Jun 25, 2019 | Deportes, Novedades

Una denuncia en un torneo de Pinamar puso en alerta al tenis argentino.
En las categorías inferiores del tenis profesional en Argentina, algo huele mal. Una serie de denuncias referidas a apuestas ilegales dentro de los torneos de Futures (circuito ITF) y Challengers (circuito ATP) han logrado penetrar en el escenario nacional. El torneo de Pinamar disputado entre marzo y abril puso en agenda el tema, y en el país parece una práctica corriente.
Pero para entender qué sucede, es necesario conocer el panorama internacional. Según un estudio realizado en 2017 por la Asociación Europea de Seguridad en el Deporte, el tenis es la disciplina con más actividades sospechosas en términos de apuestas. ¿A qué se debe esto? En la jerga popular, podría decirse: “La necesidad tiene cara de hereje”. El juego ilegal en el tenis consiste en una planificada organización basada en individuos que deambulan por todo el mundo tratando de cooptar a jugadores y convencerlos de arreglar los resultados. Se aprovechan de los premios en esta serie de torneos son muy bajos y los gastos.
“Hay un problema gravísimo para los jóvenes que comienzan a desarrollarse profesionalmente, los que están por fuera del Top 200, que es el tema económico, sobre todo por la moneda argentina. Y a nivel femenino es alarmante”, declara Sebastián Torok, periodista especializado en tenis, quien desarrolla su trabajo en La Nación y en ESPN Tenis.

En los torneos menores, los premios no alcanzan para solventar los viajes, inscripciones y estadías de jugadores.
Por poner cifras, un torneo de ITF reparte 15.000 dólares entre los participantes. Y los Challengers, torneos inferiores del circuito ATP, por su parte reparten 20.000 dólares. Cifras con las que deben afrontarse los viajes a los próximos torneos del jugador y el entrenador, la inscripción, raquetas, hotel, entre otros gastos. Además, estos números superan la suma repartida en un torneo femenino, sobre todo porque se disputan menos que los masculinos, según el calendario de ITF y ATP. “Creo que se debe a que las chicas no tienen un espejo. Ni siquiera Sabatini, una Dulko o una Paola Suarez. El hockey le ha sacado a lo largo de los años muchas chicas al tenis y ahora hasta el fútbol lo está haciendo. Es una situación crítica”, continua Torok.
Estos premios no solo se reparte entre los participantes de los torneos, con mayores proporcioness para el ganador, sino que a la misma vez ese dinero le sirve a los jugadores para pagar los gastos futuros: en el tenis se necesita ganar dinero para seguir compitiendo, de lo contrario, es imposible.
“Pocos realmente pueden vivir de esto. Para ganar sumas extraordinarias, tenés que, por lo menos, llegar a una segunda o tercera ronda de un Grand Slam, cuando el número 20 de un torneo Major de Golf, gana por ejemplo, 100.000 dólares”, compara Torok
Por esta situación, muchos jugadores se pueden ver seducidos por la posibilidad de ganar más dinero por medio de apuestas, provengan de donde provengan. Los especialistas en la materia, colocan el último future disputado en Pinamar, como el punto de inflexión argentino en este asunto. Donde uno de sus organizadores, Juan Riquelme, se vio obligado a confrontar con personas que pululaban por el Tennis Ranch de Pinamar en búsqueda de jóvenes talentos, entre ellos su hijo, para convencerlos de realizar este tipo de acuerdos.

Arreglar un partido de tenis es más sencillo que en un deporte colectivo: solo hay que convencer a un jugador.
El torneo disputado en la ciudad balnearia, cuenta Torok, forma parte de un negocio de Juan Riquelme, padre de Agustín, jugador argentino de Futures. La idea de Juan era realizar 21 torneos para jóvenes profesionales junto con la AAT, a lo largo del 2019, pero de los cuales sólo se han disputado tres. El resto se canceló, salvo dos que se jugarán en Saavedra Tenis Club y otros dos más.
Si de apostadores se trata, existen dos grandes estilos. Está el clásico, que es aquel que trabaja con el teléfono de manera presencial para, con el delay que existe entre el vivo y la transmisión por internet, sacar una ventaja por sobre el apostador virtual. Otros, los más peligrosos, son jugadores. Se caracterizan por no tener ranking, solo el IPIN, es decir el carnet de la ITF que los habilita a ingresar a vestuarios y conversar con el resto de los jugadores y convencerlos. “La gran mayoría proviene de Europa del Este”, cuenta Torok. “También hay entrenadores que están metidos. Y esto no es nuevo. Acá el gran problema es el jugador que se deja perder. Y lo complicado es salir de eso, porque son pocos los que lo hacen una sola vez”, concluye.
La Asociación Argentina de Tenis (AAT) tiene un problema en puerta. El fenómeno de apuestas es una realidad en las categorías inferiores del tenis argentino y la máxima autoridad en el circuito nacional necesita tomar posición y cartas en el asunto. “Sin dudas lo que tiene que hacer la Asociación es armar protocolos, charlas educativas. Agustín Calleri y Martín Zabaleta prometieron que lo iban a hacer y sin embargo no lo hicieron”, detalla el periodista.
Desde la perspectiva oficial, la AAT, por medio de Martin Vasallo Argüello -Director Ejecutivo-, en diálogo con ANCCOM comentó: “Por supuesto que es un tema que trabajamos en conjunto con la ITF, para que los jugadores no se sientan incomodados ni presionados o sometidos a situaciones de algún apostador. En segundo lugar, tratamos de proteger el juego. No perder la confianza en él. Tratamos de combatir los posibles sistemas de apuestas ilegales de esta manera.”
Oriundo de Temperley, Vasallo Argüello desarrolló su carrera ATP entre los años 2002 y 2010. “El tenis genera una espectacularidad y una masividad, al igual que otros deportes -describe-. Eso hace que mucha gente esté interesada y se propaguen las apuestas. A la vez permite un nivel de promoción y seguimiento que lo coloca dentro de los deportes más importantes del mundo. Con un solo actor, además, hay una posibilidad de arreglar un partido. Eso por ahí no pasa con un deporte colectivo.”
Un caso a observar puede ser el de la FFT (Federación Francesa de Tenis), que ha tomado pleno conocimiento del fenómeno y ha habilitado desde abril un link de consulta constante y anónima para los jugadores y le ha plantado batalla al acoso cibernético sobre los competidores con un número de asistencia gratuito. Además, uno de los torneos más importantes del mundo del tenis, Roland Garros, cuenta desde el 26 de mayo, con un sistema de alta vigilancia para frenar con este flagelo.
En este sentido, la AAT no es responsable de que los jóvenes arreglen partidos. Pero cuando los casos se acrecentan, es necesaria una intervención directa, una reacción con respecto al cuidado de los chicos.
Jun 6, 2019 | Deportes, Novedades

