¿Información o infodemia?

¿Información o infodemia?

«El presidente encontró un tono contenedor y calmo para transmitir la información», dice Taricco.

El 3 de marzo se confirmó el primer caso de Coronavirus en Argentina. El infectado era un hombre que había llegado enfermo desde Italia. El 19 de ese mes, con 128 casos confirmados en el país, el Gobierno Nacional decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio a partir de la medianoche siguiente. Traslados y gran cantidad de actividades quedaron suspendidos. Sin embargo, una pequeña cantidad de labores siguen habilitadas para trabajar, entre ellos, quienes se dedican a los medios de comunicación. Su trabajo se considera esencial para mantener informada a la población durante el período de emergencia sanitaria y por eso mismo ANCCOM habló con tres especialistas en medios para hacer un análisis de cómo es la cobertura periodística de la pandemia.

Natalia Vinelli es investigadora y docente de la carrera de Ciencias de la Comunicación (UBA) y creadora y directora de Barricada TV, un medio de comunicación popular y alternativo. Sobre el Coronavirus y su tratamiento mediático declara: “Prácticamente no hay informaciones que no estén vinculadas con el tema. Tiene lógica porque, aunque no responde a las definiciones de noticias como algo que sale de lo cotidiano, al afectar el ritmo de vida de tantas personas al mismo tiempo, es bastante difícil que no ocupe gran porción del espacio de los medios”- Pero, respecto a cómo se comunica esa información, Vinelli dice que “hay, en general, una tendencia bastante alarmista en el tratamiento del tema. En lugar de llevar tranquilidad a la población, tienden a exagerar o mantener mucho tiempo en pantalla situaciones de urgencia, que terminan generando pánico entre la gente. Creo que, en cambio, los medios podrían colaborar para frenar la circulación de fake news”.

Por otro lado, Ezequiel Rivero, becario de CONICET, magíster en Industrias Culturales, Políticas y Gestión de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y licenciado en Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba,  ve las cosas con otro matiz. “Me da la impresión que quizás en los primero momentos del estallido de la pandemia hubo un intento más alarmista en el tono o el encuadre de la información, pero en el último tiempo hay una actividad más responsable. La práctica periodística requiere contraponer distintas fuentes, pero en este caso es muy importante trasladar a la ciudadanía la información oficial: cuáles son las conductas que se deben adoptar y cuáles, los riesgos que se están corriendo. No especular, no generar pánico con futuros distópicos”, aclara Rivero. Y agrega al respecto que: “Otra buena práctica periodística que se está llevando a cabo, por ejemplo, es no desautorizar el discurso científico. Venimos de un momento en que se venía dando demasiada cabida a los terraplanistas y el movimiento antivacunas; y, de pronto, vemos un giro hacia medios de comunicación que invitan a virólogos o infectólogos. Creo que tiene que ver con cómo se está manejando la comunicación oficial, desde el Gobierno, que de alguna forma llena los vacios de información. Eso baja los niveles de incertidumbre y deja menos espacio para la especulación”.

«Tenían mucha cabida terraplanistas y antivacunas; ahora hubo un giro hacia virólogos e infectólogos», Dice Rivero.

La información oficial proviene de dos fuentes: el Estado, más concretamente el Ministerio de Salud de la Nación, y, en un plano internacional,  de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Como vocero principal y representante de esta primera fuente se distingue al presidente Alberto Fernández. Al respecto de este rol, Victor Taricco, licenciado en Ciencias de la Comunicación y ex subgerente de la Televisión Pública entre 2012 y 2015, afirma que es uno de los mejores emisores del Gobierno nacional. “Creo que el presidente encontró un tono contenedor y calmo para transmitir la información. Tiene mucha sensibilidad y además tiene la autoridad para tomar decisiones. Esa combinación no se da en otras personas. Lo que él ha logrado es unir en su figura el poder político con el conocimiento necesario para transmitir seguridad. Se nota que no es especialista en Coronavirus, pero su autoridad es tan fuerte y tan correcta en tiempo y espacio que logra concentrar el tono ideal para el momento”, agrega Taricco.

Rivero comparte la importancia del rol presidencial: “El presidente tiene una capacidad de explicar didácticamente, transmite tranquilidad, no infantiliza a las audiencias. Adopta los tonos correctos para ser hostil con quienes no acatan las medidas dispuestas pero a su vez usa tonos más comprensivos con quienes están padeciendo esta situación”. Pero también tiene sus reparos y cree que “en este momento es eficiente; hay que ver si la comunicación política encuentra limites y dónde. Si tuviera que marcar una falla en el discurso de Fernández, es esta recurrencia de llamar idiotas a quienes cometen infracciones. Porque eso permea hacia abajo y legitima”.

