Dic 6, 2018 | Géneros, Novedades

Arte Trans nació en 2010 por iniciativa de un grupo de mujeres pertenecientes al colectivo transgénero, movidas por su deseo de actuar. Actualmente recibe a todo tipo de persona que quiera acercarse a colaborar.
Arte Trans tiene su sede en Colón 451, partido de Avellaneda, en un edificio que la Municipalidad comparte con la universidad local. Pero esto no siempre fue así. Los inicios de la organización han sido duros e improvisados. Sin un lugar fijo donde poder reunirse y ensayar, este fue solo el primer obstáculo a saltear. “Nunca tuvimos una sede, pero estábamos tranquilas porque el marido de la anterior presidenta (Daniela Ruiz), tenía una florería y abajo un gran salón y las asambleas las hacíamos ahí. Pero siempre teníamos que alquilar una sala para hacer funciones”, dice Emma Serna, presidenta de la cooperativa desde 2016, el mismo año en que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires las declaró de Interés Cultural.
La organización nació en el 2010 por iniciativa de un grupo de mujeres pertenecientes al colectivo transgénero, movidas por su deseo de actuar. “Éramos un grupo de chicas que queríamos hacer obras de teatro y costaba mucho, aún sigue costando, encontrar productoras y emprendedores que nos contemplen. En ese momento había toda una oleada donde, por ejemplo, salió la Ley de Matrimonio Igualitario. Hubo una ampliación de derechos para el colectivo muy importante. Nuestra personería jurídica y nuestra matrícula salió el mismo día que se sancionó la Ley de Identidad de Género (9 de mayo de 2012). Fue un broche de oro”, explica Serna.
A fines del 2016 la actual presidenta se hizo cargo de la cooperativa, la florería cerró y las integrantes de la organización tuvieron que abandonar su lugar de reunión y repartirse los equipos con los que contaban: luces, consolas de sonido y bafles que habían logrado conseguir a través de subsidios estatales. Hoy el panorama es complicado ya que muchas de las chicas que integran la organización sufrieron el ajuste del gobierno de Mauricio Macri. “En la cooperativa, cada compañera cobraba una ayuda social y una parte se destinaba a un fondo común que lo utilizábamos para gastos administrativos. Era un incentivo que no resolvía todo, porque era una ayuda social nada más, pero cuando eso desapareció se notó muchísimo”, dice Serna a la vez que explica que actualmente se financian -principalmente- a partir del alquiler de sus equipos y de los ingresos que perciben por cada función.

Actualmente la Organización se financia principalmente a partir del alquiler de sus equipos y de los ingresos que perciben por cada función.
En 2017 consiguieron una sede estable en la que pueden guardar sus cosas y realizar presentaciones gracias al contacto establecido con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Comparten el espacio con otros artistas dedicados al canto, la acrobacia y el tango. Allí Arte Trans brinda su propio taller de teatro dictado por una de las trece socias que integran la cooperativa. También ofrece otros talleres de teatro y de ritmos urbanos de forma gratuita en el Centro Cultural Alfonsina Strorni y en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
La cooperativa comenzó integrada sólo por mujeres trans, sin embargo, actualmente está dispuesta a recibir a todo tipo de persona que quiera acercarse a colaborar. Así lo enfatiza Serna: “Hoy es abierta al colectivo LGBTI+H (incluye a personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales y heterosexuales). No nos interesa qué orientación sexual tienen ni cuál es su elección de género, sino que quieran cooperar con la causa y que lo tomen como un espacio artístico donde poder llevar adelante proyectos, sueños, metas”.
Los sueños son algo que todas las integrantes tienen muy presente y así lo destaca Nicole Cagy, socia fundadora de la cooperativa, en el ciclo de entrevistas que realiza por Youtube: “No hay que reprimir los sueños. Siempre soñamos con algo y nada es inalcanzable, todos podemos concretarlos”. Sobre la importancia de aceptarse a pesar de no encajar con el modelo impuesto por la sociedad y los medios, agrega: “Cuando empezás a ser genuina con vos misma y empezás a mostrarte tal cual sos, la aceptación viene sola por parte de la sociedad”.
El colectivo trans sufre constantemente la mirada peyorativa de los demás. “Hay siempre una sobreexigencia y creo también que es una cuestión de género. A las mujeres siempre se les exige más. Nos dicen ¿Tienen material para ver? ¿Se les ve mucho el cuerpo? ¿Dicen malas palabras? Sigue estando en algunas personas esta cuestión de que se nos asocia a la vulgaridad, a la cosificación constante, a lo poco profesional, a lo de medio pelo. Es algo que está en la sociedad”, remarca Serna y continúa: “No es siempre show, plumas y brillos. Eso está bárbaro y a mí me encanta, pero con Arte Trans demostramos que podemos hacer muchas otras cosas, no solo eso”.
La cooperativa va derribando barreras y mitos asociados al colectivo. Se trata de “Deconstruir lo que se suele pensar sobre nosotras. No somos solo carnaval. Sino que podemos mostrar algo bien dramático como La casa de Bernarda Alba”, sostiene Estefanía Menzel, tesorera de la cooperativa que además hace cámara, luces y edición del programa que se emite por Youtube todos los viernes a las 21 llamado El mundo según ellas.

