Lecciones a punta de pistola

Lecciones a punta de pistola

Un oficial armado ingresó en la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas N°2 Mariano Acosta, en el barrio porteño de Balvanera, el jueves último. El hecho provocó el temor y la preocupación de los padres y docentes del colegio, pero también el repudio de amplios sectores de la sociedad que ven, en esta y en otras acciones, el hostigamiento a los trabajadores docentes y a los estudiantes que reclaman por sus derechos.

La comunidad educativa del Mariano Acosta presentó una denuncia ante la Asesoría Tutelar del Menor, a cargo del fiscal Gustavo Moreno, para que se investigue a los uniformados de la Policía de la Ciudad que formaron parte en la intimidación y amedrentamiento de los alumnos. Además el viernes, en una asamblea, los padres y docentes de la escuela decidieron presentar una acusación en la Procuraduría Contra la Violencia Institucional  (PROCUVIN) y planean presentar una nota firmada por los responsables de los menores al ministerio de Seguridad de la CABA para exigir una explicación por haber enviado agentes al instituto. Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta, destacó la sensibilidad de la comunidad educativa en diálogo con ANCCOM: “En esta escuela hubo sesenta y cinco desaparecidos por la dictadura y hoy estamos preocupados. La situación es muy compleja, no recuerdo una democracia como ésta. Este proyecto de país que proponen no cierra sino es con represión, porque si la gente tiene hambre, no tiene acceso a la salud, al trabajo y a la educación va a salir a protestar para defender sus derechos”. Por su parte, Alina Conde, madre de un estudiante de la escuela, presente en la asamblea del viernes advirtió: “No es la primera vez que pasa. El 23 de marzo algunos alumnos estaban haciendo banderas y la policía estaba en la vereda del colegio observándolos. En la zona hay robos casi todos los meses y ellos no aparecen, pero para vigilar a los chicos sí”.

La preocupación de docentes y padres se extiende a los estudiantes, que también se organizan para defender la educación pública. Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta, sumó a lo ocurrido en su escuela otros hechos: “En la Técnica Número 27 ocurrió la misma situación. Se acercaron policías diciendo que había una marcha y entraron al edificio”. Recordó además un hecho aún más grave ocurrido en la escuela de música Juan Pedro Esnaola. “Requisaron a un chico de 17 años a la salida de una reunión. Le pidieron el documento, abrieron su mochila, inspeccionaron la funda de la guitarra, le sacaron fotos -siendo menor de edad- y sin darle ninguna explicación. El chico quiso llamar a su mamá y no lo dejaron, retuvieron su celular. Después de revisarlo dos veces lo dejaron ir”, describió Agustín.

Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta: «Me pidieron que cerráramos las puertas de la escuela a lo que me negué».

La lista de intimidaciones a las escuela comprende también a los estudiantes del Carlos Pellegrini: el mismo día que se inauguró la Escuela Itinerante realizaron una clase pública en la puerta del establecimiento en solidaridad con los docentes reprimidos en Congreso. Desde la vereda de enfrente, ocho policías miraban atentamente todo lo que pasaba.

No parece casual las intimidaciones policiales durante las actividades solidarias de los estudiantes con los docentes en su lucha por el llamado a paritarias nacionales. El 17 de abril a las 18.12, el director de Escuelas Primarias de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo Bruno, envió un mail a los inspectores escolares para que adviertan a los directores de las escuelas que las actividades vinculadas a la realidad social “tengan en claro cuáles son los objetivos pedagógicos dejándolos plasmados por escrito en una secuencia de actividades encuadradas en los lineamientos curriculares del Área Formación Ética y Ciudadana y respondiendo al proyecto institucional”.

El viernes por la tarde, en un acto realizado en la Escuela Itinerante para repudiar los hechos del Mariano Acosta, el Secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, se refirió a la situación: “Este gobierno está desconociendo lo que son los derechos básicos de los trabajadores: tener una paritaria para discutir tanto mejoras salariales como mejoras en las condiciones laborales. Es un gobierno que asumió por el voto del pueblo pero que está tomando un cariz autoritario”. Además expresó que  con la represión en la escuela Itinerante, en la Universidad de Jujuy y con la entrada de la policía al Mariano Acosta se manifiesta el deterioro de la democracia: “Lamentablemente es una situación compleja en el que los trabajadores tenemos que seguir luchando por hacer valer nuestros derechos”.

