Ago 7, 2018 | Novedades, Trabajo

Todos los gremios universitarios resolvieron no iniciar el segundo cuatrimestre
Los pasillos están vacíos, las aulas con las luces tenues, sin susurros ni voces estridentes. En las entradas, algunos que otros desprevenidos miran alrededor sorprendidos de tanta soledad en fechas donde el bullicio es moneda corriente. Otros comprenden que están más acompañados que otras veces. Porque el alcance de la medida de fuerza esta vez es casi absoluto, como si alumnos, docentes y no docentes se hubieran percatado que la realidad tomó un tinte más oscuro de lo normal. El ajuste presupuestario, las paritarias irrisorias, y el ataque permanente tanto práctico como simbólico a la educación pública en general, y a la educación superior en particular, fueron (y son) el caldo de cultivo para una reacción del ámbito académico pocas veces percibida.
Este año, las universidades recibieron unos 4.000 millones menos de presupuesto, los docentes percibieron apenas un cinco por ciento de aumento y la ejecución presupuestaria en el actual ciclo lectivo aún no llegó al 30 por ciento.

Este año, las universidades recibieron unos 4.000 millones menos de presupuesto
“Aquí el acatamiento del paro es muy alto, y creo que de alguna manera expresa la preocupación general por la situación que estamos atravesando”, expresa Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. El descontento de la comunidad universitaria es notorio, por lo que Morgade entiende que el paro sólo es el comienzo de la contienda. “Todo se encamina hacía una movilización en las calles, de esta forma la lucha podría complementarse de una manera más eficaz, ya que el Gobierno no entiende razones. El vaciamiento de las instituciones, en particular de la educación estatal, es uno de sus objetivos.”, dice.
Claudia Baigorria, secretaria de formación de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU Histórica), asegura que “Alejandro Finocchiaro (Ministro de Educación de la Nación) es el ministro más ausente desde que asumió, a tal punto que nosotros no lo conocemos personalmente, jamás se ha interiorizado en las problemáticas de las universidades nacionales ni convocado a los gremios docentes universitarios ni preuniversitarios para conocer nuestras dificultades”. Y Carlos De Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) anunció que tras la marcha multitudinaria al Palacio Pizzurno realizada el 7 de agosto, Finocchiaro por primera vez se comprometió a recibir a los gremios para tratar el tema salarial. “Es un triunfo de la movilización”, sostuvo el líder sindical.

Esta semana el silencio de los edificios es directamente proporcional al sonido intenso del reclamo en las calles
La multiplicidad de obstáculos para el funcionamiento idóneo de la educación superior no solo es consecuencia de la negligencia gubernamental, sino también de un bombardeo, desde distintos ángulos, contra aquel sector. Gabriela Diker, rectora de la Universidad Nacional General Sarmiento, expresó sus inquietudes a ANCCOM, argumentando que “desde el 2016 se viene sosteniendo una campaña de desprestigio en los medios de comunicación, en el Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta que tanto para Mauricio Macri como para María Eugenia Vidal, la educación es un gasto más. Quieren instalar la idea de que la universidad es un privilegio para unos pocos, y no un derecho para todos”. Tal vez por eso, esta semana el silencio de los edificios es directamente proporcional al sonido intenso del reclamo en las calles.

El ataque permanente a la educación, es el caldo de cultivo para una reacción del ámbito académico
Si bien la medida de fuerza se originó, en gran parte, debido la paupérrima oferta de aumento salarial emitida por el Gobierno, la situación es mucho más compleja. Antonio Roselló, secretario adjunto de CONADU Histórica, estableció cuatro ejes para abordar el conflicto. “El primer punto es la terrible crisis presupuestaria. El segundo punto es la terrible crisis salarial, somos 190 mil familias que dependen del sueldo universitario para llevar el sustento al hogar. El tercer elemento es la defensa de nuestras jubilaciones, ya que la reforma previsional implementada en diciembre, bajo un marco de represión y violencia institucional, estipuló, entre otras cosas, que los investigadores dejen de percibir el 82% y el 85% móvil una vez retirados de su actividad. Finalmente, queremos poner en relieve que hoy día hay 20 mil docentes ad honorem que no cobran por trabajar”.
La problemática, que atenta contra el normal funcionamiento de las universidades en todo el país, es todavía más grave en el Noroeste argentino. “Nosotros no tenemos dinero ni para la tinta de las impresoras, la quita de recursos lleva varios meses”, detalla el investigador Reynaldo Castro, adjunto de cátedra en el seminario “Memorias de la represión dictatorial y de la violencia política” de la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Jujuy (UNJU). “No iniciamos las clases porque, además de la cuestión presupuestaria, aquí también están violentadas las libertades individuales, en abril del año pasado las fuerzas policiales se llevaron a la rastra a dos alumnos de la facultad de Ciencias Agrarias y hace meses que las Fuerzas Armadas están instaladas en las fronteras buscando enemigos internos”, aseguró.

