Fuera de escena

Fuera de escena

El rubro de los técnicos y staff escénicos es, sin dudas, uno de los más afectados por la pandemia del covid-19 debido a la suspensión de la mayoría de los espectáculos masivos desde las primeras restricciones, en marzo de 2020.

Este imponderable, también, deja al descubierto una generalizada situación que viene dándose en la industria del espectáculo: la precarización e informalidad laboral de muchos de estos trabajadores, lo que motivó que un grupo de técnicos creara hace relativamente poco tiempo el Sindicato Argentino de Técnicos Escénicos (SATE), cuya personería fue reconocida por el Ministerio de Trabajo en julio del 2015.

Fabio “Toby” Peralta (54) es vocal del gremio y un referente en el mundo de los técnicos escénicos. Su trayectoria, de casi cuarenta años, incluye trabajos con María Martha Serra Lima, Los Enanitos Verdes, Zas, Sumo, Memphis La Blusera, Los Ratones Paranoicos y Las Pelotas. Desde hace 22 años es sonidista de Los Pericos. Tony, obviamente, no saldrá indemne de esta crisis que lleva más de un año: “Hicimos [con Los Pericos] apenas dos shows en enero y febrero y gracias a eso estoy aguantando la situación. Esta pandemia nos dejó mal porque, si bien, hemos pasado cosas parecidas en épocas de poco laburo, igual te la arreglabas trabajando con otros grupos. Ahora todas las opciones de trabajo están cerradas. Se frenó todo. Algunos compañeros han tenido que vender sus cosas para bancarla… En mi caso, por suerte, Los Pericos me pagan dos shows por mes fijos, independientemente de que se hagan o no. Pero no todos tienen esa posibilidad. Esta pandemia dejó al descubierto la precarización de nuestro oficio”.

Hasta la creación del SATE nunca se había planteado seriamente la vulneración de los derechos laborales que afecta a los técnicos: “Esto siempre fue muy informal. Con el correr del tiempo todos los ámbitos del espectáculo se fueron profesionalizando menos nosotros, los técnicos. Nuestro trabajo quedó bajo la forma de una changa. Ese es el gran problema que tenemos al día de hoy y que tiene que cambiar porque salvo alguna que otra empresa que tiene empleados en blanco, los demás somos todos monotributistas. Y en esta época de pandemia quedamos en una situación de mierda, sin siquiera poder reclamarle a nadie. Y la verdad es que somos trabajadores y merecemos los mismos derechos que cualquier otro”, comenta Peralta.

Según censos realizados por el SATE, el 85% de los técnicos escénicos están precarizados: “Históricamente, este fue un oficio de amigos. Cuando nos pusimos a pensar en qué iba a pasar con nuestras jubilaciones o en el caso que nos llegara a pasar algo, nos dimos cuenta de la precarización y de que nuestras familias quedarían muy desprotegidas en este marco”, acota Peralta.

La salida improvisada para muchos fue comenzar a trabajar en otras actividades para poder sobrevivir. Algunos de remiseros, otros se han puesto una verdulería, o hacen comidas y repartos. “Entre los que somos sonidistas, salvo por algunos que son técnicos operadores y han podido hacer streaming y por ahí, manejar la situación de otra manera, son pocos los que han podido aguantar sin cambiar de rubro. Hay gente que ha cambiado directamente de oficio, esperando ver si el año que viene empieza a cambiar un poco la situación. Ahora mismo, hay gente que, trabajando en lo poco que hay, está ganando lo mismo que en 2019 y hasta menos”, informa Peralta.

Un caso paradigmático en este punto es el de Mario Samper, un histórico stage manager de 49 años, que trabaja con Las Pelotas, como productor técnico, y como stage de Lali Esposito y del grupo pop MYA pero, en este momento, hace trabajos de herrería. Samper empezó en este ámbito como plomo, en 1991, y ha conocido altas y bajas durante los años pasados junto a Fabiana Cantilo, Illya Kuryaki, Los Pericos, Árbol y los espectáculos de Cris Morena pero no vivió nada parecido a la crisis actual: “Esta situación dejó al descubierto todas las problemáticas de nuestro trabajo. Hace dos años me compré una soldadora e hice un curso de herrería. No lo hice con la intención de trabajar pero cuando empezó la pandemia empecé a hacer trabajos de herrería a través de un amigo que me recomendó a un vecino y así sucesivamente. No llego a tener un sueldo que sea suficiente todavía pero sí me está salvando. Tengo dos hijos. Por suerte mi mujer tiene un trabajo estable en relación de dependencia, entonces con su sueldo –ajustados- podemos seguir viviendo. Hay gente en este mismo rubro que vive sola y que esto es lo único que sabe hacer y que está en verdaderos problemas.”

Nahuel Rodríguez (27), que trabaja como operador de monitoreo de Nahuel Pennisi y productor técnico de MYA, cuenta su difícil situación: “Hasta el año pasado vivía en Villa Devoto pero debido a la falta de trabajo volví a Florencio Varela. El año pasado hicimos apenas dos shows con MYA. Por eso, al tercer mes de iniciadas las medidas por la pandemia empecé a vender pizzas con unos amigos. Con eso fuimos cubriendo algunos gastos hasta que un colega de iluminación consiguió trabajo en una distribuidora de café. En aquel momento, entramos varios del rubro a esa empresa. Trabajamos durante seis meses que fueron eternos. Nos fuimos en septiembre del año pasado y terminaron de pagarnos el último mes trabajado, hace dos meses. Fue traumático más que otra cosa. Ahora estoy haciendo alguna changuita de electricidad, algún arreglo de aparatos electrónicos. Vivo al día, recontra apretado pero la vamos llevando”.

Para el stage manager Alejandro Bertoli (59), la situación actual es peor que la crisis del 2001. Él, que trabajó durante años con Los Paralamas, Los Abuelos de la Nada, Zas, Fito Páez, Charly García, Baglietto, en México con Tania Libertad, Caifanes, Maná, ahora vive de prestado porque se le cortó los trabajos que tenía como stage freelancer y de alquiler de tarimas para espectáculos: “Me ayudan a subsistir mi familia y algunos amigos con la esperanza de que se los pueda devolver en algún momento, cuando todo se reacomode. La verdad es que la situación es crítica. Desde marzo del año pasado, se me acabó todo. Hice el Loolapalooza en 2019 como stage manager del escenario principal del Festival e íbamos a hacer la edición de 2020 y se canceló”.