Geraldine Carrizo, María Pía Martignone y Lourdes Arias en uno de los ensayos de la obra «La Irredenta» a reestrenarse en la temporada de verano.
El clásico de García Lorca forma parte de una de las tantas presentaciones teatrales que la cooperativa tiene en su haber, entre las que además se destacan Made in Lanús, y una adaptación de El fantasma de la ópera que han decidido llamar El fantransma de la ópera. En esta versión, el fantasma “se identifica con lo femenino, se empieza a maquillar y no entiende lo que le pasa hasta que descubre su interior y termina aceptando su condición”, cuenta Cagy que es la impulsora de esta novedosa intervención en el argumento de la novela de Gastón Leroux.
Entre los proyectos a futuro en los que se encuentran trabajando se destaca la obra de teatro (próxima a reestrenarse en la temporada de verano) La irredenta, de Beatriz Mosquera. El argumento, ubicado en la Argentina de los años ochenta, se centra en la historia de cuatro mujeres que ejercen la prostitución y luchan por cambiar su estilo de vida movidas por distintos sueños como casarse y formar una familia.
Arte Trans es un ejemplo de cooperativa de autogestión que vive en primera persona el desfinanciamiento y no baja los brazos. Es hecha a pulmón con lo que está al alcance y, sobre todo, con las ganas de aprender de sus integrantes. Menzel asume sin vergüenza que aprendió a editar a través de tutoriales e hizo un curso de fotografía, pero remarca que no es fotógrafa. “Todas hacemos todo. A mi hay muchas cosas que nadie me enseñó. Ni a producir, ni a arreglarme, ni a maquillarme. Hacemos lo que podemos con nuestras herramientas a nuestro modo”, destaca Serna. La realidad de cada una es distinta “pero todas somos iguales en el sentido de que la calle te discrimina igual, no te pregunta si fuiste a la universidad o si estás trabajando en una esquina. El que te discrimina todos los días no lo sabe ni le importa”, concluye.
Nov 28, 2018 | Culturas, Novedades

