Ago 23, 2018 | Comunidad, destacadas, Novedades, Te puede interesar
Luego de tres semanas, el silencio de las aulas vacías sigue resonando. El Gobierno, volvió a poner replay y continúa ofreciendo un magro 15 % de aumento salarial en tres cómodas cuotas. La Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), al igual que otras 56 casas de altos estudios a lo largo del país, se sumó a la medida de fuerza convocada por los diferentes gremios docentes para esta semana y su caso es ilustrativo de los daños que la política de Cambiemos causa al sector universitario.

La UNDAV, fundada en junio del 2010, cuenta con mas de 17.500 alumnos regulares y nuclea 40 carreras, entre las cuales hay 14 de grado (13 presenciales y una a distancia), sumadas a otras tantas de posgrado y tecnicaturas con títulos intermedios. En diálogo con ANCCOM, Jorge Calzoni, rector de la institución, dejó en claro que la problemática afecta al ámbito académico en su completud, afirmando que “la cuestión salarial es uno de los ejes principales del conflicto”. No obstante, Calzoni entiende que la situación de las universidades más “jóvenes” es aún peor. “Nosotros cada año incorporamos nuevas cátedras, necesitamos por lo menos un 20 % adicional de presupuesto para acompañar el crecimiento”.
La máxima autoridad de la UNDAV ejemplifica la incidencia de la subejecución presupuestaria aclarando que “del presupuesto estipulado para los costos de funcionamiento, a esta altura del año se ejecutó menos del 30 %, esto sumado una escasísima ejecución del presupuesto para el desarrollo de infraestructura, provocan una demora permanente en las obras en construcción”. También hace hincapié en el aumento desmesurado de los servicios, lo que supone un obstáculo más para el desarrollo y la ampliación de las instalaciones. “Como tenemos algunas obras terminadas, pasamos de pagar “luz de obra”, que tiene descuento, a “luz de edificio”, lo que supuso un 1000 % de aumento en las tarifas. Si lo sumamos a los constantes cortes de luz y la falta de inversión de Edesur, la situación se vuelve cada vez peor”.

Paro universitario, 22 de agosto de 2018 / Universidad Nacional de Quilmes / Foto: Guadalupe Garcia / ANCCOM
Por otro lado, Calzoni relaciona la problemática de la suba del dólar con la imposibilidad de que ciertas disciplinas dentro de la universidad cuenten con los recursos imprescindibles para desarrollar sus actividades de forma óptima. Al respecto asegura que “tanto las carreras de Ciencias Ambientales, como las de Ingeniería e Informática, no pueden contar con todos los materiales necesarios ya que son productos importados y sus precios dependen directamente de la moneda extranjera”. A su vez, se muestra sorprendido de que el Gobierno le haya exigido la implementación de un expediente electrónico, ya que “requiere una gran inversión y en este momento hay otras prioridades”.
El pasado miércoles, en una asamblea interclaustro integrada por las principales autoridades y los gremios de la universidad, se decidió programar un cese de actividades por lo menos hasta este viernes. El rector dejó muy clara su postura al expresar que “siempre es mejor luchar con los chicos adentro, ya que algunos por una cuestión de distancia pueden dejar de venir y no sostener la cursada en el tiempo”. En la misma línea, dijo que “el conflicto viene de larga data, en 2016 con un ministro peor todavía (n. de r.: Esteban Bullrich) hubo una movilización interclaustro más cohesionada y efectiva”. De todas formas, aclaró que respeta la decisión de los gremios docentes y que la idea es, luego del paro, decidir en la asamblea de la semana que viene los pasos a seguir. “Ante una situación así, no hay que pensar de forma individual, sino como sistema”, reflexionó.

La UNDAV, ubicada en el sur del conurbano bonaerense, realizó el pasado martes un Foro de Debate en Defensa de la Educación Pública. Tanto docentes, como alumnos, gremialistas, y no docentes, expresaron allí su preocupación ante el ahogamiento financiero y las nulas políticas educativas efectuadas por la gestión de Mauricio Macri. En paralelo, remarcaron la importancia de organizarse como colectivo académico y garantizar el acceso universal a la educación superior.

