Ene 11, 2018 | Comunidad, Trabajo
Peligran 900 puestos de trabajo por el cierre del Programa Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela que permite que docentes de todo el país accedan a posgrados de formación gratuitos. El destino de los educadores es incierto, todavía no saben si retomarán sus funciones en febrero, marzo o si deberán emprender la búsqueda de un nuevo empleo. “Hay algo despiadado en todo esto porque suponiendo que ya sabemos que estamos despedidos, podríamos ir viendo otros trabajos. Es muy angustiante sobre todo para aquellos compañeros que dependen de éste como su único ingreso. Exigimos una palabra pública de las autoridades”, reclamó Diego Carames, responsable de contenido del módulo Ciencias Sociales para secundaria.
En el 2007 se creó el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que tenía como finalidad centralizar los cursos docentes dispersos y levantar un reclamo histórico que era el acceso a una formación permanente gratuita y de calidad. El Programa Nuestra Escuela surgió en el marco del INFOD y es un proyecto que inició la gestión del gobierno anterior durante 2014. Fue aprobado por unanimidad por el Consejo Federal de Educación, organismo que reúne a todos los ministros de Educación del país. Consiste en una capacitación y especialización universal para los docentes con una duración de dos años, con modalidad presencial y virtual, financiada por el Estado. “El Programa Nuestra Escuela fue quizás el más ambicioso de todos porque pretendió llegar al millón de docentes. Esto garantizaba el derecho de los maestros al mismo tiempo que recuperaba la idea de un Ministerio nacional federal que invertía en términos de educación, en buscar cierta igualdad en las distintas regiones de Argentina. Lo que observé a lo largo de estos últimos dos años es que las políticas de educación que está llevando a cabo el Gobierno actual son un retorno a la línea de intervención de los años 90; que consistió en descentralizar, es decir que cada provincia se responsabilizara de su educación, profundizando la desigualdad”, reflexionó Carames. Aquellas provincias más ricas, que tuvieran más recursos podrían invertir en formación docente, mientras que las provincias más pobres tendrían otras prioridades. “Hay una profunda contrariedad en lo que declaman desde el gobierno, una educación de calidad, y lo que están haciendo con el ministerio de Educación. Lo están desguazando”, denunció el docente.
Al mismo tiempo que el actual ministro de Educación Alejandro Finocchiaro afirma que hay jerarquizar a los docentes, tanto en Ciudad de Buenos Aires como en Provincia de Buenos Aires, y que la gobernadora María Eugenia Vidal propone dar de baja a los docentes que no posean un título, un programa dedicado a la formación docente permanente está en jaque. “El discurso que dan y lo que hacen es muy contradictorio. Plantean la necesidad de jerarquizar a los docentes para obtener una enseñanza de calidad. Pero quieren cerrar Nuestra Escuela. Acá hay casi mil docentes que dedicaron tiempo para su propia formación y desde el Ministerio de Educación deciden, sin dar ninguna explicación razonable, que no terminen con esa capacitación”, juzgó Diego Carames.

“Quisieron cerrarlo en el 2016 y como no pudieron lo que hicieron fue esperar un año para que las sucesivas cohortes fueran cayendo y, apenas pudieran, cerrarlo. Esto no es un mero descuido sino una política sistemática de desresposabilizarse por la educación pública”, sentenció Carames. A fines de 2016 el ex ministro de la cartera Esteban Bullrich firmó una resolución para restringir el régimen de cursada de los postítulos y dispuso el cierre definitivo, para fines de 2017, de las especializaciones en Derechos Humanos, Ciencias Sociales y Nuevas Tecnologías en las que trabajan 110 docentes. Un recurso de amparo presentado por los docentes impidió el cierre. “A partir del conflicto de diciembre del 2016 formamos el Colectivo de Trabajadores Virtuales Nuestra Escuela para dar pelea por nuestros derechos y el de los cursantes. En enero del 2017 resolvieron dar de baja las resoluciones porque eran ilegales, violaban el contrato académico con los docentes que se habían inscrito al Programa”, dijo Carames. En estos tres postítulos hay alrededor de 950 cursantes que le faltan entre una y dos materias para recibirse. “Esto depende de una firma del ministro, de la buena voluntad y de la responsabilidad de las autoridades. No es necesario siquiera que abran una nueva cohorte, sino sólo un bimestre para que estos docentes puedan finalizar su formación. En términos económicos el costo resulta mínimo”, explicó el responsable de Ciencias Sociales.
Mientras que el artículo 74 de la Ley de Educación Nacional prescribe que el ministerio de Educación y el Consejo Federal de Educación deben garantizar el derecho a la formación continua a todos los docentes del país, en todos los niveles y modalidades, así como la gratuidad de la oferta estatal de capacitación, las autoridades están obstaculizando este derecho a la formación al impedir que los cursantes finalicen sus estudios.
Si bien el Colectivo de Trabajadores logró que el programa continuara en funcionamiento durante el 2017, hoy se encuentran inmersos en la incertidumbre por la ausencia de noticias sobre el futuro del proyecto. “Desde la gestión lo que dicen es que la mayoría de los docentes va a continuar. Sin embargo, mientras que los contratos se renuevan semestralmente aún no hay nada firmado. Si bien no hubo confirmación de que los 900 docentes estamos despedidos, lo que sí sabemos es que los contratos cayeron y desde entonces no tenemos ninguna noticia. Al no tener un contrato oficial nos damos por despedidos”, agregó.
El argumento que sostienen desde el ministerio de Educación para el cierre de los postítulos en Derechos Humanos, Ciencias Sociales y Nuevas Tecnologías sería puramente burocrático. Como en el 2016 se abrieron cohortes nuevas para los otros once postítulos pero no para estas tres áreas, ya no habría cursantes para ellas en 2017. ¿Por qué no se abrieron nuevas cohortes en 2016 para estas tres áreas? “Uno podría decir que esa decisión tiene que ver con las líneas pedagógicas prioritarias que el gobierno actual sostiene. En la cual los derechos humanos y el postítulo en Ciencias Sociales, que trata de pensar problemáticas como las transformaciones del mundo contemporáneo, no son áreas en las que las autoridades estén interesadas en que sean enseñadas en las escuelas. Sino que están más comprometidos con orientar la educación hacia los parámetros medidos por las evaluaciones internacionales, como PISA. Por otra parte, pareciera que la idea es fomentar el crecimiento de los cursos y especializaciones privadas y que los docentes tengan que volver a pagar para obtener su propia formación. Porque no sólo se cierran cursos y programas como Nuestra Escuela y líneas de intervención territorial socioeducativas como el proyecto coros y orquestas, sino que tampoco ofrecen un proyecto educativo propio que venga a reemplazar los postítulos de Ciencias Sociales, Derechos Humanos y TICs. Lo único que hacen es cerrar cursos bajo la idea economicista de ahorrar recursos”, opinó Carames.