En la Argentina, las artes marciales mixtas llegaron recién en el año 2000.
Se anuncia la pelea y arrancan a trabajar las agencias y los medios. Aparecen los primeros afiches, los primeros tweets y cuando el clima empieza a calentarse llega para sumar más condimento la conferencia: los artistas se miran, se desafían, responden algunas preguntas, provocan y se van. Saben que ahora empieza el verdadero camino, el silencioso, el que termina en la jaula. Sí, ese octógono cerrado por rejas al que ellos quieren, desean y se preparan para entrar. Hasta llegar a la pelea se vienen tres meses de entrenamiento diario, de exigir el cuerpo al máximo, de ir al piso, tomar, salir de una llave, patear, golpear, caer y volver a levantarse. Tres meses de dieta, de alimentarse con lo que necesita el cuerpo para estar en la jaula y para que la balanza marque el peso reglamentario. Torso desnudo, pantalones cortos. Pies al descubierto y manos con guantes de sólo 4 onzas (algo más de 100 gramos). Saben que van al piso, que van a golpearse prácticamente a mano descubierta, que van a estar encerrados 15 minutos contra un par que pasó por todo lo mismo, pero también saben que lo van a disfrutar.
A nivel mundial, más de 25 años de diferentes reglamentaciones y tipos de lucha han creado el deporte que conocemos hoy como MMA, siglas del nombre en inglés mixed martial arts. Sus orígenes se remontan al Brasil de los años ochenta y noventa donde se practicaba el vale tudo. Como bien su nombre lo indica, en estos enfrentamientos sólo había tres prohibiciones: no morder, no meter los dedos en los ojos del rival, no golpear en la entrepierna. Aquellas prácticas, ligadas a un ámbito de pelea callejera más que al deporte fueron luego sometidas a una serie de reglamentos. En una segunda etapa, las artes marciales comenzaron a enviar alumnos a competir para demostrar qué disciplina era la mejor, por lo que peleaban karatecas contra judocas, taekwondistas, referentes del jiu-jitsu y demás. La tercera y actual etapa es la deportiva, donde cada peleador reúne conocimientos de más de un arte marcial y los emplea para ganar una lucha reglamentada y profesional.

