La Argentina que viene

La Argentina que viene

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Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) habían marcado claramente un camino difícil de revertir; la aplastante diferencia que sacó el Frente de Todos a Juntos por el Cambio obligó a la coalición oficialista a modificar su estrategia de cara a las elecciones generales. Sin embargo, nada logró frenar la victoria del binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández como presidente y vice electos y aunque desde la oposición se esperaba una diferencia mayor, los ocho puntos que los separan  -que pueden transformarse en diez en el recuento definitivo, según los analistas- bastó para ganar y evitar el balotaje. La polarización diluyó las terceras vías y concentró casi el 90% de los votos entre los dos principales candidatos. ¿Cómo se explica el repunte de Mauricio Macri en las elecciones generales y cuál será la Argentina después del 10 de diciembre?

Los resultados de las PASO fueron un duro cimbronazo para el Gobierno. Se esperaba que el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, sacara ventaja a Juntos por el Cambio, pero no con la diferencia abrumadora de 15 puntos. Ante ese escenario y luego de las duras críticas al oficialismo por sus comentarios después de enterarse de los resultados, el macrismo giró 180 grados y cambió su estrategia política. Treinta ciudades en treinta días gritando “sí se puede” fue la apuesta oficialista para recuperar votos y aspirar a un balotaje. “Antes despreciaban la calle como campaña política”, afirma Ana Castellani, socióloga e investigadora del CONICET. Su lógica era del marketing de la proximidad: los timbreos, que cosecharon su éxito en 2015, y las redes sociales; sin embargo, la calle como dimisión política fue utilizada por primera vez en Cambiemos. “En la caravana de las treinta ciudades hubo algo de recuperar la épica política de la muchedumbre; de encontrarnos y reconocernos como parte de un todo”, detalla Castellani. Esta nueva forma de lo político recuerda lo que sucede en marchas de otros espacios, donde impera la sensación de formar parte un colectivo que comparte las mismas ideas y valores. “Macri nunca fue a la calle y no se siente cómodo. Su partido es más de salón, no del vínculo expresivo con la gente”, caracteriza Germán Lodola, politólogo del CONICET. Explica que su nueva estrategia tuvo réditos en dos sentidos: por un lado, le sumó votos y por el otro lo ayudó a adueñarse de ellos para transformarse en un líder dentro del espacio de la nueva oposición de cara al futuro.

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“Macri difícilmente se va a parar frente a Larreta y Cornejo y les va a decir qué hacer. El voto de las elecciones le sirvió para disputar internamente la conducción de ese espacio”, aventura Lodola. Y pronostica que puede implosionar y fragmentarse, y que el Gobierno de Alberto Fernández va a incidir para que eso pase. En este sentido, Ana Castellani asegura que el repunte de Macri en las elecciones no responde a la creencia de que podían darla vuelta, sino para demostrar que valía la pena dar la pelea; que sigue existiendo Juntos por el Cambio y Macri como líder, con la posibilidad de amalgamar las identidades ciudadanas que se expresaron a favor de su gobierno.

Lodola cree que a pesar de que Cambiemos pudo hacer una mejor elección que en las PASO, no hay que perder de vista que perdió en primera vuelta, una novedad si se lo mira desde la óptica de la ventaja que el oficialismo siempre tiene según la ciencia política. “La dinámica política del presidencialismo obliga a intentar reelegirse. Son muy pocos que no lo hacen y menos los que van y pierden. Macri hizo una mala elección para ser oficialista”, afirma y establece una comparación entre estas elecciones y las de 1989, en la que Carlos Menem le sacó once puntos a Eduardo Angeloz, candidato de la Unión Cívica Radical: “Esto nos dice que la base del voto de Cambiemos sigue siendo el voto no peronista de siempre”, teoriza. Y agrega: “Esta vez se polarizó en un escenario bipartidario donde se ve que el peronismo más o menos tiene lo que siempre tuvo, cerca de 50% y lo otro tiene lo que siempre tuvo lo otro: cerca del 40%; por lo que se podría decir que las cosas son bastante estables en términos del electorado”, analiza.

El Frente de Todos no pudo agrandar el porcentaje o recuperar algunos distritos que parecía haber ganado en las PASO y eso es lo que preocupa a Ana Castellani: “Desde agosto hasta acá no hubo una mejoría en términos socioeconómicos, lo cual nos deja en una cuestión de disputa por los sentidos de la crisis, las conductas y las formas, algo mucho más sutil que juega decisivamente cuando hay una porción tan grande del electorado que se reivindica independiente y que no se deja conducir partidariamente”.

Germán Lodola sostiene que el triunfo del Frente de Todos responde a la unión del peronismo que fue capaz de coordinar cosas que parecían diferentes al interior del mismo grupo, impulsado además por la mala gestión del Gobierno que hizo converger a los diferentes sectores. “Todo esto lo termina de cerrar la decisión de Cristina, el factor Fernández, de elegir un candidato capaz de tener una línea de diálogo con los sectores de poder y que pueda nuclear facciones diferentes del peronismo. No sólo se lo da a un propio, sino a un crítico”, analiza.

En este sentido, la alianza para salir de la crisis tiene que ser amplia y sólida, que incluya varios actores políticos en todas las áreas, articulado detrás de un acuerdo estratégico para el desarrollo. “Si no se tiene eso, difícilmente se pueda hacer lo que mínimamente necesitamos para salir de este infierno del Dante”, sentencia Castellani. Mantener la unión del peronismo es central, así como ampliarla a sectores que no acompañaron la elección, pero que pueden acompañar al Gobierno. “Creo que Alberto tiene que mostrar un frente legislativo amplio que incorpore actores nuevos y no tratar de llegar de forma ad hoc en cada una de las elecciones”, detalla Lodola.

