Nov 29, 2017 | Novedades, slider
La privatización de las emisiones televisivas de fútbol tras casi ocho años de ser gratuitas, le puso precio a un bien cultural e identitario de la sociedad. Los 300 pesos que cuesta el pack (sin contar los 900 pesos promedio que sale el abono al cable más lo que cada operadora cobra por el servicio HD), hacen del fútbol televisado un bien inaccesible para buena parte de la población. Decididos a no perder esa conquista cultural, los vecinos de distintas zonas de Capital Federal se organizan todos los fines de semana para brindar las transmisiones de fútbol gratuito en pantallas gigantes. Generan, así, un punto de encuentro y resistencia para no perder los derechos conseguidos. Parque Chas, Lanús Oeste, La Boca y Caballito son algunos de los lugares que mantuvieron la iniciativa y que reúnen en cada encuentro a cientos de personas.
En la entrada de la Unidad Básica (UB) “Ahora y Siempre” de La Cámpora, la agrupación política y social afín al kirchnerismo, ubicada en el barrio de Caballito en Paysandú al 1678, figura un cartel significativo: “Fútbol para Todxs”, donde la “x” invita a participar. En la vereda, a un costado de la sede, un televisor tradicional brinda imágenes del River-Newell´s, acompañadas de la voz de Sebastián Vignolo y el comentario de Diego Latorre. Frente al aparato, una mesita sostiene un mate y un termo, y también un paquete de bizcochos. Alrededor de ella, en posición expectante a lo que sucede en la pantalla, sillas de plástico ubicadas en forma planificada para que todos y todas logren la mejor visión posible. La cálida tarde cae, mientras que el partido está a punto de arrancar. Son las 19.15 y Adrián, vecino de Caballito, llega a la juntada para ver a su querido Millonario, no sin antes saludar a los militantes y organizadores de la movida que comenzó a desarrollarse luego de que el Gobierno nacional decidiera dar de baja el Fútbol Para Todos (FPT).
El cartel es un aviso de lo que propone la UB “Ahora y Siempre”: transmitir los partidos gratuitamente para todo aquel que quiera acercarse luego de la privatización del fútbol -primero, sacado de los canales de aire desde el comienzo del actual torneo y luego, con la implementación del pack especial, al margen de la suscripción tradicional por cable-. Lautaro Severino es uno de los organizadores de la idea. Militante en La Cámpora hace cinco años, cuenta cómo surgió, luego de la decisión del Gobierno de Cambiemos: “Palpamos un malestar en los vecinos del barrio. Cuando se jugó el River-Boca, que fue la primera fecha significativa que no podía verse por cable básico. Tuvimos la iniciativa de buscar formas para transmitir de modo propio el partido y abrirlo a toda la comunidad. Fue complicado llegar a esa fecha con los recursos necesarios, pero ese intento de implementar la idea lo sostuvimos, tratamos de que no se dilatara y poder brindar lo antes posible los partidos. Así fue como llegamos a esta fecha, con tres partidos que estamos transmitiendo abiertamente para toda la comunidad”. Lautaro hace referencia a los choques de Racing-Independiente, River-Newell´s y Rosario Central-Boca. Señala que durante el clásico de Avellaneda se acercaron varias personas, entre ellas, una pareja que se disponía a salir a cenar pero que en el camino se tomó un tiempo para observar el encuentro. Es que colocar el televisor en la vereda logra un mayor efecto para dar a conocer la propuesta. No obstante, el principal organizador comenta que, pese a que utilizaron diferentes métodos de propaganda, se valieron de las redes sociales para difundir la idea. “Hubo una recepción muy buena de la comunidad. Encontramos valoración en la originalidad de la propuesta, a la no quietud ante el retroceso de derechos que afecta al estado de ánimo de quien consume fútbol, considerado por algunos con otro valor en su vida cotidiana”, dice Severino. Además, la UB contó con el apoyo de la agrupación “Vecinos Inquietos”, un grupo de vecinos autoconvocados y organizados de forma multipartidaria, ubicado en el barrio de La Paternal, lindante con Caballito.

