Techos de cristal y pisos pegajosos

Techos de cristal y pisos pegajosos

Pasados casi tres años desde la primera marcha Ni Una Menos, las mujeres cada vez toman más conciencia de las desigualdades existentes, tanto en el plano político y social como también económico y laboral. Mientras que la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito se instala con fuerza, como la denuncia de la violencia del acoso callejero, en el ámbito de la economía aún están bastante invisibilizadas las enormes diferencias que separan a hombres y mujeres.

“Las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres en el plano económico y laboral son muy diversas. Desde el vamos, las mujeres tienen tasas de actividad menores que los varones, pero cuando uno después analiza la tasa de desocupación resulta que la femenina es mayor a la masculina”, comenta Violeta Guitart, economista y co-editora de EcoFemini(s)ta, una organización nacida en el 2015 que tiene el objetivo de visibilizar la desigualdad de género a través de la difusión de estadísticas y contenidos académicos.

Tres mujeres trabajan sobre una camisa colocada en un maniquí.

Entre hombres y mujeres hay una brecha salarial del 27% en el mercado formal formal y llega a casi el 40% en el informal.

“La brecha salarial es del 27% en el mercado formal y llega a casi el 40% en el mercado informal”, agrega Candelaria Botto, economista y coordinadora de voluntariado de la organización. “Hablamos de dos personas, que son iguales en papeles, cumplen la misma tarea, con la misma capacitación y cobran distinto según su género. Es es una discriminación directa: una mujer cobre el 27% menos que un varón, solo por el hecho de ser mujer”, finaliza.

La metáfora del techo de cristal, para mostrar cómo las mujeres no acceden a los puestos jerárquicos, y del piso pegajoso, que hace ver cómo suelen quedar adheridas a los puestos de menor calificación, explican la otra parte de la brecha.

“También sucede que hay una continuidad en los trabajos que realiza la mujer. En el siglo pasado estaba atada solo al trabajo del hogar. Entonces, cuando sale al mercado remunerado hay una continuidad en las tareas que realiza. Sectores como la docencia, enfermería y empleada doméstica están feminizados, mientras que la construcción, la logística y el transporte son sectores masculinizados”, afirma Candelaria.

“Cambió la inserción de la mujer en el mercado pero no la situación en los hogares», destacan Eliosoff Ferrero y Laterra.

“Esto es parte de una construcción social, que se manifiesta, entre otras cosas, en la división sexual del trabajo. Esta reproduce una división de tareas entre las que corresponden a la esfera pública (vinculado a lo masculino) y la esfera privada (vinculado a lo femenino)”, explican Maria Julia Eliosoff Ferrero y Patricia Laterra, ambas integrantes del Espacio de Economía Feminista de la Sociedad de Economía Crítica.

La perspectiva de género en el plano económico ha planteado nuevas problemáticas, que ayudan a pensar nuestras actividades y reclamar por más derechos. Se han visto grandes avances en cuestión de participación de la mujer pero uno de los mayores problemas es el del trabajo doméstico no remunerado. Estudios de uso del tiempo del INDEC, realizados en 2013, muestra que la mujer usa 6,4 horas al día en trabajo doméstico que no se paga, mientras que el varón lo hace en una proporción de 3 horas.

“El aporte fundamental de la economía feminista es el trabajo doméstico no remunerado y es una crítica al concepto de trabajo clásico elaborado en la economía, que se olvida de todo este aporte que hacemos las mujeres a la producción social”, explica Candelaria. “Todo el sistema productivo se basa en este trabajo que hacemos nosotras, que es invisible porque se realiza dentro del hogar y no es reconocido socialmente. Hoy en día sigue estando la pregunta ‘¿Tu mamá trabaja? No, es ama de casa’”, destaca la paradoja.

Tres mujeres sostienen sobre sus piernas a sus hijos.

El trabajo doméstico, al no ser reconocido socialmente, también es un factor que marca desigualdades.

