Justicia para Santiago

Justicia para Santiago

“Santiago Maldonado presente, ahora y siempre”. En la Plaza de Mayo, frente a la Morgue Judicial, en las puertas de la residencia presidencial de Olivos. El grito se replicó y ganó fuerza en diferentes puntos del país, desde que la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut –y su posterior identificación- unió a la sociedad  en el urgente reclamo de justicia.

Las primeras manifestaciones fueron espontáneas. Poco después de que, en la noche del viernes, Sergio Maldonado confirmara que la familia había identificado el cuerpo del joven, las puertas de la Morgue se convirtieron en el centro de un santuario: velas, flores, mensajes urgentes cubrieron los escalones y paredes, a metros de donde todavía se realizaba la autopsia. En simultáneo, cientos de autoconvocados, además de organizaciones políticas y sociales, marcharon desde Plaza de Mayo hasta el Congreso Nacional. Una marcha espontánea que surgió ante el dolor de las miles de personas que en los últimos 78 días se apropiaron de la lucha que lleva adelante la familia de Santiago Maldonado. Recién pasada la medianoche del viernes, el juez a cargo de la causa, Gustavo Lleral, habló con la prensa y dio a conocer algunos resultados preliminares de la autopsia.

Al día siguiente, la Plaza de Mayo volvió a ser escenario de una nueva movilización. Convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, la marcha volvió a poblar de banderas y consignas de justicia a las calles del centro porteño. “Aparición con vida” había sido el reclamo de millones de personas en el país y alrededor del mundo, durante los últimos 78 días. La segunda movilización en la Plaza coincidió también con la difusión de una extensa carta de Sergio Maldonado. “Que todos los culpables paguen por lo que te hicieron”, reclamó.

En las dos movilizaciones en la Plaza de Mayo se repitió la exigencia de renuncia para la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su jefe de Gabinete, Pablo Noceti, responsable del accionar de la Gendarmería al momento de la represión del 1 de agosto cuando Santiago fue visto con vida por última vez. “La represión del 1° de agosto forma parte de la que a su vez sufre el pueblo mapuche, acción que llevan adelante el Gobierno de Chubut junto al Gobierno Nacional para entregarle las tierras ancestrales a Lewis, a Benetton, a las empresas de fracking y a las mineras”, sentenció el documento leído el sábado por la tarde en Plaza de Mayo. Arriba y abajo del escenario, la bandera del pueblo mapuche y cientos de fotos de Santiago, un rostro multiplicado para hacerse lucha, para hacerse memoria.

“Santiago está presente cada vez que nos sacan de nuestras tierras”, dice Mariana, que lleva en la mano un cartel: “Ley 26.160”, que prohíbe cualquier tipo de desalojo a las comunidades de pueblos originarios. Mariana recuerda a Maldonado como un hermano que acompañó los reclamos de su pueblo: “Hay que seguir luchando como lo hizo Santiago”, agrega. Y recuerda el pedido de libertad de Facundo Jones Huala, quien aún se encuentra preso en la penitenciaría de Esquel.

“Libertad, libertad, a los presos por luchar” fue la consigna que hizo eco durante la concentración que convocó Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, a la que se sumaron el Frente Popular Darío Santillán, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), el Frente de Autodeterminación y Libertad, el Partido Obrero, y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), entre otras organizaciones sociales, políticas y estudiantiles. Junto al escenario instalado en Plaza de Mayo, estuvieron presentes María del Carmen Verdú, referente de la Correpi, Myriam Bregman, candidata a legisladora porteña, y Nicolás Del Caño, candidato a diputado nacional del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

Mirá la fotogalería de ANCCOM:

Actualizado 22/10/2017

Dos meses sin Santiago

Dos meses sin Santiago

A dos meses de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, una multitud colmó Plaza de Mayo y las plazas de otras 150 ciudades del país para reclamar la aparición con vida del joven que fue visto por última vez en el violento desalojo de Gendarmería a la comunidad mapuche de Cushamen, en la provincia de Chubut. La marcha, convocada por la familia y organismos de Derechos Humanos, volvió a apuntar a la responsabilidad del Gobierno y de los medios de comunicación tanto en la desaparición como en la desviación de la investigación del caso. “Te estoy buscando, te seguiré buscando. Quiero que los viejos, la abuela y toda la familia dejen de sufrir y que esta pesadilla termine”, expresó Sergio Maldonado, el hermano de Santiago, desde el escenario montado de espaldas a la Casa Rosada.

Un mes atrás, en la misma Plaza y por el mismo reclamo, policías de civil reprimieron a trabajadores de prensa y ciudadanos que habían participado de la movilización. En los días previos a la segunda marcha se viralizaron formas de cuidado y protección. Tal vez por eso, este domingo se respiró el sentido colectivo de agruparse, de estar con un otro. De todas formas, bajo el mismo modus operandi, un grupo de encapuchados buscó generar incidentes en el momento que los manifestantes desconcentraban pacíficamente. Tiraron bombas de estruendo, intentaron pintar la Catedral y el Cabildo, y agredieron a periodistas de C5N y Crónica.

El acto comenzó alrededor de las 15:45, cuando el cielo nublado permitió que unos pequeños rayos de sol llegaran hasta la Plaza. Hasta entonces, se proyectaron videos de artistas, actores, músicos y referentes de otros espacios que pedían por la aparición de Santiago Maldonado.

Alrededor de 100.000 personas colmaron Plaza de Mayo. Ana Otamendi, 90 años, metro cincuenta, pelo corto y labios pintados de rojo, le contó a ANCCOM que “en la Argentina se vivieron horrores y esta es una nueva mala señal”. Y subrayó: “Como a todas las marchas vengo a gritar ‘Nunca Más’”.
La comunidad mapuche se hizo escuchar a través de un comunicado que envió. “Han querido desligar responsabilidades de la desaparición de Santiago, mediatizando, estigmatizando y volcando una interminable nube de mentiras, cuando todos sabemos que la realidad es una sola. Hay idealizado un falso enemigo interno”.

“Te estoy buscando, te seguiré buscando. Quiero que los viejos, la abuela y toda la familia dejen de sufrir y que esta pesadilla termine”, expresó Sergio Maldonado.

El último video proyectado terminó con la frase “¿Dónde está mi amigo Santi? Digan quién se lo llevó. Si fue Gendarmería, entonces devuelvanlo”. En realidad, terminó con la gente coreando esa frase. En realidad, terminó con una sola voz gritando por la aparición de Santiago. Una voz que abrazó a la familia.

Los únicos oradores fueron los hermanos y las cuñadas de Santiago. Cuatro voces bien diferenciadas. La primera fue Cecilia. Flaca, rubia y con lentes oscuros. Su voz reveló bronca y cansancio. Habló del dolor de toda la familia. “Nadie puede decir nada de Santiago. Laven sus bocas y muerdan jabón. No voy a perdonar jamás a los medios y al Estado, por el dolor que causaron en nuestra familia”, advirtió.

Lo siguió su pareja, Germán. Más directo y afilado, sus palabras vomitaron furia e impotencia. “Son los medios de comunicación a los que les gusta jugar y dar noticias falsas. Señores periodistas y comunicadores sociales, sean un poco más profesionales e investiguen correctamente. No se imaginan el daño que causan. Tengan un poco de amor propio, por la profesión y por ustedes mismos”, reclamó. Los aplausos no tardaron en aparecer. Y agregó: “A todos ustedes, zánganos del Estado y parásitos del proletariado, les digo que la familia Maldonado no milita en ningún partido (político) y segundo, el tema es político desde un inicio, desde el momento en que Gendarmería se lleva a mi hermano”. Concluyó preguntando por la presencia del presidente Mauricio Macri; su ministra de Seguridad, PatriciaBullrich; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y la gobernadora María Eugenia Vidal. “¿Dónde están que no los veo? Nunca los vi apoyando ninguna marcha”, señaló. Su voz despertó lágrimas. Taty Almeida hizo lo que muchos manifestantes hubiesen querido hacer: abrazar a Germán. Los sentimientos traspasaban los poros de la piel.

Los aplausos no cesaron hasta que Andrea se puso de pie. Su discurso hizo eje en el reciente desplazamiento del juez Guido Otranto y su reemplazo por Gustavo Lleral. También repudió al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj; y pidió la renuncia de Bullrich. “El dolor aumenta con solo pensar que los responsables pueden quedar impunes”, puntualizó.

El último fue Sergio. Con voz quebrada y ojos tristes, comenzó por agradecer el acompañamiento. Eligió leer una carta escrita para Santiago. La temperatura empezó a descender y el frío llenó la Plaza. “Santiago, donde estés, quiero que sepas que te quiero. Cada día que pasa te lloro más y me pregunto por qué sos vos quien está pasando por esto y no yo. La respuesta es inmediata: nunca me involucré en diferentes causas como lo haces vos”. Concluyó con la frase que reúne un pedido de justicia. “¿Tan difícil es pedir que te devuelvan? Quiero que los viejos, la abuela y toda la familia dejen de sufrir y que esta pesadilla termine”, concluyó.

Finalizado el acto, ANCCOM dialogó con Germán Maldonado, quien reiteró el mensaje que minutos antes había brotado en la Plaza: “Queremos que aparezca mi hermano y que los responsables paguen por lo que hicieron. Siempre desconfié de Otranto, porque es el que mandó a Gendarmería. Yo creo que con el nuevo juez se va a poder avanzar. Confío en él”, puntualizó.

Rubén López, hijo de Jorge Julio López, en diálogo con ANCCOM dijo que siente lo mismo que hace un mes: “Bronca e impotencia.  El Estado es siempre responsable por omisión o por acción”, puntualizó.

Otra de las voces que se hizo presente fue la del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien afirmó que “Lla democracia no se regala, se construye con la participación social. Democracia y derechos humanos son valores indivisibles. Si se violan los derechos humanos la democracia se debilita”.

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Actualizado 02/10/2017

 

“Hace trece mil años que habitamos esta tierra”

“Hace trece mil años que habitamos esta tierra”

Este miércoles, tras cinco días de acampe frente al Congreso de la Nación en vísperas al tratamiento en Senado por la prórroga de la ley 26.160, los representantes de más de cuarenta comunidades indígenas finalmente escucharon con alegría y esperanza la respuesta de los legisladores a sus reclamos: habrá prórroga que los proteja de los desalojos de sus tierras. La iniciativa fue aprobada por unanimidad en Cámara de Senadores y ahora pasará a Diputados para su sanción definitiva.

Desde el pasado sábado 23 de julio, decenas de referentes de Pueblos Originarias provenientes de distintos puntos del país habían instalado una carpa frente al Congreso de la Nación para realizar un acampe que se extendió hasta el miércoles 27, en espera del resultado del debate por la aprobación o el rechazo de la prórroga a la Ley de Emergencia 26160 en la Cámara de Senadores. Esta ley, sancionada en noviembre de 2006, establece la suspensión de la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos, cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de las tierras ancestrales ocupadas por los pueblos originarios. Y a pesar de que el plazo para su renovación vence el próximo 23 de noviembre, en un principio el Senado –con votos de parte de legisladores tanto del oficialismo como de la oposición- había rechazado el tratamiento de la ley que tenía previsto llevarse a cabo el 7 de septiembre. Por este motivo, referentes de más de 40 organizaciones de pueblos originarios, unificados bajo el Colectivo Tierra y Territorio, decidieron viajar cientos de kilómetros para instalarse frente al Congreso para que sus voces sean escuchadas y su lucha se haga visible. Decenas de personas, incluyendo familias con niños, pasaron cinco días a la intemperie en una improvisada carpa, bajo las inclemencias del clima y las cambiantes condiciones de la primavera, entre jornadas calurosas, noches heladas, fuertes vientos y lluvias torrenciales.

En diálogo con ANCCOM, Amaru Choque, referente de la comunidad Aimara, originario de las redes del Tahuantinsuyo, explicó las razones que motivaron la medida: “Decidimos instalarnos frente al Congreso para visibilizar nuestra lucha y mostrar nuestra unidad, mostrar que diferentes comunidades y diversas etnias estamos acá unidos por una misma causa. Nos trae acá el compromiso y el trabajo unido de todas las comunidades. Muchos hermanos tienen que darse cuenta de que si la ley 26160 no se prorroga, van a ser desalojados. Y no puede ser que nos saquen de nuevo de nuestro territorio, como ya lo hicieron hace cientos de años. Estamos con el compromiso de luchar por esta ley. Somos millares, porque somos el pueblo argentino. Todas las comunidades a nivel nacional estamos acá: Mapuches, Tonokoté, Wichís, Qom, Aimara, Kolla, entre otros. Muchos hermanos vinieron de distintas regiones, aun cuando no tenemos ningún tipo de financiamiento. Somos auto-convocados y esta lucha sale de nosotros. No somos una gran organización pero tampoco somos unos cuantos indios locos: somos toda una nación haciendo su reclamo.”

La iniciativa fue aprobada por unanimidad en Cámara de Senadores y ahora pasará a Diputados para su sanción definitiva.

En la misma línea, Gerónimo Campos, representante de la Comunidad Indígena de Pozo Mosoj de Santiago del Estero, manifestó: “Es un gran sacrificio para nosotros venir hasta aquí desde tan lejos sin que nadie nos dé una mano. Es costoso, pero esto es tan importante que no podemos dejar de hacerlo, porque el territorio es parte de nuestra vida. Es la única ley que nos protege a las comunidades indígenas de todo el país. Sin esta ley no tenemos ninguna protección, y más allá del abandono que ya de por sí sufrimos, volvemos a la situación de que nos ninguneen y nos pasen por encima con los desalojos. Nosotros venimos como representantes de todo un pueblo, detrás de nosotros hay miles de familias con chicos, hay toda una población. Por suerte siempre recibimos el apoyo de organismos de Derechos Humanos. No estamos buscando ningún interés particular, sino que se cumplan nuestros derechos, marcados por la Constitución Nacional.”

Por su parte, Otolina Zamora, referente del Pueblo Wichí de Salta, aseguró que de no aprobarse la prórroga, miles de familias de comunidades indígenas correrían el peligro de perder sus hogares y ser expulsados de sus tierras ancestrales. “A raíz de la negativa de prórroga (el pasado 7 de septiembre), armamos un colectivo, el Colectivo Tierra y Territorio, conformada por distintos referentes de pueblos indígenas, por medio de la cual reunimos a las organizaciones indígenas históricas de Buenos Aires y los referentes de pueblos originarios del interior y convocamos a realizar este acampe. Me encuentro acá, en esta lucha por la vida, porque si no se prorroga la ley 26160, muchos de nosotros corremos el peligro de perder nuestra vida, porque perder el espacio territorial para nosotros es perder la vida. Es muy triste llegar hasta la instancia de tener que venir a instalarnos en una plaza por un territorio que sabemos que es nuestro y pidiéndole a los invasores un poco de clemencia hacia nuestros pueblos. Nosotros vamos a resistir y nos vamos a defender con sus propias leyes. En esta lucha están acusando a los pueblos indígenas que se organizan de ser terroristas. Yo creo que no hay más terrorista que el mismo gobierno que deja sin trabajo a la gente, que permite la desnutrición dentro de las comunidades indígenas y en los barrios carenciados, que quiere ponerle cambios a la educación de los jóvenes. Esos son actos terroristas”, denunció Zamora, mientras cortaba fruta en la pequeña e improvisada cocina de la carpa para alimentar a decenas de manifestantes. Y agregó: “Estamos viviendo un proceso de un gobierno «disque-democrático» que en realidad es un gobierno dictatorial sin botas. Por eso estamos acá los referentes y las organizaciones, luchando y haciendo visible la persecución que sufrimos día a día los pueblos indígenas y los sectores marginados de la sociedad por parte del gobierno. Este acampe es una manera de visibilizar la lucha, pero también es una reacción ante las persecuciones y las amenazas de desalojo, que es la muerte para la población indígena. Nosotros no lo vamos a permitir ni nos vamos a quedar en silencio ante un gobierno que nos promete pasado por presente, cuando sabemos que el pasado significa invasión, desalojo, despojo, aniquilamiento, sometimiento y genocidio hacia nuestros pueblos; también es falta de trabajo y miseria. Ese es el pasado que prometen y no vamos a permitir que esa promesa se cumpla.”

Entre las exigencias de los representantes del Colectivo Tierra y Territorio, también estuvo permanentemente presente el pedido de la aparición con vida de Santiago Maldonado, a quien consideran un hermano por su solidaridad con la causa indígena y que permanece desaparecido desde el 1° de agosto tras un operativo de Gendarmería contra manifestantes mapuches.

Las consignas siempre presentes: el reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado y de Julio López.

Sobre este punto, Zamora declaró: “Pensamos que lo que paso con Santiago Maldonado es una manera de amedrentar a los hermanos no indígenas solidarios con nuestro pueblo, para que no se solidaricen con nuestras luchas. Se la agarraron con él como una cuestión emblemática, prácticamente como un trofeo de guerra para hacer temer a los demás. Aparte de pedir por la liberación de los hermanos wichís que fueron detenidos en Formosa por reclamar sus derechos territoriales, pedimos también por la aparición del hermano Santiago porque corresponde que en un Estado, supuestamente democrático, no haya desapariciones por cuestiones políticas.”

“El hermano Santiago Maldonado fue a conocer sus tierras, porque son de todos nosotros, y se encontró con una causa, una motivación que lo conmovió. Conoció la historia de los mapuches y se afilió a su lucha, igual que los hermanos que están acá. Por eso queremos la aparición con vida de nuestro hermano”, expresó Choque, y añadió esperanzado: “Ojalá en el Parlamento haya una conciencia de adhesión a nuestra causa como la del hermano Maldonado. Esperamos que les cambie la mirada, que es lo que nos ha enseñado Santiago.”

Las expectativas de los acampantes y los pueblos a los que representan se cumplieron: el Senado aprobó con 62 votos a favor y cero en contra el proyecto para prorrogar la ley 26160 por un plazo de cuatro años. Ahora sólo resta esperar si se ratifica su sanción definitiva en la Cámara de Diputados. De aprobarse en esta instancia, la medida tendrá vigencia hasta noviembre de 2021.

“Si bien la ley no es perfecta, por lo menos nos ampara frente a los desalojos. Se tienen que cumplir las leyes que nos han otorgado, porque están dentro de la Constitución. El artículo 75 habla de los territorios indígenas, y en muchos casos no se respeta. No es algo que estamos inventando nosotros, son tratados que se hicieron entre las comunidades indígenas y a sociedad occidental, y esos tratados se tienen que respetar. Queremos convivir todos juntos, y lo estuvimos haciendo. Pero, ¿qué pasa? Como nuestras tierras, hoy en día, son fértiles y tienen recursos naturales que nosotros hemos cuidado mientras que otros terrenos fueron deforestados y atacadas por la minería y las petroleras, nos las quieren sacar”, aseguró Choque.

“Necesitamos que se prorrogue la ley de relevamiento territorial, con un presupuesto acorde al trabajo que hay que realizar y en lo posible que sea renovable para no tener que estar cada tres meses luchando de nuevo por la renovación de esa ley. Necesitamos trabajar sobre la ley de propiedad comunitaria. El resto de los argentinos quizá no sabe que nosotros somos pueblos milenarios, pero lo dice la historia, los técnicos y los científicos. Hace más de 13 mil años que habitamos esta tierra mientras que el pueblo argentino tiene 200 años. Somos pueblos preexistentes y por esa razón peleamos por nuestra casa”, concluyó Zamora.

Actualizada 28/09/2017

¿Dónde están Julio López y Santiago Maldonado?

¿Dónde están Julio López y Santiago Maldonado?

A once años de la desaparición de Julio López, testigo clave en el juicio que condenó a cadena perpetua al genocida Miguel Etchecolatz, y a 48 días de la desaparición forzada de Santiago Maldonado en el Pu Lof Cushamen, una multitud se reunió en La Plata y Plaza de Mayo para exigir, una vez más, “aparición con vida” de ambos y la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Organismos de Derechos Humanos, sociales y políticos nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia organizaron la jornada y responsabilizaron a la Policía bonaerense por la desaparición de López y a la Gendarmería por la de Maldonado. Como sucedió en las últimas marchas, en la desconcentración hubo un pequeño grupo de personas que intentó generar un clima violento, pero los manifestantes lograron aislarlos y desactivarlos.

Actualizada 19/09/2017

¿Dónde está Santiago Maldonado?

¿Dónde está Santiago Maldonado?

¿Hasta cuándo debemos preguntarnos ‘dónde está Santiago’?”, exclamó desde el escenario Sergio Maldonado, su hermano. Cientos de miles lo acompañaron en la pregunta. A un mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, miles de personas se reunieron en la Plaza de Mayo y varias ciudades del país para exigirle al Estado la aparición con vida del joven platense de 28 años que el 1 de agosto acompañaba el reclamo de la agrupación mapuche Pu Lof, reprimido por la Gendarmería.  

Organismos de Derechos Humanos, organizaciones políticas, sociales y sindicales protagonizaron una masiva movilización que apuntó sus críticas más filosas a la figura de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El reclamo replicó, además, en diferentes ciudades del mundo.

Tras la desconcentración, un pequeño grupo generó destrozos en los alrededores de la Plaza de Mayo, y se inició una violenta persecución y represión policial que dejó 30 detenidos -entre ellos trabajadores de prensa- y una veintena de heridos. Hasta el lunes -según denunció María del Carmen Verdú, referente de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)-  todos ellos permanecerán alojados en diferentes comisarías de la Ciudad e incomunicados. Señaló que muchos golpeados con saña y acusados de intimidación pública, atentado y resistencia a la autoridad.

El acto central había comenzado poco después de las 17. Familiares y amigos de Maldonado fueron recibidos por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Sergio Maldonado inundó la Plaza con lágrimas y emoción. “El gobierno pareciera negar su propia existencia”, dijo sobre las respuestas oficiales al caso. Y reclamó una investigación “seria e imparcial”.

Lo único que hicieron fue cuestionar a Santiago, a sus amigos y a mi familia. A la señora ministra le pido que de un paso al costado”, dijo sobre el accionar de Bullrich. Al nombrarla, la respuesta instantánea fue una ola de silbidos y cantos al son de “Fuera Bullrich, fuera Bullrich” y “Qué se vaya, qué se vaya”.

“¿Hasta cuándo debemos preguntarnos dónde está Santiago? Tenemos que soportar declaraciones de funcionarios que lo único que hacen es sembrar dudas y confusión”, advirtió.

La movilización se gestó con la caída de la tarde. Desde que el sol comenzó a descender, familias y amigos se abrazaron por las calles aledañas a la Plaza. Y marcharon con una misma bandera. “Venimos a exigirle a Estado que devuelva a Santiago como se lo llevaron, vivo”, le dijeron a ANCCOM cinco jóvenes secundarias desde una de las columnas más nutridas de la marcha.

“No puede ser que en democracia la Gendarmería se lleve a una persona”, acotó Facundo, otro compañero de escuela.

Camino al escenario central, ANCCOM dialogó con Luaka, mapuche de una organización autoconvocada en Capital Federal. “En este momento están avanzando sobre la tierra y todos los elementos naturales, y Santiago estaba defendiendo nuestra lucha. Los mapuches estamos defendiendo la tierra para toda la sociedad”, subrayó. Y agregó: “Hay una zona entre Argentina y Chile que no tiene ni bandera mapuche ni argentina ni chilena, sino suiza. Se está vendiendo todo a las empresas internacionales y de esto nadie quiere hablar”.

La comunidad mapuche a la que Santiago acompañaba pide que se les reconozca el derecho sobre esas tierras. El actual dueño de esos terrenos en disputa es el empresario italiano Benetton. El 1 de agosto Maldonado acompañaba la protesta sobre la ruta 40 en la que pedía la restitución del líder de la comunidad Ionko, Facundo Jones Huala. Más de 100 gendarmes lo reprimieron con el objetivo de garantizar la libre circulación.

Rubén López, hijo de Jorge Julio López, también estuvo ayer en la Plaza. “Le ofrezco un abrazo” al hermano de Santiago, le dijo a esta agencia. Antes de subirse al escenario central, agregó: “Este caso es distinto porque está claro que alguien de la Gendarmería está encubriendo su desaparición”. Además, advirtió que la reacción del gobierno fue totalmente distinta. “Tanto el gobierno provincial como el nacional hasta el 10 de diciembre de 2015 nos estuvieron acompañando. Hoy a la familia de Santiago el Gobierno no los acompaña y para peor los tratan de que no lo quieren ayudar”, explicó. Concluyó con una dura crítica a quienes comparan los casos de desapariciones en democracia. “No se los permito porque nunca salieron a reclamar ni por mi viejo, ni por Luciano Arruga, ni por Miguel Núñez ni por tantos otros desaparecidos en democracia, no se lo permito moralmente”, puntualizó.

Otro de los presentes fue Fernando Jones Huala, hermano de Facundo. Una vez finalizado el acto, dialogó con este medio y dijo que la movilización demostró “un gran nivel de conciencia por parte de la sociedad”. Y agregó: “Es esa misma conciencia con la que Santiago Maldonado llega a acompañar nuestra comunidad. Lo que está sucediendo con él es un ataque a las agrupaciones que tengan una propuesta política e ideológica diferente a la del gobierno argentino, que es dar palos, balas y cárceles, y en el máximo de los casos, desaparición física de las personas”.

Actualizado el 3/9/2017