La mala leche

La mala leche

Vaso lleno de leche rebalsando.Dentro de la actual coyuntura económica, la industria lechera argentina ha sufrido las consecuencias de la devaluación y las corridas cambiarias de 2018 y la falta de políticas estatales para el sector. Mientras que muchos tambos cierran, leches, quesos y yogures se encarecen.

Como consecuencia del aumento de la leche, durante 2018, sus productos derivados también incrementaron sus precios. “Lo que nosotros venimos sufriendo hace varios años, pero que se acentuó mucho los últimos meses, es el aumento del costo de esa materia prima casi todas las semanas, es difícil sostener una estabilidad en el costo”, cuenta Federico Chab, miembro de la Cooperativa de Trabajo Séptimo Varón, ubicada en el barrio porteño de Floresta, que elabora productos lácteos derivados de la leche. “No podemos trasladar toda esa suba al precio final de nuestros productos porque nos caerían las ventas, entonces tenemos que hacer un equilibrio, obviamente tampoco podemos no aumentar porque no nos darían los números. Este año, aumentamos entre un 25 y un 30% los productos.”

Según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, dependiente de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, el precio de la leche pagado al productor aumentó, desde noviembre de 2017 a noviembre de 2018, un 58 por ciento, más de 10 puntos de la inflación general estimada de todo el año pasado, que, dicho sea de paso, fue la más alta desde 1991. Sin embargo, muchos productores argumentan todo tipo de problemas, ya que los costos, por la devaluación, subieron casi un 80 por ciento.

Hoy un litro de leche, para el consumidor, supera los 30 pesos, dependiendo de la marca y ubicación del punto de venta y, según el INDEC, para Capital y Gran Buenos Aires dicho valor se incrementó aproximadamente un 40 por ciento durante 2018. De ese valor, que paga cada persona en un supermercado o almacén, el productor recibe un poco más de 9 pesos.  

En cuanto a la distribución geográfica de los productores, la OCLA ha informado que está concentrada mayoritariamente en las provincias de Córdoba (37%), Santa Fe (32%) y Buenos Aires (25%), y en menor medida en Entre Ríos (3%), Santiago del Estero (1%) y La Pampa (1%)

La crisis del sector lechero no es una novedad, aunque se ha visto empeorada por la actual coyuntura económica. “La crisis lechera en principio es larga,  porque nunca hubo un mercado lechero armado, y en momento de fuertes devaluaciones y de abuso de poder de la industria del supermercado queda muy expuesta”,  explica Ignacio Kovarsky, presidente de la Sociedad Rural de Trenque Lauquen e integrante de la Comisión Lechera de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP).  “Con la devaluación de 2018 aumentaron de tal manera los costos que el precio de la leche no lo siguió, y existe un desfasaje entre los precios de los insumos y el precio de la leche”. Desde el punto de vista de los precios, Kovarsky agrega: “El precio sale de dos lados: de la exportación como pueden ser de productos elaborados, o del supermercado, de la góndola que todos compramos”.

La crisis también se relaciona con la composición del mercado y la cadena de valor. “Este es un mercado de cuatro patas: tambo, industria, comercialización y el Estado. El tema son los costos, no solo el porcentaje de ingreso de la lechería que tiene cada uno sino los costos“, argumenta Guillermo Draletti, ex presidente y actual miembro de la Comisión Directiva de la Unión General de Tamberos (UGT),. Y recalca el impacto del aumento del dólar en el sector tambero: “La influencia es muy mala para nosotros, porque nosotros vendemos en pesos. Es más, nos pagan al mes o al mes y medio y en pesos. Y todo lo que compramos, inclusive la energía, lo que está vinculado a repuestos, lo que es maquinaria agrícola, todo eso está dolarizado”.

Según datos de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, que audita 310 empresas, se le paga al productor un promedio de $7,92 por litro de leche, en datos de septiembre de 2018. Por otro lado, los datos del OCLA, que audita 18 empresas, indican un promedio de $8,08 por litro de leche al productor. Esto implica una diferencia del 32,8% con respecto al mismo período del año anterior.