“Me preocupa un poco que los medios de comunicación celebren la vigilancia civil. Porque pueden legitimar prácticas violentas entre ciudadanos que desvirtúen todos los esfuerzos que se están haciendo desde el Gobierno para que la cosa no se desmadre”, agrega Rivero en relación a cómo los medios tratan a los infractores. Y al respecto, Vinelli suma que “es un tema que hay que trabajar con sumo cuidado. Me parece que el rol de los medios tiene que apuntar a la solidaridad, al cuidado y no puede promover prácticas autoritarias que se están instalando fuertemente”. En ese sentido, la Carrera de Ciencias de la Comunicación y un conjunto de docentes que conforman el Colectivo de Ideas elaboraron la campaña #SeamosResponsables con la Comunicación, a partir de una serie de recomendaciones sobre la responsabilidad social que conlleva el ejercicio de la comunicación preparadas por la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Nación Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación y la Defensoría del Público, basadas en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

En tanto, el 26 de marzo,  un grupo de trabajadores de prensa de Infobae presentó en las redes un reclamo porque la empresa los obligaba a concurrir a las oficinas de la redacción en un contexto de aislamiento social obligatorio. Natalia Vinelli comenta al respecto que “se tardó bastante en poner en discusión la cantidad de gente que conforma los paneles en los medios o la edad de las personas que aparecen en pantalla. Las mejores coberturas se podrán construir en la medida que haya una mejor organización sindical de los trabajadores de prensa en pos de mejorar las condiciones de trabajo”.  Y Taricco, por su parte,  resalta: “Lo que falta es que los actores relevantes en el mundo de la información intervengan: sindicatos, universidades, asociaciones civiles, radios comunitarias. Hay que levantar la voz y hacerse escuchar porque la comunicación es parte central del tránsito de esta cuarentena”.

Las prioridades de Alberto Fernández: reforma judicial, despenalización del aborto y reestructuración de la deuda

Las prioridades de Alberto Fernández: reforma judicial, despenalización del aborto y reestructuración de la deuda

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La escena parecía casi un déjà vu: el auto gris avanzando lentamente, primero por Avenida de Mayo y luego por Rivadavia, hasta llegar al Congreso; la militancia en la plaza, aclamando bajo un sol fulminante, aunque ya no de diciembre, sino de marzo; el gesto peronista de los dedos en “V” de Alberto Fernández a través de la ventanilla del auto, esta vez desde el asiento trasero. Casi tres meses -81días, precisaría después el Presidente- pasaron desde aquel 10 de diciembre y del discurso de asunción del, entonces, nuevo mandatario de la República Argentina. En este 1° de marzo, el motivo de la reunión en el Parlamento -y en la Plaza de los Dos Congresos- fue otro: conocer el camino a seguir en materia política y económica durante el año en curso.

La Asamblea Legislativa comenzó a las 11:15, encabezada por Cristina Fernández de Kirchner, con el objetivo de conformar las comisiones que recibirían al presidente de la Nación a su llegada al recinto. Luego de ello, pasó a un cuarto intermedio hasta que Alberto Fernández arribó junto con Fabiola Yáñez, su pareja.

En el mientras tanto, algunos diputados hablaron sobre las expectativas respecto del discurso del presidente. José Luis Ramón, diputado por Mendoza, dijo esperar anuncios relacionados con el desarrollo productivo y en beneficio del pueblo, en contraposición del camino transitado por el gobierno anterior, en el que “se sancionaron 36 leyes que sólo favorecieron a un pequeño grupo de empresarios.” Se mostró optimista, a diferencia de los representantes del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño y Romina del Plá, quienes sostuvieron que el gobierno ratificaría su rumbo de “estructurar toda su política en función de los pagos de la deuda a los acreedores privados y al FMI, lo que ya ha implicado ajustes al pueblo trabajador.”

Por su parte, Santiago Cafiero, Jefe de Gabinete, habló minutos antes de que comenzara la sesión y expresó que “hoy, esas cuestiones que son más instrumentales y de gestión quedan subsumidas al mensaje esperanzador que el presidente les va a dar a los argentinos y las argentinas.”

“Nunca más endeudamiento insostenible», pidió el Presidente.

Fue a las 12 en punto cuando Fernández comenzó su discurso en la apertura de Sesiones Ordinarias Legislativas 2020. Con Cristina sentada a su izquierda y Sergio Massa, a su derecha; fue directo desde el principio: “Vengo a darle a mis palabras el valor del compromiso”, porque “gobernar no es mentir”.

Con un tono calmo, muy distinto al que usara Mauricio Macri un año atrás, dio un diagnóstico de la “pesada herencia” producto de los últimos cuatro años. Luego detalló, punto por punto, las medidas adoptadas en los primeros 81 días de gobierno del Frente de Todos. “Comencemos por los últimos para llegar a los primeros”, expresó el presidente en línea con la campaña, llevándose el primer aplauso de la jornada. Sin embargo, el momento más celebrado fue la mención a los jubilados y el relanzamiento del Plan Remediar.

