Ago 2, 2018 | Comunidad, Novedades

“Santiago fue un artista, anarquista, defensor de la tierra, un alma libre con un gran compromiso social. Vivía como sentía, con firmes ideales”. Son las palabras iniciales de Sergio Maldonado ante la multitud en un intento de definir quién era su hermano. Su familia, acompañada por organismos de derechos humanos y agrupaciones políticas, reafirmó su pedido de que se conforme un grupo de investigadores y expertos independientes que esclarezcan lo sucedido, luego de un año de destrato del Estado, en particular del aparato judicial que aún no ha podido o no ha querido dar respuestas.
El acto comenzó a las 17 con la lectura del primer manifiesto leído por Federica Pais y Liliana Daunes. Con Las Manos de Fillippi interpretando su clásico “Señor Cobranza”, un artista pintaba en simultáneo el ya icónico rostro de Santiago y capturó en el lienzo esa mirada que trascendió fronteras. Luego es el turno de Los Espíritus y, a continuación, se proyecta un video de nueve minutos, producido por trabajadores de Télam, que resume la odisea de los 78 días de búsqueda de Santiago hasta que apareció su cuerpo sin vida, el 17 de octubre del año pasado, en el mismo lugar donde más de 400 efectivos de las distintas fuerzas de seguridad –con la ayuda de drones, helicópteros y perros rastreadores–, no habían encontrado nada.
Con la caída del sol, subieron al escenario Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y otras figuras de la cultura, la política y los derechos humanos. Con el aliento de todos ellos y de la gente en la plaza, Sergio Maldonado tomó la palabra y relató la continua peregrinación de su familia de sur a centro del país, ya que el juez de la causa, Gustavo Lleral, se encuentra en Rawson, la fiscal, Silvina Ávila, en Esquel, la Cámara de Apelaciones en Comodoro Rivadavia y la Corte Suprema de Justicia, que también interviene, en Buenos Aires.

Sergio Maldonado denunció los “ataques permanentes desde los medios de comunicación y periodistas afines a los intereses del Gobierno de Mauricio Macri».
”Los resultados de la autopsia dicen que la causa de muerte fue asfixia por sumersión en el agua coadyuvado por hipotermia, pero nada dice sobre dónde murió Santiago, qué día, en qué circunstancias, ni cuánto estuvo su cuerpo en el agua”, explicó Sergio. Al respecto, en diálogo con ANCCOM, la legisladora Myriam Bregman sostuvo que “el Gobierno quiere hacer de la autopsia una prueba total, válida en sí misma, pero nada dice de la mecánica ni los motivos de la muerte” y agregó: “En los crímenes de Estado, las pruebas las tiene el Estado. Gendarmería sabe qué pasó con Santiago”. Su colega del Frente para la Victoria Mariano Recalde, presente en el acto, advirtió que “desde un principio y hoy aún más se confirma que lo sucedido con Maldonado es el principio de una escalada represiva”. “Aunque lo quieran disfrazar de otra cosa, se trata de una decisión política de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich de actuar con semejante violencia. No fueron exabruptos, errores ni excesos”, afirmó.
Aún quedan por descubrir muchas piezas para completar el rompecabezas de la trama del 1° de agosto de 2017. Faltan testimonios de integrantes de la comunidad mapuche. De los efectivos que ingresaron ilegalmente a la Pu Lof de Cushamen, declararon menos de la mitad. No se sabe todavía el paradero del celular de Santiago ni de la mochila que fue a buscar a la guardia de la comunidad en pleno escape, donde se lo vio con vida, y cuyo incendio el último 2 de mayo tampoco fue esclarecido. Siguen pendientes una reconstrucción de los hechos así como el resultado del peritaje sobre el DNI del joven.
“Esta es una causa plagada de irregularidades. Con una ministra de Seguridad que así como no quiere tirar un gendarme por la ventana, se niega a que la fuerza sea investigada. Hay responsabilidad estatal, encubrimiento y una protección directa a los miembros de Gendarmería que intervinieron sin siquiera una orden judicial en territorio mapuche”, opina la dirigente de izquierda Manuela Castañeira. Las irregularidades se acumulan: libros de actuación de Gendarmería adulterados, grabaciones incompletas del operativo, espionaje de celulares de la familia de Santiago o la falta de análisis de las inconsistencias y contradicciones que surgen de las 19 declaraciones testimoniales que dieron los gendarmes hace 11 meses.

