Por Tais Grimberg

Un grupo de madres y padres difunde en Twitter una campaña en la que relatan sus experiencias para derribar mitos y alentar a la adopción de niñas y niños mayores de seis años., grupos de hermanos o con alguna discapacidad. Son los chicos con más dificultades para conseguir una familia.

Paola y Alejandro adoptaron a Tomás de 8 años en el 2013 y a Cristian, de 9, en el 2021.

En junio de 2022 empezó en Twitter la campaña #AdoptenNiñesGrandes, donde distintos padres y madres difunden, todos los viernes, cómo fue su experiencia de adopción. Allí cuentan sus historias sobre ese proceso para motivar a otros padres y madres a no tener miedo y vencer los prejuicios que hay alrededor de adoptar a niños y niñas grandes. Según un informe del 2020 de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF), un 87% de los postulantes se inscribe solo para formar familias con niños menores a dos años. De ese mismo informe se desprende que son 9.754 niñas, niños, adolescentes y jóvenes que en Argentina se encuentran sin cuidados parentales. De ese total, el 37%, es decir, 3.608 son niños y niñas entre los seis y doce años.

La iniciativa surgió del intercambio de dudas y vivencias de familias adoptantes en Twitter. En mayo de 2021, Diego Monrroy y su pareja, Jimena, se inscribieron “para una nena de edad más grande”, recordó Monrroy a ANCCOM. En base a la desinformación respecto al tema, recurrieron a la comunidad virtual en busca de otras experiencias. Con el paso de los meses se conectaron más personas y en mayo del 2022 se creó un grupo de WhatsApp donde actualmente participan unos cincuenta integrantes.

Se trata de un conjunto autogestivo y horizontal en el que todos tienen voz y voto. En principio, elaboraron un listado para que cada viernes una familia diferente relate su experiencia en Twitter. Recientemente, abrieron una página oficial en Instagram, donde realizan transmisiones en vivo con madres y padres adoptantes.

Griselda, mamá adoptante desde hace más de seis años, señaló: “El hashtag no se plantea desde el imperativo, sino que hay una idea de reflexión”.

“Uno se da cuenta cuando la gente te pregunta o comenta que hay mucho desconocimiento, como nos pasaba a nosotros”, aseguró Monrroy. Aunque la difusión de las historias personales tiene el fin de derribar mitos, el padre adoptante le adjudica una gran importancia a la preparación de las familias mediante la lectura de artículos, el consumo de material audiovisual, así como también el canal de YouTube “Ser Familia Por Adopción” y la participación de talleres del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA).

En el 2020 se realizó la última actualización del informe “Situación de niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales en la República Argentina” por parte de la SeNAF y Unicef. En este se señaló que del total de niños que residen en dispositivos formales de cuidado, el 76% son mayores de cinco años, el 50,5% son mujeres y el 8% tienen discapacidades.

En general, existe el prejuicio de que el proceso de adopción es un asunto burocrático que consume mucho tiempo. Esto se debe a que los requisitos de las familias son difíciles de cumplir. Según datos de la Dirección Nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (DNRUA), el 87% busca adoptar a niños menores de dos años. En realidad, los y las niñas pasan a ser judicializados cuando el Estado adquiere el conocimiento de que sus derechos están siendo vulnerados por su familia de origen, tal circunstancia tiende a presentarse a partir de los cuatro años del infante ya que, según la psicóloga Laura Zárate, “la escuela suele ser la primera que toma noticias de la situación de vulneración de derechos y hace la denuncia”. De allí deriva un proceso judicial que dura alrededor de dos años en el que se intenta la revinculación con la familia de origen. Si esta falla, el niño pasa a estar en una situación de adoptabilidad.

Además de visibilizar a los “niños reales”, la campaña también advierte sobre la vulnerabilidad de sus derechos y busca que se revierta esta problemática. Pese a que en Argentina existe una Ley de Adopción que contempla las necesidades de los niños, la situación en los hogares es preocupante. Existen hogares tanto estatales como privados, pero son tan escasos los cupos que, muchas veces, se separan a grupos de hermanos o los niños son desarraigados de su zona de origen, subrayan los especialistas.

Como señaló Zárate: “Los hogares oficiales deben aceptar a todos los chicos que están institucionalizados, pero los privados se manejan diferente y no aceptan chicos de otras edades y apuntan a los más chiquitos, entonces la problemática está con los adolescentes para conseguir un dispositivo que los aloje”.

Respecto a los padres, los hilos que se comparten en #AdoptenNiñesGrandes funcionan “como una terapia ideal” donde cuentan de primera mano sus vivencias como familia adoptiva y durante el proceso de adopción. El objetivo es desromantizar la experiencia. “Si bien es hermoso, uno tiene que estar preparado”, reflexionó Monrroy.

En septiembre del 2022, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación junto a la SeNAF lanzó la Campaña Nacional de Adopciones “Crecer en familia es un derecho. Elegí adoptar” para visibilizar e informar a posibles familias adoptantes para que cada vez más de ellas estén dispuestas a elegir a niños mayores de ocho años, con discapacidades o problemas de salud y a grupos de hermanos.

El titular de la SeNAF, Gabriel Lerner, destacó durante el lanzamiento de la campaña, la importancia de ubicar a los niños como eje. El objetivo es que dejen de estar en una institución y tengan la posibilidad de crecer con una familia. “Los chicos y chicas tienen derecho a que el Estado tome todas las medidas necesarias para vivir en familia, entonces lanzamos esta campaña que apunta a sensibilizar a la sociedad para repensar el modelo de adopción”, dijo Lerner.

La iniciativa busca incentivar a que las familias se inscriban en el RUAGA y desmitificar ideas erróneas que se tienen respecto al proceso de adopción mediante la divulgación de material impreso y digital, como videos de padres que adoptaron niños mayores de ocho años, con problemas de salud o grupos de hermanos.

Deseos a futuro

 “Lo que nosotros podemos hacer es ínfimo contra lo que puede hacer el Estado con una buena campaña bien organizada”, dijo Monrroy, contento por la iniciativa, la cual apoya como todo el colectivo detrás de #AdoptenNiñesGrandes. Anhelan formar parte de ella; que haya una movida fuerte en medios gráficos y audiovisuales y que exista un mayor apoyo del Estado hacia las familias que decidieron adoptar.

El colectivo también está enfocándose en su futuro y en las maneras a través de las cuales difundir su mensaje, ya no solo pensando en su difusión actual en redes sociales, sino también en otros medios, formatos y la incorporación de elementos nuevos que sumen a lo que hacen actualmente. Mientras continúan con los hilos en Twitter los viernes, buscan incorporar el aporte de profesionales de la adopción a los vivos que realizan los miércoles en Instagram, donde continúan subiendo mucho contenido. Un objetivo a futuro del colectivo es crear un podcast, cuyo desarrollo se encuentra en las primeras etapas ya que requiere un armado más elaborado.

Por el momento, la campaña #AdoptenNiñesGrandes seguirá con la difusión de historias esperando una mayor colaboración y compromiso del Estado para poner fin a esta problemática.