“No es algo malo ser villero. Algo malo es que te falte comida”

“No es algo malo ser villero. Algo malo es que te falte comida”

Rodrigo Armoa es escritor y es herrero. Es pibe, es hermano de cinco y es padre. No se considera influencer, pero tiene 25 mil seguidores en Instagram. Rodrigo Armoa es amor y desamor, es villa y es vida, pero no es bueno para las biografías. Rodrigo Armoa estudia letras y participa en una obra de teatro. Lleva siempre un cuaderno consigo, aunque pierde las lapiceras. No proyecta a futuro, pero quiere visitar Francia. Rodrigo Armoa es poeta y es villero.

Nació hace 22 años en La Cava, una de esas tantas villas rodeadas de estigma y prejuicios, según considera. Tal vez por ello muchos de sus poemas hablan sobre resistencia y justicia social. “Yo soy villero, no me avergüenzo. Vamos a romper los estereotipos de que eso está mal y de que lo mío era terminar robando, en la cárcel, matando a alguien, o en la droga. Hay mucha gente que logra ir para otro lado, lo que es difícil, porque un poco el mundo te tironea para ese lado. Cuando nacés en un barrio hay muchos derechos que no tenés y hacés lo que podés. Soy villero. Lo voy a usar como parte del arma de escribir, lo voy a reivindicar y voy a demostrar que no es algo malo ser villero. Algo malo es que te falte comida”, dijo en diálogo con ANCCOM.

Rodrigo Armoa no eligió hacer poesía. Ella lo eligió a él. Comenzó escribiendo canciones que pronto se hicieron más cortas, dejaron de lado las rimas y se convirtieron en versos libres. Participó a los catorce años de un taller y descubrió entonces la forma de decir algo que no podía decir de otra manera, la forma de ser escuchado. “Y me encontré ahí con que escribía poesía”, declaró. Hoy es el @poetavillero en Instagram, lo invitan a leer a eventos y le envían mensajes de agradecimiento por sus palabras, incluso desde otros países como Uruguay o España, pero aún así no se considera influencer. Con su cuenta, Rodrigo logró traer la poesía al siglo XXI y a la lógica de redes. En su feed de Instagram priman los fondos blancos y las letras negras con experiencias concretas, encuentros amorosos, dolores reales y, por sobre todo, política.

La poesía
como acto político
de rebeldía
contra las bestias
que mastican
y reparten sobras.

Escribir
como oportunidad
y nunca
como mérito.

La primera foto de la cuenta es un tatuaje. Rodrigo tiene tres. Un mundo en el brazo derecho, la palabra poésie en el pecho y éste: “Ningún pibe nace chorro”. El nombre del perfil lo decidió hablando con una amiga cuando sintió la necesidad de buscar algo que lo identificara: “Lo agarré desde ese lado y empezó a tener impacto. La gente me preguntaba por qué villero y es porque soy de la villa. Y siento que también es de la idiosincrasia de ser poeta. Tener tu lugar y tu territorio. Yo amo el barrio donde nací, me siento muy cómodo. Tengo más miedo cuando estoy afuera que cuando estoy adentro. Ser poeta villero es tener en cuenta lo que va pasando día a día en el barrio. No mirar para otro lado y usarlo como parte de la poesía.”

Además de escribir poesía, dio un taller sobre escritura libre, tiene un fanzine y participa de Quién levanta la mano, una obra de teatro. Forma parte del elenco de Fuera de Foco, un grupo que fusiona la poesía con el teatro, el baile y el rap. “Estamos haciendo obras, funciones y nos estamos moviendo para decir lo que tenemos que decir. Son todos chicos y chicas de la villa que se juntaron para decir cosas. Y ahora estamos aprovechando los espacios para no callarnos. Todo activismo artístico tiene un mensaje claro de justicia social”, comentó.

“Cualquier rama artística tiene algo de política. Si no, no sería arte. Todo lo que hacemos viene de un acto político. El arte tiene que tener esa doble intención. La del impacto estético y lo visual, por un lado, y por el otro lado que te haga pensar en algo que estaba naturalizado, pasando como cotidiano y que no era tan así. Me parece necesario que haya algo que diga ‘no está todo tan bien’. Estoy acostumbrado a que cuenten las cosas la gente que está cómoda en su casa, que siente dentro suyo el dolor de quien la pasa mal, pero que no lo son realmente. Hace falta que lo cuente la gente que la está pasando feo. Y yo creo que gracias a mucha gente tuve oportunidades y tuve el privilegio de poder contar lo que me pasa a mí”, explica.