Mario reflexiona sobre lo angustiante que es perder el trabajo al que uno se dedicó toda su vida: “Una persona de casi 50 años como yo, es muy difícil que encuentre trabajo de otra cosa. ¿Qué podría hacer yo? ¿Abrir un quiosco? Si lo único que sé hacer es esto. Hay compañeros que, incluso, tienen más edad que yo y que hasta tienen menos posibilidades porque no saben hacer otro trabajo que el que hacen con las bandas. También hay gente nueva, pero el 90% estamos pasando por la misma situación”.

Parece un panorama bastante incierto y sin un horizonte claro. Peralta comenta: “Desde el sindicato estamos ayudando a los compañeros, haciendo todo lo que se pueda para ver en qué momento podemos regularizar la actividad. A eso apuntamos nosotros, a los beneficios de cualquier actividad regulada: vacaciones, aguinaldo, tener una ART, estar cubierto, tener una jubilación… lo importante es que esté en un papel. Muchos de nosotros no sabemos ni siquiera si nos vamos a poder jubilar, y en el caso de hacerlo, ¿qué tendríamos que cobrar? ¿La mínima? Porque cobrar la jubilación del monotributo es una locura después de tantos años de haber laburado en el glamour, en el espectáculo, etc…”.

Nahuel, el más joven de los entrevistados, está evaluando la posibilidad de trabajar full time en otra actividad: “La verdad es que nuestra industria estaba destruida y con todo esto va a quedar peor. Ahora, esta situación blanqueó un montón de cosas y vemos lo maltratados que estábamos en distintas posiciones. No creo que cambien mucho esas cosas. Uno se esmeró por hacer las cosas bien, trató de capacitarse, y hoy, no sirve de nada… Nuestro rubro fue bastante ingrato, al margen del coronavirus. Así y todo, me dolería mucho tener que dejarlo. Todos los que trabajamos en esta industria lo hacemos porque lo amamos. Hay una pasión muy grande. Igualmente, siento que es tiempo de encontrar alguna otra cosa para hacer que sea un poco más segura”.

Más allá de lo que pueda afectar una pandemia a cualquier rubro productivo o comercial, lo que esta crisis puso de manifiesto, en nuestro país, es una situación de larga data presente en la industria del espectáculo que, en definitiva, la trasciende, y por ello, permite pensar en la necesidad urgente de incorporar el tema de la regularización laboral del sector a la agenda pública.

Contratá Trans como respuesta a la exclusión

Contratá Trans como respuesta a la exclusión

Contratá Trans es un proyecto de la ONG Impacto Digital que surgió en el año 2018 y funciona como bolsa de trabajo para personas travestis, trans y no binaries. Definido como un programa integral, tiene como objetivo mejorar las oportunidades de inserción socio laboral de las personas trans. Con ese fin, trabaja con ellas para mejorar sus condiciones de empleabilidad, junto con empresas que buscan talento y capacitar a sus equipos en prácticas inclusivas, y con redes para promover espacios abiertos a la diversidad sexual.  

Impacto Digital es una Asociación Civil sin fines de lucro que aborda problemáticas sociales y busca soluciones a través de la tecnología. Hace tres años la ONG se acercó al Bachillerato Popular Travesti Trans Mocha Celis para colaborar en el diagnóstico de la problemática del acceso al empleo formal de la población travesti trans. De acuerdo con las estadísticas de Impacto Digital, el 60% de la población trans ejerce el trabajo sexual, tiene una expectativa de vida de 40 años y el 70% nunca fue a una entrevista laboral luego de asumir su identidad de género. Del restante 30% muchas pasaron por experiencias de discriminación al momento de presentar un currículum o enfrentar una entrevista.

Según un informe elaborado en el marco de una alianza entre Impacto Digital y Fundación Huésped en 2018, surge la propuesta de trabajo de Contratá Trans como un proyecto integral que considera necesario trabajar en dos direcciones complementarias: “Por un lado, continuar incidiendo sobre la agenda pública para lograr avances en políticas públicas y el sentido común de la sociedad para eliminar toda forma de discriminación y transfobia, garantizando el mismo acceso de las mujeres trans a todos los espacios y derechos de los que gozan las personas cis. Por otro lado, mientras se aboga por transformaciones estructurales y de largo plazo entendemos que es necesario apostar por fortalecer trayectorias seguras, y en esta segunda línea inscribimos nuestra propuesta”. 

Incorporaciones durante el 2020

En diálogo con ANCCOM, MaryAnne Lettieri, vocera de Contratá Trans, mencionó que “el objetivo máximo es lograr las inserciones laborales y la empleabilidad en la población trans, seguido de generar ámbitos de trabajo más diversos e inclusivos”. A pesar de la pandemia y “en un contexto de recesión y despidos, hubo sectores que se potenciaron y tuvimos 22 inserciones en 2020”.

Estas 22 inserciones se dan en un contexto desalentador teniendo en cuenta que en 2019, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un artículo titulado “Inclusión y diversidad en el mercado laboral: un llamamiento a las estadísticas laborales de LGBT+”, donde enfatiza que la falta de datos grafica que no se toman medidas. En la nota, la OIT destacó que “muchos trabajadores de la comunidad LGBT+ de todo el mundo siguen sufriendo una fuerte discriminación en el mercado laboral. Incluso en países con legislación que protege a las personas de la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, sigue ocurriendo”. 

Argentina no es una excepción. Según datos de Fundación Huésped en colaboración con la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA), en 2013 más del 83% de las mujeres trans entrevistadas declararon trabajar, incluyendo el trabajo sexual. El 70% dijo trabajar de manera autónoma, mientras el 17% reportó hacerlo en relación de dependencia o contar con un patrón o empleador. De aquellas que trabajaban en relación de dependencia, casi la mitad fueron discriminadas por jefes o compañeros de trabajo, y al 54% de las entrevistadas se les negó un trabajo por su identidad. En el caso de los hombres trans, el 40% trabajaba de forma autónoma y el 37% en relación de dependencia. Al 52% se le negó un trabajo por su identidad de género y el 41% tuvo que dejarlo por la misma causa. 