Paro universitario, 22 de agosto de 2018 / Universidad Nacional de Quilmes / Foto: Guadalupe Garcia / ANCCOM
“Tenemos que comprometernos, movilizarnos, discutir y defender los derechos de los estudiantes. El derecho a estudiar en una universidad pública y gratuita tiene que darse en instalaciones óptimas y con los trabajadores bien pagos”, declaró Gianluca Garbarino Petrone, presidente de la Federación de Estudiantes de la UNDAV (FUNDAV), en el acto. En la misma línea, la doctora Ana Laura Ruggiero, secretaria general de la Asociación no Docente de la Universidad Nacional de Avellaneda (ANDUNA), destacó que “la educación es un derecho universal, y sabemos que la única forma de que todos tengamos un futuro es precisamente garantizando el derecho a la educación superior”.

Paro universitario, 22 de agosto de 2018 / Universidad Nacional de Quilmes / Foto: Guadalupe Garcia / ANCCOM
Otra de las voces destacadas en el debate fue la de Gabriela Mariño, secretaria general de la Asociación Docente de la UNDAV (ADUNA). Mariño destacó que “es un buen modo de iniciar el cuatrimestre, de pensar entre todos y entre todas el alcance de un conflicto que las universidades públicas están viviendo, y también de proyectar qué modelo de universidad queremos”. A su vez, se refirió al conflicto salarial, explicando que “nosotros (los docentes) elegimos trabajar en la universidad pública, queremos, valoramos y defendemos el proyecto de una universidad como la nuestra, pero tenemos consciencia de que somos trabajadores y trabajadoras que deben ser retribuidos con el salario correspondiente para poder llevar a cabo nuestra tarea.”
Ago 21, 2018 | Novedades, Trabajo

Los últimos cincuenta operarios -sobre un total de quinientos- que quedaban en la fábrica Extreme Gear que producía zapatillas Adidas en el Municipio de Esteban Echeverría fueron despedidos la semana pasada porque la planta bajó la cortina, tras no poder competir con la mercadería que ingresa del exterior ni hacer frente a los aumentos de tarifas y la baja del consumo. Bastante lejos de allí, en Chivilcoy, Paquetá, otra planta que fabrica el mismo producto, decidió licenciar a sus seiscientos empleados por la acumulación de stock que se generó por la misma coyuntura.
La dinámica ascendente en la apertura de importaciones parecería no tener techo. La situación cada vez es más crítica y los números son alarmantes. ”En un contexto caracterizado por la pérdida de poder adquisitivo, tarifazos de gas y electricidad, y aumento de costos financieros, el reemplazo de bienes nacionales por importados generó la destrucción de empleo industrial de manera constante, alcanzando casi los 80.000 puestos de trabajos desde finales de 2015”, detalla el licenciado en Relaciones Internacionales e integrante de CEPA, Juan Cruz Lucero. El aumento desmesurado de la deuda sumado a la devaluación maratónica del peso muestra un escenario cada vez más oscuro. Lucero aclara que “en este sentido, resulta difícil sostener los mismos niveles de importación por su encarecimiento, y por la dificultad de financiar los dólares necesarios para sostener estos volúmenes de compras externas. El gobierno se enfrenta a las propias limitaciones y contradicciones de un modelo que tiene en el frente externo su principal problema”.
En diálogo con ANCCOM, el especialista en macroeconomía Agustín D’Atellis asegura que “el impacto de la apertura de importaciones es totalmente negativo, ya que no se puede competir con los precios bajos, los niveles de salario y el tipo de cambio que manejan los países desde los cuales provienen estos productos, sobre todo China”. En la misma línea, el economista ejemplifica con el sector automotriz el desequilibrio que hay entre importaciones y exportaciones. “El Gobierno está permitiendo el ingreso de vehículos completos e insumos a gran escala, incumpliendo las limitaciones establecidas por el Flex (n.de r.: norma de intercambio) del Mercosur. Esto, sumado a las bajas exportaciones y la producción industrial descendente, genera que tengamos el déficit comercial más grande de la historia”, afirma.
El nuevo mapa macroeconómico de la Argentina no podría haber sido trazado sin una “pequeña ayudita de los amigos”, en este caso el tan mentado factor externo. “En diciembre de 2015 se conjugaron dos hechos: el triunfo de Macri y la prohibición de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para implementar las licencias no automáticas, un mecanismo de control comercial e ingreso de mercadería muy utilizado por el gobierno anterior. En este contexto, el Gobierno abrió la economía no solo por vocación ideológica, sino también como un intento de control de precios que finalmente no funcionó”, explica Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). A su vez, identifica las diferentes etapas que atravesó este proceso hasta la actualidad. “En 2016 y 2017 tuvimos un aumento significativo en la entrada de bienes de consumo final, mientras que más acá en el tiempo aumentaron las importaciones de bienes intermedios. Hay economistas ortodoxos que ven al ingreso de bienes intermedios como un repunte en la industria y eso es totalmente falso, están sustituyendo productos que antes fabricaban en el país por mercadería importada”, explica.