El discurso duró apenas poco menos de una hora y veinte minutos e incluyó citas al expresidente Raúl Alfonsín -como pareciera ser una costumbre ya-, Manuel Belgrano, Juan Domingo Perón y Max Weber, e incluso, un agradecimiento al Papa Francisco. A pesar de la extensión, el Presidente fue conciso y concreto -si bien algunos diputados de la oposición, como Waldo Wolff, dijeron luego que el presidente había dado a conocer generalidades-, sin caer en metáforas y eufemismos. Tuvo varios puntos fuertes que resultaron acompañados por los aplausos de toda la Cámara. Uno de ellos fue la mención a las negociaciones de reestructuración de la deuda pública y a la investigación de la misma por parte del Banco Central: “Debemos saber qué es lo que pasó, quiénes permitieron que eso suceda, y quiénes se beneficiaron con esas prácticas”, sostuvo con firmeza Alberto: “Nunca más endeudamiento insostenible.”

Sobre el campo, uno de los temas “calientes” del debate actual -como lo fue en 2008, cuando se alejó del kirchnerismo-, no hubo anuncios concretos. Sin embargo, el mensaje fue premonitorio, casi una advertencia: “Deben hacer el esfuerzo los que producen y exportan”. También habló sobre analizar la estructura de costos en todos los eslabones de la producción: “Vamos a terminar con la viveza de los que se enriquecen a costa de los pobres bobos que están condenados a pagar por lo que consumen”, sostuvo Fernández.

El presidente también hizo hincapié en la necesidad de “derrotar al hambre que azota a nuestros compatriotas”.

El presidente también hizo hincapié en la necesidad de “derrotar al hambre que azota a nuestros compatriotas”, con un fallido -primero dijo “derrotar al hombre…”- que hizo recordar a su desliz durante el discurso de asunción, cuando sostuvo que habían vuelto “mujeres”, en lugar de “mejores”.

Otro punto importante y esperado del discurso fue la reforma de la Justicia Federal, con el objetivo de terminar con “el oligopolio de los jueces” que actúan con “la manipulación de sorteos y la concentración de procesos”. A esto se le sumó la firma de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que modificará la Ley de Inteligencia para “impedir a los miembros de organismos de inteligencia realizar tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia”. Varios legisladores de Juntos por el Cambio – Brenda Austin, Silvia Lospennato, Pablo Tonelli y Martín Lousteau- aplaudieron estos anuncios, tal vez los mejores recibidos por la oposición.

Al respecto, el jefe de bloque de la Unión Cívica Radical, Mario Negri expresó luego de la sesión: “Me parece bien lo de los jueces amigos, yo lo aplaudí porque desde el ‘83, la mayoría en el Senado la han tenido ellos y han nombrado a los jueces. Pero lo que me llamó la atención es que nunca hizo referencia a que los jueces deben investigar los hechos de corrupción, sin importar el color político. Es un discurso que en el tono de voz parece conciliador, pero una cosa es lo que se dice y otra cosa es lo que se hace.”

El Primer Mandatario describió a su proyecto como de equilibrio social, ecológico y fiscal.

Los pañuelos verdes atados a la bancada del Frente de Todos ya insinuaba cierto rumbo del discurso. Y cuando Fernández habló sobre derechos de la ciudadanía, miles de corazones verdes se agitaron de emoción. “En el siglo XXI toda sociedad necesita respetar el derecho individual de cada uno de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”, comenzó el presidente, y los aplausos ya amenazaban con tapar su voz: “Por eso, en los próximos 10 días presentaré un proyecto de interrupción legal del embarazo.” Muchas de las presentes se pusieron de pie, Elizabeth Gómez Alcorta, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, una de las primeras. “Todos saben de lo que estoy hablando. El aborto sucede, el aborto es un hecho.”

El anuncio sobre la presentación del proyecto también fue acompañado por otras medidas de protección y acompañamiento a las mujeres, como el Plan de los Mil Días (para garantizar apoyo a personas gestantes embarazadas y a sus hijos, hasta los 2 años) y el Plan de Acción Contra la Violencia, en un contexto en el que muere una mujer cada 35 horas en el país. “Me pareció esperanzador”, expresó Malena Galmarini, presidenta de AySA. “Me da una profunda admiración escuchar prioridades tan claras de la boca del presidente. Me voy contenta”

«El aborto sucede, el aborto es un hecho”, argumentó Fernández al anunciar el envío del proyecto de IVE.

Alberto Fernández también subrayó la importancia de la Ciencia y la Tecnología en el desarrollo del país. E hizo hincapié en el sistema educativo y en la necesidad de “educar para que haya futuro”. Así mismo, anunció una nueva Ley de Educación Superior, con el objetivo de fortalecer el sistema universitario. “Queremos construir con todas las universidades nacionales una nueva ley que surja de los consensos, que recorra todas las universidades y pueda tener la perspectiva de todos los claustros -docentes, egresados y estudiantes”, explicó Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación, y agregó: “Y a partir de eso, lograr que el sistema universitario argentino se consolide, siga siendo un sistema pujante pero que también sea una universidad muy comprometida con el desarrollo de nuestro país.”

