El tractor amarillo

El tractor amarillo

Más de la mitad del electorado porteño eligió a Cambiemos y a su candidata principal, Elisa Carrió, confirmando el gran resultado obtenido en las PASO. En segundo lugar quedó Daniel Filmus, de Unidad Porteña, con el 21, 74 %  y el partido Evolución, de Martín Lousteau, si bien perdió votos, se ubicó como tercera fuerza, con el 12, 33%. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) fue quien mejor resultado obtuvo respecto de las primarias, ya que logró casi el 6 por ciento de los votos y superó a los candidatos de Avancemos hacia Un País Mejor, el partido de Sergio Massa en la Ciudad, que llevaba como principal figura a Matías Tombolini. Autodeterminación y Libertad, de Luis Zamora, quedó sexto.  

Si bien muchos estimaban que los irresponsables comentarios de Carrió sobre Santiago Maldonado le restaran votos, Vamos Juntos sumó mayor cantidad de sufragios al número obtenido en las PASO, obteniendo ocho bancas nacionales. “Carrió es una referente indiscutida por su altura moral, y creo que ha hecho una campaña tremendamente respetuosa. Ha tenido la altura humana que la caracteriza para pedir disculpas a la familia, aclarando que no hubo intención de ofender de ninguna forma”, dijo al respecto el Jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, que fue el primer dirigente en salir a hablar desde el búnker ubicado en Costa Salguero. Luego, Horacio Rodríguez Larreta comentó: “Esta elección es un reconocimiento, un acto de justicia, una valoración enorme a la trayectoria y al coraje de una mujer”.

 Pasadas las nueve de la noche, en Costa Salguero, todo empezó a teñirse de fiesta, aunque no estaban los clásicos globos coloridos. Después de las palabras de Rodríguez Larreta apareció en escena Carrió, mientras sonaba el tema  “La flor más bella”, de Memphis La Blusera.

 Tras repetidos agradecimientos,  la diputada electa dio un breve discurso: “Estamos festejando algo que es muy profundo y que es histórico, que es la victoria de un pueblo.” Y agregó en tono festivo: “Es el triunfo de todos nosotros, de un nosotros que es una Argentina posible, una Argentina de verdad, una Argentina con derecho, una Argentina sin violencia, una Argentina con paz.”  Para coronar su noche,  concluyó: “Ya no me faltaba nada, porque este triunfo del pueblo es el triunfo que yo alguna vez soñé”.

En tanto, una hora y media después del cierre de los comicios, el clima dentro del búnker elegido por Unidad Porteña en Almagro parecía poco alentador. En una de las pantallas podía verse la placa de Crónica TV “El país, amarillo”. De fondo, el jazz suave de la música funcional trataba de calmar los ánimos y la ansiedad.

Pasadas las siete de la tarde, el reducto estaba casi desolado.  Uno de los primeros candidatos en llegar fue Mariano Recalde. Aunque sonriente, evitó hablar con la prensa. Como era de esperar, la tendencia marcaba los mismos números que en las PASO.

A las 20:30, Gabriela Cerruti, segunda candidata a diputada nacional,  habló ante la prensa y afirmó que Unidad Porteña “es la principal fuerza opositora y la segunda fuerza en Ciudad de Buenos Aires”.   En diálogo con esta agencia dijo que “la alegría de las elecciones se vio empapada por la tristeza y la melancolía por Santiago”. 

Filmus también se pronunció al respecto: “Fueron unas elecciones con mayor angustia y dolor porque no nos olvidamos lo que le pasó a Santiago Maldonado”. Para el final, enfatizó el compromiso para frenar al avance de la agenda legislativa del oficialismo: «La flexibilización laboral, el aumento de la edad jubilatoria, la ampliación de quienes pagan el impuesto a las ganancias y principalmente, el endeudamiento para las próximas generaciones”, enumeró, y subrayó que Unidad Ciudadana es la fuerza responsable de “construir una oposición más amplia y una alternativa para el 2019”. Además, resaltó que  la mitad de ciudadanos porteños no están de acuerdo con Cambiemos. “Estamos muy contentos de que en condiciones muy difíciles pudimos incorporar tres diputados Nacionales y seis legisladores”, concluyó.

En el búnker de Evolución, por su parte, ubicado en el Palacio Alsina,  se esperaban los resultados sin la presencia de los candidatos. Los militantes basaban sus expectativas en que las desafortunadas declaraciones de Carrió causaran un cambio de humor en el electorado que les permitiera a esta robarle algunos votos.  Alrededor de las 20 llegaron Martín Lousteau, primer candidato a diputado y Débora Pérez Volpin, cabeza de la lista a legisladores porteños. Los militantes los esperaban con poco clima festivo pero con sus paraguas de cotillón, con los colores tradicionales del radicalismo, en alto. 

Lousteau comenzó  su discurso agradeciendo la confianza de los ciudadanos en esta elección. «El resultado de las PASO no se ha modificado”, puntualizó.

Además, destacó que la Argentina “tiene un enorme futuro para saber debatir las ideas».  Pérez Volpin, por su parte, en diálogo con ANCCOM declaró: “Estamos muy conformes de haber sostenido los votos y la confianza de la gente que nos eligió en las PASO”. Para el final, hubo barra libre y baile en la pista para festejar las dos bancas de diputados nacionales y las dos de legisladores porteños que obtuvo el espacio.