“La situación es muy mala, terminal para muchos tambos. Acá lo que está pasando es que vivimos temas climáticos dramáticos pasando desde inundaciones en muchas cuencas a sequías en 2018, perdiéndose muchas de las reservas de los tamberos, y después una industria que no está pagando lo que debe por la materia prima. Tenemos el récord mundial de brecha entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumidor. Un productor acá está en menos de 20 centavos de dólar el litro y al público está casi un dólar la leche”, explica Draletti. “Somos 10.000 tamberos desparramados en varias provincias, fundamentalmente Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, y las industrias serán un puñado que manejan el 80% de la leche”, agrega.

“En Argentina en los últimos años cerraron más de 600 tambos. En 2018, en Trenque Lauquen  se comercializaron, desde el primero de junio hasta el primero de octubre, más de 4000 vacas de tambos y eso representa, versus la misma etapa del año anterior, un incremento del 60% de las ventas. Lo que está pasando es que se están achicando los tambos, se están vendiendo vacas en producción”, agrega Kovarsky. “Tenemos renta negativa, ya que ni siquiera podemos pagar los costos de producción, el mes de septiembre dio un 0,8% de producción negativa. Estás muy expuesto a los vaivenes económicos, a las devaluaciones y a los manejos del supermercado y la industria”.

Por otro lado, la Secretaría de Agroindustria también indicó que las exportaciones de lácteos crecieron un 24,3%, vendiéndose un total de 170.266 toneladas y siendo los principales destinos Brasil, Argelia y China. El valor total de la venta fue de 519,4 millones de dólares.

Sin embargo, los actores desestiman que el mercado exportador impacte en el precio del mercado interno. “El mercado interno consume 8.500 millones de litros, pero nosotros estamos produciendo, aún en el momento en que estamos, 10.000 millones, o sea tenemos saldo exportable. No influye en el precio al consumidor que se exporte la leche, son incluso industrias distintas” dice Kovarsky. Sin embargo, también resalta que la falta de políticas estatales puede redundar en un faltante de leche por el cierre de los tambos y en un desequilibrio entre la oferta y la demanda: “Si no se hacen políticas pronto, vamos a ir a producir menos de los 8500 millones de litros que necesitamos para el consumo interno, y ahí vamos a estar en un proble

“Siempre hay un choque entre lo público y lo privado”

“Siempre hay un choque entre lo público y lo privado”

De izquierda a derecha: Juan Pablo Fernandez, Luciano Esain y Federico Ghazarossian.

Realizaron giras por todo el país y han tocado en numerosos festivales solidarios: por Mariano Ferreyra en Plaza de Mayo, por Santiago Maldonado en Parque Centenario, en la inauguración de la estación Kosteki y Santillán, por los despedidos del Grupo 23 en el Centro Cultural Kirchner y por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Juan Pablo Fernández en voz y guitarra, Luciano Esain en batería y Federico Ghazarossian en bajo forman Acorazado Potemkin, una de las bandas más interesantes de la escena rockera actual. Como anticipo del show que darán este sábado en Club Cultura, de La Plata, dialogaron con ANCCOM sobre el pasado, presente y futuro del grupo.

Tienen ya tres discos editados: Mugre (2011), Remolino (2014) y Labios del Río (2017). ¿Cómo es el proceso de creación y composición de la letra y de las melodías?

Luciano Esain: Las canciones de Juan salen a partir de un riff de guitarra o un esbozo de melodía, las de Fede de una letra o de una armonía y tratamos de hacerla circular entre los tres.

Federico Ghazarossian: Lo que uno trae cambia radicalmente. El proceso, cuando participamos los tres, es recomponer. Aparece lo que puede aportar el otro, un punto de vista diferente o capaz que camina el tema para otro lado completamente diferente.

LE: Se trata de proponer frente a lo que el otro te tiró, es como un “quiero retruco”.

¿Qué les gusta plasmar en las letras?

Juan Pablo Fernández: Está bueno sentir que realmente estás tratando de entender el momento que te toca vivir, ya sea porque estás en un momento de transición de tu vida personal o porque no podés evitar mirar lo que pasa en el costado de tu vida social. Siempre hay un choque entre lo público y lo privado, como hay un choque entre lo que pasa en la sala de ensayo y lo que pasa cuando querés salir a tocar. En lo verbal como mensaje lo más honesto que podemos hacer es escribir de lo que sentís que te está pasando.