El Presidente también se refirió a la centralidad de los Derechos Humanos y al rol activo que tomará el Estado en el juzgamiento de crímenes de lesa humanidad en un recinto con la presencia de las madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y Taty Almeida y de la presidenta de Abuelas, Nora Cortiñas. En su discurso también hubo espacio para una fuerte mención a Malvinas; a los nuevos lineamientos de la seguridad nacional -con ciertas críticas implícitas a la gestión de Patricia Bullrich- y a los 44 submarinistas del ARA San Juan, a quiénes se ascenderá post mortem, según anunció. También anunció la desclasificación de los archivos del atentado a la AMIA y la creación del Consejo Social y Económico para el Desarrollo de la Argentina, y la reactivación del sistema productivo con perspectiva de género, federal y ambiental.

El discurso presidencial tocó todos los temas de una agenda política y económica de un país que quiere comenzar a ponerse de pie. El peso que Alberto Fernández le dio a la importancia de alcanzar un “equilibrio social, económico, ecológico y federal”, desde la “integración social, justicia y democracia”, dejó en claro el rumbo que empieza a transitar el país. Y dejó en evidencia, también, que el 2020 será un año de intenso trabajo en la Asamblea Legislativa.

Las medidas de Alberto para apagar el incendio

Las medidas de Alberto para apagar el incendio

“El Gobierno tomó la delantera y estableció las prioridades con una batería de políticas progresivas”, dice Mazzola.

La realidad socioeconómica que deja como herencia el gobierno de Mauricio Macri no solo se ve representada en los peores indicadores económicos en los últimos trece años, sino también -y sobre todo- en la vida diaria de millones de personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas. Al cumplirse una semana de la asunción de Alberto Fernández como presidente de la Argentina, el nuevo gobierno anunció una serie de medidas orientadas a cierta recomposición económica de la sociedad y a un restablecimiento del esquema tarifario. La mayor parte de esta batería de políticas están pensadas con vigencia de 180 días, es decir, hasta el 30 de junio del 2020.

La primera medida fue implementada a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU),  y consistió en el establecimiento de doble indemnización por despidos sin causa, no aplicable para las contrataciones posteriores al decreto. También se estableció un bono adicional de 5.000 pesos para jubilados que perciben un solo haber mínimo, a cobrar en diciembre y enero; y otro de 2.000 pesos para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) -también alcanzados por el Plan Alimentar-, por única vez en diciembre.

A esto se le sumó un anuncio por parte del presidente de la reducción en un 8% en el precio de los medicamentos y un congelamiento hasta febrero -tras un acuerdo con los laboratorios-, junto con la gratuidad de los mismos para jubilados que reciban el monto mínimo previsional. Así mismo, el miércoles 18 se dio a conocer un acuerdo entre los empresarios supermercadistas y el Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas, a partir del cual los supermercados venderán una canasta navideña a 199 pesos, consistente de seis productos: sidra, pan dulce, turrón, budín, garrapiñadas o similar y confites o similar.

“Las medidas muestran un cambio: ahora el eje está en resolver las necesidades de los trabajadores”, dice Putero.

Sin embargo, el grueso de las medidas económicas fueron incluidas en el proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública, presentado en el Congreso el 17 de diciembre para comenzar a hacerle frente a lo que el ministro de Economía, Martín Guzmán, denominó como una “situación de desocupación, pobreza, indigencia, inseguridad alimentaria y hambre.” “Lo que buscamos es proteger a sectores que están en situación de gran vulnerabilidad, al mismo tiempo que restablecemos las condiciones de consistencia macroeconómica que son necesarias para resolver todos los problemas de la economía argentina”, sostuvo Guzmán en conferencia de prensa.

El proyecto presentado consiste de 86 artículos y, en primer lugar, plantea establecer la emergencia económica, financiera, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social. Sus objetivos son estimular la formalización de la economía y mejorar el poder adquisitivo de los que perciben menores ingresos. En ella se propone un nuevo gravamen (Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria), aplicado a la tenencia de activos en el exterior y a la compra de divisas extranjeras en un 30%. El mismo estará destinado en un 70% a financiar la seguridad social y el sistema previsional, y el 30% restante para vivienda social y obras de infraestructura.

Así mismo, la ley establece el congelamiento de tarifas -mientras se debate un nuevo marco general tarifario-, y la suspensión de la movilidad jubilatoria por un plazo de 180 días. Esto último no afecta el incremento de 8,7% correspondiente a diciembre; y establece aumentos trimestrales a decisión del Poder Ejecutivo Nacional, con prioridad para los ingresos más bajos.

Las Pymes, muy golpeadas por las políticas económicas del macrismo, también son consideradas dentro del paquete de medidas: se proponen planes de regularización de deudas tributarias, aduaneras y de la seguridad social a partir de moratorias y de eximición total o parcial de contribuciones. Otro anuncio referido a este sector fue el lanzamiento de un sistema masivo de créditos no bancarios y a tasas bajas, también orientado a las familias.

