


El aborto es legal en la Argentina
A las 4:12 de la madrugada se anunció en el recinto del Senado de la Nación, ante la mirada de gran parte del país que se mantuvo en vela, la aprobación de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Fueron 38 votos afirmativos, 29 negativos, una abstención y cuatro ausencias. En las afueras del Congreso, los gritos de alegría no se hicieron esperar tras las largas horas de vigilia. Con amplia legitimidad a partir de hoy el aborto en Argentina es legal, seguro y gratuito. En la misma sesión, fue sancionada la Ley de los 1.000 Días, que prevé el cuidado y la salud integral durante el embarazo y la primera infancia. Tras una extensa jornada de debates que inició a las 16 horas del martes, los resultados superaron las expectativas de todos. Ya que durante la jornada se hablaba de una paridad entre quienes aprobaban y rechazaban la norma, con cuatro indecisos y dos ausentes (entre ellos el ex presidente Carlos Menem), por lo que los resultados eran difíciles de descifrar en el inicio, y el debate parecía reñido.
Las calles, como cada jornada feminista, estuvieron colmadas por miles de mujeres de distintas edades con sus sonrisas, esta vez tapadas por los barbijos. La esperanza las convocaba y no fueron defraudadas: se hizo historia en Argentina. Las lágrimas corrían por las mejillas y los abrazos intentaban contener la emoción de generaciones de mujeres que por fin habían conquistado un derecho que reclamaban desde hace décadas. Las movilizaciones empezaron desde temprano y durante el transcurso del día distintas agrupaciones fueron rodeando el Congreso para pedir, una vez más, que se consagre el derecho a decidir sobre los cuerpos gestantes. La agitación era evidente, nadie sabía exactamente qué iba a ocurrir. Algo parecido sucedió en 2018 cuando el proyecto se rechazó, pero esta vez, si bien las predicciones eran inciertas, los rumores sobre una leve ventaja alumbraban una esperanza que se iba incrementando a medida que transcurría el debate en el Senado.
La IVE legaliza la práctica del aborto durante las primeras 14 semanas de gestación. En el caso de las menores de 13 años, se deberá contar con un consentimiento informado y la asistencia de un padre o tutor legal. Otro punto sobresaliente fue la objeción de conciencia por parte del profesional de la salud, quienes tienen derecho a decidir si desean o no realizar la intervención, aunque no podrán negarse en caso de que la vida de la madre corra riesgo. Además, las obras sociales y prepagas deberán incorporar la cobertura gratuita. La ley busca también fortalecer el cumplimiento y correcta implementación de la Educación Sexual Integral, vigente desde 2006.
La despenalización del aborto es una conquista de la lucha feminista y es especialmente importante para los sectores más vulnerables, donde hasta ahora las mujeres se veían obligadas a recurrir una y otra vez a la clandestinidad. Nera Albornoz, representante de la Garganta Poderosa explicaba: “Las que corren más riesgos de morir en un aborto clandestino son las más empobrecidas. El aborto existió siempre en Argentina, las que tenían mejor acceso eran los cuerpos gestantes de clase media. Si tenías plata, podías tener un aborto en mejores condiciones. Si no tenías plata, corrías riesgo de vida”. La aprobación de esta ley busca disminuir la brecha de desigualdades sociales y de clase entre las mujeres. Todas las personas gestantes son ahora dueñas de sus propios cuerpos.
“La IVE es un derecho que toda persona con capacidad de gestar debería poseer, ya que es nuestro cuerpo, nuestro dolor, nuestras decisiones y planes de vida”, dice Agustina de 25 años, estudiante de Ciencia Política. “No penalizar a quien decide interrumpir su embarazo es fundamental, pero por sobre todo, se debe priorizar el acceso en condiciones salubres y acordes con una política pública, y no sólo para quienes pueden pagar una clínica privada sin riesgos de por medio”, expresó.
