“Nos instalamos como una referencia ética y política”

“Nos instalamos como una referencia ética y política”

El Palais Rouge de Palermo fue sede del centro de campaña del Frente Progresistas en un clima relajado y austero. Margarita Stolbizer recién arribó cerca de las 22:30 teniendo en vilo al puñado de militantes que la esperaba. Entre aplausos, la candidata a presidente subió al escenario escoltada por parte de su equipo: “Tenemos la tranquilidad absoluta de haber hecho aquello que creíamos que debíamos hacer. Haberlo hecho con muchísima convicción y con muchísimo sentimiento”, precisó, aún cuando las cifras oficiales todavía no habían señalado que su agrupación obtuvo apenas el 2,53 por ciento de los votos, quedando relegada al quinto lugar.

A cuatro horas del cierre de los comicios, Stolbizer destacó que el Frente Progresistas cumplió el objetivo de instalarse como una “referencia ética y política”. Asimismo, felicitó a los ganadores de la elección, sin conocer aún los resultados finales: “Queremos expresarles, sinceramente, que nosotros celebramos esta posibilidad de haber elegido en libertad. Para los argentinos, el ejercicio democrático de nuestro momento de votar es un momento de celebración y, por esta razón, acompañamos a todas las personas que han ganado esta elección.”   

Stolbizer subrayó, de manera particular, el desempeño del Frente Progresistas en la Ciudad de Buenos Aires: “Quiero destacar de manera especial el excelente resultado en la Ciudad que nos permite tener asegurada a Victoria Donda.”

Aún sin resultados oficiales pero previendo un panorama desalentador, en diálogo con ANCCOM, Victoria Donda precisó: “Eran unas elecciones muy difíciles en un contexto social y político también muy difícil. Nosotros estamos felices del lugar donde nos paramos; estamos orgullosos de todo lo que dijimos en esta campaña, con las convicciones siempre por delante.” En relación a la renovación de su banca como diputada nacional, Donda declaró: “Espero poder seguir representando de forma coherente mis principios y la voz de la gente que me elige.”

Horas antes, el primer candidato por la Provincia de Buenos Aires, Omar Duclos, analizó lo que fue el camino eleccionario del Frente de forma positiva y destacó que “Progresistas no tiene fecha de vencimiento, nosotros queremos construir hacia adelante un espacio con una clara identidad. Creemos en la política basada en las ideas y en la conducta de quienes la representan. En un momento donde muchos se alinean de acuerdo a la conveniencia, nosotros creemos que hay que llegar al poder para transformar.”

A lo largo de la campaña, a través del slogan “el voto ganado”, Stolbizer convocó al electorado a votar sin atender a los que abogaban por el voto útil y a elegir con libertad y convicción a quienes representen sus ideas. “Los argentinos queremos elegir positivamente”, reiteró en los últimos días en cada acto y en cada entrevista. Convencido de haber logrado un espacio diferente entre los diversos partidos, el Frente Progresista aspiró a mejorar los resultados alcanzados en las últimas PASO. Sin embargo no lo logró: perdió casi un punto porcentual de votos y descendió del cuarto al quinto lugar.

Entre las propuestas de su plataforma de campaña, Stolbizer había señalado la necesidad de que el próximo gobierno impulse una reforma impositiva que proteja a los ciudadanos de menores ingresos y aumente las cargas sobre los sectores más pudientes. En relación a esto último, la candidata a presidente propuso la derogación de la Ley de Blanqueo de capitales y la implementación de incentivos fiscales y crediticios para los sectores productivos, como así también remarcó en innumerables oportunidades que su espacio era la única fuerza política que contemplaba un modelo de desarrollo basado en la preservación del medio ambiente y los recursos naturales.

Más allá del magro resultado, Progresistas especulaba con renovar las bancas legislativas que puso en juego, con el objetivo de incidir en la Argentina que viene: “Estaremos trabajando en el control de los que ganen y en la agenda política del país. Cuando las aguas de este contexto de polarización ajeno a nosotros bajen, el progresismo se volverá una alternativa de gobierno”, concluyó.