Los referentes de MMA aseguran que la disciplina ya tiene más adeptos que el boxeo.
El 12 de noviembre de 1993, mientras Royce Gracie se coronaba campeón del primer evento de la empresa estadounidense Ultimate Fighting Championship (UFC), en Argentina poco y nada se conocía sobre MMA. “Al principio el que sabía algo era el que podía tener algún acceso a un VHS que venía de Estados Unidos”, comenta Germán García Naveira, ex peleador de artes marciales mixtas y ex conductor del programa Radio AMM Argentina. Esta lejanía y escasa difusión explica que recién en el año 2000, siete años después del UFC 1, se haya organizado el primer evento de MMA en el país. A su cargo estuvo la Federación de Boxeo, que eligió como terreno el Luna Park y nombró a la velada “Combate Extremo”. Con poca repercusión mediática y peleas de las que no hay registros. Luego de este primer paso, el boxeo y las artes marciales mixtas quedarían separadas y en una creciente dicotomía entre la comparación y la rivalidad.
La década de los 2000 vio un crecimiento muy lento de la disciplina en el país y, tras años de perfeccionamiento en los entrenamientos y de mayor acceso a las peleas extranjeras mediante videos, en 2007 se creaba la primera empresa nacional: Real Fights. Si bien no logró mantenerse en el tiempo, organizó ocho eventos, incluyendo uno en la provincia de San Juan. La primera velada fue el 29 de julio de 2007, en el Coliseo Villa Malcolm de Palermo, frente a 1.500 personas. Con academias que comenzaban a salir del nicho, lo que faltaba era un mercado que ofreciera eventos para los peleadores en formación.
Los prejuicios, el desconocimiento, han sido un obstáculo para las MMA: “Hace unos años vinieron a hacer un reportaje acá y nos decían ‘¿pero acá vale todo? ¿Vale morder, arañar?’ No, hay una regla, un deporte”, cuenta en su dojo Favio Martino, artista marcial y cofundador de la Academia de Artes Marciales Mixtas GOA. Tanto Martino como García Naveira coinciden en la importancia de la comunicación: “En Brasil, los comentaristas saben del tema, no son periodistas que cubren un espacio, están especializados en eso”, explica García Naveira, quien condujo su propio programa radial. El gran avance se dio cuando, a partir de 2011, los eventos de UFC empezaron a ser transmitidos por televisión: “Verlo, con un comentarista que lo explica y te dice que es un deporte y que está reglamentado es otra cosa”, explica Martino y agrega: “Disminuyó el prejuicio porque hay más difusión, y también porque ahora es más deportivo, hay un reglamento, un réferi…no es el vale tudo”.

Las competencias de MMA no cuentan aún con apoyo oficial.
La difusión de UFC luego de 2011 llevó a niveles masivos el deporte. Sólo dos años después, el 7 de diciembre de 2013 se realizó en Argentina el Arena Tour, un evento local, propio, con niveles de profesionalismo similares a los de las potencias como Estados Unidos y Brasil. Estas peleas les sirvieron de trampolín a luchadores que continuaron sus carreras en el extranjero, incluso en UFC. Además, incentivó una mayor popularidad del deporte y un crecimiento en la participación: “Los chicos se acercan porque ven UFC que lo pasan por Fox todo el tiempo. También por Arena Tour que lo pasaban por América y por Fox”, cuenta Favio Martino y amplía: “Hoy tenemos, entre los 5 dojos, 800 alumnos y alumnas, de los cuales hay entre 80 y 90 que compiten MMA amateur y profesional”.
Sin embargo, a pesar del crecimiento y la popularidad que hoy notamos, no todo es color de rosa: “Es mucho garra y corazón, todo a pulmón nuestro, nadie nos ayuda. Este país al deporte no lo apoya para nada. Tenemos que hacer seminarios, conseguir sponsors, todo por nuestra cuenta”, dice Martino, quien lo vive en carne propia en su dojo. Al escaso apoyo se le suma el cierre de Arena Tour en 2018. “No hay un crecimiento que se da por un proyecto. Hoy la MMA es un poco una moda, falta más educación en artes marciales”, expresa García Naveira con respecto a la poca continuidad de las franquicias argentinas.
A pesar de la reciente actualidad, luego de repaso general y con cinco peleadores argentinos con pasado y presente en UFC, ambos referentes sacan pecho: “Es el deporte más completo y de mayor exigencia en el mundo”, dice García Naveira “En Estados Unidos superó al boxeo, en Brasil está palmo a palmo con el fútbol”, cierra. “Es el deporte de mayor crecimiento en los últimos 20 años”, argumenta Martino y asegura: “Acá ya lo superamos ampliamente al boxeo, en cantidad de practicantes y en todo”. Quizá exageren, quizá amen demasiado su deporte, lo cierto es que la MMA llegó para quedarse y la única jaula que la puede frenar es en la que se siente más cómoda.
Jun 5, 2019 | Deportes, Novedades

Argentina integra el Grupo D, junto a Inglaterra, Japón y Escocia, todos rivales dificilísimos.
El fútbol femenino vive un momento histórico en el país. El tercer puesto en la Copa América Chile 2018, la clasificación a Francia 2019 y el anuncio de la profesionalización son motivos para esperanzarse. Desde que el plantel de la Selección hizo público su reclamo por viáticos insuficientes, falta de lugar de entrenamiento y hasta de vestimenta, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) parece haber tomado nota y ha mostrado un mayor compromiso con el equipo.
En mayo de 2017, luego de casi dos años sin director técnico designado y sin disputar partidos oficiales, Carlos Borrello –entrenador entre 2003 y 2012– fue nombrado nuevamente al frente del equipo. Y pese a las fallas estructurales, en noviembre pasado las jugadoras lograron una impensada clasificación al Mundial de la FIFA.
Competirán 24 seleccionados divididos en seis grupos de cuatro, y pasarán de ronda los dos mejores de cada uno y los cuatro mejores terceros. El torneo reúne a casi todas las estrellas de la disciplina, entre ellas la brasileña Marta, la estadounidense Carli Lloyd y la holandesa Lieke Martens. La gran ausente es la última ganadora del Balón de Oro, la noruega Ada Hedgeberg, quien desistió de participar tras denunciar las desiguales condiciones de trabajo del combinado femenino nacional en comparación con el masculino.