“Estamos en contra de la privatización del fútbol, es un bien cultural por el que no se debe cobrar”, dice Pablo de la Asociación Civil Boca es Pueblo.
Dolores Guichandut también forma parte del conjunto de organizadores y organizadoras del proyecto. Militante peronista y docente en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, expresa: “Nos parece importante mantener el derecho a ver fútbol en algún lugar en un contexto desfavorable, donde las condiciones económicas y los modos de vida se ven afectados”. Vignolo relata situaciones desperdiciadas tanto por River como por Newell´s y con ello, Adrián, hincha de La Banda hasta en las venas, se hace mala sangre, mientras que recibe alguna que otra cargada inocente. “La organización es solidaria y apunta a que este lugar se convierta en un espacio para que todos los vecinos se puedan acercar y vivir la experiencia de ver fútbol”, agrega Dolores. El primer tiempo llega a su fin y Adrián aprovecha a contar sus sensaciones: “Es una muy linda experiencia porque a pesar de que en tu casa veas el partido tranquilo, acá sentís que estás entre amigos, pudiendo hablar de todo, de política, de fútbol, de cosas cotidianas. Me parece una gran iniciativa y espero que perdure. Lamentablemente llegamos a esto porque el Gobierno nos sacó la posibilidad de ver FPT”.
El segundo tiempo arranca con la noche ya caída. El televisor no solo transmite el juego, sino que ilumina la mesa y las opciones de snacks esparcidas allí. La cerveza se presenta como la bebida oficial del encuentro entre organizadores y vecinos. La solidaridad y la simpatía aparecen como valores en común durante la reunión, a pesar de los distintos colores por los cuales se hinchen. Los iniciadores de la propuesta cuentan que no tuvieron problemas al llevar a cabo su idea y que gozaron de la ayuda de distintas agrupaciones del barrio, quienes ya acordaron la entrega de un proyector. “La quita del FPT es una decisión política orientada en un proyecto que tiene como variable de ajuste los derechos de los trabajadores, de las clases medias y las clases populares”, dice Lautaro. Consultado sobre el discurso hegemónico que pone en discusión el gasto público en fútbol y aboga por un supuesto redireccionamiento, indica: “La orientación de esta política no es un recorte necesario que tenga que ver con solventar otras políticas públicas, sino que tiene que ver con un proyecto neoliberal que concentra recursos, sacándolos de las manos de las mayorías y entregándoselos a manos privadas”. Dolores, por su parte, señala: “Quitar FPT no es una política aislada, sino que se enmarca en el cercenamiento de derechos y en el desguace de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en los Decretos de Necesidad y Urgencia y en aquellos artículos clave que vienen a beneficiar al mismo sector empresarial que saca ventaja con la privatización del fútbol”.
El segundo tiempo arranca con nuevos integrantes en la juntada barrial. Norita, aunque no le interese el fútbol, se acerca y se sienta en una de las sillas de plástico para compartir un momento con los compañeros de la UB y también un vaso de cerveza. Otro chico se suma a la movida, acepta un poco de bebida y de snacks y disfruta atentamente del partido, pese a que es de San Lorenzo. Él cuenta que antes se veía todos los juegos de su Ciclón pero que ahora pagar se le hace difícil. “Pagar algo extra, además del cable, resulta perverso en el método de transmitir fútbol porque es doblemente beneficiario para las partes concentradas”, señala Lautaro para referirse a las ganancias que acumulan las empresas tanto por brindar el cable básico como el pack especial de fútbol. “El uso y abuso que tienen las grandes cadenas de medios deportivos es doblemente obscena”, enfatiza Severino y luego concluye: “El neoliberalismo apunta a confrontar lo público con lo privado y a demostrar que el Estado no puede administrar, en este caso, el fútbol”. Gonzalo “Pity” Martínez marca el gol de River y Adrián festeja con el puño apretado. También Dolores suelta un grito de alegría. Sin embargo, la ventaja dura poco: Luis Leal empata, Brian Sarmiento coloca arriba al conjunto rosarino y Héctor Fértoli señala el tercero. “Mi hermano se suscribió al pack, reconoce que no le gusta pero lo paga igual. Yo soy más reacio. Pensé que esto de ir a un bar o juntarse en un lugar que no es tu casa no iba a volver a ocurrir”, afirma Adrián, con nostalgia de por medio. Critica la decisión política de quitar el FPT y, al finalizar el partido de River, también cuestiona el desempeño deportivo del equipo, haciendo una especie de analogía con el equipo de Cambiemos, en un notable acto de creatividad.
Con el fin del partido, la reunión se alborota. Algunos se enderezan, otros renuevan sus vasos ya vacíos. Llegan vecinos nuevos, hinchas de Boca, quienes saludan y, acción continua, cargan a Adrián. Son más de las 21 y Central-Boca está a punto de arrancar, y así otro beneficio para Fox y Turner y las cableoperadoras, manos privadas que gozan del nuevo statu quo.
Cuba a la vuelta de la esquina
Entre las 11 y las 19, Caminito se convierte en uno de los centros turísticos más concurridos de Buenos Aires. Los ídolos populares hechos estatuas de papel maché asoman desde los balcones y saludan a los miles de visitantes que se maravillan con las imágenes más exóticas de un arrabal desaparecido. Asiáticos, norteamericanos y europeos, con sus bolsas xeneizes y camisetas azul y oro ignoran lo que será el verdadero espectáculo del barrio. En poco más de dos horas, invisible a los ojos del folleto turístico, La Boca se vestirá de fiesta.
Pasadas las 19:30, el local de la Asociación Civil Boca es Pueblo abre sus puertas y da el puntapié inicial del encuentro. Con cumbia de fondo y el partido de River como previa, la esquina de Irala y Lamadrid, en pleno barrio de la boca, se empieza a colorear de azul y amarillo. Jóvenes, hombres, mujeres, parejas con sus chicos, grupos de amigos y de vecinos ocupan los cordones de las cuatro esquinas de la intersección. Birra, vino o fernet en vaso comunitario en mano acompañan las charlas y las risas, siempre futboleras.

