Despidos en Editorial Atlántida

Despidos en Editorial Atlántida

La empresa hace pasar los despidos por retiros voluntarios y ofrece indemnizaciones en 26 cuotas.

Nuevamente, en lo que va del aislamiento social preventivo y obligatorio, una empresa se aprovecha de la situación excepcional que vive el país para deshacerse de sus trabajadores. Y otra vez, sucede en una empresa de medios de comunicación. En esta ocasión, en Editorial Atlántida, que publica las conocidas revistas Gente, Paparazzi y Para Tí.

La semana del 23 de abril, a 45 trabajadores de distintas áreas (redactores, diseñadores, fotógrafos y personal administrativo y de sistemas) se les comunicó que estaban siendo “liberados de tareas”, para luego informales que “se prescindiría de sus servicios”. A partir de ese momento comenzó una “situación completamente extorsiva”, como sostiene Félix Vallejos, delegado y redactor de la web de Paparazzi.

Desde la empresa alegan que las desvinculaciones fueron acuerdos de retiro voluntario. Sin embargo, los trabajadores sostienen que son despidos disfrazados para evadir el cumplimiento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 329/2020 -que prohibió los despidos, suspensiones y disminuciones de trabajo durante 60 días. “Esto está pasando con nuestros compañeros: les dicen que los liberan de tareas, los citan a una reunión y les ofrecen una indemnización a pagar en hasta 26 cuotas”, explica Vallejos, y continúa: “Les dicen que si no aceptan, aunque no los puedan despedir, no les van a pagar el sueldo. Esto obliga a muchos a aceptar esta indemnización.”

“A mí me pega de manera directa y letal porque ya veníamos cobrando sueldos bajísimos y no tengo ahorros para sostener los días que vienen”, cuenta Alejandro Guardia, editor de video de las publicaciones de la editorial, y uno de los trabajadores recientemente despedidos. “Con la oferta de indemnización que plantea la empresa tampoco se puede proyectar mucho porque ni siquiera cubre la mitad de lo que corresponde por despido.”

Los trabajadores hacen hincapié en que tales medidas van en contra no sólo del DNU 329/20, sino también el Estatuto de Prensa. “En este momento la empresa está cometiendo una ilegalidad total: les mandó un mail a los empleados planteando que si no firmaban un acuerdo de partes los dejaban sin tareas y sin indemnización”, explica Agustín Lecchi, secretario de Organización del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA); y enfatiza: “Los despidos están prohibidos y Editorial Atlántida no puede estar al margen de la ley”. Frente a esta situación, los trabajadores afectados junto con los delegados de la editorial y SiPreBA, presentaron una denuncia en el Ministerio de Trabajo, instando a las autoridades para intercedan y hagan cumplir el DNU.

Pero no pueden tomar otras medidas debido a la cuarentena: “Los pocos que quedamos, en gran parte dependemos de que el gobierno haga cumplir la ley que instauró y no deje pasar estos despidos encubiertos que no son retiros voluntarios”, dice Vallejos.

Atlántida ya había despedido 80 trabajadores con el guiño del gobierno de Mauricio Macri.

Los conflictos en la editorial no son novedad: “Venimos con problemas desde hace ya varios años, de hecho tuvimos despidos en el 2016 y en el 2017”, cuenta Vallejos. “En el 2019, los nuevos dueños de Atlántida presentaron un preventivo de crisis que el gobierno de Macri aceptó, y despidieron a 80 personas.” Desde ese momento, los salarios también comenzaron a pagarse en dos cuotas mensuales.

En esa línea, recientemente se conoció que el Grupo Clarín resolvió desdoblar el pago de los sueldos de mayo de sus trabajadores. El SiPreBA repudió la decisión y resolvió quite de firmas y ceses de tareas en la empresa. El sindicato expresó en un comunicado: “Cabe recordar que según a la última encuesta realizada por la Comisión Interna, 4 de cada 10 trabajadores tiene un sueldo menor a la canasta básica. Y que el incumplimiento del pago del salario en tiempo y forma se da en un contexto en que el diario del Grupo Clarín (conglomerado con recursos suficientes para sostener a sus empresas en el contexto de la pandemia), se ufana con relatos épicos acerca de sus récords de audiencias.”