Por los puntos de octubre

Por los puntos de octubre

El escrutinio provisional de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) arrojó que Daniel Scioli, el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), alcanzó el 38,4 por ciento de los votos y amplió a casi 8 puntos y medio su diferencia con el segundo espacio, Cambiemos, que sumó el 30,7%. Mauricio Macri ganó la interna con el 24,3%, superando al 3,4% de Ernesto Sanz y al 2,3% de Elisa Carrió. Por su parte, Sergio Massa obtuvo el 14,2% y representará a Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), que alcanzó el 20,6% gracias al aporte del 6,4% de José Manuel de la Sota.

El sistema electoral argentino establece la posibilidad de lograr el triunfo en primera vuelta de dos formas: con el 45% de los votos positivos o el 40% y una ventaja de diez puntos sobre el inmediato perseguidor. ANCCOM recogió el análisis de la politóloga María Esperanza Casullo y el sociólogo Carlos De Angelis, coordinador del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEDOP) de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Los profesionales consultados ven improbable que Scioli se imponga de la segunda manera pero no descartaron que alcance la primera.

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“Queda afuera el escenario 40 más 10. Macri retendrá la mayoría de la suma de Cambiemos”, sostuvo a ANCCOM María Esperanza Casullo. Y detalló: “Puede haber un desgrane hacia Margarita Stolbizer pero no será de más de un punto. Básicamente los votantes de Carrió son antikirchneristas. Y los de Sanz también. Los costos de la alianza de la UCR ya están pagados. Nadie lo votó pensando que iba a ganar. Sin haber hecho investigación, veo a un votante que elige a Sanz para tranquilizar su conciencia. De hecho, el grueso que fue con Martín Lousteau en la Ciudad de Buenos Aires votó masivamente a Macri. Ese voto se conservará”.

“El líder del PRO puede acercarse al 35% si se queda con una parte de las simpatías de Massa y de Stolbizer. Y no se le escaparán las de los rivales de su frente. Para retenerlos sólo tiene que apelar al antikirchnerismo explícito. No los une el amor sino el espanto”, agregó por su parte De Angelis.

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Casullo recordó que en las PASO del 2011 y del 2013 ya se había registrado el desplazamiento de una porción de los terceros y cuartos hacia los primeros y segundos. “A Macri le faltan más puntos, pero a priori tendría que lograrlos de manera más sencilla buscando en los sectores que se inclinaron por Massa. No le queda otra y con ellos podría forzar el balotaje”, previó.

Frente para la Primera Vuelta

Para los dos especialistas la incógnita es si el FPV podrá alcanzar el 45%. “No es imposible que evite la segunda vuelta. Le faltan sólo 6,5 puntos. Todos los votos kirchneristas ya los tiene. Tendrá que hacer un trabajo muy fino para identificar de dónde sacar uno o dos puntos e ir incorporándolos”, determinó Casullo.

¿Dónde podrían ir a buscar esos nuevos apoyos? “Primero hay que indagar sobre la disminución en la participación electoral con respecto a los comicios anteriores. Fueron 5 puntos menos del padrón. También hay un 5% en blanco, aunque es poco probable que se inclinen por Scioli si no lo hicieron antes”, señaló el coordinador del CEDOP.
Ambos apuntaron a un potencial acuerdo con los respectivos ganadores peronistas en San Luis y Córdoba. “El sciolismo está ligado al kirchnerismo pero no se sabe dónde empieza y termina cada uno. Es posible apelar a una afinidad justicialista. Adolfo Rodríguez Saá logró el 2,1% y se lo vio feliz. Esos votos están ligados al territorio y aparecen disponibles”, indicó De Angelis. “La elección por De la Sota es más flotante, estratégica y menos ideológica que la de Sanz. Está ligada a su figura y a un programa. Veo una fuga hacia el FPV”, resaltó la politóloga.

