El precio de ser celíaco

El precio de ser celíaco

El costo de la alimentación es más caro para los celíacos. ¿A qué se debe? ¿Es esa la única dificultad para acceder a una dieta sana?¿La legislación vigente contempla algún tipo de ayuda?

Las personas diagnosticadas con celíaca deben llevar una dieta estricta.

De acuerdo a la definición ofrecida por la Sociedad Argentina de Gastroenterología, la afección es una intolerancia permanente a ciertas proteínas del gluten, el cual se encuentra principalmente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena y sus derivados. La enfermedad se manifiesta en individuos con una determinada predisposición genética. Ataca principalmente al intestino delgado que es el encargado de la digestión y absorción de los nutrientes, vitaminas y minerales.

Si no hace una dieta libre de gluten y se evita la contaminación cruzada en otros alimentos con estas proteínas, el paciente puede sufrir diarrea, distensión abdominal, constipación, alopecia, entre otros síntomas. Sin embargo, el costo que implica llevar adelante una alimentación libre de gluten, más elevado que la dieta media, puede constituir un escollo para mantener la salud. Si bien algunos pacientes a partir del diagnóstico empiezan a incorporar más alimentos de origen natural y menos procesados, muchos deciden sustituir las típicas preparaciones con gluten por versiones aptas para celíacos.

En la actualidad, un paquete de fideos de trigo de medio kilo en un comercio minorista puede costar unos 1.500 pesos, mientras que un paquete de fideos sin gluten de 250 gramos en una dietética puede tener un costo de 2.100 pesos, más del doble si se tiene en cuenta el peso de cada propuesta. Un paquete de harina de trigo de un kilo cuesta unos 1.000 pesos, en tanto que una premezcla para pan sin gluten de solo 500 gramos cuesta unos 3.000 pesos.

Las razones por las cuales algunos celíacos no cumplen de manera estricta con la dieta pueden ser varias. En una encuesta publicada por ANMAT en el 2020, el 61% de quienes contestaron señalaba al factor económico como la principal causa, el 56% lo atribuía a la falta de disponibilidad de alimentos libres de gluten, mientras que un 41% mencionaba a la falta de tiempo y organización. 

Recetas recargadas

Mariana Holgado es parte de la Comisión de Alimentos de la Asociación Celíaca Argentina y considera que el costo mayor de los alimentos libres de gluten se debe a varios factores: en su elaboración suelen emplearse productos que pueden llegar a ser costosos, como almidones, aditivos, féculas, leche en polvo, goma xántica o fécula de papa. Esta última es importada. En definitiva, explica: “No es lo mismo fabricar un pan que se hace con agua y harina que fabricar un pan libre de gluten que se hace con aditivos, almidones, féculas: eso encarece mucho”. Además, destaca que en estos alimentos la cadena de distribución tiene muchos más intermediarios.

La mezcla de almidones se emplea para lograr mayor textura y esponjosidad, de tal manera que el producto sea aceptable al paladar. Esa tarea la cumple el gluten en los panificados comunes.

Otra cuestión, explica Holgado, es la necesidad de utilizar ciertos envases para la comercialización. Por ejemplo, las galletitas o la premezcla vienen en un envase que resguarde correctamente el producto a diferencia de la harina de trigo que viene en un papel. Las galletitas, a veces vienen en un envase de plástico y en una caja que proteja el producto porque son frágiles y pueden romperse. La otra cuestión, agrega, es que “los alimentos sin gluten se fabrican para un porcentaje mucho más reducido de la población que los productos con gluten”. Lo bueno –agrega- es que las empresas de producción masiva inscriben cada vez más productos libres de gluten y se pueden encontrar opciones en supermercados, kioscos o almacenes de barrio, ya no sólo en dietéticas o tiendas especializadas.

