Clase de represión

Clase de represión

“La educación del pueblo no se vende, se defiende”. Plaza Congreso se vestía de blanco una vez más cuando un nuevo avance por parte de la Policía Federal arremetió con el reclamo de los docentes, reprimiéndolos con gas pimienta y golpes. Tras la represión, cuatro docentes quedaron detenidos en la Comisaría N° 6 con el cargo de “resistencia a la autoridad”. Los maestros, convocados por distintos gremios, entre ellos la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), estaban montando la estructura para armar la escuela itinerante, una medida pacífica para continuar con el reclamo por la apertura de paritarias nacionales y por una nueva Ley de Financiamiento Educativo. La escuela itinerante es una alternativa al paro como forma de protesta y consistiría en un aula con capacidad para treinta personas, ubicada en un principio frente al Congreso Nacional pero que luego recorrería distintos distritos del país. Según informaron desde los gremios docentes, el lunes habrá un plenario de CTERA donde se decidirán las nuevas medidas para la continuación del reclamo.

En una jornada de manifestación pacífica, que ni siquiera afectaba la circulación vehicular, los docentes permanecían Plaza Congreso desde el mediodía del domingo, cuando comenzaron con el armado de la escuela itinerante. Esta modalidad alternativa se decidió ya que a pesar de los paros y de la gran Marcha Federal Educativa, a la que concurrieron más de 300.000 docentes, alumnos y autoconvocados, el Gobierno Nacional sigue firme en su negativa a llamar a paritarias. Llegada la noche del domingo, los trabajadores de la educación fueron interrumpidos con una violenta represión con gas pimienta y golpes. Cuatro docentes quedaron detenidos, entre ellos, Juan José Mauro y Miguel Acuña, delegados de UTE. A las nueve y media los dirigentes de los gremios comunicaron la desconcentración de la Plaza, pero otras organizaciones llegaron a la puerta del Congreso para manifestar su apoyo a la situación docente y repudiar la acción violenta de la Policía Federal. Hasta la medianoche hubo movimiento en la Plaza Congreso, que una vez más se convirtió en el escenario de la resistencia contra el ajuste del Gobierno de Mauricio Macri.

Luego de la represión, el Ministerio de Medio Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, encabezado por Eduardo Macchiavelli, informó mediante un comunicado que se le “sugirió” al personal policial el desarme de la carpa porque no tenían autorización para instalarla. Sin embargo, el permiso había sido solicitado por parte de los gremios docentes, sin haber obtenido respuesta del Gobierno de la Ciudad.

Actualizado 10/04/2017

La ciudad ausente

La ciudad ausente

Contundente”, para la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT). “Innecesario e inoportuno”, para el gobierno de Mauricio Macri. El primer paro nacional contra la política económico-social de Cambiemos concluyó con ese diagnóstico enfrentado de la conducción sindical y la Casa Rosada. Fue en el cierre de una jornada que mostró a una ciudad con escaso movimiento y con clima de día feriado. La convocatoria de la CGT contó también con el apoyo de las dos vertientes de la CTA, los movimientos sociales y la izquierda sindical y partidaria.

Por la mañana, organizaciones sociales realizaron cortes en los accesos a la ciudad. Los bloqueos se multiplicaron en Puente Puerreydón, Puente La Noria, Panamerica y ruta 197, el Acceso Oeste y la autopista Buenos Aires-La Plata. La Gendarmería reprimió a los manifestantes de la Panamericana con gas pimienta y camiones hidrantes. “Hoy aplicamos el protocolo antipiquetes en un 100 por ciento”, se ufanó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El operativo dejó cuatro manifestantes heridos y otros seis detenidos.

La CGT evaluó la “contundencia» del paro en dos conferencias de prensa en la que también reclamó al gobierno que «cambie su manera de actuar con relación a la política económica que lleva adelante». “No estamos promoviendo una fogata social, ni que termine el mandato de nadie; no hay especulación política ni partidaria. Si hay mafias, que las busquen en la especulación financiera”, subrayó Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que conduce la central obrera junto con Héctor Daer y Carlos Acuña.

La adhesión de los gremios del transporte fue una llave fundamental para la medida de fuerza. El secretario general de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), Roberto Fernández, -un dirigente de buen diálogo con funcionarios del Gobierno nacional- estimó que en su sector el respaldo a la huelga fue “del cien por cien”.

