Murió Eduardo Morales, editor audiovisual de ANCCOM y docente del Taller de Expresión II de la Carrera de Ciencias de la Comunicación.

El lunes por la noche murió de manera repentina Eduardo Morales, editor audiovisual de ANCCOM. Se había sumado a la agencia a principios de este año y, rápidamente, le aportó mística y compromiso a nuestro trabajo.

Como se dice ahora, agarró una papa caliente y fue uno de los editores que se puso al hombro un proyecto que nuestra agencia tenía –y tiene- planeado lanzar la semana próxima en conmemoración de los 40 años de democracia. Se trata del ciclo Estuve ahí, una serie audiovisual de entrevistas a protagonistas de estas cuatro décadas en las más diversas áreas: la política, la economía, la sociedad, la cultura, los derechos humanos, los pueblos originarios, el campesinado, el feminismo, entre muchos otros temas.

Eduardo –Edu, para nosotros- era un jugador polifuncional: ocupaba el lugar que hiciera falta. Podía asumir el rol del camarógrafo en el estudio, del director de cámaras y hacerse cargo del poncheo en la pecera, estaba atento al sonido, a la iluminación y también editaba en la posproducción. No solo eso, si era necesario hasta hacía las veces de fletero y transportaba él mismo los equipos a donde se realizara la entrevista.

De dilatada trayectoria profesional, Eduardo Morales se formó como Director de Montaje, egresado de la ENERC (INCAA). Entre sus trabajos más resonantes se encuentran Matanza, la historia, producido por Canal Encuentro y el largometraje Los padres de la Plaza, diez recorridos posibles. Además, ha sido asistente de montaje del film La mosca en la ceniza, de Gabriela David y fue editor del ciclo Oficios, dirigido por Eduardo Mignona para el Ministerio de Educación de la Nación, y del documental Tengo una pena que es pena, de Lorena García, seleccionado para el 21 Festival Internacional de Mar del Plata.

En la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, Eduardo fue editor del Centro de Producción e Investigación Audiovisual de la Facultad de Ciencias Sociales (Cepia) y docente de la materia Taller de Expresión II. También dio clases en la Universidad Nacional de Lanús. Su compromiso con la educación pública era total. Los alumnos, entre muchas cosas, recuerdan la estrecha relación que construía con ellos y su apasionamiento en transmitir el oficio: a toda hora y todo día era capaz de responderles preguntas, acompañarlos y guiarlos en sus producciones audiovisuales.