May 8, 2018 | Géneros, Novedades

“Mi mamá murió cuando yo tenía dos años y mi hermano, cuatro. Me dijeron que había sido una enfermedad, pero cuando yo tenía 14, su hermana me contó que se había desangrado en un aborto ilegal”. Así comenzó su discurso la conductora Florencia de la V durante la séptima jornada del debate por la despenalización del aborto en la Cámara de Diputados. “La de mi mamá fue una muerte que se pudo haber evitado -agregó Flor de la V—. En lugar de castigar, el Estado debería garantizar las condiciones para que no se muera ninguna otra mujer. El femicida de mi mamá fue el Estado.”
El proyecto de ley de despenalización del aborto impulsado por la Campaña Nacional está en pleno tratamiento en el Congreso. El plenario de Comisiones de Legislación General, Salud, Legislación Penal y Familia continúa reuniendo todos los martes y jueves de 10 a 18 a expositores de los más diversos cargos y profesiones. En cuanto a la organización del debate, el presidente de la Comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky, anunció el jueves que la iniciativa se debatirá hasta el 31 de mayo. Después, los diputados se reunirán dos veces más para firmar el dictamen. Si todo sale según lo previsto, el debate llegará al recinto en la segunda semana de junio. Además, teniendo en cuenta que restan exponer alrededor de 400 oradores, el conductor del plenario señaló que se está analizando la posibilidad de aumentar el número de expositores por audiencia o bien agregar un día más de la semana para cumplir a tiempo con el compromiso acordado.
De manera intercalada, 41 expositores a favor y en contra de la despenalización del aborto tomaron la palabra durante la séptima audiencia del debate. Se manifestaron a favor de la legalización la economista Candelaria Botto, la doctora Alicia Benitez, la investigadora Florencia Maffeo, la periodista Ingrid Beck y la actriz Florencia de la V, entre otras. En contra argumentaron el doctor Gabriel Pedro Flores, el abogado Alejandro Bulacio, la pediatra Zelmira Rey y el pastor Pablo Barabaschi, entre otros.

Cuando tocó el turno a Flor de la V se paró detrás del atril, luciendo el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y contó a los legisladores como fue la muerte de su madre: “Mi mamá vino muy chica de Misiones con todas las ilusiones de estudiar, de formar una familia, de tener una casa. Conoció a mi papá muy joven, tuvieron a mi hermano y después a mí. La gente decía ¿cómo se van a llenar de hijos si no tienen dónde vivir? Mi mamá no pudo elegir y una tarde nos dejó para no volver. Murió de la peor manera que puede morir un ser humano: desangrada”. Los presentes escuchaban en silencio y la actriz, emocionada, continuó: “La de mi mamá fue una muerte que se pudo haber evitado. En lugar de castigar, el Estado debería garantizar las condiciones para que no se muera ninguna otra mujer. Cuando era chica, cuando me casé, cuando nacieron mis hijos, siempre necesité a mi mamá, no hay un día que no la llore, y el femicida de mi mamá fue el Estado”.
En un contexto de discusión y debate, la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito organiza las jornadas denominadas “Martes Verdes” en las que se desarrollan distintas actividades frente al Congreso. Estos encuentros contribuyen a visibilizar la lucha por el aborto legal y ponen de manifiesto las demandas de la sociedad frente a la problemática de la interrupción del embarazo. El debate continuará hasta junio y para ese entonces los diputados y diputadas habrán tomado consciencia de que tienen en sus manos la responsabilidad de elegir entre la realidad concreta o la metafísica, entre el aborto legal o el aborto clandestino.
Abr 25, 2018 | DDHH, Novedades