«El paro es contundente, con un alto acatamiento, tal como lo planificó la CGT», completó Daer. El triunvirato cegetista acompañó su balance final con un nuevo pedido al gobierno para que “llame a una mesa diálogo”.

El gobierno buscó mostrar hiperactividad. El presidente Mauricio Macri y la mayor parte de su gabinete participaron de la inauguración del Foro Económico Mundial sobre América Latina en el Hotel Hilton. “Qué bueno que estemos todos aquí, trabajando”, subrayó el mandatario en obvia alusión al paro contra su gestión. Y agregó: “El país empezó a crecer. Estamos decididos a apostar por el futuro, a poner los problemas sobre la mesa, encararlos y resolverlos”.

Por la tarde, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, realizó el balance oficial. “Fue un paro inoportuno e innecesario”, concluyó. El oficialismo insistió en subrayar que el acatamiento al paro estuvo empujado por la falta de transporte público. “El diálogo sigue siendo nuestra prioridad. Hay que apoyar el diálogo antes que el paro, en definitiva, hay que parar de mentir y de agredirnos”, dijo en conferencia de prensa.

Calles vacías

La “agenda” del primer paro general contra el gobierno de Cambiemos fue múltiple: el rechazo al ajuste, los despidos masivos, la inflación, pero, sobre todo, la defensa de las fuentes de trabajo amenazadas por el modelo económico y social.

El paro fue total en todo el país. En Buenos Aires se hizo sentir en las calles –no hubo colectivos, trenes, subtes, ni vuelos-. El gobierno porteño liberó los peajes y los estacionamientos fueron gratuitos, y reforzó la presencia policial en las calles.

En los barrios, algunos comercios eligieron atender con normalidad. Y hubo trabajadores -en su mayoría del sector privado- que decidieron llegar a sus lugares de trabajo en bicicleta o en autos particulares. Muchos lo hicieron por las presiones patronales, otros impulsados por una campaña viralizada por las redes sociales bajo el lema “Yo no paro.

El paro me arruinó un día de trabajo. Me tuve que tomar un taxi, empecé el día gastando y no hice ninguna venta”, le dijo a ANCCOM Juan Carlos, encargado de un puesto de flores en Avenida Rivadavia al 6500.

Por el contrario, Jorge, empleado de una vineria en la misma zona de Flores, reivindicó el “derecho” de los sindicatos a convocar a una huelga, pero advirtió sobre las “pérdidas” para el país.

Otras voces

El titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma, Pablo Micheli, repudió la represión de los piquetes por parte de la Gendarmería. “Esperemos que el gobierno convoque a una mesa de diálogo”, sostuvo.

Para Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Argentinos, el paro fue “histórico”. Y subrayó: “Fue una huelga para rechazar las políticas de hambre y expresar lo que la gente está reclamando. Es un paro para que cambie la política económica».

Todos los gremios que ayer adhirieron al paro nacional festejaron también la noticia con la que desde mañana deberá lidiar el gobierno: la orden judicial para que el Ejecutivo convoque a la paritaria nacional docente, el reclamo de base del dilatado conflicto entre el poder central y los maestros.

 

Actualizada 06/04/2017

 

“Un pueblo que tiene aprendizaje es un pueblo empoderado”

“Un pueblo que tiene aprendizaje es un pueblo empoderado”

La educación pública está en crisis. Desde la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación, las medidas de ajuste presupuestario han atravesado las diferentes áreas del Estado y la educación no ha sido la excepción. En mayo del año pasado se sintieron las primeras reacciones cuando al conocerse el recorte en el presupuesto universitario y el salario docente, se desencadenaron distintas marchas docentes y estudiantiles. Ahora, el conflicto recrudeció ante la negativa del Gobierno nacional de llamar a paritarias. La propuesta de aumento salarial que cada provincia ofrece a los educadores no se condice con la suba de precios ocurrida durante 2016, excepto alguna que otra excepción.