Con la caída del sol, subieron al escenario Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y otras figuras de la cultura, la política y los derechos humanos.
En su discurso, Sergio Maldonado denunció los “ataques permanentes desde los medios de comunicación y periodistas afines a los intereses del Gobierno de Mauricio Macri, con expresiones sobre dónde estaba Santiago cuando lo buscábamos hasta el cuestionamiento de por qué seguimos reclamando si ya se sabe su causa de muerte”. El productor y comunicador Claudio Villarruel, presente en la convocatoria, subrayó que “lo que hicieron los medios fue lamentable, una cobertura bochornosa que se puede esperar de algunos de sus dueños, tipos que están en el negocio y en la transa grande. Lo que me preocupa son los trabajadores. Por suerte siguen existiendo algunos periodistas y medios que tratan de ser fieles a la verdad”, afirma.
En su intervención, Sergio Maldonado manifestó su preocupación por la militarización de la seguridad interna que el Ejecutivo. El diputado y nieto restituido, Juan Cabandié, opinó que “el Gobierno está restableciendo una doctrina de funcionamiento de las Fuerzas Armadas que tiene que ver con el uso no gradual de la fuerza. Hay que analizar esa nueva doctrina hacia las fuerzas de seguridad impartida por Mauricio Macri y ejecutada por Patricia Bullrich vinculada al modelo económico que llevan a cabo que solo busca proteger el patrimonio de los sectores más poderosos”.

Una multitud reafirmó el pedido de que se conforme un grupo de investigadores y expertos independientes que esclarezcan lo sucedido.
La noche invadía la plaza y el público escuchaba con atención las últimas palabras de Sergio, quien agarró firme el micrófono aunque por momentos se le quebraba la voz. Le hablaba a su hermano Santiago: “Tratá de descansar como puedas y como te dejen. Te respeto, te quiero mucho”. La emoción lo obliga a una pausa. Andrea, su compañera, se acerca y lo abraza por detrás, y así logra pronunciar una última frase: “Si este Gobierno es indiferente, nosotros decimos Santiago es solidaridad”.
A pocas cuadras de allí, en el ND Ateneo se estaba por estrenar El camino de Santiago, la película dirigida por Tristán Bauer que homenajea a Maldonado. Pocos minutos antes de que se iniciara, con los invitados en el hall del teatro, un grupo de extraños encapuchados destrozaron a piedrazos el frente vidriaron y huyeron. Llenaron de miedo e indignación a los presentes. ¿Habrán sido los mismos sentimientos que tuvo Santiago cuando escapaba de Gendarmería?
Mirá la fotogalería de ANCCOM:
Jul 18, 2018 | Entrevistas

En La Cava, corazón de San Isidro, apenas un muro o una calle –según el tramo– separa mansiones con amplios jardines y piletas de miles de casas sin cloacas ni conexiones seguras de gas, luz y agua. Fernanda Miño, nacida en ese barrio precario, se convirtió en las últimas elecciones en la primera vecina en acceder a una banca en el Concejo Deliberante local.
En 22 hectáreas, La Cava alberga a más de diez mil personas. Sus primeros habitantes ocuparon las zonas más altas, pero luego fueron poblando los terrenos más bajos e inundables, con presencia inclusive de napas freáticas. “El Pozo” es una de ellas y allí se encuentra la canchita de fútbol, intocable para los vecinos. “Cuando yo era chica este sector parecía una laguna, llena de juncos y ramas –recuerda Fernanda–. Cazábamos ranas e inventábamos historias de terror con manijas de ataúdes y dientes postizos que encontrábamos por ahí, porque todo esto se rellenó con tierra del cementerio. Esa es mi infancia y la de muchos”.
Madre de cuatro hijas, Fernanda ejerce la docencia en el único colegio del barrio, el Santo Domingo Savio, y transita su primer mandato como concejala de Unidad Ciudadana en el Concejo Deliberante de San Isidro.
Miño es nuestra guía por los angostos pasillos. A cada costado, se ven zanjas abiertas donde desagotan los desechos de las casas. Ahí nomás, unas niñas juegan en el suelo. Subimos y bajamos escaleras laberínticas que Fernanda conoce de memoria. La cumbia se entremezcla con las risas de chicos que pasan corriendo a nuestro lado y de vecinas que charlan puerta a puerta. Hasta que llegamos a destino: el patio de la casa de Fernanda, convertido hace ocho años en el centro de contención Embarriarte.