Patricia Sosa y Uki Goñi.
“Aquí se produjo un crimen contra la humanidad”, advierte el folleto informativo del Museo Sitio Memoria ESMA y recuerda que en ese centro clandestino de detención y exterminio estuvieron detenidos-desaparecidos cerca de cinco mil hombres y mujeres durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. El pasado 21 de abril el Sitio realizó su clásica Visita de las cinco, que se lleva a cabo el último sábado de cada mes, a las 17 horas, en el marco del 41 aniversario de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo. El encuentro reunió a referentes de organismos de derechos humanos y a ocho mujeres de la cultura que leyeron fragmentos del libro de Uki Goñi, El infiltrado. Astiz, las Madres y el Herald, recientemente reeditado en clave feminista. Alejandro Kaufman fue el cronista invitado de la actividad denominada “8 mujeres a 41 años del nacimiento de las Madres”.
Amenaza con volver a llover. A media tarde el día pesa y está nublado, pero el sol se impone desde el poco lugar que ofrecen las nubes. Rodeando al edificio principal, un hombre canoso, robusto y con morral canta Como la cigarra. Vuelve a silbar.
Cinco y cuarto en punto. Alejandra Naftal, sobreviviente de la última dictadura y hoy directora del Museo Sitio Memoria ESMA, presenta a las Madres de Plaza de Mayo Sara Rus, Carmen Lareu, Hilda Micucci y Clara Weinstein. También están presentes las hijas de las Madres desaparecidas de la ESMA Esther Ballestrino de Careaga y Azucena Villaflor: Ana María y Mabel Careaga y Cecilia de Vincenti. Acompañan otros familiares, compañeros y compañeras del grupo de la Iglesia de la Santa Cruz, el espacio donde las Madres se reunían, antes de que el genocida Alfredo Astiz las infiltrara e hiciera desaparecer. Son 350 personas las que asisten a la actividad. Se acomodan mochilas con pañuelos verdes, grupos con remeras militantes de Almirante Brown; adultos y jóvenes. Una pareja de ancianas tomadas de las manos espera expectante. Comienza la visita guiada por los sobrevivientes de la ESMA Alfredo Mantecol Ayala, Norma Adriana Suzal y Alejandro Clara.

Alejandro Kaufman.
Alejandro Kaufman, docente, ensayista y estudioso de la memoria es el cronista invitado. Es una experiencia intensa. Kaufman arranca con una reflexión sobre los que estos 41 años de Madres de Plaza de Mayo y el proceso de Memoria, Verdad y Justicia nos traen: “Desde las primeras madres hasta hijos e hijas desafiliados de sus padres genocidas. Es un fenómeno que no ocurrió en ninguna otra parte del mundo y da testimonio de algo que sucedió entre nosotros: ir de lo más horroroso a lo más extraordinario de nuestras luchas.”
Luego llega la emoción. Cristina Banegas, Señorita Bimbo, Ana Celentano, Coni Marino, Celsa Mel Gowland, Julieta Ortega, Malena Sánchez y Patricia Sosa pusieron el cuerpo y dieron voz a las historias de ocho mujeres detenidas desaparecidas en la ESMA: las Madres Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco; Leonie Douquet y Alice Domon, dos monjas francesas secuestradas entre el 8 y 10 de diciembre de 1977; y Raquel Bulit, Ángela Auad, quien se unió a las Madres buscando a su marido y la más joven del grupo, Patricia Oviedo, desaparecida con 24 años.

Las actrices Cristina Banegas, Julieta Ortega, Virginia «Bimbo» Godoy, Malena Sánchez, Celsa Mel Gowland, Ana Celentano, Coni Marino y Patricia Sosa.
Uki Goñi, quien en 1977 con 23 años trabajaba en el Buenos Aires Herald, rememora cómo fue recibir a las primeras Madres en esa redacción, uno de los pocos sitios capaz de escuchar denuncias sobre las desapariciones. “Al poco tiempo eran veinte madres, todos los días. Desarrollé un vínculo personal en particular con estas ocho mujeres, que terminaron secuestradas como resultado de la infiltración de Astiz”.
En el contexto del debate por la despenalización y legalización del aborto, Goñi reflexiona: “A través del lente Ni una Menos y del avance del feminismo me pregunto ¿Esto fue una especie de femicidio de Alfredo Astiz, que se infiltra entre las madres valientes?” Y avanza aún más sobre la complejidad de la época: “Hay que pensar a estas mujeres, porque cuando venían al Herald a veces traían a sus maridos y ellos le decían: ´No hables, callate la boca, pensá en nuestros otros hijos, puedo perder mi trabajo´. Se peleaban en frente de mí y las madres siempre decían: ´A mí no me importa que me maten. Yo quiero saber dónde está mi hijo o mi hija´. Algunas pagaron con su vida eso”. El infiltrado se reescribió 20 años después de su edición y en diálogo con ANCCOM, Uki Goñi sostiene: “No fue adrede pero creo que es un buen momento para que reaparezca el libro, porque hoy el negacionismo está haciendo huella en la sociedad nuevamente. El objetivo es hacernos creer que es lo mismo el crimen cometido por el Estado que el crimen cometido por civiles, y no lo es. Hay que estar en guardia”.