Hinchas de Boca observan el partido en el interior de la Asociación Civil Boca es Pueblo.
Parado en la puerta del local está Pablo, miembro de la agrupación que dio inicio a la iniciativa de un fútbol sin excluidos justo para la fecha del superclásico. “Estamos en contra de la privatización del fútbol, uno labura toda la semana esperando el partido que lo alegre (o bajonee) el resto de la semana, eso es un bien cultural por el que no se debe cobrar”. Pablo levanta la cabeza y ve a dos chicos en la esquina de en frente. Uno con la camiseta de Boca y otro con la de Argentina, juegan con una pelotita y utilizan la persiana de un comercio como arco de fútbol, relatan las jugadas con la alegría a flor de piel, uno sueña con ser como Benedetto, el otro como Tévez. Un pelotazo del que sueña ser Tévez cruza la calle y llega a la esquina de Pablo, que agrega: “Hay muchos hinchas que no pueden pagar ni siquiera el cable, lo peor que le podemos hacer a esos pibes es alejarlos del fútbol”.
Pablo le pasa la pelota a Camilo que se encuentra a unos metros: “Primero pensamos en hacer un boicot, juntándonos. Pero así los medios no le iban a dar visibilidad, además el problema iba a seguir estando, el hincha iba a seguir sin poder verlo. De esta manera estamos boicoteando el fútbol pago y además uniendo y dándole una mano al hincha”.
Como en cualquier partido, no faltan las banderas y carteles. “Que vuelvan los visitantes” da la bienvenida y un “Somos de Boca pero no de Macri” despeja cualquier tipo de dudas. En el interior del local, Jacinta asume el protagonismo del equipo de Boca es Pueblo para remarcar que el fútbol pago no olvide otras luchas: “Hay que cuestionar cómo se trata a la mujer en todos los ámbitos del club”, remarca y agrega: “mirá cuantas mujeres hay acá, somos hinchas y queremos y utilizamos las instalaciones del club tanto como los hombres, aunque en el carnet de socia intenten decirnos lo contrario”. Y agrega que “un caso emblemático es el de Marcela Lesich (DT de fútbol femenino) que, tras sacar siete veces campeonas a las gladiadoras, la echaron, en palabras textuales del club porque `consideraban mejor un cuerpo técnico masculino´”.

“Esto está bárbaro, acá lo ves con clima de cancha, incluso si fuera gratis, es mucho mejor que verlo solo en casa», dice Fernando, un hincha de Boca.
El reloj marca las 21:30 y los equipos ya están en la cancha, mitad afuera y mitad más uno adentro, unas trescientas personas fijan su mirada en la pantalla gigante del local. Lousteau mira su reloj y se lleva el silbato a la boca que da inicio al partido, aplausos y gritos se repiten entre los espectadores. Cuatro minutos más tarde, un nene de 10 años lanza un insulto al aire, hay gol de Central, Marco Rubén anticipa un centro y pone el 1 a 0 en el marcador. Un desborde de Fabra a los 16 minutos levanta aplausos y arengas y la expulsión de Goltz a los 37 despierta algunos enojos. El fin del primer tiempo los manda al vestuario para aliviar tensiones. En el interín, Juan, junto a sus amigos, sentados en el cordón de la vereda, cuenta que “cuando era gratis, de visitante nos juntábamos en alguna casa, ahora que no tenemos pack, esto nos permite seguir juntándonos, está muy bueno”.
Fernando de 52 años y Carlos de 60, vecinos del barrio, esperan el segundo tiempo sin moverse de sus sillas en el interior del complejo. “Esto está bárbaro, acá lo ves con clima de cancha, incluso si fuera gratis, es mucho mejor que verlo solo en casa, compartís las emociones y, además, ¿Quién tiene semejante pantalla?”, dice Fernando.
“No importa dónde juegue, al xeneize lo sigo a donde va” cantan para dar inicio al segundo tiempo. Pasados 15 minutos del segundo tiempo, un bombo y un platillo atraviesan el local por sobre las cabezas y se instalan en la puerta para dar inicio a lo que será una seguidilla de canciones que no terminarán hasta finalizado el encuentro, dejando obsoleto el equipo de música que transmite los relatos del fútbol para pocos. “Vamo, vamo xeneize, te vinimos a ver”, la fiesta se apodera del barrio que se suma a los cantos. Los últimos 15 minutos del partido son a puro dramatismo, con pedidos desmedidos de penal y un palo incluido, los “uuh” se repiten acompañados de manos en la cabeza y protestas de todo tipo.
El momento exacto en que Lousteau marca el final del partido es borrado por el sonido del bombo y el platillo. Hay que guiarse solo por lo que se ve, como en la cancha. La gente se dispersa poco a poco cantando “Dale Bo, dale Bo que no pasa nada”.
Hace un tiempo, el periodista deportivo y candidato a Diputado Nacional del PRO Fernando Niembro, sostenía que “los que quieran ver fútbol gratis que se vayan a Cuba” y que “esto de acostumbrarse a que todo sea gratis es de otro tiempo”. Los vecinos de La Boca consiguieron llevar a Cuba a la vuelta de la esquina.
Actualizado 29/11/2017
Sep 13, 2017 | Deportes
Suenan los cascabeles de la pelota, se escucha el grito de “voy” y la indicación de “listo”. Las risas de este grupo de mujeres se oyen con mucha fuerza. Se llaman Las Ramonas y conforman uno de los cuatro equipos femeninos de fútbol ciego del país. Cada sábado, a las 10 de la mañana, entrenan en el club Banco Nación de Vicente López. Llegan al club cargadas de una energía y un entusiasmo admirables. “Jugar al fútbol para mí es sentirme libre, es lo que más me gusta, en la cancha corremos de acá para allá todo el tiempo y eso es algo que en lo cotidiano no podemos hacer y nos hace sentir espectacular”, expresa Mirna Gamarra, una de las jugadoras del equipo.
El entrenamiento comienza con ejercicios físicos, instrucciones de la entrenadora y ronda de mate. El compañerismo y la alegría son los atributos que destacan al equipo. Evelina Cabrera es la entrenadora de Las Ramonas y presidenta de la Asociación Femenina de Fútbol Argentino. La idea de formar el equipo surgió hace poco más de un año, cuando Mirna y Evelina se conocieron en un evento. “Siempre dirigí fútbol convencional hasta que una vez se acercó Mirna a decirme que quería entrenar, me decía que no existían equipos en Buenos Aires, y ahí empezamos” cuenta Cabrera. Si bien entrenan en Banco Nación, representan, cuando hay partidos, a una institución de Cañuelas.