Fernanda Miño, nacida en ese barrio precario, se convirtió en las últimas elecciones en la primera vecina en acceder a una banca en el Concejo Deliberante local.
¿Cómo funciona este espacio?
Brinda apoyo escolar tres veces por semana a los chicos de primario y viernes y sábados a los de secundario. Recibimos entre 40 y 70 pibes. Si bien servimos la merienda, cuando alguien me dice que Embarriarte es un merendero yo digo que me baja el precio, porque nuestro gran desafío acá es darles contención desde la educación, apoyándolos en la diversidad de problemáticas familiares o del barrio que también traen en sus mochilas.
¿Reciben apoyo estatal o de alguna entidad?
Siempre lo manejamos bastante a pulmón, con la ayuda de colaboradores que fueron dando una mano. Para construir el piso de arriba, donde se dictan talleres y se está por formar una cooperativa de peluquería con un grupo de chicas trans y en situación de vulnerabilidad, sí recibimos apoyo. Fuera de eso o de campañas como la del colegio Santa Teresa del Niño Jesús, que nos brinda leche y galletitas para unos seis meses, el resto lo sostengo con mi marido y vecinos.
¿Cómo impacta la crisis en La Cava?
Acá vienen menos chicos a apoyo y cada vez más a merendar. La plata no alcanza. Ya no ves a las familias haciendo pequeñas mejoras en sus casas, está todo parado. Hoy estamos todos corriendo detrás del plato de comida, esa es la principal preocupación, y te quita tiempo y energía para volcarlo en otras cosas
¿Cuáles son las problemáticas más acuciantes?
Los servicios y el acceso a viviendas dignas. Todo lo que ves en el barrio, los pasillos, las conexiones de luz y de agua, lo hicieron los vecinos. La gestión municipal está ausente. Lo único que hace son convenios con Edenor o AySA para que no se impidan las conexiones y mantenernos “tranquilos”: si nos tenemos que pelear porque nos quedamos sin luz en todo un sector, que nos peleemos entre nosotros. Tampoco tenemos recolección de basura, la hace la gente, pero los contenedores no dan abasto y la basura se acumula, toma olor, las ratas se reproducen…

En 22 hectáreas, La Cava alberga a más de diez mil personas.
¿Todas las conexiones las hacen los vecinos?
Exacto. Se juntan dos o tres familias para comprar en conjunto caños de agua y abaratar los costos. Lo mismo con la luz. El tema es que hay muchos que lo hacen sin saber y ahí aparecen los problemas. Hace pocas semanas explotó un poste de luz en Jorge Newbery y Neyer. Los chicos se quedan pegados, las casas se incendian, los pozos ya están al tope. Cuando preguntás a dónde fueron a parar los casi once millones de pesos que entregó la Provincia para obras de mejoramiento, como hice en el Concejo en una de las sesiones, no te responden. Es la impunidad que tienen por estar al frente del Gobierno municipal hace más de treinta años.
¿Qué repercusiones hubo en el barrio cuando te eligieron concejala?
Recibo mucho apoyo y respeto. Podría mudarme si quisiera pero elijo seguir viviendo acá. No sólo porque es mi lugar sino porque quiero transformarlo desde adentro. A veces una de mis hijas me pregunta si alguna vez nos vamos a mudar, para tener una calle. Es muy fuerte y me genera contradicciones, porque uno quiere lo mejor para sus hijos, pero, a la vez, trato de explicarles que es una cuestión de responsabilidad y compromiso por los que están y los que vienen. Acá los chicos se crían y crecen naturalizando una realidad muy injusta. Hay que empoderarlos y mostrarles que otra forma de vivir es posible.
¿Qué posibilidades se le abrieron al llegar al Concejo Deliberante?
Por un lado, me permitió generar contactos. Como integrante que soy del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) me ha tocado cruzarme y trabajar en conjunto con gente como Juan Grabois, una persona noble con la que siempre puedo contar. Desde mi espacio político, me acerqué a personas como [la senadora nacional] Teresa García, con quien consulto muchas de las iniciativas o decisiones a tomar. Creo que mi paso por la política es transitorio y quiero sacarle el máximo provecho para mi barrio. Para que se escuchen en el Concejo los reclamos de mis vecinos y para poder hacer algo al respecto.

