Oct 19, 2016 | inicio
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y la empresa Arcos Dorados S.A. (McDonald’s) celebraron un convenio que, según se promocionaba, le daría trabajo a cinco mil jóvenes entre 18 y 24 años. A cambio, los nuevos empleados recibirían una retribución mensual de 4.500 pesos, de los cuales 1.000 pesos serían afrontados por el Gobierno nacional. Gracias al amparo presentado por las diputadas del Peronismo para la Victoria Araceli Ferreyra, Silvia Horne y Lucila de Ponti, junto con el secretario de Juventud de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Matías Zalduendo, la Cámara de Apelaciones ordenó frenar dicho convenio. ANCCOM indagó los pormenores del acuerdo.
“Nosotros pedimos la nulidad de las Prácticas Clarificantes porque entendimos que, para los jóvenes beneficiarios, genera flexibilización y precarización laboral. No se cumplen los derechos mínimos de la Ley de Contrato de Trabajo y tampoco se respeta el Salario Mínimo Vital y Móvil”, afirmó la diputada de Ponti, y agregó: “Si se quiere llevar adelante una política para que se genere el empleo en el segmento juvenil, hay que hacerlo respetando los postulados mínimos de la normativa”.
En Argentina, Mc Donald’s ocupa el sexto lugar en el ranking de empresas empleadoras, con un total de 16.809 trabajadores. Esta información es la que la propia multinacional declara en las planillas anexadas en el convenio con el Gobierno nacional.

«Pedimos la nulidad de las Prácticas Clarificantes porque entendimos que, para los jóvenes beneficiarios, genera flexibilización y precarización laboral».
Daniel Arenaza, abogado interviniente en la causa y miembro del Observatorio de Políticas Públicas, Legislativas y Comunicacionales, entiende que uno de los motivos que los llevó a intentar frenar el acuerdo es que el Salario Mínimo Vital y Móvil está pautado en 7.560 pesos, muy por encima de lo que establecía el convenio entre la multinacional estadounidense y el gobierno Nacional.
Un trabajador de McDonald’s, en su categoría más baja y sin antigüedad, actualmente cobra en Argentina por Convenio Colectivo de Trabajo cerca de 10.000 pesos por mes. Quienes iban a ingresar a través de las llamadas Prácticas Clarificantes -ahora suspendidas- hubieran cobrado menos de la mitad de ese monto. Aunque el Gobierno haga un esfuerzo significativo para instalar en el imaginario que son pasantías para el aprendizaje de un empleo, va saliendo a la luz que, en realidad, el funcionamiento es el mismo que el de una relación laboral tradicional, sólo que recibe otra denominación (y otra remuneración).
Respecto a la jornada laboral, también existen numerosas irregularidades. Arenaza explica que el acuerdo preveía que un trabajador cumpliera una carga horaria de 30 horas semanales, las cuales podían estar distribuidas entre fines de semana, feriados y horarios nocturnos. Un empleado regular de Arcos Dorados cobra un plus por una jornada laboral con estas características. Las Prácticas Clarificantes le sacaban al trabajador esa bonificación y tampoco contemplaban cargas previsionales o los aportes de otras características.
Los motivos que llevaron a la diputada correntina Araceli Ferreyra a impugnar el convenio son de índole personal. La legisladora recuerda que, en su provincia natal, conoció de primera mano a jóvenes trabajadores de McDonald’s y de su principal competidora, sometidos a una situación de precarización e inestabilidad. Los trabajadores son contratados a través de acuerdos temporarios, luego los despiden y no les abonan ningún tipo de indemnización. Además, Ferreyra recordó: “A mí me tocó a mediados de los ’80 y principios de los ’90 salir a buscar trabajo. En pleno fulgor del neoliberalismo los programas de empleo joven no servían para nada. Era creciente la desocupación juvenil. Esta era una manera que tenía el sector empresarial para bajar costos, sin garantizar ni capacitación, ni posibilidad al empleo. Sé por experiencia propia que estos programas no sirven para nada. De hecho, en España también hay este tipo de convenios y allí hoy existe un 60% de desempleo juvenil”.
Las tres diputadas, Arenaza y Zalduendo presentaron el pedido de amparo ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo número 76, a cargo del Juez Fernando Alfredo Vilarullo, quien rechazó de manera inminente la acción de amparo. El abogado actuante explicó que el juez “consideraba que, ni las diputadas nacionales que se presentaron en la causa, ni la CTA, representada en Matías Zalduendo, tenían la legitimidad para poder defender los supuestos derechos vulnerados. Este desconocimiento de la CTA como una organización que propende los derechos de todos los colectivos de trabajadores, más allá de este conflicto en particular, es uno de los motivos por los que decidimos apelar a una segunda instancia”.

«Las Prácticas Clarificantes le sacaban al trabajador esa bonificación y tampoco contemplaban cargas previsionales o los aportes de otras características».
En cambio, la sala número VI de la Cámara Nacional del Trabajo revocó el fallo de primera instancia que había desestimado la demanda. Se admitió la acción de amparo y la medida cautelar, y se le ordenó al juez que resuelva sobre esta medida cautelar, sin posibilidad de rechazo o desconocimiento sobre el tema.