Desde la empresa Arcor, una de las principales productoras de alimentos de la Argentina, explican que ofrecen más de 420 productos aptos para celíacos y que para su producción la compañía cuenta con diez plantas industriales a lo largo de todo el país habilitadas con el certificado de “Establecimiento Elaborador de Alimentos Libres de Gluten”. También aseguran que al lanzamiento de productos aptos para celíacos sumaron acciones como la presentación de un recetario gratuito con opciones dulces y saladas.

Consultados por ANCCOM explican que “para garantizar la seguridad en cada instancia de producción, necesariamente se debe contar con instalaciones certificadas, procedimientos específicos, rigurosos controles de calidad y personal capacitado”. Sin embargo, aseguran a que, más allá de los factores esenciales para evitar la contaminación cruzada, ningún producto sin TACC del portfolio de la compañía tiene costos adicionales por ser libre de gluten.

El costo social

La nutricionista Paula Cabrera, especializada en enfermedad celíaca y trastornos relacionados al gluten trigo, señala que otro factor que puede incidir en el cumplimiento de la dieta es el aspecto social, la posibilidad de compartir con los demás. Por ello señala la importancia que tiene el acompañamiento de la familia y de aquellos que rodean a la persona diagnosticada.

“Lo recomendable es que una vez diagnosticado, el paciente se acerque a hacer una consulta personalizada con nutricionistas que lo puedan orientar”, explica y agrega que de esta manera pueden identificar de forma más precisa cuáles son las barreras que cada uno tiene con el cumplimiento de la dieta y así se podrán establecer estrategias para mejorar esas dificultades. “Que busquen asesoramiento porque eso mejora mucho la adherencia a la dieta libre de gluten y la calidad de vida en torno a las dificultades que puedan surgir”, asegura.

Con respecto a aquellas personas que no están diagnosticadas como celíacas y que están pensando en seguir una alimentación libre de gluten, Cabrera hace una recomendación: “Siempre frente a esta sintomatología hay que descartar primero la enfermedad celíaca y después evaluar cuál es el mejor abordaje nutricional para esa persona, según el diagnóstico que tenga”. Cabrera aclara que si una persona deja de comer gluten sin consultar con un médico, eso podría dificultar que en un futuro se llegue a un diagnóstico.

La Ley Celíaca 27196 (que modifica a la 26588) fue reglamentada el año pasado. Entre sus novedades establece que quioscos y comedores en institutos de enseñanza, como también los bares y restaurantes deben ofrecer al menos una opción libre de gluten. Además, la legislación vigente contempla el derecho de las personas celíacas a la detección, diagnóstico, seguimiento y tratamiento de la enfermedad. Esto incluye una cobertura por parte de las obras sociales de un monto equivalente al 27,5% de la Canasta Básica Alimentaria. El objetivo de esta ayuda económica es cubrir la diferencia entre los productos con y sin gluten. Actualmente el monto es de 31.865 pesos. Fue actualizado por última vez en abril y tendrá que volver  a ser actualizado en octubre de este año.

Las obras sociales y prepagas deben asegurar el reintegro de este dinero. El Ministerio de Salud de la Nación indica en su sitio web que quienes no tengan cobertura explícita y tienen una cobertura pública pueden presentar la constancia de enfermedad celíaca en la oficina de Desarrollo Social que corresponda a su jurisdicción.

Más allá de las dificultades, varias de las fuentes consultadas dijeron que la variedad de productos dirigidos a este segmento de la población está en aumento. Por su parte, Cabrera insistió en señalar la alta efectividad del tratamiento. La nutricionista remarca que si un paciente celíaco cumple con una alimentación libre de gluten en forma estricta y de por vida a partir del momento del diagnóstico, el riesgo de complicaciones disminuye o incluso puede igualar al de una persona no celíaca. Esto recuerda que, a veces, cuidar nuestra salud puede ser una tarea difícil pero no imposible.

El Día Mundial del Sin TACC

El Día Mundial del Sin TACC

El 5 de mayo se celebra el día internacional de la celiaquía, enfermedad que se estima que afecta a un 1.6% de la población mundial. Según la Asociación Argentina de Celiaquía la padecen más mujeres que hombres y tanto niños como adultos. 