En el Hotel Bauen de la Capital Federal, búnker del FIT, todo era expectativa desde el cierre de los comicios. Los primeros candidatos en llegar fueron Marcelo Ramal y Gabriel Solano del Partido Obrero, a la par de Laura Marrone y Juan Carlos Giordano de Izquierda Socialista. Los candidatos del PTS, Nicolás Del Caño y Myriam Bregman se hicieron esperar hasta casi las 20.  Ramal, que no obtuvo los votos necesarios para ingresar al Parlamento, afirmó: “Larreta dijo al inicio de la jornada que todo comenzó con normalidad, pero la situación del país no es de normalidad», comentó el candidato Marcelo Ramal. Y agregó: «El país está conmocionado porque un joven desapareció y luego fue encontrado muerto en el marco de una represión de una fuerza del Estado”.  

ANCCOM dialogó con Laura Marrone, candidata a diputada por la Ciudad, quien afirmó: “Habrá que batallar contra las cinco erres que va a querer aplicar el gobierno: las reforma tributaria, la reforma sanitaria, la reforma laboral, la reforma previsional y la reforma educativa”. Más temprano, el FIT había denunciado el allanamiento y detención de militantes y un candidato en su local de Mar del Plata. «Había un cartel en la puerta y unas boletas que estaban entrando y sacando los fiscales y se aprovechó eso para decir que se estaba violando la veda y llevaron a seis candidatos detenidos. Allanaron nuestro local. Hombres agarraron a nuestras compañeras, las tiraron al piso y las esposaron”, dijo Bregman, que agregó: “En todo el país, nuestros dirigentes van a priorizar la lucha contra la impunidad y la represión”.

Actualizado 22/10/2017

 

Música bajo tierra

Música bajo tierra

La vida de un músico puede estar inundada de frustraciones. “Con la música te vas a morir de hambre”, “búscate un trabajo de verdad” o “tocando no le vas a dar de comer a tus hijos”, son algunas de las advertencias que suelen escuchar quienes definen su vocación por los acordes y los ritmos. Sin embargo, muchos deciden romper la barrera, archivar la opción del trabajo de oficina y llevar su arte bajo tierra. Las diferentes líneas del subte de la Ciudad de Buenos Aires son escenarios privilegiados de cantantes, guitarristas, percusionistas y multiinstrumentistas. En los andenes también tejen un entramado de solidaridades y acuerdos para definir lugares y tiempos de expresión y espectáculo.  

Sebastián Misuraca, guitarrista y cantante de la estación Humberto Primo de la Línea H, asume con orgullo su decisión. “Empecé a venir después de dejar un trabajo”,  arranca.  Y destaca la organización entre colegas: “Nuestro código es sencillo, el que  llega primero a la estación es el que toca. A veces tenés que esperar a que termine de tocar el otro”.

Sergio, violinista de la linea H,  egresado del Conservatorio y uno de los primeros en organizar a los trabajadores músicos del subte.

Sergio Israel es violinista egresado del Conservatorio y uno de los primeros en organizar a los trabajadores músicos del subte. “Los códigos son cosas de palabra. Se organiza a través de levantarse temprano y ocupar el puesto. Te sometés a las reglas del juego, pero si tocás mal, la gente no lo compra”, explica.

Los usuarios que trajinan la rutina de un viaje al Centro en alguna de las cinco líneas de subte saben que debajo del suelo porteño hay melodías que suenan desde las primeras horas de la mañana. Así lo afirma Zhorelys Rojas, guitarrista y cantante venezolana de la estación 30 de Diciembre de la Línea H. “Ya desde las 4 de la mañana hay un músico. Por lo general, se toca durante cuatro o cinco horas”, señala. La artista, que interpreta su música hace ocho meses acompañada de una amiga coterránea, también da cuenta de las dificultades: “Se puede tocar en Once, Corrientes y Santa Fe, porque en las otras siempre hay problemas. Metrovías nos saca y lo preferimos evitar”.

Algunos mitos alarmantes circulan formando un muro de miedo para los que quieren iniciarse en el mismo terreno. La necesidad de contar con un permiso de Metrovías es uno de ellos. Efectivamente, la normativa existe, pero no constituye ningún freno para los que ya tocan cotidianamente. El también venezolano flaustista Chris, de la Línea A, combinación con la H, lo experimentó: “El año pasado hubieron temporadas que las personas de Metrovías llegaban y nos corrían de la estación con la excusa de que teníamos que tener un permiso que obviamente ellos no van a dar para tocar en un andén. Decían que las políticas de Metrovías no permitían que un músico esté tocando en el subte y entonces, para evitar problemas, esperábamos a que se fueran y empezábamos a tocar de nuevo”.

Zhorelys Rojas, guitarrista y cantante venezolana de la estación 30 de Diciembre de la Línea H.

La compañera de Zhorelys también da cuenta de las trabas para acceder al permiso. “Te dan un correo que siempre rebota pero, en realidad, los de Metrovías no te pueden sacar. La única que puede hacerlo es la Policía, pero no viene mucho por aquí”, asegura.