FG: Estamos atravesados por la vida diaria y por la vida personal. Después es trabajar sobre los simbolismos y la belleza, o lo fea que te pueda resultar tal o cual palabra.

LE: Cantar no es solamente decir lo que estás diciendo sino interpretarlo, ponerle un peso emocional que también tiene, en mi caso tocando la batería, un correlato directo con lo que estoy haciendo con las manos y con el cuerpo. Se dice no solamente con las palabras sino con lo que estás proponiendo rítmica o armónicamente.

¿Se definen como un power trío?

LE: Siempre decíamos que el power trío está basado en un virtuosismo más explícito que nosotros no poseemos (risas), somos instrumentistas más intuitivos que el clásico power trío, que tiende a mostrar todo lo que pueden tocar. Nosotros tendemos a acotarnos y a que los arreglos y que las cosas sean simples, entonces trío está bien, de power no sé.

¿Tienen algún estilo que tomen como influencia?

JPF: El rock. Por generación el postpunk o el punk, el indie pero no como movimiento sino como escuchas comunes que nos sirven para pensar lo que hacemos.

LE: Cuando empezás a tocar decís: “Vamos a hacer una banda como tal”, pero después de treinta años de tocar cambiás de música escuchada, en el momento de armar las canciones elegís qué de eso estás poniendo y qué no querés poner.

¿Le pondrían una definición a su sonido?

FG: En la época del MySpace decíamos que éramos “mugre”.

Todos: “Rock punk mugre”.

LE: “Mugre” es lo que no podés escribir, lo que tiene que ver más con la interpretación que con la cosa escrita o establecida.

“Mundo lego”es uno de los temas destacados de Labios de río, el último disco de ustedes. Para esa canción trabajaron con los escritos de una poeta, ¿cierto?

JPF: La autora es Josefina Safiotti, armamos una canción sobre tres poemas de ella. Su libro son dos a la vez: uno que es una mudanza y otro que es una causa judicial por violencia de género, que obviamente se cruzan. Tomamos los poemas de la mudanza, del estar sin casa, de construir ese lego como está en la imagen cuando vos ves la caja y decís “así quiero vivir, así quiero ser”, y después te faltan las piezas, se pierden, se desacomodan. Hay algo de eso en el libro y está escrito con mucha verdad, entonces fue natural entrar a ese mundo y apropiárnoslo. A veces por admiración tomás algo que capaz es triste o es duro pero está escrito con verdad, pueden ser mundos totalmente distintos al tuyo pero cuando están escritos con verdad, con honestidad, con deseo lo podés apropiar o podés jugar a que estás en ese mundo también.

“Rock punk mugre”, se autodefine la banda.

¿Cómo ven la relación del arte con la política?

JPF: Algunas letras son explícitamente políticas como “El pan del facho”, a veces en un país como el nuestro lo público se te mezcla con lo privado. No renunciamos al hecho estético, no es que trabajamos sobre consignas políticas pero no le esquivamos el bulto a esas cosas.

¿Cómo es tocar en festivales solidarios?

JPF: Nosotros conectamos con la parte más emocional y eso acompaña, nuestro trabajo no es el del militante. Siempre reivindicamos al militante que pone el cuerpo. Nosotros conectamos con el costado más emocional que tiene, que es lo que le da sentido a la lucha, conectamos con esa emoción, con los recuerdos, y eso conecta con la gente que lo va a ver y con el espíritu del militante y no sólo con la gestión política. Sentimos que es útil lo que hacemos. Sabemos que muchas veces el festival se apaga y ellos después tienen que seguir negociando, pero en ese momento que estamos los músicos con los trabajadores y están emocionados y están empoderados, es compartir el sentido de por qué se hace lo que se hace.

Sus discos son de libre circulación y descarga, ¿qué desafíos les plantea en términos económicos y de difusión del material?

FG: En su momento era como un agujero negro, lo tomamos de Radiohead que empezó a hacerlo en esa época, y lo más lindo es que ni bien editabas el material lo podía tener una persona que vive en Tilcara o en Ushuaia. Económicamente llegamos a la conclusión de que no nos influía, porque el material que editábamos lo liquidábamos. Nos abrió más puertas por esa rapidez de llegar a cualquier lado con un click. Mugre sale en agosto de 2011 y se regala, el disco sale fabricado recién en marzo de 2012, y ya tenía para esa fecha 13.000 bajadas.