El compañerismo y la alegría son los atributos que destacan al equipo.
El equipo se completa con una guía y una arquera, ambas personas con visión, que junto con la entrenadora son quienes orientan en la cancha a las jugadoras. “Estoy sorprendida y cada vez más admirada del manejo de las jugadoras, aprendo todo el tiempo de ellas”, destaca la arquera Carla Calvo. Y agrega: “Ser arquera de Las Ramonas es para mí muy enriquecedor en todo sentido, las chicas están siempre con buena onda, bien predispuestas, con ganas de seguir aprendiendo.”
Laura Lemura es otra de las jugadoras que integran el equipo. Se acercó por primera vez a un entrenamiento de Las Ramonas para acompañar a una amiga y decidió no irse más. “Hacía mucho tiempo que no hacía nada de deporte, cuando estaba en el colegio y todavía veía hice otros deportes, fútbol nunca había probado, pero cuando perdí la vista, en la adolescencia, ya no pude hacer ninguno” explica Laura. Y destaca que “el fútbol nos permite ir ganado confianza, a veces hay miedo de chocarte con la valla, con otra persona, no solo por lastimarse una misma sino también por poder lastimar a las demás, en el fútbol para ciegos es inexorable tener contacto físico con la otra persona.”

«El fútbol nos permite ir ganado confianza».
Las jugadoras destacan la importancia de seguir las indicaciones de las guías durante los partidos y de comunicarse claramente entre ellas. “Antes de empezar el partido el árbitro divide la cancha en tres partes, cada tercio tiene un guía: el llamador guía al delantero que está en el arco rival; la técnica, al mediocampo y la arquera a la defensa”, explica Mirna. “Cuando llevamos la pelota en conducción lo que nos guía es el ruido de la pelota. Cuando no tenemos la pelota en los pies tenemos que decir la palabra voy”, detalla Laura. “A mí me motiva el trabajo en equipo -agrega-, hacer deporte es también crear un grupo de pertenencia, con las chicas estrechamos lazos y eso se traslada también al trabajo en la cancha”.
En el país existen solo cuatro equipos de fútbol femenino para personas ciegas. El primero en Córdoba, el segundo en Salta y dos en Buenos Aires. El año anterior se realizaron dos competencias triangulares y Las Ramonas tuvieron la oportunidad de viajar a tierras cordobesas y salteñas. “Fueron experiencias hermosas, fantásticas e inolvidables, pasé de nunca haber jugado al fútbol a participar de un torneo, viajar, tener un equipo, compañeras y todo lo que eso te da es fabuloso” dice Gamarra.

Las jugadoras destacan la importancia de seguir las indicaciones de las guías durante los partidos y de comunicarse claramente entre ellas.
Tamara es la incorporación más reciente del equipo, empezó a entrenar hace pocas semanas. “Vine porque de la facultad en la que estudio nos mandaron a cubrir deportes, yo soy fanática del fútbol pero nunca lo había jugado, terminé probando y estoy muy contenta de haberme quedado”, cuenta entusiasmada.
Las Ramonas esperan que la actividad pueda seguir creciendo, apuestan a sumar nuevas jugadoras y a que surjan más equipos. “La idea es que con el boca en boca se vayan sumando más chicas, más equipos de distintas partes, que de a poco se vaya difundiendo la modalidad así como en un principio se difundió el fútbol femenino”, resalta la arquera Calvo.
Rodrigo Graña es el actual presidente del Club Banco Nación y destaca la importancia de la participación de Las Ramonas en el predio. “Como club consideramos que es muy importante ejercer un rol social, que todas las personas puedan sentirse incluidas en un proyecto como el que encabeza Evelina es genial”.