En este sentido, Lettieri agrega: “Recordemos que el 60% de la población trans en Argentina queda por fuera del sistema educativo o lo termina a edad avanzada, y solamente el 6% logra tener el título terciario o una carrera. En muchas posiciones se pide el recorrido universitario, y no es algo que suceda para la mayoría: un 94% no atraviesa esa pata”.

Los nuevos trabajadores que se incorporaron al ámbito laboral el año pasado lo hicieron, principalmente, en tres áreas. Según Lettieri, “los rubros donde más inserciones hubo fue en tecnología y logística, porque en el contexto del 2020 fueron los que más se potenciaron con la pandemia”. De acuerdo con un informe que realizó la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en 2020 hubo 1,3 millones de personas que empezaron a comprar a través de internet, un 6% más en comparación a 2019. Así, las ventas online crecieron un 124% respecto al año anterior, lo cual requirió personal para la logística y soporte. Por otra parte, debido a su nulo cese de actividad, el ámbito bancario también precisó nuevos empleados para cubrir personas de riesgo e incorporar nuevos trabajadores a los puestos rotativos de trabajo. 

Obstáculos

“En muchos casos es su primera entrevista laboral, entonces hay veces que las compañías o las empresas no entienden por qué alguien ya tiene 30 años y nunca tuvo un empleo”, señala Lettieri.

Gran parte de la labor con las empresas es eliminar prejuicios, sesgos o desconocimiento. “Que se empiece a entender la realidad, a entender y a ver a las personas trans, sobre todo a las femeneidades, como personas que no solo pueden ejercer el trabajo sexual”, explica la vocera de Contrá Trans.

Por el lado de la población, también hay cosas por hacer, enfatiza: “En el caso de la población y los candidatos/as, el trabajo que se hace es el de volver a armar la autoconfianza para poder presentarse a una entrevista, volver a traer esto de los sueños, de qué queríamos ser, de que queríamos trabajar, cuando años atrás lo pensábamos y después la sociedad te va metiendo en la cabeza que no servis para eso”.

Expectativas para el año en curso

Debido al contexto de aislamiento, la virtualidad se volvió una obligación. Sin embargo, Contratá Trans lo usó a su favor: “Nos permitió poder expandir el programa porque al estar la conectividad pudimos hacer mayores capacitaciones llegando a un público más amplio”. 

Con esta experiencia en su haber, las expectativas de la organización para el año 2021 ya están previstas. En este sentido, Lettieri explicó: “tenemos una proyección de 80 inserciones como mínimo, regionalizar el proyecto en Latinoamérica y federalizarlo en Argentina”. 

A través del decreto 721/2020, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, estableció en septiembre del año pasado el Cupo Laboral Travesti Trans en el sector público, que garantiza un mínimo del 1% de la totalidad de cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero. El Proyecto de Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero Diana Sacayán – Lohana Berkins tiene un carácter más integral aún con miras hacia el sector privado, pero todavía espera su aprobación por parte de la Cámara de Diputados de la Nación. “Mientras tanto, el decreto ayuda a que en el Poder Ejecutivo se vayan realizando inserciones. Eso también contagia la política de pensar inclusión laboral trans, porque se articula con municipios, provincias y otros sectores del Estado”, agrega Lettieri.

Mercado Libre de derechos laborales

Mercado Libre de derechos laborales

La pandemia ha sido devastadora para muchas empresas pero no para Mercado Libre (ML), una de las pocas firmas que se benefició en estos meses gracias al crecimiento exponencial del consumo online. Según el último informe de Mercado Ads en 2020, solo en Argentina se sumaron más de dos millones de nuevos compradores en la plataforma. El informe que presentó la compañía a fines del año pasado, destaca que aumentó la cantidad de usuarios activos en América Latina un 45,2% (alcanzando los 51,5 millones) y sus ingresos netos fueron de 878,4 millones de dólares. Las ventas totales registraron un incremento de 205,7 millones en diversos artículos para llegar a los 5.902,4 millones de dólares. Aun así, su negocio más floreciente durante el trimestre fue Mercadopago: la plataforma registró 559,7 millones de transacciones, lo que representa un aumento interanual del 146,6%.

En 2021 la tendencia continúa: el balance presentado a principios de mayo, correspondiente al primer trimestre de este año, registró ventas por 1.400 millones de dólares y 70 millones de usuarios activos con un crecimiento del 111,4% interanual. De las ventas totales, el 65% correspondió al negocio de comercio electrónico mientras que el 35% restante fue recaudado por el servicio vinculado al negocio Fintech, nombre que se le da a las empresas tecnológicas financieras.

¿De qué se trata este negocio? Las Fintech se distinguen de los bancos y de las instituciones financieras tradicionales por ser empresas enfocadas en hacer un uso de la tecnología para lograr la innovación en las herramientas y transacciones. Este servicio se realiza a través de una red integrada de prestamistas particulares o empresas que invierten su capital privado a cambio de un interés. Para eso utiliza la plataforma Mercado Crédito, la cual le ofrece préstamos de capital a pequeñas y medianas empresas que venden a través de Mercado libre o que procesan sus cobros con Mercado Pago. El registro es online y no requiere ninguna documentación. Para el vendedor esta operación tiene muchos beneficios ya que las condiciones son flexibles y es él quien decide el monto a pagar y sus respectivas cuotas. Mercadopago es la plataforma de pagos de origen latinoamericano más grande de la región, con más 182 millones de usuarios, 370.000 comercios adheridos y ofrece más de setenta opciones de medios de pago.

ML anunció a principios de abril que sumará más de 16.000 trabajadores en toda la región en 2021, lo que implica un crecimiento superior al 100% en tan solo un año. Entre otros objetivos, está el de ampliar la red logística en la región y para ello necesita reforzar las áreas de IT (Tecnología de la Información). En una entrevista, Marcos Galperín explicó: “Nuestro objetivo es optimizar los tiempos y formas de entrega en cada país. Un 70% de los nuevos empleos serán en los Centros de Almacenamiento y un 25% en los equipos de tecnologías de cada país, que desarrollan mejoras continuas en el servicio y la experiencia de pymes, comercios y consumidores”.

