Un blanquito racista ante el Inadi

Un blanquito racista ante el Inadi

 “Soy blanquito, gracias a Dios no tengo sangre mapuche ni tehuelche”. La definición es de Ricardo Parisi, concejal por Cambiemos en la ciudad de Esquel, quien insultó y discriminó a la presidenta del Consejo Municipal de la Mujer, Graciela Avilés, y a manifestantes del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Esquel (SOEME), a quienes les dijo “negros de mierda”. El martes a la mañana, en una entrevista con una radio local, el concejal ratificó sus dichos y aseguró que no se arrepiente de nada. “Qué sé yo si es discriminatorio: yo nací y me crié en este pueblo, me crié con la mayoría de la raza de ella”, dijo Parisi en referencia a Avilés.

 El conflicto comenzó el miércoles pasado, mientras en el Concejo Deliberante local se trataba una ordenanza municipal con la que el SOEME no estaba de acuerdo. En diálogo con ANCCOM, el concejal por el Frente para la Victoria Oscar Cheuque, presente en ese momento en el recinto, explicó que esa ordenanza “pretendía dar un plus a un sector de los empleados municipales por fuera del ámbito paritario. La gente del sindicato consideró que esta actitud trataba de desprestigiar y desconocer al gremio, por eso se encontraban manifestando fuera del recinto”, agregó.

 “Nosotros habíamos presentado una propuesta de modificación de la ordenanza –dijo en conversación con este medio Avilés, que también estaba en el recinto-. En un momento el concejal Parisi, que estaba sentado al lado mío en la última fila, se dio vuelta y a través del vidrio les gritó ‘negros de mierda’ a la gente que se estaba manifestando”. Cuenta Avilés que cuando le pidió silencio a Parisi, para poder escuchar a los demás concejales, éste reaccionó: “Se enojó y me dijo: ‘Cállese usted, que también es una negra. Yo soy blanquito, gracias a Dios no tengo sangre mapuche ni tehuelche’”.

 En virtud de estos insultos, la presidenta del Consejo Municipal de la Mujer denunció al concejal de Cambiemos ante la Defensoría del Pueblo, la Secretaría de Derechos Humanos de Chubut y el Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI), por «discriminación, racismo y xenofobia». Cuando ayer, en la entrevista radial citada, le preguntaron por la denuncia, dijo: “No he escuchado nada. Lo único, como te dije, que me sacó una foto con el celular, porque son tan pobres que tienen celulares de mucha plata». Cuando le preguntaron por qué había insultado a los manifestantes, Parisi expresó: «De afuera uno gritaba que (Jorge) Junyent -presidente del Concejo Deliberante- era un coimero, un chorro. Entonces yo golpeé el vidrio y le dije: ‘Mirá, pará, que vos sos un negro de mierda’. Me salió de adentro». Durante la misma entrevista el conductor del programa le preguntó si iba a disculparse: “Yo disculpas le pido a una persona que es educada», respondió

 “Me pone muy triste lo que ocurrió, no puedo creer que todavía existan personas que tengan esta mentalidad –dijo a ANCCOM el concejal Cheuque-. Yo tengo sangre Mapuche y estoy orgulloso de la sangre que corre por mis venas, como así también lo deben estar seguramente otras personas, vecinos de Esquel, habitantes de nuestro país o Latinoamérica, de tener la sangre que tienen».

 Los dichos polémicos de dirigentes de Cambiemos de Esquel no son novedad. El el último acto por la Memoria, la Verdad y la Justicia, Jorge Junyent, el presidente del Concejo Deliberante de Esquel y del Bloque Cambiemos, durante su discurso expresó que «la madurez debería permitirnos rendir homenaje también a las víctimas del proceder de las organizaciones subversivas, que asolaron el país en aquellos años». En cuanto a este discurso, opinó Graciela Avilés: “Avala la Teoría de los Dos Demonios y en ningún momento se retractó, por lo tanto sabemos que es el pensamiento de ellos».  Cheuque, por su parte, también se manifestó en contra de las declaraciones del presidente del Concejo: “En nombre del gobierno municipal, Junyent dio un discurso, el 24 de marzo pasado, en el que no reconoce que en el país hubo un terrorismo de Estado –dijo-. A eso se suman ahora los dichos racistas del concejal Parisi. El ejecutivo local, por otra parte, desconoce totalmente la representación de los trabajadores municipales. Lo único que generan es preocupación entre nosotros y división entre los ciudadanos”.