Por otro lado, se incorporó a la causa a la empresa Arcos Dorados S.A. Daniel Arenaza explica: “Nosotros presentamos el amparo contra el Poder Ejecutivo Nacional, es decir, contra el Ministerio de Trabajo, que es el administrador, la cabeza del convenio. Los jueces en segunda instancia quisieron que también incorporáramos a la multinacional”.
Este convenio supuestamente está dirigido a crear empleo en jóvenes en situaciones de vulnerabilidad. Matías Zalduendo, de la CTA, explica que existe un amplio desconocimiento entre estos sectores sobre los derechos laborales. Por tal motivo, afirma: “Un acuerdo anunciado con bombos y platillos, que pone en el centro de la escena a un joven que hoy en día está sin trabajo, que vive una situación difícil en su casa y quiere buscar un empleo para independizarse e ingresar al mundo laboral, puede ser visto por los receptores como una posibilidad. Nosotros tenemos que demostrarles a quienes quieren acceder al primer empleo que tienen derecho a un salario mínimo y a recibir aportes patronales. La idea es que el trabajo te dignifique, y no ser explotados”.
Los promotores del amparo se encuentran a la espera de que el expediente vuelva a la primera instancia, en donde van a tener que notificar al Estado nacional y a la empresa Arcos Dorados para que se presenten en la causa dando explicaciones o presentando los informes correspondientes. “Lo primero que el juez va a tener que hacer es resolver la medida cautelar. Luego, tenemos fe en que la Justicia va a seguir los lineamientos que ya demostró. Tenemos confianza de que vamos a tener una resolución favorable. Aunque eso ya es criterio de los jueces y nos excede”, afirmó Arenaza.
Frente a esta realidad, el secretario de juventud de la CTA menciona la falta de cobertura de los medios masivos de comunicación ante la noticia del amparo: “No lo cubrieron porque es el primer golpe para el macrismo. Es uno de los primeros fallos que se da en contra del Gobierno nacional. No salió en ninguno de los grandes medios. Es más, el ministro Triaca se llamó al silencio. Esto es algo que sólo ha sido difundido por los medios alternativos y los portales. Cobró relevancia en las redes sociales porque se le ha puesto un freno a una política que nosotros consideramos que perjudicaba a los sectores más vulnerables y a los jóvenes”. Además, aseveró: “Estamos convencidos de que en este asado, en esta fiesta de los patrones, los trabajadores no vamos a ser el carbón ni mucho menos. Vamos a tratar de frenar este momento para defender a la clase trabajadora que es lo que más nos importa”.
Actualizado 18/10/2016
Jul 12, 2016 | inicio
“Lo que falta no es trabajo, es plata. No se consume nada y te pagan menos por las changas”, se queja Federico, de 45 años, que desde hace un año asiste al comedor de la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, en el barrio de Caballito. Mariano, Alejandro y Leonardo, sus compañeros de mesa, asienten y coinciden en que “la calle está peor que nunca”. Federico se encuentra en situación de calle. Cuenta que una pieza en una pensión, para una sola persona, cuesta 4200 pesos por mes, con baño y cocina compartidos. Con estos precios y sin un empleo fijo, es muy difícil acceder a un techo.
De los 50 asistentes, en promedio, que concurren al comedor de Caacupé, entre cinco y diez están en situación de calle, el resto son jubilados o trabajadores. El comedor existe desde la crisis de 2001 y de manera ininterrumpida brinda el almuerzo de lunes a viernes. En 2015 fijaron un límite de 50 personas por día –antes recibían hasta 160–, por las dificultades que les generaba, al momento de preparar la comida, no saber cuántos comensales iba a haber. Mientras explica esto, Alfredo Quirós, cocinero desde los inicios, recuerda que entre 2002 y 2003 le daban de comer a 210 por día, algunas que incluso llegaban desde el Conurbano para recibir un plato de sopa y fideos con estofado.

En la Basílica Sagrado Corazón de Jesús funciona un comedor y, desde marzo, un servicio de duchas para personas carenciadas, abierto los martes y los sábados.
La solidaridad de la comunidad es fundamental para el Caacupé, hay vecinos que dona carne, otra verduras, y “la providencia siempre ayuda para nunca falte nada”, asegura Alfredo, aunque reconoce que la ayuda se ha visto reducida en el último tiempo. Uno de los donantes, por ejemplo, pasó de enviar 100 kilos de carne por mes a 50, exactamente la mitad. Con el ingenio de los voluntarios organizan actividades para recaudar fondos, como venta de choripanes o de pollos que hoy generan el grueso de los ingresos del comedor.
Otra voluntaria de Caacupé, Fernanda Alcalá, presenta a Alan, de 25 años, quien junto con su hermano mellizo concurre de manera esporádica. Alan se acerca con una olla en una bolsa que trae de su casa. Vive con su hermano y su papá a cinco cuadras. Es estudiante de segundo año del profesorado de Historia en el Joaquín V. González, y allí también estudia su hermano, que está en segundo de Letras. Su padre es taxista y ellos buscan trabajo constantemente. Pero “está muy jodido –dice-: te tienen tres meses y te rajan”. Alan y su hermano concurren desde 2008 al comedor. Cuando tienen trabajo dejan de ir. Hace dos meses tuvieron que volver porque no les alcanza con lo que gana su papá. “De 2008 a 2015 la situación estaba mejor, ahora no. La inflación y la desocupación es mucha”, señala Alan.