En las puertas del Mariano Acosta, hay claros mensajes de preocupación de los alumnos y directivos por el hostigamiento policial.

El episodio del Mariano Acosta

Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta, relató a ANCCOM lo sucedido el jueves en su escuela: “En el marco de los reclamos por las paritarias docentes los alumnos que conforman el Centro de Estudiantes nos pidieron realizar clases públicas en una plaza. Nos negamos porque nos pareció peligroso y decidimos hacerla en el patio”. Fue así que el jueves 20 de abril, a las 10 de la mañana, antes de comenzar la clase, le informaron a la vicedirectora, Viviana Fernández, que cuatro uniformados estaban frente al colegio. Fernández se acercó para preguntar qué hacían ahí y le respondieron que les habían dicho que habría una movilización.  Ella respondió que solo se realizaría una clase pública en el patio de la escuela y los policías insistieron con que tenían que permanecer por si decidían cortar la calle. Entonces les consultó de dónde venían y contestaron: “del Comando”. Quince minutos más tarde llegó Raquel Papalardo, quien recibió la misma información por parte de los oficiales, a la que se sumaron algunas amenazas: “Yo les hice las mismas preguntas. Me contestaron socarronamente que tenían una orden de captura para mí. Les dije: ´Acá me tienen´. Después me aclararon que les habían informado que se haría una marcha. Agregaron que si queríamos podían cortar un árbol y prenderlo fuego para cortar la calle. Negué que hubiese una marcha planeada y ellos sostuvieron que tal vez los chicos se podrían desbordar y cortar la calle. Me pidieron que cerráramos las puertas de la escuela a lo que me negué. Cuándo interrogué sobre su procedencia me dijeron que venían de Operaciones”.

Raquel describe que las clases públicas se llevaron a cabo con tranquilidad, puertas adentro de la institución, entre las 12.15 y las 13.15, pero que más tarde ocurrió otro hecho alarmante: “A las 14.30 yo estaba almorzando en la Secretaría y un policía se presentó en los pasillos. Lo vi y le pregunté qué hacía en la escuela y quién lo había enviado. Entonces respondió que era de la comisaría séptima -a nosotros nos corresponde la octava- y que lo habían mandado porque había una marcha y tenía que saber si íbamos a cortar la calle. Al lado de él se encontraba un profesor de Historia quién me advirtió que estaba armado y empezó a pedirle al oficial que se retirara, porque no podía entrar armado a una institución educativa si no tenía una orden judicial. Entonces, se excusó diciendo que estaba cumpliendo con su labor”, relató Raquel consternada.

En la asamblea  del Mariano Acosta el presidente del Centro de Estudiantes, Agustín Prieto, manifestó su preocupación: “Cuál es el límite, hasta dónde quieren llegar. No queremos esperar a que desaparezca un chico de nuestra escuela y no sepamos donde está. Somos pibas y pibes de entre 13 y 18 años, no el aparato represor del Estado. No tenemos armas, tenemos lápices y hojas. La palabra es nuestra única arma y la vamos a seguir usando para que deje de pasar esto”.

El repudio

“Bajen las armas, aquí solo hay chicos y chicas estudiando”, se leía en los carteles que sostenían los oradores de la asamblea que reunió a los docentes, directivos y estudiantes del Mariano Acosta como así también a representantes de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y maestros de la Escuela Itinerante frente al Congreso el viernes último, luego de conocerse los hechos ocurridos en el colegio. Allí no sólo se debatió lo acontecido en Balvanera sino que se recordó que la semana anterior en Jujuy dos alumnos, Ignacio García y Joaquín Quispe presidente del Centro de Estudiantes- fueron detenidos ilegalmente en la Universidad Ciencias Agrarias por la policía provincial.

Francisco Reydó, representante de CTERA, también opinó: “Lo que pasó en el Mariano Acosta es otra forma de intimidación a la educación pública como lo que ocurrió el jueves cuando se presentaron los empleados bancarios a manifestar su apoyo a la Escuela Itinerante y hubo un cordón policial de Infantería, en clara actitud de provocación e intimidación a una actividad conjunta de educadores y gremialistas. Creo que esto es muy peligroso porque quieren instalar una situación de normalidad y no es natural que eso suceda”. Por su parte, Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta advirtió sobre lo ocurrido en su escuela: “Supuestamente un vecino llamó a los oficiales. Pero viendo lo que pasó en distintas instituciones del barrio solo me queda pensar que los vecinos se están coordinando mucho o son los policías los que lo están haciendo para amedrentar e intimidar a la comunidad educativa”.

