


Cromañón no se olvida
Familiares, amigos y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón homenajearon, como cada 30 de diciembre, a las 194 víctimas del incendio de 2004. Se realizó una misa en la Catedral Metropolitana, seguida de un acto en la Plaza de Mayo en el que se recordaron los nombres de las víctimas. Luego, una vez más, marcharon hacia el santuario en el barrio de Once.

Negocio inmobiliario mata organización barrial
Este miércoles, el Gobierno de la Ciudad desalojó a la Asamblea de Vecinos de Villa Urquiza con un operativo en el que participaron la Policía de la Ciudad, la Federal y la Gendarmería. Ubicada en terrenos estatales de la esquina de Triunvirato y Roosvelt, el Ejecutivo porteño decidió dejar a la intemperie a la asociación comunitaria para subastar el espacio que será destinado a emprendimientos inmobiliarios privados.
Los vecinos se reunían en ese local –donde antiguamente estaba la pizzería La Ideal- desde la crisis de 2001, cuando se organizaron para brindar asistencia a distintos sectores vulnerados. Actualmente funcionaban allí una biblioteca popular, una videoteca y una docena talleres gratuitos, entre otros servicios.
Desde muy temprano, decenas de policías y gendarmes acordonaron el lugar e impidieron los vecinos acercarse. A pesar de intentar sostener un diálogo, fueron ignorados por las fuerzas estatales. Incluso, dos asambleístas resultaron detenidos. Los vecinos denunciaron que el operativo fue ilegal, dado que no lo presenció ningún oficial de justicia.
El pasado 2 de octubre, los “viyurqueros” ya habían resistido un desalojo y comenzaron negociaciones para reubicar la asamblea. Sin embargo, esta mañana y por sorpresa, las autoridades gubernamentales arremetieron con 16 años de historia barrial.

Una marcha para reclamar por sus muertos
Los familiares de las nueve víctimas de la peor masacre en la historia de las comisarías del país fueron acompañados por más de un millar de personas que reclamaron justicia para sus hijos y hermanos fallecidos en el incendio en la seccional 3ª de Esteban Echeverría, en la provincia de Buenos Aires.
La masacre ocurrida el 15 de noviembre pasado no es olvidada por los familiares que reclamaron contra las vallas que encerraban a la comisaría 3ª, ubicadas sobre Camino de Cintura. La seccional estaba clausurada por la Justicia desde 2011, y pese a ello la comisaría había desbordado su capacidad de alojamiento.

Si no hay justicia, hay escrache
Las distintas regionales de H.I.J.O.S. se reunieron en La Plata, el 18 de noviembre, para escrachar al genocida Leopoldo Luis Baume, quién cumple el beneficio del arresto domiciliario mientras es juzgado en la Causa Brigada de San Justo, que se está desarrollando en el TOF 1 desde hace 4 meses.
Durante la dictadura cívico-militar, Baume, se desempeñó como segundo jefe de la Brigada de Investigaciones de San Justo, entre 1977 y 1979. Como integrante de la Policía de la Provincia de Buenos Aires tuvo bajo su responsabilidad, hasta febrero de 1977, al centro clandestino de detención CCD “Sheraton”, que funcionó en la subcomisaría de Villa Insuperable, partido de La Matanza.
También se desempeñó como comisario en la localidad de Marcos Paz y se lo acusa del secuestro de 16 personas que aun permanecen desaparecidas desde junio de 1977. Bajo su responsabilidad también se encuentra la desaparición de Héctor Oesterheld, autor de «El Eternauta”, entre otros.
Finalizada la dictadura, Baume ocupó cargos de alta jerarquía en la Policía Bonaerense. En 1986 asumió como Secretario General de la fuerza y en 1987 como Director General de Seguridad, durante el mandato del ex gobernador radical Armendáriz. Fue profesor de la Escuela de Policía “Juan Vucetich” y trabajó en la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de La Plata.
Actualmente está siendo sometido a juicio oral en los tribunales de Comodoro Py (Caba) por los delitos cometidos en el CCD “Sheraton” y en el TOF 1 de La Plata, donde se desarrolla el debate en torno a los crímenes cometidos en la Brigada de San Justo, La Matanza. Mientras tanto cuenta con el beneficio del arresto domiciliario.
El escrache tuvo lugar en el marco del Encuentro Nacional de H.I.J.O.S. realizado en La Plata, para denunciar que las prisiones domiciliarias otorgadas a los genocidas que fueron juzgados y condenados en tribunales federales de todo el país por delitos de lesa humanidad constituye una nueva forma de impunidad.