Las Ramonas demuestran en cada entrenamiento la libertad y el disfrute con el que viven el fútbol.
La directora técnica apuesta con dedicación y entusiasmo al proyecto y resalta: “Para mí dirigir a las chicas es prácticamente igual que dirigir en el fútbol convencional, solo tengo que tener otros cuidados y ser más atenta y específica en lo que digo. Aprendemos mutuamente y me pone muy contenta ser parte del equipo.”
Las Ramonas demuestran en cada entrenamiento la libertad y el disfrute con el que viven el fútbol. “El equipo que hemos podido formar es genial porque compartimos mucho y nos sentimos parte de un mismo proyecto. Más allá de que después tenemos que probarnos en una cancha, la experiencia que vamos viviendo mientras hacemos el camino es espectacular. Creo que a todas nos hace bien porque nos hace sentir felices” concluye Mirna.
Actualizado 13/09/2017
Ago 30, 2017 | Deportes
Entre megáfonos, parlantes y gritos de grupos que practicaban un “picadito”, la consigna de la “comunicación es un derecho” se hizo eco este lunes en todos los rincones y resonó en el Congreso de la Nación. Allí, justo frente al Parlamento, organizaciones sociales, políticas, sindicales y académicas volvieron a reclamar por el cumplimiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y dieron inicio formal a la campaña #Dalepelota, una iniciativa promovida por la Coalición por una Comunicación Democrática en defensa del derecho a la comunicación, el trabajo y la producción nacional.
La celebración del Día de la Radiodifusión y la conmemoración de la iniciativa ciudadana de los 21 Puntos por una comunicación democrática sirvieron de marco al reclamo.
La radio del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) instaló sus bases en la Plaza y realizó la transmisión abierta. Por su micrófono pasaron dirigentes del Sindicato de Medios Gráficos, representantes de la Coalición, integrantes de CONADU y CTERA y dirigentes sociales, entre otros. Todos reiteraron el reclamo por la derogación del Decreto de Necesidad y Urgencia 267/2015 que el presidente Mauricio Macri firmó para desarticular siete ejes clave de la Ley de Medios.
Primero llegaron los gazebos. De un lado Radio FARCO, y a su derecha la Coalición. ¿En el medio? Dos canchitas de fútbol. En una, un “mano a mano”, y en la otra un equipo contra otro. Bajo la consigna “el que gana sigue”, un equipo de futbolistas mujeres se hicieron locales. No había hombres que pudieran ganarles. Alrededor de la radio, ciudadanos que filmaban, escuchaban los reclamos y asentían con la cabeza. A la transmisión abierta se sumaban, a cada minuto, nuevas adhesiones.
En medio del bullicio y de los parlantes que se preguntaban a viva voz “¿dónde está Santiago Maldonado?, Susana Pachecoy, integrante de la Coalición, actualizó los alcances del reclamo. “Esta idea surge para defender los derechos que habían sido conquistados y que no se cumplen a partir de las últimas regulaciones”, subrayó en diálogo con ANCCOM. Además, enfatizó la necesidad de entender a la comunicación como un “derecho humano”.

#Dale Pelota: una jornada organizada por la Coalición por una Comunicación Democrática para la conformación de los nuevos 21 puntos.
El reclamo quedó ampliado por los integrantes de otras dos movilizaciones que se realizaron en la zona casi en simultáneo: el abrazo a las Madres de Plaza de Mayo y la marcha para condenar los casos de “gatillo fácil”. Por detrás de la instalación de FARCO había otra carpa que pertenecía a los trabajadores de PepsiCo que también se sumaron con dos interrogantes: “¿Dónde está Santiago Maldonado? ¿Dónde está la libertad de expresión?”.
Las convocatorias tenían ejes distintos, pero cada una de ellas se fusionaban en un punto: el Estado es responsable. Glenn Postolski, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, advirtió: “Estamos claramente en un escenario político donde los grandes grupos comunicacionales juegan a favor de las políticas neoliberales. La sociedad debe tomar conciencia”.
El fútbol como metáfora, como símbolo, y la creatividad como estrategia, fueron las medidas de visibilidad de un conflicto que trae consigo el reclamo “por los 3.000 despidos de trabajadores de medios, la precarización laboral, y el desentendimiento del Estado en la producción nacional”, explicó el director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, Diego de Charras.
“Este reclamo cobra dimensión en un contexto difícil por la pérdida de políticas públicas en lo educativo, el cierre de las radios escolares, de programas socio-educativos y la cooptación nefasta del gobierno de los medios de comunicación”, completó Alejandro Demichelis, secretario de Prensa de CTERA, en una de las tantas intervenciones “al aire”.
La transmisión de la radio abierta y en vivo, rodeada de gente que se sumaba en el transcurso de la tarde, interrumpía los espacios de debate con un breve relato deportivo, desde el campo de juego. Allí, todas las voces expresaban el descontento por la decisión del gobierno de que el fútbol vuelva “a manos de unos pocos, no como acá en la Plaza que es un fútbol para todos”.
Actualizada 30/08/2017
Jul 25, 2017 | Deportes
Con apenas seis años de vida, la bandera que lo acompaña en los partidos es un reflejo de la institución: “Agro no tuvo infancia, nació grande”. Asentado en la ciudad bonaerense de Carlos Casares, de 18 mil habitantes, la institución tiene un predio de 15 hectáreas y una cancha propia con capacidad para ocho mil espectadores, luz artificial, césped importado de Europa, sistema de riego computarizado asistido por un lago artificial, y hoy se encuentra en proceso de ampliación para que entre el doble de espectadores.
El club también tiene fútbol femenino, un plantel completo de divisiones inferiores, siete canchas auxiliares, hotel, cabañas, palcos, cabinas en construcción y ningún socio. Su fundador y actual presidente, Bernardo Grobocopatel (primo de Gustavo, el más mediático de la familia), es uno de los propietarios de Grobocopatel Hnos, compañía dedicada a la explotación de campos alquilados –los terratenientes sin tierras– y que llegó a tener la mayor planta de silos de América latina.
Una de las claves del crecimiento exponencial del Agropecuario es, sin dudas, su presupuesto. Según un cálculo estimativo de su presidente, en el Federal A (la tercera división de la AFA) rondó los 700.000 pesos mensuales, cifra cercana a la de un equipo de la B Nacional.