Según el responsable de contenido del módulo Ciencias Sociales para secundaria hay dos posibles soluciones para que los docentes no pierdan su fuente de trabajo, una es que se abran nuevas inscripciones y los postítulos sigan. La otra posibilidad es que los docentes sean reabsorbidos por los cursos nacionales virtuales que ofrece el ministerio sobre distintas temáticas. “El año pasado abrieron algunos proyectos nuevos en la virtualidad, el problema con el que se encontraron es que contrataron mucha gente nueva, sin experiencia en plataformas virtuales, teniendo recurso ya formado. Hay poca gente en el país que tenga tanta experiencia como nosotros en la formación docente virtual. Esta modalidad de educación no es como cualquier trabajo de docencia, tiene cierta especificidad, no trabajamos con la palabra oral sino con la palabra escrita. Supone otro tipo de vínculo con los cursantes”, planteó.
Sonia Alesso, Secretaria General y Guillermo Parodi Secretario de Prensa de CTERA, en nombre del gremio, se sumaron al reclamo de los docentes del Programa Nuestra Escuela con un comunicado en el que repudiaron el desguace del Programa y afirmaron que el Ministerio estaría incumpliendo con un Acuerdo Paritario que habían firmado en 2015 los cinco sindicatos nacionales con el Ministerio de Educación, de Trabajo y el Consejo Federal de Educación para garantizar la formación permanente, gratuita y en servicio de más de un millón de docentes. “Este es un nuevo ajuste a la educación pública, con la pérdida de fuentes de trabajo para 900 familias. CTERA repudia y rechaza este nuevo atropello a la educación pública y exige al Ministerio de Educación que revea esta medida arbitraria, unilateral y de ajuste”, expresó el comunicado.
Por su parte, el Colectivo de Trabajadores Virtuales se apoya en el gremio ATE para elevar a las autoridades sus reclamos en espera de la apertura de un diálogo para solucionar la problemática o, al menos, tener una certeza sobre los planes que tiene el ministerio para el programa y sus trabajadores. “El apoyo de CTERA es muy importante porque permite de alguna forma que nuestro reclamo no quede invisibilizado como el de un grupo de trabajadores de un programita del Estado. Nos interesa que aparezca en particular nuestro reclamo por los puestos de trabajo, pero también es importante que se ponga este conflicto en un contexto más amplio que es la avanzada furiosa del gobierno contra el universo educativo en general y contra los trabajadores docentes en particular. Ya lo vimos el año pasado como los docentes fueron estigmatizados y aún más aquellos que estaban afiliados a algún gremio”, concluyó Diego Carames.
Dic 25, 2017 | Comunidad, Novedades
Con anteojos de sol animal print, campera de cuero y un cigarrillo colgando de la mano izquierda, Jorge Alemán habla por celular en la puerta del aula 324 de la Facultad de Filosofía y Letras. Son las once menos cinco de la mañana.
– Estoy zombie, ayer no dormí – dice. Cuando le preguntan si necesita algo, pide un café sólo.
Entra al aula que está agotada en su capacidad; al autor del ensamble teórico que denominó «Izquierda Lacaniana» lo esperan cientos de estudiantes y académicos, muchos de ellos sentados en el suelo porque no hay suficientes bancos. «Poder, Neoliberalismo y Subjetividad», es el título del taller de trabajo que los convoca, organizado por la cátedra libre Ernesto Laclau.
Alemán se acomoda en la silla. Apoya en el escritorio un atado de cigarrillos y el celular. Le traen el café. Lo agarra con la mano derecha, toma un trago, deja ver la piedra negra del anillo que tiene en el dedo anular.
– Yo mismo pedí que me eximieran de dar una conferencia, prefiero un diálogo porque estos últimos días en Buenos Aires se me vuelven particularmente intensos. Por ejemplo: ahora tengo las gafas puestas porque no dormí -blanquea-. Puedo sacármelas, aunque la realidad es que estoy moralmente muy bien, pero físicamente destruido.

Alemán es el autor del ensamble teórico que denominó «Izquierda Lacaniana».
Paula Biglieri, de la cátedra libre Ernesto Laclau, conduce el taller. Para darle inicio hace un comentario sobre la idea académicamente polémica de “Izquierda Lacaniana”, que incomoda a varios teóricos, afines o no al pensamiento de Alemán.
-Me meto en aprietos con ciertas elaboraciones que hago, pero bueno, esto es la vida -replica el psicoanalista-. Ojalá fuera meterse en aprietos solo con la teoría y con los libros -hace una pausa y agrega-: Espero sobrevivir. Si puedo, en un rato me saco las gafas.
Muchas veces le han preguntado qué es lo que lo convence intelectualmente del pensamiento de Laclau. «La valentía teórica de haber organizado una nueva ‘composibilidad’ teórica entre la hegemonía gramsciana y la lógica discursiva de Lacan”, contesta Alemán. “Y una vez formulada esta novedad teórica, no anclarla en el ‘filosofismo universitario’ sino ofrecerla como un nuevo modo de pensar la militancia política, hecho aún más decisivo en los países latinoamericanos”.
Más tarde, en Puán recuerda su primer encuentro en persona con Ernesto Laclau:
-Cuando me acerqué a saludarlo me dijo, frente a un gran auditorio en la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL): “Lacan y Perón, un sólo corazón».
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A los 19 años, Alemán viajó con un amigo a Chile para conocer el país en el que había ganado las elecciones un presidente marxista, Salvador Allende. Nunca imaginó que el azar lo ubicaría en el mismo lugar exacto que al propio presidente, en una exposición de arte en la embajada de Cuba. Pero el apretón de manos con Allende sería ese día solo el primer encuentro revelador para Alemán. Cuando salieron de la embajada, él y su amigo, mareados por la suerte, compraron una copia de Los Escritos de Lacan. En la pensión en la que se hospedaban se lanzaron a la lectura en voz alta del psicoanalista francés. Según las palabras del propio Alemán, aquel texto le resultaba «absolutamente ininteligible». Sin embargo, sorprendido, comprobó que su amigo podía entenderlo. Eligió al vuelo uno de los conceptos desarrollados en esas páginas y le pidió que se lo explicara. Significante. El amigo agarró una hoja en blanco y dibujó una letra. “Esta letra es el significante y no quiere decir nada”, le explicó; inmediatamente golpeó la mesa y agregó: “Acá comienza el verdadero materialismo”. Esa combinación de elementos, dirá años más tarde Alemán, darle la mano al presidente e ir a la pensión con Los Escritos de Lacan, funcionó como una epifanía para él. Toda esa mezcla llevaba el germen de la izquierda lacaniana.