Los dos expertos concordaron en que el desempeño en la Provincia de Buenos Aires fue menor al esperado. El sociólogo hizo hincapié en la coyuntura: “Fue una mala semana por las inundaciones, la denuncia contra Aníbal Fernández y las discusiones públicas con Julián Domínguez”. Del mismo modo, su colega consideró que la oposición encontró en la acusación contra el actual Jefe de Gabinete un tema para apuntar sus cañones contra el oficialismo.
Donde hubo divergencias fue en la estrategia para incrementar las simpatías, especialmente en territorio bonaerense. “Hay un grupo de clase media que acompañó a Cristina Fernández y al kirchnerismo con el 54% en 2011. La pregunta es donde está esa diferencia con el caudal actual. No lo veo a Scioli cambiando su discurso; hasta sería peligroso. No es una certeza que Fernández puede recoger todo el voto de Domínguez y, en ese sentido, Felipe Solá no aparece como un mal candidato”, señaló De Angelis.

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De manera contraria se expresó Casullo: “El peronismo suele encolumnarse detrás del ganador. No será relevante que no hayan llegado a octubre los intendentes de Merlo y Moreno, Raúl Othacehé y Mariano West. Aníbal no tendrá problemas en atraer los puntos de su adversario en las primarias. El asunto es si puede conquistar independientes. Por eso creo que Scioli se inclinará ahora por un discurso más moderado, hacia el elector de centro, con recurrencia a temáticas como la seguridad y la economía de las clases medias”.

Tercero en discordia

Los dos especialistas desecharon un acuerdo formal de Massa con Macri. “Asoma un escenario con un Congreso de la Nación donde ninguna fuerza tendrá mayoría simple. En ese marco el terreno parlamentario podría cobrar mayor protagonismo. Así sería provechoso para Massa contar con una bancada desde la cual negociar y por ello no puede jugar a que sus votantes vayan con Macri”, estipuló De Angelis.

Casullo concurrió en esa perspectiva pero añadió un matiz: “Bajarse sería suicida. Ahora debe acumular legisladores. De todos modos, si eligiera una estrategia de autonomía completa con un bloque de diputados lo puede hacer valer pero no le otorgará un éxito inmediato. Es difícil construir en Argentina desde el Poder Legislativo”. Y añadió: “Puede arreglar con los otros dos candidatos o con ninguno. Pero cualquier alianza será informal, por abajo, o llamando a votar por alguno en segunda vuelta”.

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Finalmente, De Angelis y Casullo excluyeron que la cosecha de los partidos de izquierda pueda mirar a los otros candidatos. A 74 días de las elecciones generales del 25 de octubre, el panorama para los tres favoritos está abierto.

Actualización 12/08/2015

“Hay una voluntad de seguir avanzando hacia el futuro”

“Hay una voluntad de seguir avanzando hacia el futuro”

“Este es el espacio que da confianza a todos los argentinos”, dijo Daniel Scioli, candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FPV) pasadas las doce de la noche, cuando apareció en el escenario principal del Luna Park, junto a su mujer Karina Rabolini y a su compañero de fórmula, Carlos Zannini. Con más del 50 por ciento de los votos escrutados, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires se imponía con más del 38,50 por ciento de los votos frente al 25,4 por ciento de Mauricio Macri en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO). La distancia entre el FPV y Cambiemos es de alrededor de ocho puntos si se le suman al líder del PRO los votos obtenidos por sus rivales internos, Ernesto Sanz y Elisa Carrió.

El discurso de Scioli retomó los temas que los distintos representantes del FPV esgrimieron durante la jornada electoral: la cautela a la hora de hablar de números, la ratificación del proyecto Nacional y Popular, y la necesidad de interpelar a cada uno de los ciudadanos que no lo votó.

En su discurso, el candidato a presidente combinó frases históricas del peronismo con elementos de la coyuntura actual. Recordó a Néstor Kirchner, agradeció a la presidenta Cristina Fernández y retomó las palabras del Papa Francisco sobre la teoría de las tres “T”: “trabajo, techo y tierra”. Para darle su impronta mencionó también la importancia de las tres “I”: ”invertir, investigar e innovar”. Por último, le dedicó el cierre de su discurso a los trabajadores y militantes: “Hoy se demostró que el pueblo argentino fue a votar a favor de estos sólidos cimientos: justicia social, independencia económica y soberanía política”.

A lo largo de la jornada, los alrededores del estadio Luna Park, en la Ciudad de Buenos Aires, donde el FPV decidió esperar los resultados de las PASO junto a su militancia, se fue cubriendo de gente y color, lentamente. El color naranja ganó presencia en el transcurso de la tarde en todos los rincones del estadio.