El Observatorio de Derecho Social de la CTA, que periódicamente releva la situación del empleo en el país, le da la razón a Alan. Entre octubre de 2015 y enero de 2016 se registraron 57.868 empleos perdidos en el sector privado. En el público, en tanto, se estiman 41.000 trabajadores menos desde diciembre 2015 hasta marzo 2016. Frente a esta realidad, la gente recurre a diferentes estrategias para subsistir, y una de ellas es, sin dudas, los comedores populares.

De los 50 asistentes, en promedio, que concurren al comedor de Caacupé, entre cinco y diez están en situación de calle, el resto son jubilados o trabajadores. El comedor existe desde la crisis de 2001 y de manera ininterrumpida brinda el almuerzo de lunes a viernes.
En la Avenida Vélez Sársfield 1351, en Barracas, se ubica la Basílica Sagrado Corazón de Jesús. Allí funciona un comedor y, desde marzo, un servicio de duchas para personas carenciadas, abierto los martes y los sábados. Aquí se brinda asistencia a unas 30 personas por día aunque están anotadas alrededor de 200. José D´Onofrio, de 42 años, es licenciado y magíster en Administración de empresas y voluntario en el Sagrado Corazón: “Treinta es un límite que ponemos porque tenemos que elegir entre caridad y calidad; así logramos desarrollar el vínculo que queremos para ayudarlo en otros aspectos. Sin la restricción han venido 60 o 70 personas –explica–, muchas para sociabilizar, tienen trabajo y siguen viniendo para continuar el vínculo”. Para José, el alimento y la ducha son claves, pero destaca que también se ofrece ayuda para trámites legales, asesoramiento laboral, y hay atención de psicólogos, trabajadores sociales y hasta peluquero, algo muy importante según José porque “hace a la dignidad de la persona”.
En un salón de 20 metros por 6, el párroco de la iglesia, Sebastián García, organiza a 15 voluntarios. Con un tono de arenga, los pone al día de los avances del proyecto de asistencia, que incluye a otras dos entidades católicas, la Cátedra del Diálogo y la Cultura del Encuentro y la Asociación Miserando, encargadas de llevar adelante la logística del servicio. El cura comenta las donaciones que se van consiguiendo y las instituciones que prometen ayuda. Divididos en tres equipos (cocina, duchas y ropería), los “servidores” brindan el desayuno (mate cocido con tostadas), el almuerzo, la posibilidad de higienizarse y ropa limpia. Pero, sobre todo, como destacan ellos, tratan de conocer las vidas de los asistentes para ayudarlos mejor.
La mayoría se entera del lugar a través del “boca a boca” en los hospedajes donde viven y dan fe del vínculo “humano” que se crea con los voluntarios. “Te dan de comer y te tratan bien”, subrayan.
Actualizada 12/12/2016
Jun 3, 2016 | inicio
Miles de trabajadores se movilizaron hoy a Plaza de Mayo, en una convocatoria organizada por dos de las cinco centrales obreras del país para rechazar el veto a ley antidespidos, firmado por el presidente de la Nación, Mauricio Macri, el 23 de mayo pasado. La jornada, organizada por las CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, contó con una amplia participación de organizaciones gremiales, sociales y políticas, a pesar de que tuvo como protagonista a una llovizna intermitente, que sólo por unos pocos minutos dejó de ser una testigo privilegiada del acto. La marcha culminó con el discurso de los secretarios generales de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, y de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quienes se refirieron en varios pasajes a la posibilidad de reunificar la entidad, dividida desde 2011 luego de que fracasara en dos oportunidades la elección de sus autoridades. «La unidad no es sencilla, no ocultamos que tenemos diferencias, pero los trabajadores nos han dado un mandato, y quienes tenemos responsabilidades sindicales no podemos hacer lo que se nos dé la gana», comenzó Micheli, primer orador de la tarde.
Por su parte Yasky, encargado del cierre del acto, puntualizó que «cuando los trabajadores y trabajadoras se autoconvocan desde la dignidad, la respuesta sólo puede ser multitudinaria», haciendo referencia al rol decisivo de la clase trabajadora en la vida política nacional. Luego, agregó: «Este día gris es en realidad un día luminoso, porque estamos juntos con la CTA Autónoma para decir que, a pesar de las diferencias, estamos dispuestos a retomar el camino de la unidad de acción». La metáfora pareció surtir efecto, porque inmediatamente el cielo comenzó a abrirse y los rayos del sol asomaron tímidamente por primera vez en todo el día, aunque por escasas fracciones de tiempo. «El hecho de que haya tantos compañeros con esta lluvia es una prueba de la firmeza de los trabajadores para resistir a este gobierno neoliberal», exclamó Micheli, reforzando un estado de situación que ya era de público conocimiento: los despidos y la caída del salario producto de las medidas devaluatorias del gobierno nacional habían precipitado la alianza defensiva de los dos líderes sindicales. “Es una actitud madura el saber construir en la diversidad y sabemos que no alcanza con esta movilización. Necesitamos un paro poderoso”, concluyó el estatal.