Eliosoff Ferrero y Laterra agregan: “Hoy cambió la inserción de la mujer en el mercado salarial, pero no la situación al interior de los hogares. Hoy sí hay mayor visibilidad del trabajo no remunerado y de cuidados, pero todavía está en discusión el cómo se construye culturalmente la división sexual del trabajo”.

Finalmente, las integrantes de la Sociedad de Economía Crítica opinan sobre las medidas que se deberían tomar para generar una sociedad más equitativa, entre ellas “implementar y ampliar la ley de cupo laboral para personas trans, travestis y transgéneros y para mujeres con discapacidad y mujeres indígenas; licencias por violencia de género y la socialización, desprivatización y desfamiliarización del trabajo doméstico”. Violeta Guitart, por su parte, concluye: “Si bien hubo cambios, y cada vez hay más conciencia de las desigualdades de género, la perspectiva de género aún no es transversal en el análisis económico y en análisis de las políticas públicas, y mucho menos para su implementación, entonces es necesario que empiece a ser transversal y no un eje aparte en los distintos análisis”.

Una mujer trabaja en el marco de la jornada "Cocer en la Calle" como forma de protesta por la finalización del programa "Proveedores del Estado"

La discusión también gira en torno a cómo se construye culturalmente la división sexual del trabajo.

Desalojan una fábrica recuperada

Desalojan una fábrica recuperada

Hoy a las cinco de la madrugada, 600 efectivos policiales -infantería, cabellería, oficiales con caninos- se presentaron en la fábrica ex Petinari para concretar el desalojo de los 120 trabajadores que conforman la cooperativa ADO constituida en agosto de 2015, luego de que en febrero venciera la suspensión de desalojo que los trabajadores habían conseguido por 30 días.

En diciembre del año pasado iba a declararse oficialmente la quiebra de la empresa. Pero Petinari solicitó una prórroga y el juez postergó la sentencia definitiva para el 17 de marzo de este año.  A pocos días de la resolución, el presidente y delegado gremial de ADO, Jorge Gutiérrez, sostuvo, en diálogo con ANCCOM, que «el fuerte operativo de desalojo de alguna manera nos favorece porque demuestra que la intención de ellos no es pagar sino sacarnos de la fábrica».

Gutiérrez explicó que 20 trabajadores permanecían de guardia cuando la policía llegó  a la fábrica. Los trabajadores se retiraron pacíficamente y están acampando afuera como forma de resistencia hasta que resuelva el juez.

Sobre la situación económica actual de la cooperativa, Gutiérrez contó que mejoró en relación al año pasado y que ahora esperaban poder retirar las unidades que quedaron adentro para terminar el trabajo aunque sea afuera de la fábrica y no perder la confianza de sus clientes. «Volvemos a nuestra lucha. Moralmente estamos más fuertes que antes -expresó Gutierrez- Estamos a pocos días del final. Nuestro sueño sigue siendo mantener las fuentes de trabajo».

http://%20https://youtu.be/n26CmHtyQd4

Actualizado 3/3/2017

Letra muerta

Letra muerta

Pese al compromiso firmado el 22 de noviembre pasado entre el gobierno, empresarios y sindicalistas nucleados en la CGT, para evitar el despido de personal hasta el 1 de marzo de este año, el último informe del Centro de Economía Política Argentina -CEPA- revela que hay un promedio de 190 trabajadores por día que son despedidos.

En total ya suman 245.466 los despedidos y suspendidos desde que asumió Mauricio Macri, entre los 74.655 del sector público y los 170.811 del sector privado. Las principales ramas afectadas son la de construcción, metalúrgica y textil, aunque no son las únicas. En tanto, desde la firma del pacto, hace 3 meses, se destruyeron más de 13 mil puestos.

Las cifras del CEPA contabilizan los despidos a partir de la asunción del macrismo en diciembre de 2015 y detallan que el sector más afectado por esta problemática es el de la construcción, con 60.626 pérdidas de fuentes de trabajo. Le sigue la rama de la metalúrgica con 17.567 entre despidos y suspensiones. ANCCOM intentó dialogar con los referentes de la UOCRA y la UOM pero no hubo respuesta desde esos gremios.