Los fanáticos festejan el ascenso del club a la B Nacional.
Fernando Fuentes, integrante desde 2013 del área de prensa del club, asegura que “se financian principalmente mediante sponsors ligados a la otra actividad de Bernardo.Tiene muchos contactos con cerealeras, empresas como Ombú y otras que se dedican al negocio agropecuario. Pero si Bernardo quiere traer un jugador y darse el gusto, lo contrata y lo banca él”. Aunque aclara: “Es un empresario y no va a entrar a perder plata al fútbol, por más que sea su pasión”.
Entre salario y premios, los jugadores del “Sojero”, como le dicen, pueden juntar entre 20.000 y 30.000 pesos al mes, mientras que en el resto de los equipos con los que competía en el Federal A, según Futbolistas Argentinos Agremiados, el salario no pasa los 11.300 pesos.
El especialista en dirigencia deportiva Fernando Domínguez, quien actualmente trabaja en la subsecretaría de Comunicación en el Ministerio de Agroindustria de la Nación, sostiene que “el hecho que los jugadores de Agropecuario cobren al día, seguramente por encima de ese número y que además no trabajen de otra cosa por la tarde, como sucede en otros clubes, ya es una ventaja”. En un campeonato largo, opina, “las ventajas económicas y estructurales siempre pesan más y se ubican más arriba”.
Herramienta publicitaria
No es la primera vez que un equipo de fútbol del “interior” se hace conocido gracias al aporte de capital externo. El caso más emblemático fue el del Club Social y Deportivo Loma Negra, nacido de la cementera homónima, propiedad de Alfredo Fortabat, en 1929. La institución tenía como objetivo la diversión de sus empleados y ser un espacio donde compartir en familia. De hecho, sólo contaba con una cancha y un galpón.
Cuando Fortabat falleció en 1976, su esposa, Amalia Lacroze, se hizo cargo de la empresa y comenzó a inyectar dinero en el club. En el Torneo Nacional de 1981, con la contratación de jugadores de Racing, River, Atlanta, San Lorenzo, Independiente, Vélez y Boca, quedó tercero en su zona detrás de River y Ferro. Dos años después, “el Celeste” –como lo apodan– avanzó hasta los octavos de final del certamen, donde fue eliminado por Racing.

Gonzalo Urquijo, goleador histórico del club, en un tractor festejando el ascenso del Agropecuario
Pero aquel Loma Negra no sólo sigue ostentando el mayor promedio de puntos por partido en el profesionalismo, con 39 unidades en 28 encuentros disputados, sino que también fue noticia mundial por un capricho de “Amalita”. Ocurrió en 1982, cuando la Selección Argentina recibió en un amistoso a su par de la URSS, que terminó 1 a 1. Amalita convenció a los soviéticos, 30 mil dólares mediante, para que fueran a jugar contra Loma Negra en Olavarría.
Fue una jornada histórica. El local ganó 1 a 0 con gol de Armando Mario Husillos y le cortó un invicto de 18 partidos al conjunto soviético que jugó con su clásica casaca roja con la sigla CCCP. La hazaña deportiva no tuvo un correlato económico. Amalita sólo recuperó 12 mil dólares y con el tiempo perdió el interés por el fútbol. El club, desfinanciado, volvió a competir a nivel regional.
Otro caso reciente es el de Crucero del Norte, fundado en 2003 en Posadas, producto de la empresa de transportes que lleva el mismo nombre. Impulsado por un capital superior al de cualquier equipo, fue el club más joven en disputar la B Nacional (ahora desbancado por Agropecuario) y en 2015 la Primera División. Tras descender en su primera temporada, volvió a la B Nacional donde este año perdió nuevamente la catergoría.
Según Fernando Domínguez, quien además dicta un seminario de Comunicación y Dirigencia Deportiva en la Facultad de Periodismo de la UNLP, la debacle está asociada a la deuda millonaria que mantiene la AFA con el club y al cese del apoyo económico de Rosamonte, su sponsor histórico. “Crucero del Norte encontró cierta identificación en muchos trabajadores que empezaron a utilizar las instalaciones, además de ir a ver al equipo. Si bien fue una iniciativa que partió de los dueños, tuvo eco en los empleados”.