Una de las habitaciones de la Ex Esma, que funcionaba como sala de partos.
Mientras, las personas observan y escuchan en silencio, Bimbo, vestida de negro, arranca con su relato: “María Esther Ballestino de Careaga nació el 20 de enero de 1918. Llegó a Buenos Aires como exiliada política de Paraguay, oradora socialista y fundadora del primer movimiento feminista en su país durante los años 40. Esther llegó al Herald por primera vez en julio de 1977 para informar el secuestro de su hija embarazada de 16 años de edad: Ana María”. Bimbo describe: “Es interesante mirar este asesinato como lo que fue, como femicidio. Porque hubo un particular ensañamiento en la última dictadura hacia personas trans, gays, lesbianas y judíos. Un odio particular que también dentro de todo el horror muestra lo peligrosas que son las mujeres para el poder. Tan peligrosas que las mataron. Tan peligrosas que las seguimos honrando y aprendiendo todo de ellas”. Señorita Bimbo concluye la historia de la familia Careaga: “Se supo después que la hija de Careaga había sido llevada al Club Atlético, sótano de un edificio de la Policía sobre la Avenida Paseo Colón de la Ciudad de Buenos Aires. Ana María fue dejada en libertad en octubre. La joven viajó de inmediato a Suecia donde fue aceptada como refugiada política pero su madre se negó a dejar el país”.
El clima es distendido y emotivo, la gente observa los espacios y, de tanto en tanto, irrumpen las artistas con el recuerdo de una de las ocho desaparecidas de la Santa Cruz. Llega el turno de la cantante Celsa Mel Gowland, quien de manera envolvente cuenta la historia de Raquel Bulit, nacida, como un presagio, el 24 de marzo de 1944: “Tenía 33 años. Es hija de Vicente Bulit y Dolores Lascano pero la denuncia por su desaparición ante la CONADEP fue presentada por su ex suegra, Anabela Cabrera de Horane. Luego de los secuestros, la señora de Horane intentó entrevistarse con los padres y parientes de Bulit, pero se negaron a recibirla. La familia estaba enojada con ella y también por haber estado en desacuerdo con su ideología. No había quien presentara el habeas corpus, quien reclamara por esa chica”.

Las Madres de Plaza de Mayo estuvieron presentes.
Patricia Sosa confiesa las sensaciones encontradas al participar de esta actividad: “Es muy emocionante para mí estar acá, en este lugar donde uno pisa tanto dolor. Cuando supe que me tocaba leer un párrafo sobre Patricia Oviedo y ver que se llamaba Patricia, me puso la piel de gallina. Me dije, ´por algo me toca ¿no?´. Caminar por estos lugares te hace pedir perdón todo el tiempo, por todo lo que no hemos hecho, sobre todo mi generación. Yo soy de la generación de los desaparecidos. Y una gran parte de la gente no tenía la menor idea, y cuando nos dimos cuenta era tarde. Era muy tarde”.
La pareja de ancianas llega a La Casa del Almirante, otra de las paradas del circuito, donde Patricia Sosa casi termina su relato. Se sientan. Esperan. Patricia finaliza. El cuarto se funde en un aplauso. Atentas, intercambian palabras por lo bajo con la artista, quien regresa al texto: “Patricia Oviedo tenía 24 años cuando fue llevada por el Ángel Rubio de la muerte. Decía que sentía cariño por un muchacho rubio con un hermano desaparecido que se había acercado a buscar consuelo entre las Madres”.
Un pañuelo verde rodea el cuello de la actriz Malena Sánchez. “Hoy -sostiene- es una responsabilidad muy grande ser mujer. Tenemos más fuerza que nunca. Creo que sale de nuestros ovarios. Ahora hay que ir por la legalización del aborto que parece inalcanzable. Hay que terminar con el patriarcado, hay que dejar de lado ese estigma de la mujer competitiva. Sé que falta mucho, espero vivir para verlo.” Se le resbalan algunas lágrimas pero sigue: “Desde muy chica participo de las luchas y salgo a la calle. Voy a la Plaza los 24 de marzo. Si bien no existía cuando todo esto sucedió, siempre que puedo trato de aportar algo porque me parece que sin memoria no hay futuro”. A Malena le tocó contar la historia de Alice Domon: “Aunque hubiese preferido ir a la India aceptó en buen grado ser enviada a Buenos Aires, donde llegó el 5 de febrero de 1967. […] Diez años después, Alice escribía cartas a su familia en Francia relatando su labor junto a las madres de los desaparecidos”. Y luego encarna su voz: “Trabajo a la mañana y a la tarde me dedico a una organización: el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Hay gente que conocía de antes, muy preocupados por lo que ocurre alrededor nuestro. La angustia de las madres que buscan a sus hijos secuestrados y el calvario en las oficinas de gobierno y las comisarías, la negación de todo un sector de la iglesia es el sufrimiento que viven hoy tantas familias, sin contar la tortura de tanta gente en las prisiones de otras partes. Dios no puede quedarse mudo. Seguramente dará una respuesta”.

