¿Dónde están Julio López y Santiago Maldonado?

¿Dónde están Julio López y Santiago Maldonado?

A once años de la desaparición de Julio López, testigo clave en el juicio que condenó a cadena perpetua al genocida Miguel Etchecolatz, y a 48 días de la desaparición forzada de Santiago Maldonado en el Pu Lof Cushamen, una multitud se reunió en La Plata y Plaza de Mayo para exigir, una vez más, “aparición con vida” de ambos y la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Organismos de Derechos Humanos, sociales y políticos nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia organizaron la jornada y responsabilizaron a la Policía bonaerense por la desaparición de López y a la Gendarmería por la de Maldonado. Como sucedió en las últimas marchas, en la desconcentración hubo un pequeño grupo de personas que intentó generar un clima violento, pero los manifestantes lograron aislarlos y desactivarlos.

Actualizada 19/09/2017

Otra peligrosa puesta en escena frente a las cámaras

Otra peligrosa puesta en escena frente a las cámaras

 

«Digan sus nombres si no quieren ser los próximos Santiago Maldonado”. Uno a uno, los detenidos tras la represión policial en las inmediaciones de la Plaza de Mayo tras la masiva marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado escucharon la amenaza que les heló la sangre. El operativo reveló innumerables irregularidades que obligaron a la liberación de treinta detenidos después de un fin de semana encarcelados. “La sumatoria de todas las situaciones que tuvieron que padecer desde que los detiene la Policía convierte a esta represión en una de las más graves de los últimos meses”, evaluó María del Carmen Verdú, abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), en diálogo con ANCCOM.

La mayoría experimentó las 55 peores horas de su vida. Detenidos en cuatro comisarías diferentes fueron víctimas del mismo procedimiento: incomunicados, despojados de sus pertenencias -algunas de ellas aún no han sido devueltas-, sin contacto con familiares o abogados, sin comer. Y una de las mujeres fue obligada a desnudarse para ser fotografiada.

El operativo reveló innumerables irregularidades que obligaron a la liberación de treinta detenidos después de un fin de semana encarcelados.

“Hubo una operación del macrismo junto a la Policía para correr de eje la foto de la marcha y poner en su lugar la de unos violentos que rompen cosas y la Policía heroica que detiene a esos violentos y los tienen un fin de semana presos“, subraya Ezequiel, de Antena Negra TV y uno de los trabajadores de prensa detenidos.

Su reconstrucción coincide con la mayoría de los testimonios. “Según la Policía, a mí me detienen 20:30 por tirar una valla, mientras que lo hicieron alrededor de las 22:00. Creo que a nadie lo detuvieron a la hora o en el lugar que decía el informe”, puntualizó.

Esas incongruencias fueron advertidas por la Justicia. El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi terminó por ordenar la liberación.

Santiago, compañero de Ezequiel, estaba haciendo la transmisión en vivo desde la base de Antena Negra y confirmó que, a las 20:40, sus compañeros estaban haciendo su tarea en vivo con sus celulares.

 

Detenidos en cuatro comisarías diferentes fueron víctimas del mismo procedimiento: incomunicados, despojados de sus pertenencias -algunas de ellas aún no han sido devueltas-, sin contacto con familiares o abogados, sin comer.

En diálogo con ANCCOM señaló que “muchos medios como América, TN, Canal 13, hablaron de ‘los detenidos por los incidentes’, ‘los que provocaron los incidentes’, incluso cuando ya se había demostrado que fue bastante armado”. Y advirtió: “Hasta el día de hoy no escuchamos a nadie que se haya retractado”.

Otra detenida fue Paola, estudiante de fotografía. “Había unas cinco personas que golpearon el vallado que separa la Casa Rosada de la Plaza y empezaron a incentivar a más personas a que continúen con los disturbios. En el momento que me detienen se escuchaban balazos por mi espalda. Recibí patadas por parte oficiales de sexo masculino”, reconstruyó consultada por ANCCOM. Con la caída, se rompió la cámara. La llevaron a la parte de atrás del vallado, justo el mismo lugar donde minutos antes unas personas la tiraron. “Esas personas eran oficiales civiles. No nos decían porque estábamos detenidos, ni a dónde nos iban a llevar. Me sentí perseguida por las fuerzas del Estado”, agregó.