Actualizado 19/04/2017

La política del apriete

La política del apriete

  Aunque el derecho a huelga está amparado por la Constitución Nacional, en ministerios y empresas del Estado los trabajadores se toparon con un abanico de diversas “advertencias” de parte de la administración de Cambiemos. El 6 de abril es ya una fecha histórica: con altísima adhesión, se llevó a cabo en todo el país el primer paro general en contra de las políticas del gobierno de Mauricio Macri. Si bien la convocatoria fue impulsada por la CGT, también contó con el apoyo de las dos CTA, de casi la totalidad de los gremios y de los movimientos sociales. La jornada de ayer fue tensa en distintas reparticiones, porque muchos empleados públicos se vieron en la disyuntiva de querer participar del paro, aunque con miedo de hacerlo por las amenazas de represalias más o menos explícitas.

  «Lo que se comenta y causa más miedo es que va  a haber una lista, como hubo en otros paros, de la gente que no trabaje el jueves», explicó ayer en diálogo con ANCCOM un trabajador de Aerolíneas Argentinas que prefirió no dar su nombre. Luego subrayó que «la empresa sacó un comunicado diciendo que a los que vengan a trabajar se les va a pagar $200 pesos en nafta o taxi. El comunicado decía además que no se va a generar salario para los que no asistan».

  El artículo 14 bis de la Constitución establece que «queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje y el derecho de huelga». Este último derecho, según Daniel Catalano, secretario general de ATE capital, parece no importarle al gobierno de Cambiemos. «Nosotros seguimos generando las condiciones para resistir y para que nuestros compañeros puedan tener el derecho de protesta garantizado –señaló el dirigente sindical-. Estamos hablando de un derecho constitucional. Hoy no lo quieren respetar y ni siquiera están escatimando recursos, porque los aprietes que están haciendo son realmente groseros».

  Esta situación se repitió en distintos ministerios. Una trabajadora de la Cartera de Producción, que tampoco quiso identificarse por cuestiones de seguridad, comentó: «El lunes recién van a determinar si el día va o no a descuento. Nos dejan con la incertidumbre. A la gente que asiste al trabajo le ofrecen la plata del remís y un franco compensatorio. O sea, tomarse un franco cualquier día de la semana en cualquier momento del año. Los directores están haciendo circular que los que adhieren al paro tienen que dejarlo explícito en la carga de novedades -agregó-, cosa que nunca había pasado, y si no te dan la opción de pedir fuerza mayor pero sin adhesión, que también hay que explicitarlo en la carga de novedades. Es decir, quieren dejar registro sí o sí de los que adhieren».

Catalano, Yasky y Micheli en la pasada marcha del 7 de marzo.

  Catalano contó que similares prácticas se llevaron a cabo en el Ministerio del Interior. “Estuvieron haciendo una encuesta a los trabajadores y preguntándoles a cuántas cuadras vivían del laburo –indicó en torno a la cartera a cargo de Rogelio Frigerio-. Los que vivían a más de 30 cuadras tenían que justificar la adhesión al paro y además les aclaraban que esa adhesión iba a traer descuentos”.

  En la Agencia Nacional de Noticias Télam también hubo irregularidades. “La empresa ofreció pagarle el remís a todo el que quiera venir a trabajar, fuera de donde fuere”, aseguró un trabajador de esa repartición pública. Ante esta situación, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) emitió un comunicado: «La empresa que todos los días rechaza taxis para las notas periodísticas; que no acepta que, cuando esos taxis están, esperen a periodistas y reporteros gráficos en las notas, cualquiera sea la zona o el horario; que no contrata choferes ni renueva los móviles; esa misma empresa ahora nos ofrece taxis, choferes, viáticos y pagos de estacionamiento si estamos dispuestos a violar la voluntad colectiva». El empleado de Télam que dialogó con ANCCOM agregó: «Fuimos viendo cómo la empresa durante la semana estuvo sondeando a factureros, personal externo y colaboradores para contratar gente ese día y sostener ciertos servicios mínimos, lo cual es sumamente ilegal. No se puede contratar trabajadores para reemplazar a los que se encuentren haciendo paro». Por último dijo que «ya sabemos lo que va a pasar con el descuento del día; la empresa está haciendo un mega operativo, llamó a todo el mundo para ver si trabajaba o no».