En sólo dos años Rodrigo superó los 25 mil seguidores en Instagram y sigue creciendo de manera exponencial. Alguna teoría sobre comunicación y los modelos de negocios propone que, si algo tiene impacto, es porque había una necesidad de antemano que buscaba ser satisfecha. Y Rodrigo tal vez la encontró. Compartió su cuenta por primera vez a fines del 2017 y ya a principios de 2018 comenzó a crecer, incentivado, por ejemplo, por la invitación de Mala Fama para leer en un show en el Teatro Ópera. “¿Te gustaría venirte a leer?”, decía el mensaje. Y claro que le gustó.

Tenés un mapa gigante
de América Latina
con puntos rojos en algunos países
Perú, Cuba, Chile, Colombia
lo colgaste al lado de la cama
y me parece una metáfora
que lo cuelgues a un costado
de donde tuvimos
los mejores viajes

En ese entonces, cuando quería escribir sobre algo, se sentaba e iba materializando sus ideas. Ahora lo deja fluir, dice, no pone presiones ni horarios. “Voy dejando que salga solo. Y cada tanto pum, cae una idea y la escribo. Y tiene que ser ese momento porque después se me va. Por ahí estoy caminando con alguien y le digo, ´esperame un cachito que escribo esto´. Llevo siempre un cuaderno en la mochila, pero me pasa que pierdo todas las lapiceras. Así que casi siempre escribo con el celular. Tengo una contradicción porque me gusta escribir en el celular, la estética de las notas es distinta a la del cuaderno, pero me limita borronear y tachar, que a mí me encanta”.

Rodrigo Armoa no es muy lector, pero disfruta de Galeano. La música suena todo el día, mira la tele y escucha la calle. Consume muchos artistas, pero no tiene favoritos. Rodrigo Armoa se intimida con las cámaras al principio, pero luego sonríe y disfruta. A Rodrigo Armoa le gusta confiar en la inspiración y sentirse libre de escribir. Cree que todo arte es político y toda poesía revolucionaria. Rodrigo es poesía.

A Rodrigo Armoa se lo puede ver todos los sábados del mes de septiembre a las 19 horas en el Centro Cultural Freire, Colegiales, con el elenco de Quién levanta la mano.

Paro subterráneo (en suspenso)

Paro subterráneo (en suspenso)

El último martes se incendió una parte de un motor correspondiente a un coche de la Línea E.

La Subsecretaría de Trabajo convocó a una audiencia para este jueves a los trabajadores del Subte y los metrodelegados suspendieron -en principio por 24 horas- el paro de todas las líneas que habían anunciado  para el 12 de septiembre. No obstnte continúan con su reclamo por la falta de boleteros en las estaciones Correo Central y Catalinas. La medida se decidió en un plenario de los gremiales llevado a cabo el martes al mediodía.

“Se acaba de prender fuego un tren en la estación Jujuy -comenzó Pablo Bagnasco, delegado de tráfico de la Línea E- así que estamos con el servicio interrumpido”. La mañana en el ramal Retiro-Virreyes fue movida. O al contrario, no tuvo movimiento. Cerca de las 9 todas las formaciones se detuvieron por un incidente en uno de los coches. “En realidad, es una parte del motor, la resistencia. No hay peligro porque se apaga al instante. Lo que queda es el humo. Por suerte sucedió en la estación”, reflexionó el metrodelegado. Hace tres semanas lo mismo había ocurrido entre las estaciones Independencia y San José, en medio de un túnel que carece de cualquier tipo de evacuación o salida de emergencia.

La Línea E es, desde la inauguración de las estaciones Correo Central, Catalinas y Retiro, la más larga de toda la red. Sin embargo, sólo posee para sus 11,9 kilómetros un total de 15 formaciones, de las cuales funcionan únicamente 11 o, a lo sumo, 12. “Por la extensión deberíamos tener 21. La Línea D es más corta y tiene 23 formaciones. Esto hace que, como mínimo, los trenes funcionen cada ocho minutos, en lugar de cada tres. Los pasajeros nos reclaman a nosotros, como si pudiéramos hacer algo”, declaró Bagnasco añadiendo que muchas veces reciben agresiones verbales por la ineficacia del servicio.

La Línea E es la más larga y tiene doce coches en funcionamiento. Debería tener 21, según los metrodelegados.

La flota está compuesta, en su mayoría, por coches General Electric que tienen entre 50 y 60 años de antigüedad y por otros Fiat, desechos de las líneas D y A. “Son trenes que terminaron su vida útil hace tiempo, según los fabricantes, por lo que las piezas se encuentran en estado de descomposición”, detalla un volante difundido por los trabajadores del Subte y el Premeto.