“La celiaquía es una enfermedad autoinmune que se da generalmente en pacientes que ya tienen una predisposición genética y desarrollan una reacción inflamatoria en proteínas que están presentes en el trigo, avena, centeno y cebada (TACC)», explica María Laura Moreno, gastroenteróloga experta en celiaquía. «Esto genera una atrofia en el intestino delgado”, resume la médica del Hospital Carlos B. Udaondo de CABA.

Los pacientes pueden tener síntomas «relacionados al aparato digestivo pero también, al afectarse la absorción de nutrientes, es posible que aparezcan síntomas como falta de calcio, anemia, osteoporosis, lesiones en la piel u otras enfermedades autoinmunes como hipo o hipertiroidismo” detalla Moreno.

Carolina Rocha es celíaca y creadora del sitio web Aglutenados, en el cual difunde una guía de productos libres de gluten, además de notas y entrevistas para la comunidad celíaca: “A los 40 años me diagnosticaron, yo venía con una anemia grave, con inyecciones de hierro. Una vez que dejé de comer gluten mi salud mejoró contundentemente, fue casi magia”, recuerda y agrega: “Siempre fui muy agradecida por no tener que tomar pastillas y que sólo una dieta pueda mejorar mi salud”.

En los últimos 20 años, las herramientas médicas para el diagnóstico han evolucionado, como así también el conocimiento sobre esta enfermedad. “Hay más diagnósticos porque hay más información, hoy ya se sabe que la enfermedad puede aparecer en la primera infancia o desarrollarse en la edad adulta, y que no sólo hay que indagar en síntomas digestivos para relacionarlos con la celiaquía”, sintetiza la gastroenteróloga experta.

La Asociación Argentina de Celiaquía (ACA) nació en 1978 en la ciudad de La Plata, y desde ese entonces trabaja para brindar atención, información y capacitación a la comunidad. Mariana Holgado, miembro de ACA, comenta que el objetivo principal es “la asistencia al celíaco y a su familia a partir del diagnóstico”. Además, realiza talleres y charlas que, a raíz de la pandemia, tuvieron que adaptarse para continuar en formato virtual. “Si bien ya teníamos una plataforma digital, desde que comenzó la pandemia triplicamos la actividad, y lo positivo es que pudimos llegar a un montón de personas y lugares tanto del interior como del exterior del país” comenta Holgado.

«No sabe la diferencia entre comida para celíacos y comida ´gluten free´. No es seguro sólo quitar el gluten del plato».

De las actividades que brinda ACA de manera virtual, las más concurridas son las clases de cocina y el taller de recién diagnosticados, con más de tres mil personas conectadas en el canal de Youtube o Facebook. “La gente está muy activa en las redes sociales”, reconoce Holgado. También, ella cuenta que, entre mails y mensajes de redes sociales, reciben aproximadamente, contestas cerca de cien inquietudes por día.

La Ley Celíaca en Argentina

En el 2009 se sancionó la Ley Celíaca 26588 que se reglamentó en el 2011. Entre otros puntos, propone que se declare de interés nacional la atención médica y capacitación profesional en la detección temprana del diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad como así también su difusión y acceso a los alimentos libres de gluten.

En el 2015 esta ley se modificó por la 27196, la cual todavía no está reglamentada. Lo que agrega es la obligatoriedad del sector gastronómico a ofrecer al menos un menú libre de gluten y también la rotulación con el logo «Sin tacc» en los alimentos. Mariana Holgado nos explica que, “es complejo reglamentar y obligar a todo el sector gastronómico a tener un menú, especialmente porque hay lugares que no tienen la infraestructura ni el dinero para ofrecer un plato seguro, además hay que dar capacitaciones y controlar”. Para que un menú sin gluten sea seguro, durante la preparación del mismo no debe haber contaminación cruzada con ningún alimento con gluten, y además se debe tener especial cuidado con utensilios, bandejas de hornos, tostadoras, etc.