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Alemán centra la mayor parte de su intervención en Filosofía y Letras en defender lo que él considera el concepto de populismo de Ernesto Laclau. Reniega frente a aquellos que ubican a figuras como Donald Trump o Marine Le Pen en la casilla de “populismos de derecha”. Se niega a entregar el concepto de Laclau a los movimientos reaccionarios, incluso cuando muchos teóricos consideran que hasta el propio Laclau admitía la posibilidad de que existiera el populismo de derecha. El profesor honorario de la UBA explica:
– Hay un populismo antes y después de Laclau y eso para mí forma parte de la batalla cultural. No estoy dispuesto a que lo use la derecha. Han usado la palabra populismo para Trump y Le Pen y para mí no son populistas. A Le Pen no le creo ni su relato anti oligárquico (eso lo discutí con Chantal Mouffe), ni creo que se vaya a pelear con las elites. Lo que creo de verdad es que va a mandar a la marina francesa, como dijo ella, a atacar los barcos de los refugiados. Como también le creo a Trump que puede hacer cualquier cosa en Venezuela, aquí o en cualquier otro lado. No les creo en absoluto la demagogia retórica, que no tiene nada que ver con el populismo de Ernesto.

Jorge Alemán defiende lo que él considera el concepto de populismo de Ernesto Laclau.
Una vez desarrollado su rechazo hacia la versión de la derecha populista, pasa a definir su postura, siempre política en tanto teórica.
-Para mí la izquierda no es progresista; yo soy populista de izquierda -se define Alemán frente a un público ideológicamente heterogéneo-. Soy revolucionario en cuanto a lo económico, conservador en cuanto al sujeto, y reformista en cuanto a las instituciones. El peronismo de izquierda es el marxismo de nuestra época.
Luego da un paso más, al revelar el sustento lacaniano de esta postura. A tono con su auditorio de académicos, de pronto su discurso se vuelve casi exclusivo para entendidos:
-Creo en un populismo femenino; Soledad: Común. Lo más singular de uno, con lo no- todo de Lalengua. El no-todo es infinito. El solitario encuentro con lo real de Lalengua, el primer traumatismo, es paradójicamente el único punto que demuestra la existencia de lo Común como aquello diferente al «para todos» homogeneizante de la «psicología de masas». Por lo mismo, este encuentro solitario con lo Común de Lalengua no puede ser subsumido en el individualismo o en el denominado ámbito de lo privado.
-Tengo el pesimismo de la pulsión y el optimismo del deseo-, asegura. El público se ríe.
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-¿Que tal son estos panes rellenos? – pregunta mirando a través de las gafas a los canastos de mimbre que esperan a la salida de la Facultad. Hay poco tiempo para almorzar porque a las 14 lo esperan en la Escuela Itinerante. Cruza la calle y entra a un restaurant árabe. Venden distintos tipos de shawarma y fatay. Alemán pide dos fatay. Él les dice empanadas. Muerde una y lo decepciona: “La calentaron en el microondas, la masa se arruina”. Se acerca al mostrador para pedir que a la segunda no la calienten.
– En Madrid vivo en un barrio en el que hay muchos lugares como éste, Malasaña -comenta mientras prueba su segunda fatay-. Era un barrio underground , pero ahora, como dicen allá, se está gentrificando; mucho boliche fashion vintage por todas partes.
El almuerzo tiene que ser rápido porque la agenda de Alemán no deja muchos espacios. Desde que llegó a Buenos Aires dio dos clases sobre psicoanálisis y poder en la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino, participó como uno de los oradores junto a María Pía López cuando la legislatura porteña condecoró como ciudadano ilustre a Horacio González, firmó ejemplares de sus libros en la Feria, donde dio otra charla junto al mismo González y a Nora Veiras, y dio entrevistas, entre otros, a Eduardo Aliverti, Víctor Hugo Morales, Daniel Tognetti, Miguel Rep, Página 12. De todas formas, mientras come shawarma, Alemán tiene tiempo para contar algunas anécdotas.
– Mi primer trabajo fue periodista de rock, cuando tenía 18 años. Trabajé durante años en las revistas Pelo y Pin Ap. Trabajaba con Jorge Álvarez, que era amigo y editor de Rodolfo Walsh, y fue quien decidió grabar a Almendra, a Manal, a Moris, y así surgió el rock underground, que después se llamó rock nacional.
Alemán cita el título del segundo tomo de los Diarios de Emilio Renzi, de Ricardo Piglia, para calificar esa época: Los años felices. Siempre vivió en el Centro, necesitaba estar cerca de la avenida Corrientes.
-El café La Paz era el gran centro mundial donde ocurría todo -recuerda, mientras niega un vaso de cerveza-. Hoy solo agua. Todo ocurría entre el Moderno, el Ramos, La Paz y El Molino. Aquello era un laboratorio y toda la ciudad estaba conectada. Emergían de golpe muchas cosas en la calle, no en la universidad. En la calle se cruzaba el rock, el peronismo, las lecturas de Marx y de Freud; todo el tiempo era un ámbito de circulación muy grande en el que los bares estaban incluidos.
Como si hubiera ocurrido ayer, se le viene a la cabeza un recuerdo que presenció a los 17 años, en el que Manuel Puig y David Viñas estuvieron a punto de terminar a las trompadas. Ocurría que Puig feminizaba a todos sus interlocutores, y Viñas no lo soportaba. “A Viñas lo tenía tomado el falocentrismo, no podía salir”, reflexiona Alemán.

«Para mí la izquierda no es progresista; yo soy populista de izquierda», se define Alemán
Pero entrados los años ‘70, recuerda, la conflictividad política creciente obligaba a un compromiso mayor con la militancia. La escalada de violencia que se inició con la Triple A iba a marcar un cambio rotundo en la vida de los jóvenes porteños.
-Con el compromiso político apareció rápidamente la lucha armada. A La Paz ya no podíamos ir porque la policía lo tenía vigilado. En ese entonces yo abandoné mi trabajo como periodista de rock. Con la Triple A, y después la dictadura, empezaron a desaparecer a compañeros y amigos. Yo viví seis meses escondido, hasta que me exilié en Madrid en el ‘76. Tenía 25 años. Fue el final de los años felices.
***
Sube al auto. Paula Biglieri maneja. Como somos cinco, atrás viajamos apretados. Mientras circulamos por avenida San Juan todo va bien; el problema es al doblar por Entre Ríos, porque el tránsito avanza a paso de hombre. Alemán va en el asiento del acompañante, con la ventanilla abierta y el cigarrillo colgado de la mano derecha. Ahora cuenta del spa que frecuenta en Buenos Aires.