Aún así, no es ese el motivo principal de reclamo. En las estaciones Catalinas y Correo Central, inauguradas el pasado 3 de junio, no hay oficial permanente en las boleterías, lo que se contrapone con la normativa vigente. Un acta firmada en la Subsecretaría de Trabajo especifica que cada boletería que se habilita debe tener un mínimo de tres personas trabajando en ella. Pero en este caso no hay ninguna. Desde hace ya varios años el subte funciona con un sistema de molinetes para entrar y salir, pero eso no desmerece al personal de las boleterías que, entre otras cosas, carga la Tarjeta Sube de los pasajeros. Ahora, los trabajadores han sido cambiados por máquinas de carga automática y ven peligrar sus fuentes de trabajo. “Lo de las boleterías puede ser el inicio de una mecanización del servicio”, reflexiona Bagnasco.

El paro de cinco horas este jueves no es algo novedoso. El viernes pasado, por la tarde, también efectuaron una medida de fuerza durante cuatro horas. La semana anterior, dos horas a la mañana. El tiempo que dure la cancelación del servicio se irá incrementando conforme sigan fallando las audiencias con la empresa. “Todavía no creo que sea de todo el día, pero vamos por ese camino”, terminó Bagnasco.

Los metrodelegados exigen que se declare en emergencia a la Línea E.

Por otro lado, los reclamos incluyen también en un segundo eje las condiciones laborales y de salubridad. Está confirmado que cinco trabajadores de los talleres de la Línea B poseen infecciones en la pleura, producto del asbesto, un material cancerígeno, hoy prohibido, con el que están construidas las formaciones. El asbesto, el grafito, los ruidos, la carencia de luz solar, la falta de escaleras mecánicas y mantenimiento, la mala frecuencia del servicio, la insistencia en no comunicar los audios de demora en las estaciones y los incendios, son la cotidianeidad para los usuarios y trabajadores de la línea color violeta. Es en ese sentido que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp) insta por que se declare la emergencia en la Línea E.

A las 9:20 de la mañana del martes, Metrovías comunicó que se restablece “el servicio con normalidad”. Pero bien sabemos lo que eso significa: esperar veinte minutos a que el tren haga su aparición. Por lo pronto, el próximo jueves los pasajeros deberán buscar medidas alternativas para trasladarse por la Ciudad.

Desclasifican archivos de los Estados Unidos sobre la última dictadura

Desclasifican archivos de los Estados Unidos sobre la última dictadura

Se desclasificarán 49 mil páginas provenientes del al Archivo Nacional de los Estados Unidos, de los Departamentos de Estado, Justicia y Defensa, de la CIA, el FBI y de otras doce agencias de Inteligencia de ese país.

La desclasificación de archivos acerca de lo ocurrido durante la última dictadura cívico militar en la Argentina tendrá nuevos interpretantes. El proceso de reconstrucción de la verdad que han iniciado hace más de treinta y seis años los organismos de derechos humanos respecto al plan represivo que llevó adelante el Estado terrorista celebra la participación de diecinueve jóvenes voluntarios comprometidos con la memoria y la búsqueda de justicia.

Los practicantes tendrán como responsabilidad relevar y analizar los documentos oficiales enviados por Estados Unidos el pasado 12 de abril, que se corresponden a la cuarta y última tanda de este proyecto de desclasificación iniciado entre el Estado Argentino y Estado Unidos en 2002. Convocaron a la práctica Abuelas de Plaza de Mayo, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Memoria Abierta, junto con el Centro de Investigación, Comunicación e Intervención Social Antonio Gramsci (CICOMIS), de la Facultad de Ciencias Sociales – UBA, y el traductorado de inglés del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”.

Los documentos suponen un material importante para la comprensión y comprobación de las complicidades y los modos de circulación de la información, así como la búsqueda de pruebas sobre la práctica genocida llevada adelante en Argentina entre 1976 y 1983. “El proyecto aportará a la conformación de una base de información procesada e interpretada, a partir de la lectura minuciosa y posterior traducción de dichos archivos sobre la dictadura”, detalla la convocatoria.

Por primera vez participarán jóvenes estudiantes en el trabajo de desclasificación.