Una gran cantidad de personas se acercaron a La Visita de las cinco, que fue en el marco del 41 aniversario de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo.
Una vez terminada la visita guiada, los asistentes son guiados a El Dorado, el salón donde en épocas de terror se reunía la cúpula de la muerte. La sala estalla en aplausos. Las Madres, junto a familiares y compañeros del grupo de la Santa Cruz se sientan frente a las ocho actrices y cantantes que encarnaron las historias de sus compañeras de lucha. Entre ambas generaciones de mujeres, en el suelo, sentada, está la juventud con lágrimas, cámaras y pañuelos verdes expectante de ver las proyecciones en todo el salón, que darán cierre un nuevo acto de memoria.
Alejandra Naftal conduce el cierre e invita a decir unas palabras a la exjueza María del Carmen Roqueta, oculta entre el público. “Es la jueza que pudo comprobar que (en la ex ESMA) existió un plan sistemático de robo de niños y condenar a todos los perpetradores”, la presenta Naftal. Los aplausos aún no culminan. Roqueta emocionada, expresa: “Solamente cumplí con administrar de la mejor manera nuestra justicia, y luchar por ella. Muchas gracias”.
Cristina Banegas irrumpe: “¡30 mil detenidos desaparecidos!”, “¡Presentes!”. Para finalizar, Uki Goñi cierra con una advertencia que lo inquieta: “El avance del relativismo que es cara políticamente correcta del negacionismo. Nos quieren hacer creer que no pasó, sembrar la duda al decir que los desaparecidos no son tantos, que la Argentina estaba en peligro. Quieren licuar la realidad para que sea maleable y confundirnos. Entonces, pensando el Nunca Más, yo digo, sí va haber más. Siempre vuelven y lo único que nosotros podemos hacer es estar lo más preparados posible para la próxima vez”, sentencia el autor de El Infiltrado.
Abr 25, 2018 | Entrevistas

Si a Julián Maradeo (37) e Ignacio Damiani (34) les hubieran preguntado dos años atrás cuál sería el siguiente trabajo tras publicar El tano, biografía no autorizada de Daniel Angelici (2016), con certeza la respuesta decantaría de tan sólo leer la solapa del libro sobre el actual presidente de Boca Juniors. Y en ese sentido, en Radiografía de la Corrupción PRO: de la ciudad a la presidencia de la Nación (2018), los periodistas egresados de la Universidad Nacional de la Plata han decidido indagar a fondo acerca de un sistema interrelacionado de corrupción que atañe a empresarios, dirigentes de fútbol, familiares, jueces y funcionarios públicos.
Entender los mecanismos de los negociados del partido que fundó Mauricio Macri, que funcionan desde su primera victoria en la Ciudad de Buenos Aires, es comprender una faceta más de una política anunciada como “novedosa”. Maradeo y Damiani se proponen armar piezas con nombres que se repiten, familiares que ocupan cargos, la presidencia en Boca, y millones que se fugan del país. En definitiva, Radiografía de la corrupción PRO se encarga de exponer bajo la lupa los intereses de un presidente que nunca dejó de lado los negocios que lo han llevado a la esfera política. Pero además, permite dilucidar en profundidad el entramado político con el que se fue asentando el PRO tanto en la Ciudad de Buenos Aires como a nivel nacional.
¿Qué tan necesaria es una Radiografía de la corrupción PRO?
Maradeo: Desde un punto de partida bien periodístico, tomamos como disparador que la década menemista tuvo un libro sobre su sistema de corrupción. Pero cuando hablamos de un sistema de corrupción lo entendemos como actos de interrelación de las partes, ya que actos de corrupción hay en cualquier gobierno. Se trata de una estructura jerárquica que funciona eficazmente. Robo para la Corona, de Horacio Verbitsky, fue el libro que mejor lo sintetizó en los ‘90, además claro de aquellos sobre el kirchnerismo –a nuestro entender La piñata de Hugo Alconada Mon es el más destacado-. En ese sentido, creíamos que faltaba uno sobre el PRO, con la particularidad de añadir el elemento de la historización, elemental para entender su sistema de corrupción.
¿De qué se trata esa “historización” de la que hablan en el libro?
Damiani: Si tenemos en cuenta a Mauricio Macri como sujeto político saliendo de las esferas familiares, donde luego salta a Boca, y posteriormente a la Jefatura de Gobierno, es donde vemos que creíamos necesaria la historización para entender la complejidad y profundidad del sistema PRO. Incluso porque hay un rasgo iterativo, una repetición de nombres que vienen de haber sido ejecutivos en empresas familiares, acompañaron a Macri en Boca, y hoy ocupan cargos claves en el Estado como intendentes o funcionarios, como el caso de Andrés Ibarra (ministro de Modernización), por citar un ejemplo.