“Se trata de medidas indispensables, acertadas y enérgicas que hablan del temple de Fernández», opina Susani.

“Se trata de medidas indispensables, acertadas y enérgicas que hablan del temple de Alberto Fernández y su gobierno que enfrenta un desafío considerable dada la tragedia económica que vive el país”, sostiene el doctor en Ciencias Económicas Bruno Susani, para quien contener la contracción de la economía es el primer paso para lograr una reactivación económica.

En la misma línea, Roxana Mazzola, magíster en Administración y Políticas Públicas y coordinadora de la Diplomatura en Desigualdades y Políticas Públicas Distributivas de FLACSO, opina que el gobierno “está tomando la delantera y lidera cuáles son las prioridades de agenda con una batería de políticas progresivas.” Y agrega: “Lo que está mostrando ahí es un rol activo y en varios frentes a la vez. Cada medida claramente tendrá un impacto diferencial, pero tienen es un rol progresivo que pretende salvar las consecuencias negativas de la agenda del gobierno anterior. Están orientadas a favorecer a aquellos sectores que están más perjudicados en su situación socioeconómica por las políticas internas previas.”

Lorena Putero, economista especializada en economía social e investigadora del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), también considera que los anuncios económicos del gobierno “demuestran una línea de cambio, ya que el eje está en recuperar un modelo económico centrado en resolver las necesidades de los trabajadores.”

El mayor impacto en cuanto rapidez y visibilidad será en lo que respecta a las jubilaciones bajas y a las ayudas sociales, sectores determinantes para la eficacia de las medidas económicas. “Los sectores a los que llega la AUH y los jubilados son sectores de consumo postergado por lo cual el incremento de sus ingresos será un incremento del consumo. Así mismo, la economía popular se verá favorecida por el ingreso extra y también por el aumento del nivel de compra en sus territorios”, explica Putero. Asimismo sostiene que “las indemnizaciones dobles son relevantes como medida de freno frente al aumento de la desocupación.”

Susani también coincide en la relevancia de estas medidas en cuanto a su impacto en el incremento de la demanda; y considera significativa la supresión de los aumentos tarifarios en los servicios públicos ya planificados por el gobierno de Cambiemos: “Esto hace que se limite el impacto negativo de los gastos obligatorios en el presupuesto familiar y que las familias puedan disponer de un incremento relativo del ingreso que contribuye a aumentar la demanda de otros bienes.” El economista añade: “La reactivación del consumo es esencial en tanto constituye alrededor del 80% de la demanda global. Esto quiere decir que cuando se aumenta 1% el consumo el producto global, el PIB se incrementa en 0,8%. Estamos hablando de un consumo responsable y ético y no de un consumo en cual se derrochen los recursos naturales como el consumo ostentoso”.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que los primeros resultados a nivel estadísticos se verán al finalizar el primer trimestre de 2020, en forma de un cese del decrecimiento. En un panorama optimista, el crecimiento comenzaría -tímidamente- en el segundo trimestre.

El panorama es complejo, y las medidas anunciadas por el nuevo gobierno, si bien encaminadas y coherentes con la situación de emergencia que se vive en el país, no son suficientes para reconstruir la economía y la sociedad. Otras políticas serán también necesarias, y así lo entienden los especialistas. Putero insiste en este punto: “Para que este crecimiento del consumo no se traduzca en aumento de consumo superfluo y redunde en un plan de desarrollo a largo plazo debemos pensar en los sectores generadores de empleo y de satisfacción de necesidades: construcción de vivienda, fortalecimiento del desarrollo socioeconómico territorial (educación, la salud, la cultura y el deporte en los territorios) y producción de alimentos. Estos sectores productivos son estratégicos en la satisfacción de necesidades, de baja demanda de dólares y mano de obra intensiva. Resuelven varios de los problemas de nuestra sociedad.”

Para  Susani, “es importante recrear una estructura fiscal y reintroducir la progresividad del impuesto a las ganancias, a la herencia y al patrimonio.” Por ello entiende que es necesario no sólo aumentar las retenciones a las exportaciones, sino también el impuesto a las transacciones financieras y sus ganancias. “En el corto plazo debemos otorgar una importancia mayor a subsanar las consecuencias de la miseria y la miseria misma. En Argentina existen alimentos para todos pero hay que instalar un marco para que los más necesitados puedan acceder a ellos. Es una medida transitoria porque no se debe permitir que la urgencia sea la norma. De allí la necesidad de una estructura fiscal adecuada. Es necesario crear una dinámica de expansión de la demanda que se traducirá inevitablemente en una disminución del desempleo y en una nueva inclusión social”, opina.