-Allá en España los spa tienen olorcito a limón, pasan música hindú, es todo muy armónico. Yo acá voy a uno a jugar al truco por guita. Tiene una pileta de agua fría para cuando estás muy transpirado. Además te sirven sánguches de matambre o de milanesa ahí nomás. Eso allá no pasa. La otra vez traje a mi hijo. Él, que es un madrileño típico, no lo podía creer. Algunos de los que van ahí rozan la delincuencia; hay muchos que están metidos en las carreras de caballos. Es un ambiente arltiano que me encanta. Yo además tengo muchos recuerdos de ese lugar porque iba con mi viejo.
El auto está clavado en el cruce de México y Luis Sáenz Peña. Paula pregunta por dónde conviene seguir. Cada uno le da una respuesta distinta. Alemán está ansioso por llegar. Para hacer más amable al tránsito le preguntan más detalles sobre el spa.
-Me gusta que en las mesas se habla de boxeo. No queda mucho de eso.
Esto lo lleva a recordar a su boxeador favorito: Nicolino Locche. “Un boxeador estupendo, no lo tocaban”.
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«Es un gran orgullo poder participar de la experiencia de la Escuela Itinerante. Es una forma modesta de pagar la enorme deuda que siento frente a la escuela pública en mi formación personal», cuenta Alemán.
Faltan diez minutos para las 15. Alemán llega a la Escuela Itinerante atrasado por las charlas y el tránsito porteño de un miércoles. Saluda a la titular de CETERA, Sonia Alesso, quien lo invita a subir al escenario desmontable de madrea que está emplazado delante de un pizarrón, en el cual con letra cursiva de maestra dice: “14 hs. conversación con Jorge Alemán. Neoliberalismo y subjetividad”. Él pide disculpas por el atraso y explica que surgieron “contingencias”. La gente no deja de aplaudirlo. Entre el público hay muchos guardapolvos y cuadernos listos para tomar nota. El teórico lacaniano cambia rotundamente su registro y pide que lo ayuden con preguntas porque viene “extenuado de la universidad”. No cree correcto avanzar sin hacer antes una aclaración:
–Para mí es un gran orgullo poder participar de la experiencia de la Escuela Itinerante. Es una forma modesta de pagar la enorme deuda que siento frente a la escuela pública en mi formación personal.
La primera pregunta se orienta al concepto de “lo público”. Alemán considera necesario, en primer lugar, desarrollar el concepto. Explica que anteriormente, en el capitalismo clásico, existía una distinción y oposición entre el mundo de lo privado y el de lo público y que si bien el liberalismo insistía siempre en la libertad de mercado y en beneficiar al sector privado, nunca dejaba de existir esa puja entre el Estado y lo privado, o entre lo público y el mercado. Pero hoy en día el neoliberalismo dio un salto cualitativo.
–Lo que intenta hoy el neoliberalismo es borrar la frontera de lo público y lo privado, apropiándose incluso del Estado mismo –dice, enfático-. El neoliberalismo funciona como una especie de Estado absoluto. Estamos frente a una reapropiación de todo el espacio público en función de las lógicas impuestas por el mercado y por lo tanto el problema es más complejo, porque el enemigo tiene otras dimensiones.
Durante la presentación, Alesso le pide que trace un paralelismo entre el gobierno de Cambiemos y la década del ‘90, como también con los procesos dictatoriales de 1955 y 1976.
-Tal vez esa sea la diferencia con las fechas del ‘55 el ‘76 y los ‘90. Fueron un largo periodo donde se intentó desmantelar toda la parte industrial, donde se intentó destruir todo el orden de lo público. Pero ahora estamos en un nuevo reordenamiento mundial, en donde el neoliberalismo logra construir incluso estilos de vida. Logra construir lo que yo llamo “subjetividades”.
Rápidamente y sin olvidar que su auditorio está compuesto, en su mayoría, por docentes, comienza a hablar sobre la construcción de las subjetividades en el capitalismo con ejemplos de la infancia y de los procesos educativos.
“No creo en los sistemas de evaluación”, subraya con cierto enojo, y observa que desde lo público se instrumentan evaluaciones que categorizan a los niños, aunque lo que realmente hay detrás son industrias enormes. “El riesgo de estas prácticas es que se pueden equivocar muy temprano –continúa-. Uno muy temprano puede quedar diagnosticado o segregado por características personales. Por ser evaluados, los niños pueden quedar tempranamente por fuera de un montón de opciones. Eso está sucediendo ahora desde el campo de lo público”.
Enseguida aclara que tampoco cree en los “test de inteligencia” ni en los “trastornos de atención” y para ejemplificar y ser más didáctico elige contar una experiencia personal:
-Yo, por ejemplo, no me podía sentar en un banco, nunca fui un buen alumno. Gracias a la paciencia de mis maestros, al tiempo se dieron cuenta de que no me podían pedir que permaneciera sentado y se atuvieron a lograr introducirme en el proyecto pedagógico. Hoy en día hubiera sido evaluado, diagnosticado, medicado y ya desde la infancia hubiera arrastrado todas las etiquetas que corresponden con esos fenómenos que aparecen garantizados por ciertas estructuras que se presentan como científicas y que en realidad esconden o encubren un proyecto de nueva construcción de subjetividades.
Luego de una hora de diálogo, Alemán da por terminada la charla. En sus ojos se nota la pesadumbre de un día que no tuvo noche. Una decena de admiradores se acerca al escenario de tablones para sacarse selfies con el intelectual, para hacerle firmar sus libros. Con paso lento, minutos después, Alemán sale de la escuela: allí lo espera su compañera militante y académica, y eventualmente chofer, Paula Biglieri. Entre risas, y con sus gafas de leopardo puestas, dice:
-Comencé el día como un rockstar y ahora lo termino sacándome fotos con unas docentes jubiladas.
Ahora sí: parece que su jornada está por terminar. ¿Qué lo motiva a vivir estos días así, con tanta intensidad? Alemán prende un cigarrillo.
–Cuando uno se exilia tiene una sensación doble, que es sentir que no se fue nunca y a la vez que va a ser imposible volver -da una pitada profunda y continúa-. Yo habito entre esos dos extremos de la experiencia, que en un principio son absolutamente antinómicos. Hice todo lo posible para recuperar el lugar, para sentir que volví a tener un lugar en Argentina. Entonces más allá de lo que pueda aportar, de lo que yo pueda contribuir, tengo una deuda simbólica con mi generación, tengo una deuda simbólica con los desaparecidos, con todos los militantes. También ha sido mi manera de encontrar mi lugarcito en Argentina.