Gran lugar para trabajar

El sitio “Great Place to Work” (GPTW) reconoció por tercer año consecutivo a ML como una de las mejores empresas para trabajar en Latinoamérica. Cada año, GPTW evalúa el ambiente de trabajo en las diferentes compañías mundiales teniendo en cuenta las experiencias de confianza en sus líderes, las condiciones laborales, salarios entre otros atributos pero ¿qué tan cierto es? 

ML cuenta con diversas áreas desde Marketing, Customer Experience, Logística, Prevención de Fraudes, etc; pero las condiciones laborales parecen no ser las mismas. Sebastián Manzoni, joven despedido a principios de mayo, publicó una serie de tuits en los que relataba las duras condiciones de trabajo en la empresa, con metas que los obligaban a correr casi las diez horas que dura un turno. Como todos son contratados como personal temporario, la expectativa es rendir lo suficiente como para quedar como empleado permanente. La serie de tuits produjo cierto revuelo en la red. 

En diálogo con ANCCOM, Manzoni contó cómo es trabajar en la firma de Galperín: “En muchos sitios y medios se dijo que critiqué todo de la empresa, pero no es así. Por supuesto que tiene algunos elementos positivos como el buen sueldo que no baja de la inflación, las comidas son económicas y existe un sistema de traslado de combis que te lleva, pero no todos son beneficios”. Sebastián trabajó en el Área de Depósito desde febrero de 2021 y fue contratado junto con doce jóvenes más. Sus días laborales comenzaban los viernes por la noche y terminaban los lunes por la mañana. Respecto a esta situación, el joven expone que existen ciertas irregularidades que violan las leyes laborales: “Por ejemplo, se exceden en la cantidad de horas nocturnas y la cantidad de breaks [cortes] es menor ya que solo teníamos entre veinte minutos y media hora de descanso, lo cual era muy poco por la demanda física que implica estar en depósito”.

 Otra de las cuestiones que denuncia es el fraude laboral que existe con la eventualidad: “Es entendible que se contrate personal eventualmente en fechas como el Hot Sale pero si el setenta por ciento es eventual y realiza trabajos habitualmente, la situación es otra. A la empresa le conviene no efectivizarte porque se ahorran vacaciones, gastos, indemnizaciones, etc”.

El entrevistado cuenta que su tarea laboral se desarrollaba en el depósito que tiene cuatro niveles. Allí debía recolectar entre noventa y cien productos por hora para quedar entre los primeros puestos de productividad al final de la jornada: “Lo que sucedía es que como la mayoría es eventual, la mayor aspiración y preocupación es que te efectivicen. ¿Cuál es la lógica? ‘Doy todo, trato de quedar primero a toda costa, para que me contraten’. Entonces ves como todos los chicos corren como si fuera una maratón, compitiendo entre ellos. De hecho, a mí me echaron con una tanda de chicos que habían quedado en el primer puesto muchas veces.”

Tal como parece, uno de los motores de este sistema de productividad es el incentivo y las aspiraciones de los trabajadores eventuales. Esta situación habilita la pregunta de si ML aplica la tecnología para aumentar la productividad o si en todo caso, lo consigue por medio de la explotación y abusos laborales. En la actualidad, son muchos los jóvenes que consideran a la empresa como uno de los mejores espacios de trabajo pero ¿es así? En este sentido, Manzoni recomienda a quienes decidan trabajar en la empresa ahorrar momentáneamente y no firmar ninguna renuncia: “Van a ganar momentáneamente un buen sueldo pero esto no dura para siempre ya que nunca te terminan de contratar y vos por ahí exigiste tu cuerpo en estas condiciones deplorables. Otra irregularidad que tiene la empresa es que te seducen para que firmes la renuncia a cambio de brindarte trabajo en el futuro: Al final trabajas nueve meses de manera eventual y te vas con las manos vacías”. 

Desde ML no hubo respuesta a las consultas de ANCCOM sobre este tema. 

Juan Manuel Ottaviano, abogado laboralista y asesor de APP (Asociación de Personal de Plataformas), expresó que frente a estas promesas, “deberíamos preguntarnos en qué medida implican una mayor autonomía y qué beneficios tiene el trabajador: por ejemplo, en el Área de Depósito prevalece la jornada por horas que no es un sistema de flexibilidad para los trabajadores sino que es un sistema de flexibilidad horaria para que la empresa pueda organizar su productividad, lo cual implica menor libertad para el trabajador pero sí para la empresa”.

¿Por qué el trabajo en ML resulta atractivo para los jóvenes? Según Ottaviano, estás compañía trabajan fundamentalmente en el marketing del reclutamiento de trabajadores y se esfuerza por presentarla como una buena oportunidad laboral: “La realidad acá es que no en todos los casos pagan muy mal y no en todos pagan muy bien, porque hay labores que requieren más calificación. Por eso hay que tratar de hacer indagaciones más precisas sobre cuáles son los perfiles que estas empresas buscan ya que la tecnología agranda esta brecha”.

León Dario Piasek, también abogado laboralista, coincide con esta postura agregando que “este marketing especializado intenta dar la sensación de que uno es un emprendedor libre y no un empleado: Seducen con la idea de la libertad horaria, el trabajar desde la ‘comodidad’ de tu casa, el no tener que viajar, etc.”

Al parecer,el problema central no solo está en las contrataciones eventuales a trabajadores autónomos en vez de asalariados sino que es mucho más serio. Esto tiene que ver con especificar la clasificación de las actividades económicas que desarrollan empresas como ML, Uber, Rappi: “MercadoLibre se dedica al comercio online pero también presta servicios financieros a través de una billetera electrónica. Por tanto debería haber regulaciones en esas actividades, teniendo en cuenta también los distintos puestos de trabajos”, explica Piasek y agrega: “Hay una falta de fiscalización del Estado que debería ser más rígida sobre todo cuando se trata de derechos. Una falencia es lo que se conoce como policía de trabajo de fiscalización y de sanciones: casi no vas a encontrar empresas sancionadas por no respetar las políticas fiscales o laborales. Hoy, el 40% de los argentinos trabaja de manera informal y casi siempre el Estado juega a favor de los empleadores”.