La Selección debuta el lunes 10 de junio contra Japón.
Argentina tiene como objetivo principal avanzar a los octavos de final, algo que nunca sucedió. Para cumplir esa meta, Carlos Borrello apuesta a un equipo versátil, con un 4-2-3-1 como sistema predilecto pero no excluyente, que se caracteriza por su ofensiva punzante, laterales agresivas y con proyección y un mediocampo combativo.
“Tratamos de variar y tener alternativas de juego en lo táctico”, afirma la volante central Miriam Mayorga, de 29 años, nacida en Bariloche, recibida de médica hace unos meses y actual capitana de UAI Urquiza, el equipo campeón de la Primera División de las mujeres. Mayorga, quien llega a Francia 2019 como primer recambio en la mitad de la cancha, destaca la fortaleza del once argentino: “Nuestro punto fuerte es la actitud y lo aguerridas que somos. Son cualidades que pocos equipos tienen”.

La mediocampista Miriam Mayorga.
Los nombres propios también ilusionan. En el arco aparece la experimentada Valeria Correa, guardameta de Rosario Central y una de las pocas que participó de los mundiales de Estados Unidos 2003 y China 2007. Sus relevos en el puesto son Gabriela Garton y Solana Pereyra. En defensa sobresale Aldana Cometti, del Sevilla de España, una central de 23 años con mucho anticipo y un sólido juego aéreo. Por la banda derecha, Adriana Sachs aporta polifuncionalidad, ya que además se puede desempeñar como marcadora central, mientras que por la izquierda Eliana Stábile, figura clave en el repechaje contra Panamá, resalta por sus constantes subidas y su buen tiro de larga distancia.
El alma del mediocampo es Vanesa Santana, cuya virtud es la marca, generalmente acompañada en un doble cinco por la salteña Ruth Bravo, la encargada de crear juego. Ambas “aportan sacrificio, lucha y recuperación”, sostiene Mayorga. La ofensiva está liderada por la mendocina Estefanía Banini, enganche, capitana y la que teje los hilos de cada ataque. Cerca de ella, a cada extremo, las incisivas Florencia Bonsegundo y Mariana Larroquette. Hace un mes, Larroquette, de UAI Urquiza, se consagró por segunda vez consecutiva como goleadora del Torneo de Primera División con 28 tantos. La referencia en el área es Soledad Jaimes, del Lyon francés, quien viene de ser campeona de la Champions League, algo nunca antes conseguido por una futbolista argentina.
Las rivales de la primera rueda son muy peligrosas. Argentina comparte el Grupo D con Inglaterra, Japón y Escocia, que en los papeles están algunos escalones arriba y contaron con dos años más de preparación para afrontar esta competencia. Las favoritas son Inglaterra y Japón, candidatas al título. Las británicas ocupan el tercer puesto del Ranking FIFA, son dirigidas por Phil Neville, multicampeón con el Manchester United y disponen de la explosiva mediapunta Fran Kirby. Y las japonesas son de temer: ya se coronaron en Alemania 2011 y salieron segundas en Canadá 2015. La clave pasará por lo que suceda contra la debutante Escocia, a priori la adversaria más accesible. Más allá de su falta de experiencia, ocupa el puesto 19 en el Ranking FIFA (Argentina el 37) y tiene entre sus filas a la volante ofensiva Kim Little, una estrella del fútbol femenino.
“Sabemos lo difícil que será ya que nos enfrentamos contra potencias mundiales –opina Mayorga–, son selecciones que llevan años de trabajo y funcionan como verdaderos equipos”, pero advierte: “Ojo que en el fútbol puede pasar cualquier cosa. No perdemos la esperanza”.