«J. Timerman» la nueva obra de Eva Halac presentada en el Centro Cultural San Martín.
Jacobo Timerman fue un periodista de origen ucraniano que llegó a la Argentina con tan sólo cinco años. Nacionalizado en nuestro país, se inició tempranamente en el periodismo y fue fundador de algunos de los medios más importantes de la última mitad del siglo XX, como los semanarios Primera Plana y Confirmado, y el diario La Opinión. La dramaturga y licenciada en Ciencia Política, Eva Halac, cuenta los motivos que tuvo para “subir” a Timerman a escena: “Lo elegí porque lo vi como un gran personaje de teatro. Es un hombre con pasión, con contradicciones, con situaciones que lo obligan a tomar decisiones, a poner en juego sus convicciones, sus afectos y sus valores.”
Además, la autora señala que tuvo una vinculación con La Opinión al momento de la fundación del diario, en 1971: “Mi padre (nota de la re: el dramaturgo Ricardo Halac) fue periodista muchísimos años y de hecho trabajó con Timerman en el suplemento cultural de La Opinión. Fue un momento donde se conjugaba literatura y periodismo. Ése es el recuerdo que había en mi casa”. Halac se sirvió de un lenguaje que le resultaba ya familiar para crear la atmósfera de la época, que coincide con un momento de inflexión en la vida de Timerman.
Guillermo Aragonés, que interpreta a Timerman, precisa el acierto de la directora en cuanto al recorte histórico realizado: “Eva lo ubica en tres hechos muy puntuales: primero, el casamiento de la hija de (Alejandro) Lanusse, que yo lo recuerdo siendo adolescente, como un evento social muy importante. Segundo, el levantamiento de Azul y Olavarría , que fue producto de una interna del Ejército y, por último, el aniversario de la muerte del Che. Tres hechos muy significativos que sucedieron casi al mismo tiempo. Es un marco de fiesta y tragedia.”
Aragonés trabajó con Eva Halac en Café Irlandés, obra de la dramaturga donde también aparecieron personajes vinculados al periodismo -como Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez- y en la que comenzaron a construir el personaje de Timerman. Al respecto, el autor comenta: “Fue complejo. Hay una parte mía, generacional, de admiración hacia Timerman por haber sido tan importante en el mundo del periodismo. Yo no soy parecido físicamente pero debía hacer algo que me alejara de mí y me acercara al personaje, así que, además de leer y estudiar, lo observé en reportajes, en donde yo pude captar algo su manera de hablar, su comportamiento, no para imitarlo sino para entender su mundo interior y su forma de ser, que se ve reflejada en la voz.”
El actor precisa, en diálogo con ANCCOM, las características que se destacaban en Timerman: “Tenía apoyaturas en algunas letras, una cadencia judía que de a ratos abandonaba y seguía con una tonada porteña. También me puse a leer lo que él leía y a construirlo desde su interior y su inmenso universo cultural.”

El simbolismo del espacio tiene una fuerte pregnancia en el espectador, que no puede sacar los ojos de la escena que se desvanece mientras otra comienza a construirse.
La obra transcurre en un espacio vallado, donde los personajes se encuentran como “en tránsito”, no hay objetos análogos con la realidad. No se ve un escritorio, pero sin embargo se puede sentir que está en una redacción. Y si no se ven los invitados, el espectador es transportado al casamiento de la hija de Lanusse. El simbolismo del espacio tiene una fuerte pregnancia en el espectador, que no puede sacar los ojos de la escena que se desvanece mientras otra comienza a construirse.
La gente sale del teatro comentando, haciéndose preguntas, discutiendo animadamente. Uno de los espectadores, el periodista Jorge Landaburu, comenta: “El personaje logrado es Timerman. Yo trabajé con él y tenía todas esas cosas tremendas. Está muy bien captado y la obra es linda de ver”. También forma parte del público la actriz Rocío Sueiro: “No necesitás saber nada de historia ni política porque parece un thriller. Me encantó”, subraya.
La obra está dirigida a un amplio público; por un lado, los mayores encuentran personajes, acontecimientos y hasta melodías que formaron parte de sus vidas y, por el otro, los más jóvenes van a ver la acción y sentir la tensión de una época muy convulsionada, se van a despertar interrogantes sobre nuestra historia y van a conocer a un hombre con un gran poder y con la capacidad de influir sobre otros desde la redacción de un diario.