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Ola de despidos

Hace una semana, la empresa alemana Mefro Wheels cerró su planta en Rosario y dejó sin trabajo a 170 empleados. A fines de enero, la ensambladora de computadoras Banghó había hecho lo mismo con más de 200 trabajadores, de su fábrica ubicada en Vicente López. Luego de la protesta de la UOM, esos despidos se convirtieron en suspensiones. Por otra parte, también durante enero cerraron dos plantas de la empresa textil Alpargatas, empujando al desempleo a unas 200 personas.

Hernán Letcher, economista y director del CEPA, explica que la situación en la construcción se debe a la paralización de la obra pública a inicios de 2016. En cuanto al sector metalúrgico agrega: “En general es una actividad vinculada a la mayoría de los sectores productivos, como todo se retrajo, esto la afectó por distintos lugares”.

Otra de las ramas más desfavorecidas es la textil, que sufrió, según los registros del CEPA, 3.752 pérdidas de empleo y 11.820 suspensiones. Hugo Benítez secretario general de la Asociación Obrera Textil-AOT- se refiere a las dificultades que atraviesa su sector: “Es todo una cadena, aumentan los insumos porque hay una inflación del 41%, hay recesión en la producción, no hay consumo y eso hace que la industria nacional esté prácticamente paralizada”.

Como la mayoría de la actividad económica, la industria textil fue perjudicada por la apertura de las importaciones y la caída del poder de compra. Al respecto, Letcher señala: “El área textil está íntimamente ligada al mercado interno, al caer el salario real un 6%, se vio afectada y más si incluso parte de los que se compra viene de afuera”. Benítez, de la AOT, alerta sobre la situación: “Si la política económica no habilita la posibilidad de que se reactive el consumo, chau. Todas las empresas que suspendieron y despidieron, si cuando reincorporen a la gente no tienen la posibilidad de sacar el stock, los trabajadores vuelven otra vez a las casas o a la calle”.

En el estudio realizado por el CEPA también se registra la expulsión de trabajadores en otras áreas de la producción que no llegan a ser tan impactantes aún. Es lo que ocurre por ejemplo con el sector de frigoríficos donde se registraron 3.071 despidos. Lo mismo que en plásticos y curtiembres donde hay 406 entre cesantías y suspensiones para el primero y  374 para el segundo.

Claudio Blanch, secretario general adjunto de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados, señala que en su sector donde el 20% de la producción se exporta, los conflictos se dieron en el área comercial debido al impacto en las ventas de la caída del consumo de carne vacuna. El sindicalista destaca que su gremio no sufrió grandes despidos aunque reconoce que hay mermas en la cantidad de horas de trabajo, lo que en definitiva influye en los sueldos: “Tenemos una herramienta fundamental que es la garantía horaria, son 140 horas mensuales garantizadas que si no se llega a cumplir esa cantidad las tienen que pagar igual. Es una instrumento que están utilizando mucho los empresarios y por eso no hay tantos despidos”, puntualiza.

En curtidores,  las características de la industria, que exporta el 93% de la producción, también minimiza el impacto de los conflictos. Sin embargo, Walter Correa, Secretario General de la Federación del Cuero admite dificultades para la pequeña empresa: “Las pymes están muy expuestas al cierre debido a que la industria consume mucha agua, energía y gas. Estos factores indispensables son los que están sufriendo los tarifazos y es lo que termina afectando los puestos de trabajo.” Además, Correa advierte que la combinación de “las importaciones, el tarifazo y que se haya detenido el consumo local, son las tres causas que detonan la pérdida del empleo”.

Letcher, en la misma línea que Correa, agrega: “De las tres razones, la más importante es la caída del salario real, es la que más ha afectado la producción interna”. Y aunque analiza que no se prevé que en el 2017 vayan a mantenerse los mismos niveles de destrucción del empleo que los del año 2016, alerta sobre las importaciones: “Todavía no han llegado a su techo, lamentablemente van a hacer estragos incluso todavía más adelante.”