El escenario es muy complejo y grave en términos financieros, económicos y sociales: hay fuerte presión inflacionaria, riesgo de hiperinflación, las reservas del Banco Central están muy bajas, las provincias muy endeudadas y la posibilidad de acceder a dólares de financiamiento son pocas. “El panorama es muy delicado y hay que trabajar muy coordinadamente”, advierte Castellani. Los servicios básicos están muy deteriorados y hay un desempleo de dos dígitos que aumenta según la franja etaria: “En las mujeres menores de 30 años del conurbano el desempleo trepa al 30%”, dice Lodola. El panorama no es alentador para el nuevo presidente, y dependerá de su muñeca a la hora de moverse equilibrada y coordinadamente. “La situación es difícil, pero todos los actores lo saben. Eso puede permitirle a Alberto acercar posiciones”, concluye. Aún está por verse si Argentina logrará, como la cigarra, resucitar una vez más.

Desamparados de Villa Crespo

Desamparados de Villa Crespo

Durante 40 años, La Nación y Movistar no pagarán impuestos por el megaestadio que construyeron.

Un día antes de las elecciones generales, los vecinos de Villa Crespo seguían con sus reclamos contra el Megaestadio Arena, que se construye sobre la calle Humboldt 450. El mega emprendimiento, llevado adelante por el diario La Nación y la empresa AEG Worldwide, en conjunto con Movistar, tiene prevista su inauguración este viernes 1º de noviembre con un recital gratuito de la cantante Tini Stoessel, luego de que la justicia levantara la medida cautelar tras el amparo que había presentado la Fundación Ciudad a través de su titular, Jonathan Baldiviezo, en representación de los vecinos autoconvocados.

“En el estadio entran 16 mil personas y se van a hacer alrededor de tres recitales por semana —dijo a ANCCOM Gabriela, una de las vecinas autoconvocadas—. No hay estacionamiento previsto dentro del estadio con lo cual van a acaparar toda la zona los autos que vengan, en una zona que ya es difícil estacionar de por sí, ni tampoco funciona todavía la línea del tren San Martín en el barrio”. Y afirmó que, producto de las obras, ya hubo varios días que estuvieron sin luz en el barrio, con algunos casos en que los cortes llegaron hasta doce horas sin energía.. 

Gabriela cree que estos espectáculos frecuentes van a cambiar radicalmente el estilo de vida del barrio y van tener un impacto muy fuerte en los precios de las viviendas y los comercios. “Los que viven alrededor están muy preocupados, la mayoría de las propiedades ya están devaluadas, seguramente los kiosqueros creerán que se benefician porque venderán más a la salida de los eventos, pero también van a subir mucho los alquileres, con lo cual a ellos también los va a perjudicar muchísimo”. Y agregó: “Esto va a traer un colapso de movimiento humano, de autos, contaminación auditiva y va a alterar la vida de los que circulamos por acá, que ya tiene un movimiento propio.” 

Tres veces por semana, 16 mil personas alterarán la rutina del apacible barrio de Villa Crespo.

Laura vive en Villa Crespo desde 1998, y es otra de las vecinas que está preocupada por el efecto negativo que puede tener el mega estadio para el barrio. “El transporte público va a estar colapsado, las calles abarrotadas de autos, los vecinos no vamos a tener donde estacionar y los estacionamientos van a estar llenos”. Si bien la empresa AEG levantó estadios en varios lugares, los vecinos aseguran que en ninguna parte del mundo lo hizo con estas características, en un barrio residencial en medio de la ciudad. “Lo quisieron construir en otros lugares, como Agronomía, Balvanera y no pudieron por la resistencia de los vecinos. En este caso lo hicieron de una manera en que nosotros no nos dimos cuenta que estaba este proyecto metido en la Legislatura —agregó Laura—. Hablaban de un micro estadio, y todavía le siguen diciendo así, lo cual es muy gracioso, cuando va a ser el estadio cerrado más grande de Capital Federal.”

Más allá de los reclamos, Laura aclaró que los vecinos también tienen contrapropuestas para darle un uso diferente al estadio: “Nosotros propusimos que se modifique la ley que se votó, retrotrayendo el proyecto al objetivo inicial que es el de hacer un estadio deportivo que se use para esa clase de eventos, que era su espíritu original. Porque si bien puede ir mucha gente, serían mucho menos frecuentes que si se utiliza para hacer recitales”. Y añadió: “Otra cosa importante que nosotros pedimos es que la concesión la tengan por veinte años en vez de cuarenta y que las empresas (AEG y La Nación) paguen el ABL como todos, ya que tienen una exención impositiva que los habilita a no abonar ese impuesto por cuarenta años, lo que es un despropósito: es un impuesto que tenemos que pagar todos”.

Matías es vecino del barrio hace tres años, y una de las razones por la que se mudó es por la relativa tranquilidad que hay comparado con su anterior barrio, Palermo. Pero teme que con la inauguración del megaestadio esto pueda cambiar drásticamente. ”Al vecino del barrio lo va a complicar mucho —explicó—, principalmente por el gran caudal de personas que va a venir, por la suciedad que se va a generar, porque se van a complicar muchísimo los ingresos y los egresos, la libre circulación de los vecinos”. Como a Laura y Gabriela, le parece irracional hacer un estadio de estas magnitudes en un barrio cómo Villa Crespo. “Es una locura meter un estadio de quince mil personas en un barrio residencial —definió— y sin estacionamiento en medio de un barrio que tiene la capacidad de estacionamiento ya colapsada, en donde en este momento se hace muy difícil encontrar un lugar. Es por eso que cuando lo inauguren estoy pensando en vender el auto, porque esto me complica mucho la vida”. 

Gustavo es otro de los autoconcovocados que cree que el megaestadio va a ser sumamente perjudicial, sobre todo por la cuestión ambiental, que esa es una de las razones por las cual La Fundación Ciudad, en representación de los vecinos organizados, presentó el amparo en marzo para frenar la construcción del estadio. “El amparo se presentó porque el primer informe de impacto ambiental había categorizado este megaestadio sin un efecto relevante además de no haber presentado los informes de las empresas de servicios sobre la provisión y funcionamiento de los mismos, y esta calificación permitía que durante el plazo de concesión (cuarenta aῆos) no hubiera ningún tipo de control sobre el funcionamiento del megaestadio”.