Antonio Roselló estableció 4 ejes; crisis presupuestaria y salarial, defensa de las jubilaciones y reclamo por docentes que continúan trabajando ad honorem.
May 18, 2018 | Comunidad, Novedades, Te puede interesar

La Marcha de antorchas convocó a docentes, investigadores y estudiantes de todo el país.
Eran las cinco y media de la tarde cuando la comunidad universitaria empezó a tomar la calle. La multitudinaria “Marcha de antorchas” convocó ayer a docentes, investigadores y estudiantes de todo el país bajo un mismo lema: la defensa de la educación pública y el salario docente. La movilización -preludio de la Marcha Federal convocada para la semana próxima- fue motorizada por las federaciones gremiales docentes Conadu y Conadu Histórica, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), y el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), junto a las agrupaciones de cientifícos y centros de estudiantes de todo el país.
La protesta se gestó ante el rechazo de la propuesta del gobierno de un aumento salarial a los profesores universitarios de un 15% abonable en cuatro cuotas y sin aplicación de cláusula gatillo. Los gremios exigen un 25% de aumento y aplicación de cláusula gatillo.
En ese contexto, la masiva movilización de este jueves quedó ampliada a una dura crítica a la política económica oficial, los tarifazos y las negociaciones por un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En diálogo con ANCCOM, el secretario general de CONADU, Carlos De Feo, comentó que “la protesta no es únicamente por el salario ni por el presupuesto sino por una Universidad inclusiva y democrática que hoy, desde el gobierno, se pretende transformar en elitista y para pocos”. Además, advirtió la preocupación de la comunidad educativa por la vuelta al FMI. “Ya conocemos las consecuencias de esto, sabemos que se viene más ajuste en el Estado y que va a impactar fuertemente en las universidades”, anticipó.

Las antorchas se hicieron visibles cuando empezaba a anochecer.
La movilización hacia la Plaza de Mayo se mezcló en un tramo con el reclamo convocado por movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos en rechazo al acuerdo con el FMI. Alrededor de las 18:00, docentes, estudiantes e investigadores -y también algunos dirigentes políticos- comenzaron a avanzar lentamente detrás de una bandera que rezaba “en defensa de la Universidad pública”. Media hora después, cuando ya empezaba a anochecer, se encendieron las primeras antorchas, muchas de ellas fabricadas en caña y con un mechero. Otras, portadas por estudiantes y autoconvocados, eran más improvisadas: una vela y una botella cortada, una latita con aceite en un palo, un tachito con una vela en el medio. Las banderas gremiales, los carteles, la música del camión que sirvió de palco para el acto de cierre, algunos bombos y pirotecnia acompañaron el camino. En los carteles se veían varias caras: el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el ex titular de Economía, Domingo Cavallo; el presidente Mauricio Macri; y de la cara visible del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. La presencia policial fue escasa y se concentró en el ordenamiento del tránsito.
A las 19:00 el camión llegó frente a la Plaza de Mayo junto al Cabildo, y el acto comenzó con el Himno Nacional Argentino. Antes de que hablaran los referentes sindicales, la marcha entera gritó a coro y varias veces “viva la Patria, viva la Universidad, viva la educación pública” y “Patria sí, colonia no”.