Los primeros representantes del FPV que hablaron se mostraron cautos a la hora de mencionar los resultados antes de recibir los datos oficiales: “A partir de los porcentajes que se van conociendo, se puede proyectar, pero no sería prudente hablar de números exactos”, dijo Gabriel Mariotto, vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, las voces militantes aseguraban, desde las seis de la tarde, un triunfo por encima de los diez puntos sobre el principal candidato de Cambiemos, Mauricio Macri.

Cuando fue el turno de Cristina Álvarez Rodríguez, ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, habló sobre las denuncias de algunos referentes de la oposición respecto del robo de boletas: “No vamos a hacer comentarios de denuncias que no son formales. Hacer una denuncia es una cosa muy seria y el ámbito para hacerlo es la Justicia”. En esa misma línea, agregó: “Fue una votación ejemplar en todas las mesas. Cada partido cuida sus boletas, pero lo más importante es que todos cuidamos las boletas de todos, porque esto es una democracia.”

La merma en el número de asistentes a la votación fue atribuida a las inclemencias del tiempo. No obstante, en el búnker del FPV hubo consenso respecto al óptimo desarrollo de la jornada electoral: “Son 32 años de democracia los que nos da la capacidad para poder asumir la responsabilidad institucional como corresponde”, afirmó Mariotto.

Una de las ideas recurrentes en las declaraciones de los diferentes representantes fue que votar a Scioli es ratificar la continuidad de un proyecto: “Lo que se vio es ese afecto que el pueblo le está dando a Daniel Scioli en la certificación y la dirección de nuestro proyecto”, manifestó Mariotto. Por su parte, Álvarez Rodríguez sostuvo: “Fue una jornada en la que la ciudadanía escuchó un mensaje que tiene que ver con construir sobre lo construido, con más trabajo, más industria y más educación para la Argentina. No esperamos un resultado, esperamos seguir transformando”.

La única voz disidente en este sentido fue la de Eduardo Fellner, presidente del Partido Justicialista, quien aseguró: “Haremos los cambios que haya que hacer, realizaremos los ajustes necesarios y le pondremos nuestra propia impronta”.

Al mismo tiempo, los diferentes representantes coincidieron en que lo importante es interpelar a los ciudadanos que no votaron a Scioli, llegar a ellos y mostrar el trabajo que el actual gobernador de Buenos Aires hizo en la Provincia. “Una buena elección es ganar y, sobre ese triunfo, interpelar a los ciudadanos que no nos han votado para que vean que el vértice de la unidad nacional lo tiene Daniel Scioli”, sostuvo Mariotto.

El optimismo que se vivió en el búnker del FPV a lo largo de la jornada quedó plasmado en los primeros tramos de discurso: “Sin escrutar la mayoría de los votos, estamos a doce puntos arriba de Mauricio Macri y a veinte de Sergio Massa”, afirmó Daniel Scioli al subir al escenario. “Es evidente que con este resultado hay una voluntad de seguir avanzando hacia el futuro y no quedan dudas que este es el espacio que da confianza a todos los argentinos”, agregó.

Luego vino el momento de los agradecimientos y, allí, en miras a las elecciones de octubre dijo: “Primero quiero agradecer a los que nos votaron. Y a los que no nos votaron, sepan que vamos a poner todo nuestro empeño en satisfacer todas esas voluntades para que estén seguros en octubre que este es el camino”.

Actualización 10/08/2015

«Unidos somos más»

«Unidos somos más»

Mauricio Macri se consagró candidato a presidente por la Alianza Cambiemos al superar en las PASO al radical Ernesto Sanz y a la representante de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. Obtuvo alrededor del 25 por ciento de los votos, doce menos que Daniel Scioli el postulante del Frente para la Victoria. Pero si se suman los votos de todos los competidores que tuvo el Jefe de Gobierno porteño, la diferencia se reduce a ocho puntos.

