El freestyle ya tiene su fotógrafo fetiche

El freestyle ya tiene su fotógrafo fetiche

Con solo 21 años y su lente a cuestas, @imruso se convirtió en un personaje más de las batallas de Gallos y de las riñas de las pibas, aunque no cante. Ahora expone sus fotografías en una muestra virtual en la fanpage del Centro Cultural Carlos Gardel.

@imruso

Muchas son las líneas que en este sitio se escribieron sobre el surgimiento del freestyle como género musical en nuestro país, las batallas de Gallos o las “Riñas de las pibas” y un sinfín de etcéteras. Pero el submundo del “estilo libre trae” consigo nuevos personajes, entre ellos a quienes retratan e inmortalizan a través de la lente de su cámara estos eventos propios de la época.

Leonardo Puga es un fotógrafo que bajo el pseudónimo de Imruso se dedica, justamente, a capturar las imágenes que dejan las “riñas” en los escenarios. Con 21 años, el joven oriundo de Ramos Mejía, cuenta que lo que empezó de manera lúdica, hoy lo convirtió en uno de los profesionales más solicitados del ambiente: “Comenzaron a llegar los primeros mensajes privados por Instagram en donde requerían mi trabajo y me solicitaban presupuestos por las jornadas laborales. Es muy gratificante cuando eso sucede, podemos combinar el hobby y trabajar de lo que te gusta”.

El artista no es un outsider, se reconoce como “parte de los pibes” por su corta edad pero también por sus gustos, ideales y sus experiencias de vida. “Veo freestyle desde los 11 años, asistí a encuentros de plazas y a las máximas competencias en escenarios. Al estar allí me siento con ganas de ver a los pibes rapear, romperla arriba del escenario, escucharlos atentamente para entender las ‘barras’ con doble sentido que tiran”. Quizás sea ese el motivo que lo erija como uno de los máximos exponentes de la fotografía freestyler, buscado por los medios masivos por su trabajo y elegido por los batallantes, pero también por los más de 15.000 seguidores que tiene en su cuenta de Instagram.

Su ojo entrenado lo llevó casi como algo natural a cubrir eventos como la Batalla de los Gallos Red Bull y la God Level Argentina, algo impensado para un adolescente de 17 años. Además, participó de la FMS Argentina, la Shaolin Battles Argentina, la Copa Federación de Freestyle Rap Federation, la FMS Internacional Chile, entre otras, donde pudo registrar a los mejores freeStylers de habla hispana.

Ysy A, retratado por @imruso

 

Hoy @imruso fue seleccionado para exponer su obra en el Espacio Cultural Carlos Gardel como parte de la muestra denominada “FreeStyle by imruso”. Como no podía ser de otra manera en los tiempos que corren, la modalidad será online y podrá ser visitada desde el 23 de noviembre al 3 de diciembre.

FreeStyle by imruso se podrá disfrutar mediante un vídeo a través de la fanpage del Espacio Cultural Carlos Gardel. El clip, realizado por la productora Ser Audiovisual, expondrá una selección de 25 fotos de freestylers en acción y en diversas competencias: Emanero, Bhavi, khea, Replik, Ysy A, El Misionero, Trueno, Papo, Chuty, Seven Kayne, Duki,Stuart y Sub.

La muestra, con la curaduría de Florencia de la Vega, ofrecerá al espectador la posibilidad de conocer algunos de los aspectos y emociones que propone este género musical único por su energía y personalidad.

Bhavi, retratado por @imruso

La batalla será televisada

La batalla será televisada

Cuando empezó  2020, los calendarios del freestyle proyectaban competencias para rato. Sin embargo, la llegada del Covid-19 al país y la implementación de la cuarentena provocaron un cambio de planes. Los torneos más importantes del mundo improvisado tuvieron que ajustarse a las nuevas condiciones y retomaron en esta segunda mitad del año de forma virtual.

La Freestyle Master Series (FMS), una de las competencias más importantes del rubro, se lleva a cabo en varios países de habla hispana. Nació originalmente en España y se fue expandiendo por Latinoamérica: Argentina, Chile, Perú y México. El torneo enfrenta a diez competidores de cada país y luego, los cuatro mejores llegan a un cruce internacional.