Las víctimas
Si bien los últimos índices muestran una economía en recesión y una baja de producción y consumo a nivel general, hay sectores particularmente afectados por las medidas de apertura comercial. Alberto Espinosa es uno de los pocos empleados que sobreviven en la fábrica Plásticos El Mirador ubicada en la zona oeste del conurbano bonaerense. “Nosotros hacemos artículos para negocios chicos -antes trabajaba el de arriba, el del medio y el de abajo-, ahora de quince personas pasamos a ser cuatro. Yo fui dueño y fundí con Menem por las mismas razones, hoy transito esta etapa como obrero y con el peligro de quedarme sin trabajo. Acá en La Matanza cerraron 7.500 PyMEs”.
Luciano Villagrán (22) fue “amablemente” invitado a desvincularse de Goldmund, una empresa dedicada a la fabricación de electrodomésticos ubicada en Hurlingham. “Hacía tiempo que venían recortando personal, y a quienes tomaban como empleados los despedían al mes. Al haber ingreso de tantas marcas era imposible competir, por eso las ventas empezaron a bajar muchísimo hasta que varios nos tuvimos que ir”, aclara.
Un párrafo aparte merece la industria textil, quizás el sector más damnificado por el nivel de laxitud en las reglas de importación. El sitio web Comunidad Textil reveló que, según un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), en el 2017 cayó un 8 % la cantidad de trabajadores del rubro registrados. “En 2017 el ingreso de ropa creció un 22%, tanto en volumen como en dólares, en relación al año anterior. Este impacto es aún mayor si se toma el acumulado con el 2016: un aumento del 50% en dos años” detalla el informe, explicando una de las principales razones en la caída de la producción nacional. Consultado por este medio, el secretario de la Asociación Obrera Textil (AOT) Hugo Benítez especificó que “en este primer semestre, hemos tenido 1800 despidos, más de 2400 suspendidos y más de 1500 trabajadores con adelanto de vacaciones. Si en el semestre que se inicia el Gobierno no introduce cambios que reactiven el consumo, la situación de la industria se va a agravar”.
Ago 7, 2018 | Novedades, Trabajo

Todos los gremios universitarios resolvieron no iniciar el segundo cuatrimestre
Los pasillos están vacíos, las aulas con las luces tenues, sin susurros ni voces estridentes. En las entradas, algunos que otros desprevenidos miran alrededor sorprendidos de tanta soledad en fechas donde el bullicio es moneda corriente. Otros comprenden que están más acompañados que otras veces. Porque el alcance de la medida de fuerza esta vez es casi absoluto, como si alumnos, docentes y no docentes se hubieran percatado que la realidad tomó un tinte más oscuro de lo normal. El ajuste presupuestario, las paritarias irrisorias, y el ataque permanente tanto práctico como simbólico a la educación pública en general, y a la educación superior en particular, fueron (y son) el caldo de cultivo para una reacción del ámbito académico pocas veces percibida.
Este año, las universidades recibieron unos 4.000 millones menos de presupuesto, los docentes percibieron apenas un cinco por ciento de aumento y la ejecución presupuestaria en el actual ciclo lectivo aún no llegó al 30 por ciento.