En el marco del paro general convocado por la CGT para el próximo jueves, los docentes vuelven a la huelga para exigir, una vez más, que se llame a paritarias nacionales. Los estudiantes acompañan el reclamo. Para analizar el conflicto, ANCCOM dialogó con Abril Kravacek, la joven de 17 años que habló en la Marcha Federal Educativa del 22 de marzo junto a los principales referentes gremiales y frente a 400.000 personas. Dice que estaba nerviosa, aunque no se le notó. Habló con fuerza, con ganas, con actitud y con la convicción de sus ideales. “Un pueblo que tiene aprendizaje es un pueblo empoderado y esto no le conviene al Gobierno”, asegura Abril, que no es un mes de treinta días, sino una mujer con valentía. Estudia en la Escuela Técnica Fernando Fader, del barrio porteño de Flores, e integra el Centro de estudiantes donde participa con minuciosa responsabilidad.

¿Cómo nació tu interés por la militancia estudiantil?

Entrar al colegio fue un antes y un después en mi manera de pensar. Antes de entrar al colegio, escuchaba lo que decía la televisión y lo repetía como mi familia; me creía todo y estaba convencida de eso. Y hoy me digo: “Cómo pensaba tal cosa”. El Centro de Estudiantes tiene un rol muy importante, lo viví en carne propia. Yo entré al Centro en 2012, un año muy movido en el movimiento estudiantil. Y  me llamó la atención esa idea de que pibes y pibas se juntaban a debatir con la indignación de las problemáticas que estaba teniendo la educación pública, poniéndole nombre y apellido a los culpables de eso, pero no solamente quedándose en esa indignación, sino viendo en conjunto qué medidas tomar al respecto. Cada vez más fui profundizando el tema, ya son seis los años que estoy en el Centro de Estudiantes, y eso no solo me llevó a militar en el Centro, sino que a sentirme cómoda con una organización política, a pesar de ese miedo a lo partidario. Me parece muy bueno encontrarse en un colectivo para organizarse, no sólo con la perspectiva de la educación, sino la idea de ir a otras áreas en las que se observan ciertas injusticias.

A partir de tu inserción en el Centro, ¿pudieron solucionar algunos de los problemas que se planteaban?

El mayor logro del Centro es concientizar a través de la información. Puede que haya gente que no opine lo mismo que nosotros, pero una cosa es opinar con información y otra muy distinta es opinar, repitiendo lo que dicen los demás. Contra los ataques que provienen del Gobierno de la Capital, desde la infraestructura, hasta el presupuesto, pasando por las becas y las viandas. Si bien nosotros pudimos darles batalla, algunas ganamos y otras, no. Y ganar ciertas luchas levanta la autoestima de los estudiantes, es decir, si nos organizamos, se puede. Por otro lado, con la Nueva Escuela Secundaria, a pesar de que nos parecía bien que se homologuen los colegios a nivel nacional, queríamos ser partícipes de eso y no que nos bajaran el contenido. Y eso lo logramos gracias a las más de sesenta tomas de colegios que hubo en el 2012, el año que me incentivó a formar parte del Centro de Estudiantes. Entonces, logramos estas jornadas participativas en las que pudimos subir el nivel.

¿El Centro tiene una inclinación partidaria?

Creemos que la mejor organización, al menos en el Fader, es tener un Centro horizontal. Es decir, que cualquiera pueda sumarse y tener la misma voz y voto que el resto. Cada persona vale como cualquier otra, y por lo tanto, todos son bienvenidos. Y por eso no está esa valorización política, que capaz en otros colegios existe y que termina siendo más importante que la lucha en común. Si bien no todos pensamos lo mismo, lo interesante es, a pesar de las diferencias, poder construir en conjunto y defender la educación, que es el objetivo principal que tenemos.

¿En qué condiciones se encuentra la escuela pública hoy?

Más allá de la nefasta frase del Gobierno Nacional diciendo que “caímos” en la escuela pública, y más allá de que algunos la elegimos o no, la terminamos revalidando, lo que está pasando en las escuelas públicas no es algo nuevo. Quizás hay nuevos ataques pero continúan siendo las mismas intenciones: parar con la escuela pública. Es decir, que el que es pobre, que no vaya a la escuela, que no aprenda, porque un pueblo que tiene aprendizaje es un pueblo empoderado y esto no le conviene al Gobierno. Entonces, por un lado, está la jugada para que la escuela pública desaparezca, y por otro, que las personas que tengan plata, puedan pagar por el aprendizaje, cuando esto no debería ser así, sino todo lo contrario. Se debería fomentar la escuela pública y no subsidiar a las privadas, para lograr una mayor calidad en la educación pública. Otro problema es la cuestión de las inscripciones online, ya que éstas deberían ser más abiertas, más accesibles al ingreso de los estudiantes. La inscripción online es una forma de cerrar el ingreso a lo público. Vemos que no hay una apuesta (del Gobierno) a la educación pública: no se crean nuevos establecimientos, no se mejoran los que ya existen. En mi colegio, por ejemplo, se cayó un pedazo de techo hace poco. Lo limpiaron y hacen como que no pasó nada. La intención del macrismo no me sorprende para nada, pero lo que es importante es que nosotros, como estudiantes, junto con los docentes, como una comunidad educativa, tenemos que hacernos cargo de la problemática. Si este gobierno nos quiere atacar, no podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que salir a defender la educación en las calles, en las aulas y en cualquier lugar que sea posible.