JPF: ¿Sabés lo que es distribuir 13.000 discos? Todo el aparato de la industria cultural tiende a estandarizar, necesita explicar ciertas cosas, encajonar y ubicar ciertos artistas y tendencias. Fue un cambio de paradigma y terminó siendo una política de la banda: el disco sale en el mismo momento en formato físico, en Spotify y gratis para descargar.

¿Cómo fue la experiencia de tocar en México?

FG: Este año nos invitaron a tocar a la Feria Internacional de Música (FIMPRO) en Guadalajara. El FIMPRO es de las industrias musicales de toda Latinoamérica, y el sello se presentó y quedó seleccionado. Argentinos éramos Sofía Viola, Lacandona Social Sound y nosotros, y todos éramos todos muy diferentes. Tocamos en la noche argentina y antes pudimos hacer un show en Guadalajara, en Capilla de los Muertos, también con el grupo argentino Lacandona.

Su último disco lo editaron en 2017, ¿están trabajando en algo nuevo?

JPF: No, en absoluto. Hay un par de ideas dando vueltas pero todavía está fresco el material, todavía está lindo.

Claroscuros de Frida

Claroscuros de Frida

“Al principio me parecía demasiado hacer de Frida Kahlo, no me animaba. Por suerte después dije que sí y fue un proceso muy lindo, muy íntimo. Es la primera vez que hago un unipersonal, así que es un desafío”, cuenta Jimena Anganuzzi, la protagonista de la obra. “Si bien hay mucho sobre Frida, es un personaje tan popular que lo conoce todo el mundo, nosotros queríamos rescatar lo humano, la persona”, agrega.  El unipersonal se llama Frida Kahlo, luces y sombras, se estrenó en agosto de 2016 y cuenta con texto, dirección y dramaturgia de Patricio Abadi.

La obra, que acumula siete premios Teatro del Mundo (en las categorías Dramaturgia, Dirección, Actuación, Escenografía, Vestuario, Iluminación y Fotografía) y una nominación a los Premios Ace en el rubro Actuación, transcurre en el último tiempo de Frida Kahlo, cuando deben amputarle una pierna y está postrada en una cama de hospital. “Ella pasa por todos los momentos de su vida contándolos: cuando empezó a pintar, su romance con Diego Rivera, su militancia, la infancia con sus padres, y a pesar de que la obra es muy dura y muy dramática, también tiene un mensaje positivo y de esperanza que creo que por eso se identifica tanto la gente y sale muy emocionada”, asegura la actriz.

El clima que se genera dentro de la sala tiene mucha intimidad y conexión con el público. “La obra también tiene algo muy expositivo, ella habla al público como en una especie de museo, nosotros fantaseamos con la idea de poder hacer la puesta en un museo”,  confiesa Anganuzzi. “Lo que mostramos es una persona fuerte más allá de todo lo que le pasó, tiene mucho humor también,  un humor negro, mucha sensualidad, intelectualidad. También mucha angustia, porque ella siempre quiso ser madre y tuvo cuatro abortos. Tratamos de mostrar todos los estados de este personaje”.

Actriz interpretando a Frida parada sobre una cama junto a una mesa de luz.

Patricio Abadi abre con esta pieza la tetralogía de las Biografías Ficcionadas. “Yo venía haciendo espectáculos de teatro en los que había demasiada autorreferencialidad, y luego de agotar ese recurso me vi en la necesidad de salir un poco de ese lugar. Las  Biografías Ficcionadas las inauguré con Frida Kahlo, la elegí porque tenía ganas de escribir sobre la vida de una mujer”,  explica el autor. “El mecanismo que uso es una frontera entre lo documental y la subjetividad mía como escritor, es decir, hay datos que son verídicos y hay otros datos que son poéticos, proyecciones, como si yo fuera un narrador omnisciente y protagonista que se mete en la cabeza de ese personaje y fantasea cosas que por ahí no son reales”.