Una política integral de cuidados con enfoque de género -en relación con la seguridad social- y obras de infraestructura que generen y potencien espacios comunes apropiados por el conjunto de la ciudadanía también son cuestiones centrales a tratar en el futuro, según Mazzola. Y agrega: “Hay que ver cuán rápido se puede salir del estado de emergencia y a partir de ahí implementar políticas de fondo, pensadas a futuro, para que sea algo que contenga e integre al conjunto de la sociedad, para que todos los sectores se sientan representados por las políticas. Pero lo urgente es resolver el corto plazo.”

Una plaza copada

Una plaza copada

“Fernández va abrir cultura, que fue cerrada y dejó mucha gente en la calle”, sentenció «El Jocker Argentino».

Mientras Alberto Fernández juró ante la Asamblea Legislativa desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente de la Nación Argentina, designado a través del voto democrático en las elecciones del 27 de octubre último. Afuera, en la plaza del Congreso se reunieron miles de ciudadanas y ciudadanas dispuestos a acompañar al flamante presidente hasta la Casa Rosada, para una larga jornada de festejos. ANCCOM recogió siete historias, Individuales y colectivas, en las que se cruzan subjetividades con proyecciones y pedidos al nuevo gobierno, sumado a la experiencia vivida durante los cuatro años del macrismo. 

Entre banderas de agrupaciones políticas, pecheras, remeras, gorros, pins y una cantidad de merchandising con los nombres de Alberto y Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra montando como personaje de ficción “El Jocker Argentino” quien describe su actividad principal: “Dar alegría y vencer cada día el sistema que nos viene reprimiendo”. Junto a él aparece “Robin” y ambos personajes de historieta expresan que uno de sus deseos para los nuevos tiempos políticos es que crezca el arte. A la escena se suma un hombre de 42 años vestido de Guasón: “Fernández va hacer abrir cultura, que fue cerrada y dejó mucha gente en la calle”, sentenció el personaje que se popularizó en las últimas elecciones con su performance. “La confianza se la tienen que ganar y el respeto se lo van a ganar si la persona que está de turno hace bien las cosas, esperemos lo mejor de lo mejor de parte de Alberto”, afirma el Guasón mientras extiende sus manos para otorgar imitaciones de billetes de 100 pesos con su cara y se define como “líder popular que votó por los derechos de los trabajadores realizando una linda tarea social”.

Alberto va a sacar a la gente del hambre junto a nuestra Cristina, tengo toda la esperanza”, dijo María del Carmen Veris.

El cielo presenta un sol cenital y la temperatura térmica es alta. Sobre un banquito, vestida de punta en blanco, se encuentra María del Carmen Veris, vive a 10 cuadras de la plaza del Congreso y está desde temprano para aprovechar un doble festejó: el retorno del peronismo al poder y su cumpleaños.  Nació el 10 de diciembre de 1936 y desde sus 10 años dice: “¡Viva Perón!” Está jubilada pero se dedica a hacer telares y ponchos, que le  permitieron no vivir mal estos años. Afirma no entender a sus amigas macristas que han padecido la crisis económica actual: “Jamás podría haber votado a Macri, porque el neoliberalismo es hambre”, sentencia y agrega: “Alberto va a sacar a la gente del hambre junto a nuestra Cristina, tengo toda la esperanza puesta en ellos”. Para ella espera que sea un muy buen gobierno, al igual que cientos de militantes presentes en la Plaza. Víctor y Mariela, de la  agrupación La Cámpora del distrito de Avellaneda, describen: “Venimos bancando este proyecto desde hace años”, al igual que María del Carmen. “Esperamos que Alberto adopte un modelo de desarrollo e inclusión, poniendo la plata en los sectores más vulnerables.”

“Esperamos que Alberto adopte un modelo de desarrollo e inclusión”, apuestan Víctor y Mariela.

Entre un presidente y una plaza se conectan mundos simbólicos diversos y heterogéneos  que confluyen como la sombra de los viejos ombúes y el sol radiante de la  avenida Rivadavia.  Mezclado por la multitud de militantes y ciudadanos, el sonido de los bombos y los cánticos está la atenta mirada de Joel Richards, corresponsal de la cadena China Global Televisión Network (CGTN) para su versión internacional en inglés: “La asunción de Alberto se da en un panorama complicado, con las protestas que hay en Chile, Ecuador, Colombia, la situación en Bolivia, el retorno del conservadurismo en Uruguay y Brasil, que tiene un presidente como  Bolsonaro. Se le dificulta a  la Argentina para tomar una política que necesita cortar la austeridad y aumentar el gasto social ¿Cómo podrá implementar políticas de contención con la deuda con el FMI y los otros acreedores?”, reflexiono el periodista de origen británico.  