El paro estuvo en la agenda de las cinco centrales obreras después del acto multitudinario y conjunto que realizaron el pasado 29 de abril para exigir la aprobación de la ley antidespidos. Sin embargo, tras el veto presidencial, las tres CGT -encabezadas por Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo- desistieron de convocar a la huelga general.
En el acto de ayer Yasky, referente del sector docente, fue más allá e incluso puso en cuestión la vocación democrática del gobierno macrista: “¿Es democracia vetar una ley que fue aprobada por mayoría en el Congreso? Para nosotros hay más democracia en las calles, con los trabajadores defendiendo sus puestos de trabajo”. Al retomar la discusión a propósito de la posibilidad de volver a unir las dos fracciones de la central obrera, el dirigente restó importancia a las cuestiones formales: “Esta es la verdadera unidad que necesitamos. Todos juntos en la plaza, en las calles, para luchar porque de una vez por todas haya respeto por los derechos de la clase trabajadora”.
La intervención de los oradores estaba prevista para las 15, sin embargo, una hora antes la Avenida de Mayo estaba repleta de manifestantes, en el tramo que separa a la Plaza de Mayo de la Avenida 9 de Julio. La columna principal -que integraban además de los conductores de las CTA otros referentes de la política argentina, como el titular del partido Movimiento de Integración Latinoamericana de Expresión Social (MILES) Luis D’Elía o el ex legislador porteño del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) Alejandro Bodart, entre otros- avanzó por Avenida de Mayo hasta el escenario montado en la plaza, mientras que fueron varias las agrupaciones y filiales sindicales del Interior del país que llegaron desde las calles diagonales. A las 15.30 los oradores ya ocupaban el escenario, pero el inicio de los discursos debió esperar al ingreso de las Madres de Plaza de Mayo, en su tradicional ronda de los jueves, escoltadas por la ya emblemática leyenda «Madres de la plaza, el pueblo las abraza». «Las Madres nos enseñaron que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Si ellas pudieron luchar por sus hijos desaparecidos, ¿cómo los trabajadores no podemos salir a la calle a defender nuestro salario?», coincidieron los oradores.

Hugo Yasky y Roberto Baradel sostienen un cartel que expresa solidaridad con la central obrera francesa.
«Ni la lluvia nos detiene. Si hay veto, va a haber lucha», fue una de las frases más repetidas de la jornada. La Ley de Emergencia Ocupacional -conocida públicamente como «ley antidespidos»- fue aprobada por la oposición al gobierno macrista en el Congreso Nacional, el 19 de mayo pasado, aunque el veto presidencial, que se concretaría al día siguiente, era un secreto a voces. La norma buscaba desalentar a las empresas a concretar despidos de trabajadores, imponiéndoles durante 180 días la obligación del pago de una doble indemnización si insistían con el envío de telegramas.
El Decreto N° 701/2016, rubricado por el jefe de Estado el 20 de mayo, pero publicado en el Boletín Oficial tres días después, oficializó el veto al texto legal, argumentando paradójicamente que la decisión obedecía a la necesidad de «avanzar hacia la pobreza cero» y «crear millones de puestos de trabajo». El documento reiteró la prioridad del gobierno de «generar confianza» y crear las condiciones para «la inversión y el crecimiento económico y, por lo tanto, de generación de empleo genuino», objetivos que desde la óptica oficial se verían eclipsados si se reglamentaba la ley. No obstante, fuentes de diversa orientación ideológica coinciden en que se han producido más de 100 mil pérdidas de puestos de trabajo desde que asumió Macri, el 10 de diciembre pasado.
La movilización se realizó un día antes de que tenga lugar una nueva marcha en el marco de la campaña conocida como #NiUnaMenos, que reclama el fin de los femicidios y la violencia de género contra las mujeres. De todos modos, ni la proximidad de dicho acontecimiento ni tampoco la lluvia y el frío motivaron hoy la cancelación de la movilización de la CTA. Tampoco lo hizo la negativa de los líderes de las tres CGT de sumarse a la jornada. Aún más, algunos de los sindicatos enrolados en la entidad que conduce el camionero Hugo Moyano, como la Asociación Bancaria, liderada por Sergio Palazzo, dijeron presente en la tarde de hoy, en una señal de que más allá de las formalidades, el escenario actual de pérdida de poder adquisitivo y amenaza a la continuidad laboral obliga a los representantes de la clase trabajadora a ocupar todos la misma vereda.
Actualizado 4/03/2016
Abr 29, 2016 | destacadas
El primero en tomar el micrófono fue Pablo Micheli, titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma: «Esto recién empieza. Más unidad y más lucha. Y si no escuchan, habrá paro nacional», advirtió. Le siguió el líder de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, quien declaró: “Hoy empieza una historia distinta. El movimiento obrero unido está de pie pidiendo respeto al trabajo y al trabajador”. En tanto, Antonio Caló, titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) sede Alsina expresó: “Vamos por la unidad: hacer una sola CGT”, y agregó que la fecha para dar ese primer paso será el 6 de junio con vistas a cerrar el acuerdo el 22 de agosto, día del histórico renunciamiento forzado de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia. El cierre del acto estuvo a cargo de Hugo Moyano, titular de la CGT-Azopardo. “¿Cuáles son las medidas para detener la inflación desbordante, que en cuatro meses ya alcanza el 40 por ciento? ¿Cómo es posible que hayan tomado medidas inmediatas en otros sectores y no contra la inflación?”, resaltó el líder camionero. Ante una convocatoria multitudinaria, la casi totalidad de las centrales sindicales realizó una contundente demostración política, de cara al tratamiento de la ley antidespidos en la Cámara de Diputados.