El traslado hasta la comisaría fue otra película de terror. «Nos llevaron con dos dos testigos. Esos testigos eran oficiales civiles. En el trayecto, un chico pide ir al baño. Ninguno de los oficiales quiso soltarle los precintos ni escoltarlo. Él terminó orinándose encima. Uno de los ‘testigos’ acotó ‘ojala que vuelvan la época de los vuelos’», recordó.

Paola advirtió también que en la comisaría el trato fue «pésimo». «Desde pedir hielo y calmantes para el codo y que no te lo den, hasta preguntar la hora y que los oficiales te contesten con una risa. Pasamos tanto tiempo encerradas, sin ver el sol ni escuchar los ruidos de la calle que no sabíamos qué hora era”, subrayó. Y recordó: «Cada cuatro horas pasaban por las celdas. Nos pedían nuestros datos personales y familiares (por más de que ya se los habíamos brindado), anotaban nuestro color de piel, de ojos, tipo y color de pelo, si lo teníamos con tintura o no. Nos preguntaron nuestra orientación sexual. Querían generar terror en los detenidos”.

 

Uno a uno, los detenidos tras la represión policial en las inmediaciones de la Plaza de Mayo tras la masiva marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado escucharon la amenaza que les heló la sangre.

Verdú continúa trabajando en el caso sobre dos ejes. Por un lado la recopilación de material audiovisual para reconstruir los hechos y poner a disposición del Juzgado. “Por otro, estamos reuniendo todas las evidencias necesarias para demostrar que todos los jóvenes a los que estamos defendiendo ( y no tan jóvenes, como el docente que estaba comiendo una pizza en la calle Bernardo de Irigoyen y pagó $320 pesos a las 22:13 pero su expediente dice que lo hallaron 20:18) para demostrar y acreditar las falsedades y la arbitrariedad de esas detenciones, con el fin de imputabilizar a la Policía. Si primero no mostramos esa situación no es posible avanzar”, le explicó a esta agencia.

Según la abogada de la CORREPI, en las indagatorias se armaron cuatro grupos a los que se les imputa la misma conducta y eso coincide con quienes fueron trasladados en los mismos camiones”. “Acá hubo fue una decisión política de ir directamente hacia la gente con cámaras o con cualquier elemento que permitiera registrar lo que la Policía hacía. No hubiera habido un cuarto de millones de personas en la Plaza de Mayo, sino hubieran desaparecido a Santiago Maldonado”, reflexionó.

Ezequiel contó que en las largas horas de hostigamiento, hubo dos momentos que lo llenaron de esperanza. El primero fue cuando logró ver lo que pasaba afuera de la comisaría 15 de Chacarita donde  estaba detenido porque uno de los policías estaba mirando TN. “Yo no sabía si a nuestra detención se le había dado trascendencia o no, qué había pasado. Una vez que me detienen quedé totalmente incomunicado”, recordó. Familia, amigos y compañeros trataron de hacerles llegar el mensaje de que los estaban acompañando. Frente a la comisaría, nunca dejaron de hacer sonar bombos de percusión. “Escuchaba la música y sabía que era para nosotros”, subrayó.
El segundo momento fue cuando les dijeron que la declaración se adelantaba un día. “Yo no veía la hora de salir”, destacó. “Quiero agradecer al SiPreBa (Sindicato de Prensa de Buenos Aires), al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, a AnRed (Agencia de Noticias en Red), a RNMA (Red Nacional de Medios Alternativos) porque nos acompañaron en todo momento”, completó.

Actualizada 06/07/2017

 

 

¿Dónde está Santiago Maldonado?