Alemán saluda y dice que ahora va a dormir una larga siesta. Pero sigilosamente se acerca a Paula, y al oído le dice:
-Paulita anda a buscar el auto que mientras me quedo acá dando una notita a la radio abierta de estos pibes.
Actualizada 03/05/2017
Dic 24, 2017 | Entrevistas, Novedades
Miguel Acuña es docente en CABA desde hace casi 20 años. Trabaja como profesor de 4º y 5º año de la Escuela Media Nº 3 del Distrito Escolar 19, del Bajo Flores. Además, es dirigente de UTE y vecino de Floresta, comprometido con los derechos humanos y los espacios de memoria. El pasado domingo 9 sufrió los golpes y la detención por parte de las fuerzas de seguridad, mientras cientos de docentes instalaban la Escuela Pública Itinerante. Este educador de escuela media pone al desnudo la saña con la que fueron reprimidos, le responde a quienes buscan demonizar el gremialismo y anticipa que contiuará la lucha por una escuela pública de calidad y por salarios dignos.
¿Qué opina de este intento de diferenciación por parte del Gobierno, en su conjunto, entre ser docente o ser gremialista, para justificar la represión y las detenciones de los docentes?
Nosotros queremos salirnos del lugar en que intentan ponernos. Primero, no renegamos de las palabras sindicalismo y gremialismo. Al contrario, nosotros la asumimos porque somos delegados de nuestra escuela y sabemos que nuestros compañeros fueron elegidos democráticamente. Hay una cuestión de querer demonizar estas palabras y el Gobierno Nacional -y en general los dirigentes del Pro- buscan colocarle un sentido negativo a esto para rebajarnos. Sabemos que esto ya se aplicó en otras épocas. Sabemos, también, que este es un gobierno democrático y que fue elegido por una parte muy importante de la sociedad; en ningún momento les decimos que se vayan, simplemente estamos pidiendo que cumplan con una ley nacional, que establece la paritaria docente nacional, que se viene cumpliendo desde hace varios años. Y este mismo gobierno, que el año pasado lo hizo, ahora no quiere darnos un derecho que nos corresponde. Obviamente que entendemos el por qué: porque beneficia tanto a los grupos económicos nacionales, como internacionales y este es un gobierno que le sirve a los sectores más poderosos. A partir de eso, que es un dato real y objetivo, tenemos que tener mucha voluntad política. No somos desestabilizadores, no queremos que se vaya, queremos que cumpla con lo que él dijo que iba a hacer: pobreza cero, que los docentes iban a ser los mejores pagos de Latinoamérica, que no iba a haber devaluación, que no iba a haber tarifazos… Sin embargo, el gobierno está haciendo todo lo contrario, así que ahí ya nos demuestra qué es lo que va a hacer y está haciendo.

El momento en que la Policía se lleva a Acuña, el pasado 9 de abril en el Congreso
¿Qué le respondería al presidente Mauricio Macri cuando afirma que no quiere más a los docentes que violan las normas y al Ministro de Educación, Esteban Bullrich, cuando expresa que la policía actuó porque los manifestantes no tenían la autorización y atacaron a los policías?
Las declaraciones del Presidente son lamentables, no es casualidad que eso lo dijo mientras estaba junto a personas autodenominados ‘emprendedores’, en función de desprestigiar a los compañeros docentes. El Gobierno Nacional tiene la política de confundir y mentir, y tiene una herramienta estratégica, que son los medios de comunicación hegemónicos. Todos esos medios que coordinan con el gobierno para desprestigiar a los docentes agremiados, que pelean por sus derechos como trabajadores. Y las declaraciones de Bullrich y (Horacio Rodríguez) Larreta son muy preocupantes, porque se dedican a cuestiones meramente formales, que si vamos al tema de la autorización, estaba gestionándose. Lo paradójico de esto, nos piden ese tipo de legalidad de la autorización, pero no cumplen ellos con una ley superior que está dentro de la Constitución Nacional, que es cumplir con la paritaria nacional; es muy contradictorio.
¿Cómo se desencadena la represión siendo que ustedes llevaban horas trabajando en el armado de la Escuela Itinerante, a la vista de la misma policía?
En el marco de la instalación de la escuela itinerante frente al Congreso algunos de nosotros formamos una especie de semicírculo para proteger a los obreros que estaban armando la estructura. De repente, pasadas las 8 de la noche, aparece la Infantería con sus cascos y escudos y nos sorprenden, porque desde temprano estaba la legisladora porteña Lorena Pokoik, junto a compañeros de la UTE, CTERA, CTA y SUTEBA, negociando tanto con las autoridades del Gobierno de la Ciudad como con la policía para garantizar que todo se haga en orden y que se pudiera instalar pacíficamente la escuela. Aparecen, entonces, estas nuevas fuerzas de seguridad y nos empiezan a empujar y a tirar gas pimienta. Yo estaba junto a mi compañero Juan Manuel Mauro (quien también estuvo detenido) y nos perdimos en medio de los golpes que nos daba la policía. Ahí es cuando veo que a la legisladora Pokoik la tiran y le empiezan a pegar patadas. Intenté levantarla y cuando la agarro un poco en el aire, me tiran gas pimienta. Ellos sabían bien quién era la Lorena Pokoik y que era legisladora, porque le pegaban con una saña como en las peores épocas de nuestro país.
¿Cómo fue que terminaron presos?
A mí me arrastraron casi 50 metros para llevarme al patrullero y junto a mi compañero Juan Mauro les decíamos, mientras nos pegaban, que nosotros éramos docentes, que somos parte de quienes les enseñan a sus hijos, que no nos pegaran con esa saña. Pero no les importaba nada, nos daban puntapiés y a Juan le pisaban la cara con una impunidad total. Nos llevaron esposados como si fuéramos unos terribles delincuentes, estamos aún muy consternados y no podemos creer que un gobierno que se dice que es del diálogo se exprese con políticas represivas.
¿Imaginó alguna vez que un gobierno democrático iba a encarar una avanzada represiva estatal de esta índole?
No. Desde 1983 hemos tenido distintos tipos de gobiernos democráticos, algunos me gustaban más, otros menos, pero con este tipo de gobierno uno está muy preocupado porque tiene muchos rasgos autoritarios. Eso se expresa faltándole a la verdad y aplicando políticas de terror, en el sentido que, tanto trabajadores como el conjunto de nuestro pueblo, no se pueda expresar. Pero, si no les gusta que nosotros nos manifestemos públicamente, que vayan y discutan con sus diputados en el Congreso Nacional y que se animen a modificar el artículo 14 bis que habla del derecho a la protesta y de nuestro derecho como trabajadores.
Hubo expresiones de apoyo de vastos sectores, ¿qué percibieron del conjunto de la sociedad?