En Embarriarte se brinda apoyo escolar tres veces por semana a los chicos de primario y viernes y sábados a los de secundario.
Formás parte de la oposición, ¿le ponen trabas?
Hace días pedimos cinco postes de luz. Le pedí al Municipio sólo el material, después los vecinos se encargan de colocarlos y hacer los tendidos eléctricos. Todavía no tuvimos respuesta. O como pasó la semana pasada, cambiaron al presidente del Concejo [desplazaron al edil vecinalista Carlos Castellano por Andrés Rolón de Cambiemos] y despidieron trabajadores por ser del vecinalismo o de Unidad Ciudadana, pero a los del oficialismo y del Frente Renovador no los tocaron. El entramado político no es sencillo. Hablar con alguien de Nación y que me diga que en mi barrio no va a pasar nada, que el proyecto del Organismo de Integración Urbana y Social (OPISU) es humo porque el intendente no quiere que se avance, es muy desalentador…
¿Cuál es el papel de las fuerzas de seguridad en el barrio?
La Gendarmería está parada en los puestos de entrada, no se mete. Te pueden estar robando o violando en el medio de la plaza que ellos no van a interceder porque “no tienen la orden”, están para hacer control vehicular o alguna recorrida. Si entran, lo hacen paseándose, como los de la policía local o “cascudos” –como les decimos acá–, con sus cascos y uniformes celestes, Ithaca en mano, ni siquiera enfundada.
¿Cómo es la situación con la droga?
Escuché hace unos días a la Gobernadora decir que más que un proyecto de integración, de lo que se trata es de una intervención de emergencia en los barrios populares porque “hay que atacar al narcotráfico desde donde nace”. Nos hiere profundamente, nos criminaliza. Si quieren hablar de narcotráfico, se olvidaron de pegarse una vuelta por Nordelta. Acá no hay cocinas de droga, y esto se evidencia porque no hay consumo de paco. El paco no existe en La Cava. Lo que sí entra es la droga y a veces a las familias les resulta imposible ingresar materiales, ladrillos para sus casas, pero misteriosamente la droga entra. Sabemos dónde se vende en el barrio, recién pasamos caminando frente a algunos de esos puntos de venta, pero no te podés meter. Yo tengo que seguir viviendo con mi familia acá.
¿Qué hay que hacer para dar batalla?
Un trabajo fuerte de prevención. Hoy cualquier clase de droga en los barrios es sinónimo de muerte. Porque matan para conseguirla. A mí no me vengan con el porrito creativo de San Telmo. Acá fuman para evadirse de los problemas, de la realidad que se vive en las casas como las que recorrimos, pero también para salir a conseguir plata como sea para seguir consumiendo. En aquella cuadra que acabamos de pasar, anoche mataron a un pibe que entró a comprar droga. Tenía 20 años. Hasta hace unos días estaba en una de esas esquinas con sus amigos “evadiendo la realidad” que, aunque no la quieran ver, los cruza de punta a punta.
***
Fernanda nos acompaña hasta la salida del barrio. Los vecinos la saludan, los más jóvenes la llaman “profe”, otros “Fer”, y le sonríen. Frenamos. Un joven la abraza, se hablan al oído con congoja. Seguimos. Fernanda tiene los ojos llenos de lágrimas: “Él es Esteban, un ex alumno, perdió a un amigo hace unos días. Tenía problemas con la droga, hicimos de todo para sacarlo. Esteban lo acompañaba para que no se mandara una macana. Pero lo perdió de vista y el otro día, en Benavidez, se suicidó. Estuve acompañando a la familia. Yo de La Cava no me voy, ¿entendés? Es mi barrio, son mis vecinos, a esto lo tenemos que poder transformar entre todos”.
Jul 3, 2018 | Géneros, Novedades