  En cuanto al Ministerio de Educación, una trabajadora también dio su testimonio de forma anónima: «En nuestro caso, como venimos en conflicto desde enero, la presión es una continuidad –subrayó-. No hay algo específico y puntual por este paro, pero ya está creado el miedo y por lo tanto muchos trabajadores no se animan a cargar en el sistema ‘adhesión al paro’ aunque adhieran. Lo que buscan es crear las condiciones para poder agarrarnos en algo».

  Esta situación no es nueva desde la llegada al gobierno de Cambiemos. Luego de la marcha del 24 de marzo, Yamil Minakowski, director de la Dirección General de Reciclado (DGREC) del Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAyEP) del Gobierno de la Ciudad, despidió a cinco trabajadores por asistir a la marcha por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. En cuanto a este caso particular, Catalano explicó que tras arduas negociaciones, ayer lograron la reincorporación de los empleados. El secretario general de ATE Capital indicó que «se acaba de resolver la reincorporación de los trabajadores del Ministerio de Ambiente. No pudimos resolver todavía que vuelvan al mismo lugar que trabajaban pero ya está garantizada la fuente de trabajo, que no es un dato menor. Eso sí, hay que remarcar que es un hecho de persecución, porque esos compañeros fueron despedidos por haber participado de la marcha del 24 de marzo».

  “El gobierno se equivoca en boicotear el paro –opinó, por último, Catalano-. Ellos aprietan el acelerador pensando que nosotros vamos a disminuir y pasa todo lo contrario. Los laburantes se empoderan más y salen con más fuerza porque todos estamos entendiendo que renunciar al derecho a la  protesta es directamente agacharte y esperar que te toque a vos».

 

Actualizado 06/04/2017

 

 

Un herido en una nueva represión a los mapuches

Un herido en una nueva represión a los mapuches

Diez efectivos de la policía de la provincia de Chubut ingresaron en la noche de ayer al Pu Lof Cushamen, territorio ancestral mapuche ubicado en la ruta 40 cruce al Maitén, actualmente en disputa con Benetton, y dispararon balas de goma y plomo, lo cual provocó dos heridos de gravedad que se encuentran en el hospital de Bolsón. Esta represión constituyó la continuidad de lo sucedido el pasado martes, cuando en un operativo que desplegó Gendarmería Nacional, con más de 200 efectivos, avanzó sobre el territorio ocupado por familias mapuches apaleando sin discriminar entre hombres y mujeres de la comunidad, con un saldo de varios heridos y tres hombres detenidos.

Ayer se realizaron movilizaciones en repudio a lo sucedido: en Esquel, provincia de Chubut, miembros de la comunidad esperaron frente al Tribunal Federal la resolución del juez Guido Otranto para la excarcelación de los tres detenidos, que finalmente fue denegada, a lo que se sumaron un escrache al Juzgado Federal en la capital rionegrina, Viedma, y una movilización en Capital Federal a la casa de Chubut, ubicada en la calle Sarmiento 1172. En dialogo con ANCCOM, Soraya Maicoño, miembro del Pu Lof expresó: «Lo sucedido fue una situación similar a la conquista del desierto o la ultima  dictadura».

«Cerca de las 8 de la noche de este miércoles entró al Lof Cushamen la Infantería, llego en una camioneta de la cual bajaron diez efectivos y empezaron a disparar balas de goma y plomo», relató Maicoño, que en al momento de la comunicación con ANCCOM se encontraba presentando un recurso de amparo en la Fiscalía provincial para tratar de evitar estos atropellos sorpresivos y constantes de la policía. «Hay un herido que fue trasladado al hospital de Bolsón, se trata de Emilio Jones Huala, herido en el maxilar derecho», agregó.