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Desde las bases

Actualmente, dentro del gremio liderado por Correa, trabajadores de la curtiembre Espósito en Avellaneda, mantienen un conflicto con la fábrica, que estuvo cerrada durante un mes en octubre del año pasado. Al reabrir en noviembre, de 108 trabajadores que había, despidieron a 58. Aún hoy esos empleados aguardan una audiencia en el Ministerio de Trabajo para llegar a un acuerdo con los dueños de la empresa que ni siquiera presentaron una propuesta de pago por las indemnizaciones correspondientes. Daniel Flores, delegado en Espósito,  advierte que: “Ya veníamos con una baja de trabajo pero no como para que despidan así a 58 compañeros”.

Correa se muestra escéptico respecto al rol del Estado: “El Gobierno echa gente desconociendo los propios acuerdos que firma. Y el viceministro de Trabajo (nota de la r: Miguel Ángel Ponte) les responde a los compañeros gráficos que no puede hacer nada porque la situación está superada”. Recordemos que a fines de enero el Grupo Clarín despidió a 300 trabajadores de su  planta de impresión del barrio porteño de Pompeya.

Otra empresa en donde hubo conflicto durante el último mes fue Mascardi, perteneciente al sector del plástico. En enero hubo 42 cesantías, que fueron reincorporadas por la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. En febrero al vencer la medida se volvió a despedir a los mismos empleados y a otros ocho, originando la toma de las instalaciones de la fábrica. “La toma se decidió levantar porque dieron marcha atrás con los despedidos, los nuevos y los viejos, y se comprometieron a pagar el 100% las indemnizaciones”, comenta Emmanuel Kommers, delegado en Mascardi y agrega: “Están siguiendo una línea general. ¿Quién les va a decir algo?. Es un ajuste a todos, no solamente acá, hay miles de lugares que están iguales o peor”.

 

Marcha Federal a Plaza de Mayo; 02 de Septiembre de 2016; Foto: Nicolas Parodi / ANCCOM

Marcha Federal a Plaza de Mayo, septiembre 2016. Foto: Archivo ANCCOM

Perspectivas

“En lo que tiene ver con la industria los despidos crecen todos los meses a una tasa relativamente uniforme”, señala Letcher y en base al acuerdo antidespidos firmado por el gobierno y empresarios el 22 de noviembre pasado señala: “No tuvo efecto básicamente, las grandes empresas que lo firmaron también despidieron.” Efectivamente, el cálculo realizado por el CEPA marca que desde la firma del compromiso se produjeron 13.291 nuevos despidos, lo que se traduce en un promedio de 190 por día.

Sobre esta cuestión, Benítez, de la AOT, opina: “Las empresas que habían firmado el compromiso de no despedir, son las mismas que salieron de la Casa de Gobierno y lo que hicieron al llegar a sus empresas fue hacer todo los contrario.” En cuanto a la recuperación de los puestos de trabajo Letcher concluye: “En el sector industrial, claramente los despidos no se han repuesto. Pero en términos generales, a cualquiera que echen de cualquier actividad, está en problemas porque no tiene dónde conseguir trabajo”.

 

Actualizado 22/02/2017

La Maga olímpica

La Maga olímpica

Muy popular en los países del norte de Europa, el handball es deporte olímpico masculino desde Berlín 1936, pero en su rama femenina recién desde Munich 1972. En Río 2016 será la primera vez en la historia que la Argentina presente un equipo de mujeres en esta disciplina cuya última medalla dorada fue obtenida por las noruegas, en Londres 2012. Una de las jugadoras más destacadas de la Selección es Victoria “La Maga” Crivelli (25), quien, a días del debut contra Suecia, relata su historia, sus expectativas, la increíble clasificación para Río y su paso por la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA.

¿Cuándo comenzaste con el handball?