Sólo en los dos primeros meses del año se produjo un femicidio cada 30 horas en Argentina, según un informe del movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (MUMALA). La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires estima que ocho de cada diez mujeres han sufrido acoso callejero. En este marco, La Sorora, la primera casa feminista de Vicente López, ofrece un taller de autodefensa para que las mujeres puedan sentirse más seguras en la calle.
Los instructores de artes marciales David Hudson y Laura Duarte están a cargo de la clase. Entre las asistentes se forman parejas de madres e hijas, tías y sobrinas o amigas, que van entrando en calor en la tarde fría. Los transeúntes y vecinos de Munro pasan y miran curiosos desde afuera. Encima de colchonetas y un par de mantas coloridas las participantes practican defensa en el piso. “Ante un ataque siempre va a haber miedo, pero debemos impedir que nos paralice. El movimiento es vida, nunca hay que dejar de moverse”, dice Hudson.
Durante las dos horas que dura el taller, se trabaja la idea de mantener el dominio de la situación, usar la respiración como aliada para lograr la calma, y pensar. La resistencia desesperada sin estrategia no sirve -explican los instructores- porque requiere demasiada energía que, en cambio, bien direccionada, puede salvar la vida. Es necesario manejar las distancias a favor, buscar romper los puntos de sostén y de equilibrio del agresor para así ganar tiempo y escapar.

Durante las dos horas que dura el taller, se trabaja la idea de mantener el dominio de la situación.
El taller se inscribe dentro de otras actividades culturales con perspectiva de género organizadas por un grupo de mujeres del colectivo Mala Junta, rama feminista de Patria Grande. “La idea es que La Sorora sea un lugar de encuentro, debate y empoderamiento para quienes vienen a participar de los distintos talleres. Pensar entre todas cómo prefiguramos una ciudad más feminista donde nuestras voces sean protagonistas. Este era un espacio vacante en el municipio. Vinimos a llenarlo”, afirma Érica Porris, referente de Mala Junta Vicente López.
Los instructores de autodefensa enseñan posturas y movimientos cortos y rápidos. Tratan de derribar el temor de que no hay salida cuando el que ataca nos dobla en tamaño, en peso o en fuerza. A través de técnicas que demandan un mínimo de fuerza, Duarte y Hudson muestran a las talleristas cuáles son las zonas del cuerpo más débiles, las que permiten desequilibrar en pocos segundos al atacante: golpes en la nariz nublan la visión, en la tráquea dejan sin aire y en la ingle entorpecen al agresor. La clave de estas herramientas está en la articulación con la biomecánica, la disciplina que estudia las funciones de articulaciones, huesos y ligamentos cuyo conocimiento ayuda a maximizar el potencial físico y evitar lesiones.
“Si bien en medio de las clases reímos y nos divertimos, no hay que subestimar que a través del juego y la práctica reiterada de estos ejercicios, si llega el momento de vivir una situación de riesgo real, el cuerpo, más allá del miedo, tiene memoria y recordará la técnica para liberarse que ha incorporado con anterioridad”, explica Hudson en el descanso entre un ejercicio y otro. La clase finaliza con un aplauso y las chicas se quedan charlando en grupos.

Los instructores de artes marciales David Hudson y Laura Duarte están a cargo de la clase.
“Vivimos situaciones de invasión de nuestro espacio personal todo el tiempo, está bueno aprender a poner el cuerpo y la mente en otro registro donde el hombre no nos puede doblegar por la fuerza. Ponernos en un rol antes impensado, el dominante, saber que de antemano nada está perdido, en cada segundo hay una chance”, reflexiona Julieta Omil, diseñadora de indumentaria de 24 años que llegó al taller junto con una amiga.
Si de empoderamiento se trata, la coordinadora de los talleres de cultura de La Sorora, Silvia Meloni, destaca la labor de las recientemente formadas Brigadas Feministas Populares, integradas por militantes y voluntarias que realizan trabajo territorial en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. “Tienen una duración de cuatro semanas donde se planifica una actividad o campaña concreta. Dentro del voluntariado hay un alto porcentaje de jóvenes de escuelas secundarias y docentes. En el caso de Vicente López se armaron dos brigadas, una de educación sexual integral y otra de género y salud comunitaria en el barrio Las Flores, de Villa Martelli”, cuenta.
Para Érica Porris, “ser feminista no es solo un tema de autopercibimiento, sino de salir a poner el cuerpo y pensar la cultura, la salud y la educación en los barrios desde el feminismo, porque el feminismo está inundando una multiplicidad de espacios, ya no es un gueto”.
En La Sorora, ubicada en Sgto. Cabral 2488, Munro, también se dictan talleres de teatro, literatura, cine debate, mecánica de bicicletas, astrología, siempre desde una perspectiva feminista, y sábado por medio se lleva a cabo la entrega de bolsones de verduras, frutas y productos naturales recibidos directo de productores y cooperativas a través del programa de Economía Popular. El próximo encuentro de autodefensa será este sábado 14 de julio a las 15.