Este año, las universidades recibieron unos 4.000 millones menos de presupuesto
“Aquí el acatamiento del paro es muy alto, y creo que de alguna manera expresa la preocupación general por la situación que estamos atravesando”, expresa Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. El descontento de la comunidad universitaria es notorio, por lo que Morgade entiende que el paro sólo es el comienzo de la contienda. “Todo se encamina hacía una movilización en las calles, de esta forma la lucha podría complementarse de una manera más eficaz, ya que el Gobierno no entiende razones. El vaciamiento de las instituciones, en particular de la educación estatal, es uno de sus objetivos.”, dice.
Claudia Baigorria, secretaria de formación de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU Histórica), asegura que “Alejandro Finocchiaro (Ministro de Educación de la Nación) es el ministro más ausente desde que asumió, a tal punto que nosotros no lo conocemos personalmente, jamás se ha interiorizado en las problemáticas de las universidades nacionales ni convocado a los gremios docentes universitarios ni preuniversitarios para conocer nuestras dificultades”. Y Carlos De Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) anunció que tras la marcha multitudinaria al Palacio Pizzurno realizada el 7 de agosto, Finocchiaro por primera vez se comprometió a recibir a los gremios para tratar el tema salarial. “Es un triunfo de la movilización”, sostuvo el líder sindical.

Esta semana el silencio de los edificios es directamente proporcional al sonido intenso del reclamo en las calles
La multiplicidad de obstáculos para el funcionamiento idóneo de la educación superior no solo es consecuencia de la negligencia gubernamental, sino también de un bombardeo, desde distintos ángulos, contra aquel sector. Gabriela Diker, rectora de la Universidad Nacional General Sarmiento, expresó sus inquietudes a ANCCOM, argumentando que “desde el 2016 se viene sosteniendo una campaña de desprestigio en los medios de comunicación, en el Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta que tanto para Mauricio Macri como para María Eugenia Vidal, la educación es un gasto más. Quieren instalar la idea de que la universidad es un privilegio para unos pocos, y no un derecho para todos”. Tal vez por eso, esta semana el silencio de los edificios es directamente proporcional al sonido intenso del reclamo en las calles.

El ataque permanente a la educación, es el caldo de cultivo para una reacción del ámbito académico
Si bien la medida de fuerza se originó, en gran parte, debido la paupérrima oferta de aumento salarial emitida por el Gobierno, la situación es mucho más compleja. Antonio Roselló, secretario adjunto de CONADU Histórica, estableció cuatro ejes para abordar el conflicto. “El primer punto es la terrible crisis presupuestaria. El segundo punto es la terrible crisis salarial, somos 190 mil familias que dependen del sueldo universitario para llevar el sustento al hogar. El tercer elemento es la defensa de nuestras jubilaciones, ya que la reforma previsional implementada en diciembre, bajo un marco de represión y violencia institucional, estipuló, entre otras cosas, que los investigadores dejen de percibir el 82% y el 85% móvil una vez retirados de su actividad. Finalmente, queremos poner en relieve que hoy día hay 20 mil docentes ad honorem que no cobran por trabajar”.
La problemática, que atenta contra el normal funcionamiento de las universidades en todo el país, es todavía más grave en el Noroeste argentino. “Nosotros no tenemos dinero ni para la tinta de las impresoras, la quita de recursos lleva varios meses”, detalla el investigador Reynaldo Castro, adjunto de cátedra en el seminario “Memorias de la represión dictatorial y de la violencia política” de la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Jujuy (UNJU). “No iniciamos las clases porque, además de la cuestión presupuestaria, aquí también están violentadas las libertades individuales, en abril del año pasado las fuerzas policiales se llevaron a la rastra a dos alumnos de la facultad de Ciencias Agrarias y hace meses que las Fuerzas Armadas están instaladas en las fronteras buscando enemigos internos”, aseguró.

Antonio Roselló estableció 4 ejes; crisis presupuestaria y salarial, defensa de las jubilaciones y reclamo por docentes que continúan trabajando ad honorem.
Jun 6, 2018 | Novedades, Te puede interesar, Trabajo