Gracias a este amparo, pudieron lograr una cautelar, pero esta fue solo una victoria a medias, ya que si bien el juez Aurelio Ammirato frenó la comercialización los shows hasta tanto hubiera un nuevo informe y se realizara la audiencia pública,  no pasó lo mismo con la construcción, “alegando la protección del trabajo de los operarios de la constructora”, afirmó Gustavo. Y agregó: “Buenos Aires Arena, ahora Movistar (Telefónica) Arena no apeló el amparo porque iba a tener listo el nuevo informe a tiempo y sabía que se lo iban a aprobar, dado el interés y apoyo de GCBA para la inauguración y funcionamiento del megaestadio”. Eso fue justamente lo que pasó, ya que la empresa presentó el plan ambiental en la audiencia pública y luego fue aprobado por la Agencia de Protección Ambiental, que solo dispuso que las empresas presentasen informes ambientales cada dos años, a pesar de las irregularidades que denunciaron los vecinos. 

El 4 de octubre, el juez Pablo Mantaraz, luego de la presentación del nuevo informe ambiental, dictaminó que el amparo se había constituido en una medida abstracta y lo dio por finalizado, dando vía libre para que desde Movistar Arena empezaran a vender entradas (aunque ya lo habían comenzado a hacer) y que pusieran fechas para los shows que ya tenían planeados. Ahora, los vecinos planean buscar asesoramiento para seguir adelante con sus reclamos y que se puedan visibilizar. Los últimos tres sábados, incluyendo el anterior a las elecciones se hicieron volanteadas en Juan B. Justo y Corrientes para concientizar a todas las personas que viven en el barrio de los posibles efectos negativos que podría tener el estadio.

«¡A disfrutar el gobierno en manos de la gente!»

«¡A disfrutar el gobierno en manos de la gente!»

A medida que los minutos se acercaban a las 21, la ansiedad iba creciendo: a diferencia de lo que había sucedido durante las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), los primeros datos oficiales sobre el escrutinio provisorio se esperaban con puntualidad. Entre las dos fuerzas principales, se manejaban expectativas distintas: de un lado, una diferencia significativa de, al menos, 10 puntos; del otro, la posibilidad de alcanzar la tan anhelada segunda vuelta, aunque los boca de urna y las primeras tendencias no fueran prometedores. La aparición del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, acabó con las dudas y las especulaciones. Haciendo referencia a la velocidad de escrutinio y con un 65% de las mesas escrutadas hasta el momento, anunció a la fórmula Fernández-Fernández como ganadora de las elecciones del 27 de octubre.

Lejos quedaba la posibilidad de una eventual reelección de Mauricio Macri que, junto con su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, logró un 40,5% de los votos (números oficiales resultantes del escrutinio del 96% de las mesas): si bien mejoró notoriamente su performance de las PASO, al presidente no le fue suficiente para forzar un ballotage. Porque, con el 48% de los votos, Alberto Fernández se convertía en el próximo presidente de los argentinos.

Las elecciones generales transcurrieron de manera pacífica y normal en todo el país, a excepción de algunos incidentes puntuales y la puesta en duda del sistema por parte del Jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien lo calificó de “arcaico” y abrió la posibilidad de tener que esperar el escrutinio definitivo antes de hablar de un futuro presidente.

Los resultados volvieron a poner en escena un panorama de hiperpolarización: entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio acumularon cerca del 90% de los votos a nivel nacional. El frente Consenso Federal, con Roberto Lavagna encabezando la lista, se constituyó como una pobre tercera fuerza, con apenas el 6,2% de los votos. Más lejos quedaron los otros 3 candidatos que dirimieron la presidencia: Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT-Unidad), logró el 2,2%; por su parte, Juan José Gómez Centurión (NOS) y José Luis Espert (Unite), sólo alcanzaron el 1,7% y el 1,5%, respectivamente.

La participación ciudadana en las elecciones fue muy alta: más del 80% del padrón electoral ejerció su deber cívico, un porcentaje  superior al observado durante las elecciones primarias que forman parte de la explicación de la mejora macrista en los índices. Buena parte de esos nuevos votantes apoyaron al oficialismo, que también succionó sufragios de Lavagna, Gómez Centurión y Espert.

No bostante, los resultados finales no supusieron una sorpresa, más allá de la importante reducción de la brecha entre Fernández y Macri respecto de las PASO. Luego de una ardua campaña electoral -consistente, principalmente de la gira y las marchas del “Sí se puede”- y una mayor concurrencia del electorado, el presidente de la Nación logró un aproximado de 8 puntos más en comparación con el resultado del 11 de agosto.

Córdoba, Santa Fe, San Luis, Mendoza, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires fueron los únicos distritos que quedaron pintados de amarillo en la mapa electoral con el triunfo de Juntos por el Cambio. En el resto del país, el Frente de Todos venció al binomio oficialista: Santiago del Estero fue la provincia en la que se registró la mayor diferencia -casi de 56 puntos-; Formosa, Santa Cruz y la provincia de Buenos Aires también mostraron resultados contundentes en favor de la fórmula Fernández-Fernández.

El camino hacia la transición comenzó el mismo domingo con discursos que tendieron al diálogo y a la inclusión de todos los argentinos, independientemente de sus elecciones electorales. Además, Mauricio Macri invitó a Alberto Fernández a desayunar el lunes 28, a las 8:30, en la Casa Rosada, con el propósito de iniciar un proceso de transición ordenada. El paso final será el 10 de diciembre con el traspaso de mando frente a una sociedad que le dijo “basta” a la gestión actual.