En las clases enseñan posturas y movimientos cortos y rápidos, tratando de derribar el temor.
Jun 8, 2018 | Entrevistas, Te puede interesar
“El malo de la película no es el Fondo, la impericia está del lado del Gobierno”, dictamina Emmanuel Álvarez Agis refiriéndose al acuerdo de la Argentina con el FMI. Déficit fiscal, deuda externa, inflación, dólar, tarifazo, ajuste y recesión son términos que suenan y resuenan en los medios y tiñen de incertidumbre el futuro de la población. Economista, docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y director de la consultora PXQ, Álvarez Agis abre las puertas de su amplio pero sencillo departamento en el barrio de Palermo para arrojar luz sobre un debate que algunos prefieren no dar. Mientras pone el agua para el mate dentro del termo, comenta: “Son tiempos de austeridad, no vaya a ser cosa que la dejemos enfriar en la pava y tengamos que volver a prender la hornalla”.

Emmanuel Alvarez Agis, ex viceministro de economía y docente.
¿Era irremediable recurrir al FMI?
A esta crisis la defino como un tropezón que fue caída. Ni de cerca la economía estaba como para terminar con un acuerdo con el Fondo que técnicamente es el prestamista de última instancia. Lo que hicieron fue insólito, una comedia de enredos del actual equipo económico. El Banco Central agravó una corrida cambiaria, mostró debilidad y, al hacerlo, el mercado se puso nervioso.
Si usted fuera el ministro, ¿qué hubiera hecho?
Hubiera puesto una oferta de dólares muy fuerte por parte del Banco Central, con un valor deseable de entre 20,50 y 21 pesos, para estabilizarlo, hubiera subido la tasa de interés en un 40% desde un principio, y hubiera vendido todos los contratos de dólar futuro que pedía el mercado. Brasil lo hizo y la devaluación no fue ni un tercio de lo que fue acá.
Argentina es, históricamente, dependiente del financiamiento externo, ¿por qué?
En primer lugar, tenemos una estructura productiva deficitaria de base en materia de dólares, ya que el 30% de los insumos que necesita son importados. Cuando compramos un sachet de leche, un medicamento o un auto estamos consumiendo dólares, porque el componente importado para su producción es alto. En segundo lugar, está el tema financiero ya que cada ocho o doce años tenemos una devaluación fuerte. Si a esto se suma un régimen de políticas económicas que liberaliza el mercado, lo desregula y abre las importaciones, el problema se agudiza.
¿Cómo se logra mayor autonomía?
A través de una planificación sostenible, teniendo en cuenta la experiencia de países que ya se han industrializado pero que, aun así, protegen a los eslabones más débiles de sus economías. Francia lo hace con el aceite de soja, Estados Unidos con la producción de limones. Nosotros tenemos la economía invertida, nuestro eslabón débil es la industria y el fuerte es el campo. Deberíamos decir “viva el libre comercio para la soja pero no para las computadoras”, por ejemplo.
¿El gobierno de Cambiemos se apuró al abrir la economía?
El libre comercio es la panacea del funcionario público, cree que una vez ahí se puede echar a descansar. El gobierno pone de modelo a Chile, pero la producción de cobre chilena es estatal. Bolivia nacionalizó los hidrocarburos. En Argentina la soja es privada. Cuando hacés el cambio estructural de base, te podés dar el lujo de implementar políticas de libre mercado, si lo hacés antes de fortalecer los puntos débiles de tu economía, te fundís.