Richards ofreció también una mirada sobre la gestión de Mauricio Macri en el exterior: “Se vio decepcionante, hubo en principio una esperanza por el marketing político de ser un país que se abría al mundo y “jugaba con reglas claras” y aunque se abrió a mercados para favorecer la exportación, no se vio reflejado en el  conjunto social, hay muy poco para rescatar en materia de política económica”. Con respecto a las proyecciones de la política exterior de Alberto Fernández agregó: “No se sabe muy bien, en el exterior se hace hincapié en la vicepresidenta Cristina Kirchner que es muy conocida por sus peleas con Estados Unidos y el FMI, aunque se destaca que Alberto es un hombre moderado de centroizquierda y no se espera la misma política exterior del Kirchnerismo”. Por último señaló: “La Argentina tiene que arreglar con los acreedores para retrasar los pagos y lograr salir adelante”.

“La Argentina tiene que arreglar con los acreedores para retrasar los pagos y lograr salir adelante”, opina Joel Richards.

Mientras tanto, en el recinto, el Presidente  seguía con su primer discurso oficial e incluyó las problemáticas de género: “Ni una menos, debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república. El Estado debe reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación». Carolina y Miranda Galuca son madre e hija y vienen desde Rosario para acompañar Alberto, ambas llevan en sus brazos los distintivos pañuelos verdes de la lucha por la legalización del aborto. Se sienten esperanzadas con el nuevo gobierno, creen que es imprescindible que haya un ministerio de la mujer en este contexto. Su deseo y pedido para la nueva gestión es que se pueda reglamentar el aborto legal, seguro y gratuito. La crisis económica las afectó de manera particular, como a Viviana Ortega Rojas, también en la Plaza, que padeció el despido y la violencia de género en carne propia: “Trabajaba en una casa en Banfield como empleada doméstica, y viví la injusticia de que me echaran sin que me pagaran un solo peso, me dijeron que embarazada no les servía”. La acompañaron a la plaza sus vecinas, que al igual que ella son parte de la comunidad boliviana y decidieron apoyar a Alberto para que cuide a “su presidente”, el derrocado Evo Morales. Fernández  las interpela de manera indirecta en su discurso: “Pondremos especial énfasis en todas las cuestiones vinculadas al cuidado, fuente de muchas desigualdades, ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae sobre las mujeres en Argentina al igual que en otros países”, dijo el Presidente de los y las argentinas frente a la Asamblea Legislativa. 

Desde temprano, los manifestantes se reunieron frente al Congreso para terminar el día muy tarde, frente a la Rosada.

La unión entre los argentinos fue el tema que más resonó en la jornada de ayer, de manera espontánea cuatro mujeres se encontraron en la plaza para festejar la asunción del nuevo gobierno. Carmen, su amiga, Juana y Martha  se reconocieron una en la otra de manera fraterna para compartir un día histórico para muchos. El look de Martha y el “amor a la patria” las juntó. “Me llamó la atención como venía vestida”, dice Carmen, mientras Martha muestra su look para ANCCOM: “Yo uso escarapela los 365 días del año, las colecciono y me voy cambiando una por otra”, comenta.  La Plaza del Congreso muestra una diversidad de motivos, sectores socioeconómicos que acompañan a este nuevo gobierno; personas con diversos espacios de pertenencias. Sin embargo, toda esa heterogeneidad se expresó bajo un solo cantó democrático que le da legitimidad a un nuevo proceso político argentino: “Se siente, Alberto presidente”.

La Argentina que viene

La Argentina que viene

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Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) habían marcado claramente un camino difícil de revertir; la aplastante diferencia que sacó el Frente de Todos a Juntos por el Cambio obligó a la coalición oficialista a modificar su estrategia de cara a las elecciones generales. Sin embargo, nada logró frenar la victoria del binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández como presidente y vice electos y aunque desde la oposición se esperaba una diferencia mayor, los ocho puntos que los separan  -que pueden transformarse en diez en el recuento definitivo, según los analistas- bastó para ganar y evitar el balotaje. La polarización diluyó las terceras vías y concentró casi el 90% de los votos entre los dos principales candidatos. ¿Cómo se explica el repunte de Mauricio Macri en las elecciones generales y cuál será la Argentina después del 10 de diciembre?

Los resultados de las PASO fueron un duro cimbronazo para el Gobierno. Se esperaba que el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, sacara ventaja a Juntos por el Cambio, pero no con la diferencia abrumadora de 15 puntos. Ante ese escenario y luego de las duras críticas al oficialismo por sus comentarios después de enterarse de los resultados, el macrismo giró 180 grados y cambió su estrategia política. Treinta ciudades en treinta días gritando “sí se puede” fue la apuesta oficialista para recuperar votos y aspirar a un balotaje. “Antes despreciaban la calle como campaña política”, afirma Ana Castellani, socióloga e investigadora del CONICET. Su lógica era del marketing de la proximidad: los timbreos, que cosecharon su éxito en 2015, y las redes sociales; sin embargo, la calle como dimisión política fue utilizada por primera vez en Cambiemos. “En la caravana de las treinta ciudades hubo algo de recuperar la épica política de la muchedumbre; de encontrarnos y reconocernos como parte de un todo”, detalla Castellani. Esta nueva forma de lo político recuerda lo que sucede en marchas de otros espacios, donde impera la sensación de formar parte un colectivo que comparte las mismas ideas y valores. “Macri nunca fue a la calle y no se siente cómodo. Su partido es más de salón, no del vínculo expresivo con la gente”, caracteriza Germán Lodola, politólogo del CONICET. Explica que su nueva estrategia tuvo réditos en dos sentidos: por un lado, le sumó votos y por el otro lo ayudó a adueñarse de ellos para transformarse en un líder dentro del espacio de la nueva oposición de cara al futuro.