La movilización se amplió a una dura crítica a la política económica oficial, los tarifazos y las negociaciones con el FMI.
Los oradores fueron Roberto Baradel, secretario adjunto de CTERA; Luis Tiscornia, secretario general de la CONADU Histórica; Alejandra Lopez, secretaria general de SADOP; Ricardo Mozzi, paritario de FAGDUT, y De Feo. Todos manifestaron un efusivo rechazo a las políticas del gobierno, cuestionaron con énfasis las negociaciones con el FMI, e hicieron hincapié en la necesidad de la lucha “en conjunto” de toda la comunidad educativa.
“Tenemos que defender la educación pública y luchar por paritarias sin techo, pero también por la inversión educativa y el financiamiento. El acuerdo con el FMI es menos educación y más pobreza. Y por eso lo rechazamos”, subrayó Baradel.

Las banderas, los carteles y las antorchas se alzaron en defensa de la educación pública.
Unas horas antes de la protesta, el gobierno anunció un aumento del 5 por ciento a cuenta de los futuros incrementos que se definan en la negociación salarial. La Conadu cuestionó la medida por “unilateral”.
El acto finalizó con una desconcentración pacífica. Para las 20:30, la columna principal ya se había disuelto, pero algunas de las muchas antorchas se resistían a apagarse.
May 10, 2017 | Comunidad
Las federaciones Conadu, Conadu Histórica y Fedun que nuclean a los docentes e investigadores universitarios cerrarán esta semana una medida de fuerza inédita en la última década y en el marco del dilatado conflicto docente: siete días de paro que incluyeron clases y acciones públicas para visibilizar el reclamo por un aumento salarial del 35 por ciento. El epílogo de la protesta se dibujará el martes con una nueva Marcha Federal Universitaria desde Congreso hasta Plaza de Mayo con la participación de docentes, no docentes y estudiantes.
Con protestas y reclamos en diferentes puntos del país, la medida de fuerza tuvo un capítulo especial en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de 6 reuniones paritarias, las dos gremiales docentes de la UBA, la Federación de Docentes Universitarios (FEDUBA) y la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA) ratificaron el rechazo a la oferta del gobierno nacional de un 18 por ciento que se terminaría de pagar en 2018.
Según Federico Montero, secretario general de FEDUBA, el reclamo de los profesores universitarios excede la recomposición salarial. “En términos más generales es una discusión sobre el presupuesto universitario que ha disminuido en relación al porcentaje del PBI”, puntualizó.
Además, el titular de FEDUBA advirtió que los docentes buscan poner en la mesa de discusión “la cuestión del sistema de producción científica que atraviesa una crisis que no se ha resuelto”. Tanto FEDUBA como AGD coinciden en exigirle al gobierno nacional que cumpla con su compromiso de llevar a cabo un plan para regularizar la situación de los docentes contratados y de los ad honorem, según estaba estipulado en el acuerdo de 2016.
“Es muy sencillo, los índices que se vienen publicando marcan que la inflación va a rondar un 25% y nos ofrecen un 18%, siete puntos menos. Eso sin contar lo que perdimos el año pasado de nuestra capacidad de ahorro y de salario con una inflación del 45% y aumentos del 34%” declaró Santiago Gándara, secretario general de AGD, consultado por esta agencia.
La medida de fuerza se tradujo en clases públicas en las estaciones de subte, frente al Ministerio de Educación, en la puerta del Rectorado y en el Polo Científico Tecnológico, además de en cada una de las Facultades. A la vez, se realizó una bicicleteada en el Obelisco, organizada por AGD, en alusión a la actitud del gobierno nacional de posponer la resolución del conflicto a lo largo de las reuniones. “Nosotros venimos con más de 20 días de paro en el año, la novedad es que todas las federaciones coincidimos del 8 al 13, esto fortalece la medida. Incluso en las Facultades donde la adhesión suele ser más débil se notó”, explicó Gándara.
El martes próximo todas las gremiales docentes convocan junto a las federaciones estudiantiles a marchar del Congreso Nacional al Palacio Pizzurno a las 17:00, en rechazo al ajuste en la educación que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri. “Participan todas y cada una de las federaciones docentes, estudiantiles y todos los colectivos”, subrayó Montero. Para Gándara “la idea es replicar la movilización del 12 de mayo del año pasado para golpear al gobierno y mostrar la legitimidad de nuestros reclamos. Lo que está claro es que sin respuesta o la misma respuesta en todas las reuniones el conflicto se va a mantener”.
Actualizado 11/05/2017