En cuanto a Editorial Atlántida, desde la empresa -un directorio con inversionistas fantasmas- plantean que “no pueden continuar con una estructura de tantos empleados en un rubro que está en crisis desde hace rato”. Según Guardia, “quieren reducir y renovar el personal pero la forma que están eligiendo es completamente extorsiva y humillante para los trabajadores que tienen muchos años de antigüedad y son muy comprometidos con su trabajo”. Además, sostiene que al no saber quiénes son los verdaderos dueños, es casi imposible encontrar responsables por lo que está sucediendo. Sin embargo, el perjudicado siempre es el mismo: el trabajador.

“En algunos casos, pese a que el gobierno lleva adelante políticas que protegen a los trabajadores en el marco de pandemia, los empresarios avanzan y se creen impunes. Necesitamos más intervención estatal y más presión sobre este tipo de empresarios”, puntualiza Agustín Lecchi.

Este es otro de los grandes desafíos del gobierno en el presente de pandemia y cuarentena: proteger a los trabajadores y sus empleos de empresas y empresarios que se aprovechan de los tiempos de incertidumbre para incumplir la ley.

Criminalizan a los medios de comunicación comunitarios

Criminalizan a los medios de comunicación comunitarios

 

Natalia Vinelli, la directora de Barricada TV, fue la primera en ser citada a declarar por la Fiscalía porteña.

Referentes sociales y trabajadores de prensa se manifestaron ayer frente al Ministerio Público Fiscal, en respaldo a Natalia Vinelli, la directora del canal comunitario Barricada TV,  quien junto al dirigente social Juan Grabois y otras personas fueron imputados judicialmente por una protesta realizada en diciembre pasado en la playa de estacionamiento de Canal 13, en reclamo de que el Grupo Clarín incluya a esa emisora en la grilla de Cablevisión.  La comunicadora fue la primera en ser citada por la Fiscalía porteña que investiga el caso.

“El Grupo Clarín es el que está atrás de esto”, dijo Vinelli al salir del organismo y encontrarse con un grupo de apoyo solidario que la esperaba sobre la calle Beruti al 3300 con la bandera que clamaba ‘Sin medios comunitarios no hay democracia’. “Es una causa ridícula, pero es importante sentirnos acompañados porque es difícil pararse frente al grupo de medios más importante del país a decirles ‘cumplan con la ley’, que es en definitiva lo que hicimos”, apuntó la comunicadora luego de haber realizado sus descargos.

Barricada TV tiene licencia desde 2015 y está habilitado para ser incluido en la grilla de los cableoperadores desde junio de 2018, pero Cablevision y Telecentro se niegan a darle el alta (en la misma situación se encuentra Pares TV, de Luján, otro canal comunitario que cuenta con licencia). Vinelli afirma que desconocen el argumento para que los canales no sean incluidos en la grilla, dado que las dos empresas se negaron sistemáticamente a concretar una reunión para abordar el tema.

Cablevisión y Telecentro se niegan a incluir a los canales comunitarios en sus grillas, tal como ordena la ley,

El 17 de diciembre, líderes sociales, políticos y de los medios comunitarios y alternativos acudieron a la sede del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) para protestar por la exclusión de esos canales de la grilla de los cableoperadores Telecentro y Cablevisión. Terminada la concentración en ese lugar, el grupo se dirigió a Canal 13 con el objetivo de visibilizar el conflicto y lograr un encuentro con directivos del Grupo.

La reunión no se pudo concretar a pesar de la gestión de algunos trabajadores del Canal y la Policía levantó un acta por una contravención que firmó Grabois, referente del movimiento Patria Grande y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). “Todos coinciden en que el hecho fue pacifico, que no hubo ningún problema, e incluso cuando llegó la Policía y les informó que el Canal quería que se retiraran, la movilización finalmente se desconcentró”, afirmó Martín Alderete, el abogado de Vinelli.

La semana pasada Vinelli fue sorprendida con una citación a declarar en una causa que tiene como carátula «Derecho de Admisión». “El canal hizo una denuncia en las fiscalías penales y contravencionales de la Ciudad y las fiscalías entendieron que existió una violación al Derecho de Admisión. Lo cierto es que ese artículo contravencional está pensado para locales cerrados donde el titular tiene la facultad de decidir quién no puede permanecer en ese lugar”, aclaró el abogado sobre el proceso.

Miembros de Pares TV, Radio Gráfica, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires y el dirigente social Juan Grabois también fueron denunciados por el Grupo Clarín.