Los seleccionados para realizar esta práctica son estudiantes de Ciencias de la Comunicación, Trabajo Social y Relaciones del trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y estudiantes del traductorado del Instituto de Enseñanza Superior Lenguas Vivas: Agustina Castro, Naiara Mailen Maicini, Virginia Pompo, Joaquín Eloy Bousoño, Andrea Ximena Ayestarán, Cecilia Veliz, Guadalupe González Antúnez, Florencia Sosa, Macarena Sandoval García, Lucero Castillo Novoa, Macarena Mina, Mariano Closs, Melina Giselle Santa Cruz, Paula Maureli, Rocío Salazar Cuello, Silvana Bouza y Sofía Maranesi. Serán además voluntarios, por fuera de estas instituciones, Candela Guerriri del traductorado de la Universidad del Salvador y María Laura Escobar del traductorado de la Universidad Nacional de La Plata.

Es la primera vez que se decide trabajar con jóvenes en la desclasificación, lo cual se funda en la importancia del traspaso generacional para la reafirmación del «nunca más». Los practicantes son hoy un puente para la reconstrucción de la Memoria, la Verdad y la Justicia.

En el acto de apertura realizado en la sede de Abuelas el jueves 29 de agosto último, dieron la bienvenida Abel Madariaga, secretario de Abuelas y padre de Francisco Madariaga, restituido en 2010; Verónica Torras, directora de Memoria Abierta, y Marcela Perelman, directora del Área de Investigación del CELS. “Me da orgullo que esto se haya reproducido tanto, por el compromiso que tienen por el país”, comenzó Madariaga, quien añadió luego que leer los documentos no es nada fácil y que en primera instancia puede resultar doloroso.

“Hay datos que solos pueden parecer insignificantes pero puestos en contexto, pueden significar mucho”, dijo. Villela.

Entre los telegramas, informes, memos y cables presidenciales que serán analizados y traducidos, los practicantes podrán encontrar testimonios en primera persona de las atrocidades cometidas por los genocidas, conversaciones transcritas entre la cúpula militar y el gobierno estadounidense e informes que dan cuenta de la complicidad en la trama de delitos entre Buenos Aires y Washington. Las 49 mil páginas (en inglés) pertenecen al Archivo Nacional de los Estados Unidos, a los Departamentos de Estado, Justicia y Defensa, a la CIA, al FBI y a otras doce agencias de Inteligencia de ese país.

La desclasificación de documentos oficiales ha sido un reclamo sostenido por los organismos de derechos humanos y se inscribe en la Ley de Acceso de Información de Estados Unidos que permite a otros Estados consultar y solicitar registros de estos organismos.

Estuvieron también presentes en el acto las autoridades de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, Diego de Charras, Larisa Kejval y Sebastián Comellini, del Centro de Investigación en Comunicación Antonio Gramsci, Alicia Entel, Gabriela Bustos y Ianina Lois; y del Instituto de Enseñanza Superior Lenguas Vivas Gabriela Minsky. Para todos ellos, la importancia de traducir los documentos y hacerlos accesibles para toda la población es fundamental para garantizar el derecho a la verdad y funcionan, además. como prueba en los juicios por delitos de lesa humanidad.

La desclasificación de los archivos ha sido un reclamo constante de los organismos de derechos humanos.

Carolina Villela, integrante del equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo introdujo a los practicantes en la tarea que deberán desarrollar y luego de repasar las instancias en las que se realizaron las primeras desclasificaciones, mencionó algunos ejemplos sobre la importancia de estos documentos. “Hay datos que solos pueden parecer insignificantes, pero deben estar atentos, porque puestos en contexto, pueden significar mucho”. Villela invitó al coordinador del área jurídica de Abuelas, Alan Iud, a contar en detalle el caso del memo que sirvió para prueba en el juicio Plan Sistemático de Apropiación de Menores, que en julio de 2012 condenó, entre otros, a Jorge Rafael Videla a 50 años de prisión y a Reynaldo Bignone a 15, que luego la Cámara confirmó en 25 años. 

El documento del que habló Iud es una comunicación del año 1982, entre el entonces embajador argentino Lucio Alberto García Solar y Elliott Abrams, alto funcionario de la Secretaría de Estado norteamericana, “lo que sería un vicecanciller acá en Argentina”, explicó a los estudiantes que deberán comenzar a familiarizarse con cargos y nombres de las instituciones estadounidenses.  En aquel memo, que desde Abuelas pidieron expresamente volver a desclasificar porque tenía tres párrafos borrados, se informa que los desaparecidos están muertos, pero sus hijos han sido entregados a otras familias para ser criados y que la decisión de Bignone era no revisar el tema. Ese documento fue crucial para probar que existió un plan y que sus responsables estaban en pleno conocimiento porque eran los ejecutores de las órdenes. Iud agregó que Abrams, incluso, fue llamado a declarar en el juicio y que ratificó los dichos en el memo, que él mismo había redactado, según testificó desde Washington, por video conferencia.