¿Dónde está Santiago Maldonado?

¿Hasta cuándo debemos preguntarnos ‘dónde está Santiago’?”, exclamó desde el escenario Sergio Maldonado, su hermano. Cientos de miles lo acompañaron en la pregunta. A un mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, miles de personas se reunieron en la Plaza de Mayo y varias ciudades del país para exigirle al Estado la aparición con vida del joven platense de 28 años que el 1 de agosto acompañaba el reclamo de la agrupación mapuche Pu Lof, reprimido por la Gendarmería.  

Organismos de Derechos Humanos, organizaciones políticas, sociales y sindicales protagonizaron una masiva movilización que apuntó sus críticas más filosas a la figura de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El reclamo replicó, además, en diferentes ciudades del mundo.

Tras la desconcentración, un pequeño grupo generó destrozos en los alrededores de la Plaza de Mayo, y se inició una violenta persecución y represión policial que dejó 30 detenidos -entre ellos trabajadores de prensa- y una veintena de heridos. Hasta el lunes -según denunció María del Carmen Verdú, referente de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)-  todos ellos permanecerán alojados en diferentes comisarías de la Ciudad e incomunicados. Señaló que muchos golpeados con saña y acusados de intimidación pública, atentado y resistencia a la autoridad.

El acto central había comenzado poco después de las 17. Familiares y amigos de Maldonado fueron recibidos por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Sergio Maldonado inundó la Plaza con lágrimas y emoción. “El gobierno pareciera negar su propia existencia”, dijo sobre las respuestas oficiales al caso. Y reclamó una investigación “seria e imparcial”.

Lo único que hicieron fue cuestionar a Santiago, a sus amigos y a mi familia. A la señora ministra le pido que de un paso al costado”, dijo sobre el accionar de Bullrich. Al nombrarla, la respuesta instantánea fue una ola de silbidos y cantos al son de “Fuera Bullrich, fuera Bullrich” y “Qué se vaya, qué se vaya”.

“¿Hasta cuándo debemos preguntarnos dónde está Santiago? Tenemos que soportar declaraciones de funcionarios que lo único que hacen es sembrar dudas y confusión”, advirtió.

La movilización se gestó con la caída de la tarde. Desde que el sol comenzó a descender, familias y amigos se abrazaron por las calles aledañas a la Plaza. Y marcharon con una misma bandera. “Venimos a exigirle a Estado que devuelva a Santiago como se lo llevaron, vivo”, le dijeron a ANCCOM cinco jóvenes secundarias desde una de las columnas más nutridas de la marcha.

“No puede ser que en democracia la Gendarmería se lleve a una persona”, acotó Facundo, otro compañero de escuela.

Camino al escenario central, ANCCOM dialogó con Luaka, mapuche de una organización autoconvocada en Capital Federal. “En este momento están avanzando sobre la tierra y todos los elementos naturales, y Santiago estaba defendiendo nuestra lucha. Los mapuches estamos defendiendo la tierra para toda la sociedad”, subrayó. Y agregó: “Hay una zona entre Argentina y Chile que no tiene ni bandera mapuche ni argentina ni chilena, sino suiza. Se está vendiendo todo a las empresas internacionales y de esto nadie quiere hablar”.

La comunidad mapuche a la que Santiago acompañaba pide que se les reconozca el derecho sobre esas tierras. El actual dueño de esos terrenos en disputa es el empresario italiano Benetton. El 1 de agosto Maldonado acompañaba la protesta sobre la ruta 40 en la que pedía la restitución del líder de la comunidad Ionko, Facundo Jones Huala. Más de 100 gendarmes lo reprimieron con el objetivo de garantizar la libre circulación.