Mientras el debate se desarrollaba en el recinto, el arte inundaba las calles. Pinturas, bailes, cánticos, y música de los tambores de las batucadas. Muy cerca del Congreso, el colectivo Actrices Argentinas, que siguió presionando con fuerza estos últimos dos años, esperaba desde muy temprano el resultado de la votación. La actriz Laura Azcurra, con su pañuelo asistió una vez más junto a sus compañeras. Para ella su rol como artista es también sumamente político: “Tenemos que informar y sacarnos las caretas. Poder hacerlo desde nuestro espacio sabiendo que la gente recibe nuestros trabajos, nuestros personajes, es importante poder dar una voz social a lo que estamos atravesando”, mencionó y agregó: “Venimos con las compañeras desde que empezamos a abrazar la lucha, a exponer y comunicar la importancia de esta ley. Esto sin dudas ha sido una conquista del movimiento de mujeres y de disidencias. Pusimos este tema en la agenda, en lo social, en la comunicación, y también en la política”.
Otras mujeres que también entienden la potencia y lo convocante del arte son las chicas y disidencias de Talleres Batuka. Después de tocar varias canciones de los tambores que hacen la espera un poco menos pesada. La gente se reúne alrededor para bailar a su ritmo y animar la escena: “Para nosotras los tambores son nuestra herramienta de lucha, nosotras vamos a la calle con los tambores a visibilizar. Las clases y los ensayos son un camino que transitamos solamente para estar donde hay que estar. Para nosotras el arte es el paso a poder estar acompañando todo esto”, planteaba “Cingui” representante del taller.
Cuando la música se detuvo, los argumentos comenzaron a volverse repetitivos luego de varias horas de debates. La votación se hacía esperar, pero la alegría invadía las calles cuando alguno de los indecisos confirma su voto afirmativo. Entre ellos se encontraban Lucila Crexell, quien se abstuvo en 2018. En su discurso pronunció ciertos cambios de perspectiva: “no cambié mis creencias personales, no cambié mi modo de pensar sobre lo que creo del aborto. Cambié el enfoque sobre lo que creo de cómo debe ser abordado” y despertó gritos de festejo entre todos los presentes. Más tarde fue el turno de Sergio Leavy, diputado por el Frente de Todos en Salta, quien habría votado en contra en 2018, pero tras una reunión con Alberto Fernández unos días antes, y por la convicción de dejar de lado sus ideas personales, votó finalmente a favor de la despenalización. También votó a favor Oscar Castillo, de quien se conocía una posible abstención, y Stella Maris Olalla, la mayor incógnita entre los indecisos, quien finalizó su exposición diciendo que “se trata de una cuestión de derechos y el Estado debe elegir la continuidad de un embarazo o no, de acuerdo a la autonomía de la mujer. Mantener la prohibición no eliminará el sistema clandestino”.
El debate y los cambios de opinión de la sociedad en general y de los senadores en particular, fueron producto de la lucha feminista, que no dejó de recalcar la importancia de este derecho. Camila tiene 25 años, asistió a la movilización con la agrupación Puebla Fuerza Colectiva, y analiza algunas de las resistencias que se dieron años atrás: “Considero que las principales dificultades se encuentran en concepciones que son antiguas, que no responden a la sociedad de este siglo. Creencias que son obsoletas, y que la ciencia ha demostrado enormemente erróneas. La desinformación es, sin duda, la mayor dificultad”, sintetizó.
Luego de los abrazos, festejos y más bailes, aquellas chicas que pusieron su cuerpo durante estos años, que supieron hermanarse y que cantaron y vibraron al unísono, levantando sus pañuelos en alto, se alejaron de las calles para descansar, sabiendo que esta conquista es sólo el inicio de la lucha que continúa sosteniendo: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.
Esta vez, el grito resonó con la convicción de haber conquistado otro derecho.

El aguante afuera del Congreso

Ya es media ley
Tras veinte horas de debate ininterrumpido, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Fueron 248 votos en total, de los cuales 131 fueron positivos, 117 negativos y 6 abstenciones.
Mientras en el recinto los legisladores argumentaban a favor y en contra de la legalización del aborto, afuera del Congreso había una concentración multitudinaria a la espera del resultado. Los 37 grados de calor no impidieron que, como en 2018, se llenaran las calles de personas acompañando el debate. El color que se destacó fue el Verde; la consigna ¡Que sea Ley! El calor descendía a medida que avanzaban las horas, no así la cantidad de personas que se encontraban rodeando el Congreso. Bombos y platillos sonaban de fondo mientras la pantalla de la intersección de las avenidas Callao y Rivadavia transmitía lo que sucedía dentro del recinto.