Un enorme escenario instalado frente al Monumento al Trabajador, ubicado en la intersección de las Avenidas Paseo Colón e Independencia, fue el espacio central del acto. Cientos de miles de trabajadores concurrieron desde distintas regiones del país, le dieron un marco imponente a la jornada y demostraron la capacidad de movilización del gremialismo. De la protesta también participaron, en este y en otros puntos del país, diversas organizaciones sociales, partidos políticos y ciudadanos autoconvocados.

Integrantes de las CGT más fuertes y las dos CTA confluyeron en un mismo escenario, lo que fue un hecho inédito después de años en que no se reunían. El único ausente fue Luis Barrionuevo, representante gastronómico y titular de la CGT Azul y Blanca, que se reunirá el 1 de mayo con el presidente Mauricio Macri.
La apertura política del acto había estado a cargo del dirigente de la CGT moyanista Juan Carlos Schmid, quien leyó un documento consensuado por todas las centrales sindicales presentes, en donde enumeraban las promesas incumplidas del macrismo y el aumento de la pobreza y la inflación, entre otros puntos.

Emiliano Balaguer, presente en el acto, integra la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en el área de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). “Buscamos mayor estabilidad laboral y la apertura de paritarias. También queremos poner énfasis en la reincorporación de los 330 trabajadores despedidos en la SRT a lo largo y a lo ancho de todo el país”, señaló a ANCCOM. “También nos manifestamos en contra de la precarización laboral que heredamos de las anteriores gestiones del Estado y que son también responsables de que estos 330 compañeros estén hoy en la calle”, agregó.

En cuanto a su expectativa, Balaguer declaró: “Si no hay una respuesta del Gobierno Nacional hacia estos reclamos masivos es muy probable que haya un paro a nivel nacional. Yo estoy hoy acá por eso. Si no, es una marcha folklórica más que no termina en ningún beneficio para las mayorías. Y después sí, podemos luchar por intereses sectoriales, pero hoy tenemos que atender los reclamos de los que se han quedado en la calle”.
Además del cese de los despidos y contra la política de ajuste que viene implementando el gobierno de la alianza Cambiemos, otros ejes de los distintos discursos se focalizaron en la inflación, los aumentos tarifarios, la devaluación, el pedido de 82 por ciento móvil para los jubilados, la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, la criminalización de la protesta social, entre otros.

Hugo Yasky, titular de la CTA de los Argentinos.
Luis Carlos Osorio, que se presentó como integrante de la organización “Macri, pará la mano”, afirmó: “Pedimos que el Gobierno Nacional dé marcha atrás con las medidas antipopulares: reincorporar a todos los estatales despedidos y revertir el tarifazo. Los hospitales de la provincia de Buenos Aires llevan quince días sin atención al público, entre ellos, el ‘Hospital Fiorito’ de Avellaneda. Hay comercios, en esta misma zona de la provincia de Buenos Aires, que están por cerrar porque no les dan los costos, y esto lleva a más despidos en el área privada”. Asimismo, añadió: “Espero que Macri reaccione y se dé cuenta que el pueblo está movilizado en espera de un paro nacional. Que Macri deponga su actitud de favorecer a los sectores concentrados, como el de los bancos”.
En tanto, Fernando, quien integra el movimiento peronista 26 de Julio manifestó: “Siempre es importante que el movimiento obrero se exprese porque es el principal sujeto de transformación de la historia”. Y consideró: “Hoy hay un hecho histórico, que es la unión de las grandes centrales de los trabajadores después de tanto tiempo”.

Respecto a la razón de la tardanza en una convocatoria masiva por parte de las principales centrales obreras el militante opinó: “Coincidímos con compañeros del ámbito sindical en que la dinámica del movimiento obrero tiene otros tiempos. Y es verdad que se tardó en una convocatoria masiva frente al ajuste, los despidos, el aumento de precios y demás, pero hay centrales regionales del interior del país que se vienen movilizando con medidas de lucha durante toda esta etapa”. Por otra parte, afirmó: “Nos gobiernan gerentes de las multinacional, que son expresión de los sectores financieros internacionales. El Gobierno no tiene políticas justas para dar respuesta a la crisis”.
Por su parte, Juan Pablo Minetti, secretario de Comunicación de la Unión Informática, declaró: “Este encuentro es histórico porque el Gobierno actual está tomando medidas a favor de muchos grupos económicos concentrados y está retrasando la toma de medidas a favor de los trabajadores”. Además, explicó su postura sobre el accionar del sector privado: “Hoy lo que más nos preocupa es el tema de los despidos; las empresas están aprovechando la vía libre que da el Estado para dejar compañeros sin su fuente de laburo”.

Por último, Minetti advirtió: “Buscamos hacer una llamada de atención al Presidente sobre la ley antidespidos, y estoy convencido de que el Gobierno va a recibir este mensaje y va a actuar en consecuencia, es decir, no va a vetar esta ley tan necesario en estos tiempos de tanta gente en la calle. Porque si lo hace habrá una manifestación mucho más grande que esta”.