Las plataformas son una nueva forma de hacer negocios que han acelerado su crecimiento gracias a la pandemia. El desarrollo tecnológico que promueve este tipo de compañías es clave para su crecimiento económico, pero sería necesario analizar cuánto queda si se someten a las regulaciones impositivas y laborales de acuerdo a la legislación vigente y con un Estado presente.

“Estamos a cinco minutos de un nuevo incendio en un taller clandestino»

En 2015 dos niños perdieron la vida en un taller textil de Flores. 

Presentado por Editorial Prometeo, ¿Quién hace tu ropa? es un libro que compila una serie de estudios pormenorizados de la difícil situación que atraviesan los trabajadores y trabajadoras de la industria de indumentaria textil argentina. Los coordinadores de la investigación son Andrés Matta, doctor en Ciencias Económicas, docente e investigador, y Jerónimo Montero Bressan, geógrafo e investigador del CONICET en el IDAES de la Universidad Nacional de San Martín, quienes junto a un equipo de investigadores abordaron las cuestiones estructurales, productivas, laborales, y migracionales que operan sobre los talleres de indumentaria desde una mirada necesaria. En diálogo con ANCCOM, Montero Bressán cuenta que “el libro surge de la necesidad de juntar todos los escritos de quienes trabajamos sobre el tema”. El resultado fue una serie de capítulos que abordan las problemáticas de los talleristas en un escenario repleto de presiones empresariales y carente de controles, donde la informalidad laboral representa el 70por ciento del sector productor.

El libro, que gira en torno a la situación de los talleres de indumentaria, pone de manifiesto el problema de la superexplotación y la tercerización laboral desarrollada a partir de una serie de consecuencias económicas ocurridas a nivel nacional y global que comenzaron a gestarse en la década del setenta, a partir de la inestabilidad económica del país y de un fuerte proceso de desindustrialización. Siguiendo el modelo de abaratamiento de costos liderado por megamarcas como Nike, los empresarios nacionales se lanzaron a la implementación de la tercerización laboral. Montero Bressan explica que “la subcontratación se vuelve masiva a finales de los años ochenta, cuando en vez de producir grandes cantidades de ropa estandarizada, las fábricas empiezan a cerrar y se empieza a importar ropa por poca plata. Entonces las empresas locales se dedicaron a diseñar ropa o a traer de afuera y comercializarla. En el caso del diseño, a los mismos trabajadores, sobre todo mujeres, los mandaban a la casa con la máquina de coser al cerrar la fábrica. Ahí seguían produciendo ya no como obreras industriales que tenían un salario fijo con derechos laborales y aguinaldo, sino que pasaron a cobrar a destajo y a su propio riesgo”.

En 2016 un incendio provocó la muerte de 5 niños y una mujer embarazada en un taller clandestino en la calle Luis Viale.

Ese modelo de subcontratación se extiende hasta nuestros días, representa al 70 por ciento del sector de trabajadores de indumentaria. Esta situación acarrea problemas causados por la falta de derechos laborales, que excluye a los talleristas informales de contar con obra social, seguro, aportes para una jubilación, aguinaldo, vacaciones, entre otras cuestiones. Montero Bressán señala que “la subcontratación es una responsabilidad principalmente de las marcas, y también hay una responsabilidad muy grande de los feriantes de La Salada y los empresarios de calle Avellaneda. Hoy, todas las empresas que se dedican a la comercialización no producen nada, o se dedican -aparte del diseño- al corte, como mucho”. Al ser consultado por la cantidad de talleres informales que operan para la feria de La Salada, explica que “durante el 2013, Matías Dewey (sociólogo y doctor en Ciencia Política) haciendo un estudio muy pormenorizado en La Salada, calculó que detrás de todos esos puestos tenía que haber por lo menos trece mil talleres, todos no registrados”.

¿Quiénes cuidan a los trabajadores?

El 30 de marzo de 2006, un incendio en el taller clandestino que operaba sobre la calle Luis Viale al 1269 en Caballito provocó la muerte de cinco niños y una mujer embarazada. El hecho se dio en un contexto donde sesenta y cuatro personas convivían y trabajaban en condiciones de hacinamiento, lo que produjo que el fuego iniciado a partir de un cortocircuito se extendiera rápidamente por todo el taller. Se supo que en este lugar se producían pantalones de jean que luego eran comercializados en un local del barrio de Flores, ubicado sobre Avenida Avellaneda. Luego del juicio en 2016, se condenó a Juan Manuel Correa y Luis Sillerico Condori, capataces del taller, a 13 años de prisión por reducción a la servidumbre y estrago culposo seguido de muerte. Una suerte distinta corrieron Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, los dueños del taller, que fueron sobreseídos en 2019 por prescripción de la causa debido a la falta de pruebas. Montero Bressán señala que “después del incendio de la Calle Luis Viale, el subsecretario de la Ciudad de Buenos Aires, Ariel Lieutier, calculó junto a organizaciones de talleristas que había alrededor de cinco mil talleres en la Ciudad de Buenos Aires. Se puede decir que las más de 120 marcas denunciadas por subcontratar talleres -entre las que se encuentran, por ejemplo, Mimo y Cheeky– están dentro de esos cinco mil”.

En el año 2015, otro incendio similar ocurrió en un taller del barrio de Flores, donde dos niños -que se encontraban encerrados en el lugar- perdieron la vida por negligencia. La falta de controles y de legislación para preservar los derechos de los talleristas provocan un problema que dista de mejorar. Para Montero Bressán “estamos a cinco minutos de un nuevo incendio en un taller clandestino. En el momento en que haya una reactivación económica, va a influiar de manera muy fuerte a este sector. La gente va a salir a comprar ropa, porque es una de las primeras cosas que se recupera, pero esa recuperación del sector va a estar sobre la base del sector informal. Esto es lo que pasó en 2003, 2004 y en ese contexto fue que en 2006 ocurrió lo del taller clandestino de Luis Viale: la industria estaba produciendo a morir pero sobre la base del empleo informal. Tememos que esta vez pase lo mismo, que la recuperación del sector se sostenga sobre la superexplotación de migrantes en talleres. Si hay un nivel de falta de control como hoy en día, probablemente vuelva a suceder”.