Las personas allí reunidas seguían atentas lo que ocurría en el escenario montado frente al Congreso por la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito. Otras bailaban al ritmo de les artistas que sonaban en el escenario montado en la esquina de Callao y Mitre. En los momentos de pausa o donde no llegaba tan fuerte el sonido, nuevos ritmos afloraban de los gazebos de las agrupaciones. La cumbia feminista y el reggaeton acompañaban la ansiosa espera, que se seguía extendiendo como las sonrisas de les participantes. Carolina, joven trabajadora social, formaba parte de esta multitud: “Estoy feliz, tanto tiempo esperando este momento histórico me genera alegría, veo la potencia de estar en la calle todes juntes nuevamente, conquistando nuestros derechos y poniendo el cuerpo donde hay que ponerlo que me emociona”, señaló.
Baile y atención: cuando en la pantalla se llenaba de discursos en contra de los derechos de las mujeres, en las calles sonaban silbidos y repudios al diputado de turno. Cuando la pantalla transmitía la importancia del derecho a decidir, aparecían los aplausos y cánticos para ese diputade que representaba la ampliación de derechos que se exige con el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Lara, militante feminista y del aborto legal, estaba atenta a escuchar los argumentos que se exponían en la pantalla. “Estar acá, en la calle nuevamente por el aborto legal me genera varias emociones. Por un lado es un pesar, como algo que quedó en el tiempo, como un reclamo del pasado, parece un chiste que tengamos que seguir explicando por qué es fundamental la legalización de un derecho tan necesario. Por otro lado, me llena de emoción, orgullo y alegría sentirme parte de un colectivo enorme que no bajó los brazos nunca, que peleó y peleará por nuestros derechos, deseos y sueños todos los días con respeto, con escucha al otre, siempre ampliando, siempre hacia adelante”, refexionó.
Fue una alegría contenida que toda junta se encontraba, hacía muchos meses la ola feminista no inundaba las calles de la ciudad. Desde el confinamiento por la pandemia del virus COVID-19, donde hubo que mantener distancia social, el movimiento se vio directamente afectado. Es en la calle, entre todes y a los gritos, que esta marea supo construir una voz fuerte para que los políticos y los gobiernos atiendan las problemáticas que hacen que haya una muerta, por su sola condición de mujer, cada 31 horas.
Este intervalo, durante el período de distanciamiento, no implicó una desarticulación, sino más bien, una vista en perspectiva de la fuerza de las feminidades en la calle que conforman la lucha. Fuerza que pudo trasladarse a la virtualidad, a través de redes sociales, la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, agrupaciones y colectivos feministas, inundaron las redes sociales con la consigna “Alberto tenés un atraso”, ejerciendo presión para que el Presidente incluyera en la agenda del Congreso, el debate de la ley para este año.
Sin olvidar la importancia del cuidado de la salud en contexto de pandemia, tampoco hay que olvidar que esta ley atiende un problema de salud pública. Un aborto legal en vez de clandestino, será una práctica segura que evitará miles de muertes de mujeres y cuerpos gestantes que buscan interrumpir de manera voluntaria sus embarazos.
La presión tuvo sus frutos y se presentó el proyecto junto con el “Plan Mil Días” de acompañamiento a las madres y niñes hasta los tres primeros años de sus hijes.
El proyecto que ayer obtuvo media sanción, autoriza la interrupción del embarazo hasta la semana catorce (inclusive) de gestación. Una vez solicitado deberá ser efectuado en el plazo máximo de diez días corridos. Asimismo, se establece que la práctica deberá ser incluida en el Programa Médico Obligatorio (PMO) para garantizar la cobertura integral y gratuita tanto del sector público como de las obras sociales y prepagas.
El proyecto del oficialismo tiene algunos puntos salientes en relación con el proyecto de la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito. Los diputados que promueven el aborto legal, introdujeron cambios al proyecto de la Campaña en lo referido a la objeción de conciencia de las instituciones sanitarias privadas para facilitar su sanción en el Senado.
Se establece que los centros de salud privados o de seguridad social que no cuenten con profesionales para realizar la interrupción del embarazo por objeción de conciencia, deberán prever y disponer la derivación a un lugar de similares características, donde se realice efectivamente la prestación. Se aclara que «en todos los casos se debe garantizar la realización de la práctica» y que «las gestiones y costos asociados a la derivación y el traslado quedarán a cargo del efector que realice la derivación».