La obra está dirigida a un público amplio, desde personas mayores que quieran revivir momentos significantes de su vida, hasta jóvenes interesados en la historia.
«J Timerman» se presentará los jueves, viernes y sábados a las 20:30 y los domingos a las 20, en el Centro Cultural San Martín hasta el 9 de diciembre
Nov 1, 2018 | Culturas, Novedades

Como un aporte creativo para resistir al ajuste que sufren la cultura y la ciencia: así surgió el “Primer Encuentro de la Ciencia y el Arte” (ECA). El objetivo propuesto por los organizadores es sencillo y a la vez ambicioso: realizarlo todos los años, y dedicarlo a un hito de la historia artística y científica de nuestro país. Para no olvidar, para exigir y por qué no, para celebrar. En su primera edición se decidió homenajear al mítico Teatro Abierto. La actividad tuvo este lunes pasado y ANCCOM estuvo ahí para contarlo.
Iluminando el camino
Minutos antes de las 18, empezó a poblarse el Pasaje Santos Discépolo del barrio de Balvanera, con una mixtura de actores, cientistas, espectadores y simples curiosos. En ese lugar se encuentra el mítico teatro El Picadero, lugar donde se realizó la apertura del encuentro. Allí, Peteco Carabajal y su hijo Homero dieron la bienvenida al ritmo de una chacarera. Luego, la ciencia y la magia se combinaron en Matemagia, el espectáculo de Andrés Rieznik, físico y divulgador científico.

Peteco Carabajal abriendo el ciclo en el Pasaje Santos Discépolo.
Desde El Picadero partió la caminata que desembocó en la Avenida Corrientes, encabezada por un grupo teatral compuesto por saltimbanquis, zanqueros y brujas. El recorrido se detuvo en el Obelisco, sitio donde las llamas de fuego iluminaron la noche, mientras se ofrecían espectáculos teatrales, shows musicales y diversos números científicos. Otra parte de los espectáculos callejeros se realizaron en el ingreso al Paseo La Plaza, sobre Avenida Corrientes al 1660.
Entre las personalidades más destacadas que participaron de los espectáculos al aire libre cabe mencionar a Susana Rinaldi, al conjunto de percusión La Chilinga, a grupos de teatro callejero dirigidos por Héctor Alvarellos, el Grupo Las Estatuas que dirige Diego Goethe, y las compañías de Teatro Comunitario de Catalinas Sur y Barracas, comandados por Adhemar Bianchi y Ricardo Talento.
Mientras el Obelisco se “iluminaba” de arte, en el Teatro Multitabarís Comafi (cuesta aún acostumbrarse a teatros históricos con auspiciantes colados en su nombre) se presentaron con entrada libre y gratuita obras correspondientes al ciclo Teatro Abierto 1981 (“Gris de ausencia” de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Agustín Alezzo, y “Decir Sí” de Griselda Gambaro, dirigida por Guillermo Cacace). Además se brindaron espectáculos de danza (a cargo de Leticia Mazur, Valeria Polorena y Ana Echeverría) y ciencia (a cargo de Gerardo Hochman, Nadia Chiaramoni, Cristian Palacios y Paula Brusca).

Susana Rinaldi en el Centro Cultural de la Cooperación.
Teatro Abierto, país cerrado
Sobre el germen del ECA, Alejandra Darín, presidenta de la Asociación Argentina de Actores, comentó: “Un día se acercaron (a la Asociación) a pedir una reunión Pepe Novoa y Gerardo Mazur, me reuní con ellos y me contaron que tenían ganas de que la ciencia y el arte se unieran en un evento que fuese simbólico para nuestra comunidad, los artistas y los científicos”. La organización, reconoció Darín, llevó su tiempo: “Empezamos en febrero, nos llevó todo este tiempo organizarlo, convocando a las otras entidades. La idea es hacerlo todos los años y que cada edición tenga un leitmotiv, un recordatorio o consigna. Este año será a los creadores de Teatro Abierto”, sostuvo.
Recordemos su historia: durante la última dictadura cívico-militar, en 1981, un grupo de hombres y mujeres crearon este evento emblemático, faro de la resistencia cultural al terrorismo de Estado. El terrorismo de Estado quiso acallarlo poniendo una bomba en el Teatro El Picadero y provocando su incendio, lo que motivó que otras salas teatrales se pusieran a total disposición. El Teatro Tabarís fue elegido para continuar con el ciclo, siendo homenajeado en esta primera edición del ECA.