Los capataces del taller incendiado en Luis Viale al 1200 recibieron 13 años de prisión, pero los dueños fueron absueltos.

La falta de controles gubernamentales y de organización sindical por parte de los talleristas es potenciada por la situación de precariedad laboral, donde un gran número de los trabajadores informales son migrantes no registrados en una situación de extrema indefensión, quienes además realizan jornadas, en promedio, de doce horas diarias, donde se busca producir la máxima cantidad de prendas por hora. La elevada intensidad laboral es acompañada por una paga muy por debajo de su valor real, malas condiciones ambientales y de higiene, exposición constante a partículas de tela que son inspiradas y acarrean problemas pulmonares, entre otras problemáticas. Esta serie de factores determina un conjunto de riesgos que arremeten fuertemente contra la salud y el bienestar de los trabajadores. En cuanto a las costureras, el libro también visibiliza las situaciones de abuso y acoso de género que repercuten en su salud tanto física como mental.

El futuro de los talleres

Para Montero Bressán “las perspectivas son malas, principalmente porque entre les costureros no hay organización, lo único que existen son cooperativas que en este sector están peleando muy fuertemente por sobrevivir todo el tiempo, porque están compitiendo en un sector en donde el precio de su contratación es muy bajo y comercializar es muy caro y difícil, necesitás otro capital al que las cooperativas no tienen acceso, entonces lo único que pueden hacer es producir a fasón”. Esto significa que los talleristas dependen del trabajo tercerizado que les brindan las marcas, al mismo tiempo que están ligados a los vaivenes económicos que repercuten directamente en su margen de ganancias, que ya de por sí es muy bajo. A falta de medidas concretas a favor de los talleristas, la organización se torna crucial en este punto. “El sindicato SOIVA (Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines), que es de costureros y costureras, no hace nada. Si vos no tenés un sindicato fuerte que reclame, es muy difícil que los gobiernos decidan empezar a controlar el sector, porque no hay quien demande que esto cambie. Las empresas tienen poder de llegada a los medios y tenés un sindicato que hace lo que dicen las empresas”. La fragmentación de los eslabones de la cadena productiva de la indumentaria y la falta de un sindicato fuerte produce un quiebre en la organización del colectivo de trabajadores, que no logra cohesionarse para hacer frente a la situación de precarización laboral.

“Hoy la Cámara de Indumentaria tiene mucho peso en el Ministerio de Producción, pero está pensando solamente en recortarle impuestos a las empresas. Me parece que no va por ahí la solución al sector, lo que hay que hacer es controlar”. De igual manera, y para generar algún tipo de mejora a la situación, Montero Bressán explica que a partir de la publicación del libro “armamos un grupo para impulsar el proyecto de establecer una trazabilidad, para que la ropa tenga una etiqueta más que muestre cuáles son los lugares donde se produjo. Entonces el inspector podría ir al local, escanear las etiquetas y ver dónde se fabricó, si no hay información o no coincide con el taller, es que se hizo en negro”.

Dentro de esta obra que relata las vivencias y abusos a los que los talleristas son sometidos, los autores proponen una serie de propuestas para el desarrollo del sector a partir del fortalecimiento de los derechos de los trabajadores, basándose en la innovación, la sustentabilidad y los servicios de apoyo que garanticen un trabajo en condiciones dignas y alejado lo más posible de los peligros de la precariedad e informalidad laboral. La denuncia que lleva a cabo este libro fue coordinada y escrita por Andrés Matta y Jerónimo Montero Bressán, y también tiene como autores de los capítulos a los investigadores Cristina Etchegorry, Cecilia Magnano, Carolina Orchansky, Nahuel Aranda, Juan I. Staricco, Ariel Lieutier, Carla Degliantoni, Paula Salgado, Ayelén Arcos y Antonella Delmonte Allasia.

A clase y sin vacunas

A clase y sin vacunas

En el marco de los debates por el sostenimiento de las clases presenciales en el AMBA, resulta relevante introducir la variable de cantidad de personas vacunadas en un sector que se describe como esencial pero no termina de recibir la protección necesaria para llevar adelante su tarea. ANCCOM dialogó con sindicatos docentes provinciales y cotejó las informaciones registradas, hasta el momento, sobre el plan de vacunación del sector que hace semanas se encuentra en el centro de la agenda mediática. La campaña de vacunación para el personal de la educación iniciada federalmente el 3 de marzo, a partir de la distribución de 492.400 dosis de la vacuna Sinopharm, no parece avanzar de igual modo en todos los distritos. 

El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, confirmó antes de dar comienzo al operativo que el sector educativo asciende a las 1.458.083 personas en la República Argentina. La organización de la vacunación, estipulada por el Consejo Federal de Educación, se divide en cinco etapas: directivos, inspectores, nivel inicial, primer ciclo, educación especial; personal no docente; segundo ciclo del nivel primario; nivel secundario; educación superior. El repaso de la situación en distintos puntos del país ofrece un panorama de la actualidad de un grupo de trabajadores que, pese a su relevancia y lugar central en el debate público de estos tiempos, no parece protegido.

Ciudad de Buenos Aires

La vacunación del personal educativo es un foco de críticas recurrentes de los sindicatos y docentes de CABA. Jorge Adaro, Secretario Adjunto de la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS), señala que las autoridades  iniciaron la campaña con los grupos correspondientes a la primera etapa como corresponde pero “no lo terminaron de completar, y no hubo nunca más una noticia sobre vacunación”. Basándose en los datos oficiales, Adaro afirma que únicamente el 14% de la docencia de la Ciudad está vacunada. El gobierno porteño ofrece en su página web  estadísticas actualizadas de la vacunación, en las que el personal docente se enmarca bajo la categoría de “personal estratégico”: por el momento, son 15.752 los educadores inmunizados con la primera dosis (el 34,36% de los empadronados del sector para vacunarse). Fuentes del ministerio de Educación confirman que la comunidad educativa en la Capital ronda las 110 mil personas. Es decir, el 41,67% se encuentra inscripto y solo un 14,32% fue inoculado.