 

Festejo y responsabilidad

En  el Centro Cultural C, en Chacarita, búnker del Frente de Todos, desde las 14, los militantes más entusiastas ya comenzaban a llegar a la intersección entre Corrientes y Dorrego, donde se emplazaba un escenario pequeño. Hacia las 17, las arterias del barrio se llenaron de banderas blancas y celestes y bombos con la cara de Cristina y Néstor. Algunos vecinos se asomaron por los balcones, alzando dos dedos y sonriéndole a la multitud que empezaba a emerger.

Uno de las primeras figuras en llegar fue Eduardo Jozami, activista por los derechos humanos, quien explicó cómo vivía la jornada electoral: «Con ganas de festejar lo que creo que es la posibilidad de que el movimiento popular argentino tenga una nueva oportunidad. Con toda la experiencia que tuvimos: repitiendo las cosas que hicimos bien y analizando estos cuatro años y las cosas a mejorar.»

A minutos de las 18 y del cierre de comicios hizo su llegada Ginés González García, quien algunos sopesan como posible ministro de Salud. Rodeado de personas, el ex embajador de Argentina en Chile comentó: «Es un día de festejo y responsabilidad, nos preparamos para lo que viene, que va a ser muy distinto. Lo que estamos buscando es la unidad de la Nación para poder gobernar y cambiar la historia. Tenemos historia, nos pasó en 2001, 2002 y la gente lo vio. Siempre que podamos cambiar la historia vamos a estar presentes.»

También, desde temprano, hicieron su aparición la economista política e investigadora del CONICET, Delfina Rossi; y José Luis Gioja, gobernador de San Juan.

Por su parte, en el sitio habitual de reunión de la militancia macrista, Costa Salguero, los ánimos intentaban estar calmos, si bien la tensión ya se sentía en el ambiente. En los primeros momentos de la tarde, el espacio se encontraba prácticamente vacío de simpatizantes macristas, y no se había dejado ver nadie más que el personaje que se convirtió en emblema de Juntos por el Cambio: el “Mago sin Dientes”.

A las 18:15 hicieron su primera aparición Marcos Peña, Federico Salvai y Eduardo Macchiavelli. Las primeras declaraciones del jefe de gabinete fueron para agradecer la participación masiva en los comicios y la labor de los fiscales en un sistema electoral que calificó de “arcaico”: “Lo que se viene que es muy importante, es defender cada uno de los votos.” Ante la insistencia de los periodistas por saber los números de las mesas testigo, Peña pidió prudencia y paciencia.

Llegando casi a las 21, el panorama había cambiado drásticamente: la esperanza parecía ocupar el espacio que dejaron vacíos los tradicionales globos. El sitio destinado a la militancia se encontraba cubierto y, al grito de “sí se puede”, las banderas argentinas -que primaban entre el público-, se sacudían y agitaban al ritmo de la música de tendencia. El apoyo a Horacio Rodríguez Larreta -reelcto jefe de Gobierno- también se hizo presente con “las remeras de Larreta”, y los jóvenes dominaron la escena juntos a muchos niños que corren entre la gente.

Si bien los primeros datos oficiales sobre el escrutinio provisorio ya daban cuenta de un resultado irreversible, Mauricio Macri recién se hizo presente en el escenario pasadas las 22:20, acompañado de su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto. En una actitud bastante diferente a la que exhibió luego de las PASO, el presidente felicitó a los argentinos que participaron de la elección y al presidente electo Alberto Fernández: “Acabo de hablar con él y lo invité a desayunar mañana para iniciar una transición por el bienestar de los argentinos.” Macri también agradeció a los fiscales y a las figuras de su gobierno: Gabriela Michetti, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Pichetto.

“Quiero decirles, queridos argentinos, que transformar nuestro país depende de nosotros. Gracias al trabajo que hemos realizado estamos sobre una base y tenemos que cuidarlo entre todos”, aseguró Macri frente a su militancia. Y pensando en el escenario político futuro, agregó: “Todos estamos comprometidos en cuidar la democracia y la república. Si hay un sueño que tengo es que podamos consolidar un proyecto común, ejerciendo una oposición sana, constructiva, responsable que pueda reafirmar las conquistas logradas.”

Con Abel Pintos musicalizando el momento, Juliana Awada, Diego Santilli, Michetti y Rodríguez Larreta subieron al escenario. “No me importa para dónde vas / yo voy, sin mirar atrás / si te tengo por delante.” La pantalla mostraba un “gracias” y Macri saludó también con un gesto de agradecimiento. Mientras tanto, la gente se abrazaba y lloraba.

Las otras fuerzas

La jornada electoral había terminado temprano en los bunkers de las otras fuerzas. Roberto Lavagna, que obtuvo poco más del 6 por ciento, reconocía que no cumplieron con sus expectativas y que disminuyeron sus votos, respecto a las PASO, producto de la fuerte polarización. Algo similar declaraba Nicolás del Caño, votado por el 2 por ciento de los electores, en la sede del Frente de Izquierda-Unidad, que lamentaba sobre todo que Myriam Bregman no llegara a la Cámara de Diputados.“Nuestra campaña tiene más vigencia hoy -aseguró-, por la crisis que se atraviesa en relación a la fuga de capitales, a la pérdida de reservas del Banco Central y el aumento de los precios, que resulta en una pulverización de los salarios y jubilaciones”.

En el Frente NOS, ubicado en Fraga 1209, Villa Ortúzar. Juan José Gómez Centurión, candidato a la presidencia, se hizo presente a las 19:20 y saludó mano por mano a todos los que lo acompañaron, militantes que habían llegado desde el cierre de los comicios. Luego confirmó que «las expectativas de estas elecciones siguen siendo las iniciales: consolidarnos como el espacio más claro de la derecha Argentina». Además afirmó que disfrutó la jornada de votación a pesar de verse empañada por lo que calificó de «mañas» de la vieja política.

En una sala reducida y visiblemente vacía del hotel Vitrum, del barrio de Palermo, el candidato José Luis Espert también dio un breve cierre a su campaña. Con un número de periodistas que superaba al de los militantes y funcionarios del partido político -el “ejército espertano” estaba representado por pocos jóvenes que no llegaban a 15 e incluso algunas candidatas a diputadas nacionales ofrecieron una presencia intermitente-, los únicos momentos en los cuales la sala se llenó fueron durante las declaraciones de Luis Rosales, candidato a vicepresidente, y Espert.