La ciencia y el arte unidos bajo la consigna «Iluminando el futuro».
“Víctimas de una derecha ignorante y cruel”
Uno de los momentos más emblemáticos de la tarde-noche se vivió cuando el actor Osvaldo Santoro leyó la carta escrita por Roberto “Tito” Cossa para la ocasión. La potente misiva hizo hincapié en la experiencia de Teatro Abierto, y su correlato en el presente: “Teatro Abierto fue el mayor foco de resistencia cultural a la dictadura cívico-militar, no el único pero sí el que tuvo mayor repercusión. Casi 40 años después Teatro Abierto sigue vivo en la memoria de quienes lo vivimos, y por el relato que le llegó a las nuevas generaciones. De su ejemplo nace hoy este encuentro”.
“Juntarnos hoy científicos y artistas tiene un sentido significativo. Ambos colectivos fuimos y volvemos a ser víctimas de una derecha ignorante y cruel. Nuestros científicos fueron aporreados alguna vez y muchos de ellos tuvieron que exiliarse. Los artistas sufrimos los mismos maltratos. Censura, persecución; la derecha vuelve a ganar. Con otros métodos pero iguales intenciones”, agregó tajante Cossa, en la voz de Santoro.

Personalidades destacadas que participaron de los espectáculos al aire libre .
El espacio de la ciencia
Diego Golombek, investigador del CONICET, dialogó con ANCCOM, y, respecto a la convocatoria, reconoció que “fue una muy grata sorpresa, vino de parte del colectivo de artistas que organizaron el encuentro, a quienes se les ocurrió que la ciencia debía acompañar este gran evento. No es común considerar a la ciencia como hermana del arte, en el sentido de que son miradas complementarias para comprender el mundo, para ejercer la imaginación y la creatividad”.
Golombek destacó además la originalidad de la propuesta, y lo maravilloso que resultó poder imprimirle una impronta científica a la programación. A la hora de hablar de la actualidad de su campo, se puso serio y sostuvo: “Está claro que la ciencia en Argentina no está pasando por un buen momento, tanto en lo presupuestario (porque los fondos se han reducido en estos años, junto con las posibilidades laborales) como en el lugar que ocupa en la cultura y en el Estado en general. Sigue habiendo grupos de excelencia, y universidades con muy buena formación, pero sin duda que su continuidad está en riesgo”.
La actividad contó con las adhesiones de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la Cátedra de Morfología de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la UBA, de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) y de las Universidad Nacional de Avellaneda, General Sarmiento, Hurlingham, de las Artes Quilmes y San Martín. Por otro lado, entre otras instituciones que también adhirieron a la movida estuvieron la Asociación Argentina de Actores (AAA) y el Centro Cultural de la Cooperación, la Sociedad General de Autores de Argentina (ARGENTORES) y la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI). Por unas horas, la ciencia y el arte se abrazaron para resistir mejor en este escenario.
Oct 18, 2018 | Culturas, Novedades
En su décimo primera edición, vuelve el Festival Internacional de Teatro Pirologías, que incluye producciones teatrales internacionales que se exhiben -hasta el sábado 27 y con entrada gratuita- en localidades tan diferentes como San Martín, Villa Ballester y José León Suárez, entre otras. Además, se presentará un adelanto de lo que el año próximo será el Primer Festival Internacional de Teatro de Títeres. La movida es presentada por la Municipalidad de San Martín, cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y reivindica el acercamiento de estas expresiones artísticas al Conurbano.