Empecé jugando en Ferro a los siete años. Me invitó a jugar gente de la colonia del club y no dejé más. En la Selección arranqué en 2005, siendo cadeta. Tenía 14 años. Viajamos a un Panamericano en Brasil. Le ganamos la final a las locales a estadio lleno. A esa edad, después de ir perdiendo 7 a 1 y darlo vuelta, fue un partido increíble. No me olvido nunca más.

¿Por qué nunca jugaste en equipos del exterior?

Salieron oportunidades de ir a Brasil, España e Italia pero no me animé a dar el paso. Creo que es importante darlo. Todavía estoy a tiempo. Pero Ferro siempre me “tiró” mucho. Pusimos  objetivos nuevos a ganar con el club. Y como estas cosas ya se dieron, quizás ahora sí estoy pensando en dar el paso a Europa. Está abierta la posibilidad de charlar con algún club a fin de año. Los sueldos que se pagan afuera son bajos. Sirven para crecer en el deporte más que nada. Lo haría para vivir la experiencia. Tengo 25 años y no sé si voy a dedicarme 10 más a esto. Creo que es un buen momento, más allá de lo económico, para la experiencia de vivir en otro país.

Ahora estudiás publicidad pero antes estudiaste Ciencias de la Comunicación en la UBA, ¿cómo fue la experiencia?

Hice el CBC y diez materias más. Cursé en la sede de Ramos Mejía al principio y después en Santiago del Estero. Pero se me hizo muy difícil en la UBA ir paralelo a la carrera deportiva y entonces me alejé, pero ojalá vuelva, mi idea es retomar la carrera. Me acuerdo de un profesor de Taller (de Expresión) I que me marcó mucho lo bien que explicaba. Teníamos redacciones para todas las clases, eran tremendas las correcciones que nos hacía. Te cambiaba la forma de escribir. También me acuerdo de un profesor de Sociología del CBC. Los profesores de la UBA están muy formados. Mi problema no fue con los ellos sino con el sistema. Me complicaba. Pero algún día pienso en volver.

¿Qué opinás de la difusión del handball en Argentina?

Se está dando una vuelta interesante a partir de los logros que se van dando, en especial de los varones y de nosotras que nos vamos acercando. El marketing de la Selección Nacional está funcionando mucho mejor, tiene actividad en las redes sociales, eso es clave. Desde la Confederación Argentina de Handball, la Federación Metropolitana de Balonmano y el Comité Olímpico Argentino nos piden que tengamos actividad, eso acerca sponsors. Considero que acompaña el crecimiento deportivo de la Selección.

¿El Estado apoya al Seleccionado?

Recibimos dos tipos de becas: las de Secretaria de Deportes de la Nación y las del Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD). Estas últimas son las que vienen del impuesto a los celulares. Con eso estamos mejor. Desde 2010  que se viene mejorando. El apoyo del ENARD es importante. Porque nos dan obra social, nos ayudan con las becas y con la preparación. Por ejemplo, nos pagan los viajes de partidos que jugamos en el exterior. En Argentina la competencia no es muy buena y necesitamos ese roce con otros equipos. Hace un tiempo que vamos a Hungría una vez al año durante 15 días, para competir. Ese viaje costoso lo banca el ENARD. La Confederación sola no podría hacerse cargo. Las becas del ENARD y de la Secretaría de Deportes se dividen por categorías. Nosotras en este momento somos de la categoría “Medalla Panamericana”. Luego de los Juegos pasamos a ser “Participación Olímpica”. Según cada categoría se modifica el monto que se recibe. Nosotras recibimos de Secretaria 8.000 pesos cada una  y del ENARD lo mismo.

¿Qué les exigen para acceder a las becas?