Lionel Messi visitó a la Selección Argentina antes de que partiera a Francia. Aquí posa junto a Estefanía Banini.
La Albiceleste viene de jugar la Copa de Naciones en la que se midió con equipos importantes como Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur, y realizó el último tramo de su preparación en el predio de la AFA en Ezeiza, donde recibió la visita de Lionel Messi después de un entrenamiento. En suelo galo continúan las prácticas en las instalaciones del FC Noisy Le Grand, en los alrededores de París.
El lunes 10 de junio Argentina enfrentará a Japón en el Parque de los Príncipes, la cancha del Paris Saint Germain. Cuatro días más tarde, en Le Havre, norte de Francia, será el turno de Inglaterra, y el 19 de junio las chicas volverán a la “Ciudad Luz” para jugar contra Escocia. Todos los partidos de Argentina se transmitirán por la Televisión Pública. “Es increíble. Posibilita que la gente vea el fútbol femenino, cosa que antes no se podía. Este acompañamiento tan cercano no se veía antes”, se entusiasma Mayorga.
“No debemos cometer los errores del pasado y la continuidad es lo principal. Los entrenamientos y los amistosos deben mantenerse porque nos dan rodaje en lo colectivo y en lo individual”, reflexiona Mayorga acerca de los 12 años que la Selección estuvo sin ir a un mundial y en vista del futuro prometedor que hoy se presenta.
May 29, 2019 | Deportes, Novedades
“Soy profe de Educación Física. Todo comenzó el 1º de octubre de 2017 cuando fuimos a hacer un curso en La Plata: estaba el coordinador de las selecciones nacionales de FADDIM (Federación Argentina de Deportes para Personas con Discapacidad Mental), organización a la que pertenecemos. Nos comentó que querían armar la selección para chicos con síndrome de Down y nos pusimos a trabajar en el proyecto. Lo presentamos a la Federación, les gustó y empezamos. Y hoy estamos a unos días del Mundial. Todo esto era impensado cuando comenzamos. La idea, en un principio, era que los chicos tengan una oportunidad más, aportar a su desarrollo, que dejen de jugar a la pelota y empiecen a jugar al fútbol. Tienen un potencial increíble, lo que han crecido como personas y jugadores en este poco tiempo es fabuloso y gratificante.”
Así se define y habla de este proyecto Juan Manuel El Chiqui Velardez, el director técnico de la Selección argentina de fútbol para deportistas con síndrome de Down, que viajó esta semana a San Pablo, Brasil, a competir en el Mundial.
¿Cómo es el trabajo con los chicos?
Nosotros tratamos de juntarnos una vez al mes. La idea era hacer un proyecto lo más federal posible. Vienen chicos de distintas provincias. No te olvides que esto es completamente ad honorem, entonces vamos generando los recursos como podemos para tratar de ser inclusivos e ir sumando jugadores.
¿Cuánto tiempo les tomó armar el equipo?
Hemos observado alrededor de 300 jugadores. La mayoría de las concentraciones las hemos hecho en el CeNaDe (Centro Nacional de Desarrollo Deportivo), en la Sociedad Alemana de Gimnasia de Los Polvorines, en Olavarría, en Córdoba. En cada lugar tratamos de hacer un “selectivo” y que se arrimen chicos de la zona para que nosotros los podamos ver. Ahí vimos, a nuestro criterio, quiénes serían los 12 mejores para poder participar en el Mundial. En un principio, nosotros apostamos al desarrollo. Ahora ya hay una selección, que puede seguir entrenando y desarrollándose. Esto no termina el 5 de junio con la finalización del Mundial. Si se da como uno piensa y sueña, queremos seguir trabajando para poder repetir y, si no, redoblar el esfuerzo para seguir siendo protagonistas.
¿Cómo es el entrenamiento que realizan?
Yo soy la cabeza, pero tenemos un equipo de profesionales increíbles. Cada uno cumple una función. Los profesores de cada una de las instituciones son los que realmente hacen el laburo. Mi ayudante habla con ellos por teléfono, para que cada uno de los chicos mejore lo que le pedimos. Ellos hacen el laburo diario.
En el CeNaDe o en la Sociedad Alemana de Gimnasia de Los Polvorines es donde más hacemos concentraciones. Hasta la fecha llevamos 11. No solo pasa por el deporte sino también por la convivencia. Un partido dura 40 minutos y después son 23 horas de convivencia, de estar con un montón de cosas a las que se tienen que adaptar para poder desarrollarse y crecer. Tenemos una psicóloga y hacemos un trabajo interdisciplinario. Se lo merecen. Lo armamos así y estamos muy contentos con el trabajo realizado. Trabajamos con la nutricionista también, desde hace un año. Hay un compromiso de cada uno que se sumó a este colectivo, porque lo hizo de muy manera profesional. El domingo, cuando nos juntemos y estemos todos vestidos con la ropa oficial, vamos a empezar a vibrar un mundial. Esos dos días van a ser terribles.
¿Cómo se manejan con los traslados?
Ahora está muy difícil. Tenemos el apoyo de los padres, que es fundamental. Muchos chicos de la provincia tienen el apoyo local y les generan pasajes de discapacidad para poder viajar. De Rosario los trae un papa, se los lleva otro. Es un grupete que se armó, entre profesores, padres, cuerpo técnico, para que el proyecto pueda salir adelante. Estamos a días de que esto se concrete. Ahora nos toca disfrutar. Vamos a divertirnos, va a salir todo mejor, sin presiones. Tenemos muy buenos jugadores.
¿Considerás que se han convertido en una cara visible que ayuda a difundir la problemática de la inclusión?
Convengamos que la discapacidad intelectual es un problema global, no solo de Argentina. Brasil ha subido a su Facebook una publicación agradeciendo a una droguería que les ha donado todos los materiales médicos ante la ausencia del Estado Nacional. Cuando se habla de inclusión, si fuera un país inclusivo, no estaríamos pidiendo recursos para ir a jugar un mundial o un torneo nacional sino que tendríamos que tener los mismos derechos que la selección mayor, Las Leonas, los rugbiers, los chicos de vóley. En realidad son personas con discapacidad. Pero todos somos personas y vamos a representar al país. De a poco, este paradigma va cambiando, se va tomando un poco de conciencia. Fuimos a golpear las puertas de la AFA y respondieron con los pasajes y con toda la indumentaria. Así que vamos de a poquito. Yo creo que en este poco tiempo hemos hecho ruido, se ha difundido mucho de lo que hacemos. Hemos hecho una campaña de financiamiento colectivo en las redes sociales. Con el aporte de la gente y de alguna empresa hemos llegado juntar el dinero para llegar al Mundial. Fue un trabajo arduo poner la cara en todos lados, de remar un poco en dulce de leche. El objetivo se cumplió, los chicos van a poder participar. Cuando estemos allá, se toque el silbato y ruede la pelota del primer partido, ya está. Con eso me puedo dar por satisfecho, la tarea está cumplida. Ya ganamos.
Cuando El Chiqui Velardez habla, se lo percibe orgulloso: “Tenemos un equipo que, si no salimos campeones, igual les vamos a hacer pegar un susto bárbaro a más de uno. Para nosotros era impensado, como para cualquier futbolero, poder jugar un mundial.» La competencia lo motiva, pero siente que el protagonismo lo tienen los chicos, dentro y fuera de la cancha: “Existe la Selección, esté yo o no. Y vamos a seguir apostando a que cada vez más chicos se sumen a trabajar y que más instituciones acepten a las personas con discapacidad.”
¿El objetivo era llegar al Mundial?
Nunca tuvimos conciencia. Quizás se hablaba de una Copa América y prepararnos para eso, pero nunca fue el objetivo de ‘llegar acá’ a cualquier costo. Hemos hecho un trabajo. Quisimos que no sea algo solamente recreativo. La idea es apostar al desarrollo.
¿Cómo se maneja el tema de la ansiedad?
La ansiedad es personal. Si vas a jugar, querés ganar. A los chicos les transmito tranquilidad y los nervios me los como yo. Pero quiero que sean felices, que la pasen bien, que se rían, que estén contentos. Todo lo demás es una anécdota. Si ellos están tranquilos, se divierten y todo lo demás viene solo. Nos toca una parada difícil. Debutamos con el dueño de casa, Brasil, el 30 de mayo. Pero no le tenemos miedo (risas). En la zona, además, tenemos a Portugal (sub-campeón del mundo) y Perú. En la otra zona están Italia (campeón mundial), México y Chile. Si se dan los cruces, la final puede ser Argentina-Brasil tranquilamente. La modalidad de este fútbol es jugar por todos los puestos. Todos jugamos cinco partidos. Si clasificamos primeros o segundos tenemos chances de jugar semifinal y final. Si no, iremos por el tercer o cuarto puesto.
Habla de la tabla, de los grupos, de las posibilidades, pero lo más importante, Velardez lo tiene muy claro: “Cuando me preguntan ‘¿qué querés de tu equipo?’ Yo respondo: ‘Quiero que mi equipo sea feliz.’ Nosotros no perdemos nunca. Ganamos o aprendemos. Es una cuestión de aprendizaje.”
Abr 17, 2019 | Deportes, Novedades