«La historización es fundamental para entender el sistema de corrupción», explica Maradeo.
¿Cómo fue el criterio de selección de los casos?
Maradeo: Proyectamos tratar casos que no estén agotados en su modus operandi. Por ejemplo, elegimos el caso del endeudamiento del Correo Argentino, así como también la venta de la empresa de aerolíneas de la familia Macri, MacAir jet, a otra aerolínea colombiana, Avianca. Esta última no sólo se quedó con MacAir Jet, sino también con privilegios en 26 rutas aéreas argentinas y conservando los mismos directivos en la negociación con la empresa extranjera, como Carlos Colunga. En ambos casos se ven los intereses de Macri y de su familia en el Poder Ejecutivo, para demostrar no solamente su praxis política, sino que hay un financiamiento arraigado.
¿Cómo se denota ese sistema de corrupción en la transición de la Ciudad de Buenos Aires a la Nación?
Damiani: Lo que trabajamos es la capacidad discursiva que tiene el Gobierno para trazar un relato que muestra al PRO como lo nuevo, obviando hechos fácticos que visibilizan contrastes e irregularidades, por ejemplo en los sucesos de corrupción. Pero además, se ve en otros temas de agenda. Por ejemplo, cuando Macri asumió como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en sus discursos de apertura en la Legislatura Porteña, ya hablaba de una “pesada herencia”, en relación a las gestiones anteriores a cargo de Jorge Telerman y Aníbal Ibarra. El factor de “la ciudad está quebrada, hay que endeudarse” es una matriz repetida en Nación. La capacidad de oratoria es muy subestimada.
¿Cómo en qué caso por ejemplo?
Damiani: Por ejemplo, en el discurso sobre la independencia del Poder Judicial. Algo en lo que el propio Macri ha hecho hincapié, pero que demuestra lo contrario. Pablo Tonelli, funcionario macrista, es una espada para presionar a jueces que son díscolos o que ponen límites al Gobierno. Andrés Gallardo es un juez de Contención Administrativa que sufrió 800 recusaciones –literalmente- en los últimos ocho años de gobierno PRO en la Ciudad. Gallardo lo denominó como una etapa “bestial”, ya que atentaba contra su independencia en el Poder Judicial. Eso también se traslada a nivel nacional, debido a que es Tonelli hoy el mismo actor preponderante que pone trabas a los circuitos judiciales que no estén en línea con los intereses de Macri.
¿Cómo se explica que el votante lo haya afianzado tanto durante estos últimos años?
Maradeo: Sin dudas para entender una victoria hay que desarmar las falencias de los rivales. Un desgaste del tejido político, un ciclo agotado del kirchnerismo que llega con un candidato que no termina de representar al arco del partido. Esos son factores determinantes, pero es necesario complementarlos con los aciertos de Macri. Así como también virtudes propias del PRO en generar una eficaz estrategia para el votante de entre veinte y treinta años a través de las redes sociales, por ejemplo.
¿Cuánto influyen los medios de comunicación en la difusión y omisión de casos de corrupción del PRO?
Maradeo: Es difícil de cuantificar, pero por supuesto que existe un blindaje mediático en base a las alianzas de empresarios de medios de comunicación y el Gobierno. Es palpable y lo dejamos plasmado en el libro. Con este trabajo, por ejemplo, nos bajaron el pulgar desde Infobae, lo cual es importante considerando que es el diario web más leído en Argentina. No creemos en una grieta periodística, pero si en intereses encontrados de un lado y del otro. Sin embargo, la presión llega al momento de difundir el trabajo, y eso es notorio.