Hasta  2019, cada encuentro se realizaba con público presente, como en cualquier recital de música. De hecho, la concurrencia participaba en las decisiones del jurado y aclamaba con gritos los versos y rimas. A lo largo de los años y los encuentros, el vínculo entre los competidores y la audiencia se convirtió en un círculo vicioso para ver quién gritaba más fuerte. Pero este año, “una de las bajas es el público. Y eso tiene una cuota muy grande, más el público argentino que tiene mucha energía. Obviamente va a influir en la parte del show, pero también creo que el espíritu principal de la batalla de freestyle está dentro de los competidores”, reflexiona Misionero, un rapero oriundo de Posadas que se está desempeñando como host durante la FMS Argentina de 2020.

Los artistas del rap improvisado pueden desarrollar distintos roles en la competencia: los más experimentados suelen ser jurados, de forma que tienen que evaluar rimas, contenido, tiempos y diversas cuestiones técnicas, bajo un sistema de puntos. Los competidores son quienes se paran sobre el escenario para seguir las consignas del enfrentamiento, que van variando los niveles de dificultad a medida que avanza el torneo. Además, deben seguir el ritmo de la pista que presenta el DJ: Rodrigo Zone Andrada es el beatmaker oficial de esta temporada. Y finalmente, las competencias están conducidas por un host, quien se encarga de presentar a los participantes y alentar al público.

Wolf y Sub en plena batalla.

El sábado 29 de agosto comenzó oficialmente la FMS Argentina de forma televisada y sin público. Misionero se presentó en conferencia de prensa, junto con Stuart y Mecha, freestylers y competidores de la edición 2020. Los tres se mostraban con grandes expectativas respecto a la nueva modalidad. “El hecho de sacarle el público transformó el producto que vendemos como algo mas cerrado, más selectivo. Ya no estamos vendiendo arcoíris para que los nenes lo compren, ahora tenemos que convencer a otros nueve raperos y a cinco jurados que saben bocha. Esto va a hacer que nuestra propia búsqueda a la hora de desarrollar una rima sea mucho más autocrítica y real”, decía Mecha, un joven rapero cordobés que compite por primera vez en FMS a nivel nacional.

Para la conferencia de prensa de FMS Chile, que comenzó el 15 de agosto, la nueva modalidad sin público también fue un tema que dio que hablar. Acertijo, uno de los competidores, comentó: “Va a ser distinto, la energía y la adrenalina que entrega el publico es bastante alta. Sin embargo, sé que nosotros rapeamos mucho mejor en privado que en el escenario. Entonces, las batallas pueden llegar a ser mucho mejores. Quizás van a ser menos espectaculares pero pueden llegar a ser mejores en términos de estilo, de referencias”.

“Creo que la pandemia nos llevó a todos a replantearnos muchísimas cosas y aceleró un montón de procesos que eran inevitables. Este formato televisivo de batalla en algún momento iba a llegar. Que seamos capaces de adaptarnos tan rápido a pesar de las adversidades es una característica de la cultura hip-hop que nos ha jugado a favor. Y tengo fe de que esta nueva etapa, con batallas sin público y televisadas, va a ser un nuevo aporte al crecimiento de esta cultura, para abarcar público más amplio y profesionalizar la disciplina”, reflexiona SEO2, rapero que hace de host este año en la edición chilena. Todos los enfrentamientos de FMS pueden verse en vivo por el canal de Youtube de Urban Roosters.

Pero la FMS no es el único circuito dedicado al freestyle. El 21 de noviembre se realizará la final nacional de la Red Bull Batalla de Gallos 2020 en Argentina. A este encuentro llegan 16 competidores, 13 seleccionados por una convocatoria virtual que se realizó a fines de mayo. Este año tomó particular notoriedad porque muchos freestylers retirados del circuito de competencias, como Papo, Acru y Tata, decidieron volver a competir, probablemente impulsados por la falta de tours y presentaciones musicales. Los tres mejores del año pasado clasifican automáticamente pero Trueno, campeón 2019, dejó su puesto vacante.

MKS en acción.

El ganador de la final nacional pasará a la competencia internacional contra los campeones de otros 10 países y los tres mejores del año pasado. En el año 2018, Wos, un freestyler argentino, se coronó campeón mundial de la Batalla de Gallos. Él y Trueno son hasta ahora los únicos dos argentinos que llegaron a este punto. Posteriormente ambos decidieron retirarse de las competencias y dedicarse a la música.