La reprobación hacia el manejo de la inmunización para los docentes es compartida por Wenceslao Costa Díaz, maestro en la escuela Blas Parera de Palermo: “La campaña de vacunación es rara, no tenemos información. A mis compañeros les fueron avisando de golpe que tenían que vacunarse. Pero después hubo un parate, dejaron de vacunar”. A esta falta de avances se suma el descontento por el nulo trabajo de acondicionamiento en las escuelas públicas y la escasez de insumos sanitarios tales como termómetros, tótems de alcohol y máscaras. “Hablan mucho de la presencialidad pero no se mueven para vacunarnos, ni para que las escuelas estén mejor. En todo el año pasado no se hizo nada”, remarca Costa Díaz, quien sigue esperando su primera dosis al ser docente de séptimo grado.

“Hablan mucho de la presencialidad pero no se mueven para vacunarnos», subraya Costa Díaz, maestro porteño.

Provincia de Buenos Aires

El distrito más poblado del país cuenta con números que superan la media en la inmunización de docentes. Elisa Semino, Secretaria de Comunicación del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) declara que “la campaña de vacunación está avanzando muy bien”. Nicolás Riedel, docente en San Miguel, destaca la puntualidad y el trato en los centros de vacunación –recibió la primera dosis de Sinopharm, al igual que un 30% de sus compañeros–. Sin embargo, considera que el manejo del gobierno provincial fue “bastante improvisado” e identifica como origen de la inmunización la falta de aprobación de Sinopharm para ser aplicada a mayores de 60 años: “en cuanto las habilitaron, la campaña de docentes se detuvo y todavía no se reinició”. En diálogo con ANCCOM el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, informó que el porcentaje de docentes vacunados en la provincia es del 53%. Según datos proporcionados por el Ministerio de Educación de la Nación, son 213.371 educadores vacunados sobre un universo de 401.875. Se trata de un asunto tomado con importancia por el distrito de Buenos Aires en el que, como resalta Santamaría, “los chicos tienen más burbujas y circulan más, lo cual dificulta el aislamiento necesario”. Por su parte, el docente Nicolás Riedel advierte sobre las implicancias de la llegada del invierno: “No considero a las aulas un lugar seguro. Más allá de los protocolos, es mucho tiempo de corrido con los alumnos en un mismo recinto que muchas veces no está bien ventilado”. Semino, de SUTEBA, concuerda: “Los docentes están expuestos a tratar con grupos rotativos y burbujas que, a su vez, están en contacto estrecho con diferentes familias y miembros de la comunidad”.

 

Santa Fe

Los números alcanzados en este distrito en materia de inmunización de la comunidad educativa dan cuenta de una campaña que se ha mantenido constante en el tiempo. El 5 de abril, la ministra de Salud provincial Sonia Martorano había declarado que todas las personas abarcadas por las primeras tres etapas –60 mil aproximadamente– recibieron su primera dosis. Como resultado, próximamente los docentes de escuelas secundarias y universidades comenzarían a ser inoculados. La información brindada por la titular de la cartera sanitaria es corroborada por Sonia Alesso, Secretaria General de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) y de la Asociación de Magisterio de Santa Fe (AMSAFE). “La campaña se hizo en toda la provincia con mucho éxito, cuidado y eficacia. Actualmente está llegando al 90% del sistema educativo”, destacó. Según datos oficiales, el personal docente de Santa Fe cuenta con un total de 88.419 personas vacunadas, lo que representa el 81, 61% del personal de la educación está inoculado.

Mendoza solo vacunó al 25% de los docentes.

Mendoza

La Dirección General de Escuelas le comunicó a este medio que 52 mil docentes y ocho mil celadores conforman el personal de la educación en Mendoza. A partir de lo establecido por el Consejo Federal de Educación, el primer grupo (compuesto por 15.500 personas, el 25,83% del total) fue vacunado, y la provincia aguarda la llegada de dosis para continuar con el operativo. Desde el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) la cantidad de educadores inmunizados es considerada “ínfima”, y desmienten la información oficial: “Solo se completó la primera dosis para directivos y Nivel Inicial, y una parte del primer ciclo del Nivel Primario”. El gremio docente expresa su disconformidad respecto al detenimiento de la campaña de vacunación y la falta de información, y denuncia que “los celadores, que son quienes más expuestos están, fueron excluidos de la primera etapa”.

Córdoba

Según datos obtenidos del Ministerio de Educación cordobés, aproximadamente 80 mil docentes están inscriptos en el registro para recibir la inmunización, de los cuales el 40% (correspondientes a la primera etapa de vacunación) han sido efectivamente inoculados. Las estadísticas dadas a conocer recientemente por el ministro Educación de la Nación, Nicolás Trotta, que recopilan la información proporcionada por los gobiernos provinciales, muestran que más de 12 mil educadores no se encuentran anotados: de un total de 92.259 docentes, 33.972 se encuentran inmunizados, lo que reduce la proporción de vacunados al 36,82%. Miembros de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) coinciden con los datos numéricos, pero manifiestan su descontento con el progreso actual de la campaña: “Viene muy lento, porque son pocas las dosis y no alcanzan a cubrir la demanda del sector”.

Tucumán

Al igual que en el caso cordobés, el Ministerio de Educación de Tucumán informa un padrón de 31.500 docentes registrados, menor al total de 41.828 trabajadores que exponen los datos proporcionados por el ministerio de Educación de la Nación (https://chequeado.com/wp-content/uploads/2021/04/WhatsApp-Image-2021-04-28-at-23.16.50.jpeg). Coinciden, sin embargo, en la cantidad de inmunizados: 10 mil docentes, que representan el 31,74% de los inscriptos y el 23,9% del sector. La ministra de Salud Rossana Chahla anunció que el 3 de mayo dio inicio a la aplicación de las segundas dosis para concluir con la primera etapa de vacunación del colectivo docente tucumano.

La Pampa ya vacunó a más del 31 por ciento de los docentes.

San Luis

El Secretario General de la Asociación Sanluiseña de Docentes Estatales (ASDE), Daniel Gozainy, resalta que “la provincia viene con un ritmo ordenado y acelerado de vacunación”, con cerca de ocho mil trabajadores de la educación puntanos que recibieron la primera dosis de la vacuna Sinopharm y comenzaron a recibir la segunda a partir del 29 de abril. Las estadísticas enviadas por las autoridades provinciales a Nación coinciden con lo anunciado por Gozainy: son 7.949 los docentes vacunados en San Luis, lo que supone el 49,22% del total de un personal educativo conformado por 16.151 personas.