Tal como habían prometido, los tres precandidatos de Cambiemos se mostraron juntos en el escenario, tras conocerse los primeros cómputos oficiales. Los militantes corearon los nombres de “Lilita” y “Ernesto”. Y las exigencias de Sanz y Carrió pesaron: Macri no bailó. La música típica del PRO -Gilda y Tan Biónica- musicalizó el búnker pero no la utilizaron para cerrar el acto, tal como lo hicieron en los últimos comicios.

Las últimas palabras fueron de Mauricio Macri. Cuando empezó a hablar, se sumaron los candidatos de la provincia y su equipo completó el fondo del escenario. Macri, quien recuperó el saco y el cinturón que había dejado de lado en los discursos anteriores, interactuó con el público: “Los héroes del día fueron los fiscales, ¿hay fiscales acá?”. Luego le dio la espalda a los espectadores para agradecer a los candidatos mirándolos a los ojos. “Se siente, se siente, Mauricio presidente”, cantaron todos. “Unidos somos más”, fue la frase final -repetida por Macri y por los militantes- que recordó al spot “Juntos somos más” de la Alianza encabezada por Fernando De La Rúa en 1999.

Arriba del escenario predominó la vestimenta negra, blanca y azul; sólo desentonó la blusa con arabescos naranjas de Gabriela Michetti. El único que rompió la prohibición de cruzar los brazos fue Lucas Llach, compañero de fórmula de Sanz. Los papeles del festejo y los globos celestes y blancos cayeron al final ante la mirada curiosa de Carrió y los abrazos de Macri con el resto de los candidatos. Su mujer, Juliana Awada, y su hija, Antonia, aparecieron cuando el acto había terminado y el micrófono ya no estaba disponible para mencionarlas. Durante toda la jornada, las palabras ‘crecimiento’, ‘sueños’, ‘felicidad’, ‘confianza’, ‘cambio’, ‘alternativa’, ‘esperanza’ se repitieron incansablemente como un mantra. Y, claro, no faltó la mención a Mónica de Wilde y a Alicia de Mataderos porque el nombre pila es utilizado como bastión de cercanía.

Menos amarillo

Con el color blanco como protagonista y detalles en la paleta multicolor que caracterizó a su campaña, el búnker en Costa Salguero se tiñó de la identidad de Cambiemos. Nada del PRO. Nada de UCR. Nada de la Coalición Cívica. Hubo globos, sí, pero sólo celestes y blancos.

“Los que estuvieron trabajando con la imagen buscaron un consenso, un equilibro para que todos nos sintamos representados. Está el blanco de los radicales, el multicolor del Pro, los colores de la Coalición. Me parece una buena síntesis” declaró Sergio Bergman en exclusiva para ANCCOM.

Cuatro fueron las conferencias de prensa previas a los discursos principales. Duraron entre 10 y 15 minutos y se brindaron con diferencias de una hora en el espacio del búnker destinado a tal fin. Los voceros insistieron en no hablar de resultados sin números oficiales. “Es ilegal e irresponsable, todavía se está votando”, dijo Jorge Macri. Sobre las denuncias de irregularidades, pidieron una y otra vez a los fiscales continuar en las escuelas para cuidar los votos hasta el final del escrutinio.

Todos subrayaron, además, que el sistema de votación es obsoleto. “Si tuviéramos la boleta electrónica, a esta hora ya tendríamos el resultado definitivo”, dijo Horacio Rodríguez Larreta a las 20:30 acompañado por Mariana Zuvic (CC), candidata a Parlamentaria del Mercosur por el distrito nacional, y Agustín Campero, vocero de UCR, durante lo que fue la la primera conferencia en conjunto de las tres fuerzas que conforman Cambiemos. Jorge Macri coincidió: “Nosotros nos rebelamos contra el sistema. No puede ser que tengamos que hablar de los aspectos negativos en lugar del disfrute del voto de la ciudadanía. El sistema no funciona, no es transparente. No es un sistema fácil ni para votar ni para escrutar. Tenemos que trabajar en un sistema que le devuelva a cada ciudadano la posibilidad de disfrutar del voto”.

A lo largo de toda la jornada, la palabra clave fue ‘cambio’. “Hay una alternativa real de cambio” afirmó Rodríguez Larreta en conferencia de prensa y Marcos Peña, el jefe de la campaña de Mauricio Macri, ratificó: “Va a ocurrir un cambio en la Argentina. Éste es el primer paso en esa dirección”.