El candidato a presidente por Unite agradeció e hizo hincapié en los obstáculos que atravesaron durante la campaña: “Esta empresa que hemos comenzado hace unos meses se dio a pesar de esfuerzos internos o extraños pero estamos acá y hemos competido. Hoy afortunadamente pudimos ofrecer nuestra candidatura a miles de personas que nos han votado. Esto es un camino que recién comienza. Argentina tiene un gran futuro y ese futuro es liberal y ya comenzó.” También le pidió a Mauricio Macri que se dedique a gobernar durante el tiempo que le queda a su mandato, culpándolo del “desasosiego de la población”. Y le dio un mensaje a Alberto Fernández: “Nosotros seremos severos defensores en el cuidado de las cosas que hacer por el bien de la gente y su trabajo”.

El recuerdo a Néstor Kirchner

En Corrientes y Dorrego -y sus proximidades inundadas de personas- , la gente también se abrazaba y lloraba, pero a diferencia de lo que ocurría en Costa Salguero, lo hacia de felicidad. Desde las 21 que había estallado la alegría de saber, oficialmente, que Alberto Fernández sería el próximo presidente de todos los argentinos.

A las 22:40,  con «Rezo por vos» como canción de fondo, aparecieron en el búnker  Alberto Fernández, Cristina Fernández y Axel Kicillof, los candidatos victoriosos. Luego de hablar el futuro gobernador de la provincia de Buenos Aires, tomó el micrófono Cristina Fernández, quien, a partir del 10 de diciembre será vicepresidenta de la Nación. Comenzó su discurso dirigiéndose al pueblo argentino: «Déjenme agradecer a los cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas anónimos que han resistido y que tienen pensamientos y sentimientos que los han ayudado a mantenerse en pie.» A su vez habló sobre la ardua tarea que tendrán como gobernantes luego de cuatro años de «tierra arrasada», como expresó Kicillof. Y culminó, haciendo un llamado a la sociedad entre la aclamación de la militancia peronista: «Quiero pedirles a todos los hombres y mujeres que, por favor, nunca más rompan la unidad que se requiere para enfrentar estos proyectos neoliberales que tanto dolor han causado.» También le hizo un pedido al presidente Macri: que gobierne a los argentinos hasta el 10 de diciembre y que tome las medidas necesarias para que no aumente el daño social y económico.

El futuro presidente, Alberto Fernández, también inició su discurso con agradecimientos a los votantes, por el compromiso demostrado en “construir una argentina solidaria». Entre los ya clásicos cantos de “Alberto presidente” -esa noche más reales que nunca-, también hizo un agradecimiento específico y especial, teniendo en cuenta la fecha: «La primera salida que tuve como candidato fue ir a visitarlo a Néstor: Gracias, Néstor, donde estés. No sería justo no reconocerle a él lo que hizo por nosotros. De aquí en adelante solo nos queda cumplir con lo prometido.» Luego, Fernández dio un mensaje esperanzador al pueblo argentino: «Vamos a ser la Argentina que nos merecemos porque no es verdad que estamos condenados a esta Argentina. Vamos a hacerlo porque nos lo merecemos y no lo van a hacer Cristina y Alberto, lo vamos a hacer todos y todas. ¡A disfrutar el gobierno en mano de las gente!» El público, dentro y fuera del búnker parecía no poder gritar más fuerte.

El presidente recién electo finalizó saliendo a las calles y mirando a los ojos a los militantes y simpatizantes que colmaban la avenida Corrientes y sus alrededores: «Este no es el frente de nosotros, es el de todos.»

Cuatro años atrás, un enorme grupo de gente se reunió a abrazarse y llorar por el fin de un ciclo político, de una idea de país. En la noche del 27 de octubre, esa gente volvió a reunirse, volvió a abrazarse y volvió a llorar. Pero porque volvían. Renovados, con esperanza y con fuerza para afrontar los desafíos que pone por delante una Argentina en crisis. “Vamos a volver”, cantaban. Y volvieron.

A partir del 10 de diciembre, futuro se escribirá con F. Pero de qué tratará el mismo, solo el tiempo y la política lo dirán.

 

Una noche peronista

Una noche peronista

Con una puesta que incluyó pantallas ubicadas cada aproximadamente cincuenta metros, personas de todas las edades, especialmente jóvenes, invadieron el Parque Los Andes con una alegría generalizada que parecía contener a la lluvia.

Desde las seis de la tarde, militantes y simpatizantes comenzaron a reunirse en los alrededores del búnker de Frente de Todos, ubicado al igual que en las PASO, en Corrientes y Dorrego. Limitados de datos móviles o wifi, la multitud miraba los balcones y ventanas de departamentos aledaños donde los vecinos levantaban carteles o pizarras con porcentajes para mantener informados a los que estaban en la calle. Cerca de las diez de la noche, los datos que daban una victoria del Frente de Todos sobre la fuerza de Juntos Por el Cambio por tan solo siete puntos pusieron en jaque el clima de alegría que se vivía desde los primeros resultados de bocas de urna.

Por fin, a las 22:20 se empezó a contagiar un aplauso desde el escenario hacia atrás, como una noticia que corre acompañada de un cantito: “Alberto Presidente”. En una de las ventanas, un hombre levantaba un cartel que anunciaba: “El gato ya fue”. Los cantos y gritos se sumaron a los llantos y abrazos entre desconocidos, que esperaban la salida al escenario de la fórmula ganadora. A las 22:44 aparecieron Axel Kiciloff, Cristina Fernández y Alberto Fernández, acompañados por gran parte del equipo del Frente de Todos y referentes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Las personas reaccionaron a sus discursos con euforia, y no faltaron cantos ni gritos de amor para los mandatarios electos.