Información como esta, más o menos explícita, podrán encontrar los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y del Lenguas Vivas, quienes deberán ir completando e interpretando con la ayuda de las tutoras de los organismos de derechos humanos y los profesores y profesoras que se han sumado a esta iniciativa académica y de intervención, para la reconstrucción de la memoria colectiva de la Argentina.

A 40 años de su visita, vuelve la CIDH al país

A 40 años de su visita, vuelve la CIDH al país

“La Comisión ha llegado a la conclusión de que, por acción u omisión de las autoridades públicas y sus agentes, en la República Argentina se cometieron durante el período a que se contrae este informe –1975 a 1979– numerosas y graves violaciones de fundamentales derechos humanos”, concluye el informe producido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) en diciembre de 1979. Tres meses antes, representantes de la CIDH habían visitado Argentina y recolectado denuncias y testimonios, marcando con ello un punto de inflexión en el devenir de la última dictadura cívico-militar. Este 6 de septiembre, con motivo del aniversario número 40 de aquella histórica visita, la Comisión vuelve a nuestro país.

Todavía resuenan en la memoria de los argentinos los gritos de aliento de José María Muñoz, el festejo en el Obelisco tras la victoria del Mundial Juvenil de Japón, el micro de la Selección ingresando por la Avenida 9 de julio y la ciudad entera, las casas y las vidrieras, los autos y las ventanas, todo empapelado bajo el lema “Los argentinos somos derechos y humanos”. Y es que aquella euforia coincidió además con la llegada de la CIDH a Buenos Aires, y qué mejor que los miembros de una de las entidades del sistema interamericano de protección de derechos humanos vieran lo felices que eran los argentinos, todos sujetos de derechos, todos seres humanos.

Delia Giovanola, se define como la última Abuela Fundadora que queda hoy en la institución de Abuelas de Plaza de Mayo. En ese entonces, cuando vino la CIDH era una Madre, de esas primeras que caminaban en Plaza de Mayo junto con Azucena Villaflor y unos pares más, cuyos rostros ya no recuerda. Delia daba vueltas a la pirámide reclamando por la desaparición de su hijo, Jorge Oscar Ogando, quien había sido secuestrado junto a su pareja Stella Maris Montesano, embarazada de ocho meses.

El 6 de septiembre de 1979 “fue un antes y un después”, declaró Delia a ANCCOM. Y continuó: “Porque hasta ese día que vino la Comisión Interamericana yo buscaba a mi nieto nacido en cautiverio. A partir de ese día busqué un niño rubio de ojos celestes que nació el 5 de diciembre del ‘76”.

Su día había comenzado en Ballester, donde residía y aún lo hace. Tomó el Tren Mitre hasta Retiro y desde la estación terminal un colectivo hasta Plaza de Mayo. Caminó desde allí hasta Avenida de Mayo al 700, donde funcionaba el espacio de la OEA para recolectar denuncias. No obstante, antes de llegar al final de la fila, un grito la detuvo.

¡Delia! escuchó proveniente desde un montón de gente. Era Erenia López Osorio, una vieja compañera de cuando, joven, residía en La Plata. Erenia tenía información crucial para Delia Giovanola y estaba yendo a declararla, pero se encontró antes con su destinataria. Le contó entonces que había hablado con Alicia Carminati, una ex-compañera de celda de Stella Maris Montesano, y le había contado sobre la fecha exacta y las condiciones del parto de Stella. Delia no recuerda nada más de aquel día. Ni siquiera sabe si llegó a ingresar a la oficina donde funcionaba la Comisión.

(Archivo ANCCOM ) Museo de la Memoria,ex ESMA, donde funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura cívico militar (1976-1983).

Graciela Lois, representante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, tampoco recuerda exactamente la conversación que tuvo con la CIDH, pero sí puede volver a sentir la sensación de alivio y descanso que la invadió en el ‘79 cuando la Audiencia que tenía programada Familiares con la Comisión se llevó a cabo. Y es que los meses anteriores habían sido un verdadero caos. Graciela fue una de las impulsoras de la visita de la Comisión, para lo cual había recolectado con Familiares desde 1976 cartas de denuncias que enviaban a la sede de Estados Unidos. “Después vimos la necesidad de solicitar que la Comisión viniera aquí. Y esto se empezó a trabajar desde el 78. Esa visita se fue prolongando y finalmente vinieron en septiembre (del 79). Para esa época ya teníamos registrados más de 1100 casos”, declaró a ANCCOM, añadiendo luego que se había tomado el tiempo para armar estadísticas y gráficos según edad, sexo y profesión de los casos.