¿Cuál creés que es el objetivo del macrismo para la educación pública?

Por un lado, desprestigiar, que a la vez, tiene que ver con un proyecto político de país: dejar excluidas de todo lo que debería brindar un Estado a las personas que menos tienen.  El objetivo es ir excluyendo y hacer como que no existe cierta parte de la población, sin importar que esa parte se muera de hambre. Sin embargo, la cuestión no es solo que los pibes puedan tener una educación abierta, porque pueden tenerla, pero al mismo tiempo, no asistir ya que tienen que trabajar para ganarse la comida. Resumidamente, es un ataque a la clase baja y trabajadora y también rebajar las condiciones de vida de la clase media. Se nota en la calle, hoy la gente no está viviendo como vivía antes. Que suban las tarifas, que a uno le esté costando llegar a fin de mes, no es casualidad. Esto es el proyecto político que se plantea el macrismo. Y no solo el macrismo en sí, sino también la derecha a nivel regional. Latinoamérica está pasando por un proceso de viraje hacia la derecha, lo que implica una autocrítica del campo popular. Por qué no se pudo generar una temprana conciencia de lo que se venía. Es un error para aprender en las siguientes oportunidades y evitar así caer en un círculo vicioso de progresismo-derecha.

Abril

«Está la jugada para que la escuela pública desaparezca, y por otro, que las personas que tengan plata, puedan pagar por el aprendizaje, cuando esto no debería ser así, sino todo lo contrario».

¿Le ves una solución al conflicto docente?

El conflicto es una demostración de lo que quiere el Gobierno, porque si pueden con los docentes, van a venir por todo. Por eso, no hay que bajar los brazos hasta que las paritarias nacionales sean convocadas y que den por resultado un salario digno, porque esa es la lucha primera. La unión entre docentes, estudiantes y trabajadores no docentes no va a aflojar hasta conseguir la victoria en este conflicto. Y esto nos va a dejar muy bien preparados a la resistencia contra todos los ataques que vendrán del Gobierno, básicamente por su intención política. De todas maneras, nosotros seguimos pensando en propuestas, no es que pensamos en hacer paros solamente, sino que tenemos un proyecto o plan de lucha hasta que logremos las paritarias.

¿Qué pensás del tratamiento mediático del conflicto?

Una frase que me gusta mucho y que está relacionado a esto es “un docente que lucha, también está enseñando”. Por otro lado, los grandes medios intentan fomentar que los jóvenes no tenemos capacidad de pensar independientemente, es decir, no tenemos una opinión propia, sino que tenemos una opinión que se nos baja, y que cuando realizamos alguna medida, se dice que estamos arreglados por otras organizaciones políticas, o incluso con los docentes. Hay una creencia de que somos usados, cuando esto en realidad no es así. Es una lucha en conjunto, y el ataque a los docentes es un ataque a la educación pública. El poder que manejan los medios es muy fuerte, y a eso se le puede responder generando otras alternativas de información. Muchas veces, personas no alineadas con el macrismo, ven algo en la televisión y, como ningún medio es objetivo, terminan repitiendo lo que ese medio dice. Entonces, al no escuchar otros medios de información, debemos generar esas alternativas para que se enteren de la otra perspectiva del conflicto. Es decir, este es mi medio, esta es mi verdad, que la estoy viviendo ahora.

¿Qué opinás de quienes dicen que existen intereses desestabilizadores contra el Gobierno?

 Que se diga eso es nefasto. Una cosa te lleva a la otra, no es que porque con este Gobierno no coincidís ideológicamente vas a salir a meterle tres marchas. Hoy, la realidad es otra, hoy es causa y consecuencia, hoy es ataque y defensa, y esto se opone a lo que dicen los medios. Nosotros nos defendemos y resistimos, y a la vez, denunciamos a quiénes están a cargo de este ataque a la educación pública.