Otro de los mitos que emergen es el de la presencia de una especie de mafia subterránea que decide quién puede tocar y quién no a través de amenazas y patoterismo. Sin embargo, los únicos que parecen haber tenido una secuencia similiar son Tomas Chattah y Maxi Velazquez, guitarristas y cantantes de la estación Humberto Primo de la Línea H. “Hace mucho tiempo nos pasó que nos vinieron a apurar los vendedores en la Línea A porque no estábamos tocando después de las 18:00. Nos dijeron que si nos quedábamos nos iban a romper las cosas, y nos advertían que ya le había pasado a otra chica”. Sin embargo, subrayaron que se trató de un “hecho aislado”. Y agregaron: “Entre los músicos hay muy buena onda. La Línea H es la más característica de los músicos. Se sabe que acá estamos nosotros y está todo bien”. 

Tomas Chattah y Maxi Velazquez, guitarristas y cantantes de la estación Humberto Primo de la Línea H.

Federico Lemos, guitarrista y cantante de los vagones de la Línea B, también afirma que los conflictos no son la moneda corriente: “Una sola vez recibí amenazas, pero generalmente esas cosas pasan con los vendedores. Entre los artistas hay buena onda”.

La decisión de tocar bajo tierra, con el rumor de las formaciones que llegan y se van como acompañamiento obligado, es para muchos una decisión política. Para otros, la última opción para no renunciar a mostrar su arte. “Decidimos tocar en el subte porque la movida de la música es un poco difícil si uno quiere trabajar como contratado en los bares. Aquí los músicos están acostumbrados a trabajar a la gorra y entonces no nos toman mucho en serio”, razona Zhorelys. Y completa: “Hay sitios donde te cobran por tocar y a nosotros, los venezolanos, nos parece una locura”.

A su turno, Chris comparte su trayectoria y un diagnóstico más optimista: “Yo siempre he trabajado con la música y es lo que me gusta. Mientras uno pueda trabajar bien, le va bien”.

Tomás y Maxi también hablan de una opción de último recurso pero reconvertida: “Vinimos a tocar al subte porque no tenemos trabajo y está muy difícil, pero también porque es una manera de difundir lo que hacemos porque hoy en día han cerrado muchos centros culturales y quedan pocos espacios donde uno pueda desarrollarse”.

Federico Lemos, guitarrista y cantante de los vagones de la Línea B: “Una sola vez recibí amenazas, pero generalmente esas cosas pasan con los vendedores. Entre los artistas hay buena onda”.

En sintonía, Hugo Zeler, cantante de los pasillos de la Línea H, combinación con la B, prefiere hablar de un diálogo con los oyentes casuales. “Yo, en realidad, vengo a evangelizar y decidí tocar en el subte porque en vez de estar en casa solo, canto para la gente. En la radio capaz que cambian el dial, pero acá lo tienen que escuchar. Es una manera de llevar las canciones a las personas”.

Por su parte, Sergio Israel sintetiza: “en el hotel Alvear me pagan dos mil pesos por tocar una obra que acá la toco gratis, pero uno no tiene el Hotel Alvear todos los días”. Su historia y la de muchos que eligen pasar buena parte de su día dando conciertos en los pasillos y estaciones del subte revelan que, aunque el barco se hunda, los músicos seguirán tocando hasta el final.

 

Actualizado 04/10/2017

“Un bochorno”

“Un bochorno”

“Tal vez pensaron que nos íbamos a ir a dormir, pero no, no somos vagos, nos gusta trabajar, es lo que mejor hacemos”, dijo Cristina Fernández de Kirchner, la candidata a senadora por Unidad Ciudadana, cuando salió al escenario de Arsenal de Sarandí en el insólito horario de las cuatro de la mañana. “Hemos ganado”, agregó y calificó de “bochorno internacional” la maniobra orquestada por Cambiemos. El gobierno cargó bien temprano en el centro de cómputos los datos de los distritos de la Provincia de Buenos Aires donde triunfó el oficialismo y dilató hasta entrada la madrugada el cómputo de las secciones donde venció Cristina Fernández de Kirchner, con la intención de que los diarios y programas televisivos dieran ganador a su candidato, Esteban Bullrich. No sólo eso, cuando la expresidenta logró empatar en 34 por ciento al exministro de Educación y amenazaba con superarlo, la difusión del conteo de votos se suspendió. Una situación semejante padeció el candidato a diputado santafesino, Agustín Rossi, exfuncionario e identificado con la exmandataria.

Detrás de las dos fuerzas principales se suceden 1Pais de Sergio Massa con el 15,53%, el Frente Justicialista de Florencio Randazzo con un 5,90% y el Frente de Izquierda y los Trabajadores con el 3,38% de los votos.

Al comienzo del escrutinio, a las 21, el gobierno publicó datos que daban a Bullrich con 7 puntos de diferencia sobre Cristina. Esa imagen le permitió a Cambiemos subir al escenario a todo el “equipo” y festejar a todo trapo con la palabra del presidente incluida. Recién a la medianoche, las cifras comenzaron lentamente a revertirse. El candidato a diputado Leopoldo Moreau, desde el búnker de Unidad Ciudadana, había salido a denunciar el ardid: “El gobierno decidió secuestrar el voto de los bonaerenses hasta que terminó su show y ahora ralentizaron el conteo. Exhortamos a que el ministro del Interior libere los resultados. Que pongan a trabajar el 100 por ciento de los trabajadores de Data Enter, porque sólo están trabajando el 20 por ciento. El resultado está siendo demorado intencionalmente. La sociedad va a conocer los resultados más allá de la manipulación”.