Lo más importante para nosotros ya ni siquiera son los golpes sino el cariño y las muestras de afecto de nuestros estudiantes, alumnos y compañeros docentes que nos dan mucha fuerza para poder seguir, porque sabemos que este gobierno quiere instalar el miedo para poder callarnos y nosotros no nos vamos a callar, vamos a seguir peleando por una escuela pública de calidad, vamos a seguir defendiendo a nuestros pibes en las barriadas populares, para que la escuela pública sea un lugar para enseñar y aprender y no un comedor, como se la está queriendo convertir otra vez por las políticas neoliberales. Por suerte, también hubo mucha solidaridad de parte de docentes y directivos de escuelas privadas, porque son los que también trabajan en la escuela pública. Así que en ese sentido, quiero reivindicarlos, sabemos que muchos apoyan la lucha docente, pero que son muy perseguidos y que por organizarse se pueden quedar sin trabajo.

Abrazo a la ENM3 Distrito 19, escuela en la que trabajan Miguel Acuña y Juan Manuel Mauro.
¿Qué es la Escuela Itinerante?
Esta escuela itinerante va a estar a lo largo y ancho del país, durante una semana va a recorrer las capitales de muchas provincias. Desde esta escuela es que planteamos de cara a la sociedad todas nuestras problemáticas y después iremos pensando distintas medidas de lucha. Obviamente no descartamos el paro porque es una herramienta constitucional que tenemos también, pero sabemos que muchos de nuestros compañeros empezaron a plantear el usar medidas alternativas y la escuela itinerante es una de ellas. Buscaremos distintos mecanismos de protesta para cumplir nuestro objetivo, que es el cumplimiento de la paritaria. Por suerte recibimos la solidaridad de distintos artistas populares que van a expresar su música, su poesía, y tendremos actividades relacionadas con los chicos, como la orquesta infantil, charlas debate, cine-debate, talleres de títeres, y reuniones de discusión con padres y docentes. En los sitios web de Ctera, UTE y SUTEBA se encuentra la agenda día por día.
¿Cómo es su labor como docente en el distrito 19 de la Ciudad?
Yo trabajo desde hace 20 años en las escuelas públicas de la Ciudad. Desde hace 17, lo hago de manera ininterrumpida a través del sistema de concursos para acceder a distintos cargos y horas de profesor. He pasado por muchas áreas, fui preceptor, jefe de preceptores, bibliotecario, y tengo actualmente mis horas como profesor en la Escuela Media N° 3, del D.E. 19. Esta escuela queda en el Bajo Flores y es una escuela con muchas necesidades. Yo doy una materia que está dentro del ámbito de las Ciencias Sociales, se llama “Espacio de acción y reflexión” y la reciben los chicos de 4to y 5to año. Se cruzan las problemáticas sociales, la historia, la política, la comunicación y también tiene que ver con políticas de la actualidad. Es una posibilidad que uno tiene de poder intercambiar con nuestros pibes y pibas para darles herramientas, enseñarles inclusive a cómo armar un currículum, pensando en cómo ingresar al mercado laboral y también conversar con ellos de lo que les pasa en lo cotidiano.
¿Cómo surge tu vocación docente?
Yo llego a la docencia primero desde el lugar de querer aprender y una vez que me terminé de formar, me recibí de Pedagogo en Educación Social con orientación en Derechos Humanos, y también me recibí de Técnico en Educación y Trabajo Grupal, lo pensé como una herramienta laboral y con los años me empecé a enamorar de esta carrera, especialmente de trabajar con los pibes de sectores populares.
¿Alcanza para vivir el sueldo docente?
Si yo me comparo con el sueldo de algunos otros trabajadores o alguien que no tiene trabajo, podría decirse que estoy mejor, pero habría que ver con quien compararse. Lo cierto es que todos los docentes tienen que tener dos cargos, por lo menos, para llegar a un piso de $22.000. Así que es una situación complicada, cuando además te aumentan la luz, el gas, el teléfono… Queremos subir el piso y que todos puedan vivir en condiciones dignas, un docente con un solo cargo gana la mitad y ahí estás debajo de la línea de pobreza.
¿Qué otras dificultades están atravesando las escuelas públicas en general?
Hay mucho problema de infraestructura, abandono de los edificios y falta de vacantes. En la zona sur podés ver la reducción de horas docentes y la quita de algunos programas sociales como el Programa Alumnas Madres o programas de campamentos, por ejemplo. El recorte es terrible, tanto en la Ciudad, como en la Nación. Por eso pedimos una Ley de Financiamiento Educativo que incremente la partida presupuestaria a educación.
¿Qué participación tiene en el ex centro clandestino El Olimpo, ubicado en el barrio de Floresta?
Formo parte de la mesa del ex centro clandestino El Olimpo y de Automotores Orletti, que también queda dentro del barrio. Colaboro con actividades referidas a la memoria, porque además de estos dos lugares, tenemos el Corralón de Floresta, donde desaparecieron dos curitas villeros. También, cerca de ahí, en Villa Luro, mataron al padre (Carlos) Mugica y en la calle Corro, mataron a la hija de Rodolfo Walsh, o sea que es un lugar donde la memoria resulta muy importante, y yo reivindico las políticas de Memoria, Verdad y Justicia de los últimos 12 años.
Actualizado 18/04/2017
Dic 17, 2017 | Comunidad
Una escuela en malas condiciones no puede garantizar el aprendizaje de los alumnos, especialmente si no cuenta con la infraestructura necesaria. En distintas zonas del Conurbano existen instituciones escolares con muchos problemas edilicios, lo que atenta contra el derecho a la educación. ANCCOM recorrió escuelas del oeste suburbano con problemas de toda clase.

Clase pública en la Escuela 66 de Francisco de Alvarez
La escuela pública N° 66, de la localidad de Francisco Álvarez, es una. Los alumnos, durante distintas épocas del año, sacaron bancos y mesas a la calle para tomar clases en la vía pública , ante los problemas de infraestructura. La situación del establecimiento se agravó cuando desbordó el pozo séptico y llenó de mal olor las aulas. La comunidad del barrio hace años que reclama al Consejo Escolar local, pero sólo consiguió que un camión atmosférico acuda para vaciar el pozo en lugar de hacer uno nuevo. La directora del colegio no quiso hacer declaraciones al respecto.
“Hay un pozo para la primaria y otro para la secundaria. Uno está desmoronado, por eso se llena el otro rápidamente. Los reclamos vienen del año pasado”, dijo Lautaro, empleado de un negocio vecino a la escuela.