Antes de que FMS y Red Bull profesionalizaran las competencias en el país, los raperos se juntaban en el Parque Rivadavia, en la zona de Caballito. Allí nació El Quinto Escalón. Si bien comenzó como una competencia de plaza, su éxito llevó a que en el 2017 se hiciera la final de este torneo en el Estado Malvinas Argentinas, con casi diez mil personas presentes. En este circuito nacieron grandes artistas actuales como Duki, Paulo Londra y Wos.

El público ha estado presente en cada uno de los pasos del Freestyle en Argentina y este año sigue acompañando virtualmente. Quedó demostrado en los streamings y la actividad en redes sociales. El período de inactividad llevó a los artistas del género a probar nuevas plataformas para contactar con sus seguidores y ellos respondieron gratamente. Los reyes de la improvisación probaron que saben adaptarse a las adversidades: “Demuestra que podemos estar vivos como freestyle”, concluye Jokker, otro competidor chileno.

“Saber tirar letra y no tener vergüenza”

“Saber tirar letra y no tener vergüenza”

¿Qué es el freestyle? Probablemente pocos sepan qué responder. Pero si se asocia el freestyle con rap formaremos una idea, un entramado de ritmos y pasos que recordarán esta gran cultura urbana que nació en Estados Unidos pero que hoy también crece en Argentina.

El freestyle surge como baile en 1970 cuando los jóvenes mezclaban pasos de James Brown con música de rap. En la actualidad este baile, en donde lo que se expresa corporalmente  son los golpes y quiebres que hace el DJ con sus bandejas, lo representan los conocidos bboys o bgirls. Estos jóvenes son los encargados de que mediante su baile al freestyle llegue a nuestros días.

Vocalmente no se sabe precisamente cuando nació en Argentina, pero Dante Spinetta dice que “el freestyle es un arte que ha tenido acá como representante al payador en otros tiempos”. Estos míticos personajes de la historia folklórica en las raíces argentinas se relacionan con el rap por el hecho de que ambos llevan al frente una rima improvisada: el payador lo realiza con una guitarra de fondo, mientras que el rapero no necesita de ningún sustento, más que quizás la base de un Dj o de alguien que haga beatbox (sonidos con la boca).

El freestyle es una forma de dejar fluir lo que los intérpretes quieren dar a conocer: sus vivencias, historias de otros o simplemente mediante una sola palabra disparar un cuento. Es decir, es una forma de improvisación libre sobre un tema o lo que el MC (maestro de ceremonias) quiere dar a conocer. El MC es alguien que improvisa y rapea al mismo tiempo, mientras que el freestyler es alguien que realiza improvisación pura sin tener un rap que lo sostenga atrás. El rap puede ser entendido como un modo de protesta ya que, muchas veces, mediante sus letras muestra el repudio a las formas de vida de ciertas clases sociales.

En la Argentina existen artistas conocidos en el mundo del rap como Mustafá Yoda (cantante y productor de Sudamétrica), Emanero (cantante que realizó una campaña contra el bullying), Dante Spinetta (cantante de Illya Kuryaki and the Valderramas) y Frescolate (cantante y ganador de la Red Bull Batalla de Gallos), y algunos más under como Killato, Kris Alaniz, Ruidos del Sotano y Marcos Miranda, entre otros.

La mayoría de ellos define al rap como “un estilo de vida”. Todos coinciden en que para hacer freestyle no se necesitan instrumentos, micrófonos ni equipos, sino la mente para realizar rimas improvisadas que suenen bien, dejen alguna moraleja y permitan que quienes los escuchen conozcan a la persona detrás del rapero.

“El argentino creo que tiene un buen freestyle porque es bolacero –asegura Dante Spinetta-, le gusta tirar data, le gusta chamuyar, le gusta mandarse y en esa falta de vergüenza no hay que tener miedo para tener el arrastre”. Ahí está la base del freestyle: saber tirar data y no tener vergüenza para hacerlo.

***Este artículo fue escrito y  seleccionado en el marco del Taller Anual de la Orientación, CCOM. UBA.