También se incorporó que, para los casos de menores de 16 años que decidan abortar, se requerirá su consentimiento y se procederá conforme lo dispuesto en el artículo 26 del Código Civil y Comercial, que indica que «la persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales». Para las menores de 13 años, se exige la asistencia de al menos uno de sus progenitores o representante legal.
El debate estuvo dividido no tanto por colores políticos de los representantes sino por sus convicciones individuales. Afuera estaba la multitud, separada en dos bandos separados, que reflejaba esta división. Con un vallado en el medio de la plaza, desde Rivadavia hacia Corrientes, se ubicaron quienes apoyan la ley, representades con el pañuelo verde de la Campaña, el glitter y el baile de la multitud. Del otro lado, de avenida Entre Ríos hacia la avenida Belgrano, quienes se posicionan en contra, con pañuelo celeste, rosarios y crucifijos de la Iglesia católica.
A las 7.23 de la mañana se realizó la votación y estalló la ovación de la multitud que se encontraba del lado verde del Congreso. Fue un canto de alegría por la ampliación de derechos que plantea el avance en esta media sanción. “Estamos en un momento importantísimo de la historia, un antes y un después. Diputados dió la media sanción y esta vez esperemos que el Senado esté a la altura de las demandas del pueblo”, expresó Lara.
Una de las últimas oradoras fue la diputada del Frente de Todos Gabriela Cerruti: “Cuando una ley se construye sobre los reclamos de las organizaciones y los colectivos, cambian los paradigmas”. La voz de un megáfono confirmaba esta reflexión: “¡Estamos haciendo historia compañeras!”
El tratamiento del Senado se estima que será el 29 de diciembre. Aun si se aprobara, la lucha no terminará en esa votación, como aseguró la joven militante: “Una vez que sea ley, este poderoso colectivo se tendrá que sentar a seguir debatiendo, a ampliar el horizonte, porque esto recién empieza”.

Humedales sí, countries no
El conflicto por la conservación de los humedales en el partido de Berazategui, a 32 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, toma repercusión debido a la intervención de organizaciones ambientales que buscan proteger estos espacios naturales frente a la explotación del suelo que generan distintos emprendimientos inmobiliarios por parte de empresas privadas.
El negocio de la urbanización pisa fuerte en una zona donde existen grandes extensiones de tierra. Pero si encima se lleva a cabo donde existen humedales, el daño al medioambiente puede ser irreparable, ya que su característica es que logran acumular gran cantidad de agua, la cual puede ser utilizada tanto para el consumo humano como para la producción, además de tener la capacidad de evitar inundaciones en zonas aledañas.
En los últimos meses desbordó el reclamo de diferentes organizaciones ambientales por la construcción ilegítima de barrios privados o countries en la costa ribereña del partido de Berazategui. Las denuncias señalan que la zona está sufriendo un cambio en el uso del suelo para emprendimientos privados, lo que genera un impacto ambiental significativo para los vecinos del partido. Por empezar, para construir es necesario levantar terraplenes, lo cual altera la pendiente del suelo y genera inundaciones.
El ojo de la tormenta está puesto en el Municipio, acusado por los ambientalistas de ser el principal responsable de facilitar el acceso de áreas protegidas a los inversionistas privados. En relación a esto, Edgardo Boiraz, referente del Foro Regional en Defensa del Rio de la Plata, la Salud y el Medioambiente, pone de manifiesto que: “El problema concreto alrededor de los humedales es que los countries obtienen rezonificaciones a medida de sus necesidades y una intendencia proclive a conceder excelentes territorios a los barrios cerrados, lo que generó que los últimos 33 años existan 33 nuevos barrios cerrados.”
El primer atentado contra las zonas protegidas que costean el partido de Berazategui se dio en el 1996 cuando se llevó a cabo el inicio de la construcción del proyecto Country Náutico Puerto Trinidad de 360 hectáreas, perteneciente a Beccar Varela Desarrollos SA. y Sepra. “Sepultaron toda la fauna y la flora con 3,4 metros de tierra”, menciona Boiraz. Luego de varios años en donde la obra fue paralizada por distintos motivos, durante los primeros meses de cuarentena se comenzaron a reactivar actividades de desmonte y relleno sobre esta área que, según denuncian las diferentes organizaciones ambientales, está protegida por la Ley de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, la cual señala que es un sector de mediano valor de conservación y que por consecuente no se podrán autorizar desmontes en él.