“Esto que hemos vivido hoy, de montar un show para que salga en el horario prime time de la televisión como si fuera un timbreo, es una ofensa al elector que depositó su voto que lo que menos se merecía era saber el resultado de sus elecciones” agregó Cristina ya de madrugada.

Igual que como había lanzado la campaña en ese mismo lugar, casi dos meses atrás, compartió el escenario con ciudadanos de pie, perjudicados por las políticas socioeconómicas del gobierno: “Quiero decirles que estas elecciones no las ganó Cristina, sino todos estos hombres y mujeres que nos están acompañando. Ellos ganaron esta elección, nosotros somos sólo su voz. Vamos a pedirle al gobierno que escuche lo que las urnas han expresado, que cambien el rumbo económico. Queremos simplemente que se pare de destruir trabajo, que los que hasta hace un año y medio comían, vuelvan a comer; que los mayores tengan sus medicamentos de vuelta y que revisen las tarifas. Miren que cosas sencillas.”

Por último recordó a la presa política Milagro Sala y al artesano Santiago Maldonado, desaparecido tras una represión de la Gendarmería al pueblo Mapuche: “Este domingo debió haber podido votar. Junto a la solidaridad a la familia queremos expresar al gobierno nuestro reclamo para que Santiago aparezca con vida. Milagro Sala aún está presa sin cumplimentarse lo resuelto por la CIDH. Presos políticos y desaparecidos, eso nunca lo hubiera imaginado, necesitamos que esta democracia no solo garantice la dignidad del trabajo, del plato de comida y de los remedios a los mayores. Porque además de la dignidad económica, no vamos a permitir ni tolerar que nos quieran quitar la libertad.”

Crónica de una larga jornada electoral

A las 8 de la mañana, las escuelas de todo el país abrieron sus puertas para recibir los primeros votos de la jornada que duraría más de 12 horas para los jefes y fiscales de mesa. En la Provincia de Buenos Aires, cada una de las 35.586 mesas vieron identificarse, entrar y salir de las aulas y firmar a unas 300 personas que conformaron el 77% del padrón que participó de los comicios.

En el búnker ubicado en Costa Salguero, que a esta altura ya es cábala para Cambiemos, se recibía a quienes iban llegando temprano con su infaltable catering. Cafés y alfajores de maicena acompañan la expectativa por los resultados. Danilo Nuñez, militante del frente, degusta lo que las mesas y mozos ofrecen y se muestra tranquilo de cara a los resultados: “Hicimos una campaña buena, luchamos por el cambio y estamos convencidos de que se puede más”. A las 18:30, el Jefe de Gabinete Marcos Peña, los jefes de campañas por la Ciudad y la Provincia, Diego Santilli y Federico Salvai, y el jefe de campaña Maximiliano Ferraro, brindaron la primera conferencia de prensa. Salvai anticipaba: “Estamos muy sorprendidos por la elección en Provincia. Es un buen paso para octubre”. Y aseguraba: “Estamos muy confiados”.

Dieciocho kilómetros al sur, en el bunker de Unidad Ciudadana, banderas argentinas envolvían los techos del gimnasio de Arsenal de Sarandí. Allí mismo, hace poco más de un mes y medio, la ex presidenta de la Nación y actual primera candidata a Senadora, Cristina Kirchner, lanzaba su partido ante unas 60 mil personas. El primero en tomar la palabra, pocos minutos después de las 18, fue el segundo candidato a senador, Jorge Taiana, quien se mostraba conforme y optaba por resaltar que “fue una campaña más que dura, agresiva en declaraciones. Tuvimos que luchar contra los medios”. Para ejemplificar y denunciar utilizó el caso de Santiago Maldonado que “no fue publicado por Clarín. Por La Nación sí, pero en un espacio muy chico”.

Geográficamente en el medio de los dos bunkers que concentraron las mayores intenciones de voto, a poco más de siete kilómetros de cada uno, se encontraba la sede del Frente de Izquierda, que eligió esperar los resultados en el Hotel Castelar, a pocas cuadras del Obelisco. Si bien reinó la tranquilidad, la expectativa se vive frente a cuatro pantallas televisivas programadas en distintas señales que siguieron minuto a minuto los datos que iban llegando. En ese contexto, Néstor Pitrola el primer candidato a senador de la provincia se mostraba tranquilo: “Quedaremos en una posición expectante para subir en octubre y lograr llegar al Congreso Nacional y reforzar la presencia del Frente de Izquierda en la Legislatura”.

En otro estadio, pero mucho más alejado de la Capital, se concentra el bunker de 1País. Al norte, en el Estadio Pipa de Tigre, los musicalizadores probaban canciones mientras había pocas señales de que los referentes políticos asistieran temprano al centro de campaña. La primera en llegar fue la diputada y referente del Frente Renovador Graciela Camaño, quien sostuvo ante ANCCOM: «Me pareció un mal uso de la plata pública que pongan vehículos de la provincia de Buenos Aires para el traslado de personas. Eso se tiene que hacer con dinero privado, no con el público. Tanta crítica hubo al uso abusivo de los bienes públicos, la cual comparto, que me parece que se cayó en lo mismo».