La policía, la noche de la represión a la protesta social, durante el armado de la carpa itinerante de los docentes.

Reydó expresó que no es aceptable que en un período democrático estén sucediendo estas cosas y advirtió: “Entendemos que disciplinar y condicionar a los trabajadores docentes hoy es condicionar y disciplinar al conjunto de los trabajadores de nuestro país”. En la misma línea, Marcelo Guagliardo, otro maestro de la Escuela Itinerante, declaró: “Nosotros tenemos mucha preocupación; por eso estamos movilizados desde antes que iniciaran las clases, porque veíamos que estábamos frente a un gobierno que se había corrido de sus corresponsabilidades en el sostenimiento de la educación pública. Y utiliza a las fuerzas policiales para reprimir las protestas sociales. Vemos que hay un retroceso a un tiempo que mucho nos costó superar. Las políticas de ajuste no se sostienen si no es con un aparato represivo fuertemente preparado por el Estado. Esto se puede observar en la compra millonaria de armas por parte del gobierno de Macri, debido a que la única hipótesis de conflicto que encontramos en la Argentina es el conflicto interno por la agudización de la crisis social”.

 

Actualizada 25/04/2017

Clase de represión

Clase de represión

“La educación del pueblo no se vende, se defiende”. Plaza Congreso se vestía de blanco una vez más cuando un nuevo avance por parte de la Policía Federal arremetió con el reclamo de los docentes, reprimiéndolos con gas pimienta y golpes. Tras la represión, cuatro docentes quedaron detenidos en la Comisaría N° 6 con el cargo de “resistencia a la autoridad”. Los maestros, convocados por distintos gremios, entre ellos la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), estaban montando la estructura para armar la escuela itinerante, una medida pacífica para continuar con el reclamo por la apertura de paritarias nacionales y por una nueva Ley de Financiamiento Educativo. La escuela itinerante es una alternativa al paro como forma de protesta y consistiría en un aula con capacidad para treinta personas, ubicada en un principio frente al Congreso Nacional pero que luego recorrería distintos distritos del país. Según informaron desde los gremios docentes, el lunes habrá un plenario de CTERA donde se decidirán las nuevas medidas para la continuación del reclamo.

En una jornada de manifestación pacífica, que ni siquiera afectaba la circulación vehicular, los docentes permanecían Plaza Congreso desde el mediodía del domingo, cuando comenzaron con el armado de la escuela itinerante. Esta modalidad alternativa se decidió ya que a pesar de los paros y de la gran Marcha Federal Educativa, a la que concurrieron más de 300.000 docentes, alumnos y autoconvocados, el Gobierno Nacional sigue firme en su negativa a llamar a paritarias. Llegada la noche del domingo, los trabajadores de la educación fueron interrumpidos con una violenta represión con gas pimienta y golpes. Cuatro docentes quedaron detenidos, entre ellos, Juan José Mauro y Miguel Acuña, delegados de UTE. A las nueve y media los dirigentes de los gremios comunicaron la desconcentración de la Plaza, pero otras organizaciones llegaron a la puerta del Congreso para manifestar su apoyo a la situación docente y repudiar la acción violenta de la Policía Federal. Hasta la medianoche hubo movimiento en la Plaza Congreso, que una vez más se convirtió en el escenario de la resistencia contra el ajuste del Gobierno de Mauricio Macri.

Luego de la represión, el Ministerio de Medio Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, encabezado por Eduardo Macchiavelli, informó mediante un comunicado que se le “sugirió” al personal policial el desarme de la carpa porque no tenían autorización para instalarla. Sin embargo, el permiso había sido solicitado por parte de los gremios docentes, sin haber obtenido respuesta del Gobierno de la Ciudad.

Actualizado 10/04/2017

Caer de a miles

Caer de a miles

La Plaza de Mayo se tiñó de blanco. De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa con un multitudinario acto frente a la Casa de Gobierno. Algunos agrupados en sindicatos, otros identificados  con alguna organización barrial o política partidaria, y otros solos o en familia; pero todos con el mismo emblema: “Docente luchando también está enseñando”. La movilización llevó al centro de la Ciudad de Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno, el reclamo por la apertura de una paritaria nacional sin techo y salarios dignos.