Para este proyecto eligió a Anganuzzi, quien lleva adelante la obra generando emociones profundas. “Jimena es una actriz excelente de teatro y de cine argentino, yo la venía siguiendo hace mucho tiempo, siempre quería trabajar con ella porque me parece que tiene una profundidad única en la escena local, y me parecía que por sus procedimientos actorales podía captar la esencia de Frida, no desde un lugar superficial o aparente sino más bien con el dolor verdadero”,  comenta el director.

“En septiembre subiremos la segunda biografía ficcionada en El Excéntrico de la 18°: vamos a hacer la vida y obra de Herbert Vianna,  que es el cantante de Os Paralamas do Sucesso, que estuvo siete segundos muerto después de un accidente y volvió a vivir, volvió a tocar”,  adelanta Abadi como una primicia a ANCCOM.

“A mí me gusta que el teatro conmueva, entretenga, divierta, haga reír, haga llorar, haga tener ganas de ver teatro. Me parece que si la obra logra conmover o movilizar, ya para mí es muy importante, y seguro que al tocar temas como la no descendencia, el no poder tener hijos, el tener que luchar por un reconocimiento, el tener que luchar contra las penurias de la salud, todas esas cosas me parece que el público las siente muy cerca, entonces ahí me parece que el espectáculo se pone cercano al público”, señala el dramaturgo. “Es una obra con nuestra poética, que le tratamos de dar calidad  y un vuelo, un lirismo, pero no por ello alejarnos de la cultura popular”, concluye.

La obra se puede ver los sábados a las 20, en Avenida Corrientes 1534, hasta fin de julio.

“Hace veinte años que el tango es mi vida”

“Hace veinte años que el tango es mi vida”

Mejor artista masculino de tango de la década.  Mejor cantante de tango por los discos Aníbal Troilo 100 años, grabado en el Teatro Ópera y  Gardel Sinfónico, registrado con la Orquesta Sinfónica de Medellín en un concierto en el aeropuerto de esa ciudad. Nominado dos veces a los premios Grammy. Estos son algunos de los galardones que marcan el camino de Ariel Ardit, nacido en Córdoba en 1974 y que en diálogo con ANCCOM recorre su trayectoria y habla de los shows que brinda los miércoles de mayo a las 21 en Bebop Club (Moreno 364).

¿Cómo fue el inicio de tu carrera y qué te acercó al tango?

El inicio de mi carrera tiene que ver con que vengo de una familia de cantantes de folklore. Finalizando la secundaria mi mamá me preguntó qué quería estudiar, yo le dije que cantar, y empecé a tomar clases de canto lírico. Pasaron los años y en una de estas reuniones familiares donde siempre se cantaba reescuché la voz de Carlos Gardel, ya con la oreja de un estudiante de canto lírico, y descubrí el fascinante mundo de su canto. Yo seguí tomando clases con la intención de ser un cantante lírico en algún momento, pero el destino me tenía preparado un lugarcito con el tango. Sin querer pasé un día por el Boliche de Roberto, en Bulnes y Perón, alguien del barrio me conoció y sabía que yo cantaba, y canté mis primeros dos tangos; esto fue en 1997. Ahí empezó todo porque el Boliche de Roberto fue la vidriera donde me escucharon los muchachos de la Orquesta El Arranque, me tomaron una audición y empecé a trabajar profesionalmente como el cantor de la orquesta en 1999. Y a partir de ahí es que el tango ya me tomó para siempre.

¿Cómo fue tu experiencia con las giras?

Desde el año 1999 que fue mi primera gira a Europa, en estos veinte años siempre he viajado. Las giras lo que te dan es una gran experiencia artística pero también la experiencia de salir de la Argentina y ver el respeto que se tiene por nuestra música, y por la identificación cultural que nos da el tango. No me canso de decir que tal vez el embajador cultural más importante de la Argentina es el tango, y poder ser un transmisor y llevarlo por todo el mundo es algo que me llena de orgullo.

¿Qué sentís con los premios ganados?