“La pandemia dejó todo en pausa, porque quien tiene que reglamentar la ley es el Ministerio de Salud y ahora está en emergencia sanitaria. Además, creo que esto va a llevar más tiempo porque el sector gastronómico está muy golpeado y no sé si podemos exigirle más protocolos y obligaciones”, reflexiona Holgado, aunque también considera como opinión personal, que los protocolos utilizados para la pandemia, pueden ayudar a pensar el menú para celíacos, por algunos cuidados como el lavado de manos o utensilios.

«Con la pandemia, el sector gastronómico quedó muy golpeado, no sé si podemos exigirle más obligaciones”, dice Holgado.

La moda gluten free

La doctora especialista en enfermedad sin gluten cuenta que “hay muchas personas que sin saber si son celíacos, adoptan una dieta libre de gluten porque creen que eso va a mejorar los síntomas digestivos, bajar de peso o mejorar el rendimiento deportivo: se convirtió en una moda”. Hay quienes asocian al gluten un malestar digestivo, pero en verdad las causas pueden ser otras. “El intestino es un órgano que cada vez es más estudiado, como así su digestión, flora intestinal y las bacterias. Entonces, puede haber múltiples causas por las cuales el ecosistema se altera”, aclara Moreno y remarca la importancia de consultar con los médicos especialistas para descartar enfermedades y dar con el diagnóstico indicado.

Rocha considera que la moda «gluten free» no ayuda al celíaco. “Confunde al personal de gastronomía con los cuidados sobre la contaminación cruzada, porque no sabe la diferencia entre comida para celíacos y comida gluten free. No es seguro para nosotros si sólo se quita el gluten del plato, entonces, por un lado, visibiliza la situación, pero por otro lado confunde. Es un arma de doble filo”, explica la creadora de Aglutenados.

La Asociación Celíaca Argentina junto con la ANMAT trabajaron en una guía de recomendaciones para el sector gastronómico, allí plantean todos los escenarios para ofrecer un menú apto celíaco. “Hay que estandarizar lo que implica un menú seguro, porque hoy hay muchos que ofrecen un plato ‘sin tacc’, pero no sabemos de dónde sacan la información”, considera Holgado y agrega que “la reglamentación de la ley va a ayudar a esto y se les va a pedir a los restaurantes que utilicen esta guía”.

Precios cuidados celíacos:

La cuestión de los precios y el acceso a los alimentos libres de gluten es otra temática problemática para los celíacos. “Nos cuesta encontrarle la vuelta al tema”, explica Holgado, y agrega que, “es notorio que los productos celíacos son más caros con respecto a aquellos que no lo son, pero el otro problema es la disparidad de precios entre los mismos productos celíacos en todo el país”.

Por eso, el programa de precios cuidados celíacos ayuda a que se estandaricen los precios en todos los supermercados a nivel nacional. Sin embargo, desde la Asociación advierten que algunos de los productos que están dentro del plan son los más caros entre los productos celíacos: “No son los productos que necesitamos que estén en los precios cuidados. Hay una harina sin gluten dentro del programa que el kilo está 580 pesos, cuando en dietéticas hay de otras marcas que cuestan 200 pesos”, resume Holgado.

«El harina sin gluten, en Precios Cuidados, cuesta 580 pesos el kilo, en dietéticas hay otras marcas a 200”, señala Holgado.

Todos los años la Asociación Celíaca Argentina hace un relevamiento de precios: “No hay una diferencia uniforme de los valores de los alimentos celíacos con respecto a los no celíacos”, cuenta Holgado. El último relevamiento realizado en mayo del 2020 dice que, con respecto al precio de un kilogramo de harina, la celíaca está un 400% más elevada que la de trigo; en pastas o fideos secos hay una diferencia del 100%, pero en relación a premezclas para bizcochuelo existe un valor de 15% arriba.

Marina Holgado explica: “Nunca va a salir lo mismo una harina de trigo que una premezcla de harinas sin gluten, porque los costos de producción son más caros, pero lo que sí podemos discutir es que la diferencia sea de un 400%”.