“Recuperamos el país para el pueblo pobre”, dice Luis, empleado, que abraza a su hijo Camilo. Y agrega: “He vivido lo que es el avasallamiento de nuestros derechos por este gobierno. Esperamos que el país resucite. Nos metieron en un infierno en el cual solo ganó un porcentaje muy mínimo de la población, y hay otra parte que quedó totalmente ajena. Esta es la población que se está hoy expresando acá. Los que quedamos al margen de la política”.

Diana, jubilada de 62 años, dice sentirse “eufórica”, y espera “que salga el sol. Después de tanta mierda, cuatro años tan horribles”. Diana se acercó al bunker desde muy temprano con toda su familia, quienes, como tantas personas alrededor, bailan en un semicírculo. “Estuve muy triste por mí y por todos los que me rodeaban. Vimos cómo se caía la argentina”.

Yamil (24) y Agostina (23) están sonrientes y maquillados con glitter. Cruzan el parque embarrado junto a sus amigos para comprar un vino en uno de los kioskos que permanecen abiertos en las inmediaciones aunque sean ya las doce y veinte de la madrugada. “Nos sentimos muy bien”, dice Agostina, “Pero también pienso mucho en la región y en que lo que nosotros creemos ganado para otros países nunca pasó. Como Chile. Su 2001 está pasando ahora”. Agostina espera el fin de la grieta y dice tener fe en que la victoria repercuta para bien en toda Latinoamérica. “Tanto en Chile, como en Bolivia como acá las problemáticas que nos reúnen son mucho más cercanas y tienen que ver con pensar nuestros poderes económicos”. Yamil, además de sentirse “muy contente”, señala que “hay que mirar siempre a los que tenemos al lado y ayudarnos entre todes para que nos vaya mejor”. Y agrega: “Yo espero patria grande”. Dada la situación del mundo, que está picante en todos lados y es una guerra. Tenemos que unir a todos los pueblos latinoamericanos”.

“Me siento feliz”, dice Maximiliano (27), militante de La Cámpora, que mira a lo lejos, ahumado por una parrilla cercana. “Hace cuatro años que estamos esperando esto. Hace cuatro años las cosas estaban bastante mejor que ahora. Uno lo puede ver en el bolsillo de la gente.”

Mientras tanto, Luciano Alvarez (31), sostiene una bandera de la Juventud Comunista Revolucionaria. “Esperamos un gobierno que en primer lugar dé respuestas a las necesidades más graves de la gente. A partir de ahí queremos discutir todo. Queremos ser parte de la discusión de cuál es el rumbo. Si se resuelven las necesidades graves de la gente vamos a ser parte”. Luciano esperaba un resultado más contundente. Según él, el problema fue “que se le entregó la calle al macrismo en el último tiempo. Hubo un relajo en el Frente de Todos en relación a que ya ganábamos. Hay que reivindicar que el pueblo argentino durante los cuatro años no salió ningún momento de la calle. Sino hubiera sido imposible”.

Apostados junto a dos árboles entre los que exponen su mercadería, Iván (36) y Jorge (34) estuvieron desde las ocho de la mañana vendiendo remeras celestes. Llevan la firma de Cristina Fernández y el título “Sinceramente” con la grafía que aparece en la portada del libro. Dicen fabricar en el país con insumos netamente nacionales. Tal como detalla Iván: “Fabricamos acá, compramos hilo acá, tela de argentina, estampado en argentina. Quiero fabricar y vender en este país”

“La hemos sufrido”, dice Jorge y agrega: “La hemos pasado mal. Pero ahora estamos con más ganas que nunca. Ahora confiamos en este país. Estoy podrido de pagar ingresos brutos. Quiero laburar y llegar a fin de mes. Poder fabricar y vender. La verdad que ha sido muy difícil.”  Iván lo interrumpe con un grito y un salto, cerveza en mano: “¡Y volvimos, carajo!”.

La madrugada avanzó entre cumbias y cantitos, y jóvenes que permanecían en Parque Los Andes y bailaban sobre el pasto embarrado

Axel para todos

Axel para todos

Con niveles de participación similares a los de las PASO del 12 de agosto, la elección por la Gobernación de la provincia de Buenos Aires arrojó un resultado distinto en números, pero no en términos de la fórmula ganadora. Pasada la medianoche, con casi el 95 por ciento de las mesas escrutadas, Axel Kicillof se imponía frente la actual mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, por una diferencia de más de quince puntos porcentuales. Pese a que Vidal cosechó cinco puntos más que en las PASO, apenas pudo superar la cantidad de votos que había recibido en 2015, muy lejos de la clara mayoría obtenida por el candidato del Frente de Todos. Un desenlace ampliamente esperado, pese al empuje del oficialismo a nivel nacional por ‘dar vuelta’ la derrota de agosto. A nivel municipal, el escrutinio provisorio pronosticó la futura división del territorio provincial, con un conurbano preponderantemente gobernado por el Frente de Todos y un interior principalmente gobernado por Juntos x el Cambio.

Desde el atiborrado búnker del Frente de Todos en el barrio porteño de Chacarita, inmerso en un clima de festejo, el gobernador electo de la provincia comenzó su discurso como ganador felicitando a los votantes bonaerenses: «Excelente noche porque hoy, una vez más, habló el pueblo argentino. Decidió el pueblo de la provincia de Buenos Aires.»

Kicillof reflexionó, además, sobre las razones de su triunfo y el de la fórmula presidencial integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández. Consideró que «un factor fundamental a tener en cuenta es que lo que ganó fue la política, la solidaridad, todo el esfuerzo que se hizo a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires.»

Enumeró, a su vez, las herencias de la gestión de Cambiemos: desempleo, devaluación y «casi la duplicación de la deuda»; y aseguró que esto «significa el fracaso de un proyecto económico neoliberal, el fracaso en una forma de gobernar. Lo que hoy tenemos para festejar es que lo que ganó en Argentina es una apuesta a la participación. Así como se hizo esta campaña vamos a tener que gobernar: recorriendo, acompañando a los que sufren, los que necesitan. Cambia la lógica del gobierno a partir de ahora en la provincia y el país.»