Vivian es madre de cinco hijos y todos son alumnos de la Escuela 66. Detalló varios problemas que tiene el establecimiento: “¿Problemas? El pozo séptico, los vidrios rotos, las puertas no tienen manija, en los baños no andan las canillas, siempre está goteando y están sucios. Este año se perdieron la mitad de las clases por eso. Yo hablé con el director de secundaria y me dijo que nadie se hace cargo, le dije que mi marido iba a ir a arreglar la puerta pero se lo negaron. Mis hijos directamente ya no quieren ir, para ellos no es normal copiar la tarea y venir para hacerla en casa. Le están cerrando el paso a los chicos con mesas para que no se acerquen a los pozos”.
Pablo es uno de los padres que colaboraba en los arreglos de la escuela, hasta que le impidieron continuar. “¿Sabés lo que hacen los directores? Cuando hablamos con ellos, nos ayudan, pero los sancionan. Hay pérdidas de agua por la pared, ¿qué pasa si un chico queda electrocutado? ¿Quién se va a hacer cargo? Los directores están reclamando desde 2015. La escuela no tiene la culpa, es el Estado”.

Las condiciones de infraestructura impiden que las clases puedan realizarse normalmente.
El Artículo 85 de la Ley de Educación Nacional establece en el capítulo VI, referido a los derechos y deberes de los estudiantes: “Los alumnos deben desarrollar sus aprendizajes en edificios que respondan a normas de seguridad y salubridad, con instalaciones y equipamiento que aseguren la calidad del servicio educativo”. Sin embargo, la realidad es distinta a la letra de la ley. Quien debe ocuparse de la situación de las escuelas es el Consejo Escolar de cada municipio, un órgano descentralizado que depende de los fondos que envía la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires para infraestructura, servicio alimentario y seguridad e higiene.
En el predio del Jardín 964 del Barrio Los Hornos ya no hay más espacio. La solución que ofreció el Gobierno provincial es la construcción de aulas modulares para “inaugurar” así la Escuela Primaria N° 84, tras siete años de reclamos de los padres. Pero el acceso desde la calle Portugal es imposible debido al estado de las calles: cuadras llenas de barro, pozos, piedras de gran tamaño bloqueando el camino, restos de árboles y falta de veredas imposibilitan la llegada. Una vecina dice: “No se puede acceder, todo el barrio es igual. Hay barro por todos lados y las calles están destruidas”.
En tanto, en la Escuela N° 6 Juana Azurduy, del Barrio San José, Dayra, vocera del Centro de Estudiantes, describe los problemas de su escuela y los motivos que conllevaron a una toma del establecimiento: “Nuestra escuela cuenta con problemas edilicios desde 2012. Todo el sector de la entrada tiene las paredes que se electrifican. Quien se encargó principalmente de arreglarnos los problemas eléctricos y que ahora están haciendo el contrapiso y refaccionando nuestra nueva entrada provisoria es la Cooperativa de Trabajo Tupac Amaru. Se solidarizan personas que no tienen nada que ver con nuestra escuela. Y quien realmente se tendría que hacer cargo, no lo hace”.

Toda la comunidad reclama por las mejoras en el establecimiento.
Jésica es una ex alumna de la escuela, pero su familia tiene un kiosco dentro del establecimiento: “Soy una ex alumna; terminé el año pasado. Desde que empecé tercer año estamos luchando para mejorar la escuela. Íbamos al Consejo Escolar una vez por mes, nunca tuvimos respuesta. Hay días que llovía, se mojaban las aulas y se suspendían las clases”.
Dayra además agregó a su testimonio un incómodo momento que les hizo pasar Gendarmería: “Cinco años después del proyecto de obra, tomamos la escuela, pero del lado de afuera. Nos mandaron a Gendarmería Nacional, que sacó fotos de todos los menores de edad”.
También denunciaron todo tipo de problemas de infraestructura, los familiares de alumnos de escuelas como la 27 de Trujuy, la 45 de Francisco Álvarez y la 46 del Barrio La Victoria. El Consejo Escolar de Moreno, al que corresponden las escuelas, fue intervenido el mes pasado por las autoridades bonaerenses, por un plazo de 180 días. Mientras la anterior conducción del Consejo, elegida junto a los comicios provinciales y nacionales, denunció intencionalidad política como causa de la intervención, la Gobernación contraatacó al difundir supuestas irregularidades registradas en el pasado reciente. En el medio, los chicos…
Dic 13, 2017 | Entrevistas
Doctora en Pedagogía, exdiputada nacional y ex directora general de Educación en la Provincia de Buenos Aires. Así puede presentarse en pocas líneas la amplia trayectoria de Adriana Puiggrós, una de las mayores especialistas e historiadoras del ámbito educativo argentino. En diálogo con ANCCOM, describió punto por punto los alcances de la ya polémica reforma secundaria porteña. Además, analizó similitudes y diferencias entre las políticas educativas de los años noventa y las actuales, del mismo modo que reflexionó sobre aciertos y desaciertos en materia educativa durante la década kirchnerista.
¿Cuáles son los ejes de la reforma secundaria porteña? ¿Cuáles son las concepciones sobre educación que subyacen a esta reforma?
Uno de los ejes de la llamada Secundaria del Futuro consiste en eliminar el quinto año para los chicos de las escuelas públicas y sustituirlo por una instancia de los estudiantes en empresas, en las cuales se supone que van a aprender lo que los chicos que caen, como dice Macri, en la educación pública no saben: es decir, dejar de ser gente que no quiere trabajar. Otro de los ejes es formarlos como emprendedores, formarlos para que puedan individualmente vivir con la ilusión de que si tienen voluntad van a poder tener éxito en la vida. El otro punto es la reforma curricular que es totalmente improvisada, que trabaja en áreas que no han sido discutidas por especialistas y no han sido capacitados los profesores ni la institución. Otro de los puntos es la falta de formación docente, se debe cumplir la capacitación obligatoria, gratuita y en servicio que dice la ley, ninguno de los tres puntos se cumple. Y el último punto, que no es el último sino el primero, es que no hay ningún tipo de participación de los alumnos y los docentes. Revisando experiencias de reformas en Estados Unidos o, del otro lado, en Venezuela, el factor principal de las reformas es el hecho de que alumnos y docentes sean considerados sujetos, es lo contrario de lo que está haciendo el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta con la reforma en la Ciudad de Buenos Aires y de la reforma que está propiciando el Gobierno Nacional.
¿La implementación de evaluaciones como las pruebas PISA contribuye a mejorar el sistema educativo?