Para intentar dar un respiro a los celíacos con respecto al acceso de sus productos aptos, hay beneficios de asistencia a celíacos en situación de vulnerabilidad en los ministerios de Desarrollo Social de cada distrito. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, existe la tarjeta verde que consta de la entrega mensual de 2.000 pesos para aquellos celíacos sin obra social. Desde la Asociación Celíaca Argentina, también entregaron bolsones de alimentos durante el 2020 para 135 familias y 16 comedores y merenderos.

“Falta mucho por hacer: mayor información en algunos médicos, despertar el interés en la patología, quizás en las autoridades para controlar los productos libres de gluten; también poder crear grupos interdisciplinarios para atender a los pacientes de esta enfermedad, como nutricionistas o psicólogos, en todo el sistema de salud”, reflexiona la gastroenteróloga del Udaondo. Rocha adhiere y agrega: “Yo siempre digo que la comida es importante pero también el encuentro con amigos, la familia, los celíacos tenemos que estar alerta con la comida y encontrarle la vuelta. Somos una comunidad muy solidaria y dispuesta a compartir información”.

La vida sin gluten

La vida sin gluten

Cada vez hay más productos para personas celíacas.

Según la Asociación Celíaca Argentina (ACA), se estima que 1 de cada 100 habitantes en el país puede ser celíaco. Esta enfermedad se caracteriza por una intolerancia permanente al gluten, un conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y los productos derivados de estos cuatro cereales. Es considerada en el mundo la enfermedad intestinal crónica más frecuente y afecta tanto a niños como a adultos. Se estima que por cada persona diagnosticada, hay ocho que todavía no lo saben. La detección de esta enfermedad requiere seguir una dieta libre de gluten ya que es la única manera de tratarla. ANCCOM se contactó con especialistas para aclarar cuestiones vinculadas a esta problemática sanitaria.

La doctora Adriana Crivelli, quien trabaja en la Unidad de Soporte Nutricional y Enfermedades Malabsortivas en el Hospital San Martín de La Plata, explica que «es una enfermedad autoinmune que afecta fundamentalmente al intestino delgado pero también otros órganos».  Las enfermedades autoinmunes se producen cuando nuestro sistema inmunológico, el que se encarga de defendernos ante posibles agentes dañinos, reacciona de manera anormal frente a algunas células de nuestro organismo. Es decir, considera elementos no dañinos como dañinos y actúa contra ellos, pero en realidad lo que hace es afectar nuestro cuerpo. Para el sistema inmunológico de los celíacosel gluten es ese agente nocivo contra el que hay que luchar.

Crivelli señala que «el gluten produce una atrofia en el intestino y esto hace que se empiecen a mal absorber los nutrientes esenciales como las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono». Ante esa situación, las personas que tienen celiaquía deben dejar de consumir de por vida alimentos que poseen gluten.

En cuanto a las posibles causas, la celiaquía se presenta principalmente en personas que tienen predisposición genética a padecerla. También depende del sistema inmunológico que posea cada persona. Y puede surgir tanto en la infancia como en la adultez.

Gabriela Fedele, médica especialista en Nutrición que actualmente trabaja en la Clínica Cormillot y es una de las voceras de la Asociación Celíaca Argentina, afirma que «si uno elimina el gluten, esta proteína que se encuentra en el trigo, la avena, la cebada y el centeno, no va a haber problema. Nutricionalmente no hay ninguna desventaja, el hecho de no consumir gluten no causa ningún perjuicio en el desarrollo de las personas». La celiaquía no requiere ingerir ningún medicamento como sí requieren otras enfermedades.

Los síntomas suelen ser diferentes. En algunos casos la enfermedad puede ser asintomática mientras que en otros pueden ser digestivos y extradigestivos: desde diarreas y pérdida de peso a anemias, pérdida de cabello y fracturas óseas, entre otros. El diagnóstico de la enfermedad se basa en los síntomas del paciente, su historia clínica y familiar, y en la existencia de posibles enfermedades asociada.