«Las jugadoras de básquetbol, fútbol y las boxeadoras tienen dificultades para conseguir espacios para entrenar: la prioridad la tienen los equipos masculinos”, dijo Gabriela Minck, presidenta del Club Social y Deportivo La Cultura del Barrio.
“Nos acostumbraron a un fútbol tan personalista y egoísta que no mirábamos al que teníamos al lado. Desde 2004 empezamos a hacer fútbol popular en la Villa 21-24 y la primera regla que pusimos fue que primero hay que desayunar porque muchos veníamos cagados de hambre desde la crisis del 2001. Pasó mucho tiempo hasta que las pibas pudieran sentirse incluidas en las canchas y pronto nos dimos cuenta que el fútbol no es solamente una pelota, unas líneas y dos arcos, sino que es también educación popular”, contó Fidel Ruiz, integrante de Fútbol Popular La Poderosa, el 1 de abril, en el Club Social y Deportivo La Cultura Del Barrio, ubicado en Villa Crespo. El Tercer Encuentro de Fútbol y Antifascismo, organizado por la Coordinadora de Hinchadas Antifascistas, tuvo como objetivo conversar sobre las diferentes problemáticas que atraviesan a la inclusión social en el deporte y más específicamente en el fútbol. Entre los expositores se encontraron Gabriela Minck, presidenta del Club La Cultura Del Barrio; Brenda Bracco, asistente técnica en el Fútbol Femenino del Club Atlético Atlanta; Daniela Lichinizer, periodista de Infobae; Miller Roa de Red Guards United, la hinchada antifascista del Club Independiente Santa Fe de Colombia; y Ezequiel, integrante de Nueva Chicago Popular.
Minck introdujo la labor de la Asociación Civil Club La Cultura Del Barrio, que se creó como un espacio de encuentro para las instituciones deportivas barriales, pero con una identidad y una construcción antifascista. Así se observa en las actividades que lleva adelante por el club, libres de prejuicios y discriminaciones ligadas a la homofobia, la xenofobia, el sexismo y el racismo. Sin embargo, Gabriela resalta que todavía queda mucho por hacer: “Un punto en común que poseen las jugadoras de distintas disciplinas, como el básquetbol, el fútbol y el boxeo, es la dificultad a la hora de conseguir espacios para entrenar, porque siempre la prioridad la tienen los equipos masculinos”.
Estos obstáculos son prejuicios que llegan a todos los ámbitos deportivos. Bracco plantea que se sigue subestimando a las mujeres y otros géneros: “Mi posición todavía me cuesta horrores porque tengo que estar todo el tiempo demostrando que soy capaz. He visto cómo muchas jugadoras se alejaron del fútbol porque no poseían una red de apoyo que las sostenga. Me acuerdo que cuando recién empezaba iba a ver los partidos del equipo femenino de Atlanta y me encontraba con que era la única. Cuando preguntaba dónde estaban las familias, me contestaban que no iban porque se piensa que las mujeres juegan mal o por otros prejuicios relacionados a la orientación sexual”, rememoraba. Algo similar describe Daniela Lichinizer, licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UBA y periodista en Infobae: “Para mí el periodismo no es sólo contar un resultado de un partido, sino también mostrar las historias de lucha, superación y rebelión por parte del fútbol femenino. El periodismo deportivo, al igual que el fútbol, es un espacio que siempre estuvo ligado a lo masculino y las prácticas machistas. Es un terreno difícil donde se rinde examen todos los días, pero me parece fundamental que se incorporen más mujeres en el ámbito y que tengan, a su vez, perspectiva de género”, rescata.