Damiani y Maradeo también escribieron una biografía sobre Daniel Angelici.
¿Por qué denominarlo “radiografía”?
Damiani: Una radiografía metafóricamente como una foto profunda capaz de mostrar, o mejor dicho, transparentar los casos de corrupción del PRO. Pero también con la historización de Macri para demostrar una radiografía de época. En ese sentido, tiene que ver más con la idea de calar más allá de la superficie discursiva. Un tópico importante es el de evitar las interpretaciones. Acá trabajamos fuentes, documentos, denuncias concretas, es ir directamente a los hechos. El análisis decanta, pero no es una posición discursiva frente al partido político en sí.
¿Se toparon con trabas en la producción del libro?
Maradeo: En la producción no, pero sí decididamente en la difusión. Nos topamos con todos los obstáculos posibles. Ya estamos acostumbrados a que pactemos entrevistas y nos las bajen desde numerosos medios. Pero es un tema recurrente en cualquier caso de periodismo de investigación que se enfoque con el gobierno de turno. Lo curioso es que en los primeros veinte días se acabó la primera edición, aun teniendo prácticamente nula difusión del libro…
Radiografía de la corrupción PRO va a ser presentado el 27 de abril a las 19:00 HS en la 44º Feria del Libro de Buenos Aires junto a Hugo Alconada Mon, Gustavo Sylvestre y Gabriela Massuh.
Abr 11, 2018 | Géneros, Novedades
Durante la mañana y la tarde del martes, el proyecto de despenalización del aborto se debatió en la Cámara de Diputados por primera vez en la historia de nuestro país. El presidente de la Comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky, organizó la jornada en dos turnos. De 10 a 13.30 argumentaron 16 expositores a favor de la Ley de Legalización del Aborto y por la tarde, de 14.30 a 18, tomaron la palabra 16 oradores que manifiestaron en contra del proyecto. Las exposiciones se llevarán a cabo todos los martes y jueves y se espera que el dictamen de consenso pueda tratarse en el recinto en junio para pasar luego al Senado. Si bien durante la primera audiencia los oradores se dividieron marcadamente en dos bloques y expusieron en horarios diferentes, se prevé que en las próximas reuniones los participantes van a comenzar a mezclarse.

El ya conocido pañuelazo a favor de la legalización del aborto.
A favor de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, dieron sus argumentos el secretario de Salud Pública de Rosario, Leonardo Caruana; la docente e investigadora del CONICET, Paola Bergallo; la médica ginecóloga, Sandra Vázquez, el periodista Luis Novaresio y las actrices Carla Peterson, Griselda Sciciliani y Verónica Llinás, entre otros.
Ante los diputados de las comisiones de Legislación General, Salud Pública, Legislación Penal y Familia, Niñez y Adolescencia, los expositores a favor del proyecto de la Campaña hablaron de “saldar una deuda de la democracia con los derechos de las mujeres” e hicieron hincapié en la ineficacia de la persecución penal en casos de aborto clandestino. El abogado Andrés Gil Dominguez señaló que “ser legislador y cumplir con la Constitución es transformar el dolor en derechos”.

La abogada especializada en derechos humanos Nelly Miyersky
Por su parte, las actrices Llinás, Peterson y Sciciliani se ubicaron las tres juntas detrás del atril y leyeron la Carta Abierta a Diputadas y Diputados firmada por más de 400 actrices. Llinás explicó que “uno de cada cuatro abortos es inseguro y es una realidad que existe más allá de nuestras opiniones. El aborto existe y mantenerlo en la clandestinidad no es la solución.” Segundos después Peterson leyó: “Les pedimos que voten el proyecto de la Campaña Nacional porque estamos convencidas de que el aborto legal acompañado de políticas públicas de educación, y contención para evitarlo, nos convertirá en una sociedad más justa, más moderna y definitivamente menos hipócrita. Llegó la hora, hagan historia y salden su deuda con las mujeres”.
Luego fue el turno de Luis Novaresio quién subrayó que “no existe un criterio único y científico acerca de cuándo comienza la vida.” Después, el periodista provocó cierta tensión en la sala al interpelar directamente a la diputada macrista Carmen Polledo. “Las mujeres se mueren—dijo Novaresio—. Usted Carmen no puede seguir favoreciendo que las mujeres ricas accedan al misoprostol y que las mujeres totalmente excluidas accedan a la rama de perejil”.