“El malo de la película no es el Fondo, la impericia está del lado del Gobierno”, afirma Emmanuel Álvarez Agis refiriéndose al acuerdo con el FMI.
¿Qué opinás sobre los tarifazos?
El problema de las tarifas es el dogmatismo por parte del Gobierno. Cuando existe faltante de un producto, la solución está dada siempre por la baja de la demanda (consumir menos), o la suba de la oferta (producir más). Cambiemos, en vez de buscar generar más gas y aumentar la oferta, le dice a la gente que apague el piloto del calefón. La cuestión de fondo es para qué hacen los aumentos. La respuesta de Macri es para tener más energía en el futuro y recuperar el autoabastecimiento. Pero si mirás los números de producción de petróleo de gas (fuente de producción de la electricidad) tras un aumento acumulado de tarifas de un 1300%, el nivel de producción ha disminuido.
El Presidente vetó la Ley Antitarifazos porque, dijo, significaría un costo fiscal de 15 mil millones, ¿es así?
Es falso, ya que si bajan las tarifas la plata queda en manos de los consumidores que no evaporan o queman el dinero, lo gastan, y al hacerlo contribuyen con el 21% de IVA. Y la empresa que les vende lo que compran paga el 35% de ganancias, por ende el fisco recauda igual.
¿Ya no sirve la excusa de “la pesada herencia”?
Cambiemos recibió una economía que tenía problemas complejos, pero la transformó en un tren fantasma. Para resolverlos virtuosa y no tortuosamente, probablemente la relación con Estados Unidos, el mercado y las empresas debía ser más tensa. Sin embargo, Macri configuró la economía para que el mercado haga y deshaga a su antojo.
¿Cuál es el impacto para la Pymes?
En los últimos dos años se han cerrado unas tres mil empresas. La situación cambia según te acerques o alejes de la General Paz. Las Pymes del polo industrial más orientadas al mercado interno o a la sustitución de importaciones están cayendo a razón de dos dígitos desde 2016. Están al límite, se tienen que achicar a su mínima expresión y tratar de sobrevivir. En cambio, las que exportan pueden compensar la caída del mercado interno con la suba del dólar, no porque estén exportando más sino porque le dan más pesos por el mismo nivel de producción.

«Cambiemos recibió una economía que tenía problemas complejos, pero la transformó en un tren fantasma».
¿Cuál es la perspectiva para este año y el próximo?
Tenemos un déficit fiscal de 30 mil millones de dólares por año. Hay dos maneras de cerrar este déficit: o importás menos, achicás la economía y por ende te empiezan a sobrar dólares; o exportas más y empezás a generar más dólares por la vía expansiva. Cuando se va al Fondo la señal es “vamos a solucionar el déficit por la vía de la recesión”.
¿Por qué?
Porque el FMI nunca va a aprobar un programa expansivo en el cual la Argentina exporte 30 mil millones de dólares más en contra de EE UU, China o Europa. Argentina no le exporta a Júpiter, le vende a un país del mundo, y entonces, si exportamos más, hay un país que por definición va a producir menos. El mercado es uno y quien vende más gana mercado en detrimento de otro.
¿El economista olvida que detrás de los índices hay personas?
El economista es como un médico, la diferencia es que en vez de atender un enfermo trata con los habitantes de un país. La ideología entra cuando se piensa en que el paciente la pase mejor. Si hay un paciente con una gangrena, para que viva, el médico le tiene que cortar la pierna. El tema con un gobierno market friendly, como el actual, es que se te encarna la uña gorda del pie y te cortan la pierna por las dudas.
¿La economía maneja a la política o es a la inversa?
La economía le brinda a la política los bordes de la cancha y le indica que puede jugar dos metros a la izquierda o a la derecha. Si la política se va tres metros, queda fuera de juego. Los buenos políticos son los que juegan hasta el 2,10 del margen.
May 23, 2018 | Comunidad, Novedades, Te puede interesar

Liliana Herrero, Juan Falú, Sudor Marika, Las Taradas y Juana Molina le pusieron calor y música a la fría noche de sábado. El festival, organizado por medios alternativos de Argentina y Brasil con la colaboración de organizaciones populares, se llenó pronto con los carteles de “Lula libre” y “Marielle vive”, más tarde sonaron los cantitos contra Macri y luego fue el momento de miles de bocas abiertas de par en par para la foto del grito poderoso de la noche.
Bajo la consigna “Latinoamérica en emergencia”, la plaza fue el reflejo de las problemáticas que cruzan a los dos países: el endeudamiento, la violencia institucional, el debilitamiento de la democracia y el avasallamiento de derechos civiles. “Hay una avanzada oligárquica importante, un mapa en el continente donde el neoliberalismo va poniendo sus fichas. En Brasil fueron a fondo y han puesto en prisión al único que puede poner freno a los grupos concentrados de poder”, afirmó Rafael Klejzer, referente del movimiento popular La Dignidad (MPLD).