El escenario principal estuvo a oscuras hasta las 21, cuando encendieron las pantallas con el logo de Cambiemos y abrieron las puertas. Entre los primeros militantes en ingresar al predio se encontraba el famoso Mago Sin Dientes, presente con su galera en los actos del PRO desde hace cinco años.

María Eugenia Vidal fue la primera en hablar sobre el escenario despojado de Cambiemos. Mientras en la pantalla se leía la frase “La esperanza del cambio” y sonaba “Mis ojos”, de Axel, Vidal apareció con una mano sobre su corazón: “Enorme beso y abrazo a los fiscales que están ahí. Queremos pedirles que no vengan acá, que se queden ahí cuidando los votos”. El público presente la recibió al ritmo de “Olé olé olé Mariu” y la despidió saltando: “Hay que saltar, hay que saltar, porque este cambio no va a parar”.

 

Actualización 10/08/2015

“El pueblo eligió que haya tres espacios”

“El pueblo eligió que haya tres espacios”

Sergio Massa eligió jugar de local y montó el bunker del Frente Renovador en Astilleros Millberg, un salón de eventos en las afueras de Tigre. Cumplió con la expectativa de achicar la brecha con Cambiemos, la segunda fuerza a nivel nacional, y quedó como alternativa expectante frente a las elecciones de octubre. La alianza encabezada por el intendente tigrense obtuvo en las PASO el 20,61 de los votos. Un tercio de esos sufragios los aportó su rival interno, el gobernador cordobés José Manuel de la Sota. El massismo quedó a 10 puntos de Cambiemos y a 18 del Frente para la Victoria.

A las cinco de la tarde la lluvia caía con furia y el salón principal del acto estaba vacío. Decorado con gigantografías con la foto de Massa y el slogan de campaña “El cambio justo”, el salón diseñado en la gama del blanco, negro y cromo, parecía más la sede de un casamiento que de una campaña política. La lluvia interrumpió las transmisiones satelitales de los móviles de TV y la electricidad iba y venía, lo que delataba que aún en el centro de poder de Tigre, no se podía garantizar los servicios y la tormenta se hacía sentir.

 

 

El catering servía medialunas, sándwiches de miga, y los pocos concurrentes masticaban, lacónicos, mientras esperaban que aparecieran los candidatos. “Somos muy optimistas sobre los resultados. Es una elección interna que nos posiciona muy bien rumbo a octubre”, dijo Graciela Camaño, la primera en hablar con la prensa, pocos minutos después de que se cerraran los comicios. “Hoy hemos demostrado que no hay polarización en la Argentina”, completó Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central y agregó: “En la provincia de Buenos Aires ya sabemos cuáles son las avivadas que hay en algunos sectores, que te roban las boletas”, ante la supuesta falta de boletas en algunas mesas de votación.

A las siete, la música funky pop sonaba de fondo, hasta que irrumpió en el salón principal la murga “Los Elegantes”, con platillos, tambores y trompetas. Tocaban para una sala casi vacía.
De a poco, el bunker del Frente Renovador comenzó a llenarse de militantes y simpatizantes que, a pesar de la invitación de los tambores, no acompañaron el festejo con música.

Recién cerca de medianoche Felipe Solá subió al escenario junto a su compañero de fórmula, Daniel Arroyo, y agradeció a todos los argentinos que fueron a votar a pesar de las inclemencias del clima y las inundaciones. También aludió a uno de los temas de campaña: “El pueblo argentino dijo que quería elegir y eligió que haya tres grandes espacios”. Juntos presentaron a Sergio Massa, quien llegó acompañado por su mujer e hijos, pero el ya candidato a presidente evitó referirse al resultado y de cara a las elecciones presidenciales afirmó: “Viene el tiempo del diálogo y la unión. Tenemos la grandeza y la humildad de juntarnos para darles seguridad para el futuro”, dijo y comenzó a recitar las promesas que venía anunciando en sus últimos spot de campaña: penas a los corruptos, mayores condenas a los narcotraficantes y violadores, revisar la política de planes sociales y el 82 por ciento móvil para los jubilados.

Actualización 10/08/2015