La directora de Barricada TV fue la primera en ser citada a declarar en la causa que también están imputados Juan Grabois (CTEP); Omar Zanarini y José María Di Bello, de Radio Gráfica; Pablo Antonini, del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO); y Tomás Eliaschev del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA). “Intentan forzar figuras penales para perseguir, deslegitimar y desacreditar a los referentes de las organizaciones populares”, dijo Alderete y finalizó: “No tiene ningún asidero legal la acusación que se les hace”.

“Nos encontramos frente a una gran empresa que tiene poder de veto, poder de regulación, que decide qué leyes cumple, qué leyes no. No quiere levantarnos en la grilla y es lo que dice la norma. No nos atienden y cuando vamos a protestar tampoco lo permiten. Necesitamos construir un mapa de medios que pueda contrapesar, limitar y terminar con la concentración porque si no la historia la van a seguir contando un grupo de empresas facinerosas”, declaró Vinelli a los comunicadores que se hicieron presentes.

Canal 13 basó su denuncia en “filmaciones de las cámaras de seguridad” y en “declaraciones de tres empleados y de un policía”. Pero, según Alderete, “acá no hay delito posible” porque en ningún momento se ingresó al Canal. “Les molesta la visibilidad publica de un reclamo en contra de ellos y frente a eso en vez de dialogar, en vez de cumplir con las disposiciones legales que tiene que cumplir lo que hace es denunciar para tratar de desacreditar a los que reclaman”.

La Fiscalía deberá citar a declarar al resto de los imputados para continuar con el proceso. “Veremos cómo sigue esto. Es un hito más, estamos acostumbrados a que se intente criminalizar a los luchadores y las luchadores populares”, dijo Alderete. En tanto, Vinelli afirmó: “Tenemos que fortalecer y hacer crecer los medios populares, es fundamental profundizar en las conquistas que nosotros y nosotras obtuvimos. La defensa del 33 por ciento del espectro para los medios comunitarios, alternativos y autogestivos está más vigente que nunca”.

 

Despidos en Clarín: la lucha continúa

Despidos en Clarín: la lucha continúa

Los despedidos de Clarín y Olé reclaman su reincorporación en otras empresas del grupo.

A un mes del despido de 65 trabajadores del Grupo Clarín, se realizó un “bondiolazo” en las puertas del multimedio ubicado en Tacuarí 1846. El evento fue convocado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) quienes junto con los despedidos buscan visibilizar el problema y crear una bolsa de trabajo para reubicar a los empleados desvinculados.

El típico aroma de carne asada invade el lugar. Música de fondo, personas tomando cervezas y conversando entre risas pareciera indicar que se está celebrando algo. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente. Luego de un mes exacto de que Clarín despidiera a 65 de sus trabajadores, entre el matutino principal y el deportivo Olé, y tras haberse logrado la reincorporación de cuatro de los afectados la protesta está lejos de llegar a su fin.

Tato Dondero, delegado de Página 12 y Secretario General de SiPreBA, en conversación con ANCCOM manifestó: “Lamentablemente el nivel de la negociación con Clarín no está a la altura de nuestras expectativas. La reincorporación de solamente cuatro compañeros es muy poco, por eso el conflicto sigue en medio de este contexto gremial y nacional muy difícil”. Además, Dondero reflexionó sobre la crisis en la que se encuentra sumergido el periodismo y opinó que es mucho peor que la de 2001 debido a que si bien hay un cambio cultural en cómo comunicarse que afecta al papel, las políticas de este Gobierno son mucho más salvajes y afectan tanto a los periodistas como a toda la clase obrera.

Se cumplió un mes de la nueva ola de despidos de Clarín y Olé.

Por otro lado, Matías Cervilla, delegado del diario Clarín, indicó que unos de los reclamos de los trabajadores despedidos consiste en la apertura de una bolsa de trabajo para incorporarlos en otras compañías del Grupo. “Negociamos con la empresa y cedieron, así que actualmente están pidiendo curriculums y haciendo entrevistas. También hicimos un cese de tareas para seguir visibilizando el problema y continuamos pidiendo la reincorporación de más compañeros y la mejora de nuestras condiciones de trabajo”, aseguró Cervilla.

“Hay un gran apoyo de compañeros de todos los medios de prensa escrita: de Tiempo Argentino, Página 12, Infobae, Telam, despedidos de Grupo 23, se han solidarizado y han ayudado a la visibilización de este conflicto”, repasó Cervilla. Mientras tanto, los trabajadores involucrados aún no tienen ninguna garantía de su futuro. Uno de ellos es Ricardo Sapia, quien formó parte del equipo de redacción de Olé durante 23 años. “Me quedé sin laburo, mi único trabajo era éste. Sabemos que lo de la bolsa de trabajo no es algo fluido, pero yo al menos le pongo alguna ficha a eso”, confesó.