Hinchadas Antifascistas tiene presencia en Ferro, Nueva Chicago, Racing, Independiente, San Lorenzo, River, Boca, Talleres, San Martín de Tucumán, Newell’s, Rosario Central, Belgrano, Desamparados, Platense, Almagro, Argentinos y Gimnasia.
Ezequiel, 22 años, trabaja en el mantenimiento de plazas para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y también es el fundador de la organización Nueva Chicago Popular. Su trabajo territorial comenzó a fines del año pasado cuando realizaron un torneo de fútbol mixto a beneficio de un merendero llamado Los Toritos en el barrio de Mataderos. Sus integrantes, hinchas del club que tienen un compromiso social y político, colaboran con otras organizaciones sociales para crear espacios alternativos que produzcan nuevas formas de ver el fútbol. “En la cancha es el todo vale. Llevamos las presiones que cargamos en la semana a un lugar donde nos desinhibimos y no sentimos las consecuencias por hacerlo. Porque seguramente si en la calle a un tipo lo puteas o lo amenazas vas a tener un problema porque te va responder o va a llamar a un policía. Sabemos que lo nuestro es un trabajo que cuesta muchísimo y nos llevará mucho tiempo, pero la idea es que esto se haga fuerte en las bases y que continúe más allá de los que estamos ahora”, reflexiona Ezequiel.
Nikolai López, 28 años, es periodista e integrante de la Coordinadora de Hinchadas Antifascistas. Nacido en Colombia, llegó a la provincia de Córdoba en 2011 para hacer la carrera de Comunicación Social en la Universidad Nacional de Córdoba. Se hizo amigo de los vecinos del barrio de Alberdi, donde se encuentra el Club Atlético Belgrano, por lo que pronto empezó a concurrir a los partidos, participar en el club y finalmente hacerse socio. Después se mudó a Buenos Aires, donde actualmente trabaja en Radio Rivadavia. Nikolai explica que la Coordinadora surgió luego de un encuentro realizado en el Club La Cultura del Barrio por los Piratas del Sur, fanáticos del FC St. Pauli, el club alemán que posee una historia ejemplar a nivel internacional en cuanto a la lucha antifascista. Después de ese encuentro, empezaron a aparecer colectivos antifascistas dentro de cada club argentino, de manera que decidieron organizarse con una Coordinadora que pudiera visualizar y potenciar el trabajo de cada uno al realizar difusiones y organizar eventos y charlas. Hoy las hinchadas antifascistas que poseen presencia y han desarrollado un trabajo de base se encuentran en los clubes de Ferro, Nueva Chicago, Racing, Independiente, San Lorenzo, River, Boca, Talleres de Córdoba, San Martín de Tucumán, Newell’s Old Boys, Rosario Central, Belgrano, Desamparados, Platense, Almagro, Argentinos Juniors y Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Nikolai también forma parte de Santa Fe Antifascista, el primer colectivo de hinchas migrantes organizado en la Argentina que tiene su raíz en el Club Independiente Santa Fe de Colombia. “En la Villa 31 estamos dando cursos de radio, serigrafía, apoyo escolar y una escuela de fútbol. En esta última tratamos de erradicar los microfascismos socialmente aceptados, como por ejemplo, que la mujer no puede jugar con el hombre y que está mal perder. Educamos también sobre el entorno migrante con el que ellos se encuentran, porque sabemos que a las villas llegan muchos desde Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela y muchas veces el Gobierno y los medios tratan de enfocar a ellos como si fueran un enemigo interno”, revela Nikolai.