Actualizado 29/04/2015
Abr 27, 2016 | Entrevistas
El gobierno nacional tiene un extraño mérito. Haber logrado la unidad, si bien precaria, de las cinco centrales sindicales del país en un acto común por el Día del Trabajador. Será el viernes, cuando las tres CGT y las dos CTA marchen y se movilicen en el centro de la Ciudad con una lista de reclamos hacia la administración de Mauricio Macri. Será el primer acto que contará con la presencia de Hugo Moyano (CGT Azopardo), Antonio Caló (CGT Alsina), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Pablo Micheli (CTA Autónoma). La movilización también contará con la adhesión de organizaciones de la economía social, como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), organizaciones sociales y partidos políticos.
En el centro de la escena estará el pedido de las centrales para declarar la emergencia en materia laboral. Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) pronosticó que, un eventual veto del Ejecutivo a las iniciativas que se discuten en esa dirección en el Congreso, dejaría a las centrales sindicales “ante la obligación de convocar a un paro general”.
En una entrevista exclusiva con ANCCOM, Yasky cuestionó la promesa de Macri de terminar con la precariedad laboral en medio de una ola de despidos. “Quiere curar una uña encarnada cortándote la pierna”, graficó.
El cuadro de “La manifestación” de Antonio Berni, y la camiseta de River firmada por el plantel visten las paredes de la oficina del dirigente sindical. Yasky sirve los vasos de agua y amplía su crudo diagnóstico a las últimas medidas sociales anunciadas por la gestión Cambiemos. “Son casi como grajeas homeopáticas para alguien que ha sufrido la embestida de un tractor”, juzga.
¿Cómo observa la situación social a cuatro meses de la asunción del gobierno de Mauricio Macri?
Los primeros cuatro meses del gobierno de Macri le han mostrado a los trabajadores el rostro del ajuste; hubo un aumento desmedido del precio de los alimentos, vino la devaluación que siempre tiende a licuar el poder adquisitivo de los salarios. A eso se le sumó el aumento de las tarifas de los servicios, y ahora el incremento del transporte. Todo esto no tuvo una compensación en términos de alguna política social que tendiera a mitigar el ajuste. Por el contrario, apareció de entrada un tema que generó rechazo y movilizaciones como fueron los despidos en el sector público, que ya suman 30 mil, y que generan un contagio en el sector privado, porque la actividad económica tiende a retraerse, producto del retroceso en el poder adquisitivo del salario.
Las grandes empresas, además de los despidos, están implementando suspensiones y cierre de turnos, ¿qué pasa con las pequeñas y medianas que tienen una situación más crítica?
Las grandes empresas tienen mayor elasticidad porque pueden manejar variables como el adelantamiento de las vacaciones o las suspensiones, pero las pequeñas empresas, de cinco o nueve empleados, tienen un margen muy reducido para eso y sienten de manera muy fuerte tanto la caída del consumo, porque no pueden acumular stock, como el aumento de las tarifas. Están entrando en un cuello de botella porque les cuesta hacer frente al aumento. El cuadro es muy preocupante porque el gobierno anuncia medidas que benefician sobre todo a sectores poderosos de la economía pero no tiene una agenda para las PyMEs ni para los trabajadores, entonces todo se agota en una suerte de imprecación, te dicen que tenemos que esperar a que lluevan dólares o que vengan las inversiones. Pero nadie va a invertir productivamente en un país que hoy ofrece la posibilidad de obtener grandes tasas de ganancias en corto plazo especulando financieramente. Estamos en un problema de concepción de quienes gobiernan, que aplican esto como si fuera un dogma, porque es lo que desde las empresas que dirigen siempre han sostenido, y, lamentablemente, esto tiene arrinconado a grandes sectores de nuestro pueblo que empiezan a sentir las consecuencias.
¿Hay un exceso de confianza en la llegada de inversiones para reactivar la economía?
La denuncia de las sociedades de la familia Macri en Panamá nos pone frente a una contradicción. El presidente pretende que los inversores externos vengan a generar empleo, cuando los argentinos, incluido él, optan por los paraísos fiscales sacando la plata del país. Hoy en la Argentina se pueden hacer grandes negocios financieros, en tres o seis meses, y nadie va a correr el riesgo cuando las tasas de ganancia productiva están por debajo de las financieras. Está claro que el pago a los fondos buitre y el inicio del ciclo de endeudamiento les va a servir a los que siempre tuvieron el capital para hacer negocios y obtener tener más capital. A los que siempre tuvimos salarios de hambre, nos va a servir para tener, todavía, más salarios de hambre.
¿Cuál es la situación de los empleados públicos que entraron en la revisión de contratos y que vencieron en marzo?
Macri heredó una situación de precariedad laboral en el Estado, que es una de las asignaturas pendientes que dejó el anterior gobierno y le facilitó esta sangría de despidos. Porque como eran contratados, ni siquiera se hicieron cargo de mandarles telegrama de despidos. Por eso el trámite fue tan grotesco, de hacer listas, con policías en la puerta que decían ´este entra y este no entra´ y no mandaron los telegramas. Lamentablemente esto nos dejó en una situación de vulnerabilidad total y los que siguen trabajando saben que tienen una inestabilidad absoluta en términos laborales. Porque a pesar de que Macri dice que ha venido al gobierno a terminar con la precariedad, su manera de hacerlo es echando a todos los precarios. Esto es como decir que vas a curar una uña encarnada cortando la pierna.