“Entre el gas, la luz y el agua tenemos prácticamente 200 mil pesos de gastos, así es muy difícil salir adelante”, sostiene ante ANCCOM Luis Figueroa, presidente de la comisión coordinadora de la cooperativa. Como una carta de presentación, la frase pone de relieve uno de los conflictos más urticantes a nivel macro y microeconómico en la actualidad. Gestionada por sus trabajadores desde 2002, y establecida definitivamente como cooperativa hace una década, Torgelón es un botón de muestra de un colectivo de empresas que se insertan en el mercado intentando esquivar la lógica verticalista y jerárquica del capitalismo ortodoxo. No obstante, la realidad de la reconocida usina de salames, jamones y otras delicias no escapa a la recesión imperante. “Antes trabajábamos ocho horas todos los días, hoy en día trabajamos seis e incluso cuatro, la ventas caen cada vez más, por ende la producción también; la cuestión gubernamental es otra traba para la distribución a cadenas de supermercados. Hace cuatro años que presentamos los papeles para licitar productos clave como el salame picado fino, el milán y el jamón crudo, todavía no obtuvimos respuesta”, reflexiona Figueroa.
En la misma línea opina Víctor Sena, uno de los encargados del deshueso y el desangrado final de la carne destinada a ser embutido, quien identifica el problema no solo a nivel productivo, sino también cultural. “Los servicios subieron un mil o mil cien por ciento en dos años y nosotros no hacemos un producto de primera necesidad, antes la picada del fin de semana era una cuestión religiosa, desde hace dos años, si podés comer una por mes ya es mucho”, explica con gesto de resignación. Sena es uno de los trabajadores más antiguos del establecimiento, vivió en carne propia la transición al cooperativismo. “La situación fue complicada, los patrones se fueron y se llevaron todo, como estábamos desesperados por llevar un mango a la casa nos organizamos y el que se quiso ir, se fue”. Más allá de puntos de vista diferentes o entredichos propios de la convivencia laboral, el cooperativista resalta la horizontalidad en la toma de decisiones. “No hay nada más democrático que una cooperativa”, asevera.
Si bien ciertos movimientos y ausencias dentro de la fábrica generaban algo de desconcierto, ningún integrante se imaginaba allá por 2002 lo que podía llegar a suceder. “Fue medio raro porque en esa época se trabajaba muy bien acá, hacíamos horas extra y nos quedábamos hasta las siete de la tarde, no nos imaginábamos que (la empresa) iba a quebrar. De repente vinieron y nos dejaron sin nada”, relata José Contreras, mientras manipula una pata de jamón crudo. Contreras trabaja en Torgelón hace 19 años, aunque se encarga principalmente del secado de jamón y salamín, se define como un «multifunción». Precisamente la versatilidad para ocupar diferentes puestos es lo que permitió el crecimiento y la consolidación de la empresa. “Al principio nadie sabía que iba a pasar ni lo que iba a hacer, pero de a poco fuimos volviendo a producir, a llamar a los clientes, nos dieron subsidios para comprar maquinaria y materia prima, y en dos años pudimos volver a funcionar con cierta normalidad”, detalla.

La comisión directiva está conformada por un presidente, un secretario, un tesorero, dos vocales, un síndico y un suplente de síndico. Las elecciones se dan cada tres años, con asambleas intermedias ante casos particulares como compra de materiales o decisiones comerciales. “Nosotros antes no estábamos acostumbrados a tomar decisiones ni a ser responsables de la empresa, somos 58 empleados y hay 70 opiniones; el consenso es difícil pero de todas formas es posible, no hay grandes conflictos”, afirma Figueroa, quien preside la cooperativa hace siete años.
El edificio, una mole de concreto que ocupa prácticamente media manzana, se encuentra en la frontera entre Caballito y Flores. Casi el 90 por ciento del espacio está ocupado por el sector de producción, mientras que el 10 por ciento restante lo ocupa la administración. Esta división es notoria no solo a nivel estructural y físico: las cinco mujeres abocadas a las actividades “de oficina” representan el único personal femenino de la cooperativa.
“La situación del país está mal, pero creo que de a poco y unidos vamos a mejorar” asegura Lucila Invitto (24), quien se encarga del archivo y el registro mensual de ventas. Una de las voces más experimentadas, dentro del sector en particular y de la fábrica en general, es la de Patricia Almendra (54), encargada de las cuentas corrientes y empleada desde hace más de 30 años. “Al principio fue muy difícil, era llorar y llamar a los clientes para avisarles que íbamos a seguir, siempre hubo continuidad, la cuestión era especializarse en el sector propio de cada uno, y después aprender a hacer un poco de todo; ahora la situación no está bien en general, pero yo soy optimista por naturaleza, me convenzo y me creo que vamos a salir adelante. A como está el país, nosotros estamos bárbaro”.
A pesar de la visión positiva, Almendra entiende que parte del personal no está comprometido con el trabajo colectivo, e intenta imponer su voz ya sea por su condición masculina o por su antigüedad. “Hay gente que no entiende que tiene que trabajar hoy para cobrar mañana, es un frigorífico machista, a veces una alza la voz y no le prestan atención”.