Faltaban minutos para la publicación de los primeros datos oficiales y al sur de la Capital se percibía un silencio tenso y expectante a la espera de la mayoría de los militantes que todavía no llegaban porque continúaban trabajando en el cierre de las mesas. De fondo se oía un audio de Cristina: “Siento que la tarea de todos ustedes hoy es fundamental. No solamente por su trabajo para el partido, sino para la democracia argentina. Acá tenemos que tener responsabilidad democrática”. A la vez, Leopoldo Moreau, precandidato a diputado nacional sostenía que el objetivo era “saber cuánto penetró (nuestro mensaje). No hay que olvidarse que Unidad Ciudadana tiene sólo 60 días.”

Mientras tanto, en la costa de Palermo, a medida que se acercaba la hora de conocer los datos oficiales, la expectativa crecía, y el panorama general continuaba de celebración. Con los resultados inminentes, en el escenario se presentó Maricel Etchecoin, de la Coalición Cívica ARI, el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador y la actual Vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, quién aseguró: “Los argentinos queremos un país que permita tener bienestar, seguridad y unidad, y lo estamos logrando”. El público coreó al ritmo de un “sí se puede”, y se despidió con un fuerte “viva la patria, viva los argentinos”.

Bien al norte, en el búnker de 1País, Felipe Solá llega unos minutos antes de las 21 y en la misma línea que sus compañeros de espacio, parece querer evitar las declaraciones: «Las últimas elecciones se definieron en la televisión, a las 12 de la noche. Sentimos que 1País sigue competitivo para la verdadera elección que es en octubre. Nos daban por muertos, y hoy sin tener las definitivas, sentimos que somos tercera fuerza. Somos capaces de cambiar cuestiones frente al resultado que nos exija algo diferente».

Pocos minutos después de las 21, la Dirección Nacional Electoral anunció los primeros números oficiales de una jornada larguísima, en un sospechoso escrutinio por goteo y que quedó inconcluso: Primero Cambiemos con un 36,86% de los votos y segunda, Unidad Ciudadana, con un 30,18%. Detrás se suceden 1Pais con el 15,53%, el frente justicialista con un 5,40% y el Frente de Izquierda con el 3,52% de los votos.

Al igual que en la previa, los primeros candidatos en dialogar con la prensa fueron los del Frente de Izquierda. Pitrola, eligió destacar que “El FIT pasa las PASO en las 22 provincias” y que “en la de Buenos Aires nos acercamos a un porcentaje que supera las elecciones de 2015 y nos pone en la disputa por dos diputados nacionales”. Al igual que Taiana, habló de Santiago Maldonado: “La lucha por Santiago es la lucha contra el reforzamiento del aparato represivo” y cerró remarcando que “el objetivo será irrumpir en la realidad nacional y derrotar el ajuste”.

Por su parte, el candidato a Diputado, Nicolás del Caño, resaltó que “el millón de votos obtenido implica una consolidación de una fuerza socialista y anticapitalista que enfrenta el ajuste de Cambiemos y de Mauricio Macri en las calles” y anticipó “un crecimiento del 20 o un 30% de cara a octubre”. Pidió “destacar a las dirigentes como Myriam Bregman, Romina Del Plá y Laura Marrone que son grandes referentes del movimiento de mujeres” y se sumó a Pitrola y Taiana al llamar a “multiplicar la movilización por la aparición con vida de Santiago Maldonado y castigar a los culpables”.

Cuando el porcentaje de mesas escrutadas alcanzaba apenas el 25,22%, la euforia no se podía ocultar en el bunker de Costa Salguero. Fue entonces que los candidatos hicieron su aparición en el escenario rodeado de una multitud de globos. La primera en tomar la palabra fue la precandidata a diputada, Graciela Ocaña, quien agradeció al electorado por votar en paz, a los fiscales por “cuidar el voto de todos, de quienes nos votaron y quienes no”, y aseguró que “mañana vamos a estar nuevamente trabajando para cada uno de ustedes”. Le siguió la palabra del candidato a senador Esteban Bullrich, quién agregó agradecimientos: al equipo, especialmente a Mauricio Macri, y a “todos los bonaerenses que me abrieron la puerta de su casa, y su corazón”. En un discurso cargado de frases emotivas, Bullrich hizo hincapié en continuar trabajando en un Gobierno para los ciudadanos y que trabaje con la verdad, en todos los aspectos: tanto en los índices, así como en la lucha contra el narcotráfico y la lucha por un bienestar general para la ciudadanía. Al respecto, el ex ministro de educación, encargado del aprendizaje de los pibes, fue rápido en agregar que “la educación es la mejor herramienta que tenemos para mejorar la Provincia. La educación asegura ese bienestar”. Para cerrar las palabras dirigidas al público, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se hizo cargo de asegurar que no “hay que volver atrás”. Se refirió a los “últimos veinticinco años” como los años de la corrupción, años en que el Gobierno miró para el costado en materia de narcotráfico, y años de falta de soluciones, afirmaciones que el público coreó con un enfático “no vuelven más”.