En las calles, las mujeres también hicieron oír sus voces con cantos y batucadas.
Por la tarde, expusieron el ex juez de la Corte, Rodolfo Barra; el abogado Alberto Bianchi, el pediatra Diego Montes de Oca, el docente de la UCA Nicolás Laferriere y el cura Gustavo Carrara, entre otros. Todos ellos se mostraron en contra del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Hablaron fundamentalmente de leyes y estadísticas y compararon el aborto legal con la dictadura militar y el Holocausto.
El médico obstetra, Ernesto Beruti, basó su discurso en estadísticas de defunción de mujeres: “En 2016 hubo 43 muertes por aborto—sentenció Beruti—en Argentina las mujeres mueren por enfermedades cardíacas, respiratorias, por tumores malignos, accidentes de tránsito y suicidios, la mortalidad materna figura en el último lugar”.
Asimismo, el director de Pro-familia, Oscar Botta, afirmó que “se busca implementar el aborto legal para establecer un control demográfico encubierto en un país superpoblado”; y Nicolás Laferriere agregó que “en parte, el aborto está destinado a eliminar sistemáticamente a personas con discapacidad”.

El médico obstetra, Ernesto Beruti, basó su discurso en estadísticas de defunción de mujeres.
Ambas posiciones parecen irreconciliables y cabe destacar la baja presencia de diputados “indecisos” durante la audiencia. Los legisladores que ya tomaron posición están dispuestos a defender su postura. Sin embargo, aún no se puede dilucidar en que culminará la discusión porque muchos diputados que no asistieron al debate están en la duda.
El panorama exterior al Congreso también dio cuenta de la imposibilidad de consenso entre ambas posiciones. Sobre la avenida Rivadavia, el “pañuelazo”. Sobre Riobamba, el “banderazo”. De un lado el verde, del otro, el rojo. Los integrantes de Unidad Provida repartieron pañuelos rojos y desplegaron una bandera blanca y celeste con la leyenda “soy Argentina, déjame nacer.” A pocos metros, miles de personas portaban en el pecho, en los brazos y en la cabeza los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Arriba del escenario se leyeron discursos y se tocaron canciones a favor de la despenalización. Durante la ronda de exposiciones de la tarde, más de un orador insistió en la idea de que el debate debía darse en el interior del Congreso. No obstante, bastaba mirar hacia afuera para comprobar que el debate fundamental está en las calles.
Abr 11, 2018 | Géneros, Novedades
El pasado lunes 10 de abril se realizó la cuarta audiencia en el Tribunal Oral Criminal Nº 4 por el travesticidio de Diana Sacayán. La familia, activistas y periodistas siguieron la audiencia bien de cerca. Dos fueron los testimonios, un inspector que estuvo en la detención y allanamiento de la casa del sospechoso Gabriel Marino en octubre de 2015, y un amigo del acusado.