Rubén López, hijo de Jorge Julio López, también estuvo ayer en la Plaza. “Le ofrezco un abrazo” al hermano de Santiago, le dijo a esta agencia. Antes de subirse al escenario central, agregó: “Este caso es distinto porque está claro que alguien de la Gendarmería está encubriendo su desaparición”. Además, advirtió que la reacción del gobierno fue totalmente distinta. “Tanto el gobierno provincial como el nacional hasta el 10 de diciembre de 2015 nos estuvieron acompañando. Hoy a la familia de Santiago el Gobierno no los acompaña y para peor los tratan de que no lo quieren ayudar”, explicó. Concluyó con una dura crítica a quienes comparan los casos de desapariciones en democracia. “No se los permito porque nunca salieron a reclamar ni por mi viejo, ni por Luciano Arruga, ni por Miguel Núñez ni por tantos otros desaparecidos en democracia, no se lo permito moralmente”, puntualizó.

Otro de los presentes fue Fernando Jones Huala, hermano de Facundo. Una vez finalizado el acto, dialogó con este medio y dijo que la movilización demostró “un gran nivel de conciencia por parte de la sociedad”. Y agregó: “Es esa misma conciencia con la que Santiago Maldonado llega a acompañar nuestra comunidad. Lo que está sucediendo con él es un ataque a las agrupaciones que tengan una propuesta política e ideológica diferente a la del gobierno argentino, que es dar palos, balas y cárceles, y en el máximo de los casos, desaparición física de las personas”.

Actualizado el 3/9/2017

Con vida lo queremos

Con vida lo queremos

A diez días de la desaparición de Santiago Maldonado en Chubut, miles y miles de personas se concentraron en Plaza de Mayo para exigir su aparición con vida. La masiva convocatoria fue organizada por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS Capital, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH), la Comisión de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), entre otros organismos de derechos humanos.

El joven tatuador de 28 años, oriundo de La Plata, había llegado a Cushamen para acompañar el reclamo ancestral del Pueblo Mapuche por la devolución de sus tierras, actualmente en manos del empresario italiano Carlo Benetton. Al día siguiente, martes 1º de agosto, en medio de un violento operativo de Gendarmería en la Comunidad Mapuche “Pu Lof” en Resistencia, departamento de Cushamen, testigos afirman haber visto a Santiago siendo capturado y golpeado por gendarmes para luego ser subido a un móvil de esa fuerza. A partir de ese momento, ya nada se supo de él. Desde entonces, miles de personas a lo largo de todo el país, desde integrantes de ONGs hasta figuras políticas, personalidades del mundo del espectáculo y el propio Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas alzaron sus voces para exigir su aparición. Pero hasta el momento, las investigaciones no arrojaron ningún resultado positivo más que desinformación y declaraciones polémicas de parte de las autoridades gubernamentales responsables.  

En la tarde del viernes 11 de agosto, bajo una fina y persistente llovizna que no desalentó a la multitud reunida en Plaza de Mayo, el cielo plomizo reflejaba el clima de desesperanza ante la repetición de un hecho tan doloroso y a la vez tan indignante, sobre todo para la historia reciente argentina: la desaparición forzada de una persona, esta vez en pleno gobierno constitucional. Junto a los miembros de la familia Maldonado y a los referentes de organismos de Derechos Humanos estaban presentes el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y familiares de Jorge Julio López, Miguel Bru y Luciano Arruga, desaparecidos en democracia, víctimas de la violencia institucional.

El hermano de Santiago junto a Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel.

Antes de comenzar el acto, frente a la consigna de bajar los carteles y pancartas identitarias de las diversas agrupaciones políticas por haberse decretado la veda electoral –a dos días de las PASO- los manifestantes levantaron una única bandera, la imagen de Santiago Maldonado, dejando a un lado las diferencias para unificarse en un solo reclamo: su aparición con vida. Miles de personas entonaron al unísono el cántico que nació como grito de resistencia al régimen de terror de la última dictadura militar: “Ahora, ahora /resulta indispensable/ aparición con vida y castigo a los culpables”.