Para finalizar, el Presidente de la Nación, Mauricio Macri hizo acto de presencia en un discurso que estuvo centrado en agradecer a los argentinos. Retomó el concepto de Bullrich de trabajar sobre la verdad e insistió: “Para crecer desde bases sólidas hay que hacer desde la verdad”. Hasta tuvo tiempo de hablar de Maldonado también, pero no del artesano que apoyaba a la comunidad mapuche, desaparecido en democracia tras la represión de Gendarmería, sino del arroyo Maldonado, como ejemplo de obras de su gestión.

Mientras tanto, al sur crecía la ansiedad, la incertidumbre y la esperanza. Una chica, en un video, contaba que los más grandes de su barrio no comen para que ellos, los más chicos, lo hagan. A la vez, los primeros resultados de escrutinio, el movilero de la TV Pública, Fernando Alonso, reflexiona en voz alta: “Estamos hablando de una economía desplomada, de un dólar por las nubes, de la industria cayéndose a pedazos, de la pobreza en alza y ¡de un desaparecido! ¿Cómo se sale de esta?”. A medida que se van conociendo los números, la expectativa de todos es escucharla a Cristina, en un auditorio sin banderas, tal vez diseñado para captar al votante clase media urbana que rehúsa del  peronismo explícito, algo que ya se vio en Arsenal y Mar del Plata cuando la ex presidenta pidió que solo lleven banderas argentinas.

Pasadas las 23, las mesas escrutadas alcanzaban el 30,91% y en el norte aparecía Sergio Massa, escoltado por Margarita Stolbizer y el economista Roberto Lavagna para «agradecer a los millones que fueron a cumplir con su sueño y deber democrático. Estamos agradecidos con los casi dos millones de bonaerenses que nos eligieron de camino a octubre». Sin pudor, Massa catalogó como “triunfo” el resultado de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires que hasta ese momento era apenas parcial. Además, llamó a debatir ideas en vez de personas, manteniendo el tono de campaña, menos crítico que el de sus compañeros. «Tenemos que contar no sólo lo peor del otro, sino cómo le vamos a resolver los problemas a la gente», dijo. El referente de 1País cerró la jornada con un «Ni Macri ni Cristina. Argentina”. Mientras la gente se retira, suena la marcha peronista.

Entre la medianoche y las cuatro de la madrugada, el panorama se revirtió con muchísimo suspenso. Los cuatro puntos de ventaja que llevaba Cambiemos se habían achicado a un 0,17 para las 2:40. En el sur, donde quedaba la única candidata por hablar, el festejo alterna entre la cumbia y La Renga. La militancia canta “no me importa lo que digan los gorilas de Clarín, vamos todos con Cristina, a liberar el país”. Todavía faltaba cargar cientos de mesas de La Matanza, de Moreno –estancado en un 30%–, José C. Paz (70%), todos bastiones de Cristina. La evaluación incluía, también, grandes victorias en Quilmes y Lanús, distritos donde Cambiemos triunfó en las últimas elecciones.

Pasadas las 3:40, se rectificó la tendencia y la diferencia llegó un 0,01%, y con el 94% del escrutinio realizado, Cristina sale al escenario junto a todos sus candidatos. En sus primeras palabras se puede oír el enojo: “Tenía pensado hablar a las 10, 11 de la noche, que es cuando siempre se conocen los resultados. Darles las gracias a todos los que fueron a votar, lo que desde las 8 de la mañana estuvieron custodiando el acto electoral, a los trabajadores de prensa que cubrieron el evento. Pero nunca pensé, se los juro, que iba a tener que pedirle perdón a todos los argentinos y argentinas por el bochorno que hemos vivido hoy en nuestro país.”

Recién a las cinco de la mañana los dirigentes y militantes comenzaron la retirada.  A muchos les esperaban varias horas para regresar a sus casas. Algunos, decidieron marchar directamente a sus trabajos.

Actualizada 14/08/2017

 

 

Carrió arrasó en la Capital

Carrió arrasó en la Capital

El oficialismo ratificó su condición de favorito en la Ciudad con un contundente triunfo en las PASO. A las 21 horas se dieron a conocer los resultados preliminares que le daban la victoria a la candidata por el partido Vamos Juntos en la Ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió, con cerca del 49 por ciento  de los votos. En sus declaraciones, Carrió afirmó: “Yo le agradezco a todo el pueblo argentino, nos haya votado o no nos haya votado”.

El segundo lugar correspondió a Daniel Filmus, candidato por Unidad Ciudadana dentro del frente Unidad Porteña. Con el 98% de la mesas escrutadas, obtenía el 20 por ciento de los votos y ganaba ampliamente la elección interna del frente. Filmus declaró: “Hemos sido elegidos como primera fuerza de la oposición. La ciudadanía nos ha dado la responsabilidad de parar estas políticas de ajuste”.

El tercer lugar lo obtuvo Evolución Ciudadana y su candidato Martín Lousteau, con un 13 por ciento de los votos. Lousteau dijo  que «nos corresponde escuchar lo que dice la ciudadanía: hoy expresó que quiere dejar atrás el pasado”.

En el búnker de Vamos Juntos ubicado en el pabellón seis de Costa Salguero, esperaron los resultados en un clima de tranquilidad. “No daremos números hasta que estén los resultados a las 21 horas”, había adelantado el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al cierre de los comicios.