A Kicillof lo acompañó en el escenario la vicepresidenta electa, quien se manifestó emocionada por la victoria, en vistas del contexto socioeconómico nacional expresó: «Lo escuchaba a Axel enumerar esas cifras del dolor y de la tragedia social y económica que vive la Argentina (…) Estoy muy contenta de que Axel hoy sea el gobernador de la provincia. Es para mí un inmenso orgullo y lo siento como un reconocimiento político.”

En el búnker medio vacío de Juntos por el Cambio en el Centro Costa Salguero, por otra parte, el clima era muy distinto: los simpatizantes del oficialismo intentaron expresar calma frente a la espera de los primeros resultados, pero sin poder disimular la tensión en el aire. Sólo el Mago sin Dientes, presencia emblemática de los búnkeres del macrismo, se dejó ver e interpelar por los periodistas en el lugar.

Al igual que en agosto, luego del cierre de los comicios, se dio una conferencia de prensa liderada por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, que estuvo signada por la negativa a hacer evaluaciones sobre los resultados. En su lugar, Peña reiteró sus críticas al sistema electoral, que calificó de arcaico, como la fuente de las fricciones y dificultades en la votación y el escrutinio.

La gobernadora bonaerense finalmente hizo su aparición en el escenario pasadas las 22, una hora luego de que se hicieran conocidos los números del escrutinio provisorio. «Gracias a todos los que hacen que Juntos por el Cambio siga siendo una alternativa y por supuesto a nuestro presidente, a Mauricio», dijo Vidal, acompañada por cánticos de “olé Maru, Maru”. “Quiero agradecer a todos los bonaerenses que fueron a votar y a los que no habían confiando en las PASO y nos dieron el voto.”

Felicitó además al ahora gobernador electo, adelantando su expectativa de iniciar la transición democrática en los próximos días y reafirmando su compromiso con los votantes bonaerenses. Luego asumió un tono esperanzador frente a la derrota electoral, diciendo que “las urnas no matan los sueños, nos dicen que este no es nuestro momento.”

“Sigo creyendo en ustedes. Sigo lista que para mejorar contra el narcotráfico, para mejorar hospitales, para seguir con obras. Ustedes nunca me dejaron sola. En este caso Dios me dio un descanso para que recupere mis fuerzas y volvamos a dar juntos las peleas que hagan falta.” Asimismo, pidió disculpas a aquellos bonaerenses que sintieran que les había fallado.

“No me quiero ir de acá sin decirles que hemos dado todo”, dijo con voz quebradiza, “No estamos acá para que la historia nos recuerde o para hacernos ricos. Estamos acá porque creemos en ustedes y esa confianza que tenemos hace que todos los momentos difíciles y obstáculos valgan la pena.”

Su equipo, reunido junto a ella sobre el escenario, respondió al final de su discurso con abrazos de consuelo, gesto que se vio replicado en el público entre quienes comenzaron a caer lágrimas al desvanecerse el ambiente festivo que había envuelto un rato antes a Horacio Rodríguez Larreta, reelecto en la Ciudad de Buenos Aires.

Kiciloff le sacó una diferencia de más del 45 a Eduardo “Bali” Bucca, candidato a gobernador del frente Consenso Federal, quien alcanzó el seis por ciento de los votos afirmativos al finalizar la jornada. En diálogo con ANCCOM “Bali” Bucca sostuvo: “Hemos intentado una propuesta para cerrar la grieta que hay en nuestro país y hace mucho daño. Respetamos la voluntad popular y a partir de hoy mismo estamos a disposición para poder construir ese acuerdo económico que necesita la Argentina para salir adelante.” El actual diputado nacional bolivarense destacó la hiperpolarización de la elección, mayor que en las PASO. “No hay lugar para la soberbia. Sí hay lugar para construir acuerdos políticos y económicos y  para eso estaremos dispuestos a colaborar”.

Entre los demás partidos políticos que participaron en los comicios, el Frente de Izquierda se ubicó nuevamente como la cuarta fuerza en la provincia, de la mano de la candidatura para la gobernación de Christian Castillo, quien alcanzó cerca del tres por ciento de los votos. En el búnker de la coalición de orientación trotskista, los dirigentes presentes reafirmaron su oposición a los acuerdos con el FMI y las políticas de ajuste del gobierno macrista y su solidaridad con las recientes movilizaciones contra el neoliberalismo en Ecuador y Chile. Expresaron además críticas al peronismo englobado en el Frente de Todos, cristalizadas en las palabras de Juan Carlos Giordano, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires: “Para ganar, el kirchnerismo lavó su discurso”, explicó el candidato, “por lo que no va a ganar el kirchnerismo duro sino un peronismo más flexible.”

Desde su perspectiva, las diferencias programáticas entre el oficialismo y el proyecto de Alberto Fernández no eran significativas. Señaló especialmente la voluntad del Frente de Todos de continuar los pagos de la deuda externa, deuda que Giordano calificó de ilegítima y fraudulenta.

Finalmente, permaneció en quinto y último lugar Gustavo Ricardo Álvarez, del Frente Nos, que no llegó al punto y medio. Mientras que el Frente Despertar, que llevó a José Luis Espert como candidato a presidente, no presentó candidato para la gobernación.

Con el escrutinio provisorio todavía en proceso, la velada concluyó en los búnkeres de los dos principales candidatos con tono emotivo. En Costa Salguero, luego de las últimas palabras del presidente Macri pasadas las diez y media, la noche en el búnker oficialista finalizó con llanto, abrazos y una procesión de militantes y dirigentes cabizbajos. Los presentes no ofrecieron palabras a la prensa reunida tras una valla mientras comenzaron a abandonar el lugar bajo luces de fiesta.

En Chacarita, el gobernador electo salió al encuentro de la multitud que había copado las calles afuera del búnker para festejar la victoria. A ellos dedicó un último discurso emotivo.