 

Vivir con celiaquía

La Asociación Celíaca Argentina (ACA) es una entidad civil sin fines de lucro que trabaja en Argentina desde el año 1978, brinda apoyo y asesoramiento a las personas celíacas. Gladys Altamirano, vicepresidenta de la entidad, cuenta que «la asociación se gestó como ‘Club de Madres de Niños Celíacos’ en la ciudad de La Plata y, de a poco, fueron incorporándose adultos ya diagnosticados. En octubre cumplimos 40 años de trabajo ininterrumpido». Esta asociación cuenta con alrededor de 20 filiales en distintos puntos del país como, por ejemplo, en Córdoba y Misiones.

Vivir con celiaquía implica un verdadero cambio en la vida de las personas. Carla Giuliano es mamá de Valentina (16) que fue diagnosticada a los 10 años. Ella dice: «Mi hija no tuvo síntomas salvo algunos episodios dermatológicos. Al principio costó mucho pero supimos acompañarla. Aprendí a cocinar y a saber separar los alimentos». La separación de alimentos es importante ya que previene la contaminación cruzada que se da cuando queda algún resto de gluten en la comida o en los utensilios.

¿Por qué son tan caros los productos libres de TACC?

A pesar de que hoy existen en el mercado mayor cantidad de productos con la etiqueta “sin TACC”, los que son aptos para celíacos son mucho más caros que los productos comunes. El elevado costo de los alimentos lleva que tengan que hacer malabares para poder llevar adelante una correcta nutrición. En ese sentido, Fedele afirma que «por un lado, el elevado costo tiene que ver con la cantidad de controles que hay sobre su elaboración y, por otro lado, tiene que ver con la cantidad de celíacos, que no es tan grande. A menos demanda, el costo del producto sube. En lo general quienes producen alimentos libres de gluten son fábricas minoritarias, entonces por eso hay una diferencia de precio muy evidente». Enrique Cacciavillani (58) fue diagnosticado en marzo de 2018: «Intento comprar en dietéticas para ahorrar un poco. Lo que veo es que los precios son mucho más caros respecto a lo que consumía antes de ser diagnosticado».

Cada vez hay más empresas que elaboran alimentos sin TACC. Ana Aramburu, dueña de una franquicia donde vende productos aptos para celíacos en Merlo, dice: «Me pareció importante abrir el local porque en zona oeste no hay nada destinado para celíacos. Lo que más se vende son galletitas y pan ya que es difícil conseguir estos productos libres de gluten». Además, destacó que es importante el control rutinario de los alimentos porque su vencimiento es mucho más rápido que un producto común.

«Me pareció importante abrir el local porque en zona oeste no hay nada destinado para celíacos», dice Ana Aramburu, dueña de un local de alimentos.

Lo que falta por hacer

En materia de leyes, la Ley Nº 26.588 declara de interés nacional la atención médica, la investigación clínica y epidemiológica, la capacitación profesional en la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad celíaca, su difusión y el acceso a los alimentos libres de gluten. Esta ley parece solo la primera etapa en la búsqueda de derechos de estas personas que encuentran continuamente dificultades para lograr una buena adherencia al tratamiento. La adhesión a esta norma no es obligatoria. Por ejemplo, Buenos Aires y CABA no están adheridas.

 La vicepresidenta de la ACA  afirma que «hoy la enfermedad es mucho más visible desde la sanción de la ley nacional. Se ven cambios, no sólo a nivel médico sino a nivel general, y esto hace que se generen mayor cantidad de diagnósticos».  El diagnóstico precoz de la celiaquía es necesario para evitar el desarrollo de otras patologías asociadas a la enfermedad.

La gran difusión que tiene la celiaquía en la actualidad ha permitido un mejor control, pero todavía falta mucho por hacer. Se vuelve necesario avanzar en materia de investigación y sentar las bases para un diagnóstico temprano, concientizando a la población brindando información y asesoramiento.