La Asamblea Autoconvocada en Defensa de los Humedales y Bosque Ribereño de Hudson- Hocó, que lucha contra los abusos planteados por los negocios inmobiliarios, denuncia que la posibilidad de la explotación de las zonas de humedales solamente puede ser llevada a cabo gracias a las rezonificaciones propuestas por el Municipio de Berazategui. “La estrategia fue rezonificar el ordenamiento territorial de la provincia de Buenos Aires a cargo del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS), achicando las zonas de mayor protección y agrandando las zonas para explotar; en paralelo el Municipio junto con el Concejo Deliberante rezonifica la zona de reserva a zona residencial.”, señala Lucas Rúa, activista ambiental perteneciente a dicha asamblea.
La puja de los privados por conseguir tierras a precios más bajos, la habilitación de los funcionarios públicos para que puedan acceder a estas y la falta de una ley de conservación de los humedales son tres puntos clave para que el avance sobre estas tierras se dé sin ningún tipo de límites. “Hace algunas décadas las economías de los municipios de todo el mundo junto a los privados pusieron el ojo sobre los humedales por la riqueza que se puede hacer en terrenos tan baratos con ecosistemas a su alrededor hermosos y abundante agua cerca”, agrega Rúa.
La modificación en el ordenamiento territorial aprobada este año por el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, y con el apoyo de la OPDS permitió que la Zona de Reserva pase a ser considerada como Zona Residencial Extraurbana. Esta rezonificación habilita a los emprendedores privados a realizar distintos proyectos inmobiliarios como los casos del barrio privado Pueblos del Plata de Caputo Hermanos y Achaval Inmobiliaria, el cual cuenta con 300 hectáreas; y Lagoon Hudson, un complejo que incluye tres barrios privados, con un total de 900 hectáreas, perteneciente a la sociedad compuesta por Enrique Pedro Balsa y el Grupo Monarca SA.
Frente a esta situación, Rúa menciona que en el último tiempo se realizó una nueva calle con acceso al río, con la excusa de que era para la utilización de todos los vecinos, pero “fue meramente para la especulación inmobiliaria”. Además, cuenta que se construyó un murallón para contener al río, pero no se realizaron estudios de impacto ambiental al respecto. “La obra hoy se encuentra paralizada judicialmente sin poder terminar el último tramo gracias a la acción del Foro del Río de la Plata”, concluye el joven activista.
La sanción de una ley de humedales es un paso fundamental hacia la regulación y protección de estos ecosistemas. “Es necesario que deje bien en claro la definición de humedales para que no pueda haber arrebatos en ellos”, aclara Rubén Quintana, Doctor en Ciencias Biológicas e Investigador del CONICET y del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
Frente a los diferentes proyectos de ley que fueron propuestos en el Congreso, el presentado por el diputado del Frente de Todos y el presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, Leonardo Grosso, es el más preponderante, según Quintana. “En lo personal creo que es un texto muy superador”. Además, hace referencia a que la causa principal de que se presentaran tantos proyectos este año fueron los incendios fluviales de la región del Delta del Paraná.
“Necesitamos la presión constante para incentivar a diputades y senadores con la pronta resolución a favor del equilibrio socio ambiental”, menciona Rúa.
La situación actual que transita el partido de Berazategui con respecto al mal uso de los espacios naturales es un ejemplo del maltrato por parte de la intervención humana a estos ecosistemas a nivel país. Según Quintana, desde mediados de la década del 90 se perdieron 88 mil hectáreas de humedales, donde se construyeron alrededor de 8 mil kilómetros de terraplenes. Esto significó una pérdida del 42% de la superficie total de humedales en Argentina.
Unos de los efectos más visibles que genera el cambio del uso del suelo de la mano de los emprendimientos inmobiliarios son las inundaciones en las zonas urbanizadas, ya que el agua no encuentra espacio donde acumularse. Es evidente que la acción social que promueven las agrupaciones ambientales es la responsable de hacer visible la situación crítica que está sufriendo el medioambiente, y es la vía por la cual el tema pueda tomar mayor repercusión para que la sociedad en conjunto pueda llegar a ser consciente de que el daño contra estos ecosistemas es la causa directa de los desastres ambientales que se viven.