. Uno  era la cuestión de la despatologización, pero en un proyecto que pudiera hacerse cargo también de las cuestiones corporales. Queríamos que sea una sola ley que contemplase las cuatro dimensiones del derecho a la identidad de género: el reconocimiento, el libre desarrollo personal,el derecho a la rectificación y el trato digno. La otra cuestión que era el reconocimiento del derecho a la identidad de género en niños, niñas y adolescentes”.

Manu Mireles es la cofundadora y secretaria académica de la Mocha Celis,  primer Bachillerato Popular Travesti, Trans y No Binarie del mundo: “Si vos querés hacer algo por la comunidad trans hay dos cosas fundamentales. Primero preguntarte: ¿Por qué no hay personas trans en mi trabajo? ¿Por qué yo no tengo amigas que sean trans? Y la segunda es: no alcanza con decir ‘yo no discrimino’. Tenemos que pasar a una instancia adicional, garantizar condiciones para que una persona que está siendo agredida yo la pueda acompañar. No siempre a lo mejor puedo interceder, pero si veo una situación de violencia, al menos le puedo preguntar a la persona que está siendo violentada ‘¿Estás bien?’ ,’¿Necesitas algo?’Esto de pasar a la acción.”

“¿Cómo respondemos ante la violencia?- se preguntó Marcela Romero – Hoy estamos respondiendo con una actividad en el Congreso, demostrando que acá estamos y que vamos por una Ley Integral Trans”.