La cantidad de fanáticos del Agropecuario está en ascenso de la mano de sus logros deportivos.
Domínguez lo compara con el Club Atlético Social y Deportivo Camioneros y con Agropecuario. El primero, sostiene, “es un club estrictamente surgido de los trabajadores organizados, del sindicado del mismo nombre”, mientras que el segundo “fue un proyecto individual de Bernardo Grobocopatel al no poder gerenciar a otro club de la región, y que ahora, con el buen momento futbolístico, empezó a ser seguido de cerca por muchos habitantes de Carlos Casares”.
“Agropecuario y Camioneros son emergentes de esta época y representan en el fútbol a los principales actores que ordenan y disputan el actual escenario económico y político. Agropecuario nace a partir de una empresa que es símbolo del modelo agroexportador primario y Camioneros representa a trabajadores sindicalizados, del modelo industrial de mercado interno, que creció en los últimos años”.
No se trata de un fenómeno únicamente local. En Alemania existe el RB Leipzig, fundado en 2009 por la empresa austríaca de energizantes Red Bull, que tras comprar una plaza en la 5ta división encadenó cuatro ascensos en siete años convirtiéndose en el club más joven de la Bundesliga. El objetivo inicial de sus dueños era llegar a la primera división en el lapso de diez años con una inversión de 100 millones de euros, pero todo fue más rápido.

Asentado en la ciudad bonaerense de Carlos Casares, de 18 mil habitantes, la institución tiene un predio de 15 hectáreas y una cancha propia con capacidad para ocho mil espectadores.
El año pasado, al finalizar la primera ronda del torneo, quedó en la segunda posición. La decisión de afincarse en Leipzig, estado de Sajonia (que integraba la ex República Democrática Alemana), no fue casual. Hoy es el único equipo de la región –tradicionalmente futbolera– que disputa la Bundesliga. Aun así, y a pesar de tener una asistencia media que supera los 25 mil espectadores por partido, padece el rechazo de buena parte de la comunidad que considera al club una mera herramienta publicitaria de Red Bull y una manera de mercantilizar el fútbol.
El Sojero de Casares
“Agropecuario Argentino –afirma Fernando Fuentes– genera casi cien puestos de trabajo, además indirectamente hay mucha gente que está viviendo de esto, gente que pone sus casas en alquiler y Bernardo les paga para que vivan los jugadores. El hotel más grande hoy alberga la concentración del equipo antes del partido y a chicos que están en juveniles de AFA que viven a 200 o 300 kilómetros”.
La máxima figura del plantel es Gonzalo Urquijo, nacido en Bellocq y criado en Casares, goleador histórico del club, por quien Bernardo asegura haber apostado desde un principio y hasta haberse peleado con un técnico para que lo ponga. El día del ascenso a la B Nacional, su imagen, montado a un tractor, recorrió todos los portales deportivos del país.
En diálogo con ANCCOM, Urquijo puntualiza que “las claves del ascenso fueron tres: el grupo, el cuerpo técnico [pasaron tres entrenadores] y, quien empujó todo esto, el presidente”. El delantero de 27 años asegura que este logro “va a servir para que Casares se haga nuevamente conocido y que sea por Agropecuario es muy lindo”. “Ojalá que sigamos creciendo nosotros y que la ciudad pueda sacar sus beneficios”, dice.

Según Fernando Fuentes, el club genera casi cien puestos de trabajo y, además hay mucha gente que indirectamente está viviendo de él.
Para Fernando Fuentes, Casares ha cambiado de la mano de Agropecuario: “Hoy, entre fútbol femenino, escuelita de fútbol, inferiores y primera, tenés un movimiento de casi doscientas personas por día. El pueblo ha crecido y esperemos que pueda aprovechar este envión que le va a dar la B Nacional para seguir haciéndolo”.
El titular de Agropecuario, Bernardo Grocopatel, asegura estar haciendo “una inversión muy grande” por el crecimiento de su pueblo y que la idea es “que la gente de Casares haga de Agropecuario su club”. “Es un tipo que apostó a su ciudad -sostiene Fernando Fuentes refiriéndose a Bernardo- porque él tenía los medios y la posibilidad de hacer este club y fundarlo en cualquier lugar del mundo, porque tiene los recursos, pero eligió hacerlo en Carlos Casares que es su ciudad”. Fuentes destaca que tres jugadores del pueblo integran el plantel y que Grobocopatel “sólo va a buscar afuera lo que no hay acá”.
Hasta hace un año, Carlos Casares era conocido como la cuna de Roberto Mouras. Ahora también será la ciudad de Agropecuario y su millonario presidente parece haber encontrado la síntesis perfecta entre el negocio y la pasión.
Actualizado 26/07/2017
Jul 4, 2017 | Deportes
Murciélagos es el nombre del documental producido por La Última Escena, acerca del homónimo equipo argentino de fútbol, que explora desde una nueva perspectiva audiovisual la vida personal de cada uno de los integrantes de la selección masculina de fútbol para ciegos de Argentina. Ganador del premio al mejor cortometraje en el Festival de Cine de Mar del Plata y Premio INCAA TV al Mejor Cortometraje, se prepara para ser proyectado en Francia y continúa su difusión nacional.
“Estamos haciendo una película para ciegos”. Así describe el proyecto Joaquín Mallea Gil, encargado del diseño sonoro, el mayor desafío al realizar Murciélagos. Dirigida por Felipe Ramírez Vilches, y con un equipo compuesto por Manuel Montero como asistente de dirección, Francisco Corteggiano y Valeria Pampin en producción, Paulina Gramon Vidal en dirección de fotografía, Brenda Baumkoler en cámaras, y montaje de Mariano Acosta; Murciélagos no está centrado en una forma documentalista y periodística, sino en un relato desde adentro, para los de adentro.
En una charla exclusiva con ANCCOM, Francisco, Paulina, Brenda y Joaquín explicaron lo que significó realizar un documental sobre el equipo argentino de fútbol para ciegos que acaba de ganar la Copa Madrid, derrotando en la final a España por 5 a 0. “Queríamos que sea algo para ellos —explica Paulina—. Nos contaron que una vez habían hecho una publicidad, y cuando los invitaron a la proyección, era todo visual. Para ellos era lo mismo que nada”.