«Ahora está empezando a llover pero decimos: de acá no se vuelven más. El pueblo votó por un gobierno que va a pensar en el trabajo, en la salud, en la educación, en la tecnología, en la universidad y en la felicidad de los argentinos.”

Larreta puso primera

Larreta puso primera

En el búnker del oficialismo el festejo de la noche del domingo giró en torno a la victoria de Horacio Rodríguez Larreta, reelecto como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El candidato por el partido Juntos por el Cambio obtuvo el 55,9 por ciento de los votos, mientras Matías Lammens, postulado para el Frente de Todos, quedó relegado al segundo puesto con el 35 por ciento. Lejos de estos números quedaron el economista Matías Tombolini de Consenso Federal con el 5,37 y Gabriel Solano del Frente de Izquierda con el 3,65 por ciento.

Luego de que a las 21 se dieran a conocer los primeros resultados, Diego Santilli, vicejefe de gobierno, fue quien subió en primer lugar al escenario de Costa Salguero de la mano de su esposa. Los presentes cantaban “olé, olé, olé, Diego, Diego” acompañando las primeras palabras del funcionario que agradeció a todos los vecinos de la Ciudad. «Hoy la ciudad de Buenos Aires demostró que valió la pena el trabajo, que hicimos posible lo que nadie creía posible», dijo Santilli y al grito de “ganamos Horacio, ganamos” le cedió la palabra a su compañero de fórmula.

Horacio Rodríguez Larreta fue recibido con aplausos y el canto de la multitud que entonaba “borombombón, para Horacio la reelección”. El jefe de Gobierno agradeció a sus compañeros de gestión, a quienes trabajaron en los comicios y a los votantes. “Hoy hicimos historia en la ciudad de Buenos Aires”, sostuvo Larreta en su discurso y agregó: “Me comprometo a hacer lo que hago siempre, trabajar cerca de ustedes. Ahora más juntos que nunca para seguir transformando Buenos Aires”. El triunfo en primera vuelta del candidato oficialista era esperado dado que la Ciudad ha sido desde siempre uno de los distritos electorales donde el macrismo congrega mayor cantidad de votos, junto con las provincias de Córdoba y Mendoza. Sin embargo, los resultados de estas elecciones fueron contundentes y profundizaron ampliamente los obtenidos en las PASO de cuando Larreta aventajó en 10 puntos al candidato por el Frente de Todos. Este domingo, el reelecto jefe de Gobierno se impuso en todas las comunas porteñas, excepto en las dos más pobres, la 4 (La Boca, Parque Patricios, Nueva Pompeya y Barracas) y la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano).

En el búnker del Frente de Todos, ubicado en Chacarita, el ambiente era distinto. Desde la tarde el espacio comenzó a llenarse de personas ansiosas por recibir los resultados y se entonó la ya popular canción de “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés Larreta también”. «Las expectativas están en que lleguen los resultados rápido para poder festejar con tranquilidad», dijo en diálogo con ANCCOM el candidato a senador nacional por la ciudad, Mariano Recalde, dejando en claro las aspiraciones de la jornada. El triunfo presidencial de la fórmula Fernández-Fernández se llevó toda la atención en el recinto y en las calles aledañas, en los emotivos discursos de los dirigentes no se hizo mención de los resultados en favor de Horacio Rodríguez Larreta y tampoco se escucharon discursos de los candidatos a puestos en la ciudad. El acto se centró en las grandes figuras de este domingo comenzando por Axel Kicillof, nuevo gobernador de la provincia de Buenos Aires, y luego en Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, los electos presidente y vicepresidente, quienes fueron vitoreados por la alegría de las personas que inundaron las calles del barrio porteño. Matías Lammens ni siquiera tuvo lugar en ese escenario de ganadores.

Más allá de la amplia diferencia entre la primera y la segunda fuerza por la Jefatura de Gobierno, estas elecciones permitieron posicionar en el Congreso a funcionarios del Frente de Todos, entre ellos a Mariano Recalde, Pino Solanas y Victoria Donda. Además, la noticia que tuvo mayor resonancia en el terreno legislativo para este partido fue el ingreso de Ofelia Fernández a la Legislatura porteña. De esta manera, la militante se convierte con 19 años en la persona más jóven de la región en ocupar este cargo.

Como tercera fuerza se posicionó Matías Tombolini, representante de Consenso Federal quien denunció el reemplazo de boletas de la lista de Consenso Federal por boletas truchas en la capital. «Alguien se tomó el trabajo de imprimir y reemplazar boletas en colegios de manera deliberada y sistemática. Me comunique con el defensor del pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, que me indicó que nos va a acompañar con esto. Esto se judicializa, porque es un delito penal”,  aclaró Tombolini.

En cuarto lugar, el candidato por el Frente de Izquierda, Gabriel Solano, quien en diálogo con ANCCOM expresó: “Cada voto al Frente de Izquierda es importante para darle legitimidad a la única fuerza política que planteó que la crisis no la paguen los trabajadores sino los capitalistas”. En cuanto a la elección legislativa, el Frente de Izquierda vivió la decepción de no conseguir los votos necesarios para que la candidata a diputada nacional, Myriam Bregman, consiguiera un escaño en el Congreso, aún luego de una fuerte campaña que proponía cortar boleta en su favor.

De esta manera queda conformado el nuevo panorama de la ciudad de Buenos Aires para los próximos años. La victoria de Larreta confirma la importancia del distrito porteño para la coalición de Juntos por el Cambio como uno de los pocos lugares del país donde gana de manera tan pronunciada. El aumento de los votos que se dio desde las PASO para el partido oficialista le permitió evitar el temido balotaje y un nuevo enfrentamiento con Matías Lammens, candidato que superó el techo histórico de oposición al macrismo en la ciudad. Rodríguez Larreta por su parte, asoma como el principal líder el PRO en condiciones de liderar el espacio de la nueva oposición nacional.