*Toc-toc, se escucha en la puerta de servicio.

Cuando Graciela y su compañera abren, se encuentran con un policía uniformado y un secretario de juzgado diciendo que tenían que revisar porque había una denuncia. “Se llevaron nuestros archivos, los testimonios de la gente. Así que antes de que viniera la CIDH tuvimos que correr y armar todo de nuevo. Hubo bastantes tropiezos antes de la llegada de la CIDH. Pero así todo logramos hacer una buena entrevistas”, agrega la representante de Familiares. Aquel organismo no fue el único allanado previo a la visita de la OEA. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y la Liga por los Derechos del Hombre también fueron intervenidos. Se buscaba desaparecer los documentos y acusar a los organismos de estar manejados por organizaciones guerrilleras, agregó Graciela Lois. 

La falsa entrevista de Thelma Jara de Cabezas con la revista Para Tí también tuvo ese mismo propósito. El mismo día que la CIDH pisó Buenos Aires, la revista Para Ti publicó en su tapa un reportaje titulado “Habla la madre de un subversivo muerto” donde Thelma Jara de Cabezas desacreditaba las denuncias de las Madres. Previo al encuentro con los periodistas, le habían comprado un vestido y la habían llevado a la peluquería. Le hicieron incluso una sesión de fotos en Uruguay para disimular lo que Thelma realmente era: una detenida más del principal centro clandestino de detención, tortura y exterminio. Así lo recuerda Carlos Muñoz, un compañero de detención de Thelma que se encontraba trabajando como mano de obra esclava en la ESMA. Él supo una semana antes que venía una Comisión de Derechos Humanos al país. “Al principio tuve muchas dudas, no sabía si era cierto, si era verdad. En algún momento dudamos de si no era una excusa y en realidad nos iban a matar a todos”, recordó en diálogo con ANCCOM. Finalmente, la madrugada del 30 de septiembre de 1979 los subieron a un vehículo militar y los llevaron hasta la Prefectura Naval del Tigre y desde allí en una lancha hasta la Isla El Silencio. “A los que estaban en Capucha los llevaron a la noche. Alrededor de ocho y diez compañeros no llegaron a la Isla -agregó- fueron en todo sentido trasladados”.

La Comisión permaneció en Argentina del 6 al 20 de septiembre de 1979. Durante su estadía recorrió los principales campos clandestinos de detención de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Rosario y las cárceles de Devoto, Caseros y Rawson. Realizaron además varias entrevistas con la Junta Militar y con los organismos de derechos humanos. Recolectaron 5580 denuncias de secuestros y desapariciones.

Tras un mes de aislamiento en El Silencio y posterior a la partida de la Comisión, a los detenidos los retornaron a la ESMA, que ya había sufrido modificaciones edilicias. Se había eliminado el ascensor que iba desde la planta baja hasta el segundo piso (los dormitorios de los oficiales) y se había cortado la escalera que llegaba desde Capucha hasta el Sótano. Las modificaciones tenían como propósito desacreditar los testimonios que ya habían llegado a manos de la CIDH. “Quisieron tapar el sol con una mano”, comentó Muñoz.

En aquel entonces, Carlos Muñoz trabajaba como mano de obra esclava falsificando documentos en la ESMA. No era esa la única labor que realizaban quienes estaban bajo esa condición. Algunos, por ejemplo, trabajaban en la imprenta realizando calcos: una bandera argentina de fondo con un registro en negro: “los argentinos somos derechos y humanos”.

El pasado 11 de agosto a Delia Giovanola, que a pesar de tener 93 años sigue yendo a votar, le tocó la mesa número 118. En diciembre del 2015 había recibido otra de esas noticias que nuclearon la totalidad de los recuerdos del día: Martín, su nieto, había aparecido, convirtiéndose en la restitución número 118. Ese día Martín recuperó su identidad. Ese día volvió a tener derechos.

A Carlos, hoy trabajador del Espacio Memoria y Derechos Humanos, el día de su llegada a la ESMA, le asignaron un número, el 261. Y lo llamaron así mientras estuvo en Capucha. No fue sino hasta el último día, que le concedieron la libertad, que el jefe del grupo de tareas le dijo “Bueno, Carlos”. “Ese día volví a ser Carlos”, recuerda. Ese día volvió a ser humano.

“Que la Comisión venga hoy me parece que reafirma el compromiso de la defensa de los derechos humanos, de la libertad, de la Constitución y de los básicos conceptos para poder vivir en democracia. Bienvenido reafirmar 40 años después la pelea contra toda dictadura”, sintetiza Carlos Muñoz.