¿Qué te pareció la “Marcha por la Democracia” del primero de abril?

Me parece bien que cualquier persona que quiera expresar algo, salga a la calle y lo exprese. Igualmente, no coincido con una de las consignas de las que se hablaba, esto de “Macri hasta el 2019”, porque ya sabemos que va a estar hasta el 2019. No queremos hacer un golpe de Estado, solo queremos hacernos respetar. Entonces me parece errado ese pensamiento, pero al mismo tiempo, esto es causa y consecuencia de lo que se habla en los medios, creer y repetir lo que ellos dicen.

¿El paro del 6 de abril puede ser un punto de quiebre para el conflicto?

Va a ser un paro muy importante, con fuerte participación estudiantil y muy masivo por la presencia de otros sectores. Espero que haya una solución por parte del Gobierno, y si no la hay, no es que este paro es el tope de nuestra lucha, sino que el plan de lucha continua.

¿Qué sensación tuviste al hablar ante tamaña cantidad de personas en la Marcha Educativa?

Siempre fui la que está del otro lado de las que marchan y escuchan el acto, y el cambio de panorama, de pasar de estar abajo a estar arriba del escenario fue muy fuerte. Me propusieron leer mientras estábamos camino a la Plaza y me puse muy nerviosa. Ni hablar cuando subí al escenario: tuve que esperar las palabras de otros compañeros que dijeron cosas muy interesantes y en ese momento miraba a la cantidad de personas y sabía que tarde o temprano me tocaba hablar a mí. Cuando fuimos al atril con mi compañera empecé a temblar y tuve que dejar la hoja de lectura en la mesa porque no podía sostenerla de los nervios. Veía la magnitud de la movilización y los drones que circulaban por el aire y era demasiado para mí. Pero traté de ponerle actitud, porque hay veces que el mensaje no llega si no se sienten las palabras, y esas palabras yo las sentí.

¿Cómo te ves el día de mañana sin el Centro?

El Centro tiene la característica de ir dejando lugar a los compañeros más nuevos para que se vayan haciendo cargo de ciertas tareas, que antes cumplíamos los antiguos. Voy a estudiar Derecho y junto con mi organización política, Proyecto Popular, quiero militar en las universidades. Y si se puede, abrir el campo hacia otras áreas ya que tenemos diferentes sedes que se ocupan de varias tareas. Por ejemplo, una sede va a Villa Soldati y cumple trabajos de infraestructura; otra suele ir al Borda a realizar actividades. Esto es lo importante, ir a los barrios y tener esa conexión con la realidad social para poder generar un cambio realmente.

 

Actualizado 04/04/2017

Caer de a miles

Caer de a miles

La Plaza de Mayo se tiñó de blanco. De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa con un multitudinario acto frente a la Casa de Gobierno. Algunos agrupados en sindicatos, otros identificados  con alguna organización barrial o política partidaria, y otros solos o en familia; pero todos con el mismo emblema: “Docente luchando también está enseñando”. La movilización llevó al centro de la Ciudad de Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno, el reclamo por la apertura de una paritaria nacional sin techo y salarios dignos.

Los docentes sumaron un firme apoyo ciudadano a una bandera que también se tradujo en un grito de defensa de la educación pública. La reivindicación de haber “caído” en la escuela estatal replicó como una consigna fundamental. Escuelas de nivel inicial, primarias, secundarias, terciarias, universidades, técnicas, y bachilleratos populares fueron actores centrales. Con guardapolvos blancos o pintorcitos cuadrillé, todos expresaron su apoyo a la educación pública y condenaron el lamento del presidente Mauricio Macri -apenas un día antes de la movilización- sobre los alumnos y familias “que no tienen más remedio que caer” en la escuela pública. 

De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa.

La movilización coincidió con la segunda jornada del paro por 48 horas convocado por las seis confederaciones gremiales nacionales ante la negativa del gobierno nacional de llamar a paritaria nacional.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía. Cuando las agujas marcaban las 12:00, Agustín (11) ya estaba en la Plaza Congreso, con guardapolvo blanco y de la mano de su mamá. “Venimos a  reclamar por nuestros derechos. Al Presidente no les interesan las escuelas ni la educación”, explicó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.  Silvina Melger, de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), denunció el vaciamiento de programas escolares. “Si se ´cae´ en la escuela pública es porque ellos están haciendo un pozo y nos están desfinanciando. Pero es la educación pública la que nos acobija y nos levanta. Por eso, los maestros la defendemos a toda costa”, dijo.