Pirologías nació en el año 2007, tomando fuerza desde el interior de la Compañía Nacional de Fósforos, asociación teatral surgida hace 15 años y gestionada por Juan Manuel Caputo, Cristian Palacios y Paula Brusca. “Cuando lo pensamos en el 2007, el objetivo principal del festival fue hacer algo en la zona donde vivíamos. Ese fue el primer objetivo. Nosotros nunca tuvimos sala propia y esa era nuestra manera de hacer algo en el barrio. Y por otro lado, la idea era recibir a gente que nos había recibido en el exterior. Por eso, después de ese primer objetivo, que era más casero, la movida se fue transformando, porque a medida que pasaban los años el festival se hacía más grande, más ambicioso”, comenta Palacios, integrante de la Compañía Nacional de Fósforos.
“Desde que hacemos teatro, nunca nos quedamos sentados, esperando. Cuando conocí a Cristian y a Paula, yo iba con la tercera edición del festival y ahí entendí que no alcanza con hacer las cosas, también hay que tratar de moverlas. Es abrir otras puertas, mover otras energías. Inevitablemente una cosa lleva a la otra y la cosa se repite y se potencia”, agrega Caputo, que se sumó a la Compañía desde la segunda edición del festival.
El evento ha albergado numerosas producciones de diversas partes del mundo. Este año, Venezuela, Brasil y Chile son los países invitados, mientras que la sección En Foco hará eje en las producciones teatrales del Gran Buenos Aires para visibilizar la inmensa actividad de esta parte del país. Al mismo tiempo, esta edición 2018 servirá de plataforma de despegue para el Primer Festival Internacional de Teatro de Títeres, que se realizará en 2019.
En ese sentido, la Compañía Omar Álvarez Títeres, iniciada de la mano de Claudio y Omar Álvarez en Buenos Aires en 1987, juega un rol clave. “Veníamos viajando mucho por todo el mundo, haciendo giras por Asia, Oceanía, Medio Oriente. Veíamos trabajos y soñábamos con traerlos a nuestro barrio”, comenta Omar. Él y su hermano, además, poseen su propia sala teatral ubicada en Villa Ballester, en el Partido de San Martín, que actualmente oficia como sede central del festival.
En cuanto al lanzamiento del Festival Internacional de Títeres, Omar afirma que es necesario para este momento crítico de la Argentina. “Y no justamente porque esté todo bien, porque es un momento muy crítico para pensar una movida internacional. Es un momento en el que las salas se cierran, los presupuestos se recortan y la actividad se resiente muchísimo. Pero justamente por eso es que entendemos que hay que hacerlo”, dice y añade: “Tiene que ver con una posición como gestores y como artistas en el lugar y en el tiempo en el que estamos. Porque entendemos que es parte de una resistencia cultural y de una actitud de encuentro con el otro. Mientras tengamos la puerta del teatro abierta, tenemos que ir por estas cosas”.
Además de la sección de Teatro Internacional y del foco en los grupos teatrales del Gran Buenos Aires, en Pirologías se desarrollan diversas secciones. “El festival cambia un poco cada edición, de acuerdo a lo que pida la curaduría. No tiene una línea estética, no hay un solo lenguaje, hay de todo: danza, títeres, música”, comenta Palacios. En esta línea, hay funciones de teatro para niños, espectáculos de danza y circo, recitales, mesas de discusión y seminarios para los artistas y la comunidad.
Además, este año, tomarán mucha fuerza no solo la sección de Teatro de Títeres sino también un ciclo especial de obras dedicadas al vínculo entre teatro y ciencia. Y se realizará una retrospectiva de obras de la Compañía de Fósforos. Por último, se presentará el teatro bonzai, que consiste en un ciclo de obras breves de artistas y referentes de San Martín.
Caputo afirma que con el festival no solo se le da visibilidad a lugares a los que no se puede acceder habitualmente, sino que además se puede ir a hacer teatro mostrando creaciones de otros países o del propio. “Es muy difícil que aquí podamos ver cosas de Córdoba, La Rioja, y estamos en el mismo país y lo vemos muy poco… pero este festival también lo permite”.
Finalmente, Álvarez afirma: “En el encuentro nos pensamos, nos discutimos. Nos revisamos, nos reconfirmamos en esa identidad propia del conurbano. Y eso lo favorece esta instancia de encuentro”. Toda la programación del ciclo se encuentra en www.pirologias.com.ar.