Entrenamiento de los Murciélagos y de los juveniles en el CENARD.
Desde el inicio del proyecto, la productora tuvo en claro el objetivo: hacer un documental cuyo sustento fuese el sonido, dejando la imagen en un segundo plano para que los propios protagonistas, los Murciélagos, pudiesen disfrutar de la producción cinematográfica como cualquier otra persona. Planteado como un documental inclusivo, el foco ya no era contar y difundir, sino, por sobre todo, lograr que los propios protagonistas se sintieran parte y pudiesen disfrutar del proyecto audiovisual.
Había ya disponibles un sinfín de entrevistas, notas y producciones sobre los Murciélagos, pero ninguna enfocada en ellos, ni producida para ellos. Así centraron su trabajo, en un comienzo, específicamente en la composición del sonido. “El comienzo fue lo más complicado —asegura Brenda, y todos asienten—. Trabajar solo en el sonido”. Articularon lo que fue el guión y la idea, para comenzar a trabajar en las imágenes en un segundo plano; buscando que la estética se articulara con el sonido. Como agrega Paulina: “Armamos el esqueleto en sonido y en base a eso empezamos a ver qué imágenes podían combinar con ese sonido”.
Murciélagos comenzó como un proyecto para la Facultad de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA, específicamente para la materia Diseño Audiovisual II. Era impensable el éxito que tendrían más tarde y el nivel de difusión que alcanzaría su producción. “Nuestro profesor nos ayudó muchísimo —aclara Paulina—. La cátedra es más clásica, no estaban del todo convencidos de lo que queríamos hacer”.
Mostrar a los Murciélagos como individualidades, como personas más allá del equipo, implicó rondas de mates, meriendas, charlas y visitas por montones, dejando de lado el usual intercambio pregunta-respuesta de una entrevista tradicional. Al comienzo, hubo simpatías divididas entre los miembros del equipo, algunos estaban contentos, otros tantos miraban el proyecto con desconfianza. Sin embargo, con el correr de los días, “se empezaron a dar cuenta de que lo nuestro era otra cosa, no era una nota periodística y nada más”.
Hablar de fútbol para ciegos, explica Joaquín, es fácil hasta que uno se acerca y explora de lleno el tema. “Es como aprender un deporte nuevo, hay mil cosas que uno no sabe”. Enumera las formas de jugar, el sonido de la pelota, las tácticas, entre mil detalles que, vistos desde afuera, no son percibidos. “Verlos jugar es hipnotizante”, aclara Paulina.

Brenda Baumkoler, Paulina Gramon Vidal, Francisco Corteggiano,y Joaquín Mallea Gil.
El financiamiento del corto fue enteramente propio, aunque no gastaron grandes sumas ya que se apoyaron mucho en los propios equipos y los elementos que ya tenían para poder realizarlo. Tras la presentación en la cátedra, el equipo de producción comenzó a enviar el documental a diversos festivales y proyecciones del país. “Lo mandamos al Festival de Cine de Mar del Plata el último día —recuerda Francisco—. Le hicimos los subtítulos rápido, quedaron súper mal”. Sin embargo, los subtítulos no fueron un impedimento para que el corto quedase nominado y más tarde ganase el premio al Mejor Cortometraje Argentino en el Festival Internacional de Mar del Plata y el Premio INCAA TV al Mejor Cortometraje en el Festival Internacional de Mar del Plata.
No obstante, como relata Paulina, el mayor premio fue ver las caras de los Murciélagos cuando les mostraron el proyecto. Presentarlo frente al equipo fue la mayor presión, más que frente a la cátedra o cualquier otro premio; eran los protagonistas quienes los juzgarían, y se ponía en juego la totalidad del objetivo del documental: hacerlos parte de él. Como relatan los productores, el capitán del equipo se emocionó y tuvo que dejar la palabra a otro compañero; fueron innumerables las felicitaciones que recibieron. “Ahí fue cuando terminamos el trabajo realmente, fue el mayor orgullo”.
Murciélagos recibió una mención de honor en el 17° Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos, entregado por un director de cine sordo, lo que deja claro que no es sólo un documental más, sino que es un documental inclusivo: ya sea a través del sonido, o sólo de las imágenes, Murciélagos logró captar la esencia de los individuos que forman parte del equipo de fútbol y transmitieron en pantalla algo más que una anécdota interesante.
Próximamente, el documental será expuesto en Buenos Aires, el 19 y 20 de agosto en la bienal de la Facultad de Diseño y Urbanismos. En octubre viajará a la Casa Argentina en París, donde se proyectará como parte de una muestra. Además, tienen proyecciones pautadas para octubre en la Alianza Francesa de Buenos Aires, así como múltiples proyecciones en diversos espacios. Sin duda, un documental que logró traspasar la pantalla de la mejor manera.
Actualizada 04/07/2017