La Pampa

En el último reporte publicado por el gobierno provincial se especifica que un total de 3.698 docentes pampeanos accedieron a la vacuna, de los cuales 3.021 únicamente recibieron la primera dosis. Dado que el total de inscriptos del sector es de 11.703, el segmento de inoculados es del 31,59%. El secretario de Salud Laboral de la Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (UTELPa), Darío Muñoz, destaca la aplicación ágil de las vacunas a partir de su llegada al distrito pero advierte que un grupo de docentes en actividad aún no se ha inscrito para la inmunización: según esta estimación, por lo menos 5.200 educadores restarían anotarse. Además, aclara que la primera etapa sigue en curso: “Los directivos y la conducción de las diferentes escuelas están en su mayoría vacunados, no así los que están en las aulas”.

Neuquén

Desde el Ministerio de Salud provincial se informa que “la población objetivo estimada del personal de educación es de 33.860 docentes” (número que incluye a todos los niveles), mientras que “la cantidad vacunada con la primera dosis es de 4.668”, esto es, el 13,78%. La Secretaria Adjunta de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN Provincial), Susana Delarriva, agrega que aproximadamente 23.500 del total corresponden al sistema educativo público, de los cuales cerca de seis mil aún no se han inscripto. Si bien el sindicato contempla el criterio proporcional de distribución de las dosis y la prioridad que deben tener las personas en situación de riesgo, Delarriva comenta que le han pedido al gobierno que considere al sector educativo. Próximamente se reunirán con las autoridades de la cartera educativa provincial para debatir la cuestión.

Río Negro

Patricia Ponce, Secretaria Gremial y de Organización de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER), denuncia la existencia de desigualdades en la distribución de vacunas en la provincia: “Hay zonas con docentes que ya recibieron la segunda dosis, mientras que en otras todavía aguardan por la primera”. Desde el sindicato se le exige al Ministerio de Educación un cronograma de vacunación preciso para quienes aún no fueron inmunizados. En cuanto a datos, Ponce declara que aproximadamente son 24 mil docentes en la provincia, de los cuales 5.905 (24,6%) recibieron la vacuna.

Tierra del Fuego

El proceso de inmunización de la comunidad educativa fueguina se inauguró recién en la semana del 26 de abril, según informa el Secretario Gremial del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Tierra del Fuego (SUTEF), Julio Beriau. “Antes hubo algunos docentes vacunados por ser población de riesgo, pero ahora empezó la vacunación específica para el sector con los que tienen más de 45 años”, agrega. Por el momento, el porcentaje de educadores inmunizados en esta provincia es el más bajo en todo el país. Las 664 vacunas aplicadas que revelan los datos oficiales representan el 9,22% de un grupo que, según estimaciones del SUTEF, comprende a 7.200 trabajadores.

Santiago del Estero

En abierta oposición a la información suministrada por el gobierno santiagueño, el Secretario General del Círculo de Docentes de Enseñanza Media y Superior (CISADEMS), Darío Toledo, denuncia el hermetismo informativo respecto a la vacunación del personal docente: “El Consejo General de Educación está intervenido desde 2016, el poder está muy concentrado y obtener datos oficiales reales es difícil”, dice. El gremialista indica que la cantidad de educadores vacunados en la provincia, según el gobernador Gerardo Zamora, no es cierta e ilustra el manejo del gobierno con lo ocurrido en una ciudad: “Empezaron a vacunar en el departamento de Choya y se olvidaron de la Escuela N°30, y después aparecieron casos de Covid”. Según los números oficiales, 14.434 trabajadores de la educación, que representan el 38,62% de los 37.373 docentes totales, están inmunizados.

Formosa

“La información acá la conseguimos a través del intercambio con nuestros delegados, ni siquiera los gremios oficialistas se toman el trabajo de exponerlas”, cuenta Sebastián Patitucci, Secretario de Prensa del Gremio de Docentes Autoconvocados de Formosa. En el marco de una campaña organizada con un criterio que prioriza los lugares de mayor contagio y en la cual los docentes acceden a la aplicación de las dosis principalmente según el grupo etario que se esté vacunando, Patitucci acusa “errores y selecciones sospechosas” en la convocatoria para la inmunización en las escuelas. “En el colegio Gobernador Juan José Silva la dirección del nivel secundario hizo un filtrado de las listas y sacaron a un montón de gente arbitrariamente”, amplía. Según los datos presentados por la cartera comandada por Trotta, 8.793 docentes formoseños de 22.278 (el 39,47%) fueron vacunados.

En base a los números provenientes de Nación se advierte que 3.878 maestros chubutenses (22,15% de 17.506) y 1.840 santacruceños (20,65% de 8.910) fueron inoculados en la Patagonia. La provincia de San Juan es la que vacunó al mayor porcentaje de docentes en todo el país detrás de Santa Fe, con 13.286 inmunizados de 23.880, es decir, el 55,56%. En la región del Litoral, Entre Ríos vacunó a nueve mil docentes de 47.891 (18,79%); Corrientes inoculó a 9.231 educadores de 36.201 (25,50%); Misiones inmunizó a 17.984 maestros de 43.482 (41,36%); 17.144 docentes chaqueños de 39.637 tuvieron acceso a la vacuna (43,25%). En el noroeste argentino 4.120 docentes riojanos de 13.834 (29,78%) han sido vacunados, y lo propio ocurrió con 2.536 catamarqueños (de 16.298 personas, el 15,56%) y 16.373 salteños (de 40.199, el 40,73%). El gobierno de Jujuy es el único que no reveló dato alguno acerca del progreso de la campaña de vacunación, aunque sí se conoce la cantidad de trabajadores que conforman el sector educativo en la provincia: 22.857.

En medio de la contienda por las clases presenciales, el número creciente de casos de coronavirus y la discusión acerca de la efectividad de los protocolos, pasa inadvertido el problema de la inmunización: los datos del ministerio de Educación de la Nación indican que el 59,25% de los educadores restan ser inoculados. En un contexto de cambios constantes, la tendencia general, reflejada por las estadísticas, muestra que la vacunación docente no parece ser prioritaria en muchas provincias.