El cuerpo técnico se encarga de completar las planificaciones y los formularios. Nosotras entrenamos durante todo el año de lunes a jueves por la tarde y algunas veces doble turno. Pero hay otros deportes que lo hacen con otro ritmo, a veces más cercano al momento de la competición. Hay premios extras por alcanzar logros. En los Panamericanos de Toronto, por ser medalla de plata, tuvimos un premio económico de 20.000 pesos para cada una. En los deportes individuales el premio es más grande. Desde principio de año se viene hablando con el secretario de Deportes (Carlos McAllister) para que las becas aumenten. Se propuso que los deportistas estemos disponibles para hacer clínicas en colegios o clubes con chicos. Me parece muy buena idea.

¿El apoyo estatal se refleja en el desempeño?

Sí. Argentina está un paso atrás de Brasil. Estamos a la par de Cuba. Somos los tres mejores de América.  Las chicas de Uruguay, por ejemplo, no lo tienen. Entrenan, trabajan, estudian. No están ni cerca de la estructura que hay acá y nosotras ni cerca de la de Brasil. El apoyo es clave. México y Chile se han metido en mundiales solamente por el apoyo económico que tienen y Uruguay no.

¿Cómo fue la clasificación  a los Juegos de Río?

Fue un momento increíble. El año anterior lo habíamos vivido con mucha presión nosotras. De América solo clasifica un país a los Juegos. Y siempre es Brasil,  potencia mundial. En esta ocasión al estar ellos ya clasificados por ser organizadores, era nuestra única oportunidad de participar, por lo menos hasta el momento. Nosotras perdimos el partido definitivo con Cuba. Era el que teníamos que ganar. Y ahí se nos vino el mundo abajo. Estábamos en el vestuario, todas llorando, diciéndonos que “no jugábamos más al handball”. Pero el deporte tiene cosas increíbles. A los dos días Uruguay le ganó a Cuba, resultado que no imaginábamos y que nos favorecía. Ahí se nos abrió otra posibilidad para la clasificación. Nos tuvimos que sacar esas lágrimas de encima para ganar a Chile y no tropezar por segunda vez. Ganamos. Más tarde jugamos con México y ahí esa tristeza de Cuba, pasó a la felicidad total de la clasificación. Se te cruzan mil cosas por la cabeza: el club, la familia, todo lo que en la adolescencia dejaste de lado por jugar. En el instante de la clasificación es un “todo valió la pena”. Todo el distanciamiento de los meses previos que teníamos con nuestra familia, pensando solamente en el partido con Cuba. También eso nos jugó en contra. La presión que nos generamos durante el partido con Cuba nos hizo entrar muy nerviosas, y así nos fue. Pero por suerte se terminó dando a nuestro favor.

"Es mi vida. Porque todo lo que me viví me pasó con el handball", afirmaba Victoria Crivelli.

«Es mi vida. Porque todo lo que me viví me pasó con el handball», afirmaba Victoria Crivelli.

¿Cómo fue la noticia de que ibas a los Juegos?

Por lo general el plantel es el mismo. Las convocadas están dentro de 25 chicas que jugamos siempre. Lo complicado era ahora cuando se cerraba la lista de Rio, que es muy corta, somos 14 más 1 (se suma al plantel solo en caso de lesión de una jugadora que no le permita continuar el torneo). El martes 12 de julio nos dieron la lista definitiva. Por el rol que una ocupa en el equipo se va dando cuenta si vas a estar o no en la lista. Pero ese día es muy duro, de sensaciones encontradas. Alegría de viajar, pero la tristeza de que mi compañera, que hizo exactamente lo mismo que yo, se queda fuera. Y más si esa compañera es una amiga, es más difícil.

¿Qué objetivo se fijaron para la competencia?

Lo que más me gustaría es jugar bien todos los partidos. A diferencia de Toronto, en esta ocasión no tenemos presión. Todos los equipos que están, en los papeles, son superiores a nosotras. Así que deberíamos ir sin presión y jugar relajadas. Mi desafío personal es encontrar nuestro mejor juego. Después, esto es deporte, y todo puede pasar. Hay equipos que si los tenés “gol a gol”, y no están acostumbrados a tan corta diferencia, podés dar un batacazo. Nosotras le apuntamos a Corea que es nuestro último partido. Pero Corea es medalla Olímpica. Suecia, es el tercero de Europa y está en nuestra zona. Pasar de ronda sería la gloria. Es diploma olímpico ya.