El día 12/03/2018 se dio inicio al juicio por el travesticidio de Amancay Diana Sacayán, incansable luchadora por los derechos de todas las travas, trans, travestis e impulsora de la Ley de Cupo Laboral Trans -que lleva su nombre-.
Como todos los lunes, militantes y defensores de derechos humanos acompañaron a la familia Sacayán exigiendo justicia en la Plaza Lavalle, frente al Palacio de los Tribunales. Allí se montó también la radio abierta del colectivo LGTB Presentes. Antes de ingresar a la audiencia, Luciana Sánchez, representante de familia en la querella, dijo: “Hoy iba a ser la última audiencia de testigos, vamos a tener además de esta audiencia, dos más (16 y 20 de abril). Falta todavía escuchar un montón de testigos y sobre todo algunos propuestos por la defensa que no han hablado. Todavía nos falta un tramo, vamos por la mitad recién. Además de agradecerles mucho, les pido que sigamos sosteniendo este reclamo de justicia con Sasha, con Darío, con toda la familia Sacayán. Volvemos a afirmar que fue un travesticidio. Estamos aportando todas las herramientas para que sea juzgado como corresponde”.
El primer testimonio de la audiencia fue el de un inspector que participó del allanamiento y operativo de detención de Marino en la casa familiar de Morón. Su declaración duró unos diez minutos durante los que afirmó que en el operativo se recogieron algunas prendas de vestir, como un buzo a rayas que también se mencionó en otras audiencias.
El testimonio del segundo testigo fue más extenso. Duró casi una hora y media y correspondía a un contador sexagenario. “Conocí a Marino entrando a un cyber en Artigas y Yerbal, en el año 2015”, recordó. Después precisó que fue entre abril y junio de ese año y agregó: “Marino era muy simpático y entrador, educado, de hablar bien. Me contó sus problemas con las adicciones, lo habían echado de la casa, quería trabajar conmigo, me pidió trabajo. Me dio la impresión que necesitaba hablar con alguien. Lo alenté a que fuera al Cenareso (ex Centro Nacional de Recuperación Social, lugar donde Diana conoció a Marino). Cuando estuvo internado yo iba a llevarle cigarrillos todos los días. Lo dejaban salir a la calle conmigo. Él me llamaba «El Padrino Mágico».
-¿Por qué lo ayudaba? – preguntó el fiscal Ariel Yapur.
-Por mis creencias. Soy creyente, aunque usted no lo sea.
-¿Cómo supo de la muerte de Diana?
– Por Internet- respondió el testigo y contó que días después visitó a la madre de Marino. “Ella estaba cosiendo un jean roto, era un corte hecho con una tijera. La madre de Marino me contó que él se había peleado con Sacayán y había resultado herida”, dijo. Fue el primer testimonio desde que comenzaron las audiencias en que alguien señaló que Marino confesó haber lastimado a Sacayán. Cuando fue interrogado acerca de la relación entre Marino y Diana, dijo: “Me contó que iba a consumir a la casa de Sacayán”.
Después, el testigo aseguró que Marino le pedía plata para darle pañales y leche “a una criatura que tenía”. Además explicó que ayudaba a la madre del acusado dándole comida y describió al acusado como “violento y caprichoso”. Recordó que en una oportunidad, le pidió que lo acompañara a comprar droga y, ante una pregunta del juez, respondió que colaboraba con unos 500 pesos semanales con el sospechoso.
El juez Báez le preguntó: ¿Por qué esa bonhomía con Marino?
– Por afecto. Si Marino no hubiera tenido ese problema de adicción, me podría haber casado con él con matrimonio igualitario. Respondió el testigo.
Luego de la audiencia, Gabriela Mansilla, la mamá de Lulú (la primera niña trans que cambió su identidad de género sin batalla judicial a los seis años) y al frente de la organización Infancias Libres, salió de la sala conmovida y dijo: “Yo hago el aguante todos los lunes pero evito hablar porque a mí me atraviesa de otra manera. Me genera miedo e inseguridad. Luana, que ya va a cumplir 11 años, tiene que salir a la calle y por ahí se encuentra con uno de estos tipos que no respetan. Tener un DNI no te acredita para que te respeten, la Ley de Identidad de Género no se cumple como se debe. Conozco a Say, a las hermanas, a la familia, acompaño la causa, no soy del palo, soy una mujer heterosexual que esto le pasó por las entrañas porque parió una hija que tuvo el valor y la decisión de decirme, yo no soy un varón, soy una nena.” Y finalizó diciendo mientras abrazaba a Sasha, hermano de Diana: “Hoy quiero que esto se caratule como un travesticidio. Hoy quiero que se haga justicia porque Diana somos todos y todas, porque esta lucha no la podemos dejar, hay vidas de por medio. Hoy es Diana, mañana puede ser Lulú, y pasado quién. ¿Y cuántas Dianas no tuvieron este juicio? ¿Cuántas Dianas no tuvieron una familia para reclamar? ¿Y cuántos Marino le arrebataron la vida? Esto no puede volver a suceder.”
Desde afuera también acompañaron la visibilización del travesticidio de Amancay Diana Sacayán, los artistas de Sudor Marika, el bachillerato trans Mocha Celis, el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L), La Dignidad, Presentes, Furia Travesti, La Colectiva, Libre Diversidad y la Agrupación LGTBI 1969, entre otras.