El festival, al que asistieron unas 20 mil personas, contó con la presencia de artistas, referentes políticos y organizaciones populares.
Mientras tanto, en Curitiba, frente a la sede de la Policía Federal donde permanece detenido el ex mandatario brasileño, continúa la vigilia popular y hasta allí, gracias a las redes, llegaron las voces e imágenes del festival en Buenos Aires. Rogerio Tomaz, coordinador de Comunicación del Partido de los Trabajadores de la Cámara baja de Brasil, presente en la plaza, detalló que hay entre 500 y 600 personas acampando provenientes de distintos estados. “Casi todos los días hay algún tipo de ataque, ya sean ofensas verbales o agresiones físicas. Nos tiran piedras y hasta hemos sufrido dos ataques armados donde un compañero resultó herido de gravedad pero ya está fuera de peligro. Aguantamos, no nos iremos hasta que Lula salga en libertad”, declaró.
Mídia Ninja, medio brasileño independiente y autogestionado, participó activamente de la organización de Lula Festiva. Oliver Kornblihtt, uno de sus integrantes, se refirió a la Casa de la Democracia que instalaron en Curitiba, un espacio autofinanciado que alberga a periodistas y activistas que viajan de todo el mundo para cubrir la vigilia. “Hay mucha circulación, días en que llegamos a ser 70 personas trabajando. Se realizan debates, proyecciones, hay una sala de coworking con equipos de edición e Internet. Transmitimos en vivo todos los días a las nueve de la mañana el simbólico buenos días Lula y publicamos lo que sucede durante cada jornada”, explicó.

Las imágenes del evento llegaron, gracias a las redes, hasta Curitiba.
El otro reclamo fuerte del festival fue el de verdad y justicia por el asesinato de la concejala feminista Marielle Franco, de 38 años, el pasado 14 de marzo en Río de Janeiro. “Lo de Marielle podría haber pasado en otro momento como un asesinato más de una mujer negra y, sin embargo, se transformó en un símbolo. Lo que los asesinos han querido eliminar no lo han conseguido, porque como todos los símbolos Marielle se siembra en lucha y en rebeldía”, reflexionó la periodista Liliana Daunes después de la lectura de uno de los manifiestos de la noche. “No queremos ni golpes de Estado ni golpes a las mujeres”, sintetizó.
Una de las fundadoras del colectivo Ni una menos, Cecilia Palmeiro, dejó en claro que en estos casos el disciplinamiento funciona a la inversa ya que “matando a Marielle la convirtieron en un ícono para el mundo de la resistencia de las feministas, negras, lesbianas y faveladas. Renueva el compromiso con la lucha y nos muestra que nuestros cuerpos están en peligro y si no nos organizamos nos van a matar de a una”.

“Latinoamérica en emergencia” fue la consigna central del festival.
Sentada desde temprano en la segunda fila frente al escenario, Analba Brazao Texeira, referente del movimiento Articulación de Mujeres Brasileras (AMB), sostuvo: “El golpe en Brasil fue un golpe patriarcal y racista que fomenta y profundiza actualmente el odio de clase, a las personas negras y a las mujeres. La sociedad brasileña es muy machista y homofóbica, no soporta la resistencia y búsqueda de autonomía de las mujeres. Esa era una de las luchas diarias de Marielle”. También subrayó su preocupación por la asesora de prensa de Marielle, única sobreviviente de la balacera, quien tras prestar declaración para la reconstrucción del hecho debió exiliarse del país ya que su seguridad no estaba garantizada.

El pedido de verdad y justicia por el asesinato de Marielle Franco sonó fuerte en la plaza.
Luego de cantar acompañada por el guitarrista Juan Falú, Liliana Herrero, en diálogo con ANCCOM, expresó: “Si bien es un momento abismal en Argentina y Latinoamérica, estoy convencida que el arte y la música son una promesa de comunidad libre e independiente y en eso la política debería copiarnos un poco”. Se sumó a la conversación Silvia León, secretaria de Organización de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quien reivindicó el papel de las mujeres dentro de las estructuras sindicales, históricamente machistas. “Para que dejen de ser patriarcales debe conformarse un espíritu democrático y participativo que incluya la mirada de la mujer y nuestras formas de forjar alianzas y tomar decisiones”, remarcó.
Las siempre emotivas palabras de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, y las canciones de Juana Molina cerraron el festival. El grito “¡Marielle vive y queremos a Lula libre!” retumbó un buen rato, quizás con la esperanza de que se escuche en toda Latinoamérica.