Yo gané dos Carlos Gardel con el disco de Aníbal Troilo y con el disco del homenaje sinfónico a Gardel, también tuve dos nominaciones a los premios Latin Grammy con esos discos, y después gané el premio Konex como mejor artista masculino de tango de la década. La diferencia es que cuando uno es un cantante solista lo que hace es poner luz sobre el trabajo de muchísimas personas que trabajan en un disco. Disfruto de los reconocimientos y básicamente de compartirlos con la gente que trabaja conmigo y que muchas veces no tiene la oportunidad de exposición que tiene el cantante que sale en la foto.

¿Cómo fue el proyecto de Gardel Sinfónico en el Colón?

Yo vi un homenaje que se le hacía a Gardel en 1995 con orquesta sinfónica y los solistas de bandoneón más importantes que había en Buenos Aires. Ese año yo había empezado a tomar clases de canto y la sorpresa mía fue que el homenaje era instrumental y que nadie cantaba. Me quedé con la sensación, yo sin ser un cantante de tango en ese momento, que hubiesen estado bien representados también los temas de Carlos Gardel, que se habían hecho para cantar, con la presencia de un cantante. Pasaron los años y al conocer Medellín, hablando con la directora del aeropuerto Olaya Herrera, donde falleció Gardel, le dije que para mí sería importante hacerle un homenaje con orquesta sinfónica. En este caso sentí la necesidad de ofrecerme para hacerlo en el aeropuerto. El 24 de junio del 2015, al cumplirse ochenta años del fallecimiento de Gardel,  pudimos hacer este homenaje sinfónico junto a la Filarmónica de Medellín. Luego quedaba un objetivo: el homenaje en el Colón, también por la anécdota de que Gardel era un asiduo concurrente al teatro y que nunca había podido cantar ahí. El 23 de febrero pasado pudimos realizar el homenaje sinfónico en el Colón.

¿Cómo son estos recitales de Bebop?

En Bebop estamos haciendo un trabajo más íntimo, es solamente con el piano. Siempre el primer trabajo es entre el piano y la voz y a partir de ahí se modula el trabajo orquestal. Por eso decíamos que nos debíamos este formato de piano y voz para llevarlo al público, que la gente conozca la posibilidad de hacer el tango desde la versión más íntima. También un poco era buscar un contraste entre el último disco sinfónico y llegar a resumir el tango a la mínima expresión. Estamos grabando un disco y un DVD para que el audio editado tenga un mejor recorrido en las redes: un disco íntimo, un diálogo entre el piano y la voz que seguramente va a tener un recorrido interesante desde la puesta y desde las imágenes.

¿Qué esperás para tu carrera después del ciclo de Bebop? ¿Qué significa el tango para vos en esta etapa de tu vida?

Me siento muy afortunado de poder llevar adelante todos mis proyectos con el tango desde que empecé a cantar, de poder tener la contención de un público que me es fiel y que responde, y que afortunadamente va creciendo y se va renovando.  El tango, como siempre digo en estos casi veinte años de carrera profesional, me ha dado mucho y yo siempre estoy pensando en nuevos proyectos porque siento que al tango le tengo que devolver todo eso que todo el tiempo me está dando, devolvérselo en nuevos proyectos, en nuevos trabajos, en ser cada vez más serio en mis propuestas y en mis ambiciones. Si yo te lo tuviese que resumir te tengo que decir que hace veinte años el tango es mi vida.

Música con raíces

Música con raíces

Dos propuestas musicales reivindican la cultura de los pueblos originarios en Buenos Aires. Rubén Patagonia encarna una de ellas y Che Joven, otra. El primero acumula un recorrido con la música de 50 años, en los que fusionó el folclore con la denuncia de las problemáticas sufridas por las comunidades nativas de este país. “Fundamentalmente el despojo, la discriminación, el olvido. Y en estos tiempos mucho más, porque se los quiere demonizar, como que están en un estado salvaje, que son los borrachos, los criminales, los que andan armados. Los grandes medios de difusión quieren borrar ese ser humano que cuenta con una cultura totalmente apegada a la Madre Tierra”, puntualiza Patagonia.“Lo esencial en esto es el compromiso real de que la canción, la poesía, la música sirvan para visibilizar la problemática actual de los pueblos originarios de toda Argentina”, agrega.

Rubén Patagonia posando vistiendo un poncho, foto en blanco y negro con fondo de árboles.

Rubén Patagonia, de origen tehuelche, lleva 50 años en el camino de la música.