El Pu Lof Cushamen cuenta con tres accesos. El martes todos amanecieron cerrados y custodiados por Gendarmería Nacional.  Esta vez, la excusa que utilizó el gobierno provincial para reprimir fue un conflicto en torno al traslado de Maitén a Esquel de una locomotora del tren turístico «La Trochita». Debido a que las vías pasan por parte del territorio en conflicto,  los integrantes de el Pu Lof Cushamen pidieron que se reconozca que el territorio por el que debía pasar el tren es tierra ancestral mapuche. Para realizar negociaciones se abrieron dos mesas de dialogo con el gobierno provincial, «Tuvimos dos instancias de mesa de dialogo para permitirles pasar el tren -indicó la integrante del Lof- , pero siempre que tuvieran en cuenta que pasarían por territorio mapuche. La tercera mesa de dialogo el mismo gobierno de la provincia de Chubut la levantó. Decidió pasar igual y reprimir». El relato de Soraya describe el violento ataque: «A las mujeres las trataron muy mal, algunos hombres pudieron cruzar el río y salvarse de la persecución, pero la Gendarmería entró a la Ruka donde estaban las mujeres a las cuales les quitaron los hijos, las tiraron al suelo y lastimaron».El operativo del martes dejó varios heridos y tres hombres detenidos: Nicolás Hernández Huala, Ricardo Antihual y Ariel Garzi.

Si bien el conflicto esta vez se desató por el paso de la locomotora, la disputa por el territorio lleva mucho tiempo, desde la Conquista al Desierto y la posterior venta de las tierras durante el gobierno de Carlos Menem, en la década de 1990, al empresario italiano Luciano Benetton. «Lo que a ellos les importa son los recursos naturales que tienen que ver con el petróleo, la minería, las represas hidroeléctricas… Están ensañados por ese tema», reflexiono Maicoño y añadió que por ese motivo también luchan por el territorio: «Para evitar que se siga avanzando con estos proyectos que desequilibran no solo al pueblo mapuche sino también a todo aquel que vive en la zona».

Un reclamo histórico

Días antes de que el Pu Lof Cushamen fuera atacado por Gendarmería, ANCCOM visitó el territorio en disputa en donde resiste la comunidad mapuche. En una casilla modesta ubicada a pocos metros de la Ruta 40, nos atendió una Lamien (hermana) encapuchada y con su cara cubierta debido al temor a las persecuciones que la policía de la provincia viene realizando contra su comunidad hace varios meses. «Hay un ensañamiento muy grande con nuestro pueblo, existe una gran demonización y estigmatización. Hoy para el gobierno ser indígena es ser terrorista», explicó la joven que prefiere reservar su identidad. Luego buscó dentro de la casilla la Trutruka, un instrumento de viento mapuche realizado con un cuerno, para llamar al Peñi (hermano). Haciéndolo sonar, le pidió que baje de la montaña y minutos mas tarde se vio la figura de Matías acercándose.

Mientras rompía unas ramas para prender fuego y hacer un mate, Matías –que por su seguridad física prefirió resguardar su apellido- dijo: «Nosotros defendemos el territorio de las actividades extractivistas que no favorecen al pueblo. También tenemos la obligación de defender los Ngen, que son los espíritus  de nuestros ancestros que hay aquí en el territorio», agregó. Para el pueblo nación Mapuche las montañas tienen una importancia central, mas allá de sus características naturales. «Ellos no entienden que es lo que estamos cuidando, para ellos es todo recurso, extractivismo. Nosotros con la montaña, con todos los espíritus, tenemos un contacto directo, si nos vuelan una montaña también están volando una parte nuestra», detalló el Peñi, y denunció que «eso es lo que no entienden, ¿como vamos a hacer entender al Estado si no quieren entender? Nunca quisieron, nunca nos escucharon».

Al igual que la Lamien que nos recibió en la entrada, Matías pertenece a una nueva generación de militantes mapuches que se niega a resignar sus derechos territoriales, «Los jóvenes estamos dispuestos a combatir por nuestros territorios ante las fuerzas represivas. De todas formas entendemos que no es la solución, lo que tiene que haber es una solución política y una reparación histórica ante el conflicto mapuche».