Como hace cuarenta años, la CIDH arribará a Buenos Aires el 6 de septiembre y dará inicio a su agenda a las 10 de la mañana con la inauguración de una muestra temporaria en el Ex Centro Clandestino de la ESMA, que incluye testimonios, objetos y documentos de la visita del ´79. “El ocultamiento de la ESMA: La verdad se hace pública” podrá visitarse de martes a domingos entre las 10 y las 17.

(Archivo ANCCOM) Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA).

«El Estado es responsable»

«El Estado es responsable»

La imagen de Santiago Maldonado se hizo presente nuevamente en todo el Centro porteño.

“Acá tendría que armar Santiago Maldonado”, recuerda una inscripción en la entrada de la principal feria de El Bolsón. A no más de cincuenta metros, testimonios de sus amigos rememoran los tatuajes que él mismo les había grabado. En la esquina, un local de comida rápida tiene su nombre pegado en la vidriera bajo la premisa ¿Qué pasó con? Ayer, en Plaza de Mayo y en muchas otras plazas del país, el rostro de Santiago Maldonado volvió a sostenerse en alto, ya no para preguntar ¿Dónde está? sino para exigir saber ¿Qué hicieron con él? 

El primero de agosto de 2019 se cumplieron dos años de la desaparición forzada de Santiago, cuyo rostro sigue presente no sólo en la  feria artesanal de plaza Pagano, sino a lo largo y ancho del país. Las principales sedes de marchas y convocatorias en reclamo de justicia y repudio al cierre de la causa Maldonado ayer se vieron en Río Negro, Rosario y Buenos Aires.

En el acto central de Plaza de Mayo al que asistieron miles de personas, sólo hubo dos oradores. Sergio Maldonado, hermano de Santiago y su pareja Andrea Antico, quien leyó una carta que había escrito Santiago antes de su desaparición. Sergio, por su parte, decidió hacer un listado de los y las responsables de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago, encabezada por el mismísimo Presidente de la Nación. Mauricio Macri, “porque su silencio e indiferencia legitiman la violencia que imparten las Fuerzas Armadas”. 

«¿Qué pasó con Santiago Maldonado?», fue la pregunta repetida en las pancartas y consignas del acto.

La columna principal ingresó por Diagonal Norte. La CORREPI, la Asociación de Profesionales en Lucha y el Servicio Paz y Justicia encabezaban la marcha, seguidos de varias agrupaciones de izquierda, como el Nuevo Más y el PTS. “Basta de impunidad”, “justicia por Santiago” y “no al cierre de la causa” fueron las principales consignas, que se repetían incesantemente en gritos y carteles. También acompañaron a la familia Maldonado organismos de Derechos Humanos como Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), H.I.J.O.S, entre otros. Y por supuesto, junto a ellos, la presencia en la memoria de los 30 mil desaparecidos de la última dictadura cívico-militar, y más acá en el tiempo Rafael Nahuel, Facundo Ferreira, los chicos masacrados en Monte y otras tantas víctimas de gatillo fácil.

Patricia Bullrich, “por permitir la represión, festejar la impunidad y deshumanizar a Santiago”, prosiguió Sergio Maldonado. Lo de Santiago no fue sólo la desaparición. Fue el secuestro, la tortura, la muerte, el encubrimiento. Fue compararlo con Walt Disney, decir que se había ahogado porque no sabía nadar. Fue denunciar que la familia recibía un subsidio, implantar pruebas, fueron los rastrillajes río arriba y río abajo. “Se habla como esto de un hecho aislado, de que a Santiago lo que le pasó, le pasó solo, porque no sabía nadar. Entonces, esta idea de convocar a la sociedad a que acompañe el reclamo de la familia tiene que ver, sobre todo, con que hay un Estado que está ausente en el acompañamiento a las víctimas y muy presente en el acompañamiento a los victimarios, por este sostenimiento institucional de que la verdad está en las fuerzas represivas y no se sigue investigando”, reflexionó Manuel Gonçalves Granada nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo en diálogo con ANCCOM. Y advirtió: “Si una represión como la que se vivió ese día queda impune, como claramente se está direccionnado desde los poderes del Estado, lo que estás haciendo es dejando una puerta abierta para que haya una nueva represión en otro momento y un nuevo Santiago Maldonado”.