“Yo no estoy en contra de la industrialización, de todo lo moderno, pero indudablemente en las comunidades, lejos de las grandes ciudades, uno puede vivir tranquilo, en paz”, remarca Patagonia, de origen tehuelche,  nacido en Comodoro Rivadavia y radicado en Córdoba: “Hay una canción que seguramente la vamos a cantar,‘Crónicas de un niño mapuche’, que realmente ve las dos realidades, por un lado el Día del Niño de las grandes ciudades donde se va al shopping a comprar juguetes y los niños de las comunidades que sin tener ningún shopping juegan con lo que tienen en su entorno cosmográfico, no necesitan de plástico” explica.

La combinación de ambas propuestas artísticas tiene larga data. Los músicos ya se presentaron juntos en el pasado Festival de Cosquín. “En realidad venimos, poco a poco, juntándonos con Che Joven. Hay unión y afecto. Me da mucha fuerza para seguir adelante saber que este camino lo van a transitar ellos con un mensaje comprometido con la realidad que nos toca vivir”, dice Patagonia”. Y añade: “Ya estuvimos en Cosquín, estuvimos en el sur y tenemos afinidad en el mensaje y la música que hacemos.”

Che Joven, banda liderada por Pablo y Marino Coliqueo, tiene una trayectoria de 22 años en el ambiente de la música folclórica, y fusiona su sonido con influencias del rock y de otros estilos musicales. “Venimos de un seno familiar donde nuestro papá es de origen mapuche y nosotros nos sentimos mapuches también. Empezamos a mixturar nuestras raíces, lo que mamamos desde pequeños, con los colores del folclore. Eso es Che Joven, una fusión entre la música precolombina y la de las diferentes corrientes migratorias que han llegado a la Argentina”, cuenta Pablo.

Rubén Patagonia y Che Joven posando con puños en alto y guitarras, foto en blanco y negro.

Rubén Patagonia y Che Joven presentan su espectáculo, UlkanFolil-Raíz que Canta, el 19 de mayo en Niceto Club.

El grupo, originario de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, tiene éxito tanto dentro como fuera del país, y está organizando una gira por Latinoamérica que incluye Chile, Bolivia y Ecuador, además de otros proyectos. “Andamos en planes de salir al exterior a la brevedad, ya estuvimos trabajando con la embajada de Bolivia, ahora tenemos un encuentro con la embajada de Ecuador para también ampliar los horizontes de Che Joven y esperamos que este año se concrete lo que estamos anhelando con más fuerza, que es la gira por los países nórdicos, que ya estamos con un precontrato firmado y esperando nomás la confirmación de las fechas”,  refiere Coliqueo.

Ambos hermanos trabajan juntos en la composición de la música y de las letras. Pablo también opina sobre la forma de trabajo que comparten con su hermano: “Es muy fuerte y es maravilloso porque implica lograr que una familia persevere en el tiempo, más allá de la música, más allá del arte, es una coloratura de un pueblo nativo que sigue por medio de dos personas gritando a los cuatro vientos ‘acá estamos’. Y en ese sentido los dos tenemos una convicción muy fuerte: no importa dónde cantemos, cantemos con todo, no importa si hay una persona o hay miles, cantemos con todo, no importa si tenemos un gran escenario con puesta de sonido y de luces o si estamos en el patio de una casa de alguien que nos invitó a comer un asado, cantemos con todo”.

Al hablar de su público, el integrante de Che Joven también confirma que su composición es amplia. “Por suerte la música que hacemos es una música que le gusta al que escucha folclore y le gusta al rockero, de hecho el año pasado hemos sido partícipes de varios festivales de rock y es muy intenso. En los conciertos que hemos dado nos hemos estado presentando en La Trastienda, y se ha llenado la sala con un público variado.” Este sábado 19, junto a Patagonia, tendrán una nueva oportunidad de reencontrarse con sus seguidores. Presentan su espectáculo UlkanFolil-Raíz que Canta, a las 21 en Niceto Club.

Rubén Patagonia con instrumento, foto en colores y fondo de lago.

Rubén Patagonia fusiona el folclore con la denuncia de las problemáticas sufridas por los pueblos originarios.