Uno de los que sumaba su grito a la consigna era Basilio Serantes, presente en el lugar más de una hora antes del comienzo del encuentro. Recorría la plaza de un lado a otro llevando en alto un cartel con la leyenda: “Lo llevaron vivo, lo queremos vivo”.  “No puede volver a ocurrir, ya pasamos por esto. Durante la dictadura, a mí me chuparon (como se decía en aquel momento) a cinco amigos. A cuatro de ellos no los volví a ver nunca más. No podemos dejar que esto se repita, no nos puede faltar la memoria. Siempre hay que resistir, y nunca olvidar”, afirmó Serantes.    

El joven tatuador de 28 años, oriundo de La Plata, había llegado a Cushamen para acompañar el reclamo ancestral del Pueblo Mapuche por la devolución de sus tierras.

A los pies del enorme escenario, los organizadores de la concentración se preparaban para iniciar el acto. En diálogo con ANCCOM, el doctor Eduardo Barcesat, abogado defensor de los Derechos Humanos –quien trabajó para la UNESCO como experto en esta área– declaró: “Reclamamos la aparición con vida y en libertad del desaparecido Santiago Maldonado, así como por la determinación de la responsabilidad de los autores intelectuales y materiales que han diseñado y han ejecutado este plan represivo; esto abarca desde el Presidente de la Nación –Mauricio Macri- hasta los Ministerios de Seguridad y de Justicia. Esta desaparición forzada se suma a la decadencia de los últimos tiempos de haber pretendido ningunear cifras y establecer incertidumbre sobre el número de desaparecidos de la última dictadura. Ahora se agrega el producir nuevas víctimas, lo cual es mucho más gravoso que las anteriores degradaciones en las que ya incurrió la política del actual gobierno, que es paralela al derrumbe económico.”

Por su parte, Norma Ríos, presidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), expresó: “El hecho de estar en el lugar por tener una organización en Esquel y en el noroeste de Chubut hizo que el día 2 de agosto la primera denuncia por la desaparición de Santiago sea de Julio Saquero, miembro de la Comisión Directiva de APDH que vive allá en Epuyén. Esta es una detención y desaparición en el marco de un operativo del aparato represivo del Estado, y más allá de que estamos en tiempos de veda electoral, no podemos por eso quitarle la responsabilidad al Estado nacional.”

Myriam Bregman, dirigente nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda (FIT), expuso: “Es una obligación para nosotros estar acá. Yo fui abogada de Jorge Julio López, y sé lo que es que haya un compañero desaparecido bajo un gobierno constitucional. Y también sé cómo actúan las fuerzas represivas del Estado para encubrirlo. Todo lo que están haciendo en este momento Patricia Bullrich (Ministra de Seguridad), Pablo Noceti (jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad), con el propio Presidente de la Nación haciendo declaraciones al respecto, es encubrir a la Gendarmería. Esas acciones posteriores confirman que hay una desaparición forzada.” Junto a ella, su compañero de fórmula Nicolás del Caño, añadió: “Es completamente repudiable la acusación de querer señalar esta movilización y todas las que se hicieron a partir de la desaparición de Santiago como manifestaciones de interés político. Nosotros acompañamos y participamos de esta convocatoria de diversos organismos de Derechos Humanos y de distintos sectores sociales, sindicales, estudiantiles y políticos porque es nuestro deber. Lo vamos a seguir haciendo y vamos a convocar a todas las movilizaciones que sean necesarias porque creemos que, como se demostró después del fallo del 2×1, es el único camino para lograr la aparición con vida de Santiago, para que se castigue a los responsables y para que se conozca la verdad.”

La persistente llovizna no desalentó a la multitud reunida en Plaza de Mayo.

Adriana Taboada, miembro de la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte e integrante de la Mesa de Organismo de Derechos Humanos organizadora de la concentración, denunció: “Santiago Maldonado fue víctima de desaparición forzada en un Estado democrático, es decir que fue detenido, secuestrado y desaparecido por el Estado de manera ilegal, a través de una de sus fuerzas. Para nosotros, tener que volver a exigir «aparición con vida» es un retroceso de 40 años. Nosotros sabíamos que, por el modelo económico que está implementando este gobierno, iba a haber represión. Pero romper el límite con una nueva desaparición forzada es de un impacto muy fuerte. Esto trae aparejado consecuencias políticas y emocionales para muchos de nosotros, que seguimos buscando saber qué pasó con nuestros compañeros y familiares. Todavía estamos en este camino, reconstruyendo verdad y memoria, y se acaba de producir una nueva desaparición.”