Jul 10, 2018 | Culturas, Novedades, Te puede interesar

“Al principio me parecía demasiado hacer de Frida Kahlo, no me animaba. Por suerte después dije que sí y fue un proceso muy lindo, muy íntimo. Es la primera vez que hago un unipersonal, así que es un desafío”, cuenta Jimena Anganuzzi, la protagonista de la obra. “Si bien hay mucho sobre Frida, es un personaje tan popular que lo conoce todo el mundo, nosotros queríamos rescatar lo humano, la persona”, agrega. El unipersonal se llama Frida Kahlo, luces y sombras, se estrenó en agosto de 2016 y cuenta con texto, dirección y dramaturgia de Patricio Abadi.
La obra, que acumula siete premios Teatro del Mundo (en las categorías Dramaturgia, Dirección, Actuación, Escenografía, Vestuario, Iluminación y Fotografía) y una nominación a los Premios Ace en el rubro Actuación, transcurre en el último tiempo de Frida Kahlo, cuando deben amputarle una pierna y está postrada en una cama de hospital. “Ella pasa por todos los momentos de su vida contándolos: cuando empezó a pintar, su romance con Diego Rivera, su militancia, la infancia con sus padres, y a pesar de que la obra es muy dura y muy dramática, también tiene un mensaje positivo y de esperanza que creo que por eso se identifica tanto la gente y sale muy emocionada”, asegura la actriz.
El clima que se genera dentro de la sala tiene mucha intimidad y conexión con el público. “La obra también tiene algo muy expositivo, ella habla al público como en una especie de museo, nosotros fantaseamos con la idea de poder hacer la puesta en un museo”, confiesa Anganuzzi. “Lo que mostramos es una persona fuerte más allá de todo lo que le pasó, tiene mucho humor también, un humor negro, mucha sensualidad, intelectualidad. También mucha angustia, porque ella siempre quiso ser madre y tuvo cuatro abortos. Tratamos de mostrar todos los estados de este personaje”.

Patricio Abadi abre con esta pieza la tetralogía de las Biografías Ficcionadas. “Yo venía haciendo espectáculos de teatro en los que había demasiada autorreferencialidad, y luego de agotar ese recurso me vi en la necesidad de salir un poco de ese lugar. Las Biografías Ficcionadas las inauguré con Frida Kahlo, la elegí porque tenía ganas de escribir sobre la vida de una mujer”, explica el autor. “El mecanismo que uso es una frontera entre lo documental y la subjetividad mía como escritor, es decir, hay datos que son verídicos y hay otros datos que son poéticos, proyecciones, como si yo fuera un narrador omnisciente y protagonista que se mete en la cabeza de ese personaje y fantasea cosas que por ahí no son reales”.
Para este proyecto eligió a Anganuzzi, quien lleva adelante la obra generando emociones profundas. “Jimena es una actriz excelente de teatro y de cine argentino, yo la venía siguiendo hace mucho tiempo, siempre quería trabajar con ella porque me parece que tiene una profundidad única en la escena local, y me parecía que por sus procedimientos actorales podía captar la esencia de Frida, no desde un lugar superficial o aparente sino más bien con el dolor verdadero”, comenta el director.
“En septiembre subiremos la segunda biografía ficcionada en El Excéntrico de la 18°: vamos a hacer la vida y obra de Herbert Vianna, que es el cantante de Os Paralamas do Sucesso, que estuvo siete segundos muerto después de un accidente y volvió a vivir, volvió a tocar”, adelanta Abadi como una primicia a ANCCOM.
“A mí me gusta que el teatro conmueva, entretenga, divierta, haga reír, haga llorar, haga tener ganas de ver teatro. Me parece que si la obra logra conmover o movilizar, ya para mí es muy importante, y seguro que al tocar temas como la no descendencia, el no poder tener hijos, el tener que luchar por un reconocimiento, el tener que luchar contra las penurias de la salud, todas esas cosas me parece que el público las siente muy cerca, entonces ahí me parece que el espectáculo se pone cercano al público”, señala el dramaturgo. “Es una obra con nuestra poética, que le tratamos de dar calidad y un vuelo, un lirismo, pero no por ello alejarnos de la cultura popular”, concluye.
La obra se puede ver los sábados a las 20, en Avenida Corrientes 1534, hasta fin de julio.