«Empezamos a hacer fútbol popular en la Villa 21-24 y la primera regla que pusimos fue que primero había que desayunar, porque veníamos cagados de hambre» recordó Fidel Ruiz, de La Poderosa.
En dialogó con ANCCOM Javier Bundio, antropólogo especialista en fútbol, violencias y territorio, describió el entramado de responsabilidades ante los hechos de violencia: “Los comunicadores suelen señalar como responsables a las barras bravas o a ciertos inadaptados o salvajes”. Sin embargo, Bundio piensa que se trata de una problemática más compleja en la que los comunicadores necesitan vender cierto dramatismo en los partidos de fútbol.
“En el fútbol hay muchas condiciones que posibilitan distintas prácticas de violencia y tenemos a distintos actores que con su accionar contribuyen a alimentarla. Por un lado, la policía efectúa malos operativos de seguridad, que incluyen también cacheos que rozan lo ofensivo y maltratos hacia los hinchas. Después, están los propios simpatizantes, tanto las barras bravas como el hincha común que también participa en sus acciones violentas. Por otra parte, están los discursos y los medios de comunicación que contribuyen a construir un contexto en el que la violencia está naturalizada y legitimada. Los cantos de cancha también aportan su parte porque cuando, por ejemplo, hay cantos que celebran la muerte real del otro en cierta manera se está celebrando esa violencia y eso contribuye a legitimarla”, manifiesta Bundio.
El cientista social, que es miembro del Seminario Permanente de Estudios Sociales del Deporte, también formula soluciones. Una es convocar tanto a los hinchas para discutir el Plan Nacional contra la Discriminación en el Fútbol. Bundio revela que este plan, implementado en 2016, no los incluyó porque prevalece una percepción represiva sobre ellos. “El hincha es una pieza fundamental que tiene la posibilidad de transformar sus propias prácticas. Las hinchadas antifascistas lograron hacer esto luego de una autorreflexión para después pasar al plano de la acción. Cuando hay un canto racista, el hincha puede llamarse al silencio o no concurrir más a los espectáculos deportivos. En cambio, las hinchadas antifascistas muestran que existe otro camino: concurrir, participar y transformar”, finaliza Bundio.

Mar 27, 2019 | Deportes, Géneros, Novedades

Amnisty Internacional organizó un partido de fútbol mixto por la igualdad de género.
Es sábado a la mañana y el azul y rojo de la cancha del polideportivo de San Lorenzo se está mezclando con verde y amarillo. Adentro, jugando, hay actrices, cantantes y futbolistas de distintos géneros con la remera de Amnistía Internacional y periodistas con el pañuelo a favor de la legalización del aborto sujeto en las muñecas.
Van, vuelven, salen de la cancha, firman autógrafos, festejan sus goles a los gritos. Uno de los equipos lo tiene a Juan Pablo Sorín de capitán, el otro a Macarena Sánchez. Y acompañando están Thelma Fardin, Dolores y Tomás Fonzi, Miss Bolivia, Sebastián Domínguez. Todos participan de «Me la Juego por la Igualdad», el partido que organizó el organimo defensor de los derechos humanos para celebrar la profesionalización del fútbol femenino y continuar visibilizando las desigualdades de género que aún persisten.

«El aborto todavía no es legal, es un año de elecciones y necesitamos saber qué políticas de género va a tomar cada partido con sus representantes», dijo Mariela Belski, tras el encuentro.
Desde la profesionalización de la primera división del fútbol femenino el pasado 16 de marzo todo se vive diferente: Este deporte, que no excede la lógica que impera en todos los otros demás, logró empezar a mitigar las desigualdades existentes entre hombres y mujeres: las jugadoras, por primera vez en la historia, van a cobrar por jugar. Claro, todavía ni por asomo lo que cobran los jugadores.
Maca Sánchez, precursora en esta lucha, comenta que para ella fue muy importante el empoderamiento que vivió durante los últimos años. «Desde 2015, con la primera marcha #NiUnaMenos, se nos dio el empujón que nos faltaba para levantar la voz, para poder reclamar lo que nos corresponde».
La jugadora, que está en un litigio legal después de que su club, el UAI de Urquiza, la despidiera en enero de este año sin ninguna indemnización, sueña que en un futuro esta inclusión llegará no sólo a todas la divisiones del fútbol, sino “también a todos los deportes.”

Goles, humor y autógrafos en una jornada que desbordó de alegría.
Las gradas desbordan de alegría. Están llenas de familias tomando mate, grupos de amigas que saben el nombre de cada una de las chicas que está peloteando y de a algún que otro fanático del club que se acercó a pasar la mañana.
Adentro de la cancha, los límites sociales y culturales que no permiten a las mujeres tener los mismos derechos laborales y las mismas garantías que tienen las categorías masculinas en casi todo el resto del mundo, no se notan.
Mónica Santino, ex futbolista y entrenadora de fútbol femenino del Club `La Nuestra`, de la Villa 31, no deja de hacer pases, mientras que Juampi, no para de meter caños, como si todavía tuviese la camiseta de la selección puesta.
Afuera, comenta que se siente orgulloso de “acompañar la lucha” y lo comparte con Damián Stazzone, campeón mundial de Futsal, quien acota que le parecía “arcaico vivir en un país como el nuestro, que tiene el fútbol como estandarte, y que a pesar de eso, les costó tanto este triunfo.”
Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía en Argentina y organizadora del evento, también se puso la camiseta: “Estamos celebrando. San Lorenzo nos abrió las puertas, pero hay un montón de lugares donde todavía falta. El aborto todavía no es legal, es un año de elecciones y necesitamos saber qué políticas de género va a tomar cada partido con sus representantes. Nos falta un montón de camino. Pero acá, con este partido, estamos festejando de que cada vez es menos.”