En la misma línea, Vera Jarach, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, manifestó en diálogo con ANCCOM: “Es un dolor enorme pensar que se pueda repetir un hecho tan terrible. Acá no estamos solamente los organismos de Derechos Humanos. Hoy acá hay un pueblo. Y después de décadas de democracia, este no es el mismo pueblo que teníamos nosotros hace 40 años. Lo que acá se diga va a romper el silencio que en ese entonces a nosotros nos rodeaba. Nos van a escuchar y nos van a mirar del otro lado. En este momento, además de clamar por la vida de Santiago y de decir que necesitamos la verdad, la justicia y la transmisión de la memoria, decimos que si queremos el «nunca más», hay que romper el silencio. Nunca más el silencio.” Sentado a su lado, Jorge Velarde, ex delegado del astillero Astarsa que en 1975 fue desaparecido junto a dos compañeros, agregó: “Lo que yo pienso, recordando lo que viví en esos días en que pensábamos que nos iban a asesinar, es que nuestro único hilo con la vida era pensar qué es lo que iban a hacer los que estaban afuera por nosotros. En esa oportunidad lograron que apareciéramos. Por eso hoy estamos acá.”

Al inicio del acto, se leyó una carta enviada desde la cárcel de Jujuy por la dirigente de Tupac Amaru, Milagro Sala, mediante la cual expresó: “Nunca creí que en nuestro querido país, después de tantos años de lucha, con la enseñanza que nos dejaron las Madres, Abuelas e Hijos, tuviéramos que marchar otra vez para reclamar por la aparición con vida de una víctima de desaparición forzada como la es la de Santiago Maldonado. Aunque esté detenida voy a seguir estando a su lado, defendiendo las instituciones y reclamando para que Nunca Más volvamos a vivir lo que vivimos en dictadura.”

«Reclamamos la responsabilidad de los autores intelectuales y materiales que han diseñado y han ejecutado este plan represivo; esto abarca desde el Presidente de la Nación –Mauricio Macri- hasta los Ministerios de Seguridad y de Justicia», declaró Barcesat.

A las 18 horas, sobre el palco central y acompañados por familiares de Santiago, los referentes Buscarita Roa (de Abuelas de Plaza de Mayo), Lita Boitano (de Familiares), Norma Ríos (de APDH), Horacio Verbitsky (del CELS) y Taty Almeyda (de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora) leyeron un documento que resumía el reclamo de la convocatoria: la exigencia por la aparición de Santiago, el repudio al Estado por su responsabilidad en la desaparición y la necesidad de castigo para los culpables. “Hoy, en estas horas dramáticas, abrazamos a la familia y los amigos de Santiago Maldonado y exigimos al Poder Judicial que investigue y lo encuentre. Porque ¡Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos! Y le reclamamos al Presidente de la Nación Mauricio Macri que cumpla con la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas y las medidas que le encomendó el Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas”, rezaba el documento.

Cerraron el encuentro el hermano mayor de Santiago, Sergio Maldonado, y su cuñada Andrea Antico, quienes agradecieron a la multitud por su presencia y apoyo. “Las autoridades nos hicieron aparecer como que no queremos colaborar en la búsqueda, cuando lo primero que queremos es que aparezca Santiago. Les pedimos a todos, en cada plaza del país, que nos apoyen”, solicitó Andrea. Tras leer un texto escrito por el propio Santiago, Sergio exclamó: “Que aparezca Santiago lo antes posible. La voy a pelear hasta el final. Quiero a mi hermano con vida”. Y la multitud se retiró en silencio, con dolor y congoja.