Mientras una de las columnas avanzaba por Avenida de Mayo, Luis Bazar, de la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP) de Jujuy, le contó a esta agencia que el reclamo no es solamente por mejores sueldos y paritarias sin techo, sino también para que se continúen entregando las netbooks y los libros a todas las escuelas rurales y que se avance con los proyectos educativos para adultos. “El 75% de las escuelas de la provincia son rurales. En Jujuy se han perdido los derechos, no sólo de los sindicatos, sino también de las organizaciones sociales. Todo el tiempo hay investigaciones y persecuciones. Vivimos con temor”, explicó.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía.

Envuelto entre banderas y redoblantes, Roberto Succa, miembro de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) de Chaco, le pidió al gobierno que reflexione porque “debemos defender y fortalecer la educación para que la juventud pueda crecer mejor”. Y subrayó: “El gobierno debe reflexionar y llamar al diálogo”.

Las horas avanzaban y así lo hacían los pies apurados de los estudiantes de la secundaria Normal Superior Nº 5. Rebecca, alumna de 17 años, junto a sus compañeras, Julieta y Fiorella, explicóa que marcharon para “apoyar y compartir la lucha de los docentes”. Y agregaron: “Además exigimos mejores condiciones edilicias. Todas cosas que los afectan a ellos y a nosotros”.

“Preferimos estar dando clase y defendemos la educación pública. Por eso exigimos que se cumpla la Ley de Financiamiento y la Ley de Paritarias”, gritó, entre medio de cánticos, Paola Gutiérrez, de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). Los dichos de Macri -el repudio se tradujo en casi todos los carteles que inundaron la Plaza- fueron un blanco especial. “Creo que lo dicen desde un desconocimiento de lo que es realmente la educación pública. Ojalá los docentes pudiéramos enseñarle a él como le enseñamos a nuestros alumnos. Tal vez así tendría otro pensamiento”, reflexonó en diálogo con esta agencia.

Cerca de las 14:00, ya en los alrededores de la Plaza de Mayo, Alejandra Guerrillero, de la escuela rural Nº 1414 de Mendoza, explicó que estaba en Buenos Aires para expresar su indignación. “No hay respeto por la diversidad ni la inclusión. Las escuelas tienen unas condiciones edilicias paupérrimas. El gobierno no quiere recibir a los chicos”, subrayó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.

 “No a las políticas de ajuste. Paritarias abiertas ya” fue el grito que dio inicio al acto. Al lado del icónico Cabildo, Claudia, maestra de nivel inicial en la escuela 15 D.E. 18 de Parque Chacabuco, contó que “los distintos presidentes se deberían acercar a la historia de nuestro país, ya que tienen conceptos erróneos de la enseñanza. Es la educación la que te puede hacer libre de pensamiento”. Y finalizó: “Es más fácil crear un enemigo que atender los problemas sociales”. Mientras, desde el escenario, se escuchaba: “De la Antártida a La Quiaca los gobiernos tienen la obligación de garantizar la educación”.

Durante las dos horas que duró el acto pasaron por el micrófono distintas organizaciones políticas y sindicales. Entre ellas, la del secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de Santa Fe, Pedro Bayúgar, quien llamó “a no arrodillarse ante el enemigo que tiene los medios masivos de comunicación a su favor”.

En primera fila escuchaban Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, quien con una sonrisa portaba la foto de Milagro Sala.

Asimismo, el jefe de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, advirtió que «este Gobierno va por la escuela pública» y recordó que «tendríamos que estar discutiendo en paritarias la recomposición del salario».

Por su parte, Víctor Báez, titular de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), dijo estar honrado de la lucha de los docentes y repudió las amenazas a la familia de Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).

La última dirigente en hablar fue Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA). Con voz cascada gritó: “La llave para destrabar el conflicto la tiene el gobierno y no los trabajadores. Es una batalla de ideas. Vienen por la educación”. Unas pequeñas gotas cayeron del cielo, pero eso no interrumpió el acto.  “A militar todos”, convocó Alesso.

 

Actualizado 23/03/2017