¿Se niega esta situación de forma deliberada?
Creo que la política del gobierno para los trabajadores, para los sectores populares, por un lado consiste en negar la realidad y utilizar el blindaje mediático para que los grandes medios de comunicación se dediquen a mostrar la caza de los corruptos como un deporte nacional y hablen de cualquier cosa menos de lo que están sufriendo los trabajadores. Y por otro lado, a tratar de montar escenas como la que hicieron en el Centro Cultural Néstor Kirchner donde trajeron al gurú de la felicidad para explicarles a los opulentos qué digna puede llegar a ser la pobreza cuando uno sigue los consejos de los manuales de autoayuda. Es lamentable que un gobierno en la campaña electoral dijera que no venía a hacer el ajuste, que no se dejaran correr por la política del miedo, y ahora están haciendo estas cosas.
¿Son suficientes las medidas que anunció el gobierno para los sectores populares, como la quita del IVA de los productos de la canasta básica de alimentos?
Son medidas casi como grajeas homeopáticas para alguien que ha sufrido la embestida de un tractor. Se ha hecho mucho daño con estas políticas, y el gradualismo ha brillado por su ausencia en lo que es más sensible a los sectores de menor poder adquisitivo como son las tarifas de gas, electricidad y los alimentos. Hoy tenemos, por ejemplo, aumento de demanda en los comedores escolares como no lo veíamos en mucho tiempo, o vemos sectores de la clase media que van retrocediendo en su nivel de consumo para limitarse a los alimentos.
El Centro CIFRA de la CTA está dedicado a la investigación del mercado de trabajo, el desarrollo económico y problemáticas sociales. ¿Qué importancia tiene contar con mediciones y estudios propios en contextos como el actual?
Al INDEC antes se lo ha criticado porque publicaba cifras que no se correspondían con la realidad. Ahora directamente no hay cifras, es clara la parálisis y el hecho de que algunas consultoras privadas prefieran no dar a conocer públicamente los números que registran porque implica mostrar un panorama que al gobierno no le conviene. Carecemos de parámetros objetivos. De todas formas, CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina) y CEPA (Centro de Economía Política Argentina) están dando datos sobre el incremento de la pobreza, el descenso de los salarios, los aumentos de los niveles de desocupación, que demuestran claramente que el efecto del ajuste es nocivo para los sectores populares. Dentro de los despidos hay algunas áreas que son muy sensibles, que tienen que ver con las prestaciones sociales y con las políticas para los sectores más vulnerables de la economía, que garantizaban desde los camiones sanitarios que recorrían los barrios, hasta los empleados del sector público que tenían a cargo tareas sociales como los planes de vacunación. Son muchas cuestiones que para un CEO de una multinacional deben ser absolutamente prescindibles. Acá se había logrado que las políticas públicas penetraran en sectores donde culturalmente es muy difícil que se puedan dar con la continuidad y seguimiento, como por ejemplo los planes de vacunación, Ahora se ha producido un daño que tiende a consolidar las desigualdades y las zonas de exclusión de la pobreza estructural.
En este contexto de ajuste para los sectores sociales más vulnerables, se postula la unidad de las cinco centrales el 29 de abril…
Se pudo, en un proceso que no fue fácil, acercar las posiciones de las cinco vertientes, tres de la CGT y dos de la CTA, y converger en la convocatoria a un acto el 29 de abril que, más allá de conmemorar el Día del Trabajador, puso en la mira la demanda de políticas sociales frente a este panorama de destrucción y avasallamiento de las conquistas de los más vulnerables. En ese sentido, el eje fue una ley de emergencia ocupacional que permita ponerle freno a los despidos que actualmente se están produciendo en el sector público y en el privado. Se busca generar una serie de instrumentos que les permita a las PyMEs hacer frente al pago de salarios con recursos del sector público para sostener el empleo mientras dure la crisis. En el caso del empleo público se prohíbe directamente el despido sin causa, y se plantea que esta emergencia se extienda por doce meses para evitar que se produzcan despidos en ese período. De alguna manera es tomar el argumento que da el propio gobierno, de que dentro de seis meses o un año la activación económica y las inversiones van a generar fuentes de trabajo. Nosotros decimos que hay que proteger durante ese período a quienes pueden quedar desempleados, porque hoy no hay condiciones para que el que pierda un trabajo pueda encontrar otro en lo inmediato. De todos modos, es asombroso que el gobierno se niegue a que haya una ley de estas características, porque se trata de una ley de emergencia, transitoria, y que permitiría a los que pierdan el trabajo en este período sostenerse hasta que llegue ese tiempo de reactivación que el gobierno dice que va a venir.
¿Por qué los proyectos de emergencia laboral plantean la reincorporación de los despidos a partir de marzo, si empezaron en diciembre? ¿Fue el límite del acuerdo que lograron?