Actualizada 12/08/2017

 

Aparición con vida

Aparición con vida

El reclamo por la desaparición de Santiago Maldonado finalmente llegó a Buenos Aires. Bajo una llovizna incipiente, miles de personas exigieron este lunes frente al Congreso de la Nación la “aparición con vida” del joven desaparecido el 1º de agosto durante el operativo represivo de la Gendarmería a la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, en la provincia de Chubut.

En un clima de enojo y tensión, Germán, hermano de Santiago, apuntó contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Debe renunciar”, subrayó. “Estamos convencidos de que a Santiago lo desapareció la Gendarmería. El gobierno debe dar una respuesta porque cada minuto que pasa es una angustia terrible”, completó.

Aunque la marcha coincidió con la masiva movilización por San Cayetano a Plaza de Mayo, el reclamo sumó a los organismos de Derechos Humanos y diferentes fuerzas políticas. Esos sectores volverán a movilizarse el viernes frente a la Casa de Gobierno.

Grupo de personas levantando carteles pidiendo por la aparicion con vida de Santiago Maldonado.

Miles de personas exigieron la “aparición con vida” de Santiago Maldonado el último lunes.

Ante el Congreso Nacional se improvisó un escenario sobre un camión. Allí, la familia de Maldonado y luego referentes de las agrupaciones convocantes exigieron una respuesta al gobierno nacional, en particular a la ministra Bullrich. “Creíamos que habíamos terminado con la desaparición de personas. Ellos saben dónde están”, advirtió Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo.

Antes del acto, los organismos de Derechos Humanos ya habían accionado por la vía legal, a través de la presentación en el Juzgado Federal de Esquel de tres recursos de habeas corpus y el pedido de intervención a la Comisión contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas. Ese organismo internacional respondió con un reclamo de “acción urgente” del Estado frente al caso.

Letras separadas en el asfalto que dicen "Santiago donde estas?"

Santiago desapareció el primero de agosto luego de un operativo de Gendarmería Nacional.

La ministra de Seguridad fue blanco de las críticas porque en las últimas horas puso en duda la presencia de Maldonado cuando la Gendarmería irrumpió en la comunidad chubutense. Además, amenazó directamente a los mapuches este martes cuando declaró: “No vamos a permitir un Estado autónomo mapuche en territorio argentino”.

En la misma línea de la respuesta del gobierno nacional, el Juzgado Federal de Esquel sostuvo que “no  se  ha  corroborado  que Santiago  Maldonado  haya  sido detenido  por  la  Gendarmería  Nacional  Argentina  en  el procedimiento que realizó el 1º de agosto”.

Consultado por ANCCOM, el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbistky, tildó la respuesta del Estado de “miserable”. “La ministra de Seguridad ha puesto en duda que Santiago haya estado en la comunidad, cuando hay decenas de testigos que lo vieron”, puntualizó.

El hermanos de Santiago Maldonado frente al micrófono

Germán Maldonado, hermano de Santiago, apuntó contra la Ministra de Seguridad y dijo que debía renunciar.

En el mismo sentido se expresó Elizabeth Gómez Alcorta, abogada especialista en derecho indígena, defensora de Milagro Sala e interviniente en este caso: “Al menos tres testigos vieron un grupo de gendarmes golpeando a un joven en el piso. Inmediatamente después vieron ingresar al territorio una camioneta de Gendarmería blanca con rombos verdes. Abrieron la puerta de atrás de la camioneta, ingresaron algo y esa camioneta salió para la ruta 40 camino a Esquel”, puntualizó.

El acto terminó pasadas las 19:00. Poco después, y cuando los manifestantes ya se estaban dispersando, un pequeño grupo de encapuchados que no habían llegado con ninguna organización protagonizó un confuso episodio, cortó la avenida Callao y se enfrentó con la Policía al grito de “viva la anarquía” y “muerte al Estado”.

Actualizado 08/08/2017