Ricardo, quien fue unos de los encargados de la parrilla de este encuentro, también contó cómo sobrelleva el tema del despido: “Es un día a día, por momentos tenés mucha bronca y tristeza debido a que pensás que hay determinadas coberturas que las podrías estar haciendo, porque era lo que hacías anteriormente. Sin embargo, también hay momentos como hoy en donde estás un poco mejor porque estás entre compañeros que se encuentran en la misma situación. Además, varios ex colegas también bajaron de la redacción para estar con nosotros”.

Otro de los afectados es Pablo Cerolini, reportero gráfico y editor de fotografía, quien entre un poco de humor y tristeza cuenta cuál es su situación: “Se podría decir que estoy de año sabático, me echaron y hasta ahora no encontré trabajo. Si bien personalmente uno puede tener bronca yo no analizo la situación en términos personales, sino más bien colectivamente. Es muy importante el apoyo de SiPreBA y de otros sindicatos porque uno se siente contenido”. “Hasta que no haya una decisión de finalizar la lucha yo voy a seguir   apoyando esta causa, creo que hay que molestar y que hay gente acá dentro que tiene que saber lo que es esta empresa, por eso hay que seguir insistiendo por la reincorporación”, dice Cerolini muy convincente.

El gran despedidor argentino

El gran despedidor argentino

«Acá solo somos un número», dijo Rubén Digilio, uno de los despedidos.

Las cámaras ya estaban transmitiendo y el grupo electrógeno del sonido llevaba rato encendido, pero la conferencia de prensa aún no podía iniciar porque restaba ocupar una silla justo en el centro de la mesa de los oradores. Llaman entonces a Rubén Digilio para que tome asiento. En cuanto mencionan su nombre, la audiencia comienza a aplaudir enfáticamente. Y es que Rubén, su trayectoria y su simpleza, son la prueba empírica de que no hubo razón o criterio en ninguno de los 65 despidos del Grupo Clarín.

Si bien la conferencia estaba anunciado para las doce del mediodía, no fue sino hasta cerca de la una que se le dio inicio, al grito de “Unidad de los trabajadores”. La conferencia tuvo diez oradores y duró 35 minutos. Ya pasaron 7 días desde que anunciaron a los 65 despedidos, de entre los cuales 18 son del área de fotografía, que tiene 24 fotos expuestas en 6 de las 37 vallas que aún rodean la redacción de Tacuarí al 1800. Es todo una cuestión de cuentas y Digilio lo sabe muy bien: “Acá sos un número”. Es toda una cuestión de cálculos porque esa parecería ser la única razón que le encuentran los trabajadores a su sorpresiva desvinculación. “Perder nunca pierden. Cada vez quieren ganar más”, asegura el reconocido fotógrafo. Clarín ha sido el mayor beneficiario de la pauta oficial en los últimos tres años. Según informó a la prensa Matías Cervilla, delegado de la Comisión Interna de Trabajadores del Grupo Clarín, la empresa ha recibido millones de pesos del presupuesto estatal durante 2018.

El caso del despido de Rubén Digilio fue uno de los más emblemáticos, ya sea por su larga trayectoria en el medio, porque le faltaban únicamente dos años y tres meses para jubilarse o porque no le llegó a tiempo el mail que le notificara del despido, razón por la que se enteró en la puerta del edificio, mientras pretendía ingresar a su trabajo, tal como hacía todas las mañanas desde hacía 21 años. Lejos está él, sin embargo, de considerarse emblemático: “Acá, somos todos números y no les importa. No les va a importar nunca porque acá se ha ido gente grosa. No solo de fotografía, se han ido redactores que son grosos. Tipos que tienen una pluma increíble y no les importó. ¿Y por qué les iba a importar yo? Un dolor llegar acá, que no te dejen entrar, una angustia tremenda”. Y sigue “Obviamente, yo no vuelvo. Ni aunque me tripliquen o cuatripliquen o quintupliquen el sueldo. Yo le dediqué todo (al diario). Tal vez sea muy extremista; del amor pasé al odio. A todos nos gustaba el laburo. Si nos teníamos que quedar tres horas más, no importaba, porque nos gustaba. Y no lo supieron aprovechar. Te sentís desvalorizado y muy dolido”. El clima general durante la jornada -y desde hace una semana- es de dolor e incertidumbre, de tristeza, pero también de solidaridad.