Pablo Noceti, “por ser abogado de genocidas”, continuó Sergio. Santiago fue el inicio, o al menos la profundización, de una brecha con el Estado, de una forma de gobierno basada en la represión y la violencia contra los que combaten y reclaman. En la Plaza de Mayo pudo constatarse que hoy Santiago es más que una víctima. Es un símbolo. Porque en Santiago está la lucha por las causas justas, por las disidencias y los invisibilizados, pero también la impotencia por el accionar del Estado. La causa es emblemática, considera María Elena Naddeo, representante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, porque expresa la lucha contra el paradigma represivo de la ministra Patricia Bullrich. “No es solamente Santiago. Es Santiago, es Rafael Nahuel, son todos los pibes del gatillo fácil. Es un reclamo profundo para que retroceda este gobierno que está violentando todos los derechos”, termina.

Desde Macri hasta los jueces de la causa, Sergio Maldonado mencionó uno a uno a los responsables del destino de su hermano.

Claudio Avruj, “por negar la desaparición de Santiago”, dijo también Sergio. El Estado asesina a una persona cada 21 horas, recita Maldonado durante el acto, tras recordar que mientras se velaba el cuerpo de su hermano, la prefectura asesinaba a Rafael Nahuel. El avance de las políticas represivas y el retroceso en materia de Derechos Humanos es cada vez más evidente. El haber sido partícipe de la desaparición de una persona es, para Sandra Moresco, representante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, la primera aberración que cometió el gobierno. La segunda, fue no haber mostrado ninguna intención de esclarecer el caso, sino por el contrario, encubrirlo y taparlo.

Daniel Barberis, “por alterar las declaraciones de los gendarmes”, apuntó después Sergio. Cerca del mediodía, la noticia de que el Gobierno de la Ciudad no permitiría el armado del escenario para el acto en Plaza comenzó a circular. Myriam Bregman, que estuvo presente en aquella discusión detalló luego a ANCCOM: “Son todos símbolos que se van instalando. Quieren sacarnos de la Plaza y que no se hable más de Santiago Maldonado porque tienen, precisamente, un proyecto desde el gobierno muy fuerte de dar una imagen completamente diferente de la Gendarmería, de mandar pibes a la Gendarmería. Por eso mi mensaje es claro. A mí no me da lo mismo que un chico esté en un cuartel o no”.

Gonzalo Cané, “por representar al Ejecutivo en la causa”, agregó Sergio. El comentario de Bregman no es casual. Los dos años de la desaparición de Maldonado se cumplen en un contexto de exaltación de las Fuerzas Armadas en general y la Gendarmería en particular, tras la instauración del Servicio Cívico Voluntario, que pretende educar a los jóvenes en valores democráticos y republicanos, según argumentó la ministra Bullrich. Organizaciones civiles y de Derechos Humanos se han manifestado en contra de esta política, y el mismo Sergio Maldonado lo condenó en su discurso: “Para los chicos se necesita salud y educación, no un Servicio Cívico Voluntario”, sentenció.

Los organismos defensores de los derechos humanos acompañaron a la familia Maldonado.

El juez Guido Otranto y la fiscal Ávila, “por permitir que el Ministerio de Seguridad sea parte de la investigación”, argumentó Sergio. Al finalizar su discurso, Maldonado pidió conformar un grupo de expertos independientes para garantizar una investigación imparcial. La causa aún es confusa y las pruebas no son confiables. Nora Cortiñas no descarta que se eleve la causa a un tribunal internacional, en caso de ser necesario.

Germán Garavano, “por el silencio”, acusó Sergio. La primera foto viral de Santiago la publicó en Facebook Sergio, con el título “Es mi hermano X favor difundir”. Allí detallaba las condiciones en las que había sido visto por última vez el 1 de agosto del 2017 durante el operativo realizado en el Pu Lof en Resistencia Cushamen. Lo encontraron 78 días después. En el río. Sin vida.

El juez Lleral, “por no haber investigado y haber dormido la causa durante más de un año”, agregó Sergio. En noviembre de 2018 cerró la causa “con un gesto hasta grosero en cómo se dirigieron a la mamá de Santiago, diciéndole “Bueno señora, hasta acá”, recordó Nora Cortiñas a ANCCOM. “El trato que han recibido los padres, la familia, ha sido muy similar al que recibimos las Madres durante el terrorismo de Estado. El acto de hoy es un acto donde se va a ratificar la denuncia y el pedido de reapertura de la causa. Con Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora acompañamos y queremos que el Estado deje de mentir. Insistimos. Es desaparición forzada seguida de muerte aunque el gobierno lo siga negando o tapando. Esto fue así y algún día van a tener que pagar los responsables”.

El Estado, “por responsable”, concluyó y sintetizó Sergio Maldonado.