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“Macri difícilmente se va a parar frente a Larreta y Cornejo y les va a decir qué hacer. El voto de las elecciones le sirvió para disputar internamente la conducción de ese espacio”, aventura Lodola. Y pronostica que puede implosionar y fragmentarse, y que el Gobierno de Alberto Fernández va a incidir para que eso pase. En este sentido, Ana Castellani asegura que el repunte de Macri en las elecciones no responde a la creencia de que podían darla vuelta, sino para demostrar que valía la pena dar la pelea; que sigue existiendo Juntos por el Cambio y Macri como líder, con la posibilidad de amalgamar las identidades ciudadanas que se expresaron a favor de su gobierno.

Lodola cree que a pesar de que Cambiemos pudo hacer una mejor elección que en las PASO, no hay que perder de vista que perdió en primera vuelta, una novedad si se lo mira desde la óptica de la ventaja que el oficialismo siempre tiene según la ciencia política. “La dinámica política del presidencialismo obliga a intentar reelegirse. Son muy pocos que no lo hacen y menos los que van y pierden. Macri hizo una mala elección para ser oficialista”, afirma y establece una comparación entre estas elecciones y las de 1989, en la que Carlos Menem le sacó once puntos a Eduardo Angeloz, candidato de la Unión Cívica Radical: “Esto nos dice que la base del voto de Cambiemos sigue siendo el voto no peronista de siempre”, teoriza. Y agrega: “Esta vez se polarizó en un escenario bipartidario donde se ve que el peronismo más o menos tiene lo que siempre tuvo, cerca de 50% y lo otro tiene lo que siempre tuvo lo otro: cerca del 40%; por lo que se podría decir que las cosas son bastante estables en términos del electorado”, analiza.

El Frente de Todos no pudo agrandar el porcentaje o recuperar algunos distritos que parecía haber ganado en las PASO y eso es lo que preocupa a Ana Castellani: “Desde agosto hasta acá no hubo una mejoría en términos socioeconómicos, lo cual nos deja en una cuestión de disputa por los sentidos de la crisis, las conductas y las formas, algo mucho más sutil que juega decisivamente cuando hay una porción tan grande del electorado que se reivindica independiente y que no se deja conducir partidariamente”.

Germán Lodola sostiene que el triunfo del Frente de Todos responde a la unión del peronismo que fue capaz de coordinar cosas que parecían diferentes al interior del mismo grupo, impulsado además por la mala gestión del Gobierno que hizo converger a los diferentes sectores. “Todo esto lo termina de cerrar la decisión de Cristina, el factor Fernández, de elegir un candidato capaz de tener una línea de diálogo con los sectores de poder y que pueda nuclear facciones diferentes del peronismo. No sólo se lo da a un propio, sino a un crítico”, analiza.

En este sentido, la alianza para salir de la crisis tiene que ser amplia y sólida, que incluya varios actores políticos en todas las áreas, articulado detrás de un acuerdo estratégico para el desarrollo. “Si no se tiene eso, difícilmente se pueda hacer lo que mínimamente necesitamos para salir de este infierno del Dante”, sentencia Castellani. Mantener la unión del peronismo es central, así como ampliarla a sectores que no acompañaron la elección, pero que pueden acompañar al Gobierno. “Creo que Alberto tiene que mostrar un frente legislativo amplio que incorpore actores nuevos y no tratar de llegar de forma ad hoc en cada una de las elecciones”, detalla Lodola.

El escenario es muy complejo y grave en términos financieros, económicos y sociales: hay fuerte presión inflacionaria, riesgo de hiperinflación, las reservas del Banco Central están muy bajas, las provincias muy endeudadas y la posibilidad de acceder a dólares de financiamiento son pocas. “El panorama es muy delicado y hay que trabajar muy coordinadamente”, advierte Castellani. Los servicios básicos están muy deteriorados y hay un desempleo de dos dígitos que aumenta según la franja etaria: “En las mujeres menores de 30 años del conurbano el desempleo trepa al 30%”, dice Lodola. El panorama no es alentador para el nuevo presidente, y dependerá de su muñeca a la hora de moverse equilibrada y coordinadamente. “La situación es difícil, pero todos los actores lo saben. Eso puede permitirle a Alberto acercar posiciones”, concluye. Aún está por verse si Argentina logrará, como la cigarra, resucitar una vez más.