El primero en hablar en conferencia de prensa fue el jefe de Gabinete. A las 17:35 se presentó junto a Diego Santilli y los jefes de campaña en la Ciudad y la Provincia,  Maximiliano Ferraro y Federico Salvai, respectivamente. Peña destacó el desempeño de la alianza de gobierno a nivel nacional. “Fue una muy buena elección del cambio en todo el país”, subrayó. Además afirmó que después de octubre estarán en condiciones de tratar la reforma política en el Congreso, que incluirá también el debate sobre la Boleta Única Electrónica.

Pasadas las 18 aparecieron los primeros globos de colores al son de diversas canciones populares. En las pantallas gigantes se amontonan las selfies de votantes y militantes del oficialismo durante el día de los comicios. La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, exclamó: “Los argentinos queremos un país que nos permita bienestar y eso es lo que estamos haciendo todos juntos”.

Elisa Carrió fue la figura del triunfo del oficialismo en la Ciudad. Pasadas las 21:10 junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró sentirse “azorada” por el apoyo de los porteños. En Costa Salguero fue recibida al grito de “Lilita, Lilita” y “Sí se puede”. Carrió afirmó: “Ha llegado el mérito a la Cámara de Diputados. Son intachables y además competentes”, dijo, sobre sus compañeros de lista. Más tarde, en conferencia de prensa, Rodríguez Larreta explicó que “el resultado se debe por un lado al apoyo al gobierno nacional y además a los candidatos locales que son coherentes con el cambio que encabeza Mauricio Macri”.

Por su parte, en el barrio de Almagro, los representantes de “Unidad Porteña” esperaban en los resultados después del cierre de los comicios. El salón de fiestas del Sindicato del Personal Jerárquico de Telecomunicaciones recibió a los seguidores del frente kirchnerista en la Ciudad con banderas albicelestes que cubrían los costados del escenario.

A las 19:30, el único referente de los tres competidores presente era Daniel Filmus, primer candidato a diputado. De sus otros dos competidores internos- Itai Hagman y Guillermo Moreno-  aún no había señales.

La candidata a diputada por Unidad Porteña Gisella Marziotta fue la primera en hablar. “El resultado es sumamente alentador. Está bueno hacer uso de las PASO porque fortalece las elecciones”, subrayó.

Con un discurso breve, Daniel Filmus agradeció a la militancia. “Estamos orgullosos de la elección que hicimos. Somos la esperanza para octubre”, subrayó. Pasadas las 22 horas desde el centro del escenario gritó, “Estamos acá para decirles que hemos sido elegido como la principal fuerza de oposición”. Los primeros resultados parciales ubicaban al espacio como la segunda fuerza de la Ciudad: “En octubre haremos una gran elección invitando a todos los sectores”, afirmó.

Por otro lado, en el Hotel Palais Rouge, búnker de Evolución Ciudadana, a las 18 horas se vivía un clima de total quietud, sin candidatos con renombre ni militantes partidarios. El candidato a diputado nacional, Martín Lousteau, y Débora Pérez Volpin, candidata a legisladora porteña, habían decidido llegar a la sede de campaña cerca de las 20:30.  Carla Carrizo, segunda candidata a diputada subrayó que, “somos optimistas en función al esfuerzo competitivo que hemos sostenido durante la campaña. Estamos muy orgullosos de la lista y candidatos que representan a Evolución”.

Felicito a los fiscales y a los espacios políticos que participaron de las PASO. Sabíamos desde temprano que estábamos en el tercer lugar”, admitió pasadas las 21:30 Martín Lousteau. El candidato de Evolución agregó que “la ciudadanía quiere dejar el pasado atrás y realmente pretende un cambio” y felicitó a Elisa Carrió.

Cerca de las 18, el candidato a legislador porteño por Avancemos hacia 1País mejor, Sergio Abrevaya, se hizo presente en el búnker que esa coalición armó en el centro de la ciudad, en la sede de la Asociación de Personal de Organismos de Control (APOC). Sin participación de militantes y con poca presencia de la prensa, Matías Tombolini, que encabeza la lista en la boleta para diputados, llegó al lugar y recibió por un canal de noticias los primeros datos basados en encuestas a boca de urna que daban a Elisa Carrió como ganadora con una amplia ventaja en Capital Federal. Poco a poco fueron llegando algunos de los militantes del frente que consideraron que hubo poca participación de la población en los comicios.

Tombolini, que obtuvo 3,9 por ciento de los votos, dijo: “La posibilidad de aparecer dentro de una grilla es el objetivo principal, había que cruzar las PASO y estamos encaminados a hacer eso”. “Nosotros estamos cuartos, bien”, finalizó.

Minutos después del cierre de los comicios, el legislador porteño y precandidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores en la Ciudad, Marcelo Ramal, aseveró que “el voto para el FIT es el mejor enfrentamiento al ajuste”. El FIT llegó, finalmente, al 3,8 por ciento de los sufragios. “Seguramente de acá a octubre vamos a crecer electoralmente. Ya tuvimos una experiencia en 2015 donde los votos entre agosto y octubre tuvieron un incremento de un 30 por ciento”, confirmó, esperanzado, el precandidato a legislador porteño por el FIT, Gabriel Solano. “Se han votado 84 leyes en contra de los trabajadores y eso se logró no solamente con los votos del macrismo sino también los del Partido Justicialista y de (Sergio) Massa”, puntualizó.