En Argentina existe la fantasía de que toda la educación de Estados Unidos es muy buena y privada, y no es ni muy buena, ni privada. El principal productor y vendedor de pruebas normalizadas de Estados Unidos es la editorial inglesa Pearson que edita paquetes de contenidos y pruebas, como las pruebas PISA. Pearson produce el test PISA y la OCDE, la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económicos, es la que lo proporciona a los países como Argentina que lo compran: el Estado Argentino paga para que se aplique el PISA. Naturalmente los criterios de las pruebas PISA son criterios que dependen de la ideología, de la concepción del mundo, de la cultura, de la lengua, del que lo elabora. Los resultados en América Latina son muy malos, respecto a lo que preguntan, y están en relación a la baja inversión en educación. Los resultados son muy buenos, por ejemplo, en Finlandia porque toda la educación es estatal.
Usted plantea la existencia de dos reguladores del mercado que actúan en el sistema educativo ¿Cuáles son y de qué forma operan estos reguladores?
Todas estas pruebas son reguladoras del mercado. Por eso hay tanta insistencia por parte de los economistas de la derecha en que se tomen exámenes al terminar cada ciclo escolar. Desde que las corporaciones descubrieron a la educación como un gran mercado, especialmente a la educación pública, se dieron cuenta de que es un mercado que tiene capacidad infinita de reproducción de la clientela, con lo cual tienen que regularlo. Las corporaciones buscan que el Estado se haga cargo de las inversiones que no son redituables y ellos, en cambio, hacerse cargo de la tercerización de por ejemplo capacitación docente, o administración de gastos de las universidades. Por eso, en muchísimas universidades públicas argentinas quien administra la cuenta sueldo son bancos privados. El rubro principal en el comercio mundial de la educación es el comercio de las pruebas de evaluación y le sigue la venta de paquetes de contenidos. La Secundaria del Futuro, entre el poquísimo material al cual se tuvo acceso, puso un modelo de una clase de Biología que consiste en un juego donde el chico va subiendo escalones y le dan créditos por cada escalón que sube. El modelo ideal para el mercado y las corporaciones es el chico, la computadora, el programa que se compra y la evaluación que aparentemente hace el mismo estudiante pero donde en realidad tiene que elegir entre cuatro respuestas. El chico necesita investigar, tiene que leer diferentes autores, pero la escena de la educación del futuro que está implícita en estas reformas no admite la respuesta a la cual llega el chico.

¿En qué lugar se ubica el docente en este contexto?
Justamente el otro regulador del mercado es disminuir la cantidad de docentes al mínimo, incluso desintegrar la figura del docente, sustituirlo por el animador cultural, el líder, que están formando varias fundaciones en Argentina. Forman esta clase de educadores y la idea es que si está todo en la computadora no se necesita al docente. El maestro establece un vínculo humano en el cual siempre hay un plus incontrolable por la tecnología, que es en realidad el plus que produce la cultura, que produce el aprendizaje. El chico frente a la computadora no aprende, se instruye, no lo están educando, lo están domesticando, el proceso de aprendizaje siempre produce algo más, algo más que lo que sabía el docente y algo más que lo que sabía el alumno, eso es lo que se trata de evitar.
¿En qué se diferencia la concepción de educación que tenía el Gobierno neoliberal de los noventa de la que tiene el Gobierno actual?
El menemismo empezó con este modelo de educación, la diferencia es que en la década de los noventa los gobiernos se vinculaban con organismos internacionales, como el Banco Mundial, que se instalaron en Argentina y en toda América Latina con los programas de evaluación, con los programas de incentivos. Hubo una adaptación de los universitarios, se formateó a los universitarios argentinos y no hubo suficiente reacción. Los que sí se movieron en los noventa fueron los docentes de la educación obligatoria, la Carpa Blanca por ejemplo, y eso frenó mucho el ingreso en la educación pública de las corporaciones. Hoy tenemos a las corporaciones de manera directa, sin necesidad de intermediación del Banco Mundial, que de todas maneras está. Todo el sistema educativo está abierto a las grandes corporaciones. Creo que por el lado positivo es impresionante la toma de conciencia que hay en todos los sectores hoy sobre la comercialización y mercantilización de la educación.
Durante la década kirchnerista ¿Cuáles fueron los principales logros y desaciertos en materia de educación?
El principal acierto fue aumentar mucho el presupuesto educativo, lo cual tiene un significado político muy fuerte, además del significado práctico. Fue la época en la cual los salarios docentes llegaron a un nivel de dignidad, hubo una mejora edilicia impresionante, se fundaron nuevas universidades y se avanzó con programas como el Fines o como el programa Progresar, aunque quedaron a medias. Me parece que no se convocó desde el punto de vista político y político educativo a los docentes, que si bien se mejoró mucho su condición salarial, no se los tuvo en cuenta como un sujeto fundamental para cualquier cambio y en ese sentido hubo una relación conflictiva. Me parece que ese fue un grave error. El otro grave error fue haber fundado la Universidad de la Defensa, estoy en desacuerdo con que se hayan reunido todos los institutos de educación militar en la Universidad de la Defensa presidida por el ministro de defensa, que ahora es Oscar Aguad. Al mismo tiempo, lo que no vimos fue lo que estaba creciendo por abajo, que las fundaciones se estaban instalando, que estaban ahí a la expectativa, de manera que el día que asumió Mauricio Macri simplemente lo que hicieron fue expandirse.
En su último libro, Adiós, Sarmiento, ubica la figura de Sarmiento en un lugar de contradicción. ¿Cuál es particularmente la relación de este Gobierno con esa figura?
El ex ministro Esteban Bullrich se sacó una fotografía con el busto de Sarmiento y dijo revindicarlo respecto a lo que le hicimos los que criticamos al Sarmiento racista. Esto se entiende bien con la otra frase de Bullrich que es sobre la Campaña del Desierto, cosa que hicieron efectivamente, empezaron con Santiago Maldonado. Hay que tener claro que es un Gobierno muy fuerte, es el Gobierno de los dueños del país y es el primer Gobierno de la derecha argentina que es elegido por la mitad del país. Siempre la derecha quiso apoderarse de la figura de Sarmiento. Trato de argumentar en el libro que hay que entender que Sarmiento tenía en su cabeza un problema que nunca resolvió entre el Sarmiento racista y el Sarmiento de la educación común. El Sarmiento que reivindican los docentes argentinos es el Sarmiento que expandió las escuelas y que terminó de consolidar el sistema educativo nacional. La década de 1880 fue el momento en el cual se construyó el sistema educativo argentino y la década de 1990 fue la década en que se empezó a desestructurar con las leyes menemistas. Pero el momento de destrucción del sistema educativo argentino es éste, es el Gobierno de Cambiemos, cuya meta es la desescolarización. Consideran que la escuela es una antigüedad, que la escuela no sirve más, que hay que abrirse al mercado con otras formas de educación. Las grandes empresas están avanzando hacia tomar personal no graduado, buscan otras características, como disciplina, capacidad de apego a la empresa, porque los conocimientos en todo caso los tienen las máquinas.
Actualizado 13/12/2017