¿Hiciste alguna promesa por si logran el objetivo?

Todavía no se habló en el grupo. Pero se va hablar. Siempre lo hacemos. En Toronto, tras la clasificación, nos prometimos tirarnos al lago, helado, y lo hicimos. Nos vinieron a filmar de algunos canales. Personalmente no pensé en nada. Desde que dieron la lista empezamos a pensar en Río. Antes era toda la tensión de no tener certeza de ir o no. Pienso que va a ser todo tan grande lo que va  a pasar que no me lo puedo imaginar. Cuando llegue a la Villa Olímpica y me cruce con (Roger) Federer y diga “bueno, mirá dónde estoy”, ahí pensaré alguna promesa.

¿Cómo imaginás la experiencia en la Villa olímpica?

La idea es vivir los Juegos y disfrutarlos.  A quien más deseo cruzarme es a Manu Ginóbili. Es el mejor deportista argentino. Ya ir con Luis Scola viéndolo llevar la bandera nacional, será “recontra groso”. Pero bueno, Federer, (Usain) Bolt, son gigantes…

Los Juegos son en Río de Janeiro, en medio de la crisis política que vive Brasil, ¿estás al tanto de la situación?

Sí, me interesa. No me gusta lo que está pasando en América en general con el tema político. Pero no nos afecta eso. No hablamos del tema. Yo sí pero porque a mí me interesa. Nos llegan mensajes o avisos con el tema de los atentados, que Río es objetivo terrorista, y esas cosas. Eso nos llega y una piensa en la familia que va ir a vernos. Pero no creo que sea tan grave. Los deportistas estamos súper cuidados. Ya me pasó en Medellín. Es una ciudad hermosa pero con mucha polarización social y nosotras íbamos rodeadas de hombres armados. Pero eso no te saca del juego. Una hace lo suyo, te abstraés.

¿Qué opinás de la polémica que desató que la antorcha olímpica fuera llevada por la actriz-DJ argentina Calu Rivero?

Te lo digo como deportista y como estudiante de publicidad. Lo de Calu Rivero fue una movida de prensa. Fue llamativo, porque no representa en nada al deportista olímpico, que en base es amateur. Por eso chocó. No me hace gracia que la lleve, pero entiendo porque lo hizo. Entiendo, y no como vidrio, que los Juegos están bancados por sponsors y Calu es auspiciada por  una marca de ropa deportiva. Sé que tuvo que ver con eso. Es más, después (Sebastián) Crismanich llevó la antorcha representando al país.

¿Qué disfrutaste más, ¿haber ganado el premio Jorge Newbery 2015 como deportista destacada de la Ciudad de Buenos Aires o ser parte del plantel olímpico?

Los Juegos, sin duda. El premio tiene de bueno que me lo dieron por los logros que obtuvimos con Ferro. Ganamos todo lo que jugamos. Y con la Selección logramos la clasificación. Es un premio “re” de equipo. Me lo dan a mí pero son por logros de conjunto. Te cambio todos los premios del mundo por  jugar en Río.

¿Te imaginás en los Juegos de Tokio 2020?

No sé. Falta bastante. Hace mucho que hago esto y ya tengo ganas de otras cosas. Desde chica siempre tuve la suerte de viajar a torneos de categorías más grandes. Ya viví todo y es difícil encontrar una motivación. Si decido irme a jugar fuera es una forma de motivarme de nuevo. Después de Río sigo y más adelante, no sé.

¿Qué es el handball para vos?

Es mi vida. Porque todo lo que me viví me pasó con el handball. Lo que logré tener, viajar, amigos, hasta mi novio. Lo que más me deja es la gente que conocí. Siendo deportista de alto rendimiento, se compite mucho con amigas, sin duda la gente y amigos son lo mejor que me dio el handball. Afectó lo bueno y lo malo de mi vida.

Actualizada 02/08/2016