En ésta elección queda definida la lista de los partidos habilitados para presentarse a la elecciones nacionales de octubre, así como la lista que representará a cada partido político.

Según la Dirección Nacional Electoral (DINE), en CABA hay 2.555.210 electores y 7.386 mesas, con la participación de 16 agrupaciones políticas, de las cuales cuatro presentaron más de una lista.

Actualizado 13/08/2017

 

Precarización bajo el agua

Precarización bajo el agua

Son los protagonistas de conflictos “de temporada”. Sus reclamos llegan a las pantallas de TV durante los meses del verano, cuando la atención periodística se traslada a las playas. Sin embargo, la precariedad laboral golpea a los guardavidas durante todo el año.

A pesar de las leyes 27155 (nacional) y 14798 (de la Provincia de Buenos Aires), sancionadas a mediados de 2015, y de los convenios colectivos de trabajo, muchos trabajadores del sector siguen en negro, realizan tareas que no les corresponden y reciben salarios muy por debajo de las normas vigentes.

Según el Convenio Colectivo 179/91 registrado y homologado en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social el 21 de octubre de 2016, el valor hora para un trabajador guardavidas en blanco debería ser de 161 pesos. A contramano de los índices inflacionarios, esos valores no sufrieron ninguna modificación desde entonces. Actualmente, en Capital Federal hay clubes, hoteles y piletas que pagan menos de la mitad de lo señalado y en negro.

Ezequiel Collazos, guardavidas egresado de la Escuela Municipal de Parque Chacabuco, denuncia que “en la mayoría de hoteles y clubes están pagando 65 pesos la hora”. Y, en diálogo con ANCCOM, subraya: “En uno cuatro estrellas, ubicado por Recoleta, te ubican de recepcionista en un lugar donde el espejo de agua no se puede ver”. Otros guardavidas de la Ciudad, que prefieren el anonimato por temor a represalias en su lugar de trabajo, trazan el mismo diagnóstico.

Pileta de natación con personas en el agua.

En las piletas privadas la regla es la multifunción. Los empleadores exigen que además de cuidar a los bañistas, los guardavidas den clases de acua-gym o natación.

En mi pueblo somos cinco guardavidas de la Dirección de Escuelas y todos estamos precarizados. Estamos en la pileta como `auxiliar con función de guardavidas` sin reconocimiento de actividad riesgosa ni responsabilidad civil”, relata Silvio Rubén Guisande.

Por su parte, Camilo Rey de la Cabina es categórico: “Levantás una baldosa y hay un guardavidas precarizado”. Y Pablo Haderne, del interior de la provincia de Buenos Aires, señala: “En mi zona hay muchísimos precarizados. Por no decir todos. Sobre todo fuera de temporada”.

En la Ciudad de Buenos Aires, de todas las piletas públicas que funcionan en la temporada de verano, sólo las de los polideportivos Martín Fierro y Parque Chacabuco quedan abiertas para el desarrollo del deporte acuático fuera de la temporada de verano. Así, las demás piletas techadas de la Capital quedan en manos de polideportivos privados que cobran un arancel de entre 700 y 1.000 pesos por mes para pileta libre. Esa situación deja desocupados a los trabajadores guardavidas contratados por el Gobierno únicamente para la temporada.

En las piletas privadas la regla es la multifunción. Los empleadores exigen a sus trabajadores que, además de vigilar y cuidar a los bañistas, también den clases de acua-gym o natación, a pesar de que la Ley nacional 27155 establece en su Artículo 7º, inciso “l”, que el guardavidas debe “limitarse a sus tareas específicas dentro del horario de trabajo”.

Por la misma plata nos hacen pasar el barrefondo, echarle cloro al agua, mover los andariveles de lugar, guardar los elementos que dejan tirados los profesores y revisar los carnet de los socios”, grafica Manuel Giménez, guardavidas de una pileta de la cadena Sportclub.

La ley también afirma que “la jornada laboral será de seis horas diarias corridas”, pero tanto el Estado como los clubes y balnearios incumplen sistemáticamente con esa reglamentación. En Villa Gesell y Pinamar los guardavidas municipales trabajan nueve horas de corrido durante toda la temporada. La historia se repite durante el transcurso del año en la Ciudad de Buenos Aires. “En Club DAOM, (ubicado en el Bajo Flores) trabajamos ocho horas de corrido todos los días porque si no, no nos alcanza la plata para llegar a fin de mes”, sentencia Marcial López.

El reclamo sindical es una hoja en blanco. ANCCOM no recibió ninguna respuesta de los sindicatos SIGURA Y SUGARA que nuclean a los trabajadores del sector. Quizás esa sea una de las razones por la cual Franco Caligaris, guardavidas en la Ciudad, enfatiza: “No me manejo con los sindicatos, creo que hay distintas formas de protestar o pedir”. Su realidad es la de casi todos los colegas: cobra menos de 70 pesos la hora, tira los químicos cuando cierra la pileta y trabaja nueve horas por día sin siquiera tener recibo de sueldo.

Ezequiel Collazos posa con un salvavidas.

“En un hotel cuatro estrellas, ubicado por Recoleta, te ubican de recepcionista en un lugar donde el espejo de agua no se puede ver” dice Ezequiel Collazos.

 

Actualizada 14/06/2017