En parte porque legalmente una ley no puede ser retroactiva en su aplicación, así que por más que pusiésemos el 1 de febrero, cualquier presentación ante la Justicia la haría vulnerable, y hasta se podría vetar ese artículo con un argumento legal. Entonces se acordó establecer un corte el 1 de marzo. De todos formas, si se pudiera aprobar esa ley en un tiempo razonable –porque no serviría de mucho si se tarda tres o cuatro meses en sancionarla- sería muy útil porque muchos despedidos podrían ser revisados, otros tendrían el derecho a una suerte de indemnización que hoy se les niega porque eran contratados, y además significaría un paraguas abierto para ambos sectores. Esto es clave, porque los despidos no llegaron a 30 mil y terminaron, sino que es un proceso que tiende a avanzar.
El macrismo ya se manifestó en contra de una ley de emergencia laboral y de hecho está trabajando un proyecto alternativo…
Yo creo que están tratando de generar un efecto de distracción en la opinión pública, plantean ahora una ley de primer empleo que puede llegar a ser complementaria de la emergencia laboral, pero si no paras la sangría de los despidos qué sentido tiene hablar de una ley de primer empleo. Es una incoherencia absoluta. Está claro que quieren mostrar, ´nosotros tenemos iniciativa, sensibilidad social, acá está la prueba, tenemos la ley de primer empleo, pero la otra la vamos a vetar´. Es actuar de mala fe, porque si uno tiene realmente la preocupación de garantizarles el primer empleo a los jóvenes, lo primero que tienen que hacer es parar con los despidos que están haciendo en el nivel público, porque muchos de los que están despidiendo eran jóvenes que por primera vez tenían un trabajo estable.
De hecho el oficialismo está negociando con el Frente Renovador, que apoyaba la declaración de emergencia laboral, para llegar con los votos que necesita la nueva iniciativa…
Lo del Frente Renovador es preocupante porque si bien los diputados que componen ese bloque, integrado por muchos que vienen del sindicalismo, advirtieron que van a sostener el proyecto de ley, Sergio Massa, que es el referente del bloque, en este momento parece haber sido seducido por la idea del oficialismo de que esta ley no tiene que avanzar. Lamentablemente se ha prestado a este juego, porque él tuvo un protagonismo muy grande el día que fuimos las cinco centrales al Congreso, donde se comprometió públicamente a apoyar la iniciativa, pero parece que ahora se inclina por un proyecto que, al igual que el del primer empleo, es complementario de la ley de emergencia. Se trata de un proyecto de asistir con créditos y otros incentivos a la pequeña empresa. Esto es absolutamente complementario, sería un excelente paquete de leyes de una agenda social muy necesaria. El viraje de Sergio Massa es reciente, de manera que todavía estamos midiendo qué efecto se produjo hacia adentro. Lo que sí sabemos, porque hemos hablado con ellos y otros lo han dicho públicamente, es que van a seguir sosteniendo el proyecto, tanto Facundo Moyano, como Daer por ejemplo. Ellos dicen que el bloque puede ir a una votación dividida y que ellos pueden llegar a traccionar muchos votos para conseguir la mayoría que hace falta. Y si se da la escena del veto presidencial, ahí ya estaríamos jugando en otra pantalla. Porque sin lugar a dudas, las cinco centrales estarían frente a la obligación de convocar a un paro general y una movilización a Plaza de Mayo, y quizás entraríamos a una escala de lucha que interpreten mejor la necesidad de los que hoy están acorralados por el ajuste.
¿Todos los sectores sindicales van a por lo mismo el 29?
Creo que va a haber matices que se van a advertir en los discursos y en el palco, pero en la calle va a haber homogeneidad absoluta. Sea del gremio que sea, quienes vayan saben que van a protestar contra el ajuste, a pedir una ley que pare los despidos, para lograr un respiro en una situación que asfixia cada vez más al bolsillo de los trabajadores. En ese sentido será un excelente acto y creo que es lo mejor y más inteligente que podríamos haber hecho: unificar las centrales y hacer una demostración de fuerza hacia el gobierno. Después, hacia adentro, habrá lecturas que tendrá que ver con los espacios de disputa dentro de la CGT a cargo de las tres vertientes que hoy se expresan, algunos especularán con los matices o cuánta gente movió cada una. Pero creo que la lectura más importante es la de pensar que si se trata de una multitud de trabajadores la que se expresa en las calles y lo hace en unidad, habremos dado un paso importantísimo para no estar tan desválidos frente a este gobierno que tiene la potencia de ser el gobierno que apoyan los grandes grupos económicos, la clase dominante, los sectores más opulentos, los dueños de medios de comunicación y los jueces que forman parte de una casta que defienden los intereses de las minorías de privilegio.
¿Hay conversaciones con la otra CTA sobre una posible unificación?
Sí, es un tema que se está conversando. Con Pablo Micheli hemos coincidido en la necesidad de que esta unidad en la acción que se ha venido llevando adelante, hemos estado juntos en varios actos con compañeros estatales, en el de CTERA con el paro y movilización, y ahora vamos a volver a estar juntos en la marcha convocada por las cinco centrales. La idea es que todos estos episodios en los que nos unifica la acción, nos vayan llevando hacia un camino de unidad orgánica. Eso está en la agenda y creo que tendríamos que pensar que a lo largo de este año, se puedan dar pasos en concreto.
Publicado 27/04/2016