Durante el paro, los medios del Grupo Clarín continúan saliendo por el trabajo de los prosecretarios de redacción.

La conferencia de prensa de ayer sigue en línea con el Camarazo que se llevó a cabo el lunes al mediodía. El área de fotografía es una de las más golpeadas por los despidos, al haber desarticulado al 40% de los reporteros gráficos. Allí estuvieron presentes también el Frente Popular Darío Santillán, el Frente de Organizaciones en Lucha y el Movimiento por la Unidad Sudamericana y el Cambio Social. El padre de Darío Santillán hizo uso de la palabra para remarcar la importancia de los fotoperiodistas, recordando que el lente de José “Pepe” Mateos fue esencial en el juicio del asesinato de su hijo.

Horas después del Camarazo del lunes se decidió por unanimidad en la asamblea de trabajadores un paro de 48 horas, que se extenderá desde la conferencia del martes hasta el mediodía del jueves. Frenar todas las tareas y detener las actividades laborales en las redacciones de Clarín, Olé, las revistas Elle, Viva y demás portales y productos de AGEA fue la medida votada por quienes siguen trabajando para la empresa en apoyo a sus compañeros. Esto no significa, no obstante, que los medios gráficos y los portales digitales dejen de salir y actualizarse durante estos días. Las tareas quedarán a cargo de prosecretarios que seguirán asegurando la vigencia del medio. Quién explica esto es Victoria de Masi, todavía redactora de Revista Viva: “Entendemos también que los productos tienen que seguir saliendo. Es nuestra fuente de trabajo. La queremos cuidar es pos de las audiencias. Nosotros somos servidores públicos. Los que pierden también son los lectores, los oyentes, los televidentes, los usuarios de redes sociales. Es decir, esto no es una movida individualista o de nicho, sino que está en juego la responsabilidad social que implica nuestro trabajo, que tiene que ver con informar. Ni más ni menos. Y el derecho a la información y el deber cívico que implica estar informado”.

Los trabajadores de Clarin recibieron el apoyo solidario de colegas de todos los medios.

La palabra audiencias parecería aún resonar en la cabeza de muchos. Al comienzo de la semana que culminaría con trabajadores en la calle, Clarín anunció el rediseño de su redacción con el objetivo de acelerar la transformación digital, apostar a la calidad y hacer crecer su audiencia. El resultado pareció ser una brutal reducción de personal. Claro está, que todo esto se enmarca en un contexto de crisis, cambios e incertidumbre en el ecosistema mediático. El conflicto en Télam del pasado año, el vaciamiento de la TV Pública, el paro en Página 12, los sueldos de C5N, la crisis en Radio Nacional son algunas de las situaciones todavía vigentes a las que ahora se suma la de Clarín. De Masi observa con preocupación este hecho: “De alguna manera pensamos que esta serie de despidos en Clarín es habilitante para que en otras empresas periodísticas pase lo mismo. Eso es poner al periodismo en riesgo. El periodismo es un oficio muy modesto pero también es muy complejo, y tiene una responsabilidad social. Por eso también es una invitación para que el resto de las redacciones estén en estado de alerta”.

Los trabajadores de Clarín no han recibido ningún tipo de respuesta por parte de la empresa. Adentro hay guardias civiles que custodian los pasillos, menciona Francisco “Paco” Rabini, dirigente de SiPreBa, durante la conferencia brindada ayer. También fueron oradores Clara Uranga, redactora y delegada de SiPreBa y AGEA, Walter Correa, del Frente Sindical para el Modelo Nacional, Nicolás del Caño, diputado por el Frente de Izquierda, Hugo Yasky, Secretario General de la CTA, Romina del Plá, diputada por el Frente de Izquierda, Roberto Baradel, Secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, Miguel Funes, diputado por UC-FPV-PJ, Manuela Castañeira, precandidata a presidenta por el Nuevo Más y Tato Dondero, Secretario General de SiPreBa.

Hoy a las 16 horas se realizará  un Festival de bandas y la semana que viene participarán de la movilización y el paro del 30 de abril.

Héctor Magnetto, CEO y uno de los propietarios de Clarín, fue el principal blanco de las protestas.

Clarín causó nuevos despidos: «No se escucha ni una tecla»

Clarín causó nuevos despidos: «No se escucha ni una tecla»

Asamblea por los despidos a las y los trabajadores de Clarín.

Ante el despido de al menos 65 periodistas con la excusa de la reestructuración, los trabajadores de Clarín decidieron en asamblea un contundente cese de tareas. Tanto las notas  del diario en papel como las de los portales hoy fueron escritas por prosecretarios. La base de redactores y la primera línea de editores abandonaron sus computadoras con la consigna “no se escucha una tecla”. Por segundo día consecutivo, la asamblea general de trabajadores de Clarín/AGEA resolvió por unanimidad realizar un cese de 24 horas con presencia en las redacciones, hasta este viernes a las 12 del mediodia. Además se votó la quita de firmas de las publicaciones.

“Estamos conmovidos”, dice la delegada Clara Uranga, con la voz quebrada. “Vivimos un día de mucho estrés, adrenalina y tristeza, pero también de mucho cariño y apoyo entre todos nosotros”.   

La empresa AGEA, del Grupo Clarín; que publica los periódicos Clarín y Olé y revistas como Elle, Ñ y Genios; ya despidió cientos de trabajadores en los últimos cuatro años, incluidos los returos voluntarios, pero esta vez decidieron que muchos de ellos se enteraran en la puerta de la empresa frente a un vallado custodiado por personal contratado de seguridad. “Hubo mucho llanto. No se esperaban para nada todo esto”, dice el reportero gráfico Daniel Baca, de Tiempo Argentino, que estuvo en Tacuarí al 1800 junto a varios centenares de colegas y personas que se concentraron a brindar apoyo y visibilizar este destrato.

“Es un ajuste que golpea directamente a la redacción, todos los despedidos son periodistas. No hay despidos en otros sectores, a los que se les pidió que trabajaran desde sus casas ayer y hoy para que no tuvieran siquiera la posibilidad de solidarizarse”, aclara Uranga. Y agrega: “La empresa de medios más grande del país, cuando tiene que reestructurarse, elige despedir periodistas, aunque una semana atrás nos comunicaran que un ‘nuevo desafío’ exigía a los redactores trabajar una hora más cada día. No queda claro si nos necesitan o sobramos, entonces”.

Vale la pena recordar que en 2000, Clarín despidió a 117 empleados, entre los cuales estaba toda la comisión interna. Desde ese momento no hubo representación gremial hasta 2012. “Nos costó mucho construir sobre el miedo, y hoy estamos orgullosos de los compañeros”, concluye Uranga.

El día en que se enteraron de los despidos 

“Llegamos aquí con el edifico completamente vallado, militarizado y con policía por todos lados. Estamos empezando una medida de fuerza que consiste en un paro hasta el cierre con asamblea permanente, con los compañeros que siguen adentro trabajando y los que fueron despedidos. Estamos exigiendo una mesa de negociación. Queremos que dejen de tratarnos como si fuésemos barras bravas, somos periodistas, los que ellos contrataron para trabajar”, dijeron Matías Cervilla y Sebastián Díaz sindicalistas representantes del Sindicato de Prensa de Buenos Aires el pasado miércoles 17.

Tras las vallas que cierran la entrada, varios trabajadores se abrazan con fuerza, muchos con lágrimas que no pueden contener. Por la mañana, cuando llegaron a trabajar, no les permitieron el ingreso, las entradas tenían guardias de seguridad y la Policía ya se encontraba afuera. Así, fotógrafos y redactores de Clarín se enteraron que estaban despedidos. Uno de ellos, Pablo, que prefiere mantener en reserva su apellido, dijo: “Me enteré por un mail que me mandó la empresa, en donde me dijeron que prescindían de mi trabajo y que tenía a mi disposición la liquidación de sueldo. No hubo otra notificación. Hoy vine a la puerta y no me dejaron entrar”.

Reunidos en asamblea en horas de la tarde, los trabajadores decidieron unánimemente mantener un cese de actividades del medio hasta ayer a la medianoche y un estado de asamblea permanente para continuar discutiendo las medidas a tomar. El secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y representante de Página/12, Tato Dondero, se acercó a apoyar a sus compañeros despedidos y a organizar comisiones de debate. “Tenemos que defender cada puesto de trabajo porque tiene que ver con la vida de la familia, de los trabajadores y tiene que ver con el contexto difícil que atraviesa el gremio de prensa. Cierre de medios, achicamiento de voces, que genera perjuicio para todos los argentinos”, afirmó.

Se espera que la próxima semana los sindicatos llamen a una movilización para exigir una respuesta de la empresa. Los trabajadores esperan poder reincorporarse a sus puestos y luego sentarse en una mesa de diálogo con los directivos de Clarín.