Los docentes sumaron un firme apoyo ciudadano a una bandera que también se tradujo en un grito de defensa de la educación pública. La reivindicación de haber “caído” en la escuela estatal replicó como una consigna fundamental. Escuelas de nivel inicial, primarias, secundarias, terciarias, universidades, técnicas, y bachilleratos populares fueron actores centrales. Con guardapolvos blancos o pintorcitos cuadrillé, todos expresaron su apoyo a la educación pública y condenaron el lamento del presidente Mauricio Macri -apenas un día antes de la movilización- sobre los alumnos y familias “que no tienen más remedio que caer” en la escuela pública. 

De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa.

La movilización coincidió con la segunda jornada del paro por 48 horas convocado por las seis confederaciones gremiales nacionales ante la negativa del gobierno nacional de llamar a paritaria nacional.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía. Cuando las agujas marcaban las 12:00, Agustín (11) ya estaba en la Plaza Congreso, con guardapolvo blanco y de la mano de su mamá. “Venimos a  reclamar por nuestros derechos. Al Presidente no les interesan las escuelas ni la educación”, explicó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.  Silvina Melger, de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), denunció el vaciamiento de programas escolares. “Si se ´cae´ en la escuela pública es porque ellos están haciendo un pozo y nos están desfinanciando. Pero es la educación pública la que nos acobija y nos levanta. Por eso, los maestros la defendemos a toda costa”, dijo.

Mientras una de las columnas avanzaba por Avenida de Mayo, Luis Bazar, de la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP) de Jujuy, le contó a esta agencia que el reclamo no es solamente por mejores sueldos y paritarias sin techo, sino también para que se continúen entregando las netbooks y los libros a todas las escuelas rurales y que se avance con los proyectos educativos para adultos. “El 75% de las escuelas de la provincia son rurales. En Jujuy se han perdido los derechos, no sólo de los sindicatos, sino también de las organizaciones sociales. Todo el tiempo hay investigaciones y persecuciones. Vivimos con temor”, explicó.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía.

Envuelto entre banderas y redoblantes, Roberto Succa, miembro de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) de Chaco, le pidió al gobierno que reflexione porque “debemos defender y fortalecer la educación para que la juventud pueda crecer mejor”. Y subrayó: “El gobierno debe reflexionar y llamar al diálogo”.

Las horas avanzaban y así lo hacían los pies apurados de los estudiantes de la secundaria Normal Superior Nº 5. Rebecca, alumna de 17 años, junto a sus compañeras, Julieta y Fiorella, explicóa que marcharon para “apoyar y compartir la lucha de los docentes”. Y agregaron: “Además exigimos mejores condiciones edilicias. Todas cosas que los afectan a ellos y a nosotros”.

“Preferimos estar dando clase y defendemos la educación pública. Por eso exigimos que se cumpla la Ley de Financiamiento y la Ley de Paritarias”, gritó, entre medio de cánticos, Paola Gutiérrez, de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). Los dichos de Macri -el repudio se tradujo en casi todos los carteles que inundaron la Plaza- fueron un blanco especial. “Creo que lo dicen desde un desconocimiento de lo que es realmente la educación pública. Ojalá los docentes pudiéramos enseñarle a él como le enseñamos a nuestros alumnos. Tal vez así tendría otro pensamiento”, reflexonó en diálogo con esta agencia.

Cerca de las 14:00, ya en los alrededores de la Plaza de Mayo, Alejandra Guerrillero, de la escuela rural Nº 1414 de Mendoza, explicó que estaba en Buenos Aires para expresar su indignación. “No hay respeto por la diversidad ni la inclusión. Las escuelas tienen unas condiciones edilicias paupérrimas. El gobierno no quiere recibir a los chicos”, subrayó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.

 “No a las políticas de ajuste. Paritarias abiertas ya” fue el grito que dio inicio al acto. Al lado del icónico Cabildo, Claudia, maestra de nivel inicial en la escuela 15 D.E. 18 de Parque Chacabuco, contó que “los distintos presidentes se deberían acercar a la historia de nuestro país, ya que tienen conceptos erróneos de la enseñanza. Es la educación la que te puede hacer libre de pensamiento”. Y finalizó: “Es más fácil crear un enemigo que atender los problemas sociales”. Mientras, desde el escenario, se escuchaba: “De la Antártida a La Quiaca los gobiernos tienen la obligación de garantizar la educación”.

Durante las dos horas que duró el acto pasaron por el micrófono distintas organizaciones políticas y sindicales. Entre ellas, la del secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de Santa Fe, Pedro Bayúgar, quien llamó “a no arrodillarse ante el enemigo que tiene los medios masivos de comunicación a su favor”.

En primera fila escuchaban Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, quien con una sonrisa portaba la foto de Milagro Sala.

Asimismo, el jefe de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, advirtió que «este Gobierno va por la escuela pública» y recordó que «tendríamos que estar discutiendo en paritarias la recomposición del salario».

Por su parte, Víctor Báez, titular de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), dijo estar honrado de la lucha de los docentes y repudió las amenazas a la familia de Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).

La última dirigente en hablar fue Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA). Con voz cascada gritó: “La llave para destrabar el conflicto la tiene el gobierno y no los trabajadores. Es una batalla de ideas. Vienen por la educación”. Unas pequeñas gotas cayeron del cielo, pero eso no interrumpió el acto.  “A militar todos”, convocó Alesso.

 

Actualizado 23/03/2017

 

“Dicen que son dialoguistas, pero no escuchan”

“Dicen que son dialoguistas, pero no escuchan”

“La amplia mayoría de los docentes de todo el país está en la misma lucha, resistiendo este embate del Gobierno Nacional contra la educación pública. Porque, concretamente, el objetivo de este gobierno es destruirla”. Jorge Sabán, docente y delegado de la Escuela Técnica 14 de Barracas, es enfático cuando dice eso: lleva un chaleco de CTERA, uno de los gremios que convocó a la movilización de este miércoles, segunda jornada del paro nacional docente de 48 horas. Desde las 10 de la mañana la intersección de Avenida de Mayo y Piedras comenzó a agitarse: banderas, redoblantes y un ir y venir de guardapolvos blancos, que poco a poco se multiplicarían por miles, acompañados por trabajadores del Estado, militantes políticos y estudiantes secundarios y universitarios.

Algunos docentes acudieron signados por el gremio al cual pertenecen, otros bajo la bandera de la agrupación docente o la escuela en la cual trabajan, y muchos otros asistieron por su cuenta. Maestros y profesores de bachilleratos populares, de colegios privados, de escuelas de gestión estatal, masticaban la misma bronca. “Fundamentalmente, esta lucha que estamos emprendiendo es por el incumplimiento del Gobierno de la Ley de Financiamiento Educativo, al no convocar a la paritaria nacional –subraya con firmeza Sabán-. Mientras no convoque a la paritaria esto no se va a resolver”. A su alrededor, la multitud comienza a crecer en número y van organizándose las columnas para marchar hacia la ex Jefatura de Gobierno de la Ciudad, a pocos metros de la Plaza de Mayo, en donde se montó el escenario desde el que los representantes gremiales dieron un breve discurso.

Desde las 10 de la mañana la intersección de Avenida de Mayo y Piedras comenzó a agitarse: banderas, redoblantes y un ir y venir de guardapolvos blancos, que poco a poco se multiplicarían por miles

Desde las 10 de la mañana la intersección de Avenida de Mayo y Piedras comenzó a agitarse: banderas, redoblantes y un ir y venir de guardapolvos blancos, que poco a poco se multiplicarían por miles.

En la Ciudad Autónoma, el Gobierno ofreció un 19% de aumento en la última reunión a la que acudieron los gremios, que piden un 35 (10 por pérdida de poder adquisitivo en 2016 y 25 por ciento por lo que se estima será la inflación de este año). Dice Sabán: “Con los ofrecimientos que hacen nos están tomando el pelo a los docentes, a los alumnos y a la población en general que merece tener una educación pública con presupuesto como corresponde, con salario dignos para los docentes y con las mejores condiciones para enseñar y aprender”.

Los docentes son conscientes, en esta lucha por un salario digno, de las cargas estigmatizantes  que conllevan los discursos de la mayoría de los grandes medios de comunicación, que se hacen eco de las declaraciones de los funcionarios de Cambiemos y del PRO. “El plan de lucha también consiste en trabajar mucho en la comunidad”, dice Eva, maestra en un programa socioeducativo  en La Boca y en el Bajo Flores. “Es decir, trabajar en las escuelas, volantear con las familias, explicarle a la gente cómo es el tema del paro –sigue Eva, vestida con un guardapolvo blanco, similar al que llevan sus dos hijos varones que juegan mientras ella dialoga con ANCCOM- Aclarar cuestiones que muchos veces los medios se encargan de empantanar. La campaña de demonización que están llevando a cabo con algunos referentes gremiales, como es el caso de (Roberto) Baradel, nos está salpicando a todos. Creo que es muy importante empezar a concientizar y a construir juntos el sentido que tiene el paro porque los medios y los mismos funcionarios macristas no están matando. En la provincia de Buenos Aires, el nivel de persecución es muy alto, mandaron policías a hacer listas negras para ver qué profesores habían adherido al paro. Son prácticas que nos hacen acordar a los momentos más oscuros de nuestra historia. Hay mucho control y, sin embargo, estamos acá, luchando: eso quiere decir que las expectativas siguen firmes”.

El paro de 48 horas fue convocado por los gremios Ctera, UDA, Sadop, CEA y AMET y contó con una gran adhesión en la mayoría de las provincias del país -las organizaciones estiman entre un 80 y 90% de adherentes-, con la excepción de San Luis, Mendoza, Corrientes, Santiago del Estero y Jujuy. En esta última, el gobernador Gerardo Morales dictó la conciliación obligatoria. Para el martes y miércoles de la semana próxima se espera otro paro de 48 horas, que tendrá como cierre una multitudinaria Marcha Federal Educativa que finalizará con una movilización a Plaza de Mayo.

Alfredo Kavaliauskas es docente del Centro de Régimen Cerrado San Martín, en Parque Chacabuco, y en junio cumplirá 30 años ejerciendo la docencia. A pesar de trabajar en Capital Federal, la persecución ideológica que motoriza la gobernadora María Eugenia Vidal a través de sus dichos lo tocan bien de cerca. “No nos van a amedrentar con amenazas, como lo hizo Vidal: no se puede perseguir o señalar con el dedo a los trabajadores por su afiliación política, eso es dictatorial –dice-. Al hacer esto está violando los artículos 87 y 98 del Organización Internacional de Trabajo”. Con respecto al bono de 1.000 pesos que ofreció ayer la gobernadora a todo aquel docente que no adhiera al paro, establece: “Eso es extorsión, es un soborno y puede terminar en juicio político por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Los gobiernos conservadores hicieron siempre lo mismo: apretar a los que hacen huelga y tratar de perdonar a los que no la hacen”.

Para Ariel, docente en una escuela primaria porteña,  las autoridades gubernamentales basan su estrategia en la intimidación. “Hay una desaparición del Jefe de Gobierno o la ministra de Educación de la Ciudad –sostiene-. Solamente aparece Vidal como la única cara de este conflicto, ya que tiene una imagen positiva, pero no hay que olvidar que el conflicto es también en la Ciudad y en todas las demás provincias. Lo que se está buscando es demonizar a los docentes, desprestigiar la política, retirar la política, porque eso es lo que hace la derecha siempre. Y la única manera de sacar adelante un país, de recuperar la educación y la salud pública, es a través de la política, no hay otra herramienta”

“Hay mucha gente que está convencida de que los medios les están diciendo la verdad y entonces se ponen a defender medidas o posturas que son privatizadoras o que atentan contra la educación pública –dice Eduardo, docente en la Ciudad Autónoma-. La campaña que los medios están llevando a cabo en contra de los que pensamos que la única forma de conseguir algo es a través del reclamo, nos está dejando muy mal parados.”

Desde el entorno del presidente Mauricio Macri dicen que no piensa dar el brazo a torcer llamando a paritarias nacionales, y que su estrategia es dejar que las protestas continuadas terminen desgastando la imagen de los gremios y los docentes. Nora, con sus 55 años, 25 de esos años como docente, mantiene la esperanza de que los reclamos sean atendidos. “Hasta el momento se muestran inflexibles –dice-, y nos acusan de que usamos de rehenes a los niños, pero los que los están usando son ellos. Son ellos los que tienen la fuerza, no nosotros. Iremos buscando las diferentes maneras, porque a nosotros no es que nos gusta andar haciendo paros, no es una posición cómoda hacer estas marchas, sabemos que se nos pone en contra mucha gente cuando los chicos dejan de tener clases. No nos alegra tener que movernos de esta manera, pero no nos han dejado otra opción, porque no hay escucha alguna”. Concluye Nora: “Dicen que son dialoguistas pero no hay diálogo posible. Macri está intentando polarizar el país. Por un lado, los ricos cada vez más ricos. Y por otro, los pobres cada vez más pobres”.

Actualizado 16/03/2017

 

La marcha blanca

La marcha blanca

«Si lees esto, es gracias a un docente», decía uno de los tantos carteles que llevaban en las manos los maestros, en la movilización de ayer durante la primera jornada del paro nacional docente. La huelga de 48 horas comenzó con una marcha que reunió a más 70.000 personas, que desandaron la avenida Callao desde el Congreso de la Nación hasta el Ministerio de Educación para pedir que se realicen las paritarias nacionales que establece la ley. El acto concentró a los cinco gremios docentes nacionales: Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina  (CTERA), Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADOP), Asociación de Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), Unión de Docentes Argentinos (UDA) y Confederación de Educadores Argentinos (CEA).

Además del salario, los docentes se movilizaron en contra de los recortes que hay en toda el área educativa. Sonia Alesso, Secretaria General de CTERA, resaltó en su discurso que se debe cumplir la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo, en la cual entran muchos de los programas nacionales que se están desfinanciando. Un ejemplo: el Instituto Nacional de Educación Tecnológica. El gremio de docentes técnicos (AMET) teme que avance el recorte de su presupuesto. Este instituto trabaja con todas las escuelas técnicas de la Argentina y fue creado en 1995 para llevar a cabo la modernización del país en el contexto de la revolución tecnológica de las últimas décadas. «No queremos que nos pase como al CONICET. Se redujo mucho el presupuesto para el Instituto. No queremos que la Argentina sea solamente granero, queremos educación técnica y un país industrial con inclusión social», dijo a ANCCOM Claudio Ramoff, referente del gremio.

Los docentes se movilizaron en contra de los recortes que hay en toda el área educativa.

Los docentes también denunciaron que el Programa Nacional de Orquestas y Coros para el Bicentenario que concretaba la creación de orquestas en las escuelas está en vilo. «Nos dicen que vamos a continuar, pero nuestros contratos se vencieron y todavía no firmamos contrato para 2017», explicó un docente presente en la marcha, que enseña en una de las tres orquestas que hay en Rosario.

Los maestros privados estuvieron presentes en el reclamo junto a su gremio, SADOP. Mario Almirón, Secretario General del sindicato, explicó a ANCCOM: «Nos afecta igual que a los compañeros docentes estatales porque el salario es el mismo, estamos equiparados. Hemos sufrido mucha presión de escuelas privadas para que el paro no se realice. Cuando la realidad marca que el salario no alcanza y que las condiciones de trabajo son injustas, el pueblo pasa por encima de todas las limitaciones».

Durante los días previos al paro se conocieron amenazas hacia Roberto Baradel, el Secretario General de Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA). En dialogó con ANCCOM el dirigente dijo: «En la provincia de Buenos Aires pidieron el listado de quién iba a adherirse al paro. Este gobierno está mostrando lo autoritario que es». Además agregó: «La irresponsabilidad de los dichos del presidente sobre que no necesito custodia le puede caber como incumplimiento de los deberes de funcionario público. Él tiene una manda judicial para poner custodia a mi familia y a mí por las amenazas que recibimos».

La marcha también hizo notar el rechazo a los dichos del Ministro de Educación, Esteban Bullrich, acerca  de que los docentes sólo trabajan cuatro horas. «Decir eso es desconocer totalmente la tarea del maestro. No trabajamos sólo con el pizarrón y la tiza. Trabajamos en nuestras casas, las clases se preparan, se corrige el trabajo de los alumnos, trabajamos en diferentes turnos y escuelas, lo que implica traslado, entre otras cosas», describió una maestra de nivel inicial que se acercó desde Baigorria, Santa Fe, para participar de la marcha. En los discursos de los dirigentes esto se expresó claramente: «Que el presidente despierte y empiece a poner en valor a los educadores», reclamó Sergio Romero, de UDA, en su discurso, y Hugo Yasky agregó: «Hay mucho analfabeto político. No van a poder ensuciar a los maestros. No hay para los argentinos nada